Partida Rol por web

No estaba orgulloso del todo con su actuación. Era cierto que había sacado todos los hechizos que tenía que sacar, pero para él eso era un problema. No tendría que haber tenido ningún hechizo que recuperar. Lo correcto habría sido estar como mero espectador y no como actor.

Se sintió orgulloso de Oliver, que también consiguió dejar su lista en blanco, sin ningún conjuro pendiente.

Se sintió defraudado cuando vio a Daphne, pero no por la chica, sino por su propia labor como profesor. Sabía que aquel Disttendio habría salido si se hubiera esforzado más, si quizás la hubiera enseñado algún truco más. Y el Raiinniin Petrus ni siquiera habían llegado a practicarlo. Todo era culpa suya. Daphne era otra víctima más del mal hacer de Mircea.

Sara, la extraña, a veces callada y a veces loca Sara solo tenía dos hechizos que recuperar. Su paso por el primer bimestre había sido el mejor de todos los Hufflepuff. La misma Sara que al principio de curso se negaba a coger la varita por miedo a ser quemada en la hoguera. Volvería sin nada que recuperar tras las navidades.

Y Ardeen al fin. Ardeen era la que más esfuerzos había tenido que hacer. Su hechizo de sueño había sido de los más potentes entre los chicos de primero y había estado muy cerca de tener que abandonar la escuela. Pero había conseguido restablecerse y poner todo de su parte para ponerse al día. Cuando después de su turno, la chica cayó inconsciente al suelo, Mircea no tardó en seguir a Oliver.

No daba crédito al discurso de clausura del Director Lupin. Parecía como si la chica tendida cerca de las mesas de Hufflepuff y el corrillo de chicos a su alrededor fueran invisibles. Retiren al muerto, la fiesta sigue.

Estate quieto, Oliver, le dijo a su amigo sujetando la mano con que la estaba golpeando suavemente la cara. Ayúdame, le pidió.

Con su ayuda arrastró a la chica hasta el banco y la sentaron. Mantenla así, le ordenó. Alargó la mano para coger una copa con agua y tras mojarse la palma, pasó su mano húmeda por la frente, las mejillas y el cuello de su amiga.

Todo estaba negro, y un fuerte pitido constante y agudo hizo que Ardeen reaccionara ligeramente, parpadeó, y la luz la cegó, sintió como si algo la presionara el pecho y trató de quitarse la capa y la corbata que la asfixiaban. Cuando pareció lograrlo, se vio sentada en un banco con Mircea y Oliver a su alrededor, sintió náuseas y apartó un momento a sus amigos para no vomitarles encima. Pero no vomitó, y al hacer un movimiento tan brusco se mareó otra vez y se desequilibró, y a punto estuvo de caerse del banco, de no ser porque sus amigos consiguieron sujetarla a tiempo.

Llevadme a la enfermería, por fa...- dijo con  voz queda y susurrando, no porque no quisiera que la oyeran, sino porque no tenía fuerzas. Y no tuvo tiempo ni de acabar la frase antes de volver a ver cómo su alrededor se oscurecía y todo se fundía en negro.

Daphne se acercó a ayudar con Ardeen después de darle un toque cariñoso a Sara como felicitación por su esfuerzo.

_{^{-Deberíamos llevarla a la enfermería}}- murmuró preocupada, con la funesta sensación de que en el colegio se despreocupaban bastante de los alumnos.

Le retiró el cabello de ébano de la cara y miró con cierta angustia a sus tres compañeros conscientes. Como si la hubiera oído la niña también pidió que la sacaran de ahí sin concluir el ruego volviendo a perder la consciencia como una muñeca a la que se le acababa la cuerda.

Oliver ayudó a Mircea, tal y como le pidió, a sentar a Ardeen. Se sentó a su lado mirándola con gesto preocupado, aunque al ver que no tardaba en reaccionar dejó escapar un largo suspiro de alivio.

-Menos mal... que susto... - dijo, mirándola, aún con el susto en el cuerpo. Y asintió, inclinándose sobre Ardeen para ayudarla a incorporarse y que pudiera apoyarse en él- Vamos a la enfermería, chicos... No tiene buena cara... - les dijo a los demás, sobre todo al percatarse de aquellos intentos por controlar las nauseas.

Pero entonces, de repente, vio como su amiga volvía a desmayarse de nuevo, y su preocupación se acrecento- ¡Chicos! -exclamo, aunque, aún así, no la soltó, asiéndola para que no se cayera- Mir, ayudame... Así la llevamos entre los dos...- dijo el chico, con miedo de que, al estar inconsciente, se cayera si la llevaba el solo.

-Vamos, Ardeen... Tranquila... Seguro que han sido los nervios... Te vas a poner bien enseguida, ya verás...- intentó tranquilizarla, a pesar de ser consciente de que no le oía, esperando a que los demás se decidieran también a acompañarles.

Y asintió a las palabras de Daphne, mirándola con expresión preocupada- Vamos, anda... - le dijo, cabeceando, asegurándose de agarrar bien a Ardeen antes de comenzar a andar hacia la enfermería.

Mircea terminó de aflojar la corbata de la chica y se la puso alrededor de su propio cuello. También se hizo cargo de la capa, poniéndosela sobre su propia capa.

Ayudando a Oliver y sujetando a la chica cada uno por un lado, se marcharon del gran comedor con destino la enfermería, sin darse cuenta que su sombrero quedaba desatendido sobre el banco donde había estado sentado hasta hacía poco.

Me encontraba abriendo la bolsa en mi sitio, para sacar a Noah a que le diera el aire, mientras seguian los examenes. No puedo evitar sonreir, orgulloso, al ver como todos los Slytherin sacan sus conjuros sin ningun problema. Como no puede ser de otra manera. No puedo evitar pensar, mientras dejo el pequeño raton, en mi hombro.

Me paré a contemplar los alumnos que fueron pasando detras mio. Me alegro de que algunos saquen sus conjuros bien. Me alegro de los fallos de otros, como el de Perry, no puedo evitarlo. Pero es cuando sale Ardeen, cuando algo no va bien, y tras fallar varias veces, baja, y se desploma.

No puedo evitar acercarme a los Huffies, preocupado. Ardeen. ¿Estas bien? Sigo a los Huffies hasta su banco, cuando sientan a Ardeen en el banco, y me cruzo de brazos, con gesto preocupado. Espero a que se recupere, y cuando veo que va a vomitar, me aparto. Aunque no llega a pasar nada.

Será lo mejor. Confirmo, asintiendo con la cabeza. ¿Quereis que os ayude a llevarla a la enfermeria?  Pregunte al grupo de Huffies. Ardeen me caia bien, estaba preocupado por ella. Y no sabia que hacer. La alegria de los buenos examenes se veia eclipsada por lo que le acababa de pasar a Ardeen.

Dejadme que os acompañe... Digo, y sin esperar respuesta, me pongo a caminar con ellos, dejando que sean Mircea y Oliver quien cojan a Ardeen. Me puse junto a Daphne, mirandola de reojo, con preocupación. Esta mañana estaba bien... ¿No?

Perry quedó un poco más aliviado por las palabras del Directos del Colegio, así que se puso a felicitar a sus compañeros.

-¡Enhorabuena chicos!- Se dirigió a Gwen, Colin y Selena.- Por fin hemos acabado.- Su propósito para el segundo año sería mejorar aún más si cabe. Tendría que esforzarse al máximo pues tendría que tutelar a su hermano, sorpresa de última hora. Notó cierto barullo en la zona de los tejones y se acercó a mirar. Al parecer la chiquilla se había desmayado y la llevaban a la enfermería. Se interesó pro ella a través de Oliver y Mircea.

- ¿Está bien?- Al ver que la chica reaccionaba dejó de atosigarla para que pudiera estar tranquila. Tocó el brazo pálido de Mircea para llamar su atención. - Será lo mejor, que la llevéis a la enfermería. Si necesitáis ayuda me decís. Tras el incidente volvió con sus compañeros de casa.

- Qué emoción, a ver qué pasa con las últimas puntuaciones, la gente parece haberlo hecho muy bien en los exámenes.- Había un cierto regusto de disgusto en sus palabras, pero poca cosa.- Ese protego ha sido más espectacular que el que hizo Cassius en clase, Selena. Me quedé con la boca abierta.

Estaba muy contento por la actuación que había hecho, todos me salieron bien, excepto uno, pero no importaba, porque sabía que ese ya me había salido anteriormente. Nos felicitamos todos los de Ravenclaw y así hacíamos piña. 

Estuvimos un rato allí en la mesa, hasta que se me pasó por la cabeza algo. Me fui haci al amesa de Gryffindor y me puse justo detrás de Diana. Le dí unos golpecitos en el hombre derecho. - ¡Hola Diana! - Le dije con una sonrisa. - ¡Lo has hecho fantástico! 

Diana había que tras realizar sus conjuros había vuelto a la mesa de Gryfindor observó como todos hacían sus hechizos con mayor o menor suerte. Cuando Joey volvió a la mesa y se puso en el sitio más alejado cabizbajo y compungido se acercó a él, se sentó a su lado y le apoyó una mano en el hombro.

- Joey, eres un mago genial y lo has hecho muy bien- lo miró con sus ojazos y una de sus radiantes sonrisas- no te preocupes, estoy segura que no vas a repetir.

Entonces vio el revuelo que se produjo en torno a Ardeen y reprimió el impulso de ir a ayudar puesto que la chica ya estaba siendo atendida por los demás y fue cuando sintió unos toquecitos en la espalda, al girarse se encontró con Colin y le sonrió.

- Hola Colin... gracias- intensificó la sonrisa cuando escuchó el cumplido del chico- pero en realidad he tenido suerte y aún falta por ver que dicen los profesores.Tu también lo has echo muy bien, enhorabuena, seguro que apruebas con nota.

- Claro que no. - le digo a Joey. No era fácil y seguro que los profesores no te harán repetir. - añado remarcando la idea de Diana.

- Buen trabajo chicas. - les digo a Diana y Elizabeth.

Miró a Cassius y a Perry, cuando se acercaron a preguntar por el estado de Ardeen. Al primero le dedicó una mirada igual de preocupada que la que había dedicado a Mircea y a Daphne, quizás porque tenía con él tanta confianza como con ellos- No sabemos qué le pasa... Ibamos a llevarla a la enferme...- se interrumpió ahí, al darse cuenta de algo... ¡Ahivá! - dijo, como si acabara de tener una revelación- Cass... ¿Te importa hacernos un favor? ¿Puedes ir a buscar a la señora Pomfrey? ¡Antes estaba aqui mismo, yo la vi cuando llegué!

Aquella habia sido su revelación. No habria nadie en la enfermería, pues la señora Pomfrey también había acudido a los exámentes, como todos. Indicó entonces a Mircea con un gesto que volviera a apoyar a Ardeen en el banco, haciendo el lo propio, con delicadeza, para no hacerle daño. Fue entonces cuando se dirigió a Perry, con una pequeña sonrisa que intentaba ser tranquilizadora, pero que denotaba preocupación- Creo que han sido los nervios, Perry... pero no sabemos... Gracias por preocuparte... - le dijo con amabilidad.

Y, acto seguido, volvió a centrarse en Ardeen, esperando que Cassius fuera lo suficientemente rápido y volviera pronto con la enfermera.

No hizo falta que nadie fuera a por ella. Al poco de formarse el barullo en la mesa de los tejones, Poppy Pomfrey se apresuró hasta donde estaban los niños.

Apartaros, apartaros, dijo en una peculiar tono de voz que mezclaba determinación, cariño y preocupación, algo difícil de conseguir.

La enfermera estaba irreconocible sin su habitual vestimenta. Normalmente no solía cenar con los profesores y su aparición en los exámenes quizás se debiera a que la enfermería estuviera vacía en aquellos instantes tras dar el alta a la pequeña serpiente, James.

A ver, pequeña, se inclinó sobre Ardeen. Tocó la frente de la muchacha que estaba fría y miró de reojo a Mircea que seguía con la mano mojada. Estos pequeños enfermeros, murmuró con un suspiro.

Ésta chica está exhausta. Seguramente ha estado toda la semana en tensión por lo exámenes u otras actividades, comentó más para sí. La ayudaba enunciar lo que pensaba. Me parece que voy a tener que llevármela a la enfermería y tendrá que quedarse descansando hasta mañana por la mañana.

Dejadme hueco, niños, dijo moviendo una mano y sacando la varita con la otra.

Con un movimiento, levantó a la niña en el aire y se la llevó de allí.

- Gracias también. - Le dije devolviendole una sonrisa. - Oye una preguntita, ¿querrás bailar conmigo luego? - Dije algo tímido. 

Me disponia a marchar en busca de la enfermera, cuando ella misma hace acto de presencia. Se hace a un lado, observando en silencio y con cierto gesto preocupado por lo que estaba pasando. ¿Pero esta bien, Señora Pomfrey? Pregunte, preocupado, mirandola. Me hice a un lado, dejando que atienda a Ardeen y se la lleve a la enfermeria.

En un gesto incosciente, quizas la respuesta a los nervios en todo aquello, me llevo las manos a la corbata, apretandola sin decir nada. Vaya... Espero que este bien. No puedo evitar pensar, volviendo la vista hacia los demas tejones. Si necesitais algo decidmelo. Despues del baile pasare a ver como esta Ardeen en la enfermería, por si vais despues... para que me aviseis. Por extraño que pareciera, estaba preocupado por ella. Inusual en un Slytherin, pero cierto. Me di la vuelta, caminando hacia la mesa de Ravenclaw, y no hacia la mia.

Felicidades por las recuperaciones. Alce la voz, para que me escucharan todos los presentes. Era una felicitacion general a la principal casa rival. Selena, ese protego ha sido espectacular, parecia como poco de septimo curso. Lamento lo del Leg Magien, Perry. He estado hasta esta mañana practicando los conjuros para la recuperacion... Y por el suspiro, no debio ser algo facil. Eres un gran mago, esto no te hace justicia, el año que viene ya veras como va mejor. A pesar de todo, Perry, se habia ganado mi respeto. Y me sentia en deuda con él por ayudarme con un conjuro el dia anterior. Por mi parte, no habria hacha de guerra, al menos, por una temporada.

Gwen, lo has hecho muy bien, felicidades. A ella la dejo en ultimo lugar. Interpretacioes aparte, quien conociera minimamente a Cassius sabia que, dejarla en ultimo lugar, mas que alejarla de la importancia, era que la tenia en primer lugar.

Diana miró con gesto sonriente a Colin, recordó que en el baile de Hallowen le había pedido ir con él pero como primero se lo había dicho Noah tuvo que decirle que no a su amigo de Ravenclaf, y que le prometió que la próxima vez iría con él porque se puso triste.

- Claro que sí Colin, aunque tengo que decirte que no se bailar muy bien... en Hallowen pisé a Noah no se cuantas veces... no te enfades mucho conmigo si te piso ¿vale?- declaró ampliando su sonrisa.

Gwen asistió a la indispocisión de Ardeen con curiosidad mirando de reojo, desde su posición todo el tinglado que se habían montado en torno a la Huffepuf.

Entonces todos comenzaron a decirse y lo buenos y magníficos que eran y la chica tuvo reprimir una arcada, a su mente lo único que acudía era la imagen de un juguete muggle llamado pelota...

- Gracias Cassius- no pudo evitar sonreir al Slyetring- ya se que soy buena, pero un dulce no le amarga a nadie... tu tampoco lo has hecho del todo mal...

Perry y Cassius. Eran los dos unicos chicos que no eran de Hufflepuff que se habían preocupado por lo ocurrido. Asintió y dio las gracias ante el ofrecimiento del primero, y repitió el mismo gesto para el segundo. Esperaba de todo corazón que se lo pasaran bien en el baile, porque por su parte cambiaría su estancia en una incómoda silla de la biblioteca por otra de idénticas características en la enfermería.

Cogiendo su sombrero, pues esta vez no se iba a quedar ahí olvidado, siguió a la enfermera con su cargamento de 40 kg de niña.

Selena se quedó con los de su casa, medio atentos a la niña de Hufflepuff, medio celebrando las recuperaciones. Colin fue a lo que debía, y, como no, ya volvían a tener una serpiente por allí.

-Gracias. Respondió cortés la pequeña. Aún no se explicaba como había lanzado un hechizo así. Dejó que el chico hablara y no añadió nada a la conversación. Se quedó a la expectativa.

- No pasa nada, supongo que yo tampoco se muy bien bailar, he visto a mis padres cómo lo hacían, pero poco más. - Dije con una amplia sonrisa. Estaba realmente feliz. - Te veo luego ¿vale? - Le dije otra vez sonriendo.

Morpho estaba algo distraído tras su actuación en las recuperaciones, así que se fue derecho a la mesa para servirse algo, mientras que el resto andaba buscando pareja para el baile.