Partida Rol por web

-Tú te llevas mal Nik, yo aún no he hecho malas migas con nadie- dijo Daphne distraída antes de que Sara pudiera tomar alguna represalia por la presencia del tímido albino que había declinado ir con ella al baile del Halloween. Observó el gesto de Amon con su pergamino y probó con su pulcra redacción sobre los hombres lobo- Alarmir pergamino-musitó probando el hechizo.- no toques mi redacción-avisó a Amon levantándose un instante a guardar un libro.

- No me refería a...- parece que se había enfadado con él, bueno al fin y al cabo seguro que Sara se había molestado y ella le apoyaba, miró de forma tímida y avergonzada a la chica y luego suspiro pesadamente de nuevo, cada día tenía más claro que lo suyo no era relacionarse- Joey es muy impulsivo, supongo que ambas casas tenemos nuestras ovejas negras... Voy a volver con los míos para repasar algunas cosas, espero que os vaya bien.

Dijo a los dos antes de que Daphne desapareciera del todo y se dirigió a sus compañeros.

-¿que habéis encontrado? yo solo algunos libros- dijo a Diana y a los demás presentes junto a ella.

-Pero al menos nosotros no nos hacemos los dignos como si fueramos las víctimas -musitaba por lo bajo en lo que recogía las cosas. Al menos había casi terminado la redacción y en un par de días más terminaría el trabajo.

Cuando terminé esperé a Daphne y a Sara- ¿Queréis ir a algún lado o váis a iros a vuestra sala común?

Joey se acercó a Gwen con una sonrisa en los labios y susurró.

-Hola preciosa. Me preguntaba si una chica tan guapa y lista podría ayudarme a encontrar algún libro sobre licantropía. Me ha dicho que eres muy lista, y lo he podido comprobar yo mismo, dijo haciendo alusión a su torpeza al enfrentarse con la profesora. Hasta que ella no le dijo que eso le podía provocar más pérdida de puntos, él no se dio ni cuenta.

Se llevó la mano a la cabeza algo apurado:

-La verdad que no se me dan bien las cosas de buscar y…bueno…lo mío es volar y ser campeón de Quiddich. Dijo hinchando el pecho, orgulloso.

-Si quieres aprender a volar, yo te puedo enseñar.

Seguramente le estaba haciendo perder el tiempo a la muchacha, pero al igual que otras tantas veces, Joey no era consciente de ello. Aquella chica parecía bastante guapa y eso era suficiente para que Joey quisiese entablar conversación.

-Tú estabas sentada en el mismo vagón que yo al venir a Howarts ¿verdad? Una cara bonita no se me olvida tan fácilmente.

Daphne dejó el libro y a la vuelta levantó a Sara, que había estado como atontada, quizá el pensar tanto en Cassius la estaba alerdando.

- Pues creo que todavía podemos perder por ahí un poco el tiempo, ¿vamos a las aulas de duelo y practicamos un poco?-casi según lo dijo le sonó la tripa de un modo bochornoso y enrojeció hasta que las mejillas adquirieron la tonalidad de manzanas.

La cara de Gwen ante las palabras de Joey fue un poema "preciosa" "lista"... bueno eso si, "enseñar a volar"... Lo miró  con desagrado y le dijo.

- Sí, coincidimos en el vagón...pero estás en la biblioteca, lo único que tienes que hacer es ponerte a buscar libros. ¿Que te hace pensar que yo quiera ayudarte?

-Me parece bien, aunque creo que tienes hambre, y ahora que lo pienso yo también -dije sonriendo ampliamente.

La soledad podía ser triste, pero hacía que avanzase más rápido con el trabajo. El ruido que provenía de la mesa donde estaban los otros chicos de primero era un murmullo constante, que impedía que Mircea se concentrase del todo. De vez en cuando levantaba la vista y se quedaba unos instantes abstraído, pensando en qué había podido pasar para que todo se hubiera dado la vuelta. Había faltado a más clases de las que había asistido. Incluso de vez en cuando se encontraba sentado en el sillón de la sala común de Huffelpuff sin saber como había llegado ahí. Eso tenía que acabar...

Tras terminar de rellenar el segundo pergamino, Mircea secó su pluma y le puso el tapón al bote de tinta. Dejó los libros en sus estanterías correspondientes y se escurrió de la biblioteca sin que los demás se enterasen de que siquiera había pasado toda la tarde allí con ellos.

Joey miró con desconcierto a Gwen pero rápidamente rectificó su semblante para dar la impresión de que no lo había pillado desprevenido:

-Pues lo mismo que me hace pensar que una muñeca tan bonita como tú no puede ser tan mala persona y no ayudar al necesitado. Sería una pena que alguien con esa carita tuviese un caracter tan agrio. Pensaba que eso era más propio de Slytherin.

Joey sonrió:

-Quién sabe si en un futuro eres tú la que necesita de mi ayuda... siempre es bueno que estén en deuda con uno, ¿sabes? Eso me decía mi abuelo. Era un tipo muy listo, y fue almirante de la armada.

Joey ya empezaba con sus desvarios para intentar impresionar a aquella chiquilla.

Apenas había encontrado información de los Licantropos, desde luego hoy no era su día y esperaba que eso cambiase cuando tuviera que recuperar el conjuro Artifficus. Cerró el libro de pronto al acordarse y dejó el libro en la estantería y se fue a paso ligero.

- Ahhh tengo que irme, nos vemos. - Dijo especialmente a sus compañeros antes de marchar rapidamente.

Al parecer sus compañeros ya habían encontrado algo sobre los licántropos. Pero Eli decidió ayudarles.

-A ver qué encuentro- dijo mientras, con la punta de su lengua a punto de sobresalir de su boca. Era un gesto involuntario que ponía cuando se concentraba en una tarea.

-Me da igual lo que haya sido tu abuelo- ¿Cómo se atrebía aquel niño a darle lecciones? Si alguna vez necesitaba ayuda sería a él a la última persona que acudiría- si quieres saber algo de licántropos debes buscar por la sección de bichos sin clasificar, a esa conclusión se llega preguntando a la bibliotecaria, para todo lo demás master card...y ahora si me disculpas me voy al comedor.

Y sin darle opción a réplica se dió la vuelta y se fue de la biblioteca.

Diana terminó de escribir en su blog miró a Noah y a Eli y les dijo.

-Creo que nos ha cundido bastante la tarde, entre todos hemos recopilado mucha información. ¿Vamos ya al comedor? Por cierto, ¿Donde se ha metido Joey, voy a ver si lo veo.

Diana recogió sus cosas, dejó los libros en un carrito, se colgó la mochila al hombro y fue en busca de su amigo, durante el trayecto saludó a ls chicos de Ravenclaf, se cruzó con Gwen, que la miró con gesto altanero y por fin localizó a Joey.

-Ey Joey ¿Qué tal te ha ido? Yo me voy ya para el comedor y creo que Eli  Noah también. 

Joey se quedó a cuadros ante la contestación de Gwen y estaba todavía pensando que habría desayunado aquella chica cuando Diana le encontró. Joey se giró y sonrió al ver a su amiga allí.

-Si...bueno...no...la verdad es que no he encontrado nada. Yo me pierdo en estos sitios.jaja. Se llevó la mano a la cabeza y cogió a Diana por encima del hombro con cariño.

-¿Y vosotros qué tal? Dijo mientras iban andando hacia el comedor.

-¿Sabías que mi abuelo era almirante de la armada? Dijo para corroborar que la información no era tan aburrida como le pareció a aquella chica.

-Por cierto tenemos juntarnos a ver como nos ayudamos todos a sacar los exámenes. Están a la vuelta de la esquina. ¿Tú que tal llevas las cosas, guapetona? Aquí está Joey para lo que necesites. Dijo guiñándole un ojo

Diana escuchó a Joey con sumo interés.

-Almirante...ups...perdón-volvió a susurrar a los alumnos de Hogwarts que la miraron con caras de pocos amigos cuando exclamó la palabra almirante- Vaya, que guay... eso es como capitán de barco ¿no? ¿Tu abuelo tenía su propio barco, te has montado alguna vez en el...vas a ser almirate tu también?...- la mente de Diana era un bullicio de preguntas mientras salían de la biblioteca.

- Si, será mejor que vayamos al comedor. - digo asintiendo a las palabras de Diana.

- Luego podremos recabar toda la información conseguida y ver cuan útil es. - comento con un guiño de ojo.

Nikolay permaneció en silencio y salió con sus compañeros.

Cuando Diana dijo que habían conseguido información, Eli se alegró. Así que recogió sus apuntes y los libros que había consultado para ir al comedor. Allí podrían hablar de sus avances.

Con la compañía de Daphne y Sara abandoné la biblioteca

Cuando llegué a la biblioteca me senté como esperando que llegara un libro a mis manos. No se qué me paso, pero miré al infinito y me fui allí, perdiendo mi conciencia por el camino. Noté como si una voz me hablara y tiraba de mí para volver a la vida real

¿Virgen María...? pensé, pero no, era Daphne.

Ah, sí, sí... dije levantándome y largándome de la biblioteca.