Partida Rol por web

Kendra asintio, terminando de escribir la ultima frase del pergamino- Sí... bueno. Eran solo tres. - dijo, enrollando finalmente el pergamino, mientras buscaba el ultimo lazo plateado- Buenos días,Morpho... Enseguida vamos... - dijo, terminando de atar el lado, a toda prisa- Buenos dias, Amon. - añadio la chica de primero, metiendo ahora toda las cosas en la mochila, incluidos los tres pergaminos.

Sonrio entonces a Cassius, asintiendo- Si, ya estoy lista. Gracias por esperar... - dijo, dirigiendose junto al chico al Gran Comedor.

Todavía quedaba tiempo antes del almuerzo. La blonda entró en la sala común, había algunos chicos de quinto y otro de sexto que sólo conocía de vista. Emitió un suspiro decepcionada, mientras que se dirigía a una poltrona al lado del fuego. Sacó el libro de Criaturas mágicas y se dispuso a leer algunas líneas mientras el fuego repiqueteaba a su lado.

Al final Aiden decidió descansar un poco en la Sala Común antes del almuerzo, en vez de hacerlo en los jardines como había planeado en un principio. Ya empezaba a hacer un poco de frío fuera, y en la Sala Común se estaba muy bien con la chimenea encendida. Saludó con la mano a algunos alumnos de otros cursos y se sentó al lado de Ludmila, a quién vió con el libro de Criaturas Mágicas.

- Hola Ludmila. ¿Repasando un poco? le preguntó mientras se acomodaba en el sofá - Yo voy a intentar dormir un poco antes de la hora de la comida. Hazme un favor, ¿si te vas y ves que sigo dormido me despiertas?

Cassius entró junto a Morpho en la sala común. A pesar de lo sucedido en clase, el humillar a Joey, ver la incompetencia de Elisabeth, ver como a Noah le sobrepasaban los de primero... le complació. Disfrutó de aquello. Y entró con una sonrisa en la cara. Se giró hacia Morpho. - ¿Que conjuro quieres practicar? - Le preguntó, sacando la varita. Él por su parte, quería practicar en primer lugar el Vition Apperture.

Movió la varita, apuntandose hacia la cara en último lugar, pero no funcionó. Nada cambió, y eso pareció decepcionarlo. Lamentaba que, con lo divertido que había sido el día, aquello lo empañara. Transformaciones sería, ese año, su bestia negra sin duda.

...seres que se acostumbran a vivir bajo la sombra de los alerces. No aman la lluvia pero sí las tempestades ya que les rememora a un...De pronto interrumpió la lectura al escuchar la voz de Aiden quien se sentó en el círculo de sillones.

-Hola Aiden, despejandome un poco...mientras que levanta su hombro restándole importancia. Dormita tranquilo, que yo te aviso. Por cierto, has visto a Anthony? hacía rato que la rubia buscaba al ruso, y había esperado encontrarlo en la sala común.

Bajé por las escaleras cabizbajo, y vi a Aiden y a "Lu".- Hey...- Dije y me senté a parte en un sillón mientras pensaba en todo lo ocurrido...

-Hey...Ludmila había continuando leyendo mientras Aiden comenzaba a dormitarse. Esa voz áspera, conocida pareció sacudir a la blonda de Slytherin. Dejó su libro y ahí estaba Anthony, que se había sentado en la poltrona como si nada.

El silencio inundó la estancia por unos segundos mientras que sólo se escuchaba el crepitar del fuego y algun murmullo de algunos chicos. Había algo triste en su mirada, más triste de lo habitual y eso le preocupaba a la niña. Su mirada dura y escrutadora pareció aflojarse un poco, pero solo un poco. -Que ha sucedido contigo Anthony, estaba preocupada. Estas bien?

Miré a "Lu" con ojos tristes y respondí.- He estado fuera de Hogwarts... mi abuela se está muriendo de una enfermedad.- Puede que fuera Ruso, pero eso no me convertía en una persona sin sentimientos.- Con lo poderosa que fue... ahora...- Y enmudecí.

-Oh...la blonda suspiró y su mirada se suavizó un poco más. No pudo evitar tener un pensamiento egoísta y pensar en su propia tía abuela, el único pariente que quedaba con vida. Descartó rapidamente esa idea y empatizó perfectamente con el ruso. Conocía el sufrimiento y sabía del dolor y la agonía que implicaba una enfermedad y la pérdida de un ser cercano. Sobre todo en una persona que estaba acostumbrada a valerse por sí misma. 

Nunca había sido muy buena con las emociones, y menos para consolar a los demás. -Cualquier cosa que necesites, cuenta conmigo Anthony.  Practica, directa y algo ruda aunque con un deje amable en su voz.

Asterope entró hablando animadamente con Linc. Habían estado solo una semana enfadados, pero, como su amigo llevaba raro y poco comunicativo desde antes, hacía mucho que no se contaban cosas. Le cambió la cara en cuanto vio a Anthony sentado. ¡Qué valor! Después de faltar a no sé cuántas clases, ahora se quedaba vagueando en la sala común.

No sabía la razón por la que había decidido desaparecer ni le importaba. Así que pasó por él sin ni siquiera mirarlo ni, mucho menos, dirigirle la palabra. Estaba demasiado contenta esa mañana como para estropearla hablando con ese niño. Así que se mantuvo tranquila y fingió que no estaba ahí; sin duda, era la mejor opción. Ludmila estaba con él, y a ella sí que la saludó antes de subir a la habitación:- Hola, Ludmila.

Se giró hacia Linc antes de continuar:- Voy a subir a por la escoba. Ahora nos vemos aquí para ir al comedor. -Siguió su camino hacia las escaleras, pasando al lado de Aiden, que estaba dormido en un sofá.

Lincoln llegó con Asterope hablando como hacía semanas que no hacían, hasta que al llegar vieron a una persona, Anthony "Miralo, nos hace perder nose cuantos puntos y aparece aquí como si nada, mas le vale pedir perdón" Se acercó a Ludmilla y a él, mientras miraba a Aiden dormir "El otro... ¡¿Pero que Slytherins hay éste año?!" -Hola- Dijo a Ludmilla y se despidió de Asterope cuando ésta se había ido escaleras arriba, un tanto enfadada y con razón, Linc se quedó para hablar con una persona -Anthony, ¿Que coño te ha pasado? Te has saltado mas de una clase y nos han quitado puntos por tu culpa- Habló serio, con enfado y directo a Anthony, le daba igual el problema del chico, pues estaba claro que tenía uno, se le notaba en los ojos, pero fuera como fuere, su única obligación era estar en clase y se la había saltado demasiado, hasta el punto de perjudicarles -Si no fuera por Ludmilla que ha compensado tus ausencias, no iríamos primeros- Le había molestado mucho reconocer que sin Ludmilla Slytherin estaría por debajo, pero en éste momento no podía decir otra cosa.

Miré a Linc y le dije.- Cuando tu abuela se esté muriendo de una enfermedad rara entenderás mi ausencia.- Dije en tono agresivo, pero sin salirme de mis casillas.- Ahora vete.- Dije con indiferencia. No quería que me hablara ni una palabra más.

Kendra se sorprendio al ver que habia sido la primera serpiente, quitando a algunos de los alumnos mayores, en llegar al Gran Comedor. Sin embargo, ver que aquellos pergaminos que tan cuidadosamente habia escrito estaban ahora sobre las mesas de las cuatro casas, consiguió arrancarle una sonrisa. Entonces se dio cuenta, justo antes de acercarse a su propia mesa, del por qué no habia nadie alli: habia clase de vuelo, y tenia que pasar a recoger su escoba por la habitacion.

Asi pues, fue corriendo hasta las mazmorras, entrando en la sala comun con cierto apremio.

La expresion de Kendra esta vez era indescifrable: por un lado, esos ojos suyos ocultaban algo y dejaban claro que su mente estaba dándole vueltas a alguna idea, por otro, aquella sonrisa satisfecha por el trabajo bien hecho y, por ultimo, aquel brillo en su mirada y aquella expresion de felicidad, que solian acompañarla ultimamente alla donde iba.

Sin embargo, todas aquellas emociones se transformaron en una sola al llegar a la sala comun y ver quien se hallaba en ella: Anthony, contando a Linc alguna milonga, con total seguridad, sobre por qué habia decidido ser un vago.

-Cuando mi abuela se esté muriendo, no te preocupes, el director estará enterado y ninguno perdereis puntos por mi culpa. Tus excusas cansan, Anthony. Y apestan.

No dedicó ni un segundo más al chico. Dedicó una sonrisa a Ludmila y otra a Linc, a quien se acercó un instante- Ahora hablamos. He estado con Ithan. - le susurró, dandole a entender que sabia qué habia sucedido, justo antes de perderse en direccion al dormitorio de chicas, para coger su escoba.

Asterope y Linc ingresaron a la sala común y percibió rápidamente el enojo de ambos. Saludó a ambos con un leve movimiento de cabeza. La niña subió al dormitorio mientras que Linc se plantó delante de Anthony increpándolo. 

-Debes preguntar antes de juzgar a los demás Linc dijo seria clavándole los ojos. -Vete...Quería evitar otro altercado entre los dos, y la situación de Anthony no era la más favorable.

Luego de ello, Kendra se acercó a Anthony enojada dedicándole un comentario mordaz. -Ahora no es el momento. le dice a su amiga.

Lincoln sonrió a Anthony como al principio de curso hacía, con burla y superioridad y justo cuando iba a abrir la boca apareció Kendra espitosa, diciendo las palabras que él iba a soltar -Exácto, ni más ni menos, se avisa y no perdemos puntos estúpidamente- Miró a Ludmilla cuando le dijo que midiera las palabras y que se fuera -¿Cómo?- Dijo Linc incrédulo a las palabras de su compañera, entendió que no era buena idea empezar una bronca ahí, al menos no por ahora, se acercó a su compañero de casa y le susurró de manera que solo le escuchara él -No siempre tendrás a Ludmilla a tu lado, tenlo claro- Kendra cortó de golpe a Linc cuando le susurró aquellas palabras -Claro, subo a por la escoba y te espero aquí en la sala común si quieres-

Sonrió a su compañera y se despidio con la cabeza de los demás -Por cierto, despertad a Aiden o se perderá la comida- Con esas últimas palabras desapareció hacia su dormitorio.

Asterope se cruzó con Kendra en la puerta del dormitorio. Se sobresaltó un poco al ver a su compañera nada más salir-. ¡Buenas! Qué susto. Ahora iré al comedor. Te esperamos abajo, si quieres.

Bajó por las escaleras y justo subía por ellas Linc-. Sí que has tardado en subir. Pensaba que ya habrías cogido tu escoba. Bueno, te espero en la sala común, ¿vale? –Iba con la escoba sobre un hombro y la mochila colgada del otro. Se sentó en una de las butacas para hacer tiempo hasta que bajaran los demás. Había tensión en el ambiente. Tanto Anthony como Ludmila tenían caras serias. ¿Habría pasado algo mientras ella estaba fuera? Tampoco le interesaba preguntar.

En su lugar, cogió la Nimbus y la inspeccionó con mil ojos. Hacía mucho tiempo que no la usaba y, por tanto, no la había cuidado como debía. Pasó la mano por el mango descolorido y revisó cada una de las ramitas sueltas de la cola. No parecía que nada hubiera cambiado desde la última vez que la cogió, hacía algo más de un año. Su abuelo había volado con ella alguna vez, pero, en general, la pobre escoba había estado encerrada en el armario durante todo ese tiempo.

Primero Kendra, después Linc... parecían muggles, solo pendientes de si perdían o ganaban puntos. Aguanté mi rabia y dije en voz alta.- Un slytherin no debería tener tanta debilidades como tenéis vosotros dos. Linc no puede ni matar un mosquito y es un ser que depende de los puntos de su casa. ¿Qué vas a hacer Linc? digo, cuando ganes puntos... ¿Vas a conquistar el mundo? ¿Refregarlo a las demás casas?.- Me reí en voz alta.- Menuda patraña.- Acto seguido me dirigí a Kendra.- Y tú, Kendra, no deberías ponerte en mi contra, tú tienes 2 puntos débiles, así que a ti te puedo hacer mucho más daño.- Mi sonrisa se tornó más pronunciada.- Te pareces cada vez más a los leones, das asco a tu estirpe.- Dije agriamente.

Acto seguido agradecí con un cabeceo las palabras de defensa de Ludmila.- Gracias. Eres una buena compañera. Los puntos no suponen más que un juego para mí. No antepondré la salud de mi familia y mis amigos a un estúpido juego de niños.- Acto seguido puse mi mano en su hombro para reconfortarla. Cada vez me estaba volviendo más maléfico, supongo que porque había captado el mensaje de su prima, a la cual no sabía si quería o odiaba, pero que era una poderosa maga. También susurré unas palabras para Ludmila. Ni siquiera me di cuenta de que pasaba Asterope con la escoba, pero seguramente estaría también en mi contra. Pocos eran verdaderos Slytherin.

Susurrándole al oído.- "Lu", esto está llegando demasiado lejos, tenemos que hacer algo. Si te cuento esto es porque realmente eres la única persona en la que confío, además de en mi prima.- Acto seguido respiré y volví a susurrar.- Tengo una idea para dejar claro quienes mandan aquí. Podríamos reunirnos para practicar los hechizos que me quedan, y te digo más tranquilamente.- Acto seguido deja de susurrar.

Lincoln bajó a toda prisa por las escaleras hasta llegar al origen de esas palabras -Quien iba a ser jajaja- Le dió su escoba a Asterope y dejó la mochila a su lado -A ver Anthony, que te entre en tu pelada cabeza- Dijo vacilando -Los puntos no lo son todo, está claro, pero es la única manera que tiene este estúpido colegio de demostrar que somos mejores que las demás casas y sí, lo quiero demostrar- Se paró un segundo, miró a Ludmilla sabiendo que no aprobaba ésto, pero estaba cansado de éste niño -Si tu no quieres no lo hagas, pero no perjudiques a los demás ¿Te queda claro?- Se dio media vuelta para ir hacia su escoba cuando se giró una última vez -Por cierto, tu Anthony eres el que mas puntos débiles tienes de todos, si te portas bien y me lo suplicas un par de veces, te los cuento en la próxima hora libre y hasta te los muestros- Sonrió vacilon y se dirigió de nuevo a Asterope.