Partida Rol por web

Tuerzo un poco el gesto por lo que dice Perry, Ollivander había dicho que la varita era mia, que ella me había escogido, realmente era una de las dos cosas que consideraba como mías, solo la varita y la cruz que llevaba al cuello.

La varita es demasiado personal, segun el señor de la tienda... Ollivander Digo recordando su nombre. Dice que la varita te elige, es algo tuyo, no creo que este bien prestarla.  Digo un poco compungida por la idea, era bastante posesiva con mis escasas posesiones.

La niña tenía razón, según el señor Olivanders la varita era solo para ese mago, y quizas sus padres prefirieron dejar que él conozca la magia por si mismo con su propia varita.

Esa es una buena forma de pensar, quizas las varitas de mis padres no me hagan caso y pueda tener problemas para controlarlas, pero bueno espero no romper nada en clase.

Se quedo unos segundos en silencio.

Asi que si quieren sobrevivir alejense de mi en clase, quien sabe si mando a volar los pupitres y les pego sin querer, jajajajaja.

Dedicó una mueca parecida a una sonrisa a Fisher y luego miró al chico del gato.

-A decir verdad... sí hay algo de cierto en lo que han dicho ellos dos. Mis tíos tampoco querían que utilizase sus varitas -explicó al grupo- pero conseguí cogérsela a mi tío en alguna que otra ocasión.

Miró a los tres con un atisbo de sonrisa divertida en el rostro.

-Y no, nunca fuí capaz de hacerlas funcionar correctamente del todo. Quemé algún mueble e incluso hice explotar a un gnomo en lugar de espantarlo cuando infestaron la huerta de mi tío...

Aunque también era cierto que en aquella ocasión había conseguido usar la magia sin varita para teleportarse lejos del huerto aunque claro, aquello había sido por accidente. Pero se había librado de una buena bronca. Arthur lo recordó con una sonrisa en los labios. Aquel era un pequeño secretito suyo.

Perry sonríe -Entiendo a lo que te refieres Sara, pero no significa que si una varita no es tuya no puedas producir magia de ella, están hechas para eso, digo, si tomara tu varita y usara magia con ella, produciría magia debil, pero magia al fin y al cabo...-

-Es mi opinión- añade, después se gira a Arthur. -¿Ves?, no hiciste la magia como lo querias, pero fue magia al fin y al cabo, quizas si tu tio te hubiera instruido un poco hubieras podido hacer algo diferente, en lugar de quemar los muebles-

-Supongo que tendrán opiniones diferentes, y lo respeto- termina diciendo, mirando a Sara.

Me quedo un segundo pensativa y me viene a la mente una de las frases de las monjas.

Una... profesora digo tras pensarmelo sin querer decir que vivía con monjas, sin duda me mirarían raro por eso. siempre decía que si aprendes algo mal luego el trabajo es doble, olvidar lo que aprendiste y volver a aprenderlo bien. Lo mejor es aprender en la escuela de la manera adecuada con la varita apropiada. Esa opinión ademas me cubria al ser mis conocimientos reales de magia totalmente nulos. No sirve de nada aprender de mala manera.

Eso es una buena respuesta!

Victor se ruborizo.

Y yo deberia saberlo mejor que nadie, que siempre hago las cosas mal al principio y despues me tengo que esforzar para hacerlas bien, ademas que muchas veces creo que las hago bien aunque no sea asi. Y con la magia prefiero hacerla bien, no quiero herir a nadie.

-Si, pero no estamos hablando de lo mismo, hacer las cosas mal, aprender mal, no, cuando usas una varita ajena no aprendes mal, porque los movimientos de la varita y lo requerido para producir el hechizo son los mismos, solo que te cuesta mas trabajo, pero en fin, ya no tratare de convencerte de lo que yo veo como una realidad, porque me da la impresión de que estas cerrada a tus ideas- 

Perry rasca un poco detrás de las orejas de su gato y dice -¿porque no hablamos de otra cosa?. podría explicarles el quidditch si es que les interesa aprender un poco de el deporte...- dice, esperando una respuesta de los otros.

Los ojos de Victor se abrieron de par en par al escuchar esa palabra.

Si! Me gustaría mucho! Mi padre me explico que el puesto de guardián es parecido al del arquero en football, pero nada más, me dijo "ya vas a aprender y te va a gustar" así que quiero conocerlo!

La velocidad con la que giro y miro a Perry fue muy rápida.

Es que quiero ver que tal es este juego!

-Conozco un poco ese deporte del que hablas...- dijo Perry mirando a Victor, -Mis primos por parte de mi padre son fanáticos, pero en ese deporte solo tienen una... ¿"portería"?, creo que así le llaman... el caso es que en el quidditch hay tres... lo que incrementa los riesgos de que te anoten...- Perry hace unos círculos invisibles con su dedo indice en el aire.

-Son tres aros en el aire, a varios metros sobre el suelo, el objetivo del guardian, que es el homónimo del "guardameta", es vigilar los tres aros, ya que como es el unico guardian, no puede darse el lujo de olvidarse de los otros dos...-

-¿Hay dudas?- pregunta Perry antes de continuar explicando el deporte...

Arthur echó un vistazo de nuevo por la ventana. "¿Por qué no se movían?", pensó un tanto molesto. Ya iba siendo hora de arrancar.

-Bueno, conozco algunos aspectos del juego. Como lo de la Snitch dorada o las bluddgers, pero no es que me interese demasiado -dijo el muchacho, quien por cuya expresión ausente parecía sincero.

El chico tenía razón, no ibamos a cambiar de opinión así que lo mejor era cambiar el tema. Empiezan a hablar de quidich y yo escucho, como todo en el mundo mágico me llame la atención aunque los deportes no suelen hacerlo. Aros a varios metros sobre el suelo con un portero... posiblemente haya que volar y solo por eso ya merece mi atención, volar era algo que me fascinaba y era una de las clases que esperaba con más emoción.

Como no sabía gran cosa del juego prefiero mantenerme en silencio para aprender más de lo que ellos cuenten entre ellos.

¿Asi que tres aros?

Las cosas le estaban empezando a cerrar, Victor se habia golpeado bien fuerte atajando tiros en la escuela, pero caer de varios metros no era lo mismo, las cosas se estaban poniendo buenas.

Asi que el guardián debe cuidar los 3 aros volando, mientras otros intentan meterle goles por los aros, algo asi como una mezcla de football y basquetball!

Luego miro a Arthur.

Snithc Dorada, Bluddgers ¿que es eso?

Victor tenia cada vez más interés por ese juego.

Artuhr suspiró. No le gustaba tratar temas que no conociese bien, pero se lo había buscado.

-La Snitch es una pequeña pelota dorada con alas, diría que del tamaño de una de ping pong, más o menos -explicó el muchacho algo inseguro- creo... que es la pelota más importante del juego. Las otras dos son más que nada para molestar... ¿es así?

Arthur miró inquisitivo a Perry. Él sabría explicarlo mejor, sin duda.

-Algo así-  responde Perry, -... diria que todas las pelotas tienen su importancia, pero cuando el buscador atrapa la pelota, el juego termina... en lo personal me gusta mas el puesto de guardian- Perry levanta las manos como si tocara pelotas invisibles para demostrar el tamaño de las pelotas -La quaffle es mas o menos de este tamaño, y la bludger de este...- termina comparando los tamaños y añade -Los goles te dan 10 puntos, y atrapar la snitch 150...supongo que debido a su valor, el juego termina cuando la atrapan...-

El tren empieza a moverse mientras discutimos sobre el quidich y sonrio emocionada, ya falta menos para que todo empiece.

Ya estamos cerca de empezar... pero bueno,  no solo habrá de que nos gustaría jugar si no en que casa nos toca para ver que puestos realmente necesitan... Les digo a mis compañeros.

-No estoy tan seguro de que nos dejen jugar el primer año, por lo menos mi madre no me dejo llevar la escoba, por lo que me da la impresión de que no podremos jugar, pero en segundo año podríamos aplicar para intentar jugar....así que si les gusta el juego, tienen un año para practicar, supongo- responde Perry, y termina haciendo una remembranza -Creo que así era en la epoca de mi abuelo y abuela, alguien me dijo una vez que durante su tiempo en Hogwarts no se les dejaba jugar a los de primero-

Por fin el tren comenzaba a moverse. Arthur sonrió ausente, pensando en el gran viaje que les esperaba. Algo tedioso, seguro, pero cuya recompensa final bien lo merecía. En la estación sus tíos parecían haber dado con él y ambos lo despedían con amplias sonrisas y exagerados aspavientos. Él les dedicó un escueto saludo con la mano antes de perder de vista la estación.
 El muchacho luego se recostó y suspiró satisfecho. Su inicio como mago estaba cada vez más próximo...

El tren es una locomotora de color escarlata. No hay servicio de restaurante, pero si hay una bruja que lleva un carro donde los estudiantes pueden comprar varios tipos de golosinas y zumo de calabaza. Hay uno o dos vagones al principio del tren para los prefectos de Hogwarts. No suele haber tampoco adultos a bordo del Expreso Hogwarts, excepto la bruja que lleva el carro y el conductor.

William llegó al vagón buscando algún sitio donde meterse. El sitio estaba prácticamente vacío, pero aún así evitó a los pocos alumnos que veía hablando entre ellos para eludir una conversación incómoda con los desconocidos. Al encontrar un compartimento vacío, se metió en él y se arrimó a la ventana. Empezaba a sentir nostalgia. La figura de la tía Etta empezaba a alejarse y no podía evitar sentir las lágrimas cayendo por sus mejillas. Aún así, la curiosidad por ver cómo era Hogwarts hacía que aquella despedida no fuera amarga, sino solamente agridulce.

Suspiró y se acurrucó contra el cristal, escuchando su propia respiración para distraerse con algo. Le esperaba un largo viaje, y aún no tenía ningún amigo con el que esperar hablar en el tren.

Llego al vagón y observo como hay un chico nuevo en el mismo.

- Vaya. - digo. Tu primer año, ¿verdad?

Mientras espero la respuesta del chico simplemente me recosto mientras empiezo a ojear los libros de segundo que recientemente he comprado en el Callejón.

- Pfff. - pienso. Menudo tstón parecen algunos de estos libros.

Luego miro de reojo al chaval.

- Espero que no me toque sólo con gente de primero en el vagón.