Partida Rol por web

Mientras caminaba medio dormido por el pasillo del tren observó un compartimiento dónde solo habían 2 chicos, el primero y mas pequeño parecía medio dormido y un poco tonto, el segundo algo mas mayor parecía serio y responsable, "Quien sabe quizá me equivoque" pensó Lincoln mientras abría la puerta y saludaba -Buenas- Dijo serio.

Dejó su pequeña maleta en el techo y se sentó al lado del que no parecía tonto (Noah), no tenía ningunas ganas de hablar con ellos, ¿así que para que decir nada mas?

- Otro de primero... - digo al ver como el recién llegado se sienta a mi lado.

- Noah. - digo extendiendo la mano al último en llegar.

- Este va a ser un viaje muyyyy largo. - pienso al verme rodeado de chicos de primero.

Extendió la mano con la cara séria, solamente para mantener la formalidad con la que había sido educado.

-Lincoln- Dijo con una sonrisa en la cara -y si, soy de primero ¿Algún problema?- "¿Los de segundo se van a creer mejores?" pensó sin sacar esa sonrisa burlona que le caracterizaba.

- ¿Problema? - pregunto divertido. Ninguno.

- Espero que el resto de los novatos no sean tan susceptibles como tú. - prosigo. De lo contrario las clases de Duelo serán realmente divertidas.

- Relájate chaval, será mejor para ti y tu autoestima.

-Jajajaja- Me rio por no burlarme mas... pero su siguiente frase me hace rectificar -Susceptible dices... - ahora si que voy a burla -Créeme, me encantará poder enfrentarme a ti en duelo... suponiendo que tengas nivel para eso...- Menudo imbécil -Cómo todos los mayores sean como tu... estará claro que Hogwarts habrá perdido mucha clase...- le sonrío con aires de superioridad, ya que está claro que soy superior a este perdedor... "apostaría a que es un sangre sucia..." , pensó Linc -Una pregunta... ¿De que casa eres?-

Me había demorado algo decidiéndome por que golosinas comprar, finalmente me había decidido por la bolsa sorpresa de Grageas de todos los sabores, tenía más gracia que comprar de un solo sabor, enseguida me metí una en la boca, naranja, que sosa, aunque al menos no era de vómito.

No me pensé en que compartimento entrar, simplemente abrí la puerta del primero que pillé y solo había tres chicos. La situación parecía algo tensa, y los miré como quien se acaba de meter en algo que no le llaman. Pero entonces sonreí ampliamente.

-¡¡Hola!!, soy Matthew, pero podéis llamarme Matt, es mi primer año, que emoción ¿no?- Digo guardando como puedo el equipaje, para acto seguido ofrecer la bolsa de grageas.- ¿Queréis?

- Te aseguro que lamentarás tus palabras niñato. - le digo. Tienes suerte de que no se pueda hacer magia fuera de Hogwarts. - añado. De lo contrario ya habrías sentido las consecuencias de tu estúpida bravuconería.

- ¿Nivel para un duelo? - comento divertido. Eres tú el que no está a mi altura chaval así que más vale que te vayas relajando y aprendas a pensar lo que vas a decir antes de que te cueste cara tu osadía.

- Si no sabes con quién hablas será mejor que no fanfarronees miserablemente.

Luego me giro hacia el recién llegado.

- ¿Otro nuevo? - digo ligeramente irritado. Hazme un favor, siéntate y come tus grajeas.

- Como entre un sólo alumno más de primero en este vagón tendré que hablar muy en serio con el revisor. - pienso. No soy una jodida niñera.

- Ya te enterarás de cual es mi casa cuando llegues a Hogwarts. - le digo al rubiales. Hasta entonces será mejor que midas bien tus palabras o mejor aún que permanezcas callado.

Meto mi mano izquierda en el bolsillo de la chaqueta y tras agarrar un par de hebras la saco, después la derecha se dirije rápidamente a la varita y una vez en mi poder doy rienda suelta a mi plan de venganza.

- Este chico aprenderá por las malas.

- Agotattem. - susurro.

Rápidamente un rayo sale disparado hacia Linc impactándole de lleno.

Cuando llegó el chico mayor, William tardó un poco en saludar, lo suficiente para que el saludo se quedase en su boca ahogado cuando llegó el otro de primero. Saludó entonces solamente con la cabeza, algo cohibido, al tiempo que se recolocaba en el asiento. Sin embargo, cuando empezaron a pelearse sin mucho motivo, el pequeño se tensó en el sitio.

Al llegar el chico con las golosinas, William lo miró suplicante, esperando que su llegada aligerase los ánimos. Pero el chico mayor sacó su varita y parecía tratar de hacerle algo mágico al novato.

- ¿Así se las gastan los mayores? ¿De verdad que Hogwarts es un lugar seguro? -

Se quedó algo pálido, asustado, y miró alternativamente a los otros tres, temeroso de decir nada en alto.

Lincoln se quedó mirando a Noah y justo cuando le iba a contestar un rayo de luz apareció de su costado, que impactó de golpe en su cabeza dejándole Aturdido en el sillón sin poder hacer movimiento alguno... pero viendo y sintiendo todo lo que ocurría a su alrededor.

El chico mayor parecía un borde, y enseguida me mandó a sentarme. Acto seguido lanzó algún tipo de hechizo al chico rubio, que calló al sillón con aspecto de estar semi-inconsciente. En cuanto vi eso me senté corriendo al lado del único chico que parecía normal en aquel compartimento (William), mientras miraba con algo de miedo al que lanzó el hechizo.

-Mi hermano dice que no podemos lanzar hechizos fuera de Hogwarts.- Protesté casi en un susurro.

Ojalá hubiera mirado bien el compartimento antes de meterme en él, pensé, pero ahora era mejor no molestar a aquel abusón. Aun así me sabía mal por el otro nuevo, así que tras dejarle las grageas a quien estaba sentado junto a mi (William) le eché algo de valor y me acerqué al rubio y le di un par de tortas suaves en la cara.

-¿Estás bien?

Lincoln se levantó de golpe dando un salto como si estuviera a punto de recibir un golpe y fuera a esquivarlo -¡¿Pero que...?!- Dijo alterado al tener a Matthew encima -¡Quita!- Apartó al chico con un leve empujón -¿Que ha ocurrido?...- miró a Noah atentamente... no recordaba nada de lo pasado pero estaba claro que ese chico había hecho algo "Me las pagarás... " pensó alterado y cabreado por igual... "Nadie se burla de un Siral... y menos un niñato como éste"

Sonrió a Noah desafiante y volvió a mirar a Matthew -¿Que hacías tan cerca de mi?- Dijo serio y un poco enfadado

Cogió las grageas y las miró con curiosidad durante un segundo, aunque luego simplemente se fijó en lo que ocurría. Al parecer no había sido tan grave para el chico de primero, pero si el recién llegado tenía razón, el mayor se había metido en un problema...

- Eso, ¿estás bien? - Dijo, con la boca pequeña y las mejillas encendidas de vergüenza.

El tren estaba casi al completo y la mayoría de los compartimentos y vagones iban saturados de maletas, jaulas de animales y sobre todo gritos y conversaciones. Pocos minutos después de que estuvieseis instalados el tren hizo un sonoro ruido y éste arrancó.

La mayoría de familias mágicas estaban allí despidiéndose de sus hijos, para algunos sería el primer año en Hogwarts, para otros sería ya el último. Los alumnos estaban pegados a los cristales de sus compartimentos, otros estaban sacando un pañuelo por la ventana, pero todos sabían que el expreso arrancaba y que en unas horas llegarían a la Escuela.

El viaje sería largo y llegarían para la cena, hasta entonces lo mejor sería ponerse cómodo y esperar a que terminase. Debían llegar frescos y relajados, pues nada más llegar comenzaría la ceremonia de Selección y ese era un acontecimiento único e irrepetible que serviría para asignas a los alumnos de primero en una casa que le marcaría para toda su vida.

- El Tren se movió y te diste un golpe con la pared. - le digo a Lincoln mientras guiño un ojo a los otros dos de forma que el rubiales no me vea.

- Matthew, sólo intentaba reanimarte y comprobar como estabas así que deberías darle las gracias por preocuparse por ti. - le digo extendiendo la mano para ayudarle a levantarse.

- Será mejor que nos sentemos y descansemos. - comento. El viaje es largo y llegaremos a cenar.

"¿Que me había golpeado la cabeza? ¿Y porque no me dolía?" Pensó Lincoln, sospechaba de Noah, pues parecía un auténtico capullo pero prefirió callar ya que los otros dos no dijeron lo contrario y no tenía pruebas para demostrar nada contra él.

Se levantó sin cogerle la mano a Noah y mirando a Matthew y al otro niño dijo -Estoy bien- Se tocó la sien con la mano derecha, pues en realidad le dolía un poco el costado como cuando se tiene dolor de cabeza -Por cierto... ¿Quien eres tu?- e dijo al único que no había hablado.

El chico mayor seguía dándome algo de miedo, así que preferí no llevarle la contraria, solo quería tener un viaje tranquilo y conocer amigos. De todas formas me había apoyado en lo que estaba haciendo.

-Si, solo quería ver si estabas bien... tenías mala cara...

Acto seguido volví junto al chico que parecía más tímido y me volví a sentar a su lado mientras cogía otra gragea, ¡puaj, hígado!, bueno, mmmmm, tampoco estaba tan mal.

-Eso, ¿como te llamas? se te ve desanimado.- Le dije recuperando mi sonrisa.

De pronto toda la atención estaba sobre él, aunque los ánimos parecían más tranquilos. Tragó saliva y se frotó las manos después de que Matthew recuperase su bolsa con golosinas.

- Soy William, es mi primer año. - Dijo, sin mirarlos fijamente más de un segundo. - No estoy desanimado... solo... un poco nervioso. - Se apresuró a limpiar cualquier resto de lágrimas que quedaran en sus ojos. No quería quedar mal delante de los que serían sus compañeros.

Lincoln se percató de las lágrimas de sus ojos "¿Enserio?" se preguntó a si mismo mientras levantaba la ceja derecha "Supongo que es normal... cuándo tus padres están contigo en todo momento" -Bah- Se dijo a si mismo susurrando "paso oplímpicamente de eso" pensó refiriendose a las lágrimas, abrió la mochila y buscó su revista de Quidditch... -Mierda, no me jodas- Dijo mientras buscaba por todos los bolsillos -Adolf... cabrón- dijo cerrando el puño y cabreandose "Me has quitado la revista... te mataré cuando vuelva..."

- Un llorón, un tragón y un bocazas prepotente. - pienso sentándome cómodamente. Buena mezcla.

- Si tuviera que elegir a uno para nuestra casa sin duda sería al rubiales. - prosigo meditando. Los otros no parecen gran cosa.

-No estés nervioso, ¡lo pasaremos genial!- Digo entusiasmado a Will.

Los otros dos chicos parecían muy ensimismados, así que preferí no molestarlos, además habían dado claras muestras de no ser demasiado sociables. Así que busqué en mi mochila hasta que di con uno de los libros que me había regalado mi hermano. No me importaba mucho cual sacar, así que fue el que más a mano estuvo "Quidditch a través de los tiempos".
Empecé a ojearlo con muchas ganas, me volvía loco cualquier cosa relacionada con ese deporte.
Entonces dirigí la mirada a Will.

-¿Te gusta el Quidditch?