Partida Rol por web

El tren es una locomotora de color escarlata. No hay servicio de restaurante, pero si hay una bruja que lleva un carro donde los estudiantes pueden comprar varios tipos de golosinas y zumo de calabaza. Hay uno o dos vagones al principio del tren para los prefectos de Hogwarts. No suele haber tampoco adultos a bordo del Expreso Hogwarts, excepto la bruja que lleva el carro y el conductor.

No había nadie...

¡¡Nadie!!

Un vagón para ella sola. Menos mal.

Suspiró aliviada acurrucándose contra la ventana. Algunas monedas le tintinearon en los bolsillos, puede que más tarde pudiera comprar algo.

Cada vez que se oían pasos por el pasillo se tensaba, esperando que nadie entrara ahí, mirando con cierto temor hacia la puerta.

Se había librado muchas veces... hasta que finalmente la puerta se abrió y en su umbral había un muchacho.

No solo le intimidaba la gente... sino que ademas le daban miedo los niños. ¡¡Y UNO SE CUELA EN EL VAGON!! 

Aguantó la respiración para reunir coraje.

-H...Hola-saludó con su habitual tono de voz, insegura y rezando para que el niño del umbral no se metiera con ella.

-Hola- saludo sonriendo- ¿Te importa si me siento?- digo mientras entro y me siento junto a la ventana en lo que mi madre me recuerda que me mandará la escoba al colegio y me da algo de dinero para comprar chuches.

Miro a la niña de delante- ¿te pasa algo? -parecía nerviosa, no se que problemas tiene la gente para hablar con desconocidos, el problema viene cuando te caen mal y te ves obligado a conocerlos.

Me siento y alterno miradas hacia mi madre y hacia la niña de delante- ¿es tu primer año también?

Dió un pequeño respingo y sonrió titubeando. Negó con la cabeza ante la pregunta haciendo bailar los tirabuzones que le enmarcaban el rostro.

-Ah, eh... si, lo es, ¿tú también eres.. d-de primero?-pregunto abriendo mucho los ojos con la curiosidad reflejada en el iris azulado.-p..pareces mas... mayor-se encogió un poco esperando una represalia.

Entonces la señora que saludaba al niño la sonrió y ella se sonrojó.

-¿e-es tu madre?- se atrevio a preguntar.

-Si, es mi primer año -no puedo evitar una sonrisa conciliadora al ver a la niña sonrojarse- Soy Amon Engel, y sí, ella es mi madre.

Entonces se me activó la vena curiosa y no pude evitar la pregunta

-¿Ha venido algún familiar tuyo a Hogwarts? Yo soy el primero de mi familia, por tradición iban a Durmstrang pero por circustancias a mi me toca venir a Hogwarts

En ese momento Nikolay había llegado entre empujones a un vagón, no sabía el cual, primero miro a la entrada distraido y molesto.

- La gente no tiene cuidado, me podría hab...-Se giro para ver que no estaba solo... se sonrojo ya que no esperaba que nadie le oyera quejarse y por unos instantes se quedo mirando a la chica y al muchacho casi como una estatua, luego reacciono inclinandose dos veces a modo de saludo. 

- Hola... me llamo Nikolay, Nikolay ravnos, es... es mi primer año y me han empujado hasta aqui... no queria molestar... pero...- mire la retaila de gente que pasaba por el pasillo del vagón y los volvi a mirar en una suplica-¿puedo quedarme en este? no os molestare lo juro...

Iba a contestar cuando la puerta se abrió y ahi estaba un niño rubio y palido como si no le hubieran sacado nunca de casa... bueno, como si lo hubieran sacado menos que a ella incluso.

Se arrinconó contra el cristal para hacerle sitio, sintiendo por dentro una especie de empática comprensión hacia los reparos de Nikolay.

-Daphne Relish-se presentó respondiendo a su vez a la presentacion de ambos niños.

-M--menos mis padres, toda mi familia ha ido a Hogwarts-acertó a explicar-no.. no sabía que había otras escuelas.

aunque debería haberselo imaginado. Empezaba a ser aún más consciente del aislamiento sobreprotector de sus abuelos y seguro que le pasaba factura. 

-¿tu familia tambien ha estado en Hogwarts?-inquirió vacilante mirando a Nikolay que casi parecía desear que el sillón lo absorbiera.

Mire a Daphne y volvi a inclinarme ante ella antes de sentarme con un "es un placer" calmandome un poco aunque rojo aun, era una chica así que era normal.

Estaban hablando de sus familias en Hogwarts, eso me hizo pensar en mi hermanastra y me distraje por unos segundos, pensando en que vagón estaría y como al encontraría. Luego la pregunta me hizo salir de mi ensimismamiento y mire a Daphne volviendo a sonrojar.

- S... si, mi padre si y mi hermanastra... ella sigue allí es su segundo año, es muy buena y guapa y muy inteligente...-Nikolay se atropellaba a si mismo mientras hablaba hasta que sin querer se mordio la lengua y dejo escapar un quejido llevandose la mano y cerrando los ojos.

Saludé con la mano al niño que había entrado, parecía un fantasma, aunque estos eran perlados y transparentes... en fin

-Vaya, asique tienes una hermana aquí, ya sabrás mucho sobre el colegio, ¿no?, podrías ponernos al día de las cosas importantes.

Veo que también le cuesta hablar... ¿se están juntando los tímidos o qué?

Edward apenas lograba caminar entre el corredor del tren, tanta gente le agobiaba, por lo que tan pronto observo un espacio, entro sin pensarlo dos veces, parándose justo en el instante que dio el primer paso adentro del mismo para observar a los presentes.

Saludo tímidamente y se presento -Hola a todos, soy Edward- sentándose en eses mismo instante.

Su aspecto parecía algo distante y el interrumpir lo que hablaban al entrar le incomodaba, por lo que la vergüenza le invadía ligeramente.

-Hola - salude al chico que acababa de entrar - yo soy Amon, ¿es también tu primer año?

Me quedo mirandole a él y al resto

-¿Entonces vuestras familias ya vinieron a Hogwarts?, parece que soy el único nuevo -digo esbozando una sonrisa divertida.

-Ho-Hola soy Daphne -saludó con un hilillo de voz.

Ante la frase de "ser nuevo" se quedo mirando a Amon y adelanto el labio superior ligeramente, poniendo morritos de pato.

-A mi no me han contado nada de Hogwarts... en casa las cosas son muy... eh.. estrictas- aunque no culpaba a sus abuelos por ser como eran, el aislamiento sobreprotector de éstos había limitado no solo sus capacidades sociales sino también el conocimiento del mundo mágico, mostrándola lo indispensable para desenvolverse.

-¿Q-Que pensais de las casas?-se atrevió a preguntar enrojeciendo.

Nikolay saludo con la mano al nuevo mientras procuraba no llorar por la llaga que se le estaba formando en la lengua, había sido un buen mordisco, pero poco a poco se fue calmando y luego miro a Daphne que había preguntado por las casas.

- A... a mi me gustaría estar en la de mi hermana...-Se sonrojo, parecía un niño pequeño que solo quería estar con un familiar para sentirse seguro... No lo parecía, lo era. Mire alternativamente a todos que se habían fijado en mi ya que parecía que era el unico con información de Hogwarts.

- A mi me ha contado que las cuatro casas tienen sus... ventajas... y que el sombrero seleccionador te escoge por lo afín que seas a los ideales de cada una... eso creo- la voz era suave y baja, casi como un hilito de voz que quería pasar desapercibido. Aunque se le entendiera perfectamente empezo a jugar con la pequeña bolsa de monedas que le había dado su padre y recordó una cosa.-¿quereis alguna cuchería? yo os invito, mi padre me ha dado dinero para eso...

Sonrió cordial, esperando que eso les gustara

Edward respondió a la pregunta de Amon diciendo -Tengo un hermano mayor, el me ha contado algunas cosas, pero no entra en detalles ya que no nos vemos muy seguido- dijo lamentandolo -pero eso va a cambiar- pensó.

Escucho los demás comentarios, pero ya su aspecto estaba ausente, parecería que meditaba sobre algo y que claramente no estaba prestando atención a su entorno.

-Bueno, pues entonces sorpresa para todos -no puedo evitar sentirme un poco mejor, no soy el único zoquete que no tiene ni idea del colegio al que va, sino que encima tengo excusa porque no tengo familia.

-Yo también tengo algo de dinero, si queréis luego compramos medio carrito entre los cuatro -esbozo mi sonrisa más feliz, muchas chuches para todos

Al escuchar el comentario de Amon, Edward expresa inocentemente un aire de lamento y dice -No puedo tomar esas cosas, mis...- se interrumpió mientras se pasaba la mano por la frente, al imaginar a su madre reprochando-le por mostrar comportamientos extraños a su educación.

-Tal vez algo de beber estaría bien- dijo al final.

-Yo puedo... eh...-sacó algunas de sus moneditas con nerviosismo- poner algo para la merienda ¿sí?-sonrío abiertamente , confiada a los niños.

-Podeis quedaros con mis ranas, a mí no me gusta cuando saltan....-admitió con una risilla nerviosa, le daban miedo los saltos de los dulces de chocolate.

Nikolay ya se había recuperado y asintió cuando todos aceptaron la idea de las golosinas y miro a Daphne con curiosidad.

- A mi hermano pequeño, una vez le salto una encima y se escapo. Tuvimos que buscarla por toda la casa y al final ya no se podía comer- comentó como una anécdota graciosa, al menos para el lo era, su hermanastro se había echado a llorar y tuvieron que darle otra.

-¡¡UAAH!!-abrió los ojazos azules en una mueca entre impresión y el horror-¡¡que aaaaaaasco!!-sacudió los rizos-no dejeis que me salten, iiiiiihhhhh-se tapo la carita con las manos cerradas, sujetando aun su dinero

Entonces llegó la señora del carrito y me levanté a pedirla chuches

-Quiero tres ranas de chocolate y dos varitas de regaliz... vamos chicos, pedir rápido

Entonces me volví a sentar y comencé a comerme las varitas, cuando empezara con las ranas avisaría a Daphne para que se cubriera.