Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 4- De Visita por Ravengro.

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14/09/2018, 16:24
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

CALLES DE RAVENGRO, CERCA DE LA CASA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIODÍA.

Réquiem movía su pie derecho, dando pequeños golpecitos en el suelo, un claro ejemplo de nerviosismo. Seguía sujetando el libro del hombre andrajoso con su mano izquierda, podía seguir observando las letras de su nombre en varias paredes, luego desaparecían y así en varios puntos de su visión. Alexei terminaba por mirar al suelo o intentar centrarse en cada uno de los presentes, clavando su mirada hacia ellos como si mirase al infinito.

El bardo escuchó a Gruñido y afirmó a todas sus palabras, era consciente que la situación de Gheorghe era peligrosa, estaba encerrado en ese asilo y no era mejor que estar en Ravengro.

El pequeño de la familia Mykephoros miró al cazador y afirmó a su pregunta – “Estamos pensando en volver”

Atendió a las palabras de Sascha y las del Doctor, por último miró a su hermanastro que ya había reunido toda la información necesaria. El mayor de la familia estaba sorprendido, de primeras le había afectado la noticia de Gheorghe pero logró sobreponerse y liderar el grupo. No sabía el motivo, pero se sentía orgulloso de él, aunque había algo en su interior que le obligaba a ir por otro lado, como si no quisiera seguir sus órdenes; no sabía el motivo de esa decisión pero su excusa era administrar mejor el tiempo y conseguir todo lo posible contra antes mejor.

- “Así es Konrad, es el libro del Hombre Salpicadura. Es cierto, dañas a la aparición, pero es muy poderosa. Podré seguir haciendo daño, siempre que no me detecte y termine antes conmigo. El Hombre Salpicadura estaba bastante enfurecido por romper su libro, no me tendrá mucha estima y si me localiza seré su objetivo. Dudo con mi constitución soportar más de dos golpes, si me impacta me dejará fuera de combate.”

Antes de volver a hablar le vino un pequeño ataque de tos, al recuperarse dijo – “Yo no estoy herido físicamente, mis dolencias son más bien psicológicas, pero por el momento puedo soportarlo. Iré a buscar la botica del pueblo, tal vez nos puedan ofrecer algunos objetos que podamos servir. ¿Podéis indicarme su dirección? Yo me encargaré pero prefiero ir solo o con el cazador. Todos vosotros estáis heridos y será mejor que el Padre Grimfurrow trate de curaros. Mientras os curáis y buscáis un arco, yo puedo conseguir algunos otros objetos.” –   

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14/09/2018, 20:13
(CC) Konrad Mykephoros.

CALLES DE RAVENGRO, CERCA DE LA CASA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIODÍA.

- Espera Alexei.- Detuvo a su hermanastro pequeño.- Las prisas nunca fueron buenas consejeras.- Entendía la urgencia y la importancia de lo que se traían entre manos, pero un paso mal dado podía suponer un tropiezo.- Yo tampoco estoy herido.- Corrigió al poeta. No se fiaba del extraño cazador y, para ser sinceros, tampoco de su hermanastro. Parecía llevar una pesada carga mental y estar estresado.- Hasta que Gruñido no regrese no tendremos el dinero para comprar nada. Vamos todos a la iglesia de Pharasma primero y de allí nos separaremos en dos grupos, los heridos: los que requieren sanación y los que no. Una vez dejemos en buenas manos a los chicos nos iremos de compras, como antaño, querido hermano.- Si su habitual saber estar y don de lenguas no ablandaban al Padre Grimfurrow puede que el dinero lograse hacerlo. Hasta entonces no podían saber de cuánto oro dispondrían para el arco y las pociones.

- Alexei, no nos has presentado.- Indicó el noble con un comedido gesto de la mano hacia el siniestro hombre al que llamaban Nigromante y que le era tan familiar.- Forma parte de tu grupo, ¿verdad? Pero venga, pongámonos en movimiento. El tiempo apremia.

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14/09/2018, 23:42
(CC) Cazador.

CALLES DE RAVENGRO, CERCA DE LA CASA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIODÍA.

Te ofrezco redimirte de tu pasado, tomar las riendas de tu vida y las mismas ganancias que podamos tener los demás, si es que hay alguna.-

El eco de las palabras de Konrad Mykephoros se repetía una y otra vez en la mente del Cazador. Era la confirmación de algo que siempre había desesdo, incluso antes de darse cuenta de aquel anhelo. Y ahora, cuando de repente se le concedía esa oportunidad de hacerse un nombre luchando contra monstruos de verdad, ya no se sentía tan preparado. Notaba el sudor en sus manos, y la tensión en los hombros. Y un sabor metálico en la boca.

El miedo...

Una sonrisa se dibujó en su boca. El cazador se sintió vivo, tal vez más que nunca antes. Precisamente porque le esperaba un desafío que podía suponer su muerte.

No obstante, ¿no era enfrentarse a los miedos precisamente lo que forjaba el carácter y la persona?

-Vamos a prepararnos entonces, dijo a nadie en particular. Estaba claro que a pesar de las palabras del señor Mykephoros, muchos de aquel grupo le iban a seguir mirando con suspicacia. Confiaba en hacerles cambiar de opinión con hechos en un largo camino de redención.

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15/09/2018, 00:12
CC: Ravengro: Padre Grimfurrow.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

El grupo liderado por el noble Konrad Mykephoros acude al Templo de Pharasma en Ravengro poco después del mediodía. El Templo de la Dama de las Tumbas es la unica estructura religiosa de Ravengro. Pharasma es probablemente la divinidad más reverenciada en Ustalav, pues la gente corriente por lo general cree que probablemente hallará algún horrible destino en algún momento de su vida, pero que probablemente podrá descansar en paz tras la muerte.

El Templo es además el edificio más elaborado del pueblo. Su fachada este muestra una intrincada vidriera que muestra una representación severa de Pharasma juzgando al Conde Andachi, uno de los más infames gobernantes anteriores de Tamrivena.

El Padre Vauran Grimfurrow está oficialmente al cargo del templo, aunque parece que los asuntos cotidianos de atender a los feligreses y el mantenimiento del templo y de las Tierras del Reposo (el cementerio) es llevado a cabo mayormente por unos acólitos que también ejercen como enterradores y guardias del cementerio.

Pronto comprobáis que los acólitos venden pociones de Curar Heridas Leves, Pociones de Restablecimiento Menor, y viales de Agua Sagrada. El coste de las primeras es de sesenta piezas de oro por vial, el de las segundas es de trescientos treinta, y el de las terceras es de cuarenta.

El Padre Grimfurrow está rezando y sus acólitos os informan de que no desea ser molestado. La actitud de los acólitos sugiere que os ven como poco menos que bandidos.

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15/09/2018, 19:02
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Réquiem presentó a Nigromante antes de emprender la marcha hacia el templo de Pharasma – “Se llama Dyonisius, despertó conmigo en el asilo. Como yo busca respuestas a lo que nos ha sucedido.” – realmente no lo conoce muy bien, pero sabe que quiere remedir sus pecados, cosa que no contará ya que tampoco quiere poner en compromiso a Nigromante de contar lo que sabe.

- “Iré con vosotros a ver al Padre Grimfurrow… “ – dijo a regañadientes, no le gustaba la decisión pero tenía que acatarla, tampoco quería provocar una discusión innecesaria si lograban conseguir sus objetivos.

No dijo nada más, se dedicó a seguir al grupo hasta el templo. Pudo ver la hermosa estructura alzarse ante ellos, ese lugar representaba una de las deidades más influyentes de los territorios en los que se encontraban. Esperó a que hablaran y se mantenía a la espera, seguía sujetando el libro del hombre salpicadura bajo su brazo, mientras la otra mano descansaba dentro de su bolsillo, moviendo los dedos con claro nerviosismo, la paciencia en esos momentos y en esas últimas horas no era algo que abundara en el joven dramaturgo.

La presencia de esos acólitos que los tratasen como mercenarios cualquieras le hacía hervir la sangre, miró varias veces a su hermano y terminó mordiéndose la lengua para evitar hablar. Si tuviera todas sus energías hubiera irrumpido en el templo sin ningún tipo de sutileza.

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15/09/2018, 19:04
(CC) Konrad Mykephoros.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Al llegar al exterior de la iglesia un sudor frío empezó a perlar la frente arrugada del noble. Se detuvo un momento para mirar al grupo, cosa que no ayudó a tranquilizar sus nervios.

Menudo grupo.- Sacha, con su exuberante cuerpo y su pelo rojo como el fuego. Gruñido, el semiorco. El desconocido cazador, con su ojo blanquecino, que daba mucha grima. Por no hablar del llamado Nigromante, mejor Dyonisius, o de su propio hermanastro, cuyo estado mental y físico, dejaban mucho que desear. Sólo se salvaba Vanel, aunque a veces el hombre era un tanto peculiar para las gentes de aquel pueblo de paletos.

- Ehm...mejor dejad que el Doctor Querio Vandel y yo mismo hagamos la entrada. Esperadnos aquí. Será sólo un minuto.- Antes de osar interrumpir los rezos del Padre Grimfurrow, Konrad volvió a dirigirse a su hermanastro.- Por favor, Alexei, que no te vean ese libro maldito. Y nada de Nigromante, Dyonisius mejor, al menos aquí.

- Doctor Vandel, si es tan amable de acompañarme.- Invitó a Querio a que le siguiera. Con un gesto de quien tiene gente a su servicio y no le gusta esperar, Konrad indicó a uno de los acólitos que se acercase.

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15/09/2018, 19:26
(CC) Doctor Querio Vandel.

Konrad, Konrad...

El Doctor Vandel le tomó del brazo y trató de alejarlo de los acólitos para que no le oyeran. O eso aparentó. En realidad se quedó lo suficientemente cerca como para que las personas que llevaban la venta de las pociones pudiesen hacerse a la idea de la oportunidad de negocio que tienen entre manos.

Tenemos un valioso medallón de bronce de la Cruzada Brillante y una pieza artística de incalculable valor: el cuadro del Emperador Taldano Stavian I. Bueno, yo lo he calculado: aproximadamente ciento veinticinco piezas de oro. Y el colgante rondará las cincuenta monedas. ¿Y tú quieres cambiarlas por curaciones y pociones? ¡Estás loco! Tratemos el tema con mercaderes, no con hombres santos. Podemos encontrar pociones en la Botica de Jominda; podemos comprar arcos. Hablemos con alguien que sepa valorar estas piezas de arte.

Dejó a Konrad para avanzar en dirección a los sirvientes del Padre Grimfurrow, porque si no pueden usar magia curativa no se merecen el título de acólitos. Se excusó ante ellos para poder irse, o para hacer como si se fuesen.

Perdón. Perdón, de verdad. ¿Es normal que el Padre Grimfurrow rece a estas horas? ¿Lleva mucho tiempo ahí dentro? ¡Lo último que querríamos es interrumpirle! Si no sabéis una hora aproximada a la que vaya a terminar con sus oraciones, volveremos otro día. No pasa nada.

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15/09/2018, 19:32
(CC) Konrad Mykephoros.

-No he dicho que vayamos a comprar aquí las pociones.- Estaba claro que Vandel tenía buen ojo para las reliquias. Había sido una decisión acertada que les echara un ojo.- Hablaremos con Grinfurrow para ver si nos ofrece su ayuda. Si no entra en razón , entonces puede que necesitemos gastar algo de dinero. No antes.- Contestó a Vandel. Cunado éste salió en dirección a los acólitos el noble se mantuvo impertérrito.

No pasa nada, dice...- Estaba claro que Vandel no tenía un hermanastro y un miembro de su clan desaparecidos, sin contar con el escudero, para el que Konrad tenía mejores planes que que acompañara de pro vida a Gheorghe.

- Sí, lo último que queremos es molestarlo, aunque es un asunto urgente. Urgente para Ravengro. Efectivamente si no nos atiende ahora tendremos que volver otro día, quizá ya demasiado tarde.- Con un gesto no tan disimulado de las manos se recolocó la majestuosa capa, dejando ver la abultada bolsa de dinero que pendía de su cinturón.

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15/09/2018, 20:48
CC: Ravengro: Padre Grimfurrow.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Con gesto de fastidio, y resoplando un poco, pero aliviado al ver que sólo el noble y el anciano erudito, los dos aventureros de aspecto más respetables de todo el grupo, son los que han entrado en su templo; deja finalmente su rezo y meditación y se acerca a recibirle.

- "Loada sea la Señora." - Dice a modo de saludo, antes de quedarse mirando fijamente al señor Konrad a los ojos. Los otros acólitos, a efectos prácticos sirvientes del templo sin poderes, como bien ha deducido el Doctor Vandel, aguardan nerviosos, fingiendo limpiar y realizar otras tareas.

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15/09/2018, 23:11
(CC) Cazador.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Cazador no perdía detalle del grandioso templo de Pharasma, ni de la conversación que mantenían con el Padre. Los costes le parecían exorbitados, tan solo llevaba un par de monedas en el bolsillo. Su vida había sido una sucesión de contratiempos y fracasos, y las estafas en las que había participado apenas le habían proporcionado ingresos para comer.

Escuchando a los experimentados aventureros, entendió que las recompensas eran necesarias para poder hacer frente a los costes de curación. Dejaba hablar a Konrad, pues sin duda el noble podía doblegar a aquel parroco a su voluntad para rebajar el coste tan elevado.

Mientras esperaban, se dirigió a los demás compañeros. -Entonces... ¿Allí nos vamos a enfrentar espíritus? ¿O monstruos de carne y hueso?

Miraba su maza pesada y su ballesta. Armas comunes y ordinarias, seguramente no preparadas para gestas extraordinarias.

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16/09/2018, 13:31
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

El dramaturgo afirmó a las palabras de su familiar por parte de padre, no iba a entrar al templo ni tampoco iba a llamar nigromante a Dyonisius, al fin y al cabo el hombre de magia prefería que lo llamasen por su verdadero nombre.

Réquiem pudo ver como su hermanastro Konrad Mykephoros y el Doctor Querio Vandel se perdieron en el gran portón del templo de Ravengro.

La espera se hacía tediosa, no sabía que estaba sucediendo en el interior del templo y el joven dramaturgo no llevaba bien la paciencia. La voz del cazador hizo que Réquiem dejara de lado sus pensamientos estrafalarios de querer entrar en ese lugar y hacer que el padre cumpla con su propósito de curar a los necesitados.

El poeta se giró para estar frente al cazador y no hablarle de lado – “Nos enfrentaremos a espíritus, arañas gigantes invocadas por ese ente, esqueletos, stirges, seres amorfos de ácido y cualquier bestia que se interponga entre nosotros y nuestro objetivo, que es terminar con toda esta pesadilla.” – Respiró profundamente para luego aclarar un poco las dudas del desconocido, tampoco podía descargar su rabia contra él – “Las armas convencionales no afectaran a la aparición, pero si a las bestias que pueda invocar. Aparte de recuperar las heridas mediante curaciones o pociones, venimos en busca de un par de arcos, para poder utilizar flechas dañinas para esas apariciones. Toda ayuda será bien recibida, mientras unos se centran en dañar al ente, otros pueden terminar con las invocaciones.” -

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16/09/2018, 16:22
(CC) Konrad Mykephoros.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

- ¡Loada sea!- Konrad no era un fiel de Iomedae tan fervoroso como su hermanastro paladín, pero había sido educado con un mínimo saber estar como para respetar todas las confesiones, mucho más cuando estaban tan necesitados de sus favores. Pharasma no le caía mal del todo. No en vano Sebastian Moro, junto al Profesor Lorrimor, había sido uno de los catalizadores más importantes para su cambio. Era curioso, no obstante, que apenas se acordara más del viejo que de sus últimos encuentros a través de las neblinas amarillas.

- Perdone la intromisión, Padre, pero lo que nos ha traído aquí es un asunto de vital importancia para Ravengro.- Con un brazo indicó al Padre el camino a seguir, mientras que con el otro empujaba amablemente al mismo hacia un lugar menos concurrido del templo.- Como bien sabrá, desde nuestra llegada a Ravengro no han tenido lugar más que nefastos acontecimientos. Me refiero, como no, a la aparición de criaturas no muertas, que incluso han llegado a atacar a los respetables vecinos de este maravilloso pueblo.- Gracias a Kendra se había enterado de aquel cotilleo que ahora pretendía usar para ablandar el encallecido corazón del clérigo de Pharasma.- Por fortuna no ha habido que lamentar muertes aún, y usted y el Sheriff tienen mucho que ver con esto, ya lo sé. Sé que han conseguido encerrar a otros en las criptas del cementerio. Pero tiene que creerme cuando le digo que nosotros también hemos mirado por la seguridad de Ravengro, arriesgando no poco nuestras propias vidas, a pesar de ser extranjeros por estas tierras. En la Prisión de Piedra Alzada es donde está el origen de todo ese mal y, oigame lo que le digo, estamos decididos a acabar con el mismo, sin pedir nada a cambio. Era la última voluntad del bueno de Lorrimor. Sólo tiene que ver el estado en el que están nuestros compañeros para verlo con sus propios ojos.- Konrad hizo una pausa antes de continuar, dejando a Grinfurrow la posibilidad de intervenir.

- El monumento memorial de Piedra Alzada ha vuelto a ser profanado, pintado con dos letras con sangre.- El hijo del posadero se lo había contado.-Puede parecer un asunto baladí, pero no lo es. El tiempo corre en nuestra contra y, si no actuamos rápido, habrá muerte de inocentes. Por eso debemos partir de inmediato a la Prisión y acabar con el origen de ese mal, el mismo que es responsable de las pintadas. Cualquier ayuda que Pharasma pueda ofrecernos será bienvenida. Confíe en mí, Konrad Mykephoros, le doy mi palabra de que haremos todo lo que esté en nuestras manos por devolverle la paz que Ravengro perdió con la muerte del Profesor. Una vez hecho eso, nos iremos de aquí.

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16/09/2018, 17:32
CC: Ravengro: Padre Grimfurrow.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

- "Supongamos por un momento que yo me incline a creerle, Señor Mykephoros, aunque otros no serían tan generosos. La Prisión ha permanecido abandonada y sin representar un peligro para el pueblo durante cincuenta años, y los problemas recientes no son más que el resultado de la presencia de forasteros en el pueblo. El propio buen Profesor, que en efecto era un buen hombre, Pharasma le juzgue con benevolencia, no era nativo del pueblo. O al menos había pasado tantos años dando clases en la Universidad de Lepidstadt como para no ser considerado más un lugareño. Algunos dirían que él lo empezó todo con ese interés enfermizo que tenía por la Prisión y otros lares malditos.

Dice que traen buenas intenciones, y que solucionarán los crecientes problemas sobrenaturales que asolan Ranvegro, y supongamos, supongamos, que yo le creo, Señor Mykephoros. Otros no serán tan benevolentes, y ya se habla de echarles del pueblo. Tal vez se hable de eso en la reunión de esta tarde en la Casa del Pueblo, no lo sé.

En cualquier caso, si sus compañeros están malheridos, les mostraré algo de compasión al menos una vez. Si quieren más tendrán que hacer los correspondientes donativos al cepillo de la iglesia, donativos que deberán ser cuantiosos." -

El Padre Grimfurrow reúne después a los heridos del grupo de Konrad en semicírculo ante el altar y les dice que se arrodillen. También el lobo y el cuervo tienen cabida, aunque el Padre Grimfurrow alza una ceja y los acólitos chismorrean y murmuran entre ellos. El Padre entona una fervorosa plegaria a la Dama de las Tumbas, y poco después todos se sienten mucho mejor.

Sascha es la única que sigue herida de cierta consideración, Gruñido apenas tiene unos cuantos moretones y rasguños. Las heridas de los demás han cicatrizado, como si hubieran descansado una semana.

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16/09/2018, 20:33
(CC) Doctor Querio Vandel.

La presión en la zona del impacto del proyectil mágico menguó. Se sentía bien, pero sin la distracción de un dolor punzante, el resto de achaques debidos a la edad volvieron a manifestarse.

Muchas gracias por su paciencia, Padre Grimfurrow. En nuestro favor me gustaría destacar nuestra ayuda cuando atacaron las estirges...

Vandel no recordaba los detalles. Estaba muy bebido aquella noche. Pero fue la única vez que salvaron realmente vidas humanas, ya que en el resto de ocasiones en las que se enfrentaron a algún peligro, siempre fue lejos de los lugareños. Incluso la primera vez que atacaron los esqueletos, todo el mundo estaba en la seguridad de sus casas y los enemigos podrían haber pasado de largo sin causar ningún mal.

Le agradeceríamos que hablase en nuestro favor en esa reunión, Padre Grimfurrow. Aunque solo sea porque no vamos a estar allí para defendernos, ya que debemos hacer un último intento por solucionar las cosas en la vieja prisión y es una situación bastante apremiante.

En el fondo, el Padre Grimfurrow tenía razón: la aportación de los foráneos a la situación del pueblo había sido pobre en comparación con el potencial de unos aguerridos hombres armados. Incluso en Piedra Alzada las victorias habían sido parciales y no solucionaban nada, simples parches temporales a problemas demasiado complejos.

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17/09/2018, 17:00
(CC) Konrad Mykephoros.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

No podía decir mucho más. Como decía Grinfurrow, seguramente el interés desmedido del difunto Profesor Lorrimor por la prisión era parte del problema, aunque no la única causa. El caso era que Konrad se sentía satisfecho con el trato. una buena curación a cambio de nada no estaba mal.

- Aunque sea por la buena de Kendra.- Apoyó las palabras de Vandel con una implorando la benevolencia del Padre para con la hija de Lorrimor. El noble se acercó d enuevo hacia donde le esperaban los demás y les sonrió afablemente.

- Podéis pasar los que estéis heridos. El Padre Grinfurrow ha accedido a ayudarnos una vez más. Recordadme que pongamos unas velas a Pharasma cuando todo esto acabe.- Mientras los heridos eran atendidos, Konrad se quedó con su hermanastro Alexei. Todo momento que pudiera pasar con él antes de que se lo llevaran las brumas amarillas era un regalo, sobre todo después de tanto tiempo sin verse.

- Después iremos a la plaza del pueblo. Allí podremos intentar buscar un par de arcos, ya que mostráis tanto interés en ellos. Gruñido tiene buena puntería y yo mismo no me defiendo mal.- Su inquisidora mirada se topó con el extraño que acababa de unírseles.- ¿Y tú? ¿Vas a decirnos cuál es tu nombre?

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17/09/2018, 19:50
(CC) Cazador.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

El joven asintió al escuchar la pregunta de Konrad Mykephoros, y seguía andando hacia la plaza del pueblo con el resto del grupo. Aquel noble y sus compañeros le habían aceptado, o al menos no lo habían rechazado abiertamente. -No suelo usar mi nombre, pero es Cosmin, hijo de Osserc y de Milva. O eso creo. No tuve mucho trato con ellos la verdad.

Eran nombres comunes... Gente de Clover's Crossing. Cosmin apenas había conocido a sus padres, y siendo aún joven se había unido a aquella banda de falsos cazadores de monstruos y estafadores. Allí nunca había usado su nombre, tan solo el mote de "Cazador". Ahora, en compañía de aquellos aventureros de verdad, por primera vez en muchos años no tenía que fingir. Iba a luchar contra monstruos de verdad...

-Cosmin, repitió saboreando su propio nombre con lentitud. -Sí. Me podéis llamar Cosmin.

Luego se fijó en cómo se desarrollaba la compra de los arcos.

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17/09/2018, 20:03
(SA) Nigromante (Dyonisius).

CALLES DE RAVENGRO, CERCA DE LA CASA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIODÍA.


A Dyoniosius le era difícil controlar la rabia que había surgido en su alma con la muerte de su amigo, Gabriel. Esa rabia, profunda, densa como la melaza, le turbaba el entendimiento y le impedía decir una sola cosa. No debían haber abandonado ese lugar, por mucho que su mejor sentido común le indicara que tal había sido la mejor opción. No debían haberlo hecho. Haber dejado solo el cuerpo de Gabriel para...

¿Y qué era un cuerpo después de todo? Esa pregunta, aparecida en su mente como una navaja, sólo logró enfurecerle aún más. Pero, ¿no era acaso cierto que un cuerpo, tras la huida del alma, no era nada? ¿no era verdad que él mismo, en sus muchos momentos de duda, había reconocido que, llegado el caso, haría lo que tuviera que hacer?

Pharasma me perdona. Acertó a susurrar para, finalmente, mucho tiempo después, mirar un segundo a los presentes, asintiendo a Alexei.

- Como bien ha dicho Alexei mi nombre es Dyonisius. Un placer conocerles a todos, aunque sea en tan terribles circunstancias. Un buen amigo ha muerto, Gabriel. Un alma noble que pretendía ayudar a los demás y que tuvo un fin terrible que, sin duda, no merecía. Pharasma lo tenga en su gloria.

Poco más dijo, tras esto, el nigromante quien asintió a las palabras del padre Grimfurrow y asistió en silencio comedido a la ceremonia. No pretendió decir nada, aunque dejó a la vista el sencillo amuleto sagrado de madera de Pharasma, en la que realmente creía y que, esperaba, pudiera compensar lo mucho malo que había en su existencia.

Aunque, curiosamente, eso malo no era aquello de lo que todos parecían tan prestos a acusarle. Pero, eso, era otra historia.

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18/09/2018, 22:33
(SA) Nigromante (Dyonisius).

RAVENGRO, CERCA DE LA PLAZA DEL PUEBLO:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.


No era capaz de saber en lo que estaban pensando, ni Alexei, ni sus reticentes nuevos compañeros. Pero, a decir verdad, tampoco era algo que le importara demasiado. Su mente no estaba allí, y no podía dejar de pensar en sus compañeros abandonados. Y peor aún, en Gabriel. En esa muerte innecesaria, estúpida, fatal. El nigromante temía que su amigo hubiera muerto antes, incluso, de saber bien donde estaba. ¿Y todo para qué? 

El mago suspiró mientras sus nuevos compañeros iban de compras, y rezó mentalmente por el alma de su amigo. Fue entonces cuando vio como el anillo de oro se resbala de los dedos de Alexei e hizo un gesto a Pie Izquierdo.

- Viejo amigo, ¿puedes ver si encuentras el anillo? No quiero que nuestro compañero pierda algo valioso por pura mala suerte.

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18/09/2018, 23:12
SA: Hombro Izquierdo.

RAVENGRO, CERCA DE LA PLAZA DEL PUEBLO:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

El cuervo negro revolotea unas cuantas veces por toda la plaza durante varios minutos, dando vueltas sin parar.

Finalmente vuelve hasta su amo.

- "No lo encuentro por ninguna parte. Seguro que alguno de estos malditos aldeanos lo ha robado." -

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19/09/2018, 11:32
(CC) Doctor Querio Vandel.

Luego tendría que tener una charla con Dyonisius, para explicarle que aquí los cuervos que hablan delante de la gente pueden generar algo de yuyu. A ver si contenía más a su pajarraco y evitaba que abriese tanto el pico.

Dió un par de palmadas en la espalda de Alexei, para consolarle por su pérdida...

Vamos, vamos... No pasa nada. A mí se me dan bien tasar los objetos históricos, y por extensión los que tienen algún valor económico. Puedo decir que ese anillo no era para tanto, no es comparable a las cifras que estamos manejando con los precios de pociones o arcos.

El Doctor Vandel mentía. Claro que necesitaría examinar el anillo para conocer su valor exacto, pero si se trataba de oro macizo y no un simple baño, de oro puro sin aleación con otros metales, con filigranas orfebres, quizás el anillo valdría lo suficiente para comprar todo el pueblo.

Vayamos a ver a Jominda para rematar nuestras compras.

Ya lo había dejado caer "sutilmente" cuando habló con Konrad delante del templo de Pharasma. En ocasiones a Querio le entraban delirios de grandeza, y se creía lo suficientemente carismático para hacer que los demás le siguiesen. Pero esos aires se desvanecían a los dos segundos, en cuanto la gente le ignoraba, que era siempre. Gracias a eso, la naturaleza altiva del ser humano es domada y llevada a los cauces más virtuosos de la humildad.