Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 5- Exteriores de Piedra Alzada.

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23/11/2017, 23:02
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El traqueteo del carruaje al cual estaba tan acostumbrado le sirvió para mantener la calma al ver a los odiados no muertos que se enzarzaban en una lucha mortal con sus compañeros. No podía dejar a los animales a merced de cualquier avatar, fuera un grupo de ratas o un ruido fortuito que desbocara las monturas.

Pero lo que preocupó de verdad al cochero fue la visión de Konrad enzarzado en la lucha. ¿Y si perdía el control? Todos podrían llegar a pagarlo caro. Parecía que Sascha trataba de calmarle y Gruñido rezó a los dioses del bosque por que fuera suficiente. Si los esqueletos eran un desafío, la parte que Konrad escondía en su interior, lo sería aún más.

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24/11/2017, 00:38
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Los esqueletos llegan a nuestra altura y ya tengo a uno de ellos casi a mi alcance. Sin pensarlo dos veces y aprovechando la conformación en la que estamos frente a los enemigos, doy un paso hacia el sur, poniéndome en una posición adyacente a uno de los no-muertos.

Con un movimiento fluido, lanzo un corte de gran precisión contra las costillas del esqueleto que a cada momento se vuelve más negro. Mi cimitarra le da de lleno, pero su filo no parece hacer mucho daño a los huesos. Es entonces cuando recuerdo que las armas cortantes no son muy efectivas contra esos huesos y debo cambiar mi estrategia.

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24/11/2017, 17:34
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Konrad sonrió satisfecho. Había hecho acallar los tambores y lo tenía todo controlado. El esqueleto parecía ignorarle y fue ese momento en el que el noble aprovechó para estamparle la maza en el pelado cráneo haciéndolo crujir y estallarse. Los huesos calleron al suelo de donde nunca tuvieron que haberse alzado. Ahora entendía a Gheorghe y a Janos. Hacer el bien sentaba muy bien.

¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!¡SENTIR BIEN, FLACUCHO, ¿EH? LA BESTIA QUERER JUGAR...¡¡DEJAR AHORA!!- El rostro del noble palideció y su cuerpo se tensó como si un torrente de energía hubiera atravesado su cuerpo de pies a cabeza.

¡GROOOOOARRRG!

El rugido hizo que Konrad apretara los dientes con fuerza. Necesitaba salir de allí y mirarse al espejo. Incapaz de hacerlo en medio del fragor del combate tuvo que quedarse sin apreciar el tono verdoso que ya había adoptado su iris.

 

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25/11/2017, 13:41
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El combate no duró demasiado, aunque sí lo suficiente para que parte de sus compañeros resultaran heridos. Gheorghe, aún afectado por aquella horrenda sensación, hizo lo mejor que pudo, aunque el temblor y agarrotamiento de sus músculos le impedía manejar su espada con soltura. Además, por supuesto, aquel no era el arma adecuada contra esas aberraciones, tal como creía recordar de su instrucción, pero no tenía nada mejor a mano.

Sin embargo, al final lograron imponerse. Los dos últimos esqueletos fueron derribados por Velkan, y por él mismo, en un golpe que logró al menos imprimir el mínimo de fuerza y destreza necesarios para devolver a su descanso a aquel esqueleto. Esqueletos ardientes... Quizás eran víctimas, víctimas que habían experimentado lo mismo que aquella magia, o lo que fuera, le había hecho experimentar a él. Si así era, no podía más que sentir lástima por las personas que fueron, condenadas a un destino tan horrible. 

Sin embargo, con parte de sus compañeros heridos, aún había cosas que hacer. 

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26/11/2017, 09:23
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Tras acabar con uno de los esqueletos y gastar todas su fuerza de voluntad en controlar a La Bestia, Konrad pudo fijarse un poco más en qué demonios sucedía con aquellos sacos de huesos. Una oleada de aire caliente le golpeó la cara cuando el esqueleto se prendió en llamar. Era terrorífico.

- ¡Velkan!-Gritó Konrad al enorme salvaje mientras movía los pies en posición defensiva para tratar de ayudar a derrotar al esqueleto que tenían delante. El noble trató de distraer al esqueleto tanteándole con un golpe de la maza y cual fue sus sorpresa al ver que la maza se volatilizaba en sus manos.

- ¡Aaaaaarrrrrrrrrrrrrrgh!- Las llamas le estaban empezando a quemar y podía sentir el intenso dolor de morir en una hoguera.

Esto es lo que querían hacer con Sascha y Gruñido.- Puede que fuera una tontería pero ese pensamiento no sólo le sirvió para focalizarse en sí mismo y callar a La Bestia que volvía a las andadas, sino para convencerse a sí mismo de que tampoco iba a morir allí. De pronto el esqueleto cayó bajo el hacha de Velkan. El gigantón no había necesitado su ayuda después de todo. Konrad trastabilló un par de pasos hacia atrás agotado por el esfuerzo y dolorido por las quemaduras. El combate había acabado. Se habían hecho cargo también del tercero y último de los esqueletos. No sabía si había más de ellos o de cualquier otro tipo de aberración, pero lo que le quedaba claro es que la muerte del Profesor no había sido un accidente.

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26/11/2017, 12:10
(CC) Doctor Querio Vandel.

Fue algo decepcionante. Los enemigos no, los enemigos estuvieron bien, oscureciéndose y prendiendo en llamas. Esa parte fue espectacular. Lo decepcionante fue el papel de Querio en aquel combate. Solo dió dos golpes: uno sin fuerza, insuficiente para acabar con el esqueleto que tenía ante él; otro sin control, rompiendo su bastón contra el suelo sin querer.

Bien está lo que bien acaba. Habría intervenido antes, pero lo teníais todo controlado. Hacéis que me enorgullezca de vosotros.

Hubo algo más decepcionante que Querio Vandel, y fue el lobo de Sascha. "Nos puede ser útil en Piedra Alzada", dijeron. "Puede morder a nuestros enemigos", dijeron. Al verlo llegar con el carruaje, el Doctor negó con hartazgo. Aquel lobo no aportaba nada, y solo había entrado en sus vidas porque Sascha se encaprichó de él.

Bueno... un cementerio inundado del que salen esqueletos es un pequeño problema. Creo que se podría solucionar llevando escombros al agua. Así, si un esqueleto cava desde su fosa, tendrá un pesado cascote encima que no le permitirá ponerse en pie. Pero no podemos traer peones con seguridad hasta que todas las amenazas hayan sido exterminadas.

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26/11/2017, 15:51
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Uno de los esqueletos se enciende en llamas y ahora entiendo lo que significa que sus huesos se ponían negros de forma progresiva. Pero los ataques combinados de mis compañeros, que son excelentes luchadores, consiguen acabar con todos los esqueletos. Solo uno de ellos alcanzó a estallar en llamas al momento de morir y unas pocas ascuas abrasaron mi piel, causando un molesto dolor pero no incapacitante.

"Pero el combate ha terminado y los enemigos de la vida han sido destruidos, por lo que las cosas están bien. Ahora solo hay que enfocarse en continuar."

Envaino mi cimitarra y comienzo a ver a los presentes, quienes lo permitan, para ver si presentan heridas de consideración, de las que encargarme antes de que sigamos adelante y más peligros nos asalten.

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26/11/2017, 19:21
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Allí estaban los enemigos, allí estaba él para combatirlos. Los esqueletos no eran fáciles de abatir con armas de filo como su hacha, resistían bien los golpes y no había materia blanda que cortar. No eran fáciles de destruir con un hacha, pero él no estaba de acuerdo. Escuchó el grito de Konrad pidiendo ayuda y no dudó. Velkan elevó su hacha por encima de su cabeza y la descargó verticalmente con toda la potencia que fue capaz de reunir en su brazo derecho. El arma atravesó el aura de fuego del enemigo y se deslizó por los huesos destruyendo todo a su paso. El ser no resistió el golpe y se deshizo ante sus ojos.

Velkan se lo tomó con calma y miró primeramente el filo de su hacha para comprobar que continuaba intacto y que podía seguir usando su herramienta para el combate. Tras asegurarse de eso, giró su cabeza para mirar a Konrad y comprobar que se encontraba entero y finalmente hacia los restos de su enemigo caído que le deparaba una sorpresa no esperada por su parte.

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26/11/2017, 22:18
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El chófer bizqueó incrédulo cuando vio a los esqueletos que habían surgido del agua ennegrecerse y arder como teas mientras trataban de arrancar la vida de los esforzados exploradores. Había oído leyendas de toda clase pero nunca de esqueletos ardientes. Las llamas parecían intensas si bien no parecían ser especialmente sobrenaturales, y al tener una mas de agua cerca, dudaba que nadie saliera herido de gravedad.

Sin embargo azuzó a los caballos con intención de dejarlos a salvo lo antes posible, todo lo lejos que fuera menester de aquellas monstruosidades ígneas. El lobo de Sascha también se había alejado de la refriega y parecía escoltar el paso del carro de alguna manera, si bien sin acercarse demasiado a los excitables caballos. Era un animal listo.

Con un chirrido echó el freno preparado para ayudar a rechazar a los no muertos más las armas y esfuerzos de sus amigos habían ya reducido a pedazos a los enemigos, si bien un último truco de fuego les hacía peligrosos aún después de derrotados. Gruñido se preguntó si el incendio que había azotado aquel lugar había hecho que aquellas osamentas sufrieran la maldición de una muerte ardiente y dolorosa, condenados al fuego aún después de la muerte.

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27/11/2017, 20:51
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Podía sentir a flor de piel la furia de la Bestia que hacía que su interior se encabritase. El último fogonazo provocado por la explosión del esqueleto llameante, aunque había logrado esquivarlo en su mayor parte, frustaba al monstruo que no deseaba más que salir y destrozarlo todo. Konrad se sentía como un jinete tratando de domar a un potro salvaje. Cuando logró hacerlo, apenas tuvo fuerzas para sentarse en el suelo así que, sencillamente, se dejó caer. Respiraba agitado. Lo de menos eran las quemaduras. Por un lado se sentía eufórico al haber derrotado a uno de los esqueletos él solo, sin que La Bestia interviniese, sin que nadie tuviera que ayudarlo. Sin embargo, por otra parte, le quedaba la amarga sensación de que hubiera sido por los pelos. La Bestia había estado a punto de tomar el control.

- Arf, arf...- Jadeo y se incorporó de nuevo escrutando los rastros de los esqueletos que habían surgido del agua. Aunque domada aún podía escuchar los gritos histéricos de la Bestia,que se lamentaba por seguir bajo su cárcel de huesos y carne.- De momento creo que podemos estar tranquilos.- Contestó a Querio que intentaba hacer algo para detener posibles ataques de nuevos esqueletos. Algo en la furia de la Bestia, consecuencia de su enclaustramiento, le decía que aquello no iba a ser un problema por ahora.- De todas formas que nadie se acerque a menos de dos metros del agua. Todo esto me da muy mala espina. Mirad como están esas balconadas.- Señaló a ambos lados del edificio principal.- Incluso el edificio más pequeño parece en muy mal estado. - No estaba muy seguro de si no se les caería encima si entraban a humear ahí dentro.

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28/11/2017, 10:13
(CC) Doctor Querio Vandel.

Oh, tonterías, mi querido amigo Konrad-dijo, pisándole la capa varias veces para apagar el último conato del fuego de la explosión-. Los edificios están bien. Una prisión es una estructura que está construída para perdurar en el tiempo. Sí, puede que algunos elementos arquitectónicos de la fachada se hayan desprendido, pero por dentro los pilares estarán en un inmejorable estado.

No costaba nada dar una frívola opinión no contrastada, dada sin conocimiento de causa, para levantar un poco la moral. Además, el Doctor Vandel tenía un buen presentimiento con aquella casa.

He decidido que voy a entrar en el edificio pequeño. Tiene aspecto de ser la residencia del alcaide de la prisión, el señor Hawkran. Con un poco de suerte, encontraré algún juego de llaves que pueda servirnos con las puertas de la mazmorra.

Querio avanzó un par de pasos en dirección a la casa. Luego se detuvo, intimidado, por el aspecto sombrío y desangelado del edificio, equivalente al de una mansión encantada o un mesón decadente.

Eahmmm... ¿Alguien viene conmigo?

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28/11/2017, 19:30
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Los esqueletos emergieron del agua y al principio parecían ser el peligro inmediato, pero pronto quedó claro para mí que no era así. Los esqueletos eran débiles, y casi morían solos, aunque tras estallar en llamas. El verdadero peligro aquí era Konrad.

Me acerqué a él, que parecía tan concentrado que apenas fue consciente de mi cercanía, pero aún así le miré con ternura y acaricié su nuca. Por un momento pareció que iba a perder el control, pero durante todos estos años el noble había aprendido a controlarse bastante bien.

Una vez con los esqueletos destruidos, miré las aguas por si salían más, pero algo me decía que no.

- No os acerquéis al agua.

No era la primera vez que lo decía, o que lo pensaba, ya no estaba segura, pero dejarlo claro me parecía importante.

- ¿Estás bien? - Le pregunté a Konrad antes de alejarme un poco de él y acercarme a comprobar el estado de Velkan. 

Después me dispongo a seguir a Querio al edificio.

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28/11/2017, 19:41
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Tras curar a Konrad, Gheorghe sintió un repentino ataque de náuseas, probablemente debido al esfuerzo físico realizado en condiciones negativas como las que le afectaban, aunque trato de sobreponerse... Ligeramente más pálido, eso sí. Sin embargo, cuando el doctor Querio hizo ademán de adelantarse a explorar, el paladín negó con la cabeza.

-No creo que sea buena idea... Pero... No creo que lleve más de diez minutos. Tened cuidado, si aún así insistís en entrar.

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28/11/2017, 22:01
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Veo que Velkan es el que salió más afectado por la explosión del esqueleto, lo que sumado a sus heridas anteriores, no le pone en una buena situación para continuar con nuestra investigación. Pongo mi mano en su hombro mientras utilizo el fervor de mi Fe en Sarenrae para que aquella energía devota sane las quemaduras que sufrió con un brillo dorado que se comunica desde mi mano hacia sus heridas.

Luego de eso, miro a los edificios de alrededor mientras entiendo parte de lo que sucede en base al entrenamiento en la magia divina que tengo. Comunico lo que sé al resto para que todos estemos al tanto:

 - "Todas las cosas extrañas que ocurren en Ravengro y la aparición de los no-muertos acá es originado por unas presencias malignas y poderosas que están en este lugar. Siento que las ataduras mágicas que sellan sus poderes están decayendo y liberando paulatinamente su poder e influencia. Debemos detenerlas antes de que terminen de liberarse."

Escucho entonces que desean entrar a registrar la pequeña mansión cercana. Gheorghe les advierte que no parece una sabia decisión, palabras que apoyo:

 - "No parece ser nada segura. Tengan mucho cuidado y griten si necesitan ayuda."

Me acerco a la puerta de la construcción, preparado para intentar sacarlos de ahí si lo que ocurre es un derrumbe. Si por el contrario son enemigos, me preparo también para entrar a asistirlos. Lo único importante es que debemos movernos rápidamente antes de que más presencia maligna se libere en el lugar, creando más no-muertos o cosas aun peores.

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28/11/2017, 22:38
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Una vez el carruaje y las monturas están al lado de la edificación y tras frenar el conjunto, el semiorco vuelve a asir su tosca garrota la cual mantiene en un posición baja, preparada para imprimir un rápido movimiento en ella si fuera necesario. El aspecto del lugar, que haya muertos sin reposo pululando y las llamas de los esqueletos no han hecho mucho por mejorar su humor y mira ceñudo en todas direcciones.

No ha olvidado el nido de ratas que parece haber al norte y no querría dejar las monturas solas cerca de esa hambrienta banda. Sascha podía cuidar del señor Konrad siempre que éste no se dedicara a meterse en cada refriega con alegre desenfreno, y si ella consideraba que el lobo se quedara con él allí, seguramente fueran demasiada amenaza para hacer desistir a los roedores de mordisquear carne equina.

- Señor Konrad, Gruñido cuidar monturas si parecer bien... Grrrwwwllll. -

El semiorco parecía nervioso lo cual era normal dadas las circunstancias. Sin duda Gheorghe y el joven Janos tenían el valor por bandera, pero a Gruñido no le hacía gracia el meterse a locas en un lugar con toda seguridad maldito y poblado de no muertos. Claro que tampoco le gustaba la idea de que lo hicieran Sascha y Konrad.

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30/11/2017, 09:55
(CC) Doctor Querio Vandel.

"No creo que sea buena ideeeeaaaa..."; "no parece ser nada seguuuuraaaa...". En serio, muchachos, ya basta de tanta negatividad. No va a ocurrir nada malo. El edificio es seguro.

Para demostrar su suposición, el Doctor Vandel dió unos toquecitos con la suela de su bota al marco de la puerta. La casa no se tambaleó... no en ese momento.

¿Veis? Y para demostrar que no hay ningún peligro, Sascha va a arriesgar a su lobo y meterlo en el interior de la mansión con nosotros. ¿Verdad, Sascha? ¿No? Bueno, pues eso nos enseña una valiosa lección: el lugar de un lobo no está en el interior de una casa. A ver si tomamos nota para cuando volvamos junto a Kendra.

Querio entró en el interior del edificio para inspeccionarlo con calma. Se encontró lo esperado: algo de polvo, muchas telarañas... Es probable que alguien hubiese saqueado aquel lugar años atrás, quizás algún mercader avaro que no estuviese atado a las supersticiones locales.

¡Menuda pérdida de tiempo!

Le dió una patada a la viga maestra, y el edificio se estremeció. Era algo así como un estómago que se revolvía.

Sascha... ¡CORREEEEEEE!

No pudieron dar más de un par de zancadas hasta que los tablones del techo les tumbaron, luego les atraparon y las últimas tablas les sepultaron. La polvareda levantada cuando el edificio se derrumbó le entró en los pulmones, y no pudo pedir ayuda hasta que recuperó el aliento.

¡Socoooorrrrrooooo!

La luz llegó, deslumbrante, molesta, cuando sus compañeros, los cautos y precavidos, los negativos y pesimistas, lograron desescombrar.

Gra... Gracias. Wow, esa anduvo cerca.

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30/11/2017, 18:04
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Gheorghe frunció el ceño ante la burla de Querio, aunque esperaba que tuviera razón. Que realmente no fuera peligroso. Pero, por desgracia, se cumplió lo habitual: que tenía razón. Poco después de que entraran, apenas unos minutos, un derrumbe les sorprendió mientras seguían explorando. El paladín se acercó con el resto a ayudar a quitarles escombros de encima, y respiró algo más aliviado cuando dieron con ambos, heridos sí, pero vivos.

-Como dije, no era buena idea... Me alegro de que no haya que lamentar pérdidas.

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30/11/2017, 21:15
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Entré en el edificio tras Querio, en parte por curiosidad y en parte porque no me fiaba nada de él. Seguro que si encontraba un cartel en un idioma que supiera leer que pusiera "no tocar aquí" sería lo primero que el viejo haría. Llevaba el hacha relajada sobre el hombro, pues intuía peligro en muchas zonas de aquella prisión pero no allí.

Hubiera querido prestar atención a algún detalle del lugar, pero la voz del hombre me taladraba la cabeza y no me permitía concentrarme. Le daba la espalda si podía, pues de mirarle a los ojos mientras decía aquellas chorradas hubiera provocado mi descontrol. Después Konrad se preguntaba por qué era capaz de entenderle...

Intenté ignorarle hasta que ya no pude más. La mención al lobo y al incidente con él en casa de Kendra pudo con mi paciencia.

Me dí la vuelta con el hacha ante mí y los puños muy cerrados sobre ella. No quería amenazar a Querio con el hacha, tan sólo quería poder cerrar los dedos sobre algo que me recordara a su garganta. Estaba a punto de chillarle y mandarle a la mierda cuando no se le ocurre otra cosa que darle una patada a una viga no muy bien agarrada y provocar el derrumbe del techo.

Aquello impidió mi rencilla contra el hombre, aunque aumentó mi enfado, y cuando los demás se acercaron para intentar ayudar no quise saber nada de nadie.

Manoteaba con una mano mientras la otra se negaba a soltar a Rhakan.

- Dejadme en paz. Ayudad al Viejo.

Con evidente esfuerzo pero sin demasiado que lamentar, conseguí salir de entre los escombros, lleno de polvo el pelo y varias rozaduras en la piel. Lo peor, quizás, los nudillos rasguñados por no querer soltar el hacha.

La próxima vez en lugar de dar una patada podrías dar un cabezazo y abrirte el cráneo en dos, maldito imbécil. Así, aunque se derrumbara todo, no saldrías vivo...

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30/11/2017, 21:29
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

- Gracias, hermano.-Emitió una débil sonrisa a Gheorghe para agradecerle su imposición de manos. Las quemaduras que aún le quedaban de la posterior explosión del esqueleto no eran nada con la preocupación que sentía Konrad por lo que podía haber pasado. Se miró las manos vacías. Donde antes había estado el mango de su preciada maza ahora sólo quedaban marcas de piel chamuscada.

- Maldita sea.- Apretó los puños con fuerza. La maza ligera era el arma que más le gustaba y con la que más diestro era. Pero no había mucho tiempo para lamentarse. Querio y Sascha, desoyendo sus advertencias y las de Gheorghe, se internaron en la destartalada casa del alcaide. El derrumbe provocó que todos acudieran alarmados a revisar los escombros. 

- ¿Estáis bien?- Preguntó angustiado. Mientras que Querio pedía socorro, la orgullosa Sascha se empeñaba en salir por sí misma. Ya llevaban muchos años juntos como para saber cuando la salvaje estaba de mal humor, así que sólo la observó desde cierta distancia, por si necesitara su ayuda pero dejándole su espacio.

- ¿En qué pensaba, Doctor Querio? Todo esto está prácticamente en ruinas.- Tendió la mano al parapsicólogo para ayudarle a incorporarse. MIentras se vendaban y reponían, Konrad echó un vistazo entre los cascotes. Quizá pudiera hacerse con algo o, al menos, hacerse una buena garrota.

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30/11/2017, 22:11
EL TIEMPO TODO LO CONDENA.

PLANTA DE LOS TERRENOS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL FUEGO, 7 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.