Partida Rol por web

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Finalmente habían decidido reunirse a tomar esas jarras de grog prometidas. La tienda parecía bastante concurrida, aunque eso solía ser habitual, siempre había hermanos dispuestos a tomar un trago que les quitara el frío o a compartir alguna comida o alguna historia. Cuando entró se encontró con Grito, su compañero había acudido pronto para no perderse la invitación.

-Buenos días a todos.

Preocupado saludó a los congregados y se dirigió al lugar donde su compañero Grito le esperaba.

-Has venido temprano, veo que no se te olvidó la invitación jajaja. ¡Gordo! Pon una jarra de grog para Grito y otra para mi. -Miró a Desastre que jugaba con sus dos leones.- Desastre, ¿Te apuntas a una ronda? Invito yo.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Saludó a Preocupado con un grito genuino y natural.

Espera, espera... Creo que el problema de la compañía es el grog, demasiado poco grog. Dijo levantando el dedo índice. Por eso están siempre cabreados algunos, no beben lo suficiente.

Bebió de la nueva jarra que le tendía el Gordo.

¿En que se parece una mujer a asar carne de jabalí? Preguntó mientras buscaba donde dejar la jarra, no miraba a nadie en concreto. En que en cuanto empiezan a sangrar, hay que darles la vuelta.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Manta esbozó una media sonrisa por la carcajada de Dedos y luego observó con desapruebo a Grito, quien ya se veía, estaba borracho de nuevo. Negó con la cabeza. «¿De verdad es un soldado? Se la pasa aquí metido bebiendo, y cuando no, está con las putas.» pensó.

— ¡Feliz cumpleaños, Dedos! —le dijo Manta a su compañera de pelotón. «Aunque es bastante extraño que recuerde el día que cumple años exactamente. Se suele celebrar el primero del año. Cuando no esté borracha, le preguntaré cómo sabe el suyo»— Hola, Cabo —saludó el chico a su Cabo, con la relajación apropiada de la disciplina militar en la Tienda. Luego, siguió explicando a Desastre y a Dedos desde su mesa aparte—. Es simple, los chondelorianos son religiosos, y su Dios es el Señor del Dolor. Si te dijo que era carne de Dios... —le dijo a Desastre, dejando la oración en el aire, pues la implicación era obvia excepto para lo más cortos de luces. Cuando se percató de la llegada de más personas de la Infantería, prefirió cortar la conversación y dedicarse a despachar su estofado desde la mesa donde estaba. Cerca, pero era una mesa apartada.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

No tengo más que dirigir una sonrisa a los Hermanos que llegan mientras derramo de nuevo el Grog sobre mi garganta. La Tienda parece estar entonándose poco a poco, así que decido sumergirme de lleno en la conversación mientras observo como a la mesa llegan aún más jarras de la deliciosa bebida. 

-"Yo opino"-dejo caer mientras miro a Desastre, -"que esa carne engorda más de la cuenta"-y le sonrío mientras lo miro, sabiendo que yo mismo estoy orgulloso de esos animales. 

Cuando Grito cuenta el primer chiste no puedo hacer otra cosa que soltar una carcajada y golpear la mesa con la mano haciendo que tiemblen las jarras. 

-"Por lo más sagrado, Grito"-le digo mientras estabilizo la mesa tras mi arrebato de risa.-"¿Quién te cuenta esos chistes? ¡Con una jarra de más incluso parecen graciosos!"-comento divertido mientras escucho a Dedos. Sorprendido, sin saber que había cumplido dieciocho primaveras, me dirijo hacia ella. 

-"Impresionante hazaña esa, es toda una proeza cumplir aquí esas primaveras..."-afirmo un poco más serio mientras alzo de nuevo la jarra. -"¡Por tus dieciocho primaveras!"

Saludo a Preocupado, mi Hermano con una sonrisa y un gesto con la jarra mientras le veo dirigirse a Grito. Este último, se está ganando las delicias de respetable con sus chistes. -"Vamos, vamos, Grito... Uno más y si consigues que me ría de nuevo, te invito a todo el Grog que quieras"-le reto con diversión.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Por fortuna el grog era mejor que los chistes de Grito y Preocupado acababa de llegar y no tenía aún suficiente alcohol en el cuerpo para reírse de cualquier cosa.

-Es uno de tus peores chistes, como sigas así Gordo nos va a cobrar el doble por las bebidas, le espantarás a todos los clientes. Es mucho peor que el que contaste el otro día. ¿Os acordáis? -Miró a sus compañeros de pelotón presentes a ver si recordaban.- Sí. El del hombre que intentaba tirarse a su mujer y ella no sentía nada. Y consultó a los sabios a ver como podía hacer para mejorar sus relaciones y estos le dijeron que el problema estaba en que su mujer se acaloraba demasiado. Así que el hombre contrató a otro para que mientras yacía con su esposa este los abanicara. Pero por mucho que abanicaba, la mujer seguía sin sentir nada, así que el hombre enfadado cogió el abanico y ordenó al otro que se pusiera a la faena con la mujer. "Prueba tu, que voy a enseñarte como se abanica." Y en cuanto el otro empieza a intimar con la mujer esta comienza a gritar de placer y el marido grita: "¡Ves, como se abanica hombre! ¡Que no sirves ni para eso!

Preocupado pensó que había contado más o menos el chiste, si bien era cierto que Grito le había dado más gracia y puesto nombres a los protagonistas. Dio un buen trago de su jarra de grog, tanto humor le daba sed.

-¿Que decís de la primavera? ¿No sabéis que estamos en invierno?

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Estalló en una sonora carcajada, sabía que nombres había puesto a los personajes del chiste y estaban los tres presentes. El problema es que Preocupado era demasiado "prudente".

Un hombre viene con una pala, lleno de arañazos y cortes, cuando se encuentra a su amigo que le dice. Nuevo sorbo de grog. Le dice, pero oye amigo ¿De donde vienes con todas esas heridad? Y el amigo le dice.

Bebe nuevamente con lentitud, paladeando.

Vengo de enterrar a la madre de mi esposa. Se contuvo la risa, debía terminar el chiste. Y el amigo le dice; vaya cuanto lo lamento pero ¿Y esos cortes? A lo que el amigo le replica ¡Que la hija de puta no se dejaba enterrar!.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Mientras Manta terminaba su plato de estofado y se levantaba de la mesa, escuchó el último chiste de Grito y no pudo evitar que se formase una maligna y rápida pulla que no demoró en oírse saliendo de los labios del Hostigador:

— Así que por ese chiste llevaste una pala al duelo de Cielo y Derviche, ¿no, Grito? —dijo el muchacho con seriedad mortal, ya de pie y luego se hizo un silencio, dejando la frase en el aire por unos instantes—... Pensabas enterrar a la madre de tu novio —apenas terminar, Manta no pudo contener la risa y estalló en carcajadas. Se preguntó si le haría gracia a Indómito y éste se ofrecería a invitarle grog, o por el contrario, los de la Infantería demostrarían tener poco sentido del humor.

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MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

El ambiente distendido me hace no poder dejar de sonreír mientras más y más grog se esparce por mi garganta y acaba en mis venas. No suelo perder los papeles en ninguna ocasión, así que cuando noto que el calor aumenta, bajo el ritmo y el caudal del buche. La templanza no es solo para la batalla, si no para cada circunstancia que la vida te brinda. 

Los chistes se suceden, cada uno con más "picardía" que el anterior, lo que me lleva a pasear la mirada entre divertido y nervioso entre mis Hermanos. El culmen llega con el chiste de Grito y la posterior contestación de Manta. No puedo evitar darle un trago al grog mientras clavo la mirada en los ojos de mi Hermano Grito. La obligación me lleva a actuar de una manera irónica. 

-"Vaya...¿Tal vez estás celoso de mi camarada?"-le contesto con una media sonrisa.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Manta seguía riéndose cuando el primero en contestar fue Indómito. «Vaya, estos no tienen ni siquiera la sensatez de dejar que la primera palabra la devuelva el atacado. Eso no es de hombres. Cada vez Grito o alguno de su pelotón hace quedarle cada vez más como un llorica.». En cambio, la contestación de Manta -aún entre risas del chico- a Indómito fue:

— Claro, muero de celos de alguien que necesita que un compañero negro, grande, y fuerte le defienda —le guiñó el ojo a Indómito, haciendo su sarcasmo patente. Actuando en la misma línea irónica que el infante, todo quedaba solapado tras una inocente capa de bromas.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

No miró hacía Manta, si este tenía un problema mental porque no sabía ni quien lo parió pues era cosa suya. Mentalmente pensó, ese montón de mierda andante está escocido analmente porque le han quitado el chollo y ahora tiene que trabajar. Se giró hacía su compañero, Indómito.

A ver si te sabes este. Dijo mientras retomaba su jarra para seguir bebiendo. Un esclavista de la linde fue a ver un espéctaculo ambulante de caimanes, y allí el domador se saca una polla enorme y la mete en la boca del cocodrilo. Total cuando la saca le dice a la gente ¿Quién se atreve a hacer lo mismo?

Vuelve a beber y levanta la cabeza hacía Gordo.

Gordo, saca algo para acompañar el grog... ¿Por donde iba? Se rasca la nariz pensativo. ¡Ah, si! ¿Quien se atreve a hacer lo mismo? Y el esclavista dice ¡Yo, pero no se si me cabrá entera en la boca!.

Empezó a reir frenéticamente, mientras bebía.

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MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Manta sonrió, burlón. Sabía que Grito le estaba escuchando, y que en su borrachera le había elegido ignorar deliberadamente. Empezó a reír entre dientes, pues toda la situación le hacía mucha gracia.

— ¿Ves, Indómito? Estuvo de más tu ayuda —le dijo al infante—. Entre más grog bebe, más grita, y menos puede escuchar a los de su alrededor, así que ni se ha enterado. Bendita ignorancia. Hasta luego, hermanos.

El muchacho salió tras despedirse con inclinaciones de cabeza a Matagatos, Dedos y a Desastre.

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MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Grito me quita toda preocupación cuando cuenta los dos últimos chistes que me hacen reír a carcajadas mientras noto como la sonrisa se ensancha en mi rostro más de lo habitual. Al no estar demasiado acostumbrado a frecuentar la Tienda de Grog, no he sabido controlarme del todo bien y ahora cualquier cosa me hace gracia, incluso los chistes de mi Hermano. 

Hago caso omiso a la última insinuación de mi interlocutor para dirigirme de nuevo hacia Grito.

-"Creo que por hoy he bebido demasiado...Grog"-afirmo mientras tamborileo con los dedos en la mesa de madera a la par que observo por el rabillo del ojo como mi anterior interlocutor, Manta, abandona el lugar. Es todo un alivio pues con el Grog que llevo en las venas tal vez no podría ni haber levantado la lanza. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Unas jarras de grog y un poco de humor y los problemas siempre desaparecían, quizás no para siempre, pero si lo suficiente para compartir un rato agradable entre hermanos. Le preocupaba el aumento de la tensión en el campamento, llevaban demasiado tiempo si un enemigo frente a ellos y algunos parecían buscarlos donde no los había.

Supongo que cuando comencemos el asalto tendremos tantos enemigos que todos estaremos saciados de sangre y batalla.

Se volvió hacia Grito negando con la cabeza por su último chiste, estaba claro que debían seguir bebiendo más grog si quería que le hicieran gracia, otras preocupaciones le tenían absorto últimamente.

-¿Nos dejas Indómito? ¿No vas a permitir que el bueno de Preocupado te invite a una jarra? Luego diréis que no me preocupo lo suficiente por vosotros...

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MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Matagatos respondió con un asentimiento a los saludos que le iban llegando. Lo cierto es que el ambiente era animado, pero los chistes eran pésimos. Probablemente no llevaba suficiente alcohol en sangre para apreciarlos, de todos modos. Y, hablando de aquello, no pudo evitar mirar con algo de preocupación a Dedos cuando pidió otra ronda para todos.

-¿No crees que has bebido bastante?-preguntó, aunque no como reproche, si no con preocupación. La perspectiva de que se hiciera daño por la borrachera, o que el propio alcohol afectara a su salud, no hacía gracia al cabo. Ante el asunto de la carne de los leones, frunció el ceño levemente.

-¿Carne de Dios? No sé... Puede que no fuera carne del Señor del Dolor, si no destinada a él. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

No contesto a Matagatos con palabras. De hecho, se podría decir que no le he oído, o no le he hecho caso. Hacía un rato que ya no me reía y estaba callada, tras terminar la tercera jarra de grog, y tengo la cuarta, fruto de la ronda a la que yo invitaba, ante mí. Pero no bebo. Miraba la jarra con seriedad y concentración, como si aquello fuera un artefacto del demonio. Algunos podrían asegurar que daba la sensación de que en cualquier momento iba a sacar la daga e intentar cortar la jarra por la mitad.

Las risas de la gente y los chistes de Grito parecían llegar de lejos, cuando levanto la cabeza y miro a Matagatos a los ojos, con angustia en la mirada. Vuelvo a agachar la cabeza y asiento despacio, puede que como respuesta a su pregunta, o puede que no.

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MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Algo se estaba cociendo en aquella mesa. Primero el Cabo se sentó con ellos y luego Manta se levantó de su mesa y empezó a provocar a los infantes. Hubo un momento de tensión, Indómito le dio una salida elegante pero Manta insistió. Su Cabo que estaba presente no dijo nada pues parecía más preocupado por Dedos y lo que había bebido o dejado de beber. Por dios, que había bebido tres jarras celebrando su dieciocho cumpleaños. 

La actitud de Dedos había cambiado también y Desastre la miró con una pregunta en la mirada. - ¿Quieres que nos vayamos? - 

- Nada de estofado para los leones, con lo que han comido tienen bastante. - dijo Desastre a Gordo haciendo referencia a la carne cruda con la que los alimentaba. - Se agradece la intención Dedos, de verás. 

- ¿Que lleváis mucho Grog? - preguntó el soldado incrédulo a sus compañeros de infantería. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

-"No creas, Hermano"-contesto a Desastre mientras apuro la última gota de la jarra. -"Aunque os siga honrando con mi presencia..."-comento en tono jocoso,-"voy a parar un poco porque si no, no me voy a levantar hasta que no hayamos caído la Puerta."

Cojo de nuevo el trozo de hueso que había dejado encima de la mesa y comienzo a tallarlo, esta vez con menos precisión que antes.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Preocupado negó con la cabeza ante la pregunta de Desastre. Había llegado hacía poco, aunque si que se bebió dos jarras casi seguidas, aquel día tenía bastante sed.

-Esta es la segunda Desastre. ¿No te animas a tomar una con nosotros? Si quieres puedo pedir una para tus leones también.

Al fin y al cabo si les había dado de comer aquella porquería un poco de grog no les iba a hacer daño tampoco. Miró a Indómito y a aquel trozo de hueso que tallaba entre sus manos con curiosidad.

-¿Que es lo que estás tallando ahora hermano?

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. POR LA NOCHE.

Desde hace unos días, los nervios no me permiten conciliar el sueño. El ataque a la puerta es inminente, y los nervios y dudas asolan mi mente: ¿Sobreviviré a la batalla? ¿Sobrevivirán mis hermanas Loor y, especialmente, Belleza, la única que creyó en mí? ¿Cuáles de mis hermanos morirán? ¿Qué pensará de mí la diosa cuando muera; habré purgado mi ofensa? ¿Y qué pensará Nareeta? Éste último pensamiento hace que me toque el brazo izquierdo, donde tengo el nombre de mi amiga tatuado.

Sé que la inconsciencia por el grog no es comparable a una noche de sueño, pero es peor pasar gran parte de la noche despierta. Y tampoco es que consiga pensar con claridad.

Entro a la tienda y Wen me mira, extrañado. Siempre voy a mediodía o primera hora de la noche, pero nunca he aparecido tan tarde. Al entrar veo a varios soldados bebiendo o alternando con alguna de las meretrices. Voy directa a la barra.

Una jarra de grog, Wen. Me siento en una mesa, bebiendo con semblante sombrío y preocupado. Ojalá el alcohol me haga efecto pronto. No puedo, ni quiero, seguir pensando.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (TERCERO DEL AÑO, ÚLTIMO DEL INVIERNO)

DÍA: 27. A mediodía.

Derviche entró a la tienda de Gordo Wem, y lo primero que hizo fue mirar por toda la estancia, buscando a alguien. Al ver al variopinto grupo y en especial a Grito, resopló por lo bajo, a quien venía a buscar estaba también ahí metido.

Finalmente avanzó hasta llegar a la barra, la herida del duelo estaba más que curada, pero la cicatriz aún se veía en su pierna al aire libre.

-Gordo, un estofado caliente, agua para beber- Hoy no era el dia de su vaso de grog, así que el agua estaría bien.

Tras pedir, mientras le servían, se acercó al corrillo, concretamente cerca de Desastre y los leones.

-Hmmm, hola- Dijo en general, por la presencia del jefe de los Hostigadores, aunque ignorando como no, a Grito.

-Desastre tengo algo que darte, cuando puedas, estaré en la barra-

Volvió a la barra, a por su estofado.