Partida Rol por web

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Saludo a Lagrimita con una sonrisa antes de mirar otra vez a Desastre.

En realidad nunca había entrenado mucho digo con una pequeña risa.

¿Por qué abrazé la fe en la diosa? Veamos, no sé si sabré explicarme. No tengo la facilidad de palabra de Loor, pero intentaré que quede claro.

Cuando abandoné mi tribu, estaba perdida. No sabía qué hacer. Luego, tras entrar en la compañía y que Belleza se convirtiera en mi hermana, me habló de la diosa. Entonces rememoré mi vida, y me di cuenta que la diosa había estado presente en mi vida desde que abandoné mi tribu, aunque no lo supiera.

¿Y cómo sé que es así? ¿Cómo sabe un chamán que los espíritus están con él? Simplemente lo sé. El motivo de dejar mi tribu fue una muerte, una muy sangrienta. Precisamente el Dios de la Sangre es el enemigo de la diosa. Luego vagué por un tiempo por la sabana, y debí morir a manos de una manada de hienas. Pero me rescató una partida de guerra, usando hondas, las armas romas de la diosa. ¿Recuerdas mi actuación en el Fuerte Chuda? Aún usaba lanzas, y no fui capaz de hacer casi nada con ellas. Sin embargo, desde que he cambiado de arma, me siento mejor, más cómoda. Cielo es un guerrero muy experto, y sin embargo conseguí impactarle en un entrenamiento. Si eso no indica que la diosa me ayuda, no sé qué lo hará. Realmente, creo haber encontrado mi destino. Ahora mi alma está tranquila.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Matador ve como sus compañeros esperan sus palabras y el que no esperaba tanta expectación y tampoco tenia mucho que contar se piensa como contarlo. Derviche se ofrece a invitarle a una segunda jarra y cruza unas duras palabras con Grito que este responde y entran Niña de Oro y Desastre con sus leones.

Matador devuelve el saludo a Derviche y levantando la jarra pronuncia.

A tu salud.

Después mira a Grito.

Esta en su derecho a no hablar con borrachos. A mi me gusta beber, pero no hasta descontrolar o ser molestia para los demás. Relájate Grito, estas sacando las cosas de lugar. Bebamos y contemos historias.

Queriendo dar el tema por zanjado comienza a contar su historia.

Para los que no lo sepáis, mi nombre antes de entrar en la compañía era Dádiz Lote 5 XB9998, aun recuerdo ese numero, soy mestizo mitad oscuro y mitad K´Hlata,hijo de una esclava de placer y de un mercader de esclavos, que me vendieron a temprana edad adquiriendo el susodicho nombre.

Me entrenaron como esclavo para gladiador pues ya desde joven apuntaba maneras y allí en la arena de Dadiz fue donde me tuvieron combatiendo durante mucho tiempo, la mayoría de combates eran o bien contra animales o contra otro gladiador.

Hubo un grupo de gladiadores que llevábamos mucho tiempo combatiendo juntos y teníamos cierta camaradería, entonces nos anunciaron que tendríamos un combate de dieciséis gladiadores luchando hasta que solo quedase uno.

Mis dos "amigos" y yo acordamos id luchando con el resto hasta que quedásemos solo nosotros si era posible, pues a medida que avanzan los combates el publico tiende a perdonar algo mas a los luchadores vencidos. Yo conseguí acabar pronto con un par de enemigos y entonces note una red que se me enredaba en las piernas, la de uno de mis "amigos" y una lanzada que me alcanzaba por la espalda y que pertenecía a mi otro "amigo", al parecer pensaban ser ellos dos los últimos y no contar conmigo.

La vista se me comenzó a nublar y sentía que perdía el conocimiento, estaba dispuesto a dejarme ir sin mas, cansado de pelear, pero entonces una rabia por la traición sufrida se apodero de mi. Conseguí quitarme la red a duras penas y agarre una lanza de uno de los caídos, con gran precisión la lance contra uno de los traidores alcanzándole en la garganta, el otro había conseguido acabar con el único aparte de nosotros que seguía en pie.

Cogí mi machete y escudo y me dirigí a su encuentro, la furia me dominaba y tan solo recuerdo que parecía moverme con mas rapidez que nunca y que golpeaba con gran fuerza y esquivaba sin problemas sus contragolpes. Conseguí destrozar su escudo como si fuese de papel y desarmarle, entonces el patrocinador del evento se puso en pie para darse importancia iniciando la votación del publico sobre si perdonar la vida al caído o no. Apenas le di tiempo a ello pues no tarde mucho en hacer pedazos al malnacido.

Eso pareció enfurecerle, pues empezó a movilizar a los guardias, pero en ese momento se produjo un terremoto y todo la ayuda que busco el patrocinador fue para su persona, para huir el primero.

Se produjo una gran grieta y desconcierto que aproveche para huir, hasta mi unión a la compañía estuve huyendo de esclavistas y cazarrecompensas.

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DÍA: 25

Derviche se quedó mirando a Lagrimita fijamente, no tenía en aquellos momentos a los oscuros en muy alta estima, por no decir que le estaban empezando a dar un asco terrible. Aunque sorprendida por sus buenas palabras, la disgustó que la tratara de manera tan...¿amable?, en fin, Grito bocazas, Cielo un mirón, Lagrimita un flojo...sus dudas respecto a la infantería aumentaron exponencialmente en 5 minutos.

-Sienta, la mesa no es mía- Contestó de manera seca y cortante

-Te diré lo mismo que a todos, si es una tontería lo que vas a decir, no me hagas perder el tiempo, si vas a echarme la bronca, pedirme explicaciones, o intentar disculpar a Grito, tampoco me hagas perder el tiempo-

Le enseñó su vaso de grog medio vacío tambien.

-Un vaso, no más al dia, yo tampoco estoy bebida, me refería a la alegría de tus dos hermanos, abrazados, dando voces, y gastándose toda la soldada mensual en un dia-

-Habla entonces, Lagrimita-

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DÍA: 25
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Me siento enfrente de Derviche, depositando el vaso de grog a un lado, quedando este en algo lejano a mi, dándole la importancia que tiene, apenas nada. La mujer esta erizada a todo y a todos. No la culpo la verdad. Ante el símil se cuela en mi cabeza la canción de Grito, pero la descarto sin contemplaciones. Fijo los ojos en Derviche y comienzo a hablar.
- La verdad, me das una envidia de cojones. Llevo dejándome el culo en el campo de entrenamiento algunos meses, y creo que no tengo la mitad de tu capacidad de destrucción. Y eso me jode. Pero también me anima. Debes de tener una manera única de canalizar el vórtice de emociones que tienes dentro para pelear como lo haces, y espero poder encontrar algo parecido a tu concentración algún día. - levanto las manos en actitud tranquilizadora. - Ni broncas, ni disculpas, ni explicaciones. Te respeto Derviche. Trata a tus Hermanos con respeto, eso sí te lo dejo delante. Puede que no todo vaya como quieres o esperes, pero débete a ti misma, y al menos podrás acostarte arropada en eso. No quiero molestarte más. - me quedo en posición de ser despedido o por el contrario aceptar una réplica de la poderosa mujer que está delante de mi.

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DÍA: 25

- Al final eso es lo importante. - dijo el soldado asintiendo a la última frase de la campamentera. No había preguntado para juzgarle o juzgar su decisión, preguntaba por curiosidad. Era difícil para él imaginar dejar todo lo que siempre había creído atrás para abrazar una fe completamente desconocida. Pero la campamentera parecía segura de su decisión y, si eso le daba seguridad para ir al combate, nada más importaba. - Y ¿Cual es tu opinión de los espíritus? ¿Crees en su buen juicio cuando se manifiestan para guiar nuestros pasos? - preguntó el soldado midiendo a la mujer que tenía delante. 

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DÍA: 25.

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De repente, todo se había descontrolado a su alrededor, Derviche y Grito habían intercambiado palabras y como resultado el León había salido de la tienda, Desastre se había ido a hablar con Niña de Oro, y Matador contaba su historia.

Cielo estaba callado, ausente. sosteniendo la jarra de grog mirando fijamente a Derviche y con una frase resonando en su cabeza... - No hablo con borrachos, con borrachos... BORRACHOS...

Incluso Lagrimita se había sentado a hablar con la Jaguar. Pero Cielo no reaccionaba. Sólo miraba fijamente.

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DÍA: 25

-Sigue pensando así Cielo y los espíritus te abandonarán a tu suerte, a mi me preocuparía ser un guerrero al que los espíritus no favorecen en la batalla. ¿Que tienes contra los chamanes? Hombres sabios son, y nos muestran la voluntad de los espíritus, deberías pensártelo mejor y acudir a Caratótem.

Le preocupaba que el ambiente estuviera demasiado tenso como para que sus hermanos no pudieran entenderse tras unas copas de más, aunque la intervención de Lagrimita y la historia de Matador podían hacer que todo acabara en una simple discusión como otras tantas. Desde luego aquella mujer tenía el don de la estupidez y le preocupaba que lo prodigara con tanta soltura, seguramente era culpa de aquella diosa a la que decía servir y que no podía traer nada bueno. Decidió ignorarla, en aquellos casos era lo mejor, y desviar la atención de Grito hacia sus compañeros y la bebida, tampoco quería que su hermano se metiera en problemas por una insignificante campamentera. Al final fue el propio Grito el que decidió abandonar la tienda y salir a tomar un poco el aire, eso le vendría bien, le preocupaba que se pudiera dejar llevar por sus instintos y el grog que había bebido.

-¡Menuda historia Matador! ¡Creo que se merece un buen brindis! ¡Por Matador el gran gladiador de Dadiz y nuestro hermano!

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DÍA: 25

En realidad mi tribu nunca ha sido de tener una sola creencia. Adoraban dioses, espíritus, lo que fuera. Desconozco qué opina Loor sobre ellos, pero sí qué opino yo.

Los espíritus existen, está claro. No puedo pensar que los muertos que ha habido en mi vida simplemente ya no existen, tiene que haber algo más. Y, si las personas tenemos espíritus que se liberan al morir, puede que no todos tengan un sitio al que ir y se queden en la tierra. O quizás protegiendo a alguien, no sé.

Ahora bien, si me preguntas si creo que los espíritus pueden guiarnos, no estoy segura de ello. Puede que nos puedan ayudar, aconsejar, pero no creo que tengan más conocimientos que nosotros. Aunque tener varios consejos para una duda puede ayudar en un momento dado a ver todas las opciones.

Respeto a quien cree en ellos, pero también te digo que no busco su consejo. Por ahora estoy bien así.

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DÍA: 25

De repente, Derviche se dio cuenta de que aquella mirada de Cielo no la abandonaba, seguía con sus ojos clavados sobre ella, como rumiando algo en su cabeza. Derviche hizo lo propio, clavó sus ojos en los del infante Cielo.

-Me han faltado el respeto a mi primero- Comenzó a decirle en el mismo tono cortante a Lagrimita, aunque sin mirarlo, ya que sus ojos estaban pendientes de su compañero Cielo.

-Así que creo que actuar en legítima defensa, en vez de salir corriendo a chivarse a papá, es más adecuado en este caso-

-A mi no tiene que mandarme a callar nadie, menos otro soldado, sin estar de servicio, y harto de grog, lleve un dia de juramento o trescientos años, es un soldado, no un oficial, por lo tanto, es Grito y ese otro- Señaló directamente a Cielo-Con sus insinuaciones, los que me han ofendido, ¿Les he pedido que se disculpen? ¿He dicho alguna mentira? no, pero aún así, sigo siendo yo la ofensora-

Estaba ya bastante harta de la actitud del dúo calavera, conformado por Grito y Cielo, así que se decidió a atacar el problema, si no, jamás terminarían de darle la maldita lata.

-Cielo, si tienes algo que decir, ven y dilo, o quita esos ojos de encima mía que pareces un espía de Pastel, creí que  en la infantería, soucionabais las cosas hablando, no corriendo a chivaros, como tu hermanito Grito- Su tono cambió a algo un poco más despectivo, sobre todo al mencionar al León Hambriento

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DÍA: 25

--------Le pareció escuchar una voz distante, como distorsionada... era Derviche, que le decía algo a él. Sacudió la cabeza para tratar de enfocar lo que le decía.

- Soldado este infante te ha invitado a hablar hace un rato, y lo has rechazado. Se te ha pedido silencio después, y has dicho que no tenías porqué obedecer. Ahora yo miro donde me da la gana. Y creo que no tengo porque obedecer cuando me pides que deje de hacerlo. Porque no estoy de servicio y me lo pide un soldado. Creía que eras diferente, incluso he visto con buenos ojos que pudieras ser infante. 

Dejó la jarra en la mesa y dio un pequeño paso.

- Así que aquí voy a estar mirando. no tengo intención de obedecer. ¿vas a impedírmelo soldado Derviche? Como verás, no estoy borracho.

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DÍA: 25

No puedo dejarlo pasar. No, no puedo. Ya es demasiado. No puedo evitar levantarme y acercarme a la posición del infante.

Cielo, por favor. Tú sabes que hemos hecho un juramento, uno que nos une a nuestros hermanos. Vosotros, los infantes, compartís un vínculo mayor que ese juramento incluso. Nosotros, los Campamenteros, aún lo estamos desarrollando. Pero, en aras de ese vínculo, y aunque Derviche haya querido ir con la infantería, aún sigue siendo una campamentera y me veo en la obligación de salir en su ayuda si esto va a más. Sé de sobra que no la necesita, incluso que la despreciará, pero aún así mi honor de hermana me obliga a estar a su lado, como seguramente hará Desastre en tu caso. ¿No cabe la posibilidad de que te invite a una jarra de grog y dejemos esto aquí?

Me giro hacia Derviche. Sé que no necesitas ayuda, ya lo he mencionado, pero no podía dejar las cosas así. Por favor, hermana, acepta que te invite a lo que quieras esta noche pero no sigas respondiendo las provocaciones de otros. Déjalo pasar. Mientras hablaba, me he ido moviendo hasta situarme entre ambos.

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DÍA: 25

Me preocupa que mis hermanos le presten tanta atención a esa campamentera, por fortuna en nuestra escuadra no hay mujeres, siempre traen problemas, siempre.

Ahora era Cielo el que parecía intentar atraer la atención sobre Derviche, o al revés, había estado atento a la historia de Matador y no se había preocupado más de otra cosa hasta que Derviche había vuelto a abrir aquella boca. ¿Pensaba provocar uno por uno a todos hasta dejar la tienda de grog vacía y poder quedarse sola? Aquello le preocupaba. Encima su compañera parecía salir en su defensa, aún admitiendo que ni hacía falta ni el gesto sería apreciado, eso le preocupaba doblemente. Aunque más preocupante sería no conseguir una jarra de grog gratis, Niña de oro tenía dinero suficiente para invitarlos a todos, o al menos eso se decía.

-Si me invitas a mi a una jarra de grog te aseguro que no provocaré a nadie.

Preocupado sonrió, a veces el sentido del humor podía voltear las situaciones y le preocupaba no poder encontrar una salida razonable a todo aquello.

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DÍA: 25

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- No te preocupes, Niña de Oro, parece que ya tengo otras cosas que mirar. Dijo girándose levemente hacia la joven que le hablaba.

Venga esa jarra, tengamos la fiesta en paz. Acabo de dejar a mi hermano Matador con la palabra en la boca. Se dio la vuelta y regresó con su grupo.  Yo también quiero brindar por el gran gladiador de Dádiz, Preocupado. Un leve escalofrío le recorrió el cuerpo al dar la espalda a Derviche, y esperó que Niña de Oro y Desastre se les uniesen.

Preocupado, tu y yo hablaremos de espíritus y chamanes otro día, esta noche no, esta noche estamos de celebración.

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DÍA: 25

No le hizo mucha gracia tener que dejar tirado a Lagrimita, pero no pudo evitarlo.

-Está bien, mira donde quieras, en tu derecho estas-

También se levantó, tras dejar el vaso en la mesa con un fuerte golpe, dio  un paso hacia Cielo, tal y como había hecho el infante.

-¿Desde cuando invitarme a meterme con los mandos es hablar? ¿Desde cuando 'no sigas hablando', es pedir silencio?, respóndeme si es que te da la gana, Cielo- Si creia que la iba a intimidar, como Grito, otro más equivocado.

-¿Te ha molestado lo de borracho? vaya, a mi a cada paso me dicen loca y no pasa nada, ahora bien, me teneis harta, tu y hermanito Grito, con tanta necedad, sois soldados nuevos al igual que yo, ¿Os da eso superioridad sobre mi?, jamás-

-Por respeto a mi hermano Desastre aquí presente, te dejo pasar una, pero no más, vosotros habeis empezado, y sois los que os sentís ofendidos, aquí lo repito, delante de todos, no pienses como Grito que me voy a acobardar- Escupió al suelo. Si quería pelea, la tendría, ellos habían empezado.

-Si no me conoces, no te atrevas a juzgarme-

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DÍA: 25

Iba a acercarme y llamar a gordo Wen cuando Derviche volvió a hablar. Suspiro, pese a todo sigue siendo Campamentera. Me mantengo impasible entre ambos, deseando que la cosa no fuese a más, pero convencida de estar junto a mi hermana suceda lo que suceda. Esperaré la reacción de Cielo.

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DÍA: 25

- Si de verdad vais a hacer esto deberíais hacerlo en el campo de entrenamiento. Podréis pegaros hasta saltaros todos los dientes y los mandos no podrán decir palabra. - dijo Desastre que se había girado en la barra y no había hecho ademán de moverse de allí. - Si queréis pelea no se a que viene tanta mariconada, como si dos soldados de la Duodécima necesitasen llegar a esto para tener algo de acción. Daros de puñetazos si es lo que queréis, después os tomáis algo juntos y arregláis el asunto. O ahorraros los puñetazos y brindad ahora. - 

- Lo importante es hacerlo sin que la cosa vaya a más. A los problemas entre soldados soluciones entre soldados. Y luego tan amigos. - 

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DÍA: 25

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- No , no Desastre, ahora ha salido a la luz mi ofensa...

Volvió a girarse hacia la jaguar, con sonrisa ladina.- Bien, quiero que todos los presentes sean testigos. Alzó la voz.

Presentó formalmente mis disculpas a la soldado Derviche por invitarla a beber y a meternos con los mandos. Era una broma pero no medí el alcance de la posible ofensa. No volverá a suceder aunque cien años dure, y espero haber reparado el daño. Hizo una pausa dramática .

- Ahora tú, Derviche, discúlpate ante mí y ante mis hermanos  de Infantería por habernos llamado borrachos y por pasar dos veces por nuestro lado sin saludarnos. Y todo el daño quedará reparado y olvidado.

Tu tampoco me conoces a mí lo suficiente. Y volvió a sonreír lobuno.

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DÍA: 25

Derviche apretó los dientes  y puños, retrasando el pie derecho. ¿Disculparse ella, por algo que no había hecho?. Jamás.

-¿Otra vez dándome órdenes, es que no aprendeis nunca?- Siseó, ahora si, con palabras destiladas en ácido furioso.

-Si acaso debo disculparme con alguien, es con Lagrimita, al cual he dejado con la palabra en la boca, por vuestra jodida culpa-  Echó a un lado a Niña de Oro.

-Entérate, saludaré a quien me de la gana, hablaré con quien me de la gana, y si, si estais bebiendo cada dos por tres,  sois unos borrachos, tú y Grito-

-Tu has creado el daño, exigiendo lo que no debes, no voy a disculparme por decir la verdad- Permaneció desafiante, estaba preparada para saltar sobre Cielo a la próxima bravata. Las palabras de los demás le entraron por un oido, y le salieron por el otro.

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DÍA: 25

Preocupado no solo se había quedado sin su jarra de grog gratis si no que además aquella pesada de Derviche seguía sin dejarlos beber tranquilos. ¿Que era lo que quería? Estaba claro que no eran disculpas.

Las mujeres siempre dan problemas...

Le preocupaba que Derviche no quisiera nada en concreto, simplemente había decidido joderles la celebración. Pero ¿Que podía esperarse de una K'Hlata que ni siquiera respetaba a los espíritus? Nada bueno desde luego. Y Preocupado ya se estaba cansando de ella.

-Pues vete a disculparte con Lagrimita y déjanos beber en paz. Para no gustarte los borrachos te acercas demasiado a ellos. Cielo ya se ha disculpado por nada, Grito se ha marchado de su propia celebración y dejaste a Lagrimita con la palabra en la boca. ¿Tienes algún problema con la infantería? Pues cuando tenemos un problema entre nosotros lo arreglamos en en campo de entrenamiento a puñetazos como bien dice Desastre. Aunque tratarte como una igual sería más de lo que mereces, quizás prefieras un entrenamiento con armas. Sea como sea escoge lo que prefieras y déjanos beber en paz mujer.

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DÍA: 25

---------- Pues bien, todos los testigos, incluida un miembro de tu escuadra, Niña de Oro, pueden corroborar que tras disculparme para tratar de arreglarlo, tú no sólo no has querido hacerlo sino que reiteras tu insulto, a todas luces infundado puesto que yo no estoy todos los días en este lugar, y ahora mismo no puede decirse que este borracho.

Supongo que esta es la manera en la que la Soldado Derviche arregla las cosas hablando, como ha solicitado hace un minuto. Gracias por todo ...finalizó con cierta pena, y se volvió a girar con sus compañeros. Hermana...

No, no entrenare jamás contigo, salvo que se me ordene.