Partida Rol por web

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

La tienda de Grog siempre era un buen lugar para huir de las preocupaciones y si bien estas no desaparecían si que parecían menos importantes con unas cuantas jarras de grog encima, a veces era el único remedio para evadirse de todo. Claro que no se podía abusar tampoco, eso sería malo, pero si de vez en cuando. Además Grito había insistido en celebrar su llegada a la compañía y en cierta forma era algo que podía hacerse extensible a muchos del pelotón pues casi habían entrado a la vez.

-Menudos compañeros que te gastabas Grito, tuviste suerte de encontrar la Compañía Negra, al menos aquí formamos parte de algo muy grande. Y a ese amigo tuyo arquero espero que lo ensartaran bien, menudo pedazo de mierda.

No es que a lo que se había dedicado Grito en el pasado fuera de su agrado, pero ahora era un hermano juramentado y ya no le preocupaba ese asunto. Sin embargo el problema de su hermano Cielo era preocupante, pues un guerrero que no dormía y no descansaba bien no podía luchar con las mismas energías.

-Cielo, deberías ir a hablar con Caratótem o alguna de las pitonisas, si no puedes dormir seguramente hay un mal espíritu que te ronda. Mira allí está la Quinta, quizás pueda ayudarte.

Le extrañaba ver por allí a una pitonisa, las de su clase no solían frecuentar aquel lugar, tan solo las meretrices. Claro que siempre había rumores que afirmaban que las pitonisas también ofrecían ese tipo de servicios. Eso le preocupaba.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Se encogió de hombros con cara de resignación fingida, luego estalló en risas.

Era joven, estaba muerto para mi tribu y necesitaba comer a diario... ¡Chico, que le vamos a hacer!. Bebió un sorbo de un nuevo jarro mientras reía. ¡Bah! Eso se quedó atrás aunque aprendí un par de trucos muy útiles, eso no lo niego.

Contuvo un eructo mientras se palmeaba la barriga. El grog era lo adecuado para dormir los problemas, no las pitonisas.

Nah, si Cielo no duerme bien... Es que necesita unas horas con Bruja o Jenny ¡Con los huevos descargados y los ánimos calmados no hay pesadillas! Soltó una carcajada descomunal mientras buscaba a tientas su jarra para beber de nuevo. Si te parece, hasta te invito.

...Total, son lo mismo, un engaño. Solo que unas acompañan el engaño de placer y las otras de malas intenciones...

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

--------------------------

-Todos dejamos atrás un pasado, la capa lo perdona todo, hermano Grito.

Preocupado no hablaré de esto con Chamanes y menos con pitonisas, podrían decir que estoy hechizado o algo peor, y pedirme muchas platas para curarme. Me inclino por tomar otro grog y reconsiderar la oferta del hermano Grito dentro de un rato.

Abrazó a Preocupado con fuerza. - Y tú deberías hacer lo mismo, todo ese lío de dioses diosas y magia negra es lo que tiene mi cabeza atolondrada. Todo es más fácil cuando hay un enemigo y lo atraviesas con tu lanza , fin.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Derviche entró a la tienda de Grog, llevada allí por sus ganas de probar uno de los estofados. Ciertamenten no solía ir mucho por allí, pero cada vez que lo hacía, se sentaba en una esquina oscura. Aquella vez no iba a ser diferente.

Pasó por al lado de Grito, Cielo y Preocupado, a los cuales no saludó, en realidad, no saludó a absolutamente a nadie.

Se apoyó en la barra de gordo Wem mientras esperaba para pedir.

-Una escudilla de estofado de carne, no mucha cantidad, y un vaso de grog, estaré por allí- Señaló el lugar donde tenía pensado sentarse. Su tono de voz era invariablemente seco y frio.

Se retiró a su esquina, teniendo que bordear de nuevo al trio de infantes. Seguramente estaban borrachos y por eso montaban aquel jaleo mareante. Esperó allí en silencio, simplemente observando todo.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

----------------

En plena exaltación de la amistad y algo de euforia, Cielo vio pasar a la Jaguar, que los había ignorado deliberadamente.

- Eh, Derviche, ven aquí y bebe con tus hermanos infantes. Estamos a punto de meternos con los mandos, y Cielo quiere tu opinión. Únete.

La sonrisa y la actitud eran alegres y amables, pero el tono de Cielo sugería seriedad, como si no quisiera dejar pasar así como así que Derviche hubiera pasado sin saludarles...

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25
________________________________________________

Surgiendo de uno de los apartados de tela cuidadosamente aislado del resto de la tienda, surge Lagrimita. Es una visión extraña para sus compañeros, ya que parece que ha dejado de lado su habitual coraza y espada, vistiendo con unos ropajes de color negro, tan comunes entre los Oscuros. La única nota de color la da una daga de pedrería que lleva cruzada en su cinto, bien visible. Un ojo avezado podría distinguir el largo puñal que se oculta en la caña de su bota.
Levanto la vista, algo sorprendido por la reunión de Infantes. Derviche, que parece recuperada al menos en parte, se sienta en un lugar apartado. Sólo en su postura algo envarada se puede traslucir que aún sufre molestias, si no verdadero dolor de las heridas de su espalda, que tantas veces he ayudado a curar. Dirijo un saludo en su dirección alzando el mediado vaso de grog que llevo en la mano, mientras me acerco a mis camaradas.
- ¡Menuda una reunión que habéis montado! ¡Y sin avisar! - sonrío mientras bebo a su salud. - He oído algo de mandos y hablar. Pero es que vosotros no acabáis de verlo... el clavo que sobresale es el primero que se golpea. Os podría contar una historia, una que tiene su origen en el perdido Khatovar, una que nace en un día como hoy, hace más años de los que puedo contar... pero menciona a cierta Diosa de los Oscuros, y no quisiera incomodarte, Cielo. Si queréis os la puedo contar dentro de un año aquí mismo. Qué decís, ¿seguiréis vivos para entonces? - alzó mi vaso en una invitación al brindis, mientras guiño un ojo a los K'Hlata.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Apareció Lagrimita que parecía venir de hacer lo que todos sospechaban... Costura... Gritó empezó a aplaudir con risas mientras pateaba el suelo, armando un bello estruendo.

¡Éramos pocos y parió la vieja!  Vociferó pidiendole una jarra de grog al orondo tabernero. Toma, que tu jarra tiene un agujero por arriba y se vacía muy rápido.

Bebió y mordisqueó su nudillo para terminar por romper su medio segundo de silencio diario.

Naaaaada, lo cuentas ahora. Dijo mirando a su hermano oscuro. Tanto hablar de Khatovar y contáis tan poco de ella.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

No tardaron mucho en servirle lo pedido, y tras la primera cucharada al estofado, respondió a Cielo.

-Y yo quiero comer tranquila, no hablo con borrachos-

Otra cucharada de estofado, un sorbo al vaso de Grog, todo ello mirando a los infantes, con la expresión de su rostro afilada como sus cimitirarras.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Matador entra en la taberna y ve a sus compañeros infantes, al menos una buena representación de ellos tomando Grog y contando historias. Aunque para muchos esto supone quizás falta de compromiso o disciplina o algo por el estilo, Matador sabe que no es así, al menos no todo lo que se piensa. La mayoria no se emborracha, solo se achispa lo suficiente para soltar la lengua, lo que hace compartir historias pasadas y hablar con verdad, y eso ha unido mucho al grupo de infantes.

Por desgracia Matador entre que apenas puede ahorrar y que lleva tanto tiempo con guardias y normalmente en horario incompatible con la tienda de Grog no ha podido disfrutar mucho de estas reuniones. Y cuando lo ha hecho tan solo ha bebido un vaso o dos.

Se acerca a sus compañeros cansado tras su turno de guardia.

¿Alguien me invita a una?. Y quizás así luego os cuente como conseguí escapar de mi servicio como esclavo gladiador en Dadiz.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Celebró la llegada de Matador, ofreciendole un nuevo jarro. Se le iba ir la mitad de la paga del año celebrando este día, pero así es la vida.

Yo te lo ofrezco hermano, a cambio la historia. Escuchó la memez soltada por Derviche y se giró lentamente. Entonces ya no hables más, porque hablas demasiado.

Su expresión era seca, cortante y autoritaria. Los jodidos idiotas de los novatos, siempre pensando que son heroes y están por encima del bien y del mal. Juraron apenas hace un año y se creían con autoridad para hablar en ese tono a nadie, siendo nada más que un montón de estiercol de vaca que apenas ha salido de las manos del Sargento Gulg... Pocos varazos da Lengua Negra, parece, demasiado pocos...

Venga Matador, cuentanoslo y así a Cielo le volverán las ganas de irse a un reservado con Bruja. Dijo alzando la copa hacía la meretriz con una sonrisa, a modo de brindis.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Desastre solía frecuentar la tienda de Grog por ser uno de los pocos sitios donde el soldado podía conseguir algo de carne cruda para su manada. Eso no iba a durar eternamente y su escaso sueldo se estaba volviendo aún más escaso tras soportar esos gastos haciendo que tan solo pudiese ahorrar un par de cobres al mes. Pero era un sacrificio que estaba dispuesto a hacer al menos hasta que los leones cumpliesen un año y Desastre tuviera que solicitar permiso para abandonar el campamento y llevar a sus chicos de caza. 

Como hacía diariamente, Desastre entro con un leon a cada lado a la tienda de Grog y saludó a los presentes casi sin mirar. Caminó directo hacia el tabernero y pidió lo habitual. Un par de pedazos de carne sanguinolienta y una jarra de Grog para él. Una vez pedido y mientras el camarero le servía, Desastre se dio la vuelta para ver que aspecto tenía hoy la clientela. 

Para su sorpresa pudo ver que varios de sus hermanos se habían reunido y parecían llevar varias jarras de grog encima. Tambien pudo ver a Derviche sentada al fondo de la sala, a Kadesha que parecía estar obviando a sus hermanos infantes y alguna otra cara conocida. Con una sonrisa, Desastre volvió a saludar a cada uno de ellos con una inclinación de cabeza e hizo un gesto a sus hermanos indicándoles que ahora se uniría a ellos. Primero debía alimentar a los cachorros.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

------Fijo su mirada en la jaguar. Sin contestar. Luego se puso a hablar con sus compañeros, pero no apartó la mirada.

- Si hermano Matador, cuéntanos algo que nos anime, además tú eras de los más interesados en el asunto de las chicas. Puede que seas quien acompañe a Grito.

Lagrimita, tu y yo hablaremos de esa diosa largo y tendido. A mí no me quita el sueño nadie, esto tengo que arreglarlo. Pero no será hoy, hoy celebramos que hemos sufrido siete años a este león  ruidoso. Y a ver si nos dura siete más.

Lo sabía, Derviche no tiene lo que hay que tener para ser Infante. Vientos se equivocó con ella. Una lástima, necesitamos hermanos y camaradas al lado cuando vamos en vanguardia. No perros solitarios y rabiosos. Reflexionó para sí. mientras la seguía mirando.

- Eh Desastre, venga alimenta a la manada y vente a por un Grog. La próxima puede que no estemos todos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

No es raro verme en la tienda de grog, especialmente a última hora de la tarde, antes que los borrachos de turno hallan tenido tiempo de beber lo suficiente para ponerse pesados. De todos modos, por precaución, siempre llevo mi iwisa.

Lo cierto es que el grog no me gusta, y suelo pedir agua, pero la tienda es el mejor lugar para conseguir algo mejor que la bazofia que suelen servirnos.

Este día, sin embargo, al entrar, algunos miembros de la Infantería están bebiendo y hablando, y alguno parece un poco "chispa". Por un momento, me planteo la posibilidad de darme la vuelta, pero lo cierto es que tengo hambre. Así pues entro y pido a gordo Wen un plato de estofado y una jarra de agua. Como siempre, éste me mira mal por pedir agua y no grog, pero no dice nada.

Mientras espero que me sirvan, miro a mi alrededor, al resto aparte de la infantería. Derviche está sentada con su expresión hosca de siempre. Quisiera acercarme, preguntarle por sus heridas, pero temo su reacción. Demasiado imprevisible.

La quinta también está presente. Parece observar a la infantería sin decir nada. ¿Qué tramará? Las pitonisas no acaban de gustarme, pero Khadesa al menos está aprendiendo a tratar heridas, haciéndola útil a la compañía.

También está Desastre con los dos leones. Me acerco. Saludos, manada. ¿Qué tal los hermanos? En ese momento aparece gordo Wen con el pedido del infante. Por favor, cóbrame a mí lo de hoy y añade otro plato de estofado para Desastre. Es decir, si me permites invitarte; imagino que no es barato cuidar de unos leones. Me agacho acariciando la cabeza de los leones.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Aquel idiota de Grito le caía tan mal como supuso que lo haría. Normal, era un león hambriento, y ella una jaguar, algunas derrotas humillantes no se olvidan jamás.

-Que seas un guerrero antiguo, y además competente, no te da ningún derecho a mandarme callar- Escupió un trozo de hueso en su dirección, aunque no llegó ni siquiera a tocarlo, a decir verdad, rodó por el suelo a un par de metros de Grito.

-Así que me callaré cuando me de la puta gana-  Le dio otro sorbo al vaso de grog

-Tu sigue con tus historias o canciones de putas y fulanas, y déjanos a los demás hacer lo nuestro- Sin importarle lo más mínimo las bravatas de Grito, comió otra cucharada de estofado, el cual finalmente se acabó. Se recostó en su silla con el vaso de grog en la mano.

-Quizá tu antigüedad te valga para asustar a los críos, conmigo, no te va a servir para nada, y menos hablándome así-  Le lanzó una sonrisa malévola, como últimamente estaba haciendo demasiado. Alguno diría que era un comienzo, lo de sonreir. Quizás no entendían que detrás de aquellas sonrisas solo existían visiones de maldad y sangre.

Al aparecer Desastre y Matador, saludó a ambos alzando la cabeza un poco.

-Hola hermano- Le dijo a Desastre.

-Matador, otra que corra por mi cuenta- Haciéndole entender, que no había olvidado sus palabras de meses atrás en la tienda de los heridos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Tomó aliento, se arrepintió de haber hablado a favor de ella con Matagatos, se giró con cara seria.

¡Soldado Nuevo Derviche! El derecho a mandarte callar me lo dá el rango y la antiguedad. Asi que callate y haré que tu oficial al mando tengo novedades al respecto. Se decidió a ignorarla, escoria mal reclutada que es carne de horca. Asi que ahora come y calla. Estás en La Compañía Negra, te ceñirás a la disciplina militar asi que deja de pensar que puedes hacer lo que quieras.

Salió de la tienda con gesto malhumorado, dispuesto a buscar a Lengua Negra. Se aseguraría que aquella incompetente perdiese la capa o que colgase de una horca.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

¿Siete años? - dijo el soldado con incredulidad. - Hijo de puta... ¿Es que no piensas morirte nunca? - bromeó Desastre alzando la copa de Grog en dirección a sus hermanos. 

Luego la tienda volvió a abrirse en una ocasión dejando entrar a Niña de Oro que tras mirar un poco la clientela del local acabó acercándose a Desastre y ofreciéndose a pagar por su pedido de hoy. - Saludos hermana, os agradezco... - comenzó a decir el soldado antes de ver como las cosas comenzaban a descontrolarse entre sus hermanos de escuadra y Derviche. Las cosas se precipitaron y cuando Desastre dio un paso adelante para ir a poner paz en aquella situación Grito ya había sacado las cosas de quicio y se dirigía a la salida con gesto malhumorado. 

Sabía a donde iba y por un momento estuvo tentado a interponerse en el camino de este y darle un puñetazo en los morros. ¿Desde cuando Grito había tenido ese ansia por demostrar que estaba por encima de los demás y se había vuelto alguien que iba corriendo a llorarle a los mandos? Joder, eran infantes, las cosas se resolvían entre ellos no se lloraba a los mandos.

Desastre golpeó la barra con el puño cerrado para luego dejar escapar un suspiro y pasarse la mano por la cara. A ver por donde demonios explotaba aquello. - Esto no va a acabar bien... - Se le notaba jodido por aquella situación, tal vez incluso superado. Permaneció apoyado en la barra rascándose la cabeza en silencio unos segundos antes de volver a levantar la mirada. Bebió Grog y luego volvió a mirar a Niña de Oro. - Los cachorros aun se están acostumbrando, pero ya he podido empezar a trabajar con ellos. - dijo el soldado aún serio. Cogió los cuencos con la comida y tras hacer como que comía algo de cada plato los dejó en el suelo. Esperó, esperó, esperó y finalmente dio permiso a los animales de comenzar a comer. - ¿Que tal tus entrenamientos con las nuevas armas sin filo? - preguntó el soldado intentando establecer algo de conversación y así poder ordenar el caos que se había creado en su interior. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Derviche se encogió de hombros ante las voces de Grito. Si era feliz al ir corriendo a contarle el chisme al bastardo de Lengua Negra, Derviche no le iba a quitar su ilusión. Sabía perfectamente que no había dicho ninguna mentira, o algo malo. Seguramente la castigarían otra vez, ya que su jefe también la odiaba a muerte, más aún tras el castigo cuando Belleza le fracturó muchas costillas. Vio que Cielo también la miraba, pero ni siquiera hizo el gesto de contestarle a la misma, ¿Para qué? ¿Para que también fuese corriendo a llorarle como un crio a su jefe?. Le dio un trago al vaso de Grog y pensando en lo ocurrido apretó los dientes y el vaso con fuerza, mientras despreciaba mentalmente al llorón de Grito. Así que no era del todo cierto lo que le contó Desastre, y hasta en la infantería había ratas en vez de leones.

Lo que tenía claro es que otro soldado no iba a mandarla callar, y menos sin estar de servicio, y en la tienda de Grog. Quizás con Niña de Oro, la cual acababa de entrar, le hubiese funcionado. No con Derviche.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

Sonrio a Desastre, insistiendo mentalmente en no darme la vuelta para ver qué hacen los infantes. Sé que Derviche se ha metido en otro lio.

Bastante bien. Ahora practico más el uso del báculo como bastón de guerra, para golpear con ambos extremos. No es fácil, comprendo muy bien por qué Loor es quien es si ha conseguido controlarlo, pero voy mejorando.

Al menos, espero ser capaz de dar algo de guerra a nuestros enemigos en la próxima batalla termino con una sonrisa. Por fin, gordo Wen nos sirve el estofado y mi agua, y empiezo a comer, despacio, con calma, como aprendí de pequeña.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25

- Brindo por que siga así, imagino que será complicado dejar atrás las enseñanzas que has tenido desde siempre. -  dijo el soldado levantando su copa mientras hacía referencia al tener que acostumbrarse a luchar de una forma completamente diferente, con otras armas y otra forma de ver el combate. Comenzó a comer acompañado de Niña de Oro mientras seguía hablando con ella. - ¿Puedo preguntarte algo? - dijo mirando a la muchacha con una mezcla de curiosidad y temor a ofenderla. - ¿Porqué abrazastes tu nueva fe? - dijo con respeto. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (ÚLTIMO DEL OTOÑO).

DÍA: 25
___________________________________________________

Mi ademán para detener a Grito llega tarde, y no quiero desdecir al orgulloso K'Hlata delante de todos. No obstante ya me he levantado de mi silla, circunstancia que aprovecho para dejar que los leones de Desastre me huelan, y ponerles una escudilla de agua, para que aplaquen su sed. Dirijo un gesto de saludo y mutuo reconocimiento a Niña de Oro, a la manera de los compañeros de la Compañía, mientras finalmente dirijo mis pasos al lugar donde reposa Derviche.
Me situo cerca, más no de manera invasiva, y examinó los ojos de la mujer, tras lo cual hablo con tono profesional. - Saludos Derviche. Veo que has acabado de comer, y para que no te desdigas, te diré que sólo he consumido medio vaso de grog, con lo cual disto de estar borracho. ¿Me permites sentarme en tu mesa para hablar contigo? - espero la contestación de la mujer algo envarado.