Partida Rol por web

La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

La Compañía Negra: Tienda de los Heridos.

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24/09/2015, 17:53
Pelagatos.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

POR LA MAÑANA 

 

La fiesta para celebrar la victoria había sido agridulce. No sólo por las pérdidas de soldados de todos los rangos, sino también por la cantidad de heridos que estaban ausentes. Entre ellos esaba El Capitán, quién se debatía entre la vida y la muerte por culpa de un truco sucio jugado por la bruja Chuda y su veneno. El veneno era un arma cobarde, un arma de mujer decían muchos. No iba a ser yo quien saliese a defenderlas.

Dejé a mi cuerpo descansar tanto cómo requiriese. Al contrario que otros, yo estaba en mi propia tienda. La tienda de heridos estaba sobresaturada y se debería guardar para los más graves (cosa que algunos no sabían ver y se pasabn todo el tiempo ahí, quejándose de rasguños). Además, el olor era nauseabundo. Sudor, pus, vómitos… demasiados K'Hlatas amontonados… Estaba mejor en mi propia tienda, sin duda. Además, no era la primera vez que había sido herido en combate. Sabía lo suficiente cómo debía actuar para evitar que se me infectasen las heridas y dejarlas sanar. Si cuando comprobaba su estado tenían mal aspecto, iría a pedirle a Khadesa que le echase un vistazo.

Pero a pesar de querer evitar pisar la tienda, necesitaba ir a informarme. Había cuatro personas en esa tienda, heridos, de quienes me importaba su estado de salud lo suficiente como para molestarme en ir personalmente a preguntar en lugar de escuchar los rumores del campamento.

El primero era, por supuesto, El Capitán, que además era familia. Aunque su estado de salud estaba constantemente en boca de todos así que realmente no era necesario.

El segundo era Matagatos. Hacía unos meses había decidido enterrar el hacha de guerra y mostrarme responsable, confiable. Matagatos era el líder de mi pelotón, gustase a todos o no, con lo que ponerme en su contra sólo me causaría problemas. Además, había decidido que era momento de empezar a realmente forjarme un futuro en la compañía, y Matagatos podía ponerse de mi lado llegado el momento si conseguía ver mi valía. Por otro lado, ya no éramos niños ni estábamos en una competición: esto era guerra, no había tiempo para chiquilladas. Esto y que era mi primo, y la sangre es importante, hacía que me molestase en ir a preguntar por su estado. Aún recordaba cómo mis instintos habían ido hacia su encuentro al verlo rodeado, antes de poder pensar si quiera en qué ocurriría si moría o no (si me salía cuenta o no). Tal vez muy en el fondo me importaba genuinamente su bienestar. Tal vez.

El tercero era Lengua Negra. Nuestra relación no era tan buena, sobretodo habiendo sido situado en otro pelotón tras destituirlo del liderazgo de los Hostigadores, pero la familia es la familia.

Por último estaba Lagrimita, mi hermano de capa, que estaba en coma tras la batalla.

Todos estaban gravemente heridos, inconscientes. Sí, merecían que dedicase algo de mi tiempo en ir a preguntar por su estado.

Cuando llegué a la tienda e incluso antes de entrar, ya podía notar el olor del interior y escuchar la gran cantidad de voces que se aglomeraban en el interior. Arrugué la nariz en disgusto, pero no podía hacer nada al respecto.

Entré en la tienda e ignoré las idas y venidas, las conversaciones, y me acerqu€ directamente a Khadesa.

Khadesa. Prima. – le dije hincando una rodilla a su lado, para agacharme a su lado. Le hablé en oscuro, cómo siempre. – ¿Se sabe algo nuevo de Capitán? ¿Han mejorado Matagatos y Lengua Negra? ¿Y Lagrimita? ¿Ha despertado alguno de los cuatro?

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24/09/2015, 22:14
[RIP] Escudo, Pelotón de Exploradores.

Escudo observó como Niño Guerrero ayudaba a Belleza a retirar los vendajes de la tienda. Viendo que no era necesario en la tienda, decidió salir fuera y ayudar recogiendo madera ya sea para quemarla o para trabajarla posteriomente. Tenía buena mano para seleccionar la madera y estaba aprendiendo a trabajarla.

Salió al patio principal.

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24/09/2015, 23:00
[RIP] Niño Guerrero, Pelotón de Exploradores.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

POR LA MAÑANA (Ya cerca del medio día...)

Sonrió de forma inmediata en cuanto pudo intuir que una sonrisa iba a aparecer en la boca de Belleza y asintió a las palabras de ella para decir en voz baja - A Niño Guerrero no le convencen sus ritos extraños. - Y tras aquella pequeña confidencia caminó a su lado al interior de la tienda de nuevo. No se movió del lado de Belleza.

Cuando ella le ofreció agua, el joven explorador la aceptó de buen gusto hasta que escuchó un quejido suave que le sonó a algo parecido como una petición de agua, movió la cabeza rastreando la zona como si fuera una batida y finalmente señaló al hombre que la pedía. Era Tarado, y con el agua que Belleza le había ofrecido se movió hacia la zona en la que estaba el hombre herido para ofrecerle agua, siguiendo las pautas que Ojopocho le había dicho, poco a poco y sin que se atragantaran.

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24/09/2015, 23:36
[PJ] Compañía: Exploradores: Frontera

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

POR LA MAÑANA (Ya cerca del medio día...)

Un ruido de masticar de hojas secas se puede escuchar en la tienda de los heridos. Es el propio Frontera, que a medida que acaba de preparar cataplasmas va escondiendo algunas hojas para él y se va llevando un par de dedos a la boca de vez en cuando. 

- "Hummm, una para ti, dos para mí... una para ti... dos para mí... " - Pronuncia con los ojos enrojecidos a medida que echa una hoja en el cataplasma que está preparando y luego se lleva otras dos hojas a su boca.

Por el rabillo del ojo observa a Rastrojo. Antes eran amigos, pero ahora no. Sonríe y le muestra sus dientes manchados del verde de las plantas. Luego pone los ojos en blanco y se deja llevar mientras canturrea una canción...

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25/09/2015, 03:19
[RIP] Astado, Pelotón de Campamenteros.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

MEDIODIA.

Con una gran sonrisa, Astado entra a trompicones en la tienda de los heridos con una marmita llena de algo que huele muy bien. Sudando por el esfuerzo resopla al dejarla en el suelo cerca del centro de la tienda.

Bien, todos teneis que recuperar fuerzas así que en vez de las sosas gachas de siempre, Gordo Wen ha dicho que estaba de buen humor y nos ha llenado el caldero para comer y me ha salido muy bueno, aunque lo diga yo.

Tras unos segundos de duda y un suspiro disimulado añade: Me ha dicho que tiene algo importante que anunciar dentro de poco, tal vez por eso está generoso.

Cogiendo un taburete de madera lo coloca junto a la marmita y se sienta.

Bien, haced cola, los que estén peor tienen prioridad ya lo sabeis. Miró a los enfermeros y medicos para que se diesen por aludidos, algunos apenas podían beber así que alguien tendría que alimentarles.

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25/09/2015, 08:34
[RIP] Ojopocho.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

MEDIODIA.

Asiento a las palabras de Astado tras lo cual miro a Belleza, Niño Guerrero, Chamán Rojo y León Anciano.

- Coged los cuencos con comida y empezad a llevárselos a los Heridos Más Graves. Aquellos que no puedan comer por si mismos tendréis que dárselo vosotros. - les digo a los cuatro. A los Heridos Leves no les vendrá mal levantarse un poco y estirar las piernas y si se encuentran con fuerzas ayudarán a alimentar a los más graves.

- De los Inconscientes nos encargamos Frontera, Khadesa y yo. - prosigo. ¿Pelagatos nos hechas una mano a alimentar a tus hermanos? - pregunto al Oscuro al ver la cara de preocupación por Matagatos y Lengua Negra.

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25/09/2015, 12:09
Tarado.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

POR LA MAÑANA (Ya cerca del medio día...)


Tarado aceptó con agrado el agua que le ofrecia Niño Guerrero. Bebió con calma y tranquilidad, se sintió más aliviado en ese momento. Pero seguía necesitando algo para distraer su mente.

-Gracias- dijo en un suspiro de alivio.- ¿Niño Guerrero poría hacerme un favor?...no es urgente, pero necesito algo en que distraer la mente...¿Podría Niño Guerrero traerme un pequeño trozo de madera y un cuchillo pequeño?

Le miró con gesto de súplica, la inactividad estaba acabando con sus nervios. Sabía que quizás el soldado se negase, Tarado era solo un bulto...algo que apenas se podía considerar digno de atención dentro del micro-cosmos castrense que englobaba a la compañía. Tenía que ganarse la confianza para ser algún día un hermano por derecho propio, tenía que demostrar que no era cobarde o un llorón indisciplinado y bocazas. Tarado tenía que demostrar que podía ser un hemano de buen nombre y confianza.

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25/09/2015, 12:49
Piojillo, Jefe de los Campamenteros.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

MEDIODIA.

Las horas pasaban y ya era mediodía cuando Piojillo abrió los ojos. Sin darse cuenta, había vuelto a dormirse debido al agotamiento y a su estado. ¿media hora? ¿una hora? El guerrero K´hlata no conseguía recordar cuanto había descansado. Quizás despertase debido a la sed que volvía a tener, o al jaleo que montaban sus compañeros en el ir y venir de agua, comida y ayuda al resto de heridos. Piojillo sentía que la atmósfera de la tienda de los heridos estaba saturada. Se le mezclaban olores que no sabía describir, junto con una temperatura que se hacía asfixiante a esa hora del día. Decidido, bajó sus piernas al suelo y tras unos minutos de agónico esfuerzo, consiguió erguirse. Ya de pie, trastabilló un par de veces, hasta que se dió cuenta que el hambre hacía mella en él. Lo primero que hizo fue acercarse a la puerta, para ver si el aire del exterior calmaba su asfixia. Luego, buscaría la forma de llevarse un plato de comida a la boca. Empezaba a tener hambre.

A penas oyó la conversación entre Ojopocho y otros miembros de la compañía, consiguió comprender que tanto Belleza, Niño Guerrero, Chamán Rojo como León Anciano, podrían proveerle de algo de sustento alimenticio. Miró alrededor y la primera cara que vió fue la de Belleza.

Belleza hacía honor a su nombre, pues tenía unas facciones "bellas" según los cánones del mundo que conocía Piojillo. Le hizo un ademán con la mano, para que se acercase, momento que aprovechó el K´hlata para pedirle ayuda.

- Belleza...Si pudieras echarme una mano para sentarme en algún sitio... Me gustaría comer algo... Por favor.

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25/09/2015, 13:01
[RIP] Belleza, Pelotón de Exploradores.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

MEDIODIA

Escuchó la voz distante de Tarado pidiendo agua, pero Niño Guerrero ya se había adelantado a ofrecer la que le había tendido anteriormente, así que miré a mi alrededor para ver si alguien más necesitaba ayuda, y en ese momento entró Astado con una marmita de olor bastante apetecible. 

Enseguida Ojopocho nos indicó de nuevo lo que hacer, así que fui directamente a ir llenando cuencos para dar de comer a los heridos graves. 

La voz de Piojillo llegó desde la puerta, en donde se había asomado al exterior con sumo esfuerzo. Me volví y lo vi trastabilleando. Aún estaba débil y no podía hacer semejantes esfuerzos, así que fui a ayudarle con un cuenco en la mano.

- Vamos, Piojillo, debes sentarte con cuidado, aún no estás recuperado del todo...- le dije mientras le tendía mi brazo para que se apoyase y se pudiese sentar de nuevo. Una vez estuvo sentado, le tendí el cuenco de comida para que pudiese comer

- ¿Cómo te encuentras? Come algo, te ayudará a recuperarte 

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25/09/2015, 14:51
[RIP] León Anciano.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

MEDIODIA.

El anciano escuchó tranquilamente al Caimán Negro en completo silencio. Respetaba a aquel hombre, pues había demostrado ser un competente arquero. A pesar de haber luchado codo con codo en la batalla de Fuerte Chuda con las flechas incendiarias no habían apenas intercambiado un par de palabras. Aun así le parecía alguien a quien tener en cuenta, y al parecer estaba al cargo de los heridos, en sustitución de la herida Plumilla.

-¿Que os parece si nos dividimos para dar de comer a los heridos, hermanos?- Dijo el León Hambriento con tranquilidad, viendo cómo Belleza se acercaba a Piojillo -Somos cuatro, y hay cuatro escuadras de heridos... 

Carraspeó, para hacerse escuchar por los otros tres, mientras se acercaba a Astado para pedir un cuenco de comida.

-Niño Guerrero es quien mejor conoce a los Exploradores, y Belleza es de las más queridas en los Campamenteros.- Además, ella ya se había puesto manos a la obra -Chamán Rojo, hermano. ¿Puedes hacerte cargo de los Hostigadores heridos? Yo alimentaré a la Infantería.

La Infantería era el Pelotón que más heridos había sufrido, y el León se alegraba de poder encargarse de sus cuidados.

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25/09/2015, 15:10
Pelagatos.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

MEDIODIA

Miré a Ojopocho con seriedad. Estos K'Hlatas no parecían entender realmente el sentido de la palabra "privacidad". Estaba agachado junto a Khadesa, hablando en voz baja y en Oscuro. ¿Qué parte no entendía para no poder deducir que eso era una conversación privada? ¿Y en que parte de su educación se había perdido la parte en la de no interrumpir a media conversación, de todos modos?

Lo peor de todo era lo que me pedía. Que le diese de comer a alguien, cómo si de un niño se tratase y yo fuese su madre. ¿Qué pretendía Ojopocho con eso? ¿Intentar humillarme? La tienda estaba además llena de mujeres K'Hlatas, ellas deberán hacer eso. Era un trabajo apropiado para ellas, pero no para mí. Sin embargo había aprendido en el ultimo mes a morderme la lengua delante de ciertas personas, personas que podían comprometer el futuro que iba a labrarme -que ya había comenzado a labrarme, al menos los primeros pasos -. 

- ¿Están despiertos Matagatos o Lengua Negra? - no tenía ni idea de cómo alimentaban a la gente inconsciente, y no estaba seguro de querer saberlo. De todos modos, SI aceptaba a hacerlo, sería sólo a ellos. O a Lagrimita, tal vez. Ni por 40 platas iba a hacerle de niñera a uno de los K'Hlatas.

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25/09/2015, 16:15
Guepardo.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

MEDIODIA

El viento de la sabana golpea su rostro y con él trae el sonido de una melodía. Una flauta, un ney concretamente, capta su atención. Y lo reconoce: es el canto jaguar a la Madre Tierra, la Diosa de la fertilidad. Es el canto de los cazadores que van a recolectar los dones que la Madre les otorga para lograr el sustento de la tribu. Es el canto que precede a la cacería.

Se mueve felinamente, en armonía con el entorno. Dentro del campo de altas hierbas sus sentidos le advierten de un movimiento entre estas.  Se prepara para lo que va a acontecer a continuación: una carrera vertiginosa donde el ser terrestre más rápido del mundo debe alcanzar a su presa  y abatirla de un certero golpe con sus garras.

Los músculos de todo su cuerpo se ponen en tensión, mientras calcula hacia donde debe correr, hacia donde está su objetivo. Flexiona sus cuatro patas y finalmente sus cuartos traseros le impulsan hacia la caza más veloz que jamás se haya visto.

La hierbas se abren a su paso dejando un fino rastro allá donde pasa. La sensación de ir atravesando la sabana y sintiendo que la va dejando atrás cuanto más acelera le proporciona un furor desconocido. El campo de hierbas altas parece enormemente extenso, infinito, sin límites.

Acercándose hacia su presa advierte que esta también se mueve a gran velocidad, tratando de alejarse de él. Pronto, el felino sigue un rastro que algo impreciso, oculto por las hierbas y en movimiento constante, va dejando delante suya.

Las distancias se acortan y el depredador arrecia sus esfuerzos para darle alcance. Debe alcanzarlo para subsistir. Vida y muerte. La eterna ley de la sabana.

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26/09/2015, 10:37
Khadesa la Quinta.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

Me ha costado la vida misma separarme de Ponzoña. Pero mi sangre me llama. Apenas sí puedo mantener la compostura para no derrumbarme al ver a mi hermano así. Inerte. Si no fuera por el tenue calor que emana de su piel, por el levísimo movimiento de su pecho, diríase que ya estuviera caminando por el mundo de los espíritus. Atiendo a las instrucciones de Ojopocho y comienzo a asear a mi hermano. Mientras, tarareo una canción que nos lleva de nuevo a la infancia, cuando ambos desconocíamos la verdadera faz del dolor.

- No te atrevas a dejarme, o encadenaré tu espíritu para que no puedas transitar las llanuras del reposo. Te ataré a mi misma esencia, permanecerás siempre conmigo... Ojos de Lechuza no quiere perderte. Abre los ojos y regresa al mundo de los vivos.

Así, como un mantra, repito todas las frases que sé que una vez le hicieron reír. Con cuidado voy retirando los vendajes sucios. No es baladí lo que apuntara Chamán Rojo. Todas las hembras sabemos lo importante que es deshacerse de la sangre de luna. La poderosa magia que puede emanar de ella, los rituales que pueden llevarse a cabo, lo dañino que puede resultarnos que caiga en las manos equivocadas.

Amontono las vendas para deshacernos luego de ellas. Sangre, pus, fluidos de muerte y corrupción. De dolor. De desesperanza. Lo aparto de mi hermano totalmente concentrada cuando siento la presencia de Pelagatos a mi lado. Me giro y lo saludo con un casto beso agradeciendo en silencio su presencia, su apoyo. Por más defectos que tenga, conmigo siempre se ha portado bien y son muchos años juntos. Susurro a mi vez:

Gracias, primo. No sé qué más hacer... Cuido sus heridas, lo alimento y rezo a la Diosa para que se apiade y no se lleve a un guerrero que puede dar tantas y tantas victorias...- mi voz se quiebra momentáneamente- Oh, primo, ¿qué voy a hacer si no despierta?

No prosigo hablando pues Ojopocho se dirige a nosotros. La aparición de Astado y el delicioso aroma que exhala el guiso también rompe mi caída en la melancolía. Sonrío al K'Hlata y asiento. Luego, en lengua oscura contesto a mi primo:

Puedes ayudarme si lo deseas, es muy sencillo, aunque lento y laborioso. Necesito que te pongas en la cabecera de Matagatos y mantengas su cabeza erguida colocando ese saco bajo ella. También que no se gire mientras yo hago pulpa el guiso y se lo voy pasando poco a poco. A veces... - trago saliva- A veces incluso traga. Luego hay que hacer lo mismo con Lengua negra.

Me levanto para llenar una escudilla con comida para mi hermano. No pongo mucho, casi todo caldo. Suspiro. Se pondrá bien. Volveremos a sentarnos junto al fuego del campamento.

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26/09/2015, 10:38
Rastrojo.

¡Hey! ¡Chamán!

Era la voz de Piojillo, el favorito de Cochinillo. No es el seguidor que estaba esperando, pero los músculos de Rastrojo se tensaron para intentar despertar y atender la petición como un auténtico...

¡Chamán Rojo!

Oh... vaya... parece que no iba por él, después de todo. Sus músculos pueden volver a relajarse. No está decepcionado, solo defraudado. Es que... quizás si los demás creyesen más en Rastrojo, podría haber sido un mejor chamán. Y luego ves las tiendas de las pitonisas, que sin tener poderes de verdad, tienen colas de clientes, y piensas... ¿qué estoy haciendo con mi vida? ¿He hecho bien en eleigr una carrera que me gusta en lugar de una con más salida profesional? Rastrojo podría haber vivido bien limpiando caca de caballo, sin exponerse a ser lanceado en el estómago, y en lugar de eso se juega la vida como soldado de la Compañía y el alma como chamán. ¿Merece la pena?

Snif, snif...

La hierba recién molida tiene un aroma especial. Lo compensa todo. Disipa todas las dudas. Pero es un placer pasajero, enseguida le llegan olores desagradables que le tapan el perfume herborístico, como el de las gachas sosas que prepara Astado, o el de chocho de bruja que le suda al cantar. No, espera... ese hedor es otro. Huele a humanidad concentrada, a mucha, mucha gente en una tienda encerrados juntos durante mucho, mucho tiempo. Y a apósitos. A vendajes y emplastos usados y resecos. Y Rastrojo, aún inconsciente, se pregunta... ¿dónde estoy? Y la mente le evoca el carromato de Sedoso, y a torturas que no conoce. Peor, se las imagina. Y Rastrojo es el conejillo de indias.

Nnnnggh...

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26/09/2015, 11:02
Pelagatos.

AÑO: 201.

 
Estación: Primavera.
 
Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.
 
Día: 17.
 
MEDIODIA
 

Me tensé un poco ante el beso de mi prima. Las mujeres, las muestras de afecto... No las conocía bien. La Diosa se había llevado a mi madre demasiado pronto y con ella esa parte con la que la mayoría sí había crecido. Además, no entendía a las mujeres. Y el esfuerzo de intentarlo era demasiado grande y sin aparente recompensa.

La respuesta de Khadesa era suficiente para que, aunque no lo dijese abiertamente, contestase a mi pregunta sobre si mis primos estaban despiertos o no. Sopesé lo que me dijo sobre alimentarles. Estaban dando por hecho que ya había dicho que sí, y Khadesa parecía realmente agradecida. Decir que no ahora sólo traería enfados y malas miradas. Hace tiempo no me habría importando, pero ahora era un soldado trabajando en su honor y había sacrificios que hacer. Además, sólo debía mantener sus cabezas en alto. Ella haría el trabajo, realmente, y no parecía que fuésemos a necesitar demasiado tiempo. Podría salir de la apestosa tienda relatvamente pronto. 

Además, aún no podía entrenar. Debía esperar unos días para que mis heridas estuviesen mejor. Aún recordaba cómo se habían abierto cavando la tumba del Teniente. 

Está bien. - contesté a Khadesa en oscuro mientras me quitaba la espada del cinto y la dejaba a un lado.

Seguí sus nstrucciones empezando por Matagatos. Era irónico que toda mi juventud había deseado verle en un momento de real debilidad para reírme de él, y ahora que podría no sólo le ayudaba, sino que sólo el pensar en reírme de él me hacía sentir disgusto.

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26/09/2015, 16:03
Piojillo, Jefe de los Campamenteros.

AÑO: 201.

Estacion: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Dia: 17.

MEDIODÍA 

mientras seguía comiendo algo del plato que le había traído Belleza, Piojillo trago a duras penas el alimento y bebió un poco de agua para ayudarse y saciar su sed. Tras esto, escucho la pregunta de Belleza y trato de contestarle.

- la verdad es que me he encontrado mejor, pero creo,que sobreviviré. Espero poder estar valiéndome por mi mismo dentro de unos pocos días. No aguanto mucho mas esta atmósfera y estar aquí encerrado, pero ¿Que otra cosa me queda?

Sin esperar respuesta por parte de su compañera, le cedió el plato de comida, ya vacío, e intentó acomodarse nuevamente en el camastro. Antes de que Belleza se fuera, el guerrero K'hlata le preguntó algo con una sonrisa en la cara.

- Al menos tu estas bastante bien...Quiero decir que no has sufrido heridas en el combate...

Piojillo se ruborizó un instante, aunque se calmo al pensar en que el atractivo de Belleza era por todos conocido, incluso por ella misma. De que si no servia tener aquel nombre, pensó el campamentero.

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26/09/2015, 18:34
Keropis, el Guardián de los Muertos.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.
 
Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.
 
Día: 17.
 
MEDIODIA

El faldón de la tienda se hizo a un lado, dejando pasar los brillantes haces de luz del sol de mediodía. Pequeñas motas de polvo se dibujaron por el interior de la atestada carpa, caracoleando caprichosamente. Una figura oscura se recortaba contra el resplandor blanco del astro rey. Sus facciones quedaban ocultas, al estar el individuo a contraluz, pero su silueta hablaba de un guerrero cubierto de armadura de pies a cabeza. Un breve susurro, casi un gemido, fue todo lo que el recién llegado pronunció como saludo. El desconocido avanzó un paso y dejó caer el faldón tras de sí. Los miembros de la Compañía que se hallaban presentes, ya fuera tumbados en sus camastros o atareados aquí y allá en la preparación de vendajes y ungüentos, entrecerraron los ojos para acostumbrarse una vez más a la penumbra que reinaba en la austera enfermería, pudiendo reconocer a Keropis enfundado en su sempiterna armadura herrumbrosa.

El antiguo ermitaño paseó una mirada verde y desapasionada entre los caídos y sus cuidadores, como buscando algo o a alguien. Sin pronunciar palabra, cruzó la estancia hacia un catre apartado, donde reposaba en un inquieto sueño la joven recluta Plumilla. Keropis se detuvo junto a la figura yaciente, estudiando en silencio el menudo perfil de la pequeña K'Hlata que se esbozaba bajo la raída manta.

La muchacha respiraba profundamente, cubiertos la frente y el cuello de sudor. Las horas de trabajo exhaustivo habían trazado grises ojeras bajo sus ojos. Había adelgazado, pero era poco más que una niña, con tiempo y energía de sobras para volver a recuperar las fuerzas. Sin llegar a despertar, Plumilla se giró a un lado y la manta se deslizó de sus hombros, dejando al descubierto la suave piel de su brazo y parte de la espalda. No pareció haber reacción alguna por parte del soldado, que permanecía inmóvil como una estatua olvidada en medio de un desierto, resistiendo imperturbable a los embates del viento, la erosión y el tiempo.

Los segundos parecían arrastrarse moribundos, pero el ermitaño seguía quieto. Algunos podrían asegurar que ni siquiera respiraba. Finalmente dio un paso atrás, acompañado por el crujir de su armadura oxidada y polvorienta. Se dio la vuelta y enfiló hacia la salida.

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26/09/2015, 20:27
[RIP] Pipo.

Comida.

La nariz de Pipo comenzó a esponjarse al ritmo de respiraciones profundas y rápidas: sniff, sniff. Se revolvió en su sueño  muy poco antes de abrir un ojo y espiar el entorno a su alrededor. Levantó la cabeza completamente alerta. Una vez averiguado el origen del aroma, prestó atención a sus vendajes nuevos siguiendo la misma técnica... por ahí todo iba bien: sniff, sniff.

Tras estar seguro de que nada se interponía entre Pipo y sus ganas de comer, intentó levantarse para ir hacia la olla sin conseguirlo. Reflexionó sobre lo que hacer a continuación hasta que llegó a una determinación, así que miró a los que andaban por ahí con potes y cuencos y anunció con voz alta y clara:

¡Pipo tiene hambre!

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26/09/2015, 23:31
Plumilla.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.
 
Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.
 
Día: 17.
 
MEDIODIA

Se había pasado más de medio día dormida, y por fin sus heridas dejaron de molestar. Escucho un ruido oxidado, que al principio asoció a su sueño pero al abrir los ojos vio la figura de Keropis marcharse de aquel lugar. 

-Keropis...- tenía la boca seca, le costaba articular las palabras y poder llamar bien a su compañero. Miró a su alrededor, buscando a Ojopocho.

Se levanto de su camastro, y siguió a Keropis hacía la salida. 

-Keropis. 

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27/09/2015, 03:32
[RIP] Astado, Pelotón de Campamenteros.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 17.

MEDIODIA

Había algunos que empezaban a ayudar, otros eran bastante más remolones y parecían hacer oídos sordos, tuvo que añadir algo más. Aquello era un campamento de mercenarios después de todo...

Bien, a los que ayuden les daré un poco de grog, no hay mucho así que no habrá para todos. No era medico, y no sabía si el grog le sentaría mal a los heridos, no había suficiente como para emborrachar a nadie, con la pequeña cantidad que le podía tocar a cada uno, pero creía que además de un incentivo, los que ayudaban a veces necesitaban ese pequeño empujón para empezar.