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La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Campamento de Instrucción.

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09/11/2011, 15:01
Lengua Negra.

Voy asintiendo a las palabras de unos y otros pues poco más hay que decir ante la iniciativa de Ponzoña, el obtuso entendimiento de Campaña, la enfermedad de Peregrino o el constante despiste de R'Gaa. Frotándome la nariz para espantar los estornudos me doy cuenta que más que hostigadores parecemos un hospital ambulante.

Las palabras de Serpiente me resbalan pues mi cabeza está calculando necesidades y posibilidades, simplemente le respondo con un lacónico: no confundas poder con mando.

Luego tras esperar que todos hayan comido y Ojopocho haya vuelto reclamo su atención para dejar claras las órdenes.

Atentos: partimos a una descubierta nocturna así que quiero que vayáis preparados con todo vuestro equipo. Debemos estar apartados del campamento al oscurecer así que tenéis solo una hora para recoger y cargar la leña en el carro de Khadesa, con su permiso.

La señalo a ella y al carro para que quede claro.

Que Rastrojo, Jabalí, Guepardo, y Ponzoña se encarguen de cargar. Parecen sanos y son fuertes, no deberían tener problema.

Mentiroso, Peregrino, R'Gaa, Dedos, Loor, dad un repaso por el campamento y aseguraos que nada queda atrás. Si hay algo sin reclamar por el suelo al carro con ello. Y si encontráis algo que os ofrece duda no dudéis, al carro también.

La sugerencia es evidente, espero que la capten.

Ojopocho, encárgate de curar y coser esa herida de Campaña. Serpiente, prepara tu equipaje y a tu animal también.

Uro, Attar, Caracabra, en cuanto el carro esté cargado vendréis conmigo un momento, aseguraos de dejar preparado vuestro equipo. El que tenga montura que la coja, nos ayudará a llevar el equipo.

Por mi parte me dirijo a la cuadra común para recoger mi montura mientras los demás se ocupan de las tareas.

Notas de juego

Entiendo que en el carro hay tinas u odres con agua pero si no es así hay dímelo porque tener una mínima provisión de agua es indispensable.

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09/11/2011, 15:21
[RIP] Jabalí.

Jabalí apenas había tenido tiempo de meter todas sus cosas en la mochila por interrupciones varias cuando le llega otra orden, cargar el carro de madera, eso si, al parecer tenían que pedir permiso a la Pitonisa para ello.
¿No podía pedirlo él? Después de todo estaban emparentados los unos con los otros.
Con todas las armas y la armadura a punto, ya que no pensaba dejarlas muy lejos se dirigio hasta la susodicha pitonisa para cumplir con el obligado protocolo.
Quinta Pitonisa, deberemos usar tu carro para llenarlo de leña y otros utensilios siguiendo las ordenes de Lengua Negra, ¿podemos cargarlo?- pregunto con normalidad.

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09/11/2011, 15:29
[RIP] Attar.

El joven guerrero paró su entrenamiento…no acababa de entender todo aquello, ¿no iban a ser guerreros? ¿por qué se dedicaban a coger madera, y luego a dar paseos de noche, en vez de entrenar? Sin embargo, su intelecto no daba para razonar nada de esto, y aunque tenía las dudas, no las formuló, simplemente dijo:

-Attar estará preparado.

Y se fué a devolver el mandoble de entrenamiento, para después esperar cerca del carro con su mandoble y su escudilla, es decir, todas sus posesiones, a mano.

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09/11/2011, 16:37
[RIP] R'Gaa.

Tengo que encontrar a Dedos!- dijo a Jabalí, desesperada ante la nueva orden, mientras su estómago rugía con fuerza y casi le entraban los sollozos.- Necesito comer algo!- gritó a los cuatro vientos ante el potente dolor que sentía en la tripa. Por lo visto la ración d ecarne que había comido durante el viaje para recoger leña no había sido suficiente y su estómago roía en vano, cosa que le provocaba un agudo dolor. Caminó en dirección a la olla con comida, salivandole la boca, esperando encontrar cerca de ahí a Dedos. La buscó con la mirada dando vueltas sobre sí misma para ver todo a su alrededor. Cuando la encontró se acercó a ella y con desesperación en los ojos la preguntó:- Tienes tú mi escudilla? Por favor, dime que la tienes. Voy a morir de hambre sino...- exageraba un poco, pero pronto un nuevo pinchazo en el estómago le provocó un profundo dolor, tanto que la había doblado. Por tanto se hayaba agarrandose la tripa doblada hacia delante, con una mirada suplicante hacia Dedos.

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09/11/2011, 17:00
Ponzoña.

Cuando el Hiena llegó ante el desordenado montón, junto a la puerta, distinguió claramente su tienda entre la barahunda de objetos y pertenencias de los muchso reclutas. Tenía la suerte de que la suya era junto a la de Uro, las únicas que podían distinguirse. Ignorando la razón de aquel desastre, se acercó hasta la impermeable tela que asomaba y tiró de ella con la fuerza suficiente como para sacarla de la informe masa. Manchas de lodo salpicaban su recién estrenada tienda, que asemejaba un enorme saco conteniendo el resto de sus objetos. Entrecerró los ojos, al tiempo que los músculos de su brazo y antebrazo derechos, flexionados y tensos por el peso, se hinchaban y las venas se marcaban con nitidez. El otro brazo, seguía sujetando el haz de madera.

Con aquel peso, se apartó un tanto, dejando terreno libre a los demás y se dirigió a una zona despejada y donde el suelo no estuviera machacado por las pisadas de mil hombres. Una vez hallada la zona, procedió a extraer de su interior los objetos, apilándolos con cuidado y procurando que no se mancharan. Plegó la tienda, guardándola en su bolsa, junto con los aparejos necesarios para montarla. A su lado, la bolsa con excrementos, el haz de leña y el brasero. Dobló la estera, la tela impermeable y la manta y el resto de sus objetos fueron a parar a su mochila, con excepción de la bolsa de dinero que colgó por la parte interior de su taparrabos. Al final, todas sus pertenencias acabaron recogidas en tres bultos que cargó sobre sí y llevó consigo hasta las proximidades del carro que le habían dicho debía cargar. El carro de la quinta. Pero de la pitonisa no había rastro.

Cuando llegó, colocó directamente la tienda y la bolsa en un ángulo del carro, y se colgó la mochila al hombro. Miró a un lado y a otro. Disponían de una hora escasa y tenía cosas por hacer.  

Con rapidez, se dirigió al montón apelotonado de objetos y tomó una brazada de ellos que rápidamente llevó a su destino, descargándolo dentro del carromato. Dos viajes más se sucedieron, cumpliendo con las órdenes que le habían dado y mientras esperaba que los demás también arrimaran el hombro.

Entrecerró una vez más los ojos. Había cumplido con lo suyo y el tiempo pasaba. Bufó y echó a correr hacia el campamento principal cuya puerta cruzó a toda velocidad.

 

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09/11/2011, 17:05
Ponzoña.
Sólo para el director

Notas de juego

Por defecto dejo una declaración de intenciones, para el caso de disponer de poco tiempo para un posteo en condiciones. Comprar una armadura de cuero y metal y rellenar el odre de agua, salvo que haya una cola del tres, en cuyo caso no rellenaría el odre. Y claro, regresar al campamento de instrucción a tiempo.

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09/11/2011, 17:37
Campaña.

Después de que le sirvieran la ración sobre su nueva escudilla, Campaña se sentó en el suelo y comió como un animal. Devoró la comida en poco tiempo y consiguió combatir su hambre y sentirse mejor, a pesar de que habría comido mucho más. Estaba cansado, así que se tomó unos instantes de reflexión mientras veía pasar a la gente por delante.

- Campaña tiene sed - murmuró como hablando para si mismo

El gigante se levantó del suelo y se dirigió al barril de agua. Tomó unos largos tragos hundiendo su manaza en el fondo del recipiente. Después tomó un poco de agua entre las manos y enjuagó su nueva escudilla. No se esforzó demasiado en limpiarla pues pensó que al día siguiente comería lo mismo. Una vez saciada su sed Campaña se olvidó de lo que Ojopocho le había dicho, así que salió del campamento de instrucción para dirigirse al campamento principal con la intención de ver a su padre.

- Campaña debe hablar con Herrero - dijo mientras se despedía de los presentes saludando con la mano - Campaña estará de vuelta para... bueno, para lo que haya que hacer...

No le había quedado claro cual era la próxima misión de los hostigadores pero ya se enteraría después, lo que le interesaba en esos momentos era poder hablar un rato con su padre.

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09/11/2011, 17:50
Uro.

URO terminó de desmontar su tienda, y luego de zarandearla un poco para quitarle el barro que se le había pegado, la metió de nuevo en la bolsa que el comerciante le había dado para transportarla. También metió allí los parantes y estacas que se necesitaban para montarla, pero no pudo conseguir que todo quedara como cuando la había comprado.

Parecía una masa deforme y a punto de estallar, con bultos que sobresalían por todos lados y algunos de los parantes que se dejaban ver por sobre el borde de la bolsa. Tal vez pudieran transportarla en el carro. De otro modo, quizás se terminara por desarmar durante la marcha.

El salvaje guerrero se encojió de hombros ante tales pensamientos, y los apartó rápidamente de su mente. Tenía cosas más urgentes que atender.

Acto seguido, se calzó su mochila al hombro y tomó su escudo con la mano izquierda. Dejó la bolsa con la tienda en el suelo y se dirigió al Campamento Principal. Ya se encargarían otros de llevarla al carro junto con todo lo demás.

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09/11/2011, 18:00
Serpiente.

- Y no lo confundo, Lengua Negra. ¿Lo haces tú?- respondí siguiéndole-. El mando te da poder, pero el poder es una bestia con muchas más cabezas. El rostro de la que ahora ves puede parecerte inocente, como la tierna carita de un niño-. Acerqué mi cara a la de él-. Porque te gustan los niños, ¿no? A todo el mundo le gustan los niños, a unos más que otros eso sí. La cuestión es que si te acercas demasiado te darás cuenta muy tarde de que la criaturita y sus amigos hace tiempo que cambiaron los dientes de leche- añadí con una aguda risita al imaginar un cadáver desfigurado a dentelladas-. Había una vez una tortuga, desconfiado animal donde los haya, que llevaba su casa siempre a cuestas y se ocultaba en cuanto intuía algún peligro. No muy lejos vivía un grupo de pájaros, obligados a regresar siempre a su nido, pero un día cuando uno regresó se encontró el suyo destrozado en el suelo…- Me encogí de hombros tras menear la cabeza-. No recuerdo como sigue el cuento pero creo que alguien muere. Sí, en todas las buenas historias siempre muere alguien-. Sonreí-. Quién sabe, quizá algún día alguien cuente un cuento sobre tu muerte.

- Pero cambiando de tema, dos, no, tres cuestiones o peticiones, como prefieras. Necesito a alguien para tratar a mi mulo, el inteligente animal teme la magia y no atiende a órdenes. También me gustaría poder dormir hoy teniendo en cuenta que me pasé la noche en vela, entrenando mientras otros se cogían un resfriado. Y ahora la más importante: ¿seguirás rechazando los consejos de un mago, rechazarás el mismo sistema que tu padre lleva utilizando con éxito durante años?

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09/11/2011, 18:51
Khadesa.

Tras asentir a la pregunta de Jabalí, Khadesa repite la suya a Lengua Negra, quien al parecer no la ha escuchado, distraído con todo lo que tiene que decidir y tener en consideración.

-Lengua Negra, insisto: Puesto que Sicofante cabalgará en Recio, y yo no me entiendo bien con el carro, ¿puedo contar con Rastrojo para que conduzca...?

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09/11/2011, 18:58
[RIP] Jabalí.

Una vez afirmada la pregunta un tanto vagamente ordenada por Lengua Negra, Jabalí empieza a transportar al carro toda la leña disponible, dejando junto con ponzoña un espacio para las pertenencias de los reclutas.
Una vez terminada toda la operación lo cual le lleva bastante rato, arregla como buenamente puede sus utensilios, la tienda, la cantimplora, las 2 mantas, una de las cuales esta llena de barro y aparta de la que tiene seca para evitar que esta se moje o ensucie, su escudila, su estera...
Jabalí apenas termina unos minutos antes de partir.

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09/11/2011, 19:29
Peregrino.

Termino de comer, lo que me produce una gran sensación de alivio, pues siento como las fuerzas vuelven a mi y me preparan para la noche que nos sigue. Limpio mi escudilla con la lengua, la guardo como una de las unicas posesiones que tengo y me levanto a cumplir la orden de Lengua Negra.

Comienzo a recorrer el campamento en busca de cualquier cosa que se le hubiese quedado a alguien, ya sea deliberadamente o por descuido, aun si no parecer pertenecer a alguien en especial, y las recojo para depositarlas luego en el carro de la Pitonisa.

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09/11/2011, 19:46
Dedos.

No sabía si estaba más cabreada por ver sus cosas amontonadas o que todo ese montón estuviera sobre su lona.

- La madre que parió a… ¡Arrrghhhh!

Sin contemplaciones comenzó a hacer a un lado los montones de cosas con dos finalidades: encontrar sus pertenencias y coger su embarrada lona. Tuvo cuidado de no despreciar las pertenencias de otros, ya había tenido una mañana un tanto… quemada.

- ¡¿Por qué?! –exclamó- Estos Oscuros… -casi se muerde la lengua para no soltar una barbaridad.

Había muchas cosas amontonadas, pero reconocía lo que era suyo y no pensaba dejarlo atrás. Entonces, no mucho tiempo después, Lengua Negra ordenó a unos cuantos (incluido ella) encargarse de aquel montón. Simplemente convirtió sus labios en una fina línea, así como evitar mirar a su superior. ¿Qué tenía ese Oscuro en la cabeza?

- De momento voy a recuperar mis cosas –miró a los que con ella debían cumplir la tarea- Como todos deberían hacer.

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09/11/2011, 20:38
Guepardo.

Tras escuchar las nuevas órdenes dadas por Lengua Negra, me apresuro a recoger mis pertenencias que pudieran encontrarse en el montón y me dispongo a ayudar todo lo posible en la carga del carro.

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09/11/2011, 20:46
Rastrojo.

Que Lengua Negra metiese al flaco y larguirucho Rastrojo a hacer trabajo físico no dejaba de tener su parte sádica. Pero era solo leña. Leña desigual sustraída a la sabana, con sus ramitas menos pesadas incluídas. Casi no se podía considerar un esfuerzo.

Ayú metknept poc yu poc mzoma npoma.

Aquellos vocablos no pertenecían ni a la lengua de los k'hlata ni la lengua de los oscuros. Tampoco se podía decir que Rastrojo soltara las exóticas palabras con la ira y la fuerza de una maldición. No torció el gesto, ni asomó la arruga, de tal modo que sus palabras no transmitían ningún estado de ánimo.

Emprendió su tarea cumplidoramente. Quizás sus brazos no eran tan poderosos como para cargar con grandes troncos de golpe. En cambio, sí se prodigaba con incontables viajes de poco peso cada vez.

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09/11/2011, 22:23
Reclutas de la Compañía Negra.

- Todo el mundo ha comido y ha bebido.

- R'Gaa recibe su escudilla de madera de Recluta.

- Todo el mundo recupera sus cosas del montón desordenado (no falta nada, Pelagatos podrá ser un bastardo despreciativo, pero no es un ladrón). Todos preparan sus pertenencias empacadas para viajar.

- Uro está entrenando muy en serio, como siga así va a volverse más fuerte aún.

- Ojopocho consigue aguja e hilo y atiende lo mejor que puede a Campaña (tirada de Curar Heridas).

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09/11/2011, 22:33
Ojopocho.

Campaña, ven sientate aquí - Ojopocho hace sentarse al fornido soldado, va hasta el barril de agua y rellena la escudilla para echarla por encima de la herida, el explorador no sabe ser más cuidadoso con la higiene, y suponiendo que con ésto basta para que una herida esté limpia procede a coserla, acerca ambos lados con la mano izquierda mientras con la derecha da puntadas de un lado a otro de la carne, resulta tan tierna como el pellejo de un gorrino. - La costura es fuerte, y la herida está bien cerrada, espero te recuperes pronto grandullón.

Si ahí fuera encuentro alguna hierba que te ayude a curar antes, procuraré traértela

Ojopocho ya guarda la aguja y el hilo en un bolsillo del morral, nunca se sabe cuando volverá a necesitarlo - Venga Campaña, el resto nos esperan para salir, toca ir de caza, a mí me irá bien entrenar y al resto no le vendrá mal un paseo. Campaña tuerce el gesto para agradecerle lo hecho a Ojopocho, pero éste se adelanta - No hay de qué compañero, hoy por tí mañana por mí - No cabía duda, que era mejor tener a Campaña como amigo que como enemigo.

En el mismo lugar donde antes cosía a su compañero, Ojopocho prepara sus cosas y coloca la cuerda en su arco, tensándola y revisándola para una tarde en la que tal vez fuera necesario tenerla a punto.

- Tiradas (1)
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09/11/2011, 22:30
[RIP] Mentiroso.

Mentiroso hacía rato que estaba preparado. Y si tenía suerte, los otros reclutas no habían removido mucho más el gran montón de cosas desde la última vez que estuvo allí para recuperar la escudilla y su equipo. Tardó poco en volver a encontrar sus cosas y las cargó en el carro.

Lo siguiente que quería Lengua Negra era que buscáramos cosas de valor en el campamento. Era una orden curiosa. Casi parecía que les daba permiso para robar. Pero se acercó a él y le preguntó otra cosa.

-Lengua Negra, ¿vamos a volver al Campamento por la mañana? No llevamos comida, y a lo mejor quiero llevarme a mi animal conmigo.

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09/11/2011, 22:40
Centinela.

Campaña pasa al Campamento principal para despedirse de su padre. Su herida ha sido remendada por Ojopocho, quien se sorprende de la increible tolerancia al dolor del grandullón.

Ponzoña pasa al Campamento principal para intentar comprar algo antes de partir.