Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Cho n Delor: Bastión del Dolor.

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05/09/2012, 16:12
Compañía: Daga, Tercer Pelotón, Exploradores.

Daga apenas come, pero bebe sorbos de una copa de peltre llena de vino tinto.

Mira apreciativamente las víctimas de sacrificio y asiente:

- "Esto es bueno. Estos sacrificios bloquearán la influencia de la Diosa en este lugar durante algún tiempo." -

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05/09/2012, 16:33
Compañía: Demencial, Cuarto Pelotón, Arqueros.

- "Sicofante, no has abierto la boca desde que juraste. ¿Te pasa algo?" -

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05/09/2012, 19:19
Campaña.

Campaña cogió el barrilete que le tendía su tio y dio un trago largo que ayudó a pasar la carne. No tenía intención de soltarlo, de modo que se lo colocó bajo el brazo mientras seguía dando cuenta de aquel sabroso costillar.

- Si Chupamelpie comiera más podría ser tan grande como Campaña - dijo sonriente.- Chupamelpie es un tirillas aunque es rápido... Campaña te cogerá algún día, ya lo verás.

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05/09/2012, 19:32
[RIP] Attar.

Attar se acercó donde estaba Campaña, ya que ocupaba el mismo lugar que la carne. Una vez allí, saludó al hombretón, y miró indeciso el manjar. No sabía muy bien por donde empezar, pero quería aprovechar y comer todo aquello que pudiera. 

Es cierto que el sacrificio había sido bastante cruel y sanguinario, pero eso no debía quitar el hambre a un guerrero de verdad. Con ése pensamiento, empezó a mordisquear con aire distraído una pata de carnero. 

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05/09/2012, 19:35
Pelagatos.

Por fin la ceremonia, por fin iba a ser nombrado soldado. Y encima en un lugar tan espectacular y delante de tanta gente. Tan absorto estaba que ni tan siquiera me di cuenta del numerito de Serpiente y Rastrojo (¿Y cómo se llamaba el viejo?), del cuál daría cuenta luego al escuchar comentarios y murmullos en el banquete.

Estaba ansioso por dentro, pero me mantenía firme y serio en mi posición esperando el silencio la apertura del juramento por Matagatos que daría paso a las más importantes palabras que quería escuchar del capitán. Y así fue. Mi primo, líder del pelotón al que pertenecía, nos presentó de una manera que me pareció más que adecuada y solemne (aunque nunca se lo admitiría), y aunque sus palabras referentes a mí me llenaron de satisfacción (y no las esperaba así, a decir verdad), me pareció algo frustrante que sobrevalorara tanto a Lengua Negra. Un par de frases por cada uo y toda una novela para el favorito. Pero hoy no era un día de reproches ni frustraciones. Era mi juramento. De ese modo, ignoré lo que sentía y volví a esperar impaciente. Miré de soslayo a mi padre, esperando ver aprobación en su mirada, dirigiéndose a mí, pero tuve la sensación de que ése día seguía siendo el Sargento Rompelomos, no el padre que era. Finalizado el discurso de Matagatos, se nos llamó al frente, y sin dudarlo me adelanté y me apoyé en la rodilla, con mi cabeza alta. Lagrimita se colocó después detrás de mi, con la capa en sus manos. Ésa que yo tanto ansiaba.

Tras esto, finalmente el capitán habló. Alzó su voz recitando el antiguo juramento de la compañía, ese juramento que tantas veces yo había imaginado iba dirigido a mí, por fin era real. En mi interior cada palabra cobraba vida y sonaba esplendorosa, haciendo refulgir chispas en mis oscuros ojos.

Empezando por el lado de la fila dónde se encontraba R'Gaa, los reclutas fueron jurando uno a uno. Yo me encontraba exactamente al otro lado, así qeu sería el último en pronunciar mi juramento, pero no era algo que me importase en ese momento. Y por fin, por fin, llegó mi turno.

Admirando el estandarte de La Compañía que el poderoso Portaestandarte me acercó, toqué su grabado dibujo con una mano firme, notando el tacto que tantas veces había imaginado tocar. Era una sensación que me llenaba. Y así, firme y con la voz más clara que mi garganta pudiese nunca emitir, dije esa corta, simple, pero llena de significado, palabra.

- ¡Juro!

Todo pareció volverse brillante y lleno de posibilidades entonces, y mientrastanto, notaba como me colocaban la capa y el broche de plata, el cuál besé cuándo todo terminó.

Tras eso, la voz del Señor Dolor me sacó del ensimismamiento en el que la calavera de plata me tenía hipnotizado. Sus palabras eran pura cortesía con  toques de arrogancia, con lo que no les di demasiada importancia, pero entonces comentó lo de los veinte sacrificios.

“¿Se puede saber de qué está hablando?”

Yo sabía que hace mucho tiempo, en los tiempos que la Compañía era regentada por sacerdotes fanáticos, el sacrificio de humanos era algo normal, pero la erdad es que dadas las consecuencias de esos actos, yo dudaba personalmente que tuviesen ningún tipo de efecto negativo.

Esperando ver como colgaban o tal vez degollaban a 20 “criminales” (pues yo no sabía cuáles eran sus crímenes), mi estomago se revolvió al ver la tortuosa y desagradable muerte a la que se vieron sometidos, siendo desmembrados y esparciendo sangre y vísceras por todas partes. ¿Qué clase de culminación para mi nombramiento era esta?

Y entonces llegaron los esclavos con ollas, carne, pan recién horneado, jarras…bebida y comida cómo pocas veces había visto, y cómo ninguna vez para algunos seguramente. Sabía que debía aprovechar esta oportunidad, y sobretodo celebrar esta noche, así que ignoré el mal regusto que me había dejado la ejecución de los criminales y fui a llenar mi estómago con carne, cerveza, vino y pan hasta que me pareciese suficiente.

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05/09/2012, 19:56
[RIP] Mentiroso.

Y así había acabado aquello. Ahora el festín se daba ante todos, y Mentiroso trataba de borrar de su cabeza la imagen de aquel sacrificio. Turbaba sus pensamientos, pero no podía permitirse aquello. Después de todo resultaba ser parte de la compañía, y no una persona común.

Se esforzaba bastante en ser aceptado por todos, pero aun así, en aquel instante prefirió permanecer en silencio. Aunque, aun así, se colocó cerca de donde estaba la comida para aprovechar y llenar su estómago: Quien sabía cuanto tiempo sucedería hasta volver a probar tales manjares. 

"Si solo fuera por eso.. Ahora todos están contentos, pero no durará mucho todo esto. No. Seguro que sucede algo que rompe toda esta armonía... Me sorprendería que no fuera así, realmente."

Pensó Mentiroso mientras observaba a todos, analizando la situación.

"Me imagino que de nuevo el liderazgo será de Lengua Negra. Hagan sus apuestas, chicos, esto será interesante. Y si hay discusiones y cosas divertidas, mejor. Al menos no me aburriré"

Distraido observó mas allá. Tomó una jarra y comió un trozo de carne, con una sonrisa en el rostro, ávido y contento.

"Estaría bien terminar rápido, y visitar aquel lugar de antigüedades. Seguro que podré comprar algo mas caro sacando la diferencia en beneficio. Hm.... Dinero. ¿Cual sería mi entretenimiento sin el?"

Rió como si estuviera loco. Quizás lo escucharon a su alrededor, pero ni se molestó en recuperar demasiado pronto la compostura. Realmente estaba agradecido por aquel parón tras la ceremonia. Quieras o no, finalmente, todo acababa en beneficio para su bolsillo. Y para su alma, aunque no lo reconociese.

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05/09/2012, 20:49
Caracabra.

 

Había permanecido con la mirada fija en el muro norte durante el sacrifico. “¿era necesario tanta sangre?” se pregunto el jorobado, seguía sin entender las tradiciones de las ciudades.

Caracabra paseaba de un lado a otro con la capa colgado de los hombros, estaba feliz. Acepto una copa de vino y un trozo de carne. Comió hasta llenarse, sabía que la carne era un bien muy escaso y que se daba con poca frecuencia dentro de la dieta de la compañía.

Comía y escuchaba las conversaciones del resto de la compañía, siempre con una sonrisa estúpida en la cara. El jorobado no se preocupaba por la siguiente misión de la compañía, ni cuál sería su siguiente obligación. Solo disfrutaba del momento.

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05/09/2012, 22:42
Cho'n Delor: Ansia de Dominio.

Mientras extiende una mano cadavérica hacia R'Gaa, esperando que la exploradora recoja la moneda de plata que tiene en la palma, Ansia de Dominio extiende la otra mano hacia Caracabra, también con una reluciente y brillante moneda de plata.

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05/09/2012, 23:20
Teniente.

El Teniente se dirige a Analista, que está contando monedas y metiéndolas en una segunda bolsa de cuero.

- "¿Está ya lista la paga para la Infantería?" -

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06/09/2012, 00:13
Dedos.

Tras romper filas se quedó unos instantes en su sitio, cai sin respirar ante lo que había presenciado. No estaba segura si el malestar que sentía era por los sacrificios o por hacer de ello un espectáculo tan grotesco. Una voz familiar la sacó de su estado.

- Gracias, Centinela -sus labios formaron una media sonrisa, incapaz de mucho más- Ha sido la ceremonia más extraña que he presenciado -por decir poco.

Resultaba un poco evidente, hasta para ella misma, que no estaba muy a gusto.

- El sacrificio me ha quitado el apetito, y las ganas de beber -miró el contenido del vaso- Por cierto, que conste que no me he olvidado de mi promesa, simplemente aún no he encontrado ese vino Tagliano que te prometí. Sólo espero que no me cueste la paga de un año.

Ahora sí que sonrió con ganas, tal vez necesitaba centrarse en las buenas compañías y olvidar lo que acababa de presenciar.

- ¿Qué opinas de nuestros nuevos patronos? -dijo en voz baja tras acercarse a ella, y no si dejar escapar un significativo suspiro.

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06/09/2012, 09:00
Centinela.

- "Bueno, parece que este vino norteño es igual de bueno. Si me consigues un par de botellas de una buena cosecha de tinto cho'n deloriano, me daré por satisfecha." -

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06/09/2012, 13:57
Lengua Negra.

Lengua Negra comió con tranquilidad, casi con delicadeza frente a las grosera formas de aquellos que parecían no haber comido nunca. Sabía a qué obedecía aquel ímpetu. Era el ansia de quien no sabe cuál será su siguiente pitanza o la calidad de la misma. Eran los gestos de quienes siempre vivían con el hambre insatisfecha de unas gachas frías regadas con algo de tocino rancio en el mejor de los casos. Su mano sujetaba la jarra de bebida y se paseaba de un lado a otro.

Cuando Casio le detuvo para felicitarle, agradeció sus palabras y brindó con él. La cerveza bailoteó en la jarra, salpicando en derredor, un derramamiento bastante más halagüeño que aquel del que habían tenido que ser testigos.

-Y brindo por vosotros también, Casio. Vuestro cuerpo ha sufrido importantes bajas y aunque murieron como los valientes que eran, lamento su pérdida y los echaré de menos -señaló un instante antes de ser abordado por Correcta, momento que Casio aprovechó para dejarle y felicitar a otro de los nuevos juramentados-. Hola, Correcta. Sí, llegó el momento y como tal pasó. ¿Distinto? Es pronto para decirlo. Soy distinto a ojos de la Compañía, de modo que debería sentirme diferente pues mi rango ha variado. Pero sigo siendo yo a un tiempo. Mi carne y mi sangre siguen siendo las mismas y su naturaleza no ha variado. Y no niego que ser un juramentado es motivo de orgullo. Aunque quizá orgullo no sea la palabra más adecuada. Hay ocasiones en que las palabras no sirven para describir nuestro estado. Solo confío estar a la altura de mis responsabilidades y que padre no tenga razones para avergonzarse de mí.

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06/09/2012, 14:10
Ponzoña.

El Hiena tomó su ración de comida, abundante por primera vez en mucho tiempo, y comió satisfecho mientras su mirada vagaba de un punto a otro. Hacía tiempo que no vivía la sensación de camaradería que la ceremonia de juramento había proporcionado y su rostro mostraba un gesto satisfecho, mientras masticaba lentamente. Vio a Campaña y a Attar. Era mucho el tiempo transcurrido sin la compañía de ambos, de modo que se acercó a tiempo de ver como Campaña daba cuenta del barrilete que resposaba sobre su antebrazo.

-Comes como un hipopótamo, hermano, y pronto tendrás el tamaño de uno -dijo palmeando su espalda-. Mira a Attar. Come la carne como un ñu la hierba. Sin prisas. Bueno para el estómago que no se resentirá y no le coceará como una cebra cuando esta noche vaya a dormir.

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06/09/2012, 14:18
Ojopocho.

Parece que la mayoría de los miembros de la Compañía están distrutando de la fiesta. Comiendo y bebiendo alegremente.

Hay que saber divertirse y disfrutar cuando se puede pero siempre sabiendo elegir el momento adecuado y la verdad es que no estaba muy convencido de que esta noche cumpliera los requisitos. Así que me mantengo ligeramente apartado de la celebración y alerta por si acaso mientras como el trozo de asado que tengo en las manos.

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06/09/2012, 14:55
[RIP] Attar.

El guerrero asintió, mientras decía:

-Attar aprendió pronto que comida que entra rápido, también sale rápido. Y Attar no quiere que festín salga de dentro rápido-sentenció en k'hlata, dándole otro mordisco a la carne y saboreándola, para después regar el bocado con abundante cerveza. 

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06/09/2012, 15:00
Keropis.

Tras un rato observando bailar a aquella chica, Keropis siguió su camino y observando como en realidad, la Compañía no era un grupo, si no varios, como había gente que se llevaba bien y gente que se evitaba... por lo que la Compañía en realidad no era tan "hermanada" como parecía dar a entender al exterior, pero era lo normal, pues eran muchísimos sus miembros.

Asique decidió vagar por el banquete, rechazándo a los esclavos que se le acercaban con jarras de bebida, casi como si estuviera montando una guardia voluntaria alrededor de sus futuros hermanos.

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06/09/2012, 16:04
Centinela.

Centinela baja considerablemente el tono de voz para responder a Dedos:

- "¿Qué opino de nuestros patronos? Que nunca había visto tanta comida junta, que tienen un buen vino, y que pagan puntualmente y en plata.

Si te refieres a los sacrificios, bueno... He oído que los que les hacéis los Pies Rojos a los prisioneros de guerra es incluso peor." -

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06/09/2012, 16:09
Sargento Rompelomos.

El Sargento Rompelomos se acerca despacio a su hijo.

- "Enhorabuena, Pelagatos. Ya eres Soldado." -

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06/09/2012, 16:13
Piojillo.

- "Ah, aquí está el más extraño y misterioso de los hombres bajo mi mando. Es fácil encontrarte con tu peculiar olor.

¿Qué pasa? ¿Sientes alguna amenaza?" -

Dice Piojillo, segundo jefe de los Campamenteros, dirigiéndose a Keropis.