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La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Cho n Delor: Bastión del Dolor.

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16/09/2012, 00:31
[RIP] Pulga.

Pulga asintió ante las palabras de Matagatos haciendo un gesto con el pulgar y tambaleándose se dirigió hacia la salida intentando no perder el equilibrio. Ni siquiera intentó hablar en las condiciones en las que estaba...

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16/09/2012, 02:28
Capitán.

Está muy cerca el Alba y el Capitán ordena a todo el mundo regresar.

El Capitán, el Teniente, el Analista, los miembros del Pelotón de Infantería y algún rezagado más se despiden y se dirigen a la salida del Bastión.

Matagatos, Dedos, R'Gaa, Uro, Derviche y Pulga van con ellos de regreso al Palacio de la Discordia.

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16/09/2012, 10:47
EL TIEMPO SE AGOTA.

MUY POCO ANTES DEL ALBA.

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16/09/2012, 10:47
La Compañía Negra.

Notas de juego

// Matagatos, Dedos, R'Gaa, Uro, Derviche, Pulga, y todos los miembros restantes de la Compañía Negra salen del Bastión y se dirigen al Palacio de la Discordia.

// Sigue en: Palacio de la Discordia.

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24/09/2012, 12:23
EL TIEMPO SE AGOTA.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 01.

MEDIODIA.

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24/09/2012, 12:24
Cho'n Delor: Guardia de la Ciudad.

- Los veintiún jinetes y mandos de la Compañía arriban finalmente al puente que da acceso al Bastión del Dolor.

- Los ornamentados guardias de la ciudad alzan el rastrillo y abren las enormes puertas para franquearles la entrada.

Notas de juego

// Viene de: Barrio residencial.

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24/09/2012, 12:30
Cho'n Delor: Comunes.

- Un numeroso grupo de Comunes acuden presurosos para hacerse cargo de las monturas.

- Los miembros de la Compañía desmontan y son acompañados al alcázar central, a una amplia sala de reuniones llena de estandartes.

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24/09/2012, 20:21
Matagatos.

-Entiendo Capitán, no volverá a suceder. No era mi intención dar ningún espectáculo y no pensé que el castigo atrajera la atención de tanta gente. Si vuelve a suceder algo parecido actuaré según sus recomendaciones.

Siguió al paso del resto hasta que llegaron al Bastión del Dolor y un grupo de personas vino a hacerse cargo de todas las monturas. Después siguió a toda la comitiva hasta la sala que habían preparado para las reuniones.

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24/09/2012, 20:57
Ponzoña.

El Hiena se mantuvo en el caballo hasta que Matagatos descabalgó. Y entonces, siempre a su lado, avanzó hacia el alcázar central, a la amplia sala de reuniones, su mirada abarcándolo todo, registrando el lugar como el depredador que otea un territorio nuevo y desconocido. Y esperó a que su líder tomara lugar para acomodarse a su lado.

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24/09/2012, 22:29
[RIP] Cochinillo.

Durante todo el trayecto permanecí en un mutismo casi absoluto, tan solo roto por alguna exclamación cuando el camello se movía un poco más raro de lo normal, aunque se puede decir que el trayecto fue tranquilo y sin incidentes.

Cuando llegamos a la ciudad, no puedo evitar mirar las grandes murallas y el algarabío que tiene la ciudad a estas horas del día, con gente comprando, comerciantes vendiendo. Quizás se notaba el cambio de barrio y casi se echaba de menos el ver las posadas y prostíbulos, con las fulanas en la calle medio desnudas ofreciéndote favores a cambio de unas monedas.

Finalmente llegamos a nuesto destino cuando una enorme estructura se alza ante nosotros. El pesado rastrillo que protege la fortaleza comienza a alzarse, entre chirríos, por la guardia de la ciudad para franquearnos el paso.

Un tanto nervioso, sigo al resto hasta que se detienen. Cuando uno de los comunes alza la mano para coger las riendas, dudo durante unos segundos. No es mi montura y no me gustaría que la pasara nada, aunque al ver que el resto desmonta y deja tranquilamente sus monturas a los comunes, me apeo del camello y entrego las riendas antes de seguir a Ponzoña y Matagatos.

Una enorme sala se abre nosotros, con bonitos estandartes decorando toda la estancia. Por un momento me siento un patán alrededor de todo este lujo. Inconscientemente, me llevo una mano a la espada que cuelga de mi cintura, sin ni siquiera una bonita vaina que la proteja, y la coloco un poco entre los harapos que hacen de vaina.

Según vamos caminando, lanzo miradas a Piojillo, para comprobar no se bien el qué. Si está mejor que yo, peor o igual.

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24/09/2012, 22:51
Piojillo.

Piojillo parece abrumado por la inmensidad de roca que les rodea, los ojos desorbitados recorren pilastras, arcos y contrafuertes mientras los cascos de Orgullo cloquean rítmicamente el empedrado entre el resto de monturas de la Compañía hasta que finalmente se detienen al llegar a su destino. El K´Halata deja que se ocupen de la montura, no sin antes agradecer el trayecto con unas palmadas a la bestia.

Sin mucha ceremonia mira a Cochinillo, a quién dedica una estúpida sonrisa de complicidad y le sigue como segundo del pelotón de reclutas.

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25/09/2012, 10:31
Capitán.

El Capitán asiente ante las palabras de Matagatos y le da una palmadita en la espalda, indicándole que cuenta con su apoyo.

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25/09/2012, 10:32
Cho'n Delor: El Chambelán de las Cuchillas.

- "Capitán, Oficiales, Suboficiales y mandos intermedios de la Compañía. Buenos días. Sean todos bienvenidos. Por favor, tomen asiento." -

El Chambelán de las Cuchillas ocupa la cabecera de la gran mesa de madera pulida.

A su derecha se sienta el General Sar Krogan, a su izquierda la Coronel Mindy. Está también presente Ansia de Dominio, pero están ausentes los magos Potestad y Sesvolea.

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25/09/2012, 10:36
Portaestandarte.

Portaestandarte se sienta en la contracabecera de la mesa y apoya el asta del Estandarte de la Compañía en el ornamentado sillón de madera.

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25/09/2012, 10:38
Capitán.

El Capitán elige sentarse junto a Sar Krogan, enfrente de Ansia de Dominio.

A su lado se sienta Analista, y junto a Ansia de Dominio el Teniente.

Después toman asiento los cuatro Sargentos y a continuación los Cabos.

Al final de la mesa los mandos de Hostigadores y Campamenteros.

Matagatos queda sentado junto a su padre, que le regala una de sus escasísimas sonrisas.

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25/09/2012, 10:42
Cho'n Delor: El Chambelán de las Cuchillas.

- "Les hemos reunido aquí para explicarles la situación en la que nos encontramos.

Hace cien años, todo el territorio al Norte de la Gran Sabana era conocido como el Reino del Norte. Fundado doscientos años atrás por el Viejo Rey, el progenitor del Señor del Dolor, sobre las ruinas ancestrales del antiguo Imperio K'Hlata.

Era un reino próspero, rico y unido, que incluía el territorio de Cho'n Delor, las ciudades de Idon y Dadiz con sus campos aledaños, el territorio hoy conocido como los Páramos del Viejo Rey, y las tres ciudades del Triplete y tierras circundantes.

Con la muerte del Viejo Rey, hace un siglo, el Señor del Dolor heredó sus dominios, aunque nunca se llevó a cabo formalmente una Ceremonia de Coronación. Mi soberano estaba muy ocupado con sus estudios en el Templo del Dolor, un gran edificio situado a varias jornadas de viaje hacia el Este. Así que dejó el gobierno en manos de ministros que en muchos casos resultaron débiles, incompetentes e incluso traicioneros.

A las ciudades de Idon y Dadiz se les permitió autogobernarse, si bien manteniendo su estatus como estados vasallos, pero el Triplete se proclamó independiente unilateralmente, denominándose Reino Pastel e instaurando una monarquía.

En los siguientes noventa años reinó una paz tensa, con algo de comercio, pero gran desconfianza entre ambas potencias, mientras el resentimiento y la animadversión crecían en los dos bloques.

Hace diez años, mi soberano salió de su encierro para descubrir que ministros traicioneros y corruptos, encabezados por su propio hermano, habían estado debilitando a sabiendas nuestra nación para vendérsela al Reino Pastel. El Señor del Dolor estalló en furia y aniquiló a la mayoría de ministros, pero algunos, incluyendo su hermano, huyeron al Triplete, que les dio asilo político con los brazos abiertos.

Poco después, se iniciaron las Guerras Pastel, mientras Cho'n Delor empezaba a recuperarse política, económica y militarmente. Estrechamos lazos con Idon y con Dadiz, aunque sabemos que Dadiz sigue comerciando sobretodo con el Triplete, lo mismo que los Esclavistas de la Linde, que se venden al mejor postor.

Hace diez años estábamos al borde de la derrota. Actualmente la situación es mejor, pero hemos sufrido muchas dolorosas traiciones en nuestras propias filas.

El enemigo retiene la Puerta de Galdan, el principal paso estratégico en la cordillera que separa nuestros territorios. Son muy ricos y prósperos, cuentan con numerosas tropas, y poderosos combatientes y hechiceros, así como algunas unidades de elite.

Nosotros contamos con el superior poder mágico de nuestro soberano, que en dos ocasiones ha usado el Sello del Dolor para aniquilar ejércitos de invasión que se aproximaban a la ciudad de Cho'n Delor. Lamentablemente su alcance es de tan sólo unos pocos kilómetros alrededor de la capital.

Tras un periodo de entreguerras plagado de escaramuzas, la guerra se ha recrudecido en meses recientes, con el atentado que costó la vida al Rey Pastel II y a buena parte de su nobleza. Ellos nos acusan a nosotros del magnicidio, y nosotros sospechamos que fue un intento de golpe de estado fallido promovido por la familia Chuzai.

El Príncipe Tristan, sucesor y heredero del Rey Pastel II, no ha querido ser coronado hasta que su padre sea vengado. Lo cual implica la aniquilación de Cho'n Delor.

Hace pocos meses, la Bruja Sesvolea, nuestra vidente más prestigiosa, predijo que la Compañía Negra rompería el equilibrio, poniendo fin a las Guerras Pastel.

Hemos investigado un poco y descubierto que la Compañía se ha labrado una reputación formidable en los últimos veinte años, con éxitos tan notables como la derrota de la Horda de las Arenas Sangrientas, el Profanador de Mentes, y el reciente triunfo contra la Alianza de los Castores.

El ejército de Cho'n Delor cuenta con dos mil guardias de la ciudad, bajo mi mando directo, cuatro mil Comunes bajo el mando del General Sar Krogan, con algunas unidades de exploradores bajo el mando de Potestad y Sesvolea, que hoy no han podido acudir a esta reunión. Finalmente contamos con la unidad de los Escorias de Cho'n Delor, bajo el mando de la Coronel Mindy.

Además está la Guardia Invisible, bajo el mando del Verdugo, es la unidad encargada de la protección de nuestro soberano junto a los Cazadores Kelrashi.

A efectos prácticos, podemos contar con los Comunes y con los Escorias, pues el resto de fuerzas están comprometidas en tareas de protección y guarnición de la capital.

Sobre las fuerzas enemigas, no tenemos un conteo actualizado, pero estimamos que cuentan con un ejército de entre tres mil a seis mil tropas regulares equiparables a nuestros Comunes.

Un eficaz Cuerpo de Exploradores y guerrilleros que cuenta entorno a los seiscientos efectivos.

Una caballería noble pesada integrada en sus tropas regulares, que tal vez cuente con trescientos efectivos como máximo.

Y dos cuerpos de elite, la Caballería de los Dolientes y la infantería pesada de los Guerreros del Cielo. Entre ambos cuerpos de elite suman menos de mil efectivos.

Nuestro principal problema en estos momentos es que el enemigo controla la Puerta de Galdan y que sus exploradores y guerrilleros campan a sus anchas por nuestro territorio, atacando impunemente puestos fronterizos, fuertes, e incluso líneas de suministro y rutas comerciales bien adentro de nuestras fronteras.

Disponen de mucha plata, por lo que incluso pueden contratar tribus mercenarias como la de los Chacales para atacar nuestras caravanas comerciales con Idon.

La cordillera que separa Cho'n Delor y el Triplete es muy abrupta, sólo transitable para exploradores e infantería ligera irregular. Para poder mover infantería pesada, caballería y carros de suministros a territorio enemigo necesitamos controlar la Puerta de Galdan.

Pero antes de que podamos plantearnos siquiera asaltar esa fortaleza, necesitamos limpiar nuestro territorio de unidades de exploradores y guerrilleros enemigos, pues sus acciones están minando nuestras fuerzas y nuestra moral considerablemente.

Si esos guerrilleros no son localizados y destruidos pronto, sin duda acabaremos siendo derrotados por completo.

No hemos podido localizar sus campamentos y escondrijos por medios mágicos. Nuestros exploradores han caído en sus emboscadas y han tenido muy poco éxito combatiéndolos. Entre ellos ha cundido el desánimo.

Sabemos que los exploradores enemigos son hombres normales y corrientes, pero los nuestros les temen y les llaman "fantasmas irredentos".

Necesitamos darle la vuelta a esta situación." -

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25/09/2012, 13:26
Ponzoña.

El Hiena se mantuvo en silencio. Nada se esperaba de él salvo su presencia y que tuviera los oídos bien abiertos. Y fue lo que hizo. Escuchó cuanto el Chambelán de las Cuchillas tenía que decir. Una larga perorata acerca de lso efectivos propios y ajenos y algunos datos interesantes que noe scaparon a la astuta naturaleza del Hiena. Cho´n Delor parecía un lugar seguro en la media que el Señor del Dolor parecía capaz de mantener por sí mismo la integridad de aquel lugar. No obstante, su poder mágico parecía reducido al ámbito de la ciudad y su perímetro pues en ningún caso se había mencionado que saliera de allí para abatir a su enemigo en otras posiciones. No, para eso se debía valer de otros. Pero, ¿por qué se mantenía entre los muros de la ciudad? ¿Por qué no se desplazaba para hacer valer aquello que habían llamado el sello del dolor y que podría poner fin a sus enemigos? El Hiena desconocía la magia y sus secretos. Era más, le repelían, pero entendía que el poder del señor del Dolor era limitado y que, de alguna manera, su fuente se encontraba allí, en Cho´n Delor y que alejado de aquel manantial, su poder decaía.

Pero al margen de ello, las cifras dadas hablaban. Para él los números carecían de un significado real, pero entendía que sus enemigos eran abundantes como las estrellas en el firmamento. Numerosos y bien preparados, fuertes y controlando una vía de comunicación, una senda que hacía que el peso de aquel conflicto se inclinara de su lado. Mas parecía ser que aquel no era el objetivo inmediato sino aquellos llamados Fantasmas Irredentos que, como el leopardo, sabían mantenerse ocultos y en silencio y atacar cuando menos se lo esperaban, causando un número de bajas de poca importancia pero constante, como el goteo del hielo al fundirse en las altas montañas y que gota a gota daban nacimiento a un río. Y o mucho se equivocaba, o aquel sería su primer objetivo. Darles caza.

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25/09/2012, 13:56
[RIP] Cochinillo.

Según hablaba el Chambelán, no paraba de preguntarme el porqué nos han requerido para esta reunión. Nosotros somos simples reclutas, ni siquiera somos auténticos soldados, pero aún así nos han llamado, y allí estamos Piojillo y yo, representando a los Campamenteros. Los denostados Campamenteros en algunos focos concretos y puntuales, aunque tampoco podía culparles. Al fin al cabo, todavía no eramos miembros por derecho y no merecíamos nada en absoluto.

A lo largo de la reunión, por mi mente pasó que, quizás, el Capitán no pensara de igual manera, y que considerar a todos sus hombres, si no por igual, al menos a cada uno en su justa medida. En ese momento, me estiré levemente sobre mi asiento y, con los antebrazos apoyados sobre la mesa permanecí atento a todo lo que nos contó el Chambelán.

Parecía obvio lo que se esperaba de nosotros: limpiar la ruta de la Puerta Galdan. No sabía bien lo que significaba eso de fantasmas irredentos. Bueno, si lo de fantasmas, pero eso de irredentos no estaba dentro de mi vocabulario. Aún así, seguí atento, dejando de mirar al Chambelán para observar al capitán durante unos segundos, esperando que fuera él quien comenzara a hablar.

Una cosa estaba clara, esta misión recaería con toda seguridad sobre los hostigadores. Solo esperaba que incluyeran a sus Campamenteros en la estrategia para acabar con esos fantasmas.

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25/09/2012, 22:04
Piojillo.

La exposición era clara y sencilla, tanto que hasta Piojillo había entendido la delicada situación estratégica. Sin la Puerta de Galdan estaban perdidos y encima sus tropas exploradoras acosaban las rutas comerciales y puestos fronterizos. Hasta ahí, estaba claro, pero ¿qué función debía desempeñar cada unidad en todo esto? ¿Podían los novatos Campamenteros medirse a esos "fantasmas"?

Un escalofrío recorrió la espalda de Piojillo mientras pensaba en todo aquello y en como unirse a la Compañía exigiría su tributo en sangre, propia o ajena.

Cargando editor
25/09/2012, 22:19
Piojillo.
Sólo para el director

Mientras Piojillo parecía aterrado por las batallas inminentes, sus cerebro volaba valorando la situación. Conocía las ciudades de las que hablaban, pues había realizado transacciones comerciales en ellas y cada una le pareció un lupanar lleno de putas dispuestas a venderse al mejor postor, no podrían con alianzas duraderas.

Los exploradores solo atacan donde más daño hacen, y eso lo consiguen mediante información. Espías y traidores son los que les dicen como y donde atacar, busca al espía y encontrarás a los hostigadores. Hay que darles información falsa, algo tan jugoso que no tengan más opción que morder y entonces dejar caer la trampa. ¿Seremos los Campamenteros el cebo?