Partida Rol por web

- MENTIROSO, SERPIENTE, GUEPARDO, Y RASTROJO, emprenden el regreso hacia el campamento de Instrucción.

- El Aprendiz de Mago y el de Chamán llevan consigo sus respectivas mulas.

- Hermana, la Soldado Exploradora, ha ido a investigar el misterioso ruido.

- OJOPOCHO camina hasta que llega a la aldea de los Caimanes Negros.

- Parece mejor fortificada que hace algunos meses. Hay guerreros en la puerta.

PUEBLO DE LOS CAIMANES NEGROS:

- Los guerreros Caimanes miran a Ojopocho con frialdad, casi con hostilidad, y no se apartan para dejarle paso.

HERMANA os da alcance con sorprendente velocidad, claro que con las mulas de Serpiente y Rastrojo vuestro avance no era el más rápido.

Por un momento se interpone en vuestro camino, mirando a Serpiente con una mezcla de enojo y diversión.

Finalmente se hace a un lado, franqueando vuestro regreso al campamento de instrucción.

Me acerco hasta ellos y mirándoles fijamente, sabiendo que ya no era bien recibido les digo.

-Saludos, soy Ojopocho, miembro de la Compañía Negra, venía a despedirme de mis antiguos compañeros, si es que se me permite la entrada al poblado claro está.-Le digo a los dos guerreros.

- "Has dicho bien, Ojopocho es un hombre de la Compañía Negra, no de los Caimanes Negros. Se te permite pasar, pues la Compañía es nuestra aliada. Pero ponte esto para tapar ese ojo." - El guardia le da una tira de tela para que Ojopocho cubra su ojo extraño.

- "Esa mirada trae mala suerte, así no maldecirás a nadie en el pueblo." -

Los guardias se apartan. Ojopocho los conoce bien, pero al mismo tiempo son como extraños ahora.

Me cubro el ojo con la tela que me ofrecen, ya que me recibían no quería ser descortés con ellos y paso adentro haciendo un gesto con la mano a modo de despedida.
-Hasta mas ver.- Es todo lo que le digo a ellos.
No me hacía nada de gracia que se dijera que mi ojo maldecía pero no había mas remedio que aguantarse y tragar.

POBLADO DE LOS CAIMANES NEGROS:

- Ojopocho recorre el poblado entero. Tantos lugares conocidos, tantos recuerdos.

- Aunque falta mucha, mucha gente. Muchos guerreros han caído en estos cuatro años de guerra, otros tantos están en las aldeas conquistadas: Jirafa, Cebra y Antílope.

- La tribu es ahora rica y poderosa, aunque queda poca gente de la edad de Ojopocho. Muchos de los guerreros son ahora más jóvenes. Y los viejos parecen endurecidos, encallecidos, amargados. ¿Por qué, si es el momento de mayor gloria en la historia de la tribu?

- En la choza familiar nadie abre la puerta.

- Finalmente, un vecino de la choza de al lado se asoma y dice que Bongisi está muerto para sus parientes, muchos de los cuales han sufrido desgracias o han caído muertos por la enfermedad o la guerra, todo a causa del mal yuyu que trajo el ojo de Bongisi.

- El vecino le dice que ya no hay nada en esa familia para él.

Suspiro y miro abajo, luego de darle las gracias al vecino miro al cielo y doy media vuelta, y con la cabeza agachada y el espíritu encogido, pongo camino al campamento de la compañía mi nueva y verdadera familia. Al salir les doy el trozo de tela a los guerreros que guardaban la puerta y me despido con un simple adiós. Estaba triste porque mi antigua familia ha rechazado el despedirse de mi.

CHAMAN TRIBAL:

Cuando Ojopocho se acerca a la salida del poblado ve al Chamán de la Tribu que le está esperando.

- "Te saludo, Ojopocho, de la Compañía Negra." -

CAIMANES NEGROS:

- Supuestamente, los Chamanes de los Caimanes Negros no tienen una identidad definida, son la boca del Tótem Tribal. Se supone que se transmiten todos sus conocimientos de unos a otros.

- Este chamán no te suena físicamente, pero se supone que mentalmente es "el mismo".

Saludos Chamán, me resulta extraño que esté esperándome en la puerta alguien tan importante como sois vos, cuando ni mi familia me ha recibido en el poblado.-Digo, aún con el ojo tapado, ya que no he llegado a salir del poblado. Mientras le hablo hago una leve gesto con la cabeza, e inclino un poco el torso a modo de respeto.

CHAMAN DE LOS CAIMANES:

- "Sé que tu lealtad ya está decidida, joven explorador. También sé del precio que pagaste por el bien de la tribu.

Te lo agradezco en nombre de nuestra tribu y del Tótem Caimán Negro.

Es posible que los intereses de la Compañía y los de los Caimanes no siempre coincidan en un futuro. Esos mercenarios han conseguido lo imposible para nosotros, ahora somos fuertes y poderosos. Sin embargo, nuestro tesoro en plata y joyas antiguas prácticamente ha desaparecido en sus manos avariciosas, y siempre quieren aún más y más pago por su ayuda.

Hemos perdido a muchos de nuestros guerreros en esta cruenta guerra, que finalmente parece a punto de terminar. El asalto final contra los Castores está próxima, y el Caimán ha vaticinado nuestra victoria.

Será el final de la utilidad de la Compañía para los Caimanes y quizá no terminemos siendo aliados. Sería una pena que así fuera después de años de cooperación.

En cualquier caso, y pese a que tu senda se separa de la de la tribu, quisiera que siempre llevases al Caimán Negro contigo, en espíritu y en tu corazón." -

El Chamán te ofrece una tela ricamente bordada con el emblema de tu antigua tribu:

Extiendo los brazos para recoger la tela y tras observarla y acariciarla una sonrisa se dibuja en mi rostro.
-Será un honor llevar este símbolo conmigo el resto de mis días Chamán, llevaré siempre el espíritu del Caimán dentro de mi corazón y no dejaré que nadie de la Compañía me aparte de él jamás. Ahora si me permite, he de marchar, tengo que coger sitio y comer, si es que no llego tarde ya a la comida.

- Tela con el emblema bordado de los Caimanes Negros anotada en tu ficha.

- El Chamán se aparta y los guerreros abren las puertas de la aldea, actualmente fortificada con una recia empalizada.

- Ojopocho abandona su aldea natal, tal vez por última vez. Emprende el camino de regreso al campamento de instrucción.

- R'Gaa y Guepardo son los primeros en salir por la Puerta Norte.

- Les siguen Mentiroso y Ponzoña. - Mentiroso por ahora va a pie, con su camello atado tras el carro, pero puede optar por viajar montado en su camello cuando quiera.

- Salen a continuación Ojopocho y Jabalí.

- Pelagatos montado en su caballo pesado seguido por Attar y Uro.

- El carro, tirado por cuatro mulas y conducido por Rastrojo, con Khadesa de pasajera. Atrás van atados el camello de Mentiroso y una cabrita. Serpiente camina junto al carro, pues quiere hablar con Khadesa.

- Flanquean el carro Sicofante montado en su caballo pesado y Caracabra.

- Sigue de cerca al carro Peregrino.

- Cierran la marcha Dedos, Loor, Campaña y Sacorroto, quien lleva a su mula de las riendas.

- Tras revisar que nadie, excepto Matagatos, se queda atrás, Lengua Negra es el último en abandonar el campamento, montado a lomos de su caballo ligero de monta.