Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Pelotón de Campamenteros.

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12/05/2013, 22:47
Keropis.

El ermitaño había entrenado de forma ligera, y demostrando no ser nada hábil con las lanzas, al menos arrojándolas. A Keropis se le daban mejor las distancias cortas. Cuando Lengua Negra nos hizo parar para descansar y acercarnos, Keropis fue con paso tranquilo, y sin forzar mucho. Sabía que la distancia sería larga y tenía que estas al máximo y descansado.

Mientras Lengua Negra hablaba y comentaba qué hacer con las piezas de equipo, el ermitaño optó por quedase el escudo y acarició suavemente la espada que llevaba al cinto en la cadera. Herrumbrosa, pero había demostrado, al igual que su armadura, ser buena en su cometido.

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13/05/2013, 22:48
Asesina.

Después de hablar con Manta y ayudar un poco decido usar uno de mis numerosos momentos de tranquilidad, dadas mis heridas, para acercarme al herrero y ver si puede adaptarme de forma eficiente la armadura. Nunca suelo luchar con coraza, pues el dolor es el mejor indicador en una batalla pero no estoy dispuesta a volver a quedar tan lisiada nuevamente.

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14/05/2013, 16:50
Chamán Rojo.

Había estado moviéndome con toda la velocidad de la que era capaz. Guepardo me había enseñado a moverme en sigilo para sortear y atacar al enemigo y, ahora que Dedos me había puesto la capa, quería experimentar y mejorar mis habilidades. En esta batalla todo podía ser decisivo y no tenía intención de dejarlo en manos del destino: Si me esforzaba, yo podriá labrar mi futuro. Rezaría al espíritu antes de la batalla para que acudieran a mi ayuda, para que me concedieran más velocidad y fuerza, capaz de acabar con un enemigo de un golpe.

Me detuve con la voz de Lengua Negra y respiré profundamente. Comprobé con cierta alegría que no estaba tan cansado como pensé que lo estaría, lo que significaba que estaba cada vez más en forma.

Notas de juego

Competente con escudo, además de tener uno pesado de madera.

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14/05/2013, 17:21
Lengua Negra.

-Manta, quiero aprovechar este período de descanso para intentar hacer ciertas compras. Quiero que me acompañes y observes y que formules cuantas preguntas quieras -dijo a su segundo-. Dejaré el caballo en los establos. Vamos.

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14/05/2013, 17:42
Belleza.

Ya había aprendido a usar la lanza y el machete me costó acostumbrarme. Su punta afilada tan cerca de mi mano me impresionó al principio, pero no tardé en coger confianza y agarrarlo con fuerza y aplomo. Quería ser como Loor, así que intentaba ir con la empuñadora por delante, golpeando con el mango para dejar inconsciente a la víctima.

Lengua Negra gritó y yo me detuve. Busqué entre mis ropas un lugar donde guardar el machete evitando que me hiciera algún daño, hasta que pude ponerlo en la cintura.

Notas de juego

No soy competente con ningún escudo.

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14/05/2013, 19:58
Manta.

Manta sudaba como hacía tiempo que no lo había hecho. Cho'n Delor no era una tierra especialmente cálida, pero la humedad del ambiente provocaba que el cuerpo transpirara más de lo habitual. Pero eso no era diferente al día anterior. Sí eran diferentes la armadura, que se pegaba a su cuerpo como si fuera parte de su piel, y sobre todo, aunque de momento fuera pequeña, la responsabilidad de ser el segundo al mando, que le agotaba más de lo que cualquier entrenamiento podría.

Lengua Negra no le dio tiempo, sin embargo, a quitarse el sudor de encima. Algunos de los pelotones ya estaban abandonando el campamento, completamente pertrechados y marchando a buen ritmo, lo que indicaba que la batalla estaba próxima. Un leve escalofrío lo azotó al pensar en el futuro próximo.

—Señor —Manta se acercó al líder de los campamenteros y saludó—. Estoy listo, ¿qué vamos a comprar?

Manta estaba preocupado por el papel del pelotón en la próxima contienda, pero si había de preguntarlo, prefería hacerlo cuando estuviesen solos.

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15/05/2013, 13:12
Niña de Oro.

Reunión con Lengua Negra 

Las palabras de Tarado produjeron un profundo desagrado en Niña de Oro. Un segundo mando no se gana el puesto a base de palabrería barata, sino con hechos, demostraciones en el campo de batalla. Y eso ella lo sabía bien por su anterior vida, su vida de noble en la que había vivido y visto bien de cerca la política de su padre. 

Con su actitud, ese hombre lo único que demostraba era hacer honor a su nombre. ¿Unirse a la estampida con los jinetes sin llevar montura siquiera? Más que valiente ese hombre era un irresponsable. Un hombre muerto no sirve para nada más que para dar polvo a la tierra, y Tarado parece capaz del suicidio con tal de ganar prestigio. 

Después de varias ofensas más al líder, y las muestras abiertas de desprecio hacia el agresor, Lengua Negra demuestra con creces que puede mantener la calma y defenderse solo, aunque más de uno habría puesto punto y final a la palabrería del campamentero.

Una vez se va Tarado, obedeciendo al fin las órdenes del líder del pelotón, Niña de Oro sigue callada. No quiere llamar la atención, ya que suficiente se habían fijado en ella esa misma mañana como para seguir haciendo o diciendo tonterías. La verdad es que esperaba que le diesen una buena lección a Tarado. Su padre ya le habría cortado la lengua y sacado los ojos, por desobedecer órdenes y faltar el respeto a sus compañeros, incluyendo al líder. ¿Quién se cree que es para criticar a los demás, si el primero que tiene defectos es él mismo?

Finalmente, Lengua Negra da por terminada la reunión, dando orden clara de que los heridos descansen. Desearía poder entrenar con sus compañeros el día siguiente, para aprender al fin a pelear, aunque sea sólo un poco. Sabe que pronto volverán a luchar, en cualquier momento se podría producir una emboscada al campamento, y ella no sabe hacer casi nada más que imitar los movimientos de sus compañeros.

Una vez más, gracias a la ayuda de Plumilla, puede volver a la tienda de heridos a descansar. -Así está bien, gracias por tu ayuda, Plumilla.- Intentaba no quejarse para no preocupar a la chica, aunque sus heridas le dolían bastante. 

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15/05/2013, 15:33
Niña de Oro.

Primer día de entrenamiento 

Niña de Oro se despertó aquella mañana y salió de la tienda de los heridos, lentamente, aunque por su propio pie, pues necesitaba mover su cuerpo entumecido. Esa mañana se encontraba bastante mejor. Las heridas ya casi habían cerrado todas y del todo. Sólo sentía punzadas de dolor al hacer movimientos bruscos. 

Llegó a tiempo para escuchar que Tarado había sido sancionado con no jurar, además de estar de prueba para determinar si iban a trasladarlo al pelotón de los reservas. Un duro golpe para el hombre, aunque se lo tenía más que merecido. Desde luego, Lengua Negra era mucho menos duro que los altos mandos de su tribu, que le habrían cortado como mínimo la lengua, pero eso no lo hacía mal líder, ya que como había demostrado sabía muy bien qué quería y cómo lo quería. 

Y como buen líder, tenía órdenes para todos. Ella, al igual que unos cuantos compañeros más, no entrenarían ese día para poder seguir reposando las heridas y curarse del todo antes de la lucha. 

Esperaba al día siguiente poder entrenar. De todas formas, pasase lo que pasase, tenía claro que al ser la siguiente jornada de entrenamiento un entrenamiento cuerpo a cuerpo, ella estaría presente aunque fuese para aprender observando. 

Se acercó lentamente a las provisiones y comió un poco de legumbres frescas. Desde que estaba en la Compañía la comida, tuviese el sabor que tuviese, le sabía a gloria. Y esta vez, sobre todo las zanahorias, estaba todo realmente rico. 

Antes de irse a la tienda de heridos a seguir descansando se da cuenta de que ella tampoco ha dado parte de lo que son sus pertenencias. 

-Manta - dice acercándose a él. - yo dispongo de una daga y una lanza a dos manos, aunque no sé usar bien ninguna de las dos. Tengo una manta, una estera, una tienda de campaña, una escudilla y pellejos de agua. Pellejos tengo 3. El resto de mis posesiones no creo que sean de interés para tu lista. 

Desde allí mismo Keropis la puede escuchar sin necesidad de subir la voz.

-Keropis, yo sé montar bastante bien, pero no tengo ninguna montura. 

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15/05/2013, 16:57
Niña de Oro.

Tras la orden de puesta en marcha, Niña de Oro se dirije a Lengua Negra antes de que se vaya.

-Cuando pueda, Lengua Negra, señor, desearía poder hablar contigo en privado. 

Después de eso comenzó a andar nuevamente de manera lenta hacia la tienda de los heridos. 

Esa misma noche sería la ceremonia de juramento. Tras su primera batalla los altos mandos habían decidido que aunque ella no vertiese sangre enemiga por la Compañía, había sido suficiente con ser herida en batalla para jurar como Hermana en la Compañía. 

Tenía toda la tarde para buscar un hermano, pero sabiendo que no tiene habilidades para el combate, y habiendo visto como a los demás les enseñaba a cada uno un tutor para hacerlos mejorar, no se consideraba digna de llevar la capa y el sello de la Compañía. Después de mucho pensarlo, se decidió a renunciar a la jura. 

Justo antes de la ceremonia se acercó a Lengua Negra y le comunicó que ella también renunciaba a jurar y las razones que tenía para ello.

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15/05/2013, 17:32
Niña de Oro.

La voz de Lengua Negra retumbó por el campamento. Ordenaba formar y Niña de Oro acudió a la llamada tan rápido como pudo. 

Traía consigo un botín cedido por los Hostigadores. El nuevo líder volvía a dar órdenes. Escuchó atentamente las palabras del Oscuro para memorizarlo todo, pero a ella no se dirigió. Lógicamente no iba a darle un arma nueva cuando no podía entrenar y no podía aprender a manejarla. Es más, ¿cómo le iban a confiar un arma nuevo si no sabía usar ni sus propias armas? Su situación era bastante lamentable.

Aún tenía que seguir descansando, pero en esa ocasión se quedó a observar cómo entrenaban los demás.

Y llegó la hora del descanso, y con ello Lengua Negra tenía una nueva: al día siguiente partían para luchar. ¿Estaría del todo preparada para poder afrontarlo? ¿Estaría realmente en las condiciones óptimas como para luchar? Lo único que sabía sin duda era que iba a darlo todo, hasta su propia vida de ser necesario por la Compañía. Y esta vez se ganaría el derecho de jurar vertiendo la sangre de los enemigos. 

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15/05/2013, 19:45
Lengua Negra.

-Todo cuanto podamos, que no será gran cosa. Pero lo intentaremos al menos. Vamos rápido, Manta. La suerte es para quien trabaja por ella.

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15/05/2013, 19:48
Lengua Negra.

Notas de juego

Dark, ¿dónde quieres que roleemos las compras que quiero hacer? ¿Aquí mismo o en otra escena?

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16/05/2013, 08:40
La Compañía Negra.

- Esta escena puede funcionar de forma atemporal si lo necesitáis para hacer arreglar armaduras o hacer alguna compra.

- Basta con aclarar en la cabecera del post en mayúsculas el momento y lugar en que se produce la acción.

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16/05/2013, 13:52
Derviche.

EL DÍA ANTES, MIENTRAS EL RESTO ESTÁN ENTRENANDO. POR LA MAÑANA.

Derviche cogió la armadura que le dio Lengua Negra y, mientras esperaba que Piojillo volviera de sus entrenamientos, se dirigió a la zona donde estaba Herrero. Vagó un poco por el campamento, sin prisa, y al final los ruidos típicos, de hiero golpeando hierro, la atrajeron, como la luz atrae a un mosquito. Dio unas cuantas vueltas hasta decidirse hablar, no sabía qué decir.Recordó los consejos de Peregrino, su tutor y hermano de capa, el que consiguió que ella cambiara tanto. Carraspeó un par de veces y, cuando el hombre paró de hacer su labor, le habló con su tono de voz característico.

- Herrero, tengo esta armadura, no sé si me valdrá. Vengo a ti para que me ayudes a ajustarla... si quieres. 

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17/05/2013, 08:51
Herrero.

- "De acuerdo, Soldado. Póntela para que pueda ver como te queda y dónde hay que hacer ajustes. Sí, veamos, así. De acuerdo, ya veo donde está el problema.

Vale, ven a recogerla dentro de unas horas." -

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17/05/2013, 12:27
Lengua Negra.

VÍSPERA DE LA PARTIDA

-Armaduras, Manta, eso es lo que deseo comprar. Entre otras cosas.

Atrás quedaban sus guerreros, hombres y mujeres llenos de esperanza y miedo, de vanidoso orgullo y temor ante su destino. Hombres y mujeres que necesitaban demostrarse a sí mismos y a los demás que valían, que eran importantes y no sólo un escudo humano con el que se distrajera al enemigo antes de que otros, más fuertes, más capaces y mejor pertrechados, aprovecharan aquella distracción para emitir su mensaje de muerte en loor de la Compañía. Lengua Negra odiaba el destino que se le había adjudicado, aquel castigo, el exilio de los Hostigadores impuesto por su padre, quien no dudaba en manejarlo a su antojo, castigándolo una y otra vez, demostrando públicamente su desprecio hacia él.

¿Hacía cuánto que no le aceptaba en audiencia privada? Tan sólo Analista, su viejo mentor, era quien lo recibía, siempre con oportunas excusas para proteger al Capitán. Pero ante la galería, él era un protegido, un niño mimado, aquel que recibía sin mérito alguno las prebendas de su cuna. Cuán ignorantes eran todos, qué poco sabían de su pasado, presente y futuro, qué pronto prejuzgaban sobre la base de creer saberlo todo.

Pero fuera como fuera, los Campamenteros no tenían culpa ni responsabilidad. Esta última había sido depositada sobre sus hombros y la ejercería. Y lucharía por ellos antes de que le arrancaran de entre ellos para liderar a los seguidores de campamento, posiblemente su siguiente destino si hacía caso de la evolución de su padre hacia él. Y ese primer paso lo constituía algo tan vulgar como intentar luchar por proporcionarles unos mínimos, algo que tan sólo podría conseguirse con dinero, un bien escaso y mal gestionado.

Y por fin ante quien podía proporcionarle aquello que deseaba, pero que difícilmente podría conseguir, habló.

-Hola. Busco armaduras. Muchas. Y las necesito ya. ¿Qué puedes ofrecerme y cuánto pides por ello? -preguntó directamente Lengua Negra-. Y haz gala de cierta generosidad en la negociación pues no olvidemos que más supervivientes supone un aumento de la potencial clientela en un futuro -añadió con una sonrisa socarrona no exenta de humor.

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17/05/2013, 13:48
Asesina.

CON HERRERO

Señor, me han otorgado una armadura para el combate. Sin embargo creo que necesita algunas modificaciones pues no se ajusta demasiado a mi. Tengo algo de dinero para pagaros los gastos y le daré aún más si se apresura pues la necesito para el combate que se avecina-aún harta de tanta educación y respeto me obligo a seguir hablando de esta forma. De todos modos el Herrero es de las pocas personas de la Compañía que se merecen mi respeto.

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17/05/2013, 18:12
Comerciante.

- "Salve, Lengua Negra.

Verás, puedo conseguirte cinco armaduras de cuero hervido a doce platas cada una. También podría saquear las existencias de mis compañeros comerciantes y obtener cinco armaduras de cuero tachonado de Oscuros, a veinticuatro platas la pieza. Si te lo llevas todo, podría negociarte hasta un diez por ciento de descuento. Esta es la oferta más generosa que te puedo ofrecer, y porque mañana hay una batalla importante para el futuro de la Compañía." -

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17/05/2013, 18:15
Herrero.

- "De acuerdo. Campaña te tomará ahora las medidas y tu armadura estará lista para antes de la próxima batalla. Déjala aquí encima." -

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17/05/2013, 21:15
Lengua Negra.

Lengua Negra hizo un rápido cálculo mental. Las armaduras de cuero hervido supondrían 60 platas. Las otras, 120. Un total de 180 platas de las que no disponía, pese al potencial descuento de 18 platas.

-Ciento sesenta y dos platas -dijo masajeándose la mandíbula-. No dispongo de tanto, obviamente, pero las necesito como el aire, Comerciante -contaba con las 18 monedas de Asesina, las tres proporcionadas por Ponzoña para su uso y los abalorios por valor de otras tres, las cuatro suyas y otras dos en abalorios. Un total de veintisiete monedas de plata en efectivo y cinco en abalorios. Treinta y dos frente a ciento sesenta y ocho-. Tengo esto -señaló poniendo el dinero y los abalorios sobre la mesa de Comerciante-. Y esto -un anillo refulgió con una trágica luz y sonó sordamente con la madera al depositarlo sobre ella-. Ambos sabemos cuál es su valor. Grande. Haznos un favor y no rebajes en exceso su precio. Lucharé como una puta porque me des el máximo -dijo sin vergüenza alguna ante su vocabulario-. Y aun así, Comerciante, sé que es insuficiente para todo lo que pido -se frotó el entrecejo fruncido. Buscaba una solución. Una solución permanente-. No pido caridad. Tienes un negocio, pero son tiempos difíciles. Te propongo un plan. Un alquiler con opción de compra. Tal vez nunca te lo hayan planteado pero puede ser una solución que satisfaga a ambas partes. Toma este dinero y estas joyas una vez tasadas como señal de pago. Yo me llevaré las armaduras para mis guerreros. Concédenos un plazo de prudencial para el pago completo. Si la batalla de mañana resulta victoriosa, el botín debería servir para satisfacer en gran medida esa deuda. Por cada portador de armadura que haya caído muerto, recuperarás dicha armadura y nos descontarás dos tercios de su precio del total. Podrás revenderla sin problemas y seguirás teniendo un beneficio de nuestra parte. Siete platas y veinte cobres por una armadura que ya no poseeremos. Si soy yo el que muera, mi montura, Dante, pasará a ser de tu propiedad. Cubrirá de sobra el pago pendiente e incluso podría sobrar palta suficiente como para repartirla entre los Campamenteros. De igual forma, mi montura se convierte en garantía de pago de esta deuda incluso si sobrevivo y cumplido el plazo no abonamos el pago. Y para que quede constancia de ello, lo pondré por escrito y lo firmaré y pediré a Analista que lo rubrique para da legitimidad y legalidad al proceso. ¿Te parece un trato justo? De ser así, quizás añada incluso un par de cosas a mi lista de armaduras.