Partida Rol por web

La Defensa por Galdonia VI

El Caldero de Brujas (Fox)

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07/10/2012, 02:57
Director

Notas de juego

En la lanzadera (Anexado puntaje relativo a su rapidez):
Sonny 9
O´Connor 9
Hightower 3
Gawain -2

Sonny: Abordas la lanzadera con O´Connor a rastras.

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07/10/2012, 03:34
Sargento Patrick Evans

La situación era insostenible y la lanzadera comenzó a elevarse entre el enjambre de bichos, en aquél momento, no se por qué, Evans imaginó una lámpara matamosquitos gigante, y eso le hizo feliz...por un instante. Mientras miraba como la lanzadera les dejaba a su suerte, vió como el sargento era herido y muchos infantes estaban desperdigados como para ofrecer una encarnizada resistencia. Entonces, el cabo Patrick Evans de la escuadra táctica Fox de los guardianes de Sirius vió su destino y si iba a reunirse con su hermano, lo haría cargándose a todos esos hijos de puta. Hincó la rodilla en el suelo y comenzó a disparar una ráfaga... Y ocurrió. Fué como el sonido de un coro celestial bajando desde el cielo y la luz le cegaba. Quitó el modo infrarrojo para ver la matanza desde otra prespectiva. Otra lanzadera bajaba en su rescate y sin duda alguna no habría mas billetes de ida. En un rápido movimiento se subió a la lanzadera.-Joder lo que no consiguen los bichos casi lo hacen los pilotos de la flota. ¿Tengo una H de aterrizaje en la cabeza o qué?.-Evans cambió el cargador del rifle ya gastado y se mantuvo cerca de la puerta con el arma lista, por si algún indeseado quería subir al taxi.  

- Tiradas (2)

Motivo: Disparo Rifle

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+10)=13

Motivo: Punto de acción

Tirada: 1d6

Resultado: 3

Notas de juego

Tengo Quick reload asi que no cuenta como acción.

acción de movimiento: subir a ese magnífico cacharro que ha creado el hombre.

acción de disparo: bichos hacia el oeste de mi posición. (ahora no dispongo de coordenadas)
Disparo tipo: burst fire
daño: +4
 

No te pongo daño por que no le doy a nadie.

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07/10/2012, 17:20
Willhemina "Billy" Wallace

Sentada en uno de los asientos libres, con el arnés bien colocado para no moverse de un lado al otro, piensa en los que se han quedado abajo, en aquellos a los que tendría que haber ayudado en lugar de haber subido a la lanzadera. Pero las órdenes del Sargento habían sido claras. De todas formas, maldice su suerte por no haber ayudado lo suficiente a sus compañeros... ¿volverían todos? Espera que sí.

Mira la cara de los demás y supone que es un reflejo de la suya propia. Suspira esperando a que llegue el final del viaje y a que sus compañeros consigan salir de ese fuerte helado, que para muchos se ha convertido en tumba.

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07/10/2012, 20:22
Aarón Wimger

Una ráfaga bien dirigida impacta contra el enemigo, pero mientras un bicho se retuerce de dolor, docenas de ellos siguen apareciendo por todas partes.

Todos disparamos, pero aun así, los bichos siguen avanzando mientras me agacho instintivamente al escuchar la lanzadera despegar. Viendo la cantidad de Hoppers que hay en el aire me alegro de haber estado tan cerca de la lanzadera, ya que probablemente me sirva de cobertura para que estos no me ataquen.

Observo que todo está perdido, los que se han quedado atrás son desbordados por los bichos que los atacan sin piedad y mi presencia allí, no sirve de nada. No puedo lanzarme al combate esperando salvar a nadie.

-¡¡REPLEGAOS HASTA LA LANZADERA!!-grito en cuanto escucho los motores reducir su potencia. Son solo unos instantes entre que aterriza una y despega la otra, pero en este lugar todo parece eterno.

Me doy la vuelta con la seguridad de que los que se han quedado atrás morirán. Me doy la vuelta y corro hacia la lanzadera con todas mis fuerzas. El frío ya me está llegando hasta los huesos y la herida del pecho ya no me duele. Mientras corro, observo como Yúpe y Highwa han caído, y y cómo uno de la pesada arrastra a otro hacia la lanzadera así que freno un poco mi carrera para intentar ayudarle a arrastrar al hombre herido y así llegar todos antes de que esta parta.

Realmente no se si alguno de los caídos aún está con vida, no se si alguno habrá conseguido eludir a los bichos para correr conmigo, pero mi preocupación es llegar a la lanzadera para salir de este lugar, volver a mi hogar, abrazar a mi hijos y amar a mi mujer...

- Tiradas (2)

Motivo: Fortaleza

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 10(+3)=13 (Fracaso)

Motivo: Punto de acción

Tirada: 1d6

Dificultad: 15+

Resultado: 5(+13)=18 (Exito)

Notas de juego

Se que Sonny puede el solito...pero oye, tampoco es plan de dejarle que lo arrastre el solo no?:P

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07/10/2012, 21:51
Sargento Mayor Gary Focker

El escenario se ha llenado completamente de enemigos. Si no hubiese nacido en esta época pensaría que jamás la Humanidad tendría que lanzar a todos sus ejércitos para luchar en contra de una especie se insectos gigantes y devastadores. Bueno, igual no sé nada de Historia pues nunca fui un buen alumno y por eso no me imagino un Universo sin arácnidos amenazándonos.

Ahora menos que nunca, cuando el cielo a pocos metros de altura está saturado de ellos, volando y destruyendo como pocas criaturas son capaces de hacerlo. Más aun, a más metros miles de bichos asesinos entran en el Fuerte para merendarnos. Veo sus cuerpos acercarse con una furia primitiva que no entiendo y que les impide detenerse en su afán por matarnos.

Todo eso me importa una mierda, pues mi trabajo es cumplir mi misión, no preguntarme estupideces filosóficas ni morales. No me importa quién atacó primero ni quién tiene la razón, el mando me da órdenes y debo cumplirlas como sea necesario. Ahora mi misión es abandonar este infierno y sacar a mis hombres de él. La última lanzadera llega para ello y no puedo dejarla marcharse sin los miembros de la Fox.

Veo a la lanzadera posarse y en ese momento de descuido, un Hooper baja rápidamente y me corta el hombro con su ala filosa. El exoesqueleto del insecto raja mi armadura y mi piel como si fuesen mantequilla caliente, cortando mi carne casi hasta llegar al hueso, causándome un gran dolor lacerante. Elevo un gruñido de rabia acompañado por las palabras más sinceras salidas del alma:

 - "¡Bicho verde hijo de la gran reputa que te parió! ¡¿Esto es todo lo que tienes?! ¡Pues me cago en tu puta especie!"

Disparo a la masa de bichos por donde se fue el Hooper y luego me subo a la lanzadera desde la que le hablo a mis hombres:

 - "Todos suban de una vez. Raynor, Gawain corran de una vez. Esta lanzadera no esperará, no me obliguen a buscar reemplazos. ¡Suban todos ya, que la Fox se va!"

Desde la lanzadera veo a mis hombres dirigirse al vehículo y abordarlo, mientras le ofrezco una mano para abordar y alejarnos todos de una vez de ese planeta completamente perdido. 

- Tiradas (3)

Motivo: Disparo

Tirada: 1d20

Resultado: 10(+11)=21

Motivo: Punto de Acción

Tirada: 1d6

Resultado: 3

Motivo: Daño

Tirada: 20d8

Resultado: 4, 1, 8, 3, 7, 2, 7, 8, 2, 5, 2, 4, 7, 3, 5, 3, 2, 6, 3, 7

Notas de juego

Acción estándar: Disparar

Objetivo: Bichos aéreos hacia la dirección en la que se fue el que me golpeo, con centro en él.

Tipo de Fuego: Fuego Automático

Modificador al Daño: +4

Notas: Sin aplicar ningún bonificador ni penalizador.

Acción de Movimiento: Subir a la lanzadera

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09/10/2012, 03:40
Steve Miller

Miller maldice, mira al capitán Tsumina y maldice de nuevo en la intimidad de su casco. Alex parece que no lo olle o no lo quiere oir, pero pero descarga su morita con saña. El zapador golpea con un puño la trampilla cuando esta empieza a subir y se desengancha de su lizard line, luego se sienta en el lugar más apartado y aprieta el arnés si hablar con nadie.

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09/10/2012, 03:42
Alex Jane Odonell

Cuando la trampilla se cerro completamente, se paso unos segundos respirando rápidamente y superficialmente. Había desobedecido una orden directa pero peor aun, aun quedaban infantes abajo. Solo pudo maldecir con unas cuantas palabras y se sentó en el asiento justo delante del capitán.

Señor, problemas con el casco táctico, señor.

 

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09/10/2012, 04:15
Director

Notas de juego

Cabo: Correcto, fallas el disparo. Has vaciado el cargador. Te encuentras ya en la lanzadera.
Wimger: Ayudas a Sonny con O´Connor quienes apenas lograban llegar a tiempo a la lanzadera. Te encuentras ya dentro.
Sargento: Joder mi buen como quieres que me acuerde que bicho te pegó xD, mira el mapa jajaja. De lo que recuerdo debió ser alguno que pasara hacia el noroeste por lo que hacia allí te oriento el disparo. Estas a corto alcance por lo que impactas con un total de 10 balas sobre 5 bichos. Dejas moribundos a dos Hoopers y tocados a otros 3, necesitas un arma más potente. Has subido ya a la lanzadera.

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09/10/2012, 09:57
Josh Garth

No podía pronunciar palabra alguna, por temor a accionar alguna fibra nerviosa, no era para mas, todos estábamos bastante consternados al no saber nada sobre nuestros camaradas que un seguían jugandose la vida en aquel maldito fuerte, me quede mirando fijamente a Billy Wallace, llevaba muy poco de conocerla y a penas la había visto un par de veces, sin embargo su expresión parecía bastante consternada. De cualquier manera dijera lo que dijera supuse que nada seria suficiente para tranquilizar a ninguno de mis compañeros, desde niño siempre me habían enseñado que si no tenia nada bueno que decir lo mejor era callar y en este momento esa parecía la mejor idea que podría haberseme ocurrido, simplemente callé y aparte la vista de ella, no había nada que decir y era mejor dejarlo así.

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09/10/2012, 10:28
Director

Notas de juego

Hightower: Anulando un resultado de 1 y agregando un dado de acción es imposible que mueras por lo que aplicando esto paso a realizar la tirada por ti. Resultado final de 28 en la tirada. Has salvado a García.
García: Estas ya en la lanzadera.
McAllen y White: Han tenido mucha suerte, con un resultado de 28 en atletismo por parte de Higthower logran avanzar 2 casillas y están ya solo a una. Salvarlos sin que nadie haga tiradas no van conmigo pero dejarlos morir con muchos infantes  a las puertas de la lanzadera me parece injusto. Por tanto intentaré hacerlo lo mas imparcial posible y por falta de tiempo paso a hacer las tiradas por ustedes. Necesitaran pasar una tirada de atletismo con DC 22 para lanzarse a la lanzadera en ascenso y no necesitar ayuda alguna, con 19 necesitarían ayuda y con un 16 estarían a la par propensos a un ataque a quemarropa de algún Rippler.
Sargento y Cabo: He hecho tiradas de atletismo con dc 18 para que ayuden a los que están junto a la suerte. Con una DC 24 evitan que les ataquen aun cuando estos salgan bajos.
McAllen: Terminas con un 16 y solo gracias al sargento Focker logras ser cachado en el aire y jalado con gran potencia para ascender a la lanzadera dejando atrás una fila de espinas que estaban por atravesarte.
White: La ultima tirada del cabo la ha fallado pero no me había fijado que habías sacado un 23. Logras subir a la lanzadera a tiempo.
Todos: Por error he hecho las tiradas en otra escena xD. He marcado a Gawain y al cabo en ella para que den fidelidad de las tiradas.

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09/10/2012, 10:31
Director

Los últimos momentos para los infantes de la compañía Guardianes de Sirius que defendían el fuerte helado llegaban por fin a su fin. La última lanzadera estaba por salir, y representaba la última oportunidad de salir con vida de ese planeta.
El Frío se estaba tornando muy intenso e incluso para los infantes pesados empezaba a sentirse hasta los huesos. La ventisca se acrecentaba mientras la oscuridad de Galdonia VI se apoderaba de todo en los alrededores. Y mientras todo eso sucedía, la lucha por la sobrevivencia tocaba su clímax.
Los infantes cerca de la última lanzadera disparaban fuego de cobertura para intentar ayudar a los retrasados y caídos. La mayoría de los miembros del escuadrón Fox lograron llegar sin problemas hasta la lanzadera, incluyendo a un escurridizo Gawain que se había librado del ataque de un par de obreros que le pisaban los talones.
Mientras Graves y el sargento Winger de la infantería ligera abordaban también la lanzadera seguidos por el zapador Sonny que llevaba a rastras al fusilero O’Connor, en los alrededores se escuchaban gritos desgarradores; infantes caían bajo el ataque enemigo. Al sur Cambpell era descuartizado para impotencia de todos por varios obreros mientras al norte el Sargento Wolf intentaba defenderse de los ataques con su mano cibernética perdiéndola ante un letal ataque de un bicho tigre para ser luego atravesado por varias espinas de Riplers que sobrevolaban su cabeza.
Sin embargo el escuadrón Fox también había sufrido bajas; un retrasado y solitario fusilero Raynor había sido rodeado por varios bichos los cuales lo atacaban desde distintos flancos causándole la muerte al descuartizarlo por completo. Para los infantes a la distancia esta fue una de las muertes mas horribles pues sus gritos aun podían escucharse mientras su cuerpo desmembrado saltaba por los aires.
En los últimos instantes, seguidos por una horda de bichos, los infantes White y McAllen luchaban por llegar a la lanzadera llevando a rastras a su compañera García, la cual parecía mal herida aun daba señales esperanzadoras de vida. Sin embargo sus fuerzas les fallaban en los últimos instantes teniendo que dejar a García en manos del fuerte artillero Hightower quien subió a García, para enseguida lanzarse ambos a la lanzadera en un último intento por abordarla. White había logrado asirse por si mismo y subir mientras un suertudo McAllen había estado apunto de quedarse de no ser por la destreza del Sargento Focker quien había cachado su mano en el vuelo permitiéndole subir a la lanzadera antes de que esta los dejase atrás.
Sin embargo, a pesar de salvar la vida de varios valientes infantes, para los sobrevivientes, aquellos instantes fueron por demás amargos. Goldberg con su mano amputada aparentemente por un bicho momentos atrás, intentaba llegar a la lanzadera pero se había quedado atrás de White y los demás debido a que había tenido que correr desde muy lejos. Solitario, el fusilero Goldberg de la infantería ligera, se había quedado fijamente mirando por sobre sus hombros a la lanzadera elevarse mientras hacia conciencia de su destino.
El teniente Brown tampoco había sobrevivido, muchos no habían entendido que había sucedido hasta que la lanzadera ya estaba muy arriba. Allí desde los cielos se dieron cuenta de que el teniente les había salvado la vida a todos.
Desde lo alto pudieron ver al tanque que había derribado la puerta del fuerte y que avanzaba por el sur a escasos metros de ellos sin que nadie se hubiera percatado. De no ser por el teniente quien lo había mantenido a raya con fuego supresivo la lanzadera habría sido incinerada en vuelo con todos dentro.
Ahora de forma valiente y desesperada el teniente Brown luchaba cuerpo a cuerpo contra los bichos con gran destreza arrancando sus patas como si fueran palillos y bloqueando el ataque de sus garras con su armadura como si lo atacaran niños. Pero a pesar de todo esto, y de lo esperanzador y alentador que era verlo terminar con un bicho tras otro, todos entendían que simplemente era imposible que sobreviviera. Y así, su fin no tardo mucho en llegar; atravesado por innumerables espinas y con las piernas rebanadas por un bicho tigre, fue destrozado por un bicho tanque que simplemente le aplasto con sus patas mientras el teniente malherido y en el suelo, intentaba de forma desesperada pero inútil hacerse a un lado empujándose con la única mano que aun le respondía.
Su muerte había sido quizá el más duro golpe para todos los presentes en aquella lanzadera. Para muchos el teniente no merecía morir de esa manera; su vida había estado llena de grandes hazañas, de grandes aventuras y de innumerables batallas. Que contarían ahora de aquel gran hombre, que había muerto como un héroe al ser aplastado como papilla por una cuchara?
Con aquella imagen en sus mentes la lanzadera se elevó cerrando las compuertas y dejando atrás al fuerte helado y a aquella maldita roca helada. Y con ellos dejaban atrás a grandes compañeros caídos que jamás serian olvidados.

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09/10/2012, 11:46
Director

El fuerte había quedado atrás ya y las compuertas de la lanzadera se habían cerrado privándoles de toda oportunidad de saber que había sido de sus compañeros a la distancia; lo que hubiera sido de sus compañeros lo desconocían por completo y no podrían saber nada de ellos hasta que llegaran a la Sirius Beta.
Por sus mentes pasaba la idea de que quizá ya no volverían a ver a todos sus compañeros. El terrible combate había quedado atrás y sin embargo era algo que recordarían toda la vida.
Atravesando una cuantiosa nube de bichos alados, la lanzadera apoyada por los cazas de la flota logró atravesar con éxito la atmosfera de Galdonia VI. Turbulentos movimientos asolaban la lanzadera mientras dejaba atrás a aquella maldita roca helada. Sin embargo lo que les esperaba en el espacio exterior  no era mas tranquilizador, la flota estaba siento atacada de forma constante y preocupante por proyectiles de plasma desde la superficie de Galdonia. Por lo que podían apreciar la flota se estaba retirando de la orbita del planeta.

 

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09/10/2012, 11:52
Director

Tras un duro y ajetreado ascenso los infantes de la segunda lanzadera habían por fin atracado en la Sirius Beta. Una vez fuera, todos pudieron escuchar el caos dentro de la nave, como bien sabían, las fuerzas de la flota se encontraban bajo ataque, y eso incluía a la Sirius Beta.
Por lo que escuchaban en los parlantes, la flota abandonaría la orbita de Galdonia VI, en cosa de minutos. Al parecer se estaban retirando.
Fuera de la lanzadera se encontraron con los infantes de la primera lanzadera quienes habían llegado también a salvo.
Nadie los había recibido les habían dicho, no había nadie interesado en lo que había sucedido con los infantes allí abajo. La indignación se iba acrecentando en la medida que el tiempo pasaba allí y nadie decía nada. Tenían ordenes de asearse, pero para nadie podía irse a descansar sin saber que había pasado con los demás, por lo que final habían decidido esperar.
Para su suerte un oficial de la flota había notado su presencia y molesto había ordenado se les atendiera de inmediato. Todo cambio en ese instante, aunque seguía teniendo un sabor amargo. Se les había llevado a un compartimento dentro del área de abordaje; en este se prepararon rápidamente algunas camillas improvisadas donde médicos atendieron a los heridos. A la par les trajeron agua, comida y les ayudaron a quitarse el equipo de encima; aunque para muchos no era agradable que un intendente de la flota se pusiera a tocar el equipamiento que les había salvado la vida.
El capitán Dorgotiev había desaparecido casi desde que llegara en la primera lanzadera sin decir gran cosa. Por lo cual ahora el mando estaba provisionalmente en manos del Sargento Mayor Hammer y del sargento Corbec del escuadrón Heat.

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09/10/2012, 16:53
Sonny Canowicakte

Nunca lo hubiera pensado, ni siquiera al escapar de la colina infernal, pero lo que hemos dejado atrás se parece en gran medida a las descripciones de los ancianos en el poblado para el hogar de los demonios. Y si no fuese porque he comprobado en primera mano que esos bichos pueden sangrar y morir igualmente, bien podría pensar que se trataban de precisamente eso, criaturas salidas de los más tenebrosos avernos. Y aunque no soy muy religioso, no puedo evitar hacer el gesto contra el mal mientras la lanzadera se cierra y salimos de ahí. Pocos, pero los suficientes como para poblar la lanzadera en su buena parte. A mi lado, el infante ligero se encuentra en un estado horrible, pero no hay manera de que despegue la mirada del exterior a ese infierno en la tierra. Veo caer a un compañero que había estado con nosotros desde antes de la colina, y me apunto una plegaria más en la lista para Raynor. Pero la caida que realmente duele es la del Teniente, más considerando que se ha quedado atrás para permitirnos escapar. Y se desenvuelve increiblemente bien, pero con tantos enemigos... no quiero mirar, y me obligo a desviar la mirada el tiempo suficiente como para ver en el rostro de mis compañeros que todo se ha acabado para él.

Tratando de no pensar en nada y tras colgar mi rifle en la espalda, saco el pequeño botiquín de mi navaja y trato de remendar con más o menos éxito al pobre ligero, antes de obligarlo a sentarse en una lanzadera y asegurarlo al asiento. Más no puedo hacer, el resto tendrán que hacerlo los médicos en la Sirius. Si a mí pudieron remendarme, estoy convencido de que con él podrán hacer. Una vez solucionado el asunto, el que se sienta y se asegura esta vez soy yo. Me temo que cuando lleguemos algo más arriba vamos a tener un tránsito muy movidito en la nube de insectos. Trabajo mecánicamente, cualquier cosa para no dejar entrar en mi cabeza los gritos de mis compañeros abandonados en el fuerte. El infierno en la tierra, eso es lo que hemos dejado en el fuerte.

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09/10/2012, 19:06
Ian "Loco" Mkoll

Mkoll maldijo cada traqueteo especialmente violento de aquella lanzadera. De un momento a otro podrían ser eliminados, era sólo cuestión de tiempo que uno de aquellos bichos tuviera la suficiente suerte y puntería. Se habían librado de la matanza del fuerte por los pelos... ¡Pero demonios, al menos ahí podían luchar! Aquí arriba, sólo podían esperar a que aquello acabara. 

Además, sentía que poco a poco se desvanecía el efecto de aquello que le habían inyectado los matasanos. Y eso no era bueno, pues empezaría a delirar y hacer tonterías, y sin duda era lo último que necesitaban. El explorador apretó los dientes y se concentró. Debía aguantar hasta que todos estuvieran de nuevo en la nave, y los médicos se hicieran cargo de él. 

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09/10/2012, 20:23
Hightower Bockman

Sorprendido el artillero miraba al fuerte inundado por bichos, gritos y sangre. Se encontraba en la lanzadera junto con muchos de su escuadrón y otros que nunca había visto. Infantes ligeros en su mayoría que estaban entre medio muertos, asustados o helados de frío. Hightower rememoró los últimos instantes en el frío planeta como si fuera una película en tercera persona. Cuando había corrido hacia la penúltima lanzadera, se había quedado a las puertas de alcanzarla, ese maldito piloto huyó en cuanto pudo. La flota... tan valiente como siempre. Por suerte para los últimos infante había aún un piloto con agallas suficientes para llegar al suelo y recogerlos. Comenzó a dar media vuelta, tenía la lanzadera a muy pocos metros y comenzó a correr hacia ella. Cuando dio su primera zancada, por delante de él dos infantes de la ligera transportaban a una muchacha morena. Iba inconsciente y tenía claras heridas. Los valientes infantes habían arrastrado a su compañera durante muchos metros pero parecía como si les abandonaran las fuerzas en los últimos instantes. Variando unos metros del rumbo de la lanzadera, el artillero recogió a la infante, la levantó con todas sus fuerzas y la metió en la lanzadera junto con sigo mismo. El sargento se encontraba en la puerta dejandoles entrar. Cuando el artillero se encontró dentro de la lanzadera y depositó a la infante en el suelo vió como el sargento agarraba a uno de los infantes ligeros y lo salvaba a pulso. No quiso mirar hacia abajo tras ver quienes se habían salvado, se lo merecían, eran héroes pero se dió cuenta que sólo la suerte y seguir las órdenes a rajatabla le habían mantenido con vida. No podía mirar a aquellos a los que habían abandonado como carnaza para que ellos escaparan. Intentando pensar en otra cosa se acercó a la infante ligera. La retiró el casco, dejando a la vista una melena morena y una cara de muchacha joven y atractiva. Vio sus heridas pero se dio cuenta que estaban lejos de su capacidad para curarla. - MÉDICO!! - Gritó con todas sus fuerzas intentando que el sonido de su voz pudiera superar el ruido de los motores al ascender a plena potencia mientras esquivaban los dardos de los bichos y los ataques de plasma. No se daba cuenta que el canal de comunicación estaba abierto para toda su unidad.

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09/10/2012, 21:20
Kurt Gawain.

Pese a que hace unos instantes estaba casi helado de frío, ahora en la lanzadera mi rostro está cubierto de sudor y sofoco.

Apenas consigo asimilar todo lo que acaba de pasar.

Tan sólo sé que he corrido, huyendo irracionalmente hasta alcanzar casi de casualidad la última lanzadera en el último momento.

De haber tenido algo menos de suerte, ahora estaría muerto, desmembrado y despedazado.

Siento algo líquido contra mi piel, es mi propia sangre que mana abundante.

Los informes de daños del HUD de mi yelmo siguen parpadeando en rojo hasta que los desconecto mediante una orden de voz.

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09/10/2012, 21:25
Cabo Sonia Ramírez

Sonia estaba en su asiento, aferrada a las barras de seguridad de su asiento, con los ojos cerrados fuertemente, rezando mentalmente con todas sus fuerzas para que ninguno de sus compañeros que habían quedado atrás murieran. Si eso pasaba, no iba a ser capaz de mirarse bien al espejo al haberlos dejado atrás. Le iba a pesar, quisiera o no. Y más teniendo en cuenta si los que caían eran Focker y Evans.

No era ajena al traqueteo, desde luego, pero evitaba pensar mucho en él. Ya con aquella vez de la nave estrellada tuvo bastante, no quería volver a pasar por algo semejante.

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09/10/2012, 21:54
Aarón Wimger

Busco uno de los asientos del fondo de la lanzadera hacia donde avanzo tambaleándome y donde me dejo caer pesadamente. 

La lanzadera comienza a ascender y en ese momento no pienso en otra cosa que cambiar el cargador de mi fusil, como si tuviéramos que enfrentarnos directamente a los bichos que inundan el cielo.

-Que tontería...si la lanzadera cae, no podremos hacer nada -pienso mientras guardo el cargador vacío en su posición.

Observo a los otros que han abordado la lanzadera y me alegro por cada uno de ellos. Se que abajo han quedado otros hombres valientes y habría valido la pena esperar unos instantes más para que alguno de ellos subiera a la nave, pero también soy consciente de que dada la situación, nada nos habría asegurado salir con vida...sin contar que aún podemos caer.

Pasan unos instantes y la consciencia vuelve a mi cuerpo. Me doy cuenta que estoy algo apelmazado y comienzo a golpearme las extremidades para que vayan entrando en calor, me quito la escarcha que puedo y hago crujir los guantes. La herida del pecho prefiero no verla, intentar abrir la chaqueta para echar un vistazo podría hacer que empeorara. 

Observo al sargento Focker con clara admiración. Luego observo a los miembros de su pelotón y la sensación se repite con cada uno de ellos. Se que son los mejores, pero no puedo evitar sonreír al darme cuenta, que probablemente en un par de semanas, me toque separar a alguno de ellos por alborotos en la cantina.

Cuando parece que las cosas se tranquilizan en la ascensión, me permito relajarme un poco y aunque el dolor ha vuelto, recuerdo con ilusión a mi familia. Después de esto, sin duda alguna iré a verlos, buscaré la manera de estar más cerca y terminar mi servicio para montar algún negocio tranquilo. La acción dentro de la infantería y la familia, es algo que no se compaginan bien.

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10/10/2012, 00:54
Sargento Patrick Evans

El infierno helado de Galdonia VI era hipnotizante. Evans no pudo apartar la mirada de los hombres descuartizados por los bichos miembro a miembro. Entonces se acabó. La puerta de la lanzadera cerró con un sonido de presurización y el cabo se quedó mirando la chapa de rejilla a un escaso palmo de distancia. 
"El árbol de la libertad debe ser regado de vez en cuando con la sangre de los patriotas". Evans se preguntó si el Teniente o alguno de aquellos soldados habría pensado en lo que dijo Jefferson cuando le arrancaban los miembros. Seguro que no. Habían muerto por que eran I.M. y eso es lo que sabemos hacer. Morir y luchar hasta el fin, por sus compañeros, por su familia. Siempre era duro no poder salvar a compañeros..., como Raynor. Cuantas tonterias dijimos antes del ataque...ya no habría mas.
El cabo se dio la vuelta y vio que cada uno de los que estaban en esa lanzadera había envejecido diez años aquél día. Pero el fuego en los ojos ardía con mas intensidad que antes, ahora, la voluntad de luchar de cada uno de nosotros era mas fuerte que la de cien guerreros bicho. La humanidad jamás perderá esta guerra.