Partida Rol por web

Ildyra se acercó en silencio intentando mantener la compostura, aunque era dificil mientras miraba la insignia. Por suerte para ella las frías miradas de las dos mujeres la ayudaron a estar presentable frente a Lancelot.

Escuchó atentamente las explicaciones de sus compañeros, no le gustaban demasiado aquello de infiltrarse y asesinar, como si estuvieran hablando de un noble cualquiera y no de una monstruosidad chupasangre.

- Estoy preocupada por Val y Eithel, tal vez podrían ser un buen añadido para la hermandad también. Pero supongo que parar la expansión de ese vampiro es más importante... Ildyra apretó los puños pensando en lo que podrían estar pasando, pero agitó la cabeza para alejar aquellas ideas ahora mismo.

-No soy una experta, pero he investigado un poco y supongo que lo principal sería protegernos contra energía negativa y el mal, y llevar energía positiva, por si nos encontramos con nigromantes como en Mesh´Ran u otros muertos y sirvientes del vampiro.

Mercer se sintió honrado cuando al gran general Lancelot le permitió acercarse a escuchar la conversación con los nuevos hermanos juramentos. Pero casi le cuesta ocultar la emoción cuando escuchó su nombre ser pronunciado para finalmente recibir la tan anhelada misión. Había estado esperando con muchas ansías tener la oportunidad de demostrar su valía, más le valía estar a la altura de la circunstancias. 

Cuando el general preguntó opiniones respecto a la misión prefirió guardar silencio y permitir a quienes ya conocían la situación de primera mano fueran los que hablaran. Entendía que más ayudaba el que no estorbaba y no quería dar una mala impresión al decir alguna cosa solo por decir. No, mejor era callar y dejar que lo que tenían más conocimiento aconsejaran o hicieran las peticiones correspondientes. Él solo se preocuparía por anotar mentalmente cada detalle, para que llegado el momento estuviera totalmente preparado. 

En el campamento era un novato, pero una vez en Norul todos conocerían al verdadero Mercer. Allí es donde finalmente podría destacar y demostrar sus habilidades. 

El general escuchó con atención, asintiendo con respecto ante las propuestas ofrecidas por cada uno de ellos. Cuando Ildyra pronunció sus últimas palabras, Lancerot guardó silencio varios segundos. Su mente cavilaba las distintas opciones ofrecidas por sus subordinados. 

—El nombre de la hermandad puede sufrir un gran golpe ante la argucia de esta criatura. Si no atajamos de manera inmediata el problema, pronto las gentes de Daenash creerán que hemos tratado de interferir en el sistema de poder de Norul para fortalecer nuestra influencia en la ciudad— su voz sonaba grave y pesada, sin duda era una situación difícil—. Es por ello que lo primero que tendréis que hacer es recopilar información sobre lo que piensan los ciudadanos locales y las familias nobiliarias menores al respecto, así como investigar la iglesia de Iomedae para poder adaptar vuestro plan de acción. Hablar con Julieth del Beso de la Driade por ejemplo es un buen comienzo.  

» Dada la envergadura de esta misión iréis vosotros diez, junto al archimago y el capitán Marcus, pues me temo que será necesario un gran abanico de capacidades para poder afrontar este amenaza— explicó midiendo cada una de sus palabras—. Lo primero como dije es entender la situación, así como localizar potenciales aliados y enemigos. Después habrá que neutralizarlos a los esbirros del vampiro, comenzando por Shandal. Aunque su poder no es equiparable al de Nalen´Dag estará acompañado, convirtiéndolo en un enemigo difícil de derrotar. 

Tras pronunciar aquellas palabras el humano de gran armadura guardó silencio. Instantes después volteo su cabeza al cielo y continuo sin pronunciar varios segundos más. ¿Debían decir algo? 

—Si os han descubierto, utilizar de nuevo el señuelo de una pobre damisela de cabellos rojizos no creo que funcione. Tampoco me atrevería a utilizaría la carta de invitación de Sir Belon para cruzar a las barriadas aristócratas. Tendréis que sortear a la guardia— dijo con frustración—. Por otra parte el archimago os proporcionará todo lo necesario para ocultar vuestro aspecto y en la lucha contra los no muertos, tanto a nivel defensivo como ofensivo. Desde que puso el primer pie en este campamento comenzó a prepararse para esta incursión. Un arcanista metódico sin duda. 

» En cuanto a la ciudad de Mesh´Ran hemos enviado una partida de búsqueda y rastreo para encontrar posibles supervivientes. Si hay alguien lo encontraremos. En cuanto al capitán Mikel y la joven superviviente permanecen en el mismo estado. El primero sigue sin sanar de manera correcta, hasta ahora nos hemos logrado romper la maldición que impide que su cuerpo regenere el daño de manera natural— pronunció mirando de manera directa a Ildyra—. Por el contrario la pobre chiquilla sigue en estado de shock. Las pocas veces que habla es para llamar a su hermano entre sollozos. Mas de uno de los presentes esta versado en los estudios arcanos y en calmar un corazón herido. Agradecería que fuerais a ver si podéis ayudar y/o obtener algo de información adicional que nos sirva de utilidad. 

Asiente a las órdenes, sin señalar nada, aunque debería: a Agatosh le pega asesinar. Si sus compañero supieran lo que es, igual verían un espectáculo. Sólo esperaba que no mostrase su naturaleza en el peor momento posible y la confusión callése como un mazazo sobre ello.

Agatosh frunció ligeramente el ceño, pero no por haber sido ignorada su propuesta se iba a dar por vencido.

—Una incursión nocturna, o en el momento que prepare sus conjuros (los magos son de costumbres fijas), sin nada que nos delate como Vigilantes, podría ser la solución al problema del nuevo archimago. Cuanto más tiempo pase y más estemos allí, más fortalecerá su posición y más protegido estará, especialmente si nos descubren. Respecto a eso, a pesar de ir los diez, deberíamos pensar como dividirnos. Un grupo grande llamará más la atención que varios más pequeños. Además, como ya han mencionado mis comp... —Dudó, titubeó y luego sonrió—. Como han dicho mis ahora hermanos, podemos encargarnos de varias cosas a la vez. Julieth es un buen punto de partida para saber la opinión pública y decantarla hacia un lado u otro; la Iglesia de Iomedae debe ser investigada; Shandhall tiene que ser asesinado; y tal vez podamos aprovecharnos de la inestabilidad en la guardia. Han perdido a dos capitanes en días, no deben de estar demasiado bien actualmente, puede que alguno ceda a revelar que han ocultado cadáveres y quemado pruebas, eso ayudaría a poner a la gente de nuestro lado.

Cylina se mantuvo apartada, escuchando al resto, analizando los pormenores de cuanto proponían los demás. En general estaba de acuerdo con la forma de proceder, pero como solía pasar en estas situaciones la gente se centraba en hacer sus planes y no en los planes de sus enemigos.

—Hay que tener en cuenta que aparte de ser archimago es alguien taimado y traicionero que conoce de sobra a Nalen Dag, si yo fuera él lo primero que haría es poner defensas contra el anterior archimago y sus posibles trucos, eso es de primero de intrigas. Lo de un asesinato rápido y directo es una buena idea, pero no sé si podremos depender de la magia arcana para ello.

—Por otro lado esta nuestro anonimato— dijo señalando a los componentes de su anterior grupo. —Podemos suponer que al no haber estado en la ciudad igual no nos reconocen, pero suponer es lo mismo que confiar y la confianza te puede llevar a la tumba si no tienes cuidado. Alguien con tanto poder podría tener espías perfectamente en casi cualquier sitio, además, si el destino de Mesh´Ran es el que nos tememos y ahora son esclavos del vampiro, perfectamente podría tener información sobre nosotros.

—Diría que hagamos lo que hagamos deberíamos intentar permanecer ocultos en todo momento, exponernos lo menos posible y atacar solo cuando estemos seguros de la victoria o no nos quede mas remedio.

- Así que ahora toca estar ocultos, vaya gracia de misión, así que tendré que ser un animal pequeño hasta que por fin se le pueda pegar a algo, esperaba algo más, no tanta espiar y habladuría, así vamos a tener muchos enemigos si no los eliminamos.

Ojala los vigilantes estuvieran metidos en algo que fuera mas de combate, más de guerreros, pero ahora parece que toca hacer de cotillas y estar agachados, que desafortunado.

Vicnan sonrió - Estoy seguro que tendrás oportunidades de liberar tu furia, Balthor, pero un vampiro es una criatura escurridiza y para enfrentarla de frente necesitamos rodearla, llevarla a un lugar donde no pueda escapar. Y aún así es un enemigo formidable -

Después se dirigió al grupo: - Estoy de acuerdo con Agatosh, podemos ir todos a Norul pero separarnos las tareas. Yo no soy el mejor diplomático o adepto a las intrigas, pero sé moverme en silencio y perseguir una presa. Si nos organizamos de acuerdo a nuestras habilidades estoy seguro que mejorará nuestra posibilidad de éxito -

Lancerot escuchó de nuevo en silencio y con gran atención las palabras de sus subordinados; sin embargo cuando Agatosh pronuncio la palabra asesinato todos sintieron como los hombros del general se tensaban ligeramente. A pesar de ello no lo interrumpió, sino que aguardó con paciencia su momento. 

—Como ya dije, tenéis razón, el primer enemigo a derrotar es Shandal— dijo remarcando la palabra derrotar—. Sesgar una vida no tiene vuelta atrás, es algo irreparable y nada benevolente. Cuidad vuestros actos hermanos, no hagáis que me arrepiente de mi decisión. 

» Cylina está en lo cierto. Los estudiosos de las artes arcanas son previsores, metódicos y cuidadosos. Sin duda si queréis enfrentarlo tendréis que hablarlo previamente con Nalen´Dag. Por otra parte, la guardia de la ciudad ha sufrido bastante, si. Sin duda sus miembros estarán temerosos y confusos por la situación; pero no os confiéis. Si las maquinaciones del vampiro siguen su curso, es posible que os persigan si descubren vuestra relación con la hermandad. Es por ello que deberéis tener prudencia con quien y cuando mostrar el emblema— añadió poco después abandonando por completo el tono de reproche—. Lo mas sensato es separarse, llamad poco la atención, reunid información y preparad bien vuestros movimientos. No hay opción al fracaso. La verdad me gustaría poder enviar otros miembros, pero no solo podría ser contraproducente sino que me temo que las argucias de nuestro enemigo han alcanzado otras ciudades. Lugares que no podemos ignorar. 

—En ese caso, me gustaría hablar con el Archimago lo antes posible, mientras mis Hermanos preparan otros detalles. Si podemos entrar en la Torre de Magia con cierta garantía de no ser descubiertos, o contar con la ayuda de algún mago fiel al auténtico Archimago, es información que debemos saber para aumentar nuestras posibilidades de éxito, así como otros aliados que nos puedan cobijar en Norul.

Asintió en acuerdo a las palabras de Cylina. Era la otra cara de la moneda de lo expuesto por Agatosh; los arcanistas eran metódicos y exhaustivos, propensos a caer en rutinas predecibles pero, al mismo tiempo, debido a ello, era casi imposible encontrar un momento en el que hubieran realmente bajado la guardia o estuvieran completamente vulnerables.

- Moverme con discreción, hacer de sombra de alguien y obtener información de un modo, otro - "u otro" añadió con la segunda voz que había aprendido proyectar. - es mi fuerte. Como Vicnan, despistarme no es una tarea sencilla tampoco. Supongo que debiera tomar la iniciativa con el templo de Iomidae en esta expedición.

- En cuanto a la niña, dudo que pueda aportar algo que no hayan intentado otros Hermanos. - Se disculpó, apartando la mirada.

Sigilo, evitar ser descubierto, todo lo que escuchaba le agradaba. Mercer sabía pasar desapercibido cuando era necesario, las calles le enseñaron eso. A fin de cuentas, cuando no se tiene nada, o desarrollas habilidades que te ayuden a sobrevivir o mueres. No hay otra opción. Así de cruel fue su infancia, pero todo eso ahora valía la pena, pues le preparó para un momento como este, donde sus acciones podrían hacer un bien y ese sería el primer ladrillo hacia el mundo que esperaba ayudar a formar. 

Justamente, mientras escuchaba las instrucciones de Lancerot estaba cumpliendo con lo que éste mencionaba. No llamar la atención, reunir información, todo eso lo estaba haciendo, así que confiaba que no tendría problemas en la misión. Aunque, solo había algo que le preocupaba: la magia. Mercer confiaba en sí mismo, confiaba en sus manos y sus cuchillos, pero no podía confiar en algo que no entendía por completo, algo tan misterioso y a la vez tan peligroso. Tendría que estar el doble de atento, pero bueno, nada impediría que complete con éxito la misión, nada. 

-Para mí sería muy facil sacar información en las tabernas y de los artistas de la zona, probablemente con algo de tiempo los nobles me invitarán a sus salones para que baile y ese tipo de cosas. Si alguno tiene algún tipo de talento artistico tal vez pueda acompañarme. Esconderse a simple vista, como suelen decir. Estaría bien sacar algo de finformación de los nobles de la zona, supongo que algunos ya estarán bajo el yugo del vampiro.

El subterfugio no era para nada su fuerte, y sus votos hacían que el engaño también fuera algo fuera de sus competencias. La gente solía dar información o subestimarla por su apariencia, pero aquello era algo un error.

Diferentes ideas surgieron con el transcurso de la conversación; sin embargo esta pronto encontró su final. Lancerot era una persona ocupada y los nuevos hermanos tenían cosas que hacer antes de partir al día siguiente. 

—Podréis encontrar a Nalen´Dag y los supervivientes de Mesh´Ran en el hospital de campaña— pronunció mientras observaba a Agatosh.  

Sin duda el general quería decirle algo alquimista, pero no lo hizo. En su lugar inclinó la cabeza a modo de despedida y marchó de lugar con amplias zancadas.

El hospital de campaña era una tienda de telas de gran tamaño. En su interior seis camastros de los cuales solo dos estaban ocupados, uno por una joven niña de cabellos rojizos y por un hombre de enjuto rostro y piel pálida. Ambos dormían en aquel momento bajo la custodia de una semielfa de cabellos azules conocida por todos ellos. 

—Hola amigos. Felicidades por cumplir con vuestra misión y por el ingreso en la hermandad— pronunció Elentari con una sonrisa—. ¿En que puedo ayudaros?

Al fondo de la habitación se encontraba un hombre de edad avanzada manipulando productos alquímicos, viales, matraces y destiladores, los cuales se encontraban ordenados de manera pulcra sobre una gruesa mesa de madera. Caidus lo reconoció en seguida por su porte erguido y parcialmente rígido por la edad: Nalen´dag. 

Un primer examen en el que se observó la muestra buscando residuos mágicos determinó la ausencia de mágica en la preservación del líquido; sin embargo tras un largo examen se pudo percibir la aparición de un aura secundaria difícil de ver, la cual presentaba matices sobrenaturales que jamás había visto. 

Aunque en un comienzo tales auras carecían de sentido pues no se mostraban de manera ordenadas pronto encontró el sentido de aquel caos en las distribuciones de sus parámetros mágicos. 

Las fuerzas primarias de la naturaleza y la creación basaban su poder en la entropía, mientras que las secundarias, las creadas de manera artificial por los mortales o las primarias que habían logrado ordenar su estructura molecular, se mostraban estables en el tiempo. Solo existía una fuerza capaz de influir en la creación de un vampiro: Una runa verdadera. 

Las runas de poder eran artefactos de poder, hacedores y destructores de planos enteros de existencia. Algunos eruditos especulan que las deidades proceden de estas piedras de poder, mientras que otros valoran la posibilidad de que estas runas se forman cuando un deidad encuentra su muerte definitiva.

Un primer examen en el que se observó la muestra buscando residuos mágicos determinó la ausencia de mágica en la preservación del líquido; sin embargo tras un largo examen se pudo percibir la aparición de un aura secundaria difícil de ver, la cual presentaba matices sobrenaturales que jamás había visto. 

Frustrado Caidus traspaso el contenido del vial opaco a uno de cristal para someterlo a distintos procesos alquímicas. Tras varias pruebas infructuosa el arcanista estuvo apunto de darse por vencido; sin embargo se percato de algo imperceptible, el frasco estaba comenzando a degradarse. ¿La sangre vampírica degradaba el vidrio?

Impulsado por la curiosidad y meticulosidad examino el frasco a la luz del sol, momento en el cual el liquido carmesí comenzó a burbujear en su interior e incluso a moverse. ¿Aquello era posible? Con aquella pregunta en mente alejo la sustancia de la incidencia del sol y la observo con detenimientos. Tras varios segundos de paciente observación confirmo que se movía.

¿Tenía consciencia propia? De ser así, las aplicaciones de tal sangre para un vampiro eran ilimitadas a la hora de regenerarse e incluso de crear ghoul o vincular a pobres incautos que bebieran su sangre por accidente.

La frase del General sobre sesgar vidas no me hizo ninguna gracia, creo en la benevolencia y en la redención, si. Pero hay lineas y decisiones de no retorno como las que tomó Shandal por no hablar de criaturas que sin ellas el mundo sería un poco menos hostil.  ¿El falso archimago merecía piedad? Les habían utilizado desde el principio y eso le disgustaba, me había visto a sí mismo dándole caza en sueños, coleccionando su cabeza la del ghoul. Pero ahora por orden expresa debía evitarlo.  

No aporto mucho mas, el grupo de diez personas era de lo más entusiasta y seguro de si mismo por lo que quiso decir nada. Se despidió formalmente del general y caminé rumbo al hospital de campaña aprovechando para poner la insignia en la capa y ver que tal luce por el camino.

-Muchas gracias. -Dije afable a la mujer de pelo azul. No me detuve a hablar con ella y fui junto con los que me siguiesen a hablar con el archimago. 

-Archimago.- Saludo formalmente y voy directo al grano. -Supongo que habrás tenido tiempo para trazar algún plan sobre... Recuperar la torre y que habrá hecho tu pupilo para recibirnos.  Nos gustaría oirlo.

- Elentari, buenos días - Vicnan la saludó afable - ¿Cómo sigue el capitán Mikel?, no tuve muchas oportunidades de verlo y tal vez la luz de Sarenrae pueda ayudarnos -

Durante sus años de educación en el templo había presenciado muchos milagros, por eso le costaba creer que otros sirvientes de los dioses no pudieran ayudar al capitán. La corrupción podía tener un componente arcano, una maldición, pero magias así podían disiparse con conocimiento y poder. Esto podría ser diferente.

Cuando llegó frente a la camilla de Mikel bajó la cabeza.

- Bendita luz del amanecer - rezó - guía con tu luz el alma de este hombre, para que pueda encontrar el camino de vuelta a tu reino -

Agatosh no se amilanó ante la mirada de aquél hombre, ni se replanteó el curso de acción a tomar por las palabras que les dedicó. Si, por supuesto, matar era irreparable, pero también la única opción en determinadas situaciones. Para él, no había problema en ello. El acto en si mismo era irrelevante, era el objetivo lo que importaba, y una vida segada para salvar muchas otras era un trato justo. En el caso de Shandall, o como había ocurrido con el capitán de la guardia, era un fin en sí mismo; el mundo estaría mejor sin ellos, igual que lo estaría sin el vampiro y cualquiera que le ofreciera ayuda y cobijo por propia voluntad. Y aquellos que carecían de voluntad, bueno, a veces estar en el momento equivocado en el lugar erróneo tenía un alto precio, y seguir órdenes ciegamente también, como le había ocurrido al guardia al que se había visto obligado a matar; en la lucha, no había tiempo para andarse con remilgos, era el enemigo o uno mismo, y siempre se antepondría a sus oponentes, eso lo tenía claro.

Se despidió de Lancerot con un movimiento de cabeza y, como el resto, se dirigió al hospital de campaña, dónde les recibió Elentari. Él hizo un ademán a modo de saludo, echó un vistazo rápido para ver a los que allí permanecían, y se dirigió directamente hacia el archmago. No fue el único.

—También si has descubierto algo más sobre la sangre —añadió a las palabras de Abelgos. Cuando había estado con Caidus habían sacado ya algunas conclusiones, pero quería saber la opinión del anciano arcano, cuyos conocimientos seguramente superarían a los de ambos.