Partida Rol por web

La sombra del Norte

Capítulo 2: Las Quebradas

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08/12/2016, 13:06
Andil

El otro espectro se lanzó de nuevo contra Rousson blandiendo su espada larga, la cual sujetaba con ambas manos huesudas. Rossuon ya había sentido la potencia del ataque de su enemigo, y cuando éste dio un paso atrás para volver a golpearle, pudo sentir que su golpe, esta vez, iba a ser más poderoso todavía.

- Tiradas (3)
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08/12/2016, 13:13
Director

Rossuon se mantenía en posición defensiva, lanzando tímidos golpes para estorbar lo suficiente al espectro e intentar que no pudiera atacar con facilidad. Su estrategia funcionó hasta que el espectro preparó un contundente ataque y su espadón comenzó a dirigirse con una brutalidad increíble sobre el dúnadan. Aquel golpe estaba destinado a causar un profundo daño en Rossuon, quien no había tenido la precaución de hacer la guardia con su armadura puesta y después no había dispuesto del tiempo suficiente para hacerlo ante la inminencia del ataque. Pero en ese momento apareció Eoden, quien esta vez sí fue más rápido que el enemigo y logró conectar un fuerte golpe con su espada que impactó de pleno en el espectro y le hizo retroceder un par de pasos, quedan aparentemente aturdido.

El otro espectro repitió ataque contra el enano, su movimiento fue rápido y su golpe directo, logró sobrepasar el escudo de Gramj y alcanzar de nuevo al enano, aunque sin demasiadas consecuencias, pues la coraza del enano detuvo la hoja por segunda vez sin mayores consecuencias que el moratón que aparecería horas más tarde por el golpe. Gramj respondió al ataque pero su débil golpe fue detenido por el escudo del espectro.

Hunkel se sumó al combate para ayudar a su compañero enano en la batalla. Pero su golpe se perdió en la carrera apresurada que realizó para llegar junto a ellos. Thund también corría a sumarse al ataque recogiendo su maza, aterrorizado por la visión que tenía frente a él pero decidido a hacerle frente. Y Aceroamargo y Aeth se quedaban atrás, el primero colocándose rápidamente parte de su equipo defensivo mientras los demás entretenían a los espíritus, y el segundo tratando de llamar la atención sobre el hecho de que el combate bloqueaba la única salida de la torre e impedía la huida en caso de que las cosas salieran mal. Dimrod por su parte se mantenía en retaguardia, armado con su espada, custodiando a la dama. Melyanna sostenía en sus brazos a Matha, tratando en vano de reanimarla.

Notas de juego

Asalto 2:

-Gramj pierde 6 puntos de vida.

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08/12/2016, 21:02
Aular Robleviejo

Por un momento Aular esta a punto de soltar un grito al ver como los enemigos impactan una y otra vez en los pobres enanos.La verdad es que los dos que se han lanzado al combate para dar tiempo a los demás a prepararse y su sacrificio esta siendo providencial . Suspiro aliviado al ver como a pesar de todo consiguen mantenerse en pie .aguantad

Notas de juego

sigo preparando el hechizo

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09/12/2016, 16:17
Gramj Haïa

El enano, ya se había percatado, que los soldados se dedicaban a la defensa, así que puso todo su empeño en para los golpes del bicho, pero aún así se animó a lanzar un discreto y contenido ataque, que más que otra cosa, tenía la función de despistar otro poco más. Sabía que era un buen objetivo, y que mientras el espectro se dedicara y empeñase con él, no atacaría a nadie más, cosa que sería muy útil para que el resto pudieran eliminarlo sin más problemas.

- No le pegaré, pero puedo entretenerlo. Un soldado se sacrifica por los compañeros y en pro de la misión. Eran sus pensamientos. Como soldado era lo que tenía que hacer, y esa mentalidad, esa forma de pensar la tenía bien inculcada. Por lo menos así sería capaz de reprimir el astío que sentía por sus fallos.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Toda la BO la ponto en parada y el ataque lo hago sin BO. Por cumplir más que otra cosa.

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09/12/2016, 22:42
Hunkel Saeta de Hierro

-Calla Aeth- Gritó Hunkel al tiempo que arremetía de nuevo contra el enemigo. -Primero asegurate de que no hay mas de esas cosas allí afuera-.

El enano esperaba que aquel hombre hiciera algo realmente útil antes de hablar con sus emociones. Probablemente tuviera razón pero no había motivo alguno para correr el riesgo de enfrentarse a una situación a un peor de la que ahora enfrentaban. En cualquier caso, habría de ser el mismo Dimrod quien diese las órdenes.

- Tiradas (3)
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09/12/2016, 22:59
"Aceroamargo"

Brazales, grebas, yelmo, escudo y la espada. No había tiempo para más. Empuñó su arma con decisión y avanzó hacia los esqueletos con el escudo por delante. La luz de luna que se colaba por los resquicios de la torre en ruinas hicieron brillar espada y yelmo por un instante. Buscó hueco junto a Gramj y Hunkel; pero el espacio era demasiado angosto como para blandir la espada. Se dirigió a Gramj, el enano había sido herido y parecía estar pasándolas canutas tratando de defenderse y lanzando débiles ataques.

- ¡Gramj, estoy a tu espalda, retrocede a tomar aliento y yo me hago cargo!.- Dijo, esperando que el enano no fuese tan terco y orgulloso como para rechazar la oferta.

Notas de juego

Asumo que Hunkel a tomado el único espacio libre que quedaba y nadie más puede entrar a combatir. 

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10/12/2016, 11:09
Rossuon Pairaniar

El filo herrumbroso que se cernía sobre él se reflejó en su pupila. Su rostro se descompuso ante la imagen y su incapacidad por detenerlo. Había experimentado la fuerza de aquella criatura en sus brazos y no le fue difícil suponer los estragos que haría con su arma en sus carnes. El instante de espera se convirtió en una eternidad. Pero el tajo no llegó. 

Rossuon con el cuerpo en tensión, sorprendido por lo ocurrido, decidió recular. Se percató de que había sido el ataque de Eoden, había logrado detener el embate del espectro. ¿Pero cuántos quedarían suspendidos para no alcanzarle? El noble mantuvo su posición defensiva mientras retrasaba la línea de defensa. En aquel momento fue consciente de que estaba sin armadura y de que ni siquiera había quitado la funda a su espada. Meneó su arma para que la vaina se desprendiera y la volvió a colocar frente a él. No apartaba la mirada del cuerpo cadavérico que intentaba ensartarlo mientras esperaba algo más de apoyo. Consideraba que había aguantado suficiente y esta vez tenía poca intención de permanecer frente al enemigo, ni siquiera entendía como se había atrevido a enfrentarlo. 

Notas de juego

¿Qué opciones tengo para moverme? (y sin recibir palos, a ser posible XD)

Mi idea es irme un hexágono abajo y mantener la posición defensiva con toda mi BO. 

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10/12/2016, 16:44
Mithdúlin

El bardo abrió los ojos cuando consideró que estaba preparado para actuar. Esperaba no fallar, aunque ignoraba si su música serviría de algo contra aquellas criaturas. Antes de prepararse apenas tuvo tiempo de pensar en si saldría mal, en si el sueño interrumpido y el cansancio harían mella en su habilidad, sino que simplemente actuó. La adrenalina y la urgencia hicieron el resto.

Sintió el cosquilleo familiar de la magia una vez más entre sus dedos mientras punteaba las cuerdas de su lira. En esta ocasión, sin embargo, no preparó ninguna letra para acompañar la canción. En su lugar empezó a entonar sonidos que parecían salir de las profundidades de su garganta. No eran desagradables en sí, pero en conjunto resultaban inquietantes. Sobretodo, acompañados por la melodía que construía con su instrumento. De las cuerdas surgía una sucesión encadenada de notas que parecían desentonar unas con otras, que parecían demasiado bien escogidas para ser tocadas al azar.

Los ojos de Mithdúlin se encontraron con las cuencas vacías del espectro que atacaba a Gramj con su espada oxidada. Esperaba no fallar. 

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lanzo el hechizo al esqueleto más cercano (Anacar).

Se me olvidó aplicar el +1, con lo que quedaría en 90.

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10/12/2016, 19:15
Aeth Umbradacil

- Ni caso. - pensó desesperado al ver que el combate proseguía inalterable, e igualmente condenándolos a quedar atrapados hasta su desenlace. No podía acercarse y sumarse a los demás, estaban demasiado apiñados como para maniobrar su arma, y a los espectros solo les proporcionaría un mejor blanco al que atacar.

El miedo y las palabras de Hunkel volvieron a aflorar su ira. Incapaz de pensar en otra cosa cogió un pedrusco del suelo, vestigio de la vieja torre maldita en la que se habían ido a guarecer, y la tiró con todas sus fuerzas contra la esquelética figura a la que encaraba el enano. - Somos ratas en una ratonera. ¡Si hay más cosas fuera lo que hay que hacer es correr; y hacerlo ya! -

- Tiradas (3)

Notas de juego

No creo necesario hacer una tirada para buscar la piedra, aunque el master dirá.

Vuelvo a utilizar mi BO al 100%.

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10/12/2016, 22:17
Anacar

La cadavérica figura sabía que sus insistentes golpes no tardarían en causar mella en la defensa del enano, y volvió a intentarlo con una nueva estocada dirigida a la parte blanda de la armadura de Gramj. La coraza del enano le había salvado hasta el momento, pero no iba a tener esa suerte todo el tiempo.

Por contra, su compañero había quedado aturdido tras el duro golpe que había recibido por parte de Eoden, por lo que en lugar de atacar, se mantuvo a la defensiva, tratando de recuperarse mientras aguantaba como podía.

- Tiradas (2)
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10/12/2016, 22:22
Eoden

-¡No retrocedas!. - Le gritó el eothraim a Rousson al ver como este daba un par de pasos hacía atrás para alejarse del combate. -¡Ahora le tenemos!.

Sabía que no podía empujar al noble al combate, por lo que se centró en usar todas sus fuerzas contra el espectro. El joven rubio, hecho una furia salvaje arremetió contra el esqueleto con una velocidad y una fuerza descomunales. Blandiendo su espada de lado a lado en potentes y veloces golpes destinados a terminar con la existencia de aquella criatura.

- Tiradas (4)
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10/12/2016, 22:28
Director

Andil, el espectro que manejaba una gran espada a dos manos y al que Eoden había logrado aturdir antes de que descargara toda su fuerza contra Rousson, se estaba recuperando tras retroceder un par de metros quedando a merced del dúnadan y el norteño. Sin embargo, Rousson retrocedió por el miedo que provocaba la horrible visión de aquella criatura, al hacerlo se percató que ni siquiera había desenvainado el arma y trató de arreglarlo a toda prisa. Eoden le gritó para que aprovechara el momento y se lanzó a la carga contra el espectro. El eothraim logró asestar un poderoso golpe contra el que poco pudo hacer su rival. La espada del joven muchacho brilló en la noche y se hundió en el cráneo del espectro con gran fuerza, pero para su sorpresa, en lugar de convertirse en un amasijo de huesos a sus pies, la visión del espectro desapareció vertiendo un extraño polvo removido en el aire, como el final de un sueño, o de un hechizo en este caso, que al fin liberaba a aquel que había sido un hombre muchos años atrás.

El hechizo de Anacar, sin embargo, persistía a pesar de que su compañero ya hubiera sido liberado. Arremetió contra Gramj con la misma fuerza que en ocasiones anteriores, pero esta vez el enano ya se encontraba prevenido y logró frenar su ataque interponiendo su martillo de guerra entre ambos con un movimiento defensivo de su arma. A pesar de ello, el enano pudo notar la fuerza de aquel ser en sus ya doloridos brazos. Gramj fue notando como su brazo recuperaba la movilidad poco a poco, y el dolor del tirón anterior se mitigaba perdiéndose en el calor del combate.

Mithdúlin había estado preparando el hechizo que, a través de su instrumento, tan buen resultado le había dado anteriormente con el jabalí. Pero una cosa era tranquilizar a una bestia salvaje, y otra muy distinta hacerlo contra un espectro salido de uno de los antiguos túmulos de Cardolan. El elfo pronto se percató de que la magia que mantenía con vida a su enemigo era de un nivel muy superior al suyo, el espectro resistió su hechizo sin que las notas del arpa le llegaran a afectar lo más mínimo. Por contra, Mithdúlin sintió un terrible escalofrío recorriéndole la espalda. Aquel lugar poseía una magia extraña, oscura y antigua, y el elfo percibió que su hechizo había despertado algo en él.

Ajenos a ello, sus compañeros continuaron peleando. Aeth, cargó una piedra del suelo y la lanzó con todas sus fuerzas contra el espectro que quedaba en pie. Pese a que la piedra iba bien dirigida, la criatura alzó el escudo y pudo desviar el proyectil sin mucho esfuerzo. Hunkel, aprovechó el momento para realizar su ataque, y arremetió con su martillo para desencajar los huesos del espectro, pero éste pudo esquivar el golpe con suma facilidad, moviéndose lateralmente lejos del alcance del enano.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Asalto 3:

-Rousson, siendo que el espectro está aturdido no hay nada que te impida retroceder. Además,siempre puedes moverte según tu capacidad de movimiento normal.

-Eoden consigue un crítico E y pieza.

-Gramj pierde 2 pv. En el siguiente asalto ya puedes actuar sin el penalizador de la pifia.

-Mithdúlin, el hechizo no cuenta con más modificadores. Gastas 1 Punto de Poder. Hice una tirada de factor de riesgo, en el anterior combate era La Comarca y no fue necesaria, pero en las Quebradas de los Túmulos sí que lo es.

-Aeth, por piedras no hay problema.

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11/12/2016, 08:38
"Aceroamargo"

Uno de los espectros se desvaneció ante los golpes de Eoden, el hechizo se había roto. "Descansa en paz ahora, hermano" pensó Aceroamargo. Aquello cambiaba las cosas, si el hechizo podía romperse utilizando las armas, quizña fuese mejor mantenerlos a raya en la puerta.

Gramj desoyó las palabras del joven y permaneció en su posición. El enano no quería retroceder y rehuir el combate delasnte del resto; Aceroamargo podía comprenderlo, pero en batalla le habían enseñado a ser pragmático y a trabajar en equipo por encima de egos y orgullo, para él el valor consistía en ejecutar las mejores acciones para el combate con frialdad y decisión, fuesen cuales fuesen, no aguantar frente al enemigo a toda costa. Había tanta valentía en una retirada ordenada como en una carga furiosa.

Sin embargo, fue Rossuon el que dio varios pasos hacia atrás ante la pesadilla que lo acosaba. Aceroamargo aprovechó el hueco dejado por el de Gondor, para lanzarse al combate y cubrirle. - ¡Elendil!- Gritó mientras blandía la espada contra el esclavo del Enemigo.

- Tiradas (3)
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11/12/2016, 11:03
Aular Robleviejo

La mitad de nuestros problemas se habían esfumado de un espadazo certero pero aun quedaba un enemigo que no se dejaría abatir por el cansancio o el miedo y que solo seguiría el camino de su compañero si también era destruido.Los demás redoblaban sus esfuerzos para acabar con él lo mas rápidamente posible pero Aular seguía empantanado con el hechizo . Cuando por fin lo ejecuta es sin demasiada convicción porque nunca ha tenido que usarlo en un ser como este y ni siquiera tiene la seguridad de que vaya a funcionar pero es lo único con lo que puede ayudar . Prestadme vuestra fuerza espíritus y llevadle al descanso

- Tiradas (1)
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11/12/2016, 12:37
Gramj Haïa

Al enano le comentaron que retrocediera, pero era un soldado. Un abnegado, sacrificado y rudo soldado enano. Para retroceder, tenía que ser más importante el apartarse que el seguir allí, y su vida, era una de las cosas que podía poner en vilo para poder resarcirse de sus errores.

- Jamás llamarán cobarde a este enano.

Entre dientes contestó: - Retroceder nunca, y rendirse jamás. Si acaso, dar la vuelta para seguir avanzando, pero rendirme, ni lo sueñes muchacho. Quería hacerle saber al chico del pelo claro que no lo haría. Un enano se sacrificaba, si era necesario. Un soldado también. Gramj era ambas cosas, así que más razones para permanecer en primera línea. - Flanquea y mata chico. Le ordenó con la misma voz que había usado antes. Esa que se escapa entre dientes, cuando los tienes muy apretados, casi al punto de chirriar.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Uso el mismo sistema y táctica. Ya funcionó con el jabalí y parece que en el turno anterior, funcionó con el "fantasmico" este. Ya sabe el enano como luchar así que ... así hará.

Ata con BO cero y toda la BO a parada.

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12/12/2016, 20:09
Rossuon Pairaniar

El gondoriano retrocedió sin intención de participar en la impetuosa carga que Eoden propuso. Nunca había enfrentado enemigos que le supusieran un verdadero peligro y ya era la segunda vez en apenas una semana que veía su vida amenazada. Aquel viaje al que se había visto casi obligado empezaba a parecerle un suicidio. Más cuando siempre acababa en primera línea teniendo que resistir los embates, desviándolos a duras penas hasta que alguno conseguía colarse. No, está vez se retiró para dejar el sitio a quien lo solicitase. O para ganar un contendiente si la criatura pretendía seguirle.

Ni siquiera sabía si era posible derribar a los esqueletos animados, pero el eothraim despejó pronto sus dudas. Rossuon abrió la boca sorprendido, tanto por la desaparición del enemigo como por la proeza de Eoden. El logro le inspiró valor, e incluso se notaba dispuesto a entrar en combate de nuevo con la moral renovada. Consciente además de que el flanco era un lugar mucho más seguro. Por desgracia, o para su fortuna, Aceroamargo le tomó la delantera y ocupó su lugar. El noble, apartado de la acción, se resignó a cubrir a sus compañeros, preparado para ocupar el lugar que fuera necesario si alguno requería el cambio. Solo esperaba que no fuera para recibir los golpes. Y para su alivio Gramj aseguraba que eso no iba a suceder. 

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13/12/2016, 02:48
Mithdúlin

Algo en aquel lugar lo había hecho estremecerse. No podía asegurar que era, pero parecía tan antiguo como la misma roca que los rodeaba. Algo oscuro y siniestro.

Esta vez su hechizo no surtió el más mínimo efecto, notaba como la energía se desvanecía a su alrededor sin que el esqueleto llegase siquiera a notarla. La magia que había latido en su cuerpo ahora le resultaba ajena y extraña. Se sintió impotente de pronto, con apenas su arpa en la mano y sus compañeros intentando defender el refugio improvisado de aquellos aterradores espíritus. Sus dudas parecían haber sido aclaradas: su música no podría hacer mucho en esa situación.

Mithdúlin valoró sus opciones. Habían conseguido reducir a un esqueleto, pero no podían saber qué más había ahí fuera. Echando un vistazo a su bolsa, decidió que usar el arco no sería lo más prudente. Por primera vez, gruñó de pura frustración. ¿Qué podía hacer él, un simple bardo?

De pronto, se le ocurrió. A veces la magia de la música no está solo en hacer hechizos, tal vez con la canción adecuada, podría animar el espíritu de sus compañeros. Era la canción que le había recordado la bizarría de Eoden momentos antes, por lo que no tardó en sacar la letra y las notas. Sus dedos empezaron a moverse frenéticamente entre las cuerdas, esta vez siguiendo un ritmo ágil e intenso. Y mirando fijamente a sus compañeros, cantó:

Por las hirsutas estepas
De aquestas vetustas tierras,
Donde el sol muerde estas cepas
Que del clamor de mil guerras
Callados testigos son.

Son sus uvas cien granates,
Como la sangre es su vino.
Cantarán nuestros embates.
Pues de bronce es nuestro sino
Y de fuego el corazón.

Por estas llanuras de oro,
Cabalgamos cien jinetes.
Crines y truenos a coro,
Lanzas y espadas valientes.

- Tiradas (2)

Notas de juego

El resultado me ha salido con bonificador. Hice una tirada abierta por si acaso.

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13/12/2016, 20:40
Hunkel Saeta de Hierro

De momento Hunkel aun estaba fresco en la batalla, por lo que no dudo en continuar en primera linea y volvió a descargar otro furioso ataque con su martillo al tiempo que intentaba observar que habría mas allá de la entrada, si el enemigo estaba solo, quizá el dejarlos entrar no fuese tan mala idea, aunque en el fondo prefería no tener que comprobarlo.

- Tiradas (3)
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13/12/2016, 21:17
Mithdúlin
- Tiradas (1)

Notas de juego

Me olvidé de tirar iniciativa.

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13/12/2016, 23:16
Aeth Umbradacil

Por mucha furia con que hubiese arrojado la piedra, no podía hacer gran cosa contra un enemigo con coraza y escudo para detenerla. Sin embargo, tal vez no tuviese que hacer gran cosa al fin y al cabo; el mercenario Eothraim había dado cuenta de uno de los espectros con un par de mandoblazos, y ahora el resto de mercenarios rodeaban al espíritu restante y lo acosaban con sus armas.

Llegados a ese punto, arrojando piedras tenía más a su favor para golpear a sus compañeros que de asestar un golpe certero al espectro. Aeth observó alternativamente a los que habían quedado atrás; el tal Rousson, el elfo, el hombre medio-salvaje y por último a Dimrod y las mujeres y decidió que no merecía la pena arrojarse imprudentemente a un combate ganado. Aún así, volvió a sostener su maza con ambas manos, preparado por si ocurría algo inesperado.

- Tiradas (1)