Partida Rol por web

Los aventureros esperaron ante la inminente presencia de los muertos, pero no llegaban nunca.

Parece que no saldrán a campo abierto, camaradas. Creo que nos esperan, eso está claro.

Habib encendió la antorcha que tenía. Alumbró el descenso y el estrecho pasillo decorado con jeroglíficos.

No conozco esta escritura, compañeros, deben ser muy antiguos los jeroglíficos. Intentaré descifrarlos, aunque quizá escapen a mis conocimientos. Iré detrás, pues mi atención estará en los muros y no delante. Pero bajemos con cuidado, puede haber trampas.

El hechicero había colgado de nuevo sus abrojos y sujetó con fuerza la ballesta. Si entraban en combate, podría disparar a esos seres sin mente. Estuvo observando los dibujos, pero no dejaban de parecerle eso, dibujos. No entendía gran cosa. Pero su oido estaba atento a lo que pasaba.

-Bien. Dijo Sutu lanzando miradas a todas partes. Colócate frente a mí, estarás más seguro en el medio de la formación, y ya que esos dos son la avanzadilla...

El bárbaro reparó entonces en las palabras de Rhaztamel, y apretó el hacha entre sus nudosas y secas manos.

-Que vengan pues, así terminaremos antes con lo que hemos venido a hacer.

Frente a las escaleras de cuyas paredes cuelgan musgos malolientes y líquenes resecos esperais que algo suceda, ahí afuera se escucha el gemir ya conocido de los zombies, el anochecer está al caer y escuchais también otros sonidos nada familiares, un grito de pesadilla suena en el centro de la ciudad no muy lejos y una carcajada demencial suena justo al otro lado de las paredes bajo las que os cobijais, no sois capaces de imaginar el horror que alberga esta ciudad y que a la luz lunar, que ya puede verse junto al ocaso del sol, despierta frenético y enérgico.

Aún sin saber lo que hay ahí fuera, hasta entrar en la tumba de Alaszor resulta más atrayente que quedarse aquí, sin embargo el pícaro y el explorador no se deciden a ser los primeros en poner los pies en tan oscuro lugar y con ballesta y arcos prestos esperan a que la población de Ok'Ragna entera entre aquí a celebrar sus sacrílegos rituales teniendoos por vosotros el sacrificio.

Habib se adelanta un par de escalones y trata de ver los símbolos, aunque algunos parecen claros no puede averiguar la totalidad de su significado, sabiendo unicamente que este es un edificio religioso.

Puede que sean muertos, pero no parece que sean estúpidos digo sombrío tras escupir al suelo saben que estamos aquí y saben que les esperamos. Saben también que tienen el tiempo a favor, pues a los muertos lo mismo les da esperar una hora que un año.

Pero si algo no nos sobra a nosotros es tiempo. Cuanto más tiempo estemos quietos más de esas cosas se abalanzaran sobre nosotros. Y cuanto más tardemos menos tiempo tendremos para volver, pues las provisiones escasean. Debemos avanzar guardo el arco y vuelvo a desenfundar ambas espadas yo voto por qué bajemos y afrontemos nuestro destino. Si tengo que morir al menos que sea con un arma en las manos. Sutu, ¿estás en condiciones de abrir la marcha? Si no ya bajare yo primero.

Absorto en la admiración de los jeroglíficos, apenas participaba en la conversación ni se percataba de que sus compañeros no avanzaban.

Vah, está claro que no puedo averiguar más. Tengo la sospecha que esto debió ser un templo, pues parece que hay muchas referencias religiosas, pero no pondría la mano en el fuego. No puedo asegurar nada ni entiendo el sentido de las escrituras y sus símbolos. Sigamos, antes de que se nos echen encima los muertos de fuera.

Rhaz había permanecido pensativo, pero tras las recomendaciónes de sus compañeros asiente con la cabeza - Esta bien bajemos pues y acabemos con esto de una vez por todas. - el pícaro guarda la ballesta y saca su espada. Y se adelanta el primero del grupo con una antorcha en su mano torpe para guiar a sus compañeros.

El pícaro avanza decidido ante todos, Habib se muerde el labio, avanzais por una serie de pasillos estrechos, aquí abajo no se escucha ni un alma, al pasar por el inicio del pasillo encontrais un esqueleto roto que trata de alcanzaros, pero un pisotón en su calavera basta para darle reposo eterno, en una inclinación muy leve no dejan de descender en espirales cuadradas, en la segunda vuelta podeis ver como se abre una maraña de pasillos.

Como si de un jardín de setos se tratara, solo que está todo muy oscuro, unas telarañas de tamaño alarmante se abren por algunos pasillos cuyo camino desestimais, es al entrar en este pequeño laberinto cuando Rhaztamel escucha un  ¡Clik!   y entonces sabe que algo va mál. Desde la pared a la altura de sus espinillas y de su cuello surgen unas enormes cuchillas con la única intención de desmembrarle, a una enorme velocidad Rhaztamel queda con los ojos abiertos como platos

Las cuchillas, otrora hubieran partido en dos a cualquiera, pero ahora están oxidadas y gastadas, y con un par de fuertes cortes derriban a Rhaztamel que cae al suelo gateando con miedo hacia atrás, un corte horroroso en pleno pecho y un par de arañazos en las tibias.

Con macabro sonido mecánico las cuchillas retroceden volviendo a esconderse y en los pasillos polvorientos se escuchan algunos gemidos que muy seguramente no sean de muertos, sino de algo más que habita en esta tumba.

Allá al frente, puede verse una apertura en la pared, de la que proviene un ténue fulgor violeta, muy leve, que tan solo es perceptible por la enorme oscuridad que le envuelve, el camino recto es el más rápido, pero no podreis pasar si todos perdeis la cabeza en el camino.

Habib salió disparado a atender al valiente Rhaz en sus heridas.

No sé qué me fastidia más, amigo, que te hirieran, sobre todo cuando tenemos tan pocas pociones o que no me hicieras caso. Dijo en un tono paternalista forzado, que formaba parte de una broma.

Jejeje, bueno, no ha sido grave, pero no creo que aguantes muchas trampas como esa. 

Se ve que quieren asegurarse de mantener a los vivos lejos de aquí. Deberemos de avanzar con cuidado a partir de ahora. Aquí hasta el aire parece querer echarnos comento al resto del grupo en un susurro, temeroso de que incluso el sonido de mi voz pudiese causar nuestra muerte, mientras busco por las paredes algo que pudiera parecerse a un interruptor para desactivar la trampa.

- Soy así de testarudo - contesta el picaro a Habib. Rhaz dolorido por las heridas se levanta decidido y empieza a buscar el mecanismo de la trampa para intentar desmantelarla.

Los disparadores de la trampa deben ser varios y deben estar bien escondidos, es una tarea muy dificil encontrar el mecanismo y extremadamente dificil desmantelarlo, una tirada fallida de inutilizar mecanismo y la trampa se te volverá a disparar encima, lo más correcto en este caso es que te tomes tu tiempo para buscarla y desactivarla, pero sea lo que sea lo que está gruñendo en los pasillos contiguos, tiene hambre y no parece dispuesto a esperar tanto.

El picaro siguen en intento de encontrar el mecanismo, hasta que consigue encontrarlo, parece ser varios mecanismos, en ese momento se toma us tiempo para desarmar las trampas.- Compañeros parece que es un mecanismo complicado, tendreis que tener paciencia, tardaré un poco en desactivarlos. - explica Rhaz.

Rhaztamel encuentra entre baldosas hasta tres disparadores de las cuchillas que salen de las paredes, es un mecanismo sencillo pero muy eficiente y hace falta romper los resortes que hay al otro lado de la pared o romper los disparadores del suelo, en cualquier caso Rhaztamel se arrodilla y empieza a urgar en la trampa con sus herramientas, el resto, armados, mirais alrededor, el tiempo pasa, Rhaztamel necesita un buen rato para desactivar la trampa y en la oscuridad de los pasillos hay algo que, impaciente desea saltar sobre vosotros pero algo le frena

Intentar alumbrar a las criaturas que en los pasillos se esconden hace que emitan unos chillidos cortos y agudos, como una especie de cochinillo, pero no veis nada, la trampa está finalmente desactivada y frente a vosotros queda el pasillo libre hasta la cámara donde sospechais espera el Rey Brujo, y de la que emana ese tenue y débil fulgor violeta.

Despues de un tiempo Rhaz por fin termina de desactivar el mecanismo - Bien esto ya esta, continuemos, no podemos perder mas tiempo - el picaro espada en mano hace señales al grupo para que lo siga.

Habib observó desde el principio cómo había criaturas que repelían nuestra luz. El sonido que emitían le trajo el triste recuerdo de su querido cuervo, el cual se sacrificó por él. Sin embargo dejó que pasará esa tristeza admirando las artes de su compañero desactivando la trampa.

Excelente, Rhaz, admiro tu paciencia y meticulosidad. Espero que no tropecemos con otra sin avisar.

Dijo el hechicero frotándose los ojos por el sueño que le había entrado, pero que ya se despejaba.

Sutu iba a responder a su compañero Willem, pero los demás se le adelantaron abriendo la marcha y puesto que nadie se había quedado guardando la retaguardia del grupo, decidió dejarles hacer y no quitarle el ojo a las tinieblas que iban dejando atrás.

Sin embargo, el primer peligro que se les vino encima vino de delante, en forma de letal trampa oxidada que golpeó a Rhaztamel tirándolo al suelo, y haciéndole varios cortes sangrantes, aunque sin llegar a herirlo mortálmente.

-Eso ha estado cerca. Musitó observando como Habib se agachaba a ayudarlo, y despues, mientras sus compañeros se afanaban en desactivar aquella trampa, el bárbaro los cubrió con su enorme cuerpo, y hacha en mano, preparado para saltar sobre cualquier cosa que pudiera aprovechar aquella distracción en la tarea de inutilizar el mecanismo de la trampa, para atacarlos.

-Estas tinieblas son la morada de un gran mal. Dijo mientras los otros trabajaban. No hace falta leer las antiguas escrituras de las paredes para darse cuenta de ello, se siente en el aire.

Bien hecho Rhaz gracias a dios que hay alguien con esas habilidades en el grupo. Pero sobre todo gracias a dios que iba el primero, si no el que podría estar mirándose los pies sin agacharse podría ser yo perfectamente sigamos adelante, pero con los ojos abiertos y los sentidos alerta. Este lugar nos quiere muertos.

Avanzais por el pasillo que a su vez se ramifica hacia los lados en un gran laberinto, las paredes están resecas y cada uno de vuestros pasos va acompañado del eco de chasquidos y sibilancias entrecortadas. A las puertas de la tumba asomais las antorchas mientras meteis vuestras narices y entonces podeis ver toda la escena del sacrílego espectáculo que desde aquí ha tenido lugar durante muchos años.

Un enorme sarcófago de oro macizo, rodeado de gemas y piezas de oro como una fina alfombra a sus pies, desde las grietas de todas las paredes, unos hilos de luz violácea entran en el sepulcro, atravesando el santuario como si fuera papel fino llevado por el viento entrando con suavidad a través de las rejillas de la tapa del sarcófago, sin duda alguna, esta debe ser la energía de Milaszor, siendo devolvida a su padre Alaszor para que pueda defenderse, pero no hay movimiento ninguno, y os sentís bastante seguros de vosotros mismos dando un paso más adelante.

Es entonces cuando escuchais el deslizar de la piedra, tal como temíais, vuestros miedos se hacen realidad, apretais vuestras armas con determinación, para bien o para mal habeis llegado hasta aquí, y solo os queda vencer o morir. La tapa del sarcófago cae a un lado con enorme estruendo y hilos de polvo caen del techo, se levanta de la tumba una criatura carcomida cuya fría mirada de ojos níveos y evanescentes se clava en vosotros fijando su cabeza mientras el resto del cuerpo sale de su tumba.

Aún mantiene un color verdoso, de la criatura que fuera en vida, la forma de sus huesos revelan a un ser que en vida debió ser enorme, pero ahora apenas queda una figura enjuta de carne arrugada y una boca que al abrirse revela una oscuridad que muy probablemente refleje un agujero al infierno.

¿Así que vais a ser vosotros quienes me mateis? ¿Sois vosotros quienes pretenden derrotar a mi hijo?

Desde el día en que nací, la raza de los pieles verdes hemos dominado el desierto de Has'sara, desde que me fué brindado el poder que esa bruja debería haber muerto, y ahora, envía a sus peones creyendo que son capaces de derrotar al mal que hay aquí, pensadlo bien, os ha enviado a vuestra muerte, jamás saldreis con vida de aquí.

Lo mejor que podeis hacer es quitaros la vida, para no tener que ver la horrible muerte que puedo daros

La energía purpúrea del hechicero sacude el suelo desde sus manos y restos humanoides del suelo se alzan frente a vosotros, casi transparentes, casi sin forma, casi sin cuerpo, meros huesos que se mueven como títeres ante vosotros, el antiquísimo Rey Brujo abre la boca revelando una boca llena de dientes largos y puntiagudos y exhala forzosamente el aire de su interior, sacando una nube polvorienta y recobrando la soltura al agitarse cómicamente como si tuviera dolor de huesos

Morid ahora

- Bueno compañeros, hemos llegado al final de nuestra misión, ahora acabemos con ese bocazas de Alaszor. Sutu intentaré darte mas posibilidades en tus ataques, quizas de esta forma podamos acabar con el. - Seguidamente mira al hechicero - Habib, intenta quedarte al margen pero lo cerca que puedas por si nos hace falta tu ayuda. Willem intenta tu tambien dale una posición ventajosa a Sutu ok? Vayamos pues, lo conseguiremos!!! - Rhaz avanza un poco hacia el ala norte de la sala buscando una posición estrategica para afrontar su última batalla con la máximas posibilidades de victoria.