Partida Rol por web

Me acerco hasta el trono y coloco los diferentes enseres para acomodar a mi señor mientras escucho sus palabras recien pronunciadas. La captura de Iakov sería una gran baza a la hora de pedir apoyo al Voivoda, ¿Seran capaces de capturarlo?.

Mientras reflexiono sobre esto me dirijo hacia una de las criadas.

-Prepara comida para los señores, necesitan reunir fuerzas para llevar a cabo sus diferentes viajes. Pregunto a cada uno de sus escuderos si tienen ordenes apra la organización de las armas y de la comida que llevaran durante sus misiones. Rápido no te quedes mirando.

El mayordomo se aproximo junto a su señor, puede que tmabien le necesitara a él.

Antes de que su primo diga nada, continua hablando - Viajaras con los hombres que hayas reclutado a Maramunes, allí no hay nada, lo se... - sentencia alzando su mano derecha al ver intención de hablar en su primo - Precisamente por eso, porque no hay nada; Es el lugar perfecto... Aparte los rumores dicen que ha cometido crímenes en Kiev y Cracovia, ambas situadas al Norte... Es posible que su escondrijo este en nuestras tierras de Maramunes primo. - finaliza entrecerrando los ojos y apoyando sus dedos encima de su nariz.

Una vez Tiberiu y su fiel mayordomo se marchan, encaro a mi padre y a mi prima, sonriente. -Bueno, pues tendremos que prepararnos en verdad para esta misión. Agradezco mucho tu interés, padre, pero como hemos visto, hay asuntos que requieren de tu afilada lengua y tu incisiva y rápida mente. Aún con todo, me inquieta que viajes solo... Los caminos dejaron de ser seguros hace ya mucho. Quizá debieras hacer acopio de algo de escolta, por mayor seguridad... Oh, y cuando todos hayamos regresado espero que podamos reunirnos todos juntos, Zuyla tú y yo... Hace tiempo que no tenemos una reunión familiar... Digo, con cierto aire de nostalgia.

- Sí primo, yo ire a mis aposentos para preparar el equipaje asi partiremos después de comer, seguro que la buena fe con la que iniciamos esta misión nos acompaña durante todo el viaje – dice mientras le sonrie…

Antes de abandonar las murallas, la dama vuelve a tender su delicada mano, que es besada por su primo y su tío con la cortesía que se merece. Acto seguido gira sobre su posición, trazando un arco en el aire con sus negros cabellos y comienza a descender con cuidado las escaleras, dejando como único recuerdo a los presentes el delicioso aroma de una de las mejores fragancias de todo Satu Mare... o al menos eso dijo su hermano cuando se la regaló... así que tenía que ser cierto.

A medida que bajaba los escalones, la muchacha iba dando rienda suelta a su imaginación, construyendo en su mente un idílico viaje a Baja Mare, lleno de intrigas, novedades y secretos por descubrir.

"Va a ser perfecto, seguro que sí."

Acompaño a mi primo bajando las escaleras, y escucho atentamente las acciones que quiere que realice, viajar a Maramunes y capturar a Iakov. Al oir el nombre de Iakov el ensartaojos, no puedo evitar asomar una leve sonrisa en mi boca.

- Si lo que quieres es a Iakov, asi sera. He oido historias de ese bandido, sera un placer capturarlo. Esto tambien ayudara a que el Voivoda nos vea con buenos ojos.- tras decir esto queda unos segundos pensativo, y retorna a hablar con mas convicción- Ademas, si tu crees que esta alli, en las colinas de Maramunes, no dejare ninguna piedra sin remover. Lo me preocupa es cuanta cantidad de hombres llevarme, no quiero dejar la fortaleza desprotegida. Los magiares pueden atacar. Tienes algo en mente sobre este tema?

Mientras espero la respuesta de mi señor, no puedo evitar pensar en la comida. Tras toda una mañana entrenando, tengo un hambre atroz.

- Oh, no te preocupes querido hijo. Sabes que si alguien llegara a capturarme me devolverá antes de volverse loco con mi incallable lengua - bromea Zort y sonríe ante su chiste - Y da por hecho que apenas volvamos nos sentaremos en una mesa y me oirán contarles toda la historia de lo ocurrido en este viaje!
Escucha las palabras de Vladana y antes de que se retire agrega besando su mano:
- Querida sobrina si la buena suerte osara no acompañarnos, aún os queda esa preciosa sonrisa a la que nadie se resistiría.

Al marcharse Vladana, Zort vuelve la mirada hacia Vladimir. Lo toma cariñosamente de los hombros:
- Caballero Vladimir Dravescu, hijo. Prométeme que os cuidaras mucho. No es tu seguridad lo que me preocupa. Eres un león, nadie podría contra tí -hace una pausa, mientras comienzan a caminar lentametne hacia las escaleras- En realidad me preocupa tu prima. Ella es muy jóven y prácticamente nunca ha salido de aquí. Probablemente lo tome como una aventura épica, y no como una misión diplomática - frena y vuelve a ponerse de frente a Vladimir - Se que no necesito decirlo, pero has visto como somos los viejos... No le quites el ojo de encima. Vuelvan sanos y salvos. Y eso es una orden - sonríe mientras le da una palmada cariñosa en la mejilla.

Los magiares no son un problema esta estación, - medita mirando a Ruschesku y a su primo y caballero - Es Invierno, las cosechas aun no son de interés. No hay nada que saquear en esta fría tierra. - dice enarcando una ceja - Como cada año, estarán asolando Italia hasta la Primavera, cuando nuestros campesinos ya empiecen a sembrar sus campos. Es el momento mi buen Zuyla, para que vayas a Maramunes. - sentencia volviendo a apretar sus dedos contra el tabique de su nariz.

Ante la mención de mi padre sobre mis habilidades, esbozo cierta sonrisa amarga. No sé si su cumplido lo formula porque me tiene en alta estima o si, en cambio, es para aumentar mi moral. -Me tenéis por más de lo que soy, padre... Comento, a ese respecto. Sonrío con él en el momento en que me da la cariñosa palmada, antes de decir:
-Sabes que tendré no uno, sino dos ojos puestos en ella... No permitiré que ocurra nada a mi querida prima... Sabes bien lo mucho que la quiero y antepondré su seguridad a la mía sin dudarlo... Pero no tienes de qué preocuparte. En pocas jornadas nos tendrás de vuelta aquí a ambos, vivos y coleando. Acto seguido, tras una inclinación respetuosa de cabeza, me dirijo a buen paso hacia mis aposentos para preparar el petate de viaje.

Tienes razón, los magiares no molestaran hasta dentro de un tiempo. Pero ya sabes que ese es un tema que me preocupa en exceso.- me llevo la mano al mentón y con el rostro pensativo prosigo hablando- Intentare llevar una buena cantidad de hombres, la banda de Iakov es fuerte. Ademas de alguien que pueda explorar el terreno, con suerte algún cazador se unirá a nosotros.- recupero mi rostro habitual- Bueno, ya tendré tiempo de pensar esas cosas, bajare a el pueblo en comer e iré alistando gente.

Zort observa como se aleja Vladimir. Se queda pensando unos instantes y luego vuelve en si y comienza a descender las escaleras. Y se dirigue hacia el salón donde está Tiberiu.

Despide a su primo y caballero con un gesto de su mano - Bien, - asiente sin dejar de apretar con su otra mano el tabique de su nariz a la altura de los ojos como si reflexionase Vladimir ya debería de estar aquí... - Prepárate y manda un mensajero cada dos días, quiero estar informado de todo acontecimiento que ocurra durante la batida. Si es necesario, iré personalmente a dar caza a ese perro... - sentencia mirando fríamente a su caballero durante el instante en el que menciona a Iakov para luego sonreír y volver a hacer un gesto a Zuyla para que salga de la estancia una vez solo, lanza una mirada a su ayudante - Tráeme a Vladimir, - sentencia con tono amable - Y que nadie me moleste ni ahora, ni cuando este hablando con él. - finaliza volviendo a sumirse en sus pensamientos

Acudo hacia la sala del trono de mi señor una vez he terminado el petate, cruzándome en el camino con mi hermano, a quien dedico una reverencia, dejándole pasar a él primero. Llegado ante la presencia de Tiberiu, observo que estaba dando órdenes de que me buscaran. Me alegra saber que no ha sido necesario... Dejo el petate en el suelo, así como el yelmo de la armadura, y me acerco hasta mi primo.
-Aquí me tenéis, mi señor. ¿Cuáles son esas órdenes especiales que deseais darme? Pregunto, interesado pero sin perder las formas.

Asiente con la cabeza a Ruscheku, señalando que mantiene su orden de que no les molesten al mismo tiempo que se levanta y apoyando su mano en la espalda de su caballero Vladimir le invita a andar a su lado, cuando están al lado del ventanuco que permite ver el Este, con las colinas de Maramunes como paisaje le mira a los ojos con tristeza unos instantes.
- Mi querido primo, esta conversación que tendremos ahora; No sera de Knezi a Caballero, sino de familiar a familiar... - se apoya sobre la fría piedra mirando por el ventanuco a los guardias que recorren las murallas activamente ajenos a que su señor los observa - Eres un hombre inteligente, tienes la lucidez de tu padre y mi tío Zort y la habilidad de combate de Zuyla, - comenta sonriendo orgulloso - por eso te he pedido que acompañes a Vladana a Baja Mare. - asiente alzando sus cejas - Como bien sabes, mi querido Vladimir; - continua tristemente - Mi hermana no es mas que un símbolo decorativo al lado de cualquier hombre... - su tono de voz se apaga conforme dice eso - Nadie se tomaría en serio las peticiones que le haga una mujer, por mucha alta cuna que posea... - se encoge de hombros - Pero mi amada hermana esta llena de vida y pasión, aquí en Satu Mare se ahoga, lo noto en su rostro apagado. - apoya su mano en el hombro del caballero - Es por eso que le quiero dar esperanza de que me es tan útil como tu... - mira a los ojos de su primo esperando que capte el mensaje pero al minuto vuelve a hablarle - Seras tu quien lleve la negociación con el Capataz Sibiu de Baja Mare. - sonríe - Aparte te quedarás allí para asegurar el diezmo hasta que solicite tu presencia. - termina guardando silencio permitiendo a su primo hablar.

Escucho con aire de gravedad las palabras de mi primo, apoyándome finalmente en la baranda con ambas manos, observando el patio de armas, de igual modo que él hace. Él bien lo ha dicho... Esta es una conversación de familiar a familiar, así que puedo mostrarme tal y como soy ante él. Terminada su parte, giro la cabeza para mirarle fijamente con todo el cariño que siento hacia su persona.
-Tiberiu... Me tienes en mayor estima de la que merezco... Ambos sabemos que nunca estaré a la altura de Zuyla, me acerco más a las habilidades de mi padre... Aunque supongo que al final he acabado siendo una extraña mezcla de ambos... Sonrío, con cierto deje amargo. Sabes que llevaré a cabo las negociaciones sin poner objeción alguna. Sólo vivo para servirte, después de todo... Y apruebo esto. Quiero decir... Me alegro de que Vladana pueda venir conmigo, porque yo también he notado lo que tú bien dices... Si esto puede darle fuerzas y ánimos, bienvenido sea. Pero aún con todo... ¿No crees que se sentirá más dolida cuando sepa que yo soy el verdadero enviado diplomático? Pregunto, no exento de preocupación.

No debe enterarse... - musita con los ojos como platos y semblante de preocupación - Se moriría de pena... - apenas logra dar dos pasos sin cojear hacia su trono cuando se gira - Por favor, Vladimir; - su rostro refleja el amor hacia su hermana y el deseo de que salga bien - Has de mostrar tu pleitesia para con mi hermana como si se tratase de mi; - continua caminando hasta sentarse en el trono - Pero a su vez, haz notar al Capataz Sibiu que el Knezi Bratovich no ha enviado a su hermana en su nombre, sino a un caballero al que tiene en alta estima... - suspira un instante - Es difícil la tarea que te encomiendo, lo sé. - asiente - Pero por eso te la encargo a ti. - continua con sonrisa triste - Ahora ve y prepara mi carruaje, el Capataz verá que llegáis en el carro del Knezi y, sabrá ver que realmente me tomo en serio mi propuesta. - finaliza esperando que este salga de la estancia y entre su ayudante Ruschesku.

Asiento, recuperando la sonrisa y palmeando el hombro de mi primo. -Muy bien, primo. Acataré tus órdenes tal y como las has formulado. Y en cuanto la situación se estabilice enviaré a Vladana de vuelta, quedándome yo en Baja Mare a la espera de nuevas órdenes por tu parte. Me pongo firme entonces y hago un saludo militar respetuoso. Volveremos a vernos cuando ese sea vuestro deseo, mi señor. Y tras esta despedida me doy la vuelta y, recogiendo mi petate y mis útiles, salgo en dirección a la habitación de Vladana.

Acudo con todo lo que necesito dispuesto a la habitación de mi prima y señora, a la que llamo un par de veces. -Mi señora Vladana, está todo dispuesto para nuestro viaje. Partiremos en cuanto lo consideréis oportuno. Digo, desde el otro lado de la puerta. Las órdenes de mi primo han sido claras... Esta misión no va a resultar tan sencilla como pensé en un principio, pero voto a tal que estaré a la altura de las circunstancias.

- Transcurren las horas mientras todos hacen los preparativos para las tres misiones encomendadas por el Knezi.

- El propio Tiberiu está bastante inquieto. Está arriesgando a toda su verdadera familia de una sola jugada. Si algo les pasara a alguno de ellos... sabe que jamás podría perdonarse.

Permanece sentado en su trono con la cara apoyada sobre su puño izquierdo y los ojos cerrados. Ruschesku esta cerca como de costumbre, no le hace falta abrir los ojos para saberlo. Mi buen Ruschesku, - sentencia sin cambiar su postura ni abrir sus ojos - ¿Cuantos años llevas ya a mi servicio? - pregunta a pesar de conocer la respuesta.