Partida Rol por web

Los Dhaeva de Transilvania.

TERRITORIO 24: Calarasi. - Tirsa de Calarasi.

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08/04/2008, 22:24
Bigun Tarigen de Tytalus.

El mago viaja hacia la torre. Cuando se ve demasiado cerca, mira alrededor con desconfianza y comienza a trazar símbolos en el suelo. De cuclillas, con el cabello enmarañado casi tapándole la cara y murmurando para sí, va escribiendo glifo tras glifo. Pone en ello su voluntad, pone en ello cuanta energía posee... El viento remueve las hojas y las ropas, le traspasa, helador... El aire parece hacerse más turbio, la imagen del loco parece moverse como si se tratase de un espejismo en el desierto. Al cabo de unos segundos, Bigun parece haber desaparecido. Hay una mancha borrosa, hay algo que se mueve... Pero localizarle sin saber qué se busca sería complicado.

Continúa subiendo y subiendo la colina, moviéndose con lentitud, intentando no hacer demasiado ruido. Conforme se acerca a la torre, se va dando cuenta de que está en ruinas; parece totalmente inhabitable. Se rasca la barbilla pero decide entrar: ha visto otras veces que cuando se trata de vampiros, las cosas no siempre son lo que parecen. Entrando, comienza a notar el olor de comida, de comida cocinándose. Le parece oir la voz de una mujer... No muy seguro de su propia percepción, comienza a explorar la torre, moviéndose sigilosamente. Investiga el lugar, lleno de cascotes y matojos... Tras un rato buscando, no encuentra ninguna trampilla o puerta secreta... y lo que es peor: debe hacer varios siglos que la torre está abandonada.

Es entonces cuando siente el peligro, en su nuca, en algo que Bigun sería incapaz de describir. Había aprendido a fiarse de su intuición, y mira a todos lados sintiéndose nervioso. Le cuesta respirar, el aire parece volverse viejo, pesado: la maldición. Está claro que una maldición pesa sobre el suelo que pisa... O al menos eso deduce su mente perturbada. Se siente cada vez más inseguro. Cada crujido de sus pies al rozar piedras sueltas acrecienta su temor a ser descubierto. Por qué o por quién, no lo sabe. Debe haber gente cerca, personas probablemente. Su campamento está en las cercanías, pero se siente demasiado nervioso para intentar buscarlos, demasiado preocupado. Está cerca, está sin duda cerca. La voz de la mujer se oye con más claridad, aunque habla en lo que parece una lengua bárbara...

Con una lentitud exasperante, el loco se desliza de vuelta al pueblo intentando no llamar la atención. Agotado, se deja caer pegado a un árbol en las cercanías y, tras asegurarse de que no hay nadie mirando, disipa su hechizo haciendo unos movimientos muy bruscos con sus manos. Respira agitado y se pasa unas horas allí, divagando sobre qué puede haber en murmullos inconexos. Finalmente, recuerda que hay unos sodales (y hacía tiempo que no usaba esa palabra, hacía tiempo que no la recordaba) que le están esperando. Se levanta y se dirige con paso tranquilo y mirando al suelo hacia el almacén donde duermen...

-Aquí estoy - murmura en latín al llegar, aunque casi es imposible escucharle.

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09/04/2008, 01:26
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Pese a los intentos del cantor, los ánimos y el humor reinante no acompañaban a la canción, mucho menos la situación presente.
Las palabras "aquuí estoy" cayeron como maná sobre mis oidos. Rapidamente caí como un ave de presa sobre el hombre medio sudoroso.
- ¿Y bien? No omitas nada, por nimio que sea. Y procura ser claro, la vida nos va en ello. - dije tajante sin casi permitir réplica.

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09/04/2008, 02:55
Durius de Tremere.

Es curioso que la voz de Lisander pueda ejercer tal efecto tan contrario al acostumbrado, pero lo cierto es que las canciones parecen aliviar algo el ánimo de Durius. Aunque jamás querría reconocer que hubiese disfrutado de una canción acerca de una anguila.

Sin embargo el momento de tranquilidad es efímero, y la llegada del explorador pone de nuevo en movimiento las cosas. Durius se acerca hasta donde su maestro interroga al sodal llevando un poco de agua para el hombre.

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09/04/2008, 16:07
Bigun Tarigen de Tytalus.

Con un asentimiento, Bigun toma el agua que le ofrecen.

-Gracias joven -dice, pensativo.

Da unos tragos. No parece especialmente preocupado o molesto por el tono tajante de su sodal, ni siquiera parece que lo haya notado. Menea la cabeza y para sí, pensativo. Tras unos segundos distraido, vuelve a caer en la cuenta de la presencia del mago y da un respingo. Comienza entonces a explicar su aventura en latín.

-Subí y subí... -menea la cabeza- Subí hasta la torre donde no brilla el sol, pero ha sido... raro -suspira y cambia el peso de un pie a otro, intranquilo- Fui hasta allí. Olía a comida. La torre parecía deshabitada, deshecha como la mente de un mendigo. Había... cascotes, rocas, cosas... allí no vivía nadie desde hacía, como menos, un par de siglos. No encontré trampillas ni mecanismos ni puertas secretas ni locuras... no. Pero escuchaba una voz de mujer, una bárbara, o eso creo. Venía de donde el olor, el olor a comida cocinándose, que era fuera de la torre -frunce el ceño y se rasca la barba- Pero hubo una sensación rara, desagradable, desgradable, extraña, rara -corta en seco la enumeración de adjetivos repetidos y se queda un segundo rememorando- Era difícil respirar, el aire era opresivo... Aquello estaba maldito. No se cómo ni por qué, pero estaba maldito... y la maldición, la maldición sea la que sea y que quizas tenga que ver con los pálidos o quizás no, quizás sólo aparezca de noche. Oía la voz, y creía que iba a ser descubierto, y lo iba a ser en cualquier momento, cualquiera. El campamento de los bárbaros estaba cerca, aunque no se donde. La torre estaba vacía, vacía... y había demasiadas entradas, grietas. Era una ruina, una ruina os digo -retuerce sus manos, mirando a los ojos a Sidor con tranquilidad - No es imposible que exista una trampilla, pero os puedo decir que yo, yo, con mis ojos de aguila no vi eso, no...

Parece molesto. Se rasca la cabeza con fuerza.

-Tal vez debamos subir de noche -sentencia con firmeza - Tal vez haya algo que se me pasase... Pero lo dudo. Mucho, mucho, mucho...

Notas de juego

Aish... y Bigun sin ver vampiros =_=U

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09/04/2008, 16:34
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Nada, todo el esfuerzo para nada, las horas perdidas en balde y apenas habíamos sacado algo de información que fuese útil. Una mujer, puede que una bárbara, ¿de que servía aquello a parte de para volver la situación más desconcertante? ¿que podía significar todo aquello?
Una cosa estaba clara, la estrategia de poco servía sin conocer más detalles de la torre y la situación de ese hipotetico campamento. ¿Acaso no les era necesario a esas criaturas un refugio de la luz? Tal vez disponían de habilidades que les ponían fuera de su alcance sin necesidad de un refugio específico pero, ¿como?
Desde luego la situación se torcía cada vez más e iba tomando forma la necesidad de huir del lugar, aunque francamente mucho me temía que sería imposible a estas alturas.
Terciaba un cambio de estrategia...¿pero cual sería el camino adecuado a seguir?

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09/04/2008, 16:40
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Respirando pesadamente afronte la realidad más dura.

- La situación ha empeorado. Podemos contar con la sorpresa, pero desconocemos el potencial del enemigo, su fuerza y su situación exacta. Todo lo que cabe hacer es cambiar nuestra estrategia y adaptarnos a la información que tenemos.
Pensemos...la torre permanece deshabitada, lo único que conocemos a ciencia cierta es que hay humanos allí arriba, por lo que por fuera debe de tratarse de alguna clase de esos esclavos por los que nos tomaste hace unos días. Al menos hay uno y entra dentro de lo lógico pensar que existen más allí arriba. Por otra parte los seres bien podrían prescindir del refugio de la torre para permanecer lejos de la luz; bien mirado, si nosotros podemos obrar maravillas, ¿que no podran "ellos"? -
manifiesto reflexionando en voz alta.

- Así que una cosa es segura, primero debemos librarnos o dispersar a esos siervos durante el día y en ese momento preparar sobre la marcha una forma de defendernos. En cuanto los seres se presenten es evidente que sabrán que algo va mal. Francamente, llegados este punto pienso que es mejor preparar una celada en nuestra propia casa; es decir, tenemos que conducirlos a un terreno que juegue a nuestro favor, prepar la trampa y atraerlos a ella. Creo que ahora mismo es la única forma posible de contar con cierta ventaja, pues no sabemos ni el número de sus seguidores, ni conocemos su lugar de reposo. Así que atraeremos al gato hasta la ratonera y cuando pretenda asomar el hocico....¡¡¡plaf!!! - digo golpeando con mi puño sobre la palma de mi otra mano.

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09/04/2008, 16:54
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Juntando a todos a mi alrededor les conmino a escuchar la nueva estrategia.

- Escuchad todos, esto es lo que haremos. Si alguien tiene alguna idea que pueda servir de algo será bienvenida. Usaremos este almacen como ratonera, lo conocemos bien, es pequeño y puede servir perfectamente. Lo primero es distribuir los atillos de leña en las entradas, sean puertas o ventanas, tendremos que utilizar las ropas que usamos habitualmente rellenándolas con la misma paja que nos sirve de colchón y dándoles un poco de forma las taparemos con las mantas que usamos para calentarnos. Despues necesitaremos una medida de sangre de cada uno, bastará con poca cosa, lo justo para empapar una parte de la paja y que nuestro olor quede bien impregnado. Os contaré una cosa común a todos los depredadores, la gran mayoría se rigen por sus sentidos, sobretodo por la vista, el oído y el olfato. Por eso debemos permanecer ocultos a la vista, en silencio y que nuestro olor no nos delate. Para eso son necesarias nuestras ropas y nuestra sangre, de esta forma les daremos un cebo como a las alimañas del campo. La leña debe permanecer oculta a la vista pero cerca de los accesos para que al ser prendidas inicien un fuego que devore todo el interior en cuestión de momentos. El aguardiente podrás servirnos como protección o como arma si alguno consigue huir o si descubren el engaño.
Sólo nos corresponde hacer dos cosas, ocultarnos en las cercanías esperando su llegada y mantenernos alerta cuando aparezcan. Nuestro "explorador" será nuestros ojos desde la sombra y yo seré nuestros oídos en el viento. Si alguno de vosotros escucha algo sólo tiene que susurrarlo en espacio abierto y yo seré consciente de ello. Una última cosa, todos debemos lavarnos lo más a fondo que podamos para perder nuestro olor corporal, algo que haremos a partir de hoy antes de que el cielo comience a volverse naranja.
Ahora mismo necesitamos dos cosas, lugares donde escondernos y poder esperar su llegada y un motivo para que vengan hasta aquí. Ahí es donde entrais en juego, necesito respuestas y rápido. Esperemos que tengamos una noche más para prepararnos.
Y recordad lo que os digo, en una cacería lo principal para el cazador no es seguir un rastro, si no llevar un paso de ventaja a la presa, estemos un paso por delante de ellos y dejemos que vengan a nosotros, llegados ese punto, ¡¡¡ Venceremos!!! -
termino de exponer la idea arengando a mis hombres.

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09/04/2008, 17:49
Lisander el Cantor.

Escucho sin interrumpir. Es curioso cómo son las cosas a veces. Esta aventura, tan poco atractiva y llena de riesgos, ha cobrado una nueva dimensión. Llevamos unas horas en este pueblo y en este almacén pero saber que la lucha tendrá lugar en este lugar y no en la torre me da una mayor seguridad. Respecto a lo que debemos hacer, no tengo pega alguna. Tampoco soy un estratega, pero sí un campesino cuyos inviernos son el feudo del lobo. Tan solo es cuestión de trasladar ciertos conocimientos a esta situación.

- Señor, quisiera comentar algo. Si nos enfrentamos a unas bestias cuyos sentidos están muy desarrollados, no basta con rebajar nuestro olor, debemos disimularlo. Coincido con vos en que nos lavemos, pero yo iré más allá y aconsejo a los demás que también lo hagan. No es agradable, pero si la vida depende de ello será una buena inversión y... que sea lo peor que debamos hacer en esta vida. El almacén ha servido como refugio tanto nuestro como de la mula. El aire está impregnado de ambos olores, especialmente del de la mula y sus... excrementos - señalo significativamente para que vayan cayendo en cuenta de lo que sigue -. Tras las abluciones aconsejo frotarse el cuerpo con las boñigas del animal. Apestar, apestaremos, pero a mula, no a humano. Es algo que los cazadores han visto hacer a los lobos. Se frotan contra las vísceras y mierda de otros animales para ocultar su verdadero olor y poder acechar a sus presas sin ser advertidos como auténticos lobos. Creo que al menos así, contaremos con una ventaja añadida - afirmo, aunque lanzo una mirada subrepticia al señor Durius, al cual me temo la idea no le haga mucha gracia -. Las ventanas podríamos cubrirlas con tablas en el interior del almacén, de modo que esa vía de escape quede cerrada y solo les quede la puerta. Si todo va a desarrollarse durante la noche, el almacén permanecerá a oscuras y no creo que se fijen en ello. El problema lo veo en encender las hogueras. Los hatos de leña, ¿estarán dentro o fuera? Si están fuera será sencillo aunque menos efectivo y el almacén tardará más en arder, pero si los queremos dentro, preveo dificultades. Alguien deberá permanecer en el interior y prender toda la madera de seguido y sin que se den cuenta esos monstruos será difícil por no decir imposible. Aunque también sería posible hacer una especie de mecha. Me explico. Deberíamos sacrificar una de las botellas de aguardiente. Podríamos impregnar con el aguardiente una cuerda que pasara por el borde del almacén y por todas los haces que hayamos preparado. Los extremos de la cuerda deberían llegar hasta la puerta de entrada y desde allí, una vez que hubieran entrado, podríamos darle fuego a la cuerda para acto seguido cerrar y apuntalar con maderos la puerta e impedir que salgan. Y al margen de todo se me ocurre que incluso podríamos poner unos lazos de trampero o incluso cavar en el suelo un pequeño foso, junto a los señuelos, con algo punzante en el fondo que los hiera, aunque dudo que tengamos mucho tiempo para ello - digo dubitativo y pensando que mi mente está volando demasiado lejos.

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09/04/2008, 18:17
Durius de Tremere.

- Tal vez podríamos debilitar un poco la estructura que sostiene el techo para que se derrumbe rápidamente cuando el fuego la toque - comenta Durius con voz pensativa - Sería aún mejor si pudiésemos esconder una cuerda con la que tirar abajo las vigas en el momento justo, pero no se si nos conviene arriesgarnos a que descubran la trampa

Se interrumpe para lanzar una ojeada a la parte de atrás del almacén donde está el equipaje que llevan con ellos.

- Pero... puede que exista una manera, aunque no garantiza nada - continúa, sañalando por encima de su hombro hacia el fondo - Si dejásemos la mula dentro y le atásemos una cuerda podríamos servirnos del pánico que sienta el animal al prenderse el fuego para derrumbar el techo, aunque no se si seremos capaces de debilitar tanto las vigas sin que se nos caiga el almacén encima durante la preparación de la trampa. Y nos quedaríamos sin mula, aunque eso no me parece gran sacrificio a cambio de acabar con esos seres

Se encoge de hombros, delegando el peso de la decisión en su maestro.

- Y Lisander tiene razón; tal vez en lugar de intentar eliminar nuestro olor fuese mejor camuflarlo. Yo ya estoy bastante asustado... - reconoce sin inmutarse - ... y lo más probable es que cuando se acerque el momento decisivo esté sudando como un cerdo si es que no me he meado encima

Notas de juego

¿Alguien me recuerda cómo era la tirada para lanzar magia? Para un hechizo que tengo y ni siquiera recuerdo qué tenía que hacer para lanzarlo

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09/04/2008, 18:51
Lisander el Cantor.

Mierda, la mula, pienso al oír al sobrino del germano. En todo esto, me había olvidado de ella. Solo espero que el señor Sidor considere descabellada su idea, aunque en mi fuero interno, sé que no es así.

- Y Lisander tiene razón; tal vez en lugar de intentar eliminar nuestro olor fuese mejor camuflarlo. Yo ya estoy bastante asustado... - reconoce sin inmutarse - ... y lo más probable es que cuando se acerque el momento decisivo esté sudando como un cerdo si es que no me he meado encima

Le miro asombrado y no puedo evitar sentir un ramalazo de simpatía hacia él y su sinceridad. A estas alturas, creía que Dimitri y yo éramos los únicos que habíamos manchado los calzones pensando en lo que se nos venía encima.

- Señor Durius, deje que le diga algo. Jamás oí a nadie hablar de este modo y que siguiera pareciendo un caballero. Usted lo ha hecho - afirmo con contundencia -. Vaya que sí.

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09/04/2008, 21:00
Bigun Tarigen de Tytalus.

Bufa oyéndoles hablar, cruzándose de brazos.

-Lo primero debería ser cómo atraerles hasta aquí... sean los que quiera que sean que sea... -suspira. - Pero había una mujer y no vi ninguna trampilla... -menea la cabeza- Estaba hablando, así que como mínimo había algo o alguien o alguna cosa o alguien más para hablar. Pero no debían ser demasiados bárbaros, o habrían hecho más ruido. Mucho, mucho más.

Al escuchar al chico no puede reprimir una sonrisa, una mueca que resulta inquietante.

-Chico, chico -se rasca la barbilla, recordándose a sí mismo con su maestro- El miedo es normal, tambien yo y tambien el tiene miedo. Lo importante es usarlo para ser más rapido y más astuto, como un... mirlo. Uhm, no -duda.- Como un conejo, si, eso es.

Comienza, intranquilo, a cambiar el peso de pierna mientras piensa.

-Los excrementos son una buena idea, sí. Da lo mismo a donde nos movamos, es mejor oler a mula. Pero cuidado de que sea un poco, solo un pequeño poco... Si no, podría ser más facil vernos cuando sepan, y sabrán, ellos saben, saben a menudo y demasiado, que huele a mierda y no han visto mulas cerca. Es mejor tener cuidado con la intensidad... Si...

Dedica unos segundos a meditar para si mismo, sumido en sus pensamientos.

-Una trampa aquí no es mala del todo y no me importa quemar un edificio si en eso se mata a un maldito pálido...-se muerde el labio inferior- Pero ¿como atraerles? Subir y saltar y gritar y dejar que nos vean y luego correr no sería sabio: probablemente sean más rapidos, mas fuertes y vean mejor que nosotros de noche. Quizás lo mejor sería una luz, una luz, una forma de hacer luz que les llame la atención... Uhm...Quizás... Quizás ir con algo de luz, luz fácil de apagar. Como una linterna o una antorcha o una luz de luz venida de la luz. Pero veo dificil que vengan y facil que disparen. Quizás lo mejor sería acercarse y mirar y moverse sin hacer ruido y cortarles las cabezas a los bárbaros y ver que mas hay... Puede que ellos no estén aliados o mordidos o encantados por un hombre pálido, pero también puede que sí. Más vale tener cuidado, cuidadoso cuidado y más vale curarse en salud... Y dejar un rastro de antorchas? Se podrían encender con eso de la cuerda mojada en alcohol y un rastro de antorchas podría guiarles, podría atraerles... Un rastro de luz... O quizás... tender una cuerda con cacharros y ruido y tirar desde abajo... Pero no, es más difícil... No se... No se...

Intranquilo, se muerde las uñas mirando al resto.

Notas de juego

Respecto a lo de los hechizos, a mí me pone el sistema en la descripción del hechizo de la ficha... Pero en general creo que es Modus + algo en d10 y según los éxitos, pues más o menos efectivo.

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09/04/2008, 21:25
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- Conforme con lo dicho, de hecho creo tener una idea de como debemos hacer las cosas.
Primero debemos hacer un pequeño agujero en una de las paredes a ras de suelo, serraremos un poco una de las vigas, sólo un poco. Entonces ataremos una cuerda a la viga la pegaremos bien contra la pared para que la oculte la oscuridad y la pasaremos por el agujero; empapada en aguardiente esa será la mecha que prenderá directamente en el techo y hará que arda rapidamente todo derrumbándose y formando una gran pira ardiente.
La propia mula nos servirá de aviso, pues los animales son más sensibles a este tipo de criaturas de la noche que los hombres; así pues todos atentos a sus reacciones.
En cuanto a la madera, estará en el interior en gran parte colocada tras la puerta, pero estibada de forma que parezca que es donde se almacena y bajo las ventanas. Tapiar las ventanas no es una opción pues seguramente podrían romperlas por la fuerza rapidamente y supondría una sospecha.
En cuanto al olor corporal, me parece bien utilizar excremento para el caso pero lo mezclaremos con el barro para que parezca que sencillamente que son zonas por donde haya transitado la mula. Sería útil encontrar unas lonas oscuras con las que taparnos en los callejones de esta forma sólo tendremos la semejanza de unos bultos de basura.
Lo único que debemos esperar es que penetren en la casa, entonces nuestro amigo el explorador se acercará con sigilo a la mecha y la prenderá. Dimitri que tiene buena mano podría arrojar la otra botella de aguardiente hacia el acceso más desprotegido para que arda rapidamente y cierre cualquiera salida.
Por lo demás deberíamos permanecer ocultos y en caso de que alguno escape darle caza.Con un poco de suerte y habilidad, todo esto no será más que un mal recuerdo. -

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09/04/2008, 21:39
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- En cuanto a la forma de atraerlos, es obvia. Tendremos que matar a uno de los acólitos durante el día y dejar un rastro de olor o de sangre para que durante la noche lo sigan y entren en la casa. Lo decisión es, quien se encargará de esta parte, sin ella no tendrían porque venir, sólo esperar a que salgamos de noche y cazarnos uno a uno. - termino por decir

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09/04/2008, 22:26
Bigun Tarigen de Tytalus.

El loco suelta una especie de risa.

-No es mala idea atraerles con sangre pero pero... Para empezar, no creo que se dejen. Ademas de lo demás hay que tener en cuenta que puede haber varios en el campamento, y eso puede hacerlo más difícil, más -menea la cabeza, sonriendo con sarcasmo- El problema es saber cuando acercarnos... ¿De noche? ¿De día? ¿Cuándo sería más seguro? No soy bueno en combate directo, no no... -menea la cabeza pensativo- Pero puedo acercarme mañana, o esta noche y mirar. Si la mujer esta sola, si hay suerte, es una posibilidad. ¡Zas! Aunque con ayuda sería más facil... o eso creo.

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09/04/2008, 23:18
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Llegados a este punto Sidor saca la baza que lleva reservando durante largas semanas y que por fin puede mostrar alguna utilidad. De debajo de los pliegues de sus ropajes emerge un frasquito con un líquido de aspecto ocre y viscoso.

- Esto que veis aquí...- digo agintando levemente delante mío el frasco. - ... es un veneno mortal que obtuve por cortesía de nuestro "amigo" de Buzau, ¿recordais esa noche? Pues bien, me apropie de esto con espectativas a usarlo algún día y parece que el día ha llegado. Untado en el filo de una pequeña arma en pequeñas dosis es suficiente como para acabar con un hombre fuerte de una sola vez. Pues bien, usaremos esto para hacer más fácil esta parte de la estratagema. Como dice nuestro amigo esto requiere sutileza y, no hay nada más sutil que una daga envenenada por la espalda... -digo mientras mi cara se vuelve una sombra.

- La pequeña dosis necesaria bastará para tener seis aplicaciones; así que usaremos un poco para el asalto durante el día del acampamento. Es preferible que sea una única persona a lo sumo dos. Una sombra puede filtrarse entre los árboles y cortar un brazo o una pierna rapidamente, lo demás lo hará el veneno por su cuenta. Después de eso, se eliminan al resto con la rapidez de un hacha balanceada. Una vez hecho esto, dejamos un par de cuerpos en el campamento bien impregnados de nuestro olor y realizamos el trayecto hasta el almacen sin desviarnos. El olor de las ropas confirmará que estamos dentro y durante la noche, los muñecos de paja con nuestras ropas y sangre se harán pasar por nuestros cuerpos durmiendo. Ese será el reclamo. El resto del contenido del frasco será repartido entre los demás, cuando estemos ocultos y "ellos" hagan acto de presencia, sólo debemos esperar al incendio, si alguno sale usaremos el veneno en ellos. Tal vez no los mate, pero al tener cuerpo, de buen seguro les hará mucho daño y tendremos mayores oportunidades. Pero hay algo que debeis tener claro, el veneno debe ser aplicado a la hoja poco antes de ser usado para que sea eficaz, así que sólo lo usaremos una vez sepamos donde está el enemigo y este a nuestro alcance, ¿entendido? - termino de aclarar la cuestión.

- Y ahora decidamos quien de nosotros viajará hasta el campamento para la incursión durante el día. Deben ser los más sigilosos, lo que hace que una vez más nuestro querido explorador este en la lista. ¿Como de silenciosos sois el resto? Seguro que Lisander sabrá ser sigiloso, gracias a sus años de soltero cuando debía escapar de las alcobas... - intento bromear para dispar la tensión.

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09/04/2008, 23:41
Bigun Tarigen de Tytalus.

Asiente lentamente viendo el veneno.

-Si... -rie con cierto sarcasmo hacia sí mismo -Un as en la manga, sin duda, si. Probablemente yo sea el más sigiloso y el más adecuado, pero hay algo más. Debemos, debemos... Asegurarnos de que haya más pistas. No estamos seguros de si se guían por el olor. Pero, ¿qué pista? Porque sería un fiasco tener la trampa preparada y que ellos no sigan nuestro aroma... Y además... ¿nadie es buen tirador? Una flecha con esto funcionaría hasta mejor y sería más seguro, más silencioso, menos peligroso y más seguro aún que una daga... Pero sí, sí... con el veneno. Es una buena idea.

Notas de juego

Eso es un as en la manga y lo demás son tonterías XD

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09/04/2008, 23:46
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- Como es de suponer, la practica de la caza no me es ajena e incluso puedo decir que soy un tirador aceptablemente bueno. Pero por desgracia desde los incidentes ocurridos a mi llegada a mis tierras carezco de mi arco y a resultado imposible obtener uno desde entonces. Si esa posibilidad hubiese existido ya la habría contemplado antes... - digo no sin cierto pesar.

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10/04/2008, 15:07
Lisander el Cantor.

Lanzo un pequeño suspiro. Esa incursión en el campamento me parece arriesgada, pero al menos no seremos ni Dimitri ni yo quienes debamos acercarnos y envenenar a esos bárbaros. Todo es tan... increíble. Parece una de esas viejas historias que me contaba mi madre. Es entonces cuando brotan los recuerdos como una extraña revelación. Estoy tentado de callar, pero por absurdo que parezca creo que el germano agradecerá más mi verborrea a mi silencio.

- Señor Sidor, sé que sois un hombre ilustrado, al igual que otros de los aquí presentes - señalo en referencia a su sobrino - de modo que entiendo que lo que a continuación voy a contaros no os suene más que a cuentos de vieja y no les deis credibilidad alguna. Y puede que no sean más que leyendas para asustar a niños o entretener las largas noches de invierno, pero muchas veces hay cierta verdad oculta en medio del mito. Sabiduría popular que se le dice. Bien, a lo que iba. En medio de vuestra conversación he recordado cosas. Historias de bestias chupasangres conocidas como vampyr y que me relataba mi señora madre, mujer muy versada por otra parte en este tipo de leyendas. Ella me decía que son antiguos criminales y pecadores que se alzaron de sus tumbas tras su muerte, a menudo como consecuencia de un Pacto con el Diablo. Estos monstruos se sienten atraídos por las mujeres hermosas, especialmente vírgenes, que parezcan indefensas, solas y desprotegidas en mitad de la noche. En ocasiones desean transformar a simples humanos en congéneres suyos y parece ser que necesitan morderte tres noches consecutivas para convertirte en uno de ellos, aunque mientras tanto pueden convertirte en su esclavo con su mordisco. También recuerdo que me contaba que los vampyr odian cruzar corrientes de agua y que pueden transformarse en lobos y en murciélagos. Y el agua no es lo único que les repele. También están el ajo y la cruz. Y, además, me decía que era posible matarlos de forma definitiva cortándoles la cabeza y quemando cabeza y cuerpo en dos piras separadas.

Callo tras hablar y miro los rostros de los presentes.

- No sé si esto os servirá de algo señor Sidor, pero los recuerdos me han golpeado de repente y aunque os suene poco serio, es lo que sé. Esto no quiere decir que debamos buscar una virgen, algo francamente difícil en estos tiempos que corren, y vuestro plan me parece más oportuno. Aunque siempre podríamos disfrazar a mi cuñado de mujer, porque virgen creo que sigue siéndolo - digo al tiempo que suelto una gran carcajada y abrazo cariñoso a mi cuñado -. Perdón, perdón, señor Sidor, pero no lo he podido evitar. Sé que debería mostrarme más circunspecto, pero es que tanta seriedad y dramatismo me matan y necesito algo de risa para evitar que el miedo me haga manchar los calzones.

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10/04/2008, 15:29
Bigun Tarigen de Tytalus.

Bigun asiente perceptiblemente escuchando lo que dice Lisander.

-Cierto, cierto -sonriendo ligeramnete, en una mueca tensa- muy cierto. Cabeza y cuerpo en dos piras y mueren para siempre, o eso creo. Pero aún así, hay más, más que los criminales, más que los suicidas... He visto más, otros. No se. Pero puede que sea cierto. Puede ser... De todos modos, no es probable que confundan a él con una virgen -dice observándole con ojo crítico, con seriedad: se lo cuestionó de veras.

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10/04/2008, 15:46
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Los viejos cuentos inspirados en la cruz y el ajo, desde luego era un información y no era la primera vez que la oía, pero mi analítica mente versada en el arte y en las pruebas tangibles me habíamostrado a traves de los años de estudio que practicamente nada de verdad se filtraba en tales historias. Pero el detalle del fuego permanecía siempre cerca, el fuego y la cercenación de los miembros, algo que hasta un humano osado podía intentar y que era, ni más ni menos, lo que requería la situación.

- De acuerdo entonces; el plan será el siguiente. El día de mañana mi amigo y yo subiremos a la colina rodearemos la torre ocultos por el bosque y nos infiltraremos en el campamento para eliminar la oposición que se presente y facilitar la segunda etapa de nuestra estrategica. Mientras tanto Lisander y Dimitri permanecerán bajo las órdenes de Durius y prepararan lo preparativos para la noche.
Esto es, os hareis con unas telas viejas para todos, cuanto más viejas mejor. Estibareis varios atillos de leña alrededor del almacen en su parte exterior, dos debajo de las ventanas y dos más en cada lateral del edificio para que el adobe prenda bien cuando la madera este encendida. En el interior cubrireis el suelo de tierra prensada con paja y preparareis unos bultos de paja para preparar los cebos que luego irán cubiertos con las ropas de cada uno. Las muñecos de nosotros dos los haremos justo antes del anochecer cuando hayamos regresado pues el olor de las víctimas estará impregnado en ellas. También quiero un poco de leña en el interior del almacen, debemos asegurarnos de que el adobe prenda facilmente, pero toda la madera debe estar minimamente disimulada, sobretodo la del exterior, tal vez con unos arbustos, matojos o incluso balas de paja. Coged la cuerda que está en las amarrasde la mula e impregnadla en aguardiente, debeis hacer un agujero en lo bajo de una de las paredes y atar la cuerda al techo, para que cuando predamos la cuerda las llamas lleguen rápidamente al techo y se propaguen por la estructura derrumbando el techo de tejas sobre ellos y formando una gran pira. Debeis lavaros a conciencia en el rio y las telas con las que nos cubramos deben esar embadurnadas en un poco de adobe o barro mezclado con el estiercol. La mula dejadla atada cerca del almacen para que nos avise de la presencia de extraños.
Cuando lleguemos nos lavaremos y colocaremos las ropas a nuestro muñecos, podremos un poco de sangre fresca nuestra y de las víctimas en los bultos. Dimitri debe permanecer oculto cerca de los portones principales para arrojar la botella de aguardiente contra ellos y est debe tener una mecha de tela para poder convertirla en un arma arrojadiza que al impactar prenda un fuego en la puerta principal una vez esten dentro. Cuando nosotros regresemos haremos inventario y distribuiremos las armas que tengamos al alcance y el uso del veneno si es posible.
Creo que no me dejo nada en el tintero, así que ahora tocará descansar y tomar fuerzas para mañana, será un día duro.-
termino la exposición.