Partida Rol por web

MidNight: El Pozo de la Rebelión

E1.- En el poblado de Koln

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11/06/2019, 09:54
Girolamo Savonarola

Mientras el legado interrogaba a ese pobre diablo, intenté ignorar los gritos, ruidos y gemidos, haciendo como que revisaba la carga y preparaba todo para pasar la noche. Según me iba moviendo alrededor de las carretas, intenté obstaculizar en la mayor medida de lo posible la visión de la patrulla, dejando que Manfrend y Durghall se escondieran. En uno de estos movimientos, les hice un gesto con la cabeza, señalándoles un lugar donde podrían intentar esconderse.

Una vez que el silencio se prolongó, me atreví a levantar la cabeza, solo para ver al legado frente a nosotros, revisando los papeles que habían enseñado hace apenas unos instantes al sheriff, y las preguntas no tardaron en llegar.

Cuando iba a contestar, ví como Arvin se adelantaba y comenzaba a hablar. La mirada que le lancé podría haber derretido el hielo, pero nada más dije, esperando que acabara. Mientras hablaba maquinaba, mentalmente, enlazar la mentira que estaba intentando colar al legado con las verdades que había y con las propias decisiones que había tomado, como líder de la caravana. Cuando finalizó, asentí. Lo cierto es que, si no fuera porque yo era quien dirigía esa caravana y sabía perfectamente lo que hacían y deshacían, me lo habría creído, pero eso no era suficiente, es más, podría traer más preguntas que difícilmente tendrían respuesta, aparte de más mentiras.

Señoría digo agachando la cabeza a modo de un respetuoso saludo antes de volver a levantarla como bien habéis comprobado, el gobernador de Davindale, Lord Froderish, me ordenó viajar hasta Chandering para recoger pertrechos y enviarlos a High Road y así continuar con la lucha.

Como sabéis, los caminos están llenos de peligros, tanto por los enemigos de Siervos de Izrador, como de animales y otros monstruos, así como bandidos que no dudan en matar y saquear pequeñas caravanas. Por este motivo se me autorizó a disponer de una pequeña guardia como protección para el camino.

Durante mi camino hasta High Road aproveché mi paso por Ondranor para comerciar y, por qué no decirlo, obtener algún beneficio en tan largo viaje. Digo encogiéndome de hombros, a modo de disculpa nunca se sabe dónde se puede conseguir beneficio.

No había allí un tipo que llevaba una especie de pagaré y, cuando el dependiente, al mirar el pagaré, le dice: - Anda, ¡qué casualidad! Yo conozco a alguien con el mismo nombre que usted! – y va el otro y le dice Ah, ¿si? ¿Y cómo se llama? Levanto los brazos sonriendo y alzando las cejas mucho.

Disculpe, disculpe, que me voy por las ramas. Digo mirando hacia arriba un poco, como pensando en retomar el relato por donde lo había dejado ya, sí, estábamos en Ondranor asiento con la cabeza. Desde allí, el camino a High Road pasa muy cerca de Koln y, como ha dicho mi buen compañero miro y señalo a Arvin nos dijeron que, si podíamos, nos pasáramos por aquí para hacer un pequeño informe. Lo cierto es que, estando tan cerca, e independientemente de la sugerencia que nos hicieron, necesitábamos descansar un poco del camino, y el disfrutar de un sitio seguro no es fácil.

Como puede comprobar, el contenido está todo en estas carretas y hemos logrado mantenerlo a salvo. El retraso será mínimo, y creo que para estas cosas, todas las precauciones son pocas. Más vale tarde que nunca ¿no cree?

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: avistar y engañar

Tirada: 2d20

Resultado: 1(+10)=11, 7(+10)=17 (Suma: 28)

Notas de juego

Dejo tiradas de diplomacia y engañar. No se cuál será la que aplica, porque gran parte de todo lo que digo es verdad, salvo lo dicho para apoyar a Arvin.

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11/06/2019, 13:10
Ulfrin
- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 11

Tirada oculta

Motivo: Esconderse

Tirada: 1d20

Resultado: 7

Tirada oculta

Motivo: Moverse sigilosamente

Tirada: 1d20

Resultado: 18

Notas de juego

Te repito para que no se malentienda: Mi intención es nunca salir de la casa del Sheriff sino moverme siempre dentro de ella.

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11/06/2019, 14:20
Wendell Karim

Tras escuchar a Arvin y a Girolamo, Wendell se felicitó a si mismo, para sus adentros, por no haber abierto la boca. Estaba claro que su historia como Prospector de Minas nunca hubiera sido tan creíble como las que sus compañeros de caravana habían pergueñado.

Ante las palabras del Sarcosano, no pudo menos que mover la cabeza arriba y abajo, en un claro gesto de apoyo aunque, sorprendido por la historia que estaba inventando no pudo menos que observarlo con curiosidad, probablemente anulando con el tamaño de sus ojos abiertos, lo que estaba intentando hacer.

Sin embargo, cuando el gnomo comenzó sus enrevesada explicación consiguió dominar mejor sus gestos faciales y esbozar una pequeñas sonrisa cuando nombró a los guardias autorizados - Si, siendo muchos es menos probable que nos ataquen - añadió como al pasar - Aunque no llevemos armas, los bandidos no tiene porque saberlo - comentó tratando de parecer avergonzado por la fragilidad de la protección que podía brindar a la caravana.

- Tiradas (2)

Motivo: Ayundando en la diplomacia

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 11 (Exito)

Motivo: Ayudando en el Engaño

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 3 (Fracaso)

Notas de juego

Le doy un +2 a Girolamo para "diplomacear", aunque para el engaño no aporto nada

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11/06/2019, 16:41
Jonad

Al verse rodeado de figuras tan imponentes se arrepintió de no haberse escondido con los otros, pero aun así Jonad no tenia miedo. Eso en este mundo era mas un defecto que una virtud y por ello trataba de no mirar a nadie. No quería que su actitud fuera tomada como signo de rebeldía o burla hacia los poderes  oscuros que gobernaban sus vidas ahora... El mediano miraba sus pies y escuchaba. Trataba de poner atención pero no entendía nada de lo que estaban hablando. Tan solo podía guiarse por la entonación y de ella sacar conclusiones... Tal vez equivocadas.

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12/06/2019, 11:57
Durghall Finn

El hosco norteño había captado de inmediato la señal de su camarada, y no necesitó más que unos pocos instantes para entrar en acción. Con movimientos lentos y apacibles, sin alzar la cabeza ni dejar nunca de arrastrar los pies, como si el insufrible tedio y desesperanza de aquella vida lo abrumara hasta en las más simples actividades, DURGHALL se ocupó primero de asistir a MANFRED, tirando del burro por si el animal oponía alguna resistencia.

Y luego de ello, cuando el animal ya se dirigía con paso cansino hasta el galpón que había divisado su compañero, el fornido sujeto se acercó al abatido muchacho que amenazaba con romper en sollozos y lo tomó sutilmente por el hombro.

Sin demasiado esfuerzo, lo puso de pie aprovechando la tremenda presa que ejercía con su imponente manaza llena de callosidades y le indicó que lo acompañara con un leve gesto de cabeza, pero sin pronunciar palabra alguna.

Por fortuna, el fornido personaje no necesitaba hacer demasiado aspaviento para asegurarse que el muchacho seguía a pies juntillas sus indicaciones. Su intimidante figura hacía la mayor parte del trabajo, y la recia musculatura que se ocultaba debajo de todos aquellos andrajos de pieles se ocupaba del resto.

Solo cuando todo el grupo consiguió abandonar por fin el campo de visión de la patrulla, los movimientos del norteño se hicieron más vigorosos, arrastrando incluso al aterrado muchacho para procurar llegar cuanto antes al escondite que habían hallado.

- Tiradas (1)

Motivo: Esconderse

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+2)=13

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12/06/2019, 18:44
Drugan Deem

Mañana del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 7)

Ante las preguntas que el legado les formulaba con insistencia y clara amenaza, Arvin fue el primero en hablar, para disgusto de Girolamo, quien ya había hablado con los otros miembros de la caravana previamente, solicitándoles le dejasen hablar a él, y aunque el gnomo contaba con que algunos no se quedasen callados, esperaba que al menos fueran lo suficientemente prudentes para dejarlo a él hablar antes. Claramente se había equivocado.

El legado por su parte, ponía parcial atención a lo dicho por el sarcosano, pues algo había visto a la distancia en un viejo granero aparentemente olvidado, por lo que con una sutil pero firme indicación, dio la orden a un par de orcos para que se acercasen al lugar y lo explorasen, lo cual claramente puso temerosos a todos, sobre todo a Arvin quien estaba apunto de intentar engañar al legado, y si descubrían a Manfred, Durghall y Hamil, seguramente las nuevas preguntas serían muy difíciles de responder.

Arvin habló con seguridad, consciente de que una vez planteadas las primeras palabras, ya no habría vuelta atrás, si no lo hacia lo mejor posible, el legado le descubriría. Y aunque sus palabras pudieron generar dudas, el Legado asintió ligeramente, dando a entender que compartía la lógica de ello y miró al sheriff con reprobación. Habría hablado en ese momento de no ser por que astutamente Girolamo tomó partido, intentando enlazar la mentira de Arvin con los documentos y sus propios planes.

El gnomo no se cortó en palabras y explicó todo con sumo detalle, más de lo que el legado estaba dispuesto a soportar. – Calla ya – ordenó con firmeza, – malditos gnomos, ya llegará el día en que dejen de ser nos útiles – exclamó con seriedad a sus orcos, los cuales rieron con malevolencia. – Los quiero fuera de la ciudad está misma noche – ordenó el legado a Girolamo al tiempo que extendiendo la mano ordenaba a los orcos que había enviado a investigar, a que regresaran; lo cual se dio justo a tiempo, pues aquel par de orcos estaban a punto de entrar al granero.

Toma a un par de pobladores para que ayuden en el viaje. No paren hasta llegar, las fuerzas de Izrador necesitan de un gran esfuerzo para derrotar a esas bestias de las profundidades – añadió el legado a Girolamo y su comitiva, dejando en claro que había caído en el engaño. Así, no solo los documentos le parecían verídicos, sino que exigía que se apuraran a llegar hasta su destino para ayudar a los orcos que allí combatían.

Mirando entonces al sheriff con sumo desprecio, se dirigió a él – Por algo los sarcosanos nos han sido más útiles en estos tiempos. Ya has escuchado, es una perdida de tiempo que tengamos que traer recursos de tierras lejanas para apoyar a aquellos que derraman su sangre en esta guerra en el nombre de nuestro poderoso Dios Izrador.

A mi regreso en dos días, quiero ver que el pueblo esté ya trabajando en el hierro y el cuero. Se necesitan armas y armaduras para los orcos que dan su vida por ustedes. Además se necesitará el doble aporte mensual de alimentos – el sheriff le miraba incrédulo, como quien a sido condenado a muerte y simplemente aún no logra entender lo que aquello implica en su vida. Luego, mirando a Arvin con sumo despreció quiso responder pero el legado se lo impidió.

A que esperas, ve y recoge a esa escoria que tienen por alcalde y pónganse a trabajar. Izrador exige sus servicios. Y no olviden el tributo, volveré en dos días – y entonces mirando a la caravana les dio últimas indicaciones a ellos – no los quiero ver aquí a mi regreso. Si alguna patrulla les detiene, indiquen que el legado Drugan Deem exige que lleguen cuanto antes a High Road – y sin dar pie a ninguna respuesta, el legado ereño espoleo su oscuro corcel y se apresuró a cruzar el rio, siendo seguido por toda aquella veintena de orcos bien pertrechados que le servían.

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12/06/2019, 18:57
La Reina Bruja (Narrador)

Mañana del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 7)

El enano, al perder todo panorama de lo que acontecía, y viendo que los temerosos aldeanos se habían quedado petrificados, optó por descender a la planta baja del cuartel del sheriff y moviéndose entre las habitaciones con el mayor sigilo posible, llegar hasta algún lugar desde el cual pudiese esconderse y contemplar mejor todo lo que estaba ocurriendo. Tuvo éxito en sus acciones, y aunque no era diestro en dichas artes, pudo moverse en sumo silencio y llegar con cierta rapidez hasta un lugar apto para su cometido.

Desde una ventana de gran tamaño y escondido entre unas viejas, raídas y polvorientas cortinas, el enano pudo ver al gnomo, aparente líder de aquella caravana hablar con el legado, como si intentase explicarle algo. De nuevo no entendía nada, sabía que hablaban en la lengua local, el ereño, pero no más que eso. Los gestos del gnomo daban entender que hablaba sobre el contenido de la caravana, la cual señaló y mostró varias veces. La reacción del legado fue confusa para el enano, por un lado parecía fastidiado de escuchar al gnomo parlanchin, pero por otra simplemente rehusaba molestarle más y retirando a sus orcos se prestó a marcharse del poblado.

No sin antes darle unos documentos al gnomo y luego hacer algunas exigencias al sheriff Asahn, el cual claramente se mostraba sorprendido y alterado, incluso molesto pues miraba a uno de los hombres de la caravana con una contundente ira. Tras esto, Ulfrin pudo ver a los orcos y su líder marcharse el poblado siguiendo el camino del rio. Con ello, la amenaza terminaba de momento.

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12/06/2019, 19:07
La Reina Bruja (Narrador)

Mientras todo aquello ocurría, ninguno de los aldeanos de Koln que se encontraban en el centro del pueblo se atrevieron a auxiliar al alcalde, aún menos recogerle o acercarse a él. Incluso cuando los orcos rodearon a la caravana y estaban hasta cierto punto distraídos, ninguno de ellos tuvo el valor de hacer algo. Fue solo hasta que, cruzando el rio, el legado y sus orcos se alejaron del poblado, que el sheriff y otros hombres pusieron de pie al muy golpeado alcalde y lo llevaron al interior de su vivienda.

El sheriff por su parte, sostuvo la mirada por varios minutos sobre Arvin, tanto que incluso Girolamo y los demás sintieron una clara amenaza y posibilidad de problemas. Pero el sheriff sabía a lo que se exponía y simplemente dando la vuelta viendo a los orcos ya alejarse, se apresuró a apoyar al alcalde. Y así, la caravana quedó de nuevo a solas y ya de nuevo reunida, pues Manfred, Durghal y Hamil se reincorporaron al grupo una vez que la amenaza hubo pasado, y así mismo hicieron Konut y su hijo Tolmer aunque aún tomando cierta distancia, como no queriendo que se les viera tan juntos.

Para aquellos momentos, la multitud de pobladores que de un modo u otro se habían acercado para ver lo que pasaba, se fueron dispersando rápidamente, volviendo fríamente a sus tareas habituales, quizá ya acostumbrados a sucesos parecidos.

Desde la puerta de la casa del alcalde, abierta de par en par, algunas mujeres corren y otras claman por ayuda. El alcalde ha de estar muy mal, y la desesperación de algunos de los allí reunidos es notoria. Una de las mujeres parece desgarrada del corazón por alguna noticia escuchada en el interior de la casa, y ya afuera junto a la puerta se derrumba en el suelo presa del llanto y el dolor.

Notas de juego

La bandeja está servida...

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12/06/2019, 19:09
La Reina Bruja (Narrador)

Mientras todo aquello ocurría, ninguno de los aldeanos de Koln que se encontraban en el centro del pueblo se atrevieron a auxiliar al alcalde, aún menos recogerle o acercarse a él. Incluso cuando los orcos rodearon a la caravana y estaban hasta cierto punto distraídos, ninguno de ellos tuvo el valor de hacer algo. Fue solo hasta que, cruzando el rio, el legado y sus orcos se alejaron del poblado, que el sheriff y otros hombres pusieron de pie al muy golpeado alcalde y lo llevaron al interior de su vivienda.

Para aquellos momentos, la multitud de pobladores que de un modo u otro se habían acercado para ver lo que pasaba, se fueron dispersando rápidamente, volviendo fríamente a sus tareas habituales, quizá ya acostumbrados a sucesos parecidos.

Desde la puerta de la casa del alcalde, abierta de par en par, algunas mujeres corren y otras claman por ayuda. El alcalde ha de estar muy mal, y la desesperación de algunos de los allí reunidos es notoria. Una de las mujeres parecía desgarrada del corazón por alguna noticia escuchada en el interior de la casa, y ya afuera junto a la puerta se derrumbó en el suelo presa del llanto y el dolor.

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12/06/2019, 19:22
Manfred

El granero quasi derruido no era un buen sitio para esconderse o sí, no lo sabía, pero si le descubrían iba a ser una metedura de pata en toda regla. No solo inmiscuiría a sus compañeros sino también a todos los miembros de la caravana, acaso alguna vez había sabido esconderse... esas cosas eran para otra clase de gente no para él, pero ahora lejos de su hogar, lejos del frondoso bosque, se encontraba en el dilema de mentir u ocultarse, ninguna de las dos cosas sabía hacer bien, así que antes de meter la pata engañando se lanzó por el segundo camino, el de esconderse, sabía que había gente de mal vivir que sabían hacerlo muy bien y esperaban a sus presas a que pasaran para atacarlas por detrás, ya había visto algo así en el camino e infravaloró su vida que estaba puesta en manos de cualquier ingrato, pero esa vez no le había tocado a él, entonces su suerte cambió cuando conoció a Durhall.

Escuchó las pisadas, unas pisadas que para nada eran de hombre, eran unas pisadas de seres de gran tamaño como los orcos, de gran robustez y fuerza, y que no hacían por reducir el ruido que provocaban con aquellas botas pesadas que intensificaban más ese ruido. Fue cuando supo que iba a ser descubierto, ya que esas pisadas iban en dirección al granero, iba en dirección hacia ellos, el sudor empezó a recorrerle la frente sabiendo que podía provocar por aquel movimiento insensato la muerte de él y de todo el grupo. Un sudor frío empezó a recorrerle la frente que se intensificaba con algún tipo de fiebre, pero no era fiebre, era un miedo visceral como nunca había sentido antes. Algo provocó que esas pisadas que iban en su dirección parasen y retrocedieran, un suspiro de alivio salió de su boca silenciosa, un suspiro como el que nunca había dado, y cayó de rodillas dando gracias a su suerte, ya que los dioses no escuchaban las plegarias desde hacía tiempo. Pensó en los espíritus del bosque y agradeció al árbol, al río, incluso a la paja que le hubieran servido de escondite.

Tras unos momentos de alivio se incorporó y salió de la granja con su burro, lo acarició, pues se había comportado bien y se dirigió a la caravana juntos a sus compañeros... el grito agónico de las campesinas lo alertó y miró para ver que provenía de la casa del alcalde, miró hacia la lejanía para cerciorarse que ningún orco andaba cerca, y después exclamó a Girolamo: - No soy sanador... pero tengo conocimientos... algún conocimiento... si nadie puede ayudarle yo lo haré... dijo mirando a todos los de la caravana inclusive a Jonad, por si entre ellos había un sanador oculto que todavía no se hubiera descubierto en la gran travesía. 

 

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13/06/2019, 01:25
Wendell Karim

Al ver que, finalmente, el legado y sus acompañantes cruzaban el puente y se alejaban Wendell cerró los ojos un momento y respiró profundamente, en una clara búsqueda de un momento de relajación. Sin embargo el momento duró poco.

Tras un breve suspiró volvió a abrir los ojos y miró a Arvin - Creo que, después de tu discurso, no te querrán demasiado en el pueblo. Quizás deberíamos tratar de corregir la impresión que en este momento tienen de nosotros. No sabemos si, en el futuro, quizás necesitemos un refugio por la zona -

Dejando el carro a sus espaldas, lentamente y con las manos en alto se aproximó a la vivienda del noble golpeado cuando escuchó a Manfred - Deberíamos tratar de ayudar. Yo se poco y nada, pero quizás tu... eh... maestro pueda ayudarte con el herido - comentó tratando de evitar una sonrisa, pero demostrando que había escuchado el malentendido anterior - Reconozco que tengo curiosidad sobre que fue lo que hablaron con el jinete - añadió algo más serio - Solo pude sacar en claro que no quería hablar. Aunque probablemente terminó haciéndolo... como casi todos -

Tratando de recordar algunas de las palabras que había aprendido en mediano se dirigió a Jonad en su propio idioma - Hombre y heridas en casa grande - trató de explicarle - Poder ayudar heridas? Manfred y Jonad curar juntos? - añadió antes de volverse hacia Manfred - Creo que le pedí que os ayudara en la curación, o eso espero -

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13/06/2019, 16:04
Jonad

Poco a poco al oír como la montura se alejaba seguida por del paso rápido de los orcos, el mediano levanto la vista. Miro a sus compañeros que se encontraban ya mas o menos reunidos - ¡Bien hecho .... ! Dijo con entusiasmo a Girolamo. -Ya solo salta que consigamos algo para... Un rugido proveniente de su estomago lo interrumpió. -Jaja. Rio mientras acariciaba su estomago tratando de calmar a la bestia.

Entonces algo llamo su atención en la casa del alcalde. Llantos, una mujer con rostro compungido. -¿problemas? pregunto. Aunque por las palabras de Manfred le parecía entender que alguien estaba enfermo, no fue hasta que Wendell hablo, que le quedo claro.- Yo ayudar. Enseñarte aprendiz. Dijo, lo último mirado a Manfred a quien invito con gestos a que lo acompañara.

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13/06/2019, 18:52
Girolamo Savonarola

Las palabras del Legado golpearon como un mazo mi mente. En pocas palabras había condenado a todo el pueblo, no solo a morir, sino a sufrir mientras eran exterminados uno a uno. Ese cometido estaba fuera de toda posibilidad para los habitantes de Koln. Eso lo sabía el Legado, los orcos y todos los habitantes. 

A pesar de todo, cuando se alejó, solté un suspiro a la vez que bajaba los hombros, aliviado porque se hubieran marchado. Ahora ya tendría tiempo de ver como arreglar esto, si es que tenía arreglo.

En primer lugar tendría que hablar con Arvin, pero al girarme y ver la cara del sheriff, opte por esperar; no quería avivar más el fuego, aunque antes de poder decir nada, los gritos provenientes de la casa del alcalde hicieron que me girara sobresaltado.

Ese hombre había recibido una brutal paliza, y dudaba mucho de que pudieran hacer algo. Sin embargo, Manfred se acercó. El mismo que hacía apenas unos minutos se habían escabullido y, por un pelo, no había sido descubierto, y con ello puesto en peligro a todos nosotros, para decirme que él podía intentar ayudarle. 

Claro, claro. Si crees que puedes hacer algo por el, vamos. En ese momento, el pequeño montaraz también habló 

HABLANDO EN MEDIANO

SI, si, es cierto. Ve con el digo girándome en primer momento hacia Jonad para luego señalarle a Manfred y la casa quizás entre los dos podais salvar a ese pobre hombre.

VOLVIENDO A HABLAR LENGUA DEL COMERCIO

Una vez que se hubieron ido, comencé a andar más despacio Wendell, tú habías sido prospector ¿no?. Pregunto sin mirarle, todavía pendiente de la casa del alcalde no sé qué capacidades tienes o que aprendiste en las minas, pero aquí necesitaban a alguien que les ayudara con la forja. Tú tienes buenos músculos, igual podías ayudarles.

Dicho esto, permanecí un rato en silencio hasta que, por fin, me detuve y, agarrando de la manga a Arvin hago un gesto para que se detuviera. Una vez frente a frente ¿por qué dijiste eso? Intento ayudar a la sombra cuando digo esto, le miro directamente a los ojos para ver su reacción. Si se trataba de un seguidor de la sombra que intentaba infiltrarse a costa de mi caravana, tenía que saberlo. Pero sabes tan bien como yo que no pueden llevar a cabo esa misión. Es absurdo. Una pérdida de recursos valiosos. ¿Acaso sabes si hay aquí algún foco de resistencia? Si es así, te agradecería que me lo dijeras, pues no me gustaría verme en medio de una trifulca entre esos orcos y una banda rebelde.

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13/06/2019, 19:15
Wendell Karim

- Si, aprendí algo de herrería con mi padre - contestó Wendell haciendo un esfuerzo por evitar que se le quebrara la voz al mencionar a su progenitor - No soy un experto, pero se de que lado se aferra un martillo. De hecho tengo parte de mi equipo conmigo -

Mientras dejaba caer su mochila al piso y comenzaba a rebuscar en la misma con el fin de mostrarle al gnomo la fidelidad de sus palabras no pudo me nos que escuchar su conversación con Arvin.

Más allá de que estaba tentado de acompañar a los sanadores para averiguar que era lo que había dicho el noble, optó por quedarse en el lugar más interesado, aún, en las palabras del Sarcosano.

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13/06/2019, 20:29
Girolamo Savonarola

Bien, asenti a Wendell, esperando a que me contestara Arvin, pero moviendo la mano para dar unos golpecitos en los voluminosos triceps de Wendell toda la ayuda que podamos ofrecer en estos momentos será poca. Si logran salvar al alcalde, quizás otra buena noticia suavice un poco todo esto. contesté al prospector, sin quitar la vista del interesante personaje que se había materializado. Su actuación había sido soberbia, sin un ápice de duda, temblor o emoción, como si realmente esa hubiera sido la causa. Pero no había sido esa, no al menos para mí. ¿Quizás él tuviera otras razones para estar aquí?

En este momento, cualquier gesto, movimiento, o inflexión en su voz podría permitirme averiguar si tramaba algo, o si tan solo había sido una intentona de salvarse sin preocuparse por el resto. 

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13/06/2019, 23:54
Manfred

Manfred se acercó a la caravana y habló... el primero en contestarle fue Wendell, el hombre le hizo un guiño lingüístico debido a la confusión que el gnomo presentaba en el idioma de comercio. Manfred le sonrió más por agradarle que por el mismo comentario, ya que estaba sumamente preocupado por aquel hombre y el peligro que corría su vida. Después de un comentario que Manfred no supo muy bien a quien iba dirigido, Wendell se puso a hablar con el gnomo en su lengua, a continuación le comunicó que se lo había transmitido. Manfred miró al pequeño con duda para ver qué le decía, después vio que el mediano seguía empeñado en ser él el primero en todo, incluso en la sanación, no sabía si el pequeño era así o tenía en verdad conocimientos, o un desapego total a todo lo que pasaba a su alrededor tomándoselo todo como una posibilidad de proveer con sus hierbas. A Manfred le pasaron muchas cosas por la cabeza, y miró a Wendel con un gesto de confusión o de interrogación, para después seguir detrás del gnomo hasta los aposentos del concejal, su rostro era serio y para nada sonrió al gnomo, ya que quería transmitirle la gravedad del asunto y de la decisión que había tomado. Ponerse a disposición de alguien para salvarlo no era moco de pavo, aquel pequeño tenía ahora una gran responsabilidad en sus hombros, no obstante Manfred no bajó la guardia y decidió ver cómo se encontraba el paciente y sacar sus propias conclusiones.

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14/06/2019, 00:08
Manfred
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Diagnóstico que Manfred observa en el alcalde

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 6(+8)=14 (Fracaso)

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14/06/2019, 00:48
Durghall Finn

Un frío mortal recorrió la espalda del norteño en cuanto consiguió por fin llegar hasta el granero. Pues le bastó apenas con echar un vistazo al lugar para comprender de inmediato que se hallaban en problemas.

El fornido personaje se había apresurado para atravesar los últimos pasos que lo separaban del edificio, aprovechando que la propia estructura del galpón los mantenía fuera de la vista de los orcos para arrastrar por la fuerza al llamado HAMIL al interior lugar. E incluso había hecho lo propio con el asno, tirando de las riendas para ayudar a MANFRED.

Sin embargo, al traspasar los desvencijados portones de la entrada, pronto descubrió que el lugar estaba prácticamente abandonado, y no había muchos lugares donde esconderse. Solo quedaban allí unos pocos montículos de paja dispersos por el suelo, y unos cuantos listones de madera amontonados en un rincón. Material completamente insuficientes para cubrir nada. Y menos a tres hombres adultos y un recio burro de carga.

De modo que DURGHALL solo pudo maldecir por lo bajo y soportar resignado lo que el destino tuviera reservado para él...

Con un movimiento sorprendentemente sutil para alguien de su corpulencia, el recio norteño se acercó hacia una de las paredes del galpón y comenzó a escrutar por entre unas mínimas rendijas que se abrían entre los tablones. Así pudo ver que un par de monstruosos orcos se acercaban a su escondite, aunque las palabras del legado le llegaban lejanas y confusas por la distancia.

Durante unos instantes que parecieron interminables, todo su cuerpo se puso en tensión, a la vez que la humedad se escapaba de su boca para invadir las palmas de sus manos. A pesar de su presencia imponente, hacía ya mucho tiempo que el dornita no participaba de una verdadera batalla...

Sin embargo, por algún motivo que no llegó a entender, los vigías pronto abandonaron la búsqueda. Y apenas unos momentos después, toda la partida se alejaba con paso vivo del poblado.

DURGHALL ya había sido testigo en varias oportunidades de la buena estrella que parecía seguir a su carismático líder allí donde iba. Y tal parecía que su don de gentes les había vuelto a salvar la vida. Visto lo visto, había sido toda una suerte haberse incorporado a su caravana. Pues estaba claro que el hosco norteño no habría llegado demasiado lejos por sí solo...

De repente, unos alaridos desesperados sacaron al hosco bárbaro de su ensimismamiento. Y el vagabundo pronto se encontró corriendo tras los pasos de MANFRED a intentar prestar alguna ayuda al herido. Estaba claro que aquel mugriento vagabundo no era la imagen viva de un sanador. Sin embargo, precisamente por aquella presencia intimidante e imponente, resultaba bastante difícil que alguien consiguiera reunir la valentía suficiente como para impedirle que ingresara a las habitaciones del moribundo.

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14/06/2019, 00:32
Ulfrin

La imagen del gnomo conversando con el legado y la actitud de este y del sheriff, me hace pensar que esa caravana es de personas cercanas al enemigo. Si el legado los dejó tan en paz e incluso les apoyó de cierta forma, es porque deben ser informantes o gente útil para Izrador.

"Malditos enemigos. Debo mantenerme oculto de ellos y atacar si fuese posible."

Pero los orcos y el legado se marchan, lo que permite al pueblo respirar con algo de paz. Veo a la casa del Alcalde, que está mal después de la paliza que le dieron pero no recibe ayuda de nadie. No aguanto que el pobre esté ahí tirado sin ayuda pues, si ha recibido una paliza como esa, es porque quizás no es tan amigo de la Sombra como pensé.

"Si lo fuese, habría cumplido toda petición de inmediato y no le habrían golpeado tanto."

Mirando por la ventana, me aseguro de que no haya ningún orco fuera y todos se hayan ido con el legado, así como cualquiera que parezca especialmente sospechoso para mí. Luego, me acerco a la puerta y salgo corriendo hacia donde está el alcalde. Me arrodillo a su lado y veo como está, intentando ayudarle en algo y dándole algo de agua de mi odre.

- Tiradas (1)

Motivo: Sanar

Tirada: 1d20

Resultado: 8

Notas de juego

Lo hago solo si no veo orco alguno. Hago tirada de Sanar para ver si consigo hacerme una idea de que tan mal está e intentar ayudarle en algo.

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14/06/2019, 00:55
Durghall Finn
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Motivo: Sanar

Tirada: 1d20

Resultado: 15(+1)=16

Motivo: Curar Heridas Leves

Tirada: 1d8

Resultado: 2(+1)=3

Notas de juego

Una tirada de "Sanar" para ver en que estado está el herido, y que tanto pueden hacer mis compañeros.

Y te voy dejando también una tirada de Curar Heridas Leves, para cuando llegue el momento.