Partida Rol por web

El despertador sonó y la radio se encendió. Sí, tengo una de esas radios con despertador que molan tanto. Los lunes me despierto un poco más tarde de lo normal porque el Black Rose suele cerrar un poco más tarde los fines de semana. Aún estaba medio debatiéndome entre salir de la cama o perderme entre las sábanas cuando "Radio Storybrooke" anunció que mañana sería el aniversario del pueblo. Por supuesto, si algo tenía claro era que Pearl no faltaría a ese evento.

Decidí por fin saltar de la cama y cambiar de emisora: "Storypop Music", que siempre tenía música bastante animada. Me gustaba y me la sabía. Subí a tope el volumen e hice retumbar la casa. Y así, en calzoncillos, calcetines y camiseta bajé en busca de mi madre, que debía estar ya despierta y preparando el desayuno para ambos. Así era. Llegué a la cocina y la abracé por detrás, para luego darle un beso en la mejilla. -Buenos días, Effie.- No, no la llamo mamá, aunque la considero como tal. Olfateé un poco lo que preparaba y la giré sobre si misma para ponerla de frente a mí y "obligarla" a seguirme el ritmo sujetándola por las manos y moviéndola al ritmo del estribillo de la canción, a la par que cantabamos.

La solté para que terminara el desayuno y despejé la mesa para poder desayunar. Coloqué los bollos, la leche, la mermelada y el zumo de naranja, y subí corriendo a parar la música. Bajé de la misma forma, haciendo el tonto y sentándome en el sitio de siempre. -¿Qué planeas hacer hoy?- le pregunté sin esperar a que ambos estuviéramos sentados a la mesa.

Escuchaba como sonaba la radio despertador de su hijo y dibujó una leve sonrisa mientras preparaba el desayuno. Effie siempre tan perfecta, casi jurarías que se acostaba y levantaba igual. Pero eso era imposible porque le habías visto detrás de ese maquillaje. 

Cuando le diste una vuelta, no pudo evitar primero ahogar un gritito y después reír un poco, para seguir con el desayuno. Cuando volviste a bajar ella ya estaba sentada en la mesa con un gran banquete por delante. Como siempre decía "desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo" - Ay Troye, te veo muy contento- dibujó una sonrisa felina -¿ha pasado algo interesante?- le dio un sorbo a su café para después comer algo de fruta con cereales -Pues tengo que terminar un par de vestidos para esta noche, ya sabes la fiesta. ¿Irá Pearl Mist? - alzó las cejas, pícara como ella sola. 

No pude aguantar la risa en cuanto mi madre hizo aquella pregunta. Era tan típica ya, que parecía rutinaria, aunque lo cierto era que me desilusionaba un poco tener siempre la misma respuesta. -Sí. Ya sabes que Storybrooke está plagada de homosexuales, y que todos se pirran por mí.- contesté, riéndome y negando con la cabeza, mientras untaba una tostada y me la zampaba. -Ya sabes que mis únicos pretendientes aquí son como Pearl, y sólo quieren ver "mis atributos de verdad".- Añadí haciendo las comillas con las manos al final. Obviamente me refería a los pechos FALSOS de Pearl, que por supuesto maquillo tan exageradamente bien que parecen reales. Di un sorbo al zumo de naranja y me comí otra tostada. Sonreí de nuevo, mirándola cuando nombró la fiesta. -¿Acaso lo dudas?- respondió con otra pregunta, mientras alzaba también una ceja. -Pues yo voy a ir ahora al pueblo a dar una vuelta y posiblemente a tomarme uno de esos batidos geniales del Granny's, si necesitas ayuda con algo avísame. O si te quieres venir, estás a tiempo...- sonreí con esa carita de ángel que suelo poner cuando quiero que parezca que no he roto un plato.

Me desperté sobresaltado, pues me había quedado toda la noche pensando en lo que había ocurrido la noche anterior en la torre del reloj. Me pregunté qué le habría pasado al despertador que no sonó aquella mañana, aunque no me extrañé sobremanera hasta que fui a comprobarlo y vi que no funcionaba. -*Se habrá estropeado.*- pensé; pero ese pensamiento se borró en seguida cuando, al intentar encender la luz del baño, vi que tampoco funcionaba. -¿Se ha ido la luz...?- Me pregunté. Era raro, y más uniéndolo al accidente de la noche pasada. Seguramente algún cable habría resultado dañado. Me duché y me vestí, con lo que la luz natural dio, que por cierto, era casi nula. Una sensación  de estremecimiento me invadió cuando me asomé a la ventana y vi aquella enorme nube negra, que era a que tapaba la luz del sol. Daba un mal rollo enorme. Todo apuntaba a que no sería un buen día. 

Bajé las escaleras de la casa y saludé a Effie sin efusividad ninguna. -¿Has visto esa nube? Da miedo, ¿eh?- comenté con la esperanza de que ella supiera algo más que yo, aunque lo dudaba seriamente. Me serví unos pocos de cereales y me senté a la mesa. -¡encima no hay luz!- me quejé, levantándome a por una cuchara, que siempre se me olvidaba coger. Saludé a Sparks con un par de caricias, que me habría escuchado bajar y fue a la cocina, y le puse un poco de su comida en el comedero.