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One Piece: La creación de un nuevo orden mundial

0. Prólogo de Aleskander

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28/04/2022, 09:22

Poco se sabe del origen de la isla Tortuga, pero cualquiera que la haya visto con sus propios ojos puede suponer el motivo de su nombre. Sobre el caparazón de la tortuga que viaja por todos los océanos se ha erigido una ciudad que no ha de desmerecer a ninguna otra, con sus gentes y sus quehaceres. En estos días, el ambiente tranquilo se ha tornado pesado para las gentes del lugar.

No es ningún secreto que el antiguo capitán apodado "Barbablanca" protegiese esa ciudad y a sus habitantes del dominio de asaltantes pero, a pocos días de su ejecución pública como miembro de la revuelta de los Emperadores contra la Marina, cientos de piratas se reúnen para darle una merecida despedida durante su fin.

La isla esta dividida en tres núcleos principales, consistentes en la zona industrial, cercana a un montaña artificial de la que se extrae hierro y mármol; una zona urbana donde viven la mayoría de los habitantes y está emplazada en el alto puerto de la isla; y un palacete que sirve como almacén y defensa ante los escasos ataques que sufre, cercano al muelle bajo.

El día a día se pasa en la ciudad llamada Inis, donde las tabernas y los burdeles hacen las delicias de los viajeros que esperan en la isla, siendo la principal actividad de la misma el comercio. La casa de apuestas es el epicentro de la actividad nocturna ya que ha llevado fortuna y desastre a partes iguales a codiciosos marineros que la visitan.

Dentro de la ciudad, el senescal Bai Qu se encarga de la distribución y gestión de los recursos, dejando que las grescas y trifulcas se extingan por sus propios métodos.

Ahora, con la inminente ejecución de los cuatro capitanes más reconocidos del Nuevo Mundo, Bai Qu ha decretado festiva una semana entera y ha llamado agasajar a todos los piratas de las inmediaciones, esperando que todos los marinos que sean merecedores de ese sobrenombre le acompañen en la celebración del evento que la Marina ha preparado para demostrar su poderío sobre los mares.


De una manera u otra has llegado a la isla, sin percances y con todo nuevo por descubrir.

Notas de juego

Puedes elegir haber llegado al alto o al bajo puerto, indistintamente.

EDIT: Disculpa, me equivoque al marcar destinatarios y no te debía salir. Mil perdones.

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30/04/2022, 20:49
Aleksander Ursa

-¡Tierra a la vista!- Gritoneó el grandulón desde el timón, ocupándose de guiar el barco en dirección a la enorme tortuga que daba nombre al lugar. Estaba sorprendido. Claro que había escuchado rumores antes, después de todo esa clase de lugares daban de qué hablar por sí solos, más estar allí y ver la realidad agregaba un matiz completamente distinto al ser esta superior a la fantasía. 

La montaña, las cascadas, la ciudad... Bonito, sí, más todo quedaba en segundo plano ante la gigantesca cabeza de la criatura. -Wow... Primera vez que me siento pequeño.- Comentaría para sí mismo, y es que además de él no había nadie más con quién hablar en su navío. Al final acabó saludando a la tortuga con una mano cuando pasó lo suficientemente cerca de esta, mirando con actitud positiva lo que le esperaría... Aunque en el fondo sabía que no sería bonito.

Una parte de él trataba de ignorar ese hecho, y es que su primer trabajo en la vida fue servir a la marina. Un cambio radical, "Necesario", Quizá. Rápidamente agitó la cabeza para alejar el pensamiento. Habían aún demasiadas cosas por las qué decaer, por las que deprimirse, pero tomó la decisión de dejar todo eso atrás luego de que abandonó su isla. Su único atributo era ser fuerte, así que por cojones lo sería.

¡Por suerte no sería difícil! Después de todo, si una cosa podría haber reconocido por su trabajo en la marina es que las chicas piratas solían ser bastante agradables de vista, y en una isla como Tortuga esperaba que hubiese algún lugar o dos para entretenerse. El único problema es que jamás en su vida había visitado la isla, por lo cual acabó en el bajo muelle, alejado de la zona urbana donde posiblemente encontraría lo que buscaba. Como sea, al llegar dejaría el barco bien amarrado en el muelle, con un nudo que bien parecía estar ahorcando el bolardo en el que decidió atarlo. 

Y así, luego de haberse tomado un tiempo para dejar todo preparado, finalmente comenzaría con sus primeros pasos en la isla de Tortuga, los cuales eran los primeros aceptación para esa nueva vida que decidió adoptar.

- Tiradas (1)

Motivo: Alto/Bajo

Tirada: 1d2

Resultado: 2 [2]

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01/05/2022, 07:59

El estado del bajo puerto era impecable, con una docena de barcos fuertemente armados y preparados para el combate pero por suerte, deshabitados. Aquel lugar estaba lleno de gente con aparentemente entrenamiento marcial, protegiendo lo que se suponía la fortaleza de la isla, lugar de defensa en caso de ataque a gran escala.

No había fiesta ni jolgorio en aquel lugar, pero cuando atracabas se sintieron unos temblores menores en el puerto, posiblemente fueran cosas que ocurrían a menudo, porque los guardias que se podían ver por la zona no parecieron darle importancia.

No había sido necesario marcar el amarre pero rápidamente un grupo de tres individuos siguiendo a una pequeña mujer con un extraño sombrero te interceptaron para preguntarte sobre los motivos de tu estancia allí. Las palabras no sonaron amenazantes, ni siquiera coercitivas, pero parecía que aquel lugar no era para civiles y aunque podías ver la duda en los ojos de los soldados que se presentaban, la diferencia de tamaños hacía que se vieran como pequeños niños ante tu presencia, por no hablar de la mujer que esperaba una respuesta mientras te miraba con una férrea determinación.

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03/05/2022, 16:42
Aleksander Ursa

No pudo evitar estar impresionado ante lo que le deparaba el puerto. No era la clase de sujeto que juzgaba a los demás en base a su apariencia ni excesivamente prejuicioso con los demás, incluso después de haber estado en la marina, sin embargo esperaba algo mucho más distinto, desordenado y sucio. En parte se hubiese sentido más cómodo si así hubiese sido.

Los temblores, posible señal de estruendo o pelea, eso sí que fueron algo que le parecía más apropiado. No le gustaba mucho tampoco, cuando el suelo temblaba rara vez significaba algo bueno, pero notar a los guardias tan tranquilos le hizo tan solo soltar un suspiro mientras se cargaba al hombro el saco con sus cosas: lo poco que tenía de dinero, ropas y demás. Y entonces se encontró frente a frente (lease: chocó) contra esa mujer pequeñita y su escolta.

-Rayos... ¿Están bien? Perdón, perdón.- Se apresuraría en ayudar a las personas que prácticamente arrollo, de principio sin llegar a dar la mejor de las impresiones: es lo que tiene ser tan alto. A veces simplemente no se nota el resto. -Vengo a ver si aquí puedo encontrar a la dama fortuna. O al menos una dama bonita que me acompañe en mis noches solitarias.- Miró a la mujercita que tenía en frente, guiñándole el ojo inclusive. Sí, estaba recién separado... Pero no perdía mucho el tiempo tampoco.

-¡Guahahaha!- Acabaría riendo al cabo de unos segundos. Al parecer era broma... Aunque de esas bromas que posiblemente de recibir una respuesta positiva dejasen de ser broma.

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05/05/2022, 10:53

El grupo de cuatro escuchó las palabras de Aleskander con cierto miedo mientras la mujer apuntaba nadie sabe qué en su pequeño formulario. Cuando dio por concluido el relato y tomó la palabra.

- No seas engreído pequeño gigante. - Escupió a disgusto las palabras. - Mi rango es de contramaestre y mi nombre es Serin.

Parecía que aquel rango debiera significar algo en aquella isla, pero la ignorancia de Aleskander no le permitía saber más sobre ello.

- Este no es el lugar para los civiles. Si quieres divertirte ve al pueblo o serás tomado como preso. - Señaló en una dirección, hacia el otro extremo de la isla. - Te recomiendo no buscar problemas aquí o mis hombres darán buena cuenta de ti.

Pese a que los escoltas la miraban con cierta duda, la voz de la chica no vacilaba lo más mínimo frente a alguien que la duplicaba en altura y la triplicaba en peso.

- Fílinon, escóltale hasta los límites de la base y asegúrate de que se pierde de tu vista antes de volver. - Le dijo a uno de sus acompañantes mientras uno de los guardias se adelantaba hasta tu lado, esperando que obedecieras aquellas "sugerencias" que te habían hecho.

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06/05/2022, 16:25
Aleksander Ursa

Otra risotada escapó de Aleksander, quien asintió sin problema a la mujer en frente de él. No se sentía intimidado por ella en absoluto, pero tampoco se burlaba. Era más bien un gesto de apreciación ante su carácter y la seriedad que la misma aparentaba.

-Aleksander.- Se presentó finalmente, acomodándose una vez más el saco sobre el hombro. -Quién diría que habrían normas tan estrictas en este sitio... Supongo que es lo normal.- Con gesto desenfadado simplemente se encogió de hombros y asintió con su cabeza a la mujer, apurándose en buscar con la mirada al tal "Fílinon" y dándole una palmada en la espalda cargada de camaradería una vez que este se acercase. Claro que con sus enormes manos y fuerza bien podría resultar en una palmada un tanto "pesada", más no parecía demostrar agresividad alguna.

-Duro trabajo, ¿Eh? Te entiendo. Tu comandante parece muy seria con su trabajo, me trae recuerdos.- Sonreiría ligeramente, mirando al resto de soldados y despidiéndose de estos con la mano. Sin embargo, una última mirada sería para Serin. -¡Suerte! Espero nos volvamos a ver, contramaestre.- Dándose la vuelta, se agacharía (Bastante) para "disimuladamente" susurrar al oído de Fílinon. -¿Crees que pueda encontrar otras chicas bonitas por aquí?-

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08/05/2022, 10:07

El soldado, notablemente afectado por tu palmada y moviéndose a trompicones, intentando mantenerse firme te indicó que el pueblo estaba al otro lado de la isla y que allí se estaban reuniendo todo tipo de personas por la celebración, además de una buena cantidad de pueblerinos que residían habitualmente allí.


Tras algo más de una hora de viaje y sin nada memorable que ver en aquel paseo, pudiste llegar al pueblo para encontrar algo que fuera más de tu agrado.

Cientos, sino miles de personas deambulaban por las calles de una ciudad adornada con toda clase de carteles y farándula y que en su conjunto se oían cientos de voces diferentes, algunas simplemente ofreciendo sus productos y otras hablando, riendo o bebiendo. Por las calles se vendían bisuterías y alimentos de distintas procedencias pero no tardaste mucho en encontrar que uno de los edificios que más destacaban de entre los tenderetes era una taberna apodada "La Unión", que se alzaba con cuatro pisos frente a una plaza impecablemente ornamentada.

Había muchas mujeres de buen ver ofertando muestras gratuitas de los diferentes productos que se vendían en los tenderetes con un exagerado interés en agraciar a sus potenciales clientes.

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10/05/2022, 05:33
Aleksander Ursa

El recorrido de Aleksander sucede sin mayor problema. Luego de haberse despedido de aquel guardia con la misma camaradería con la que se dirigió a todos ellos en primer lugar, el hombretón avanza por el camino señalado sin perder el ritmo en ningn momento y sin hacer más que observar con mirada curiosa las maravillas que presenta una isla viviente en toda regla. Aunque sin duda la vegetación y los animales es lo que más llama su atención de todo ello: sus raíces campesinas le llevan de forma inevitable a preguntarse qué clase de criaturas habrían allí y con qué tipo de cultivos trabajan.

Por supuesto, cualquier pensamiento extraño acaba pasando a segundo plano cuando logra divisar la ciudad e inmediatamente decide comenzar a correr hacia la misma, sacudiendo la tierra a su alrededor debido a su fuerza y tamaño. Su llegada posiblemente se vería anunciada por dicho estruendo, más él, inconsciente de esto, tan solo se lleva las manos a la cintura al llegar a la entrada y silba con gran admiración ante lo que ve. -Chico... Y luego dice que todos son unos criminales incivilizados.- Dice, pronto acompañando su propia frase de una carcajada.

Lo peor es que las ciudades no son precisamente de su agrado. Son más entretenidas, eso lo concede sin rechistar, pero el haber sido criado en el campo hace que inevitablemente no se sienta del todo cómodo con el ritmo de vida acelerado y todas las personas que hay. Esto último, las personas, también representan un problema por sí solo. Y es que... Un sitio tan abarrotado como ese no era más que problemas para alguien de su tamaño. "Disculpa", "Permiso", "Lo siento colega". Fueron su mantra durante la mitad del trayecto al pasar a llevar a más de una persona.

Pero eventualmente todo consigue valer la pena, cuando se encuentra precisamente frente al sitio que buscaba aún sin haberlo sabido, guiado por poco más que su instinto, el olor de la comida... Y las mujeres. ¿Quién diría que encontraría el paraíso en una ciudad pirata? -¡Oooh! Chicas bonitas y comida gratis... ¡Guahahaha!- ¡No perdió el tiempo! Pasa por todos los stands, probando y tomando cada una de las muestras gratis de lo que sea que pudiesen ofrecerle... Y suelta piropos a cada chica que se encuentra, presumiendo sus virtudes, tratando de armar conversación y de cautivar los corazones de todas y cada una. Ese era uno de los aspectos más problemáticos de su relación con Juliette: el tipo es un fresco.

Por suerte para esta última no es que se le de precisamente bien.

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10/05/2022, 06:20
???

Sin mucho esfuerzo y echándole un poco de morro, Aleskander tomaba muchas muestras de comida gratis de todas las personas que se lo ofrecían, haciendo que tras un rato, incluso el gran estomago del pequeño gigante estuviese lleno.

Sin embargo, una mujer se le acercó con un rostro que mezclaba indignación e incredulidad a partes iguales para dirigirse a él.

- Me has robado señor bandido. - Pudo decir con una vocecilla bastante dulce. - Te has comido mi platillo.

Aleskander podría ser muchas cosas, pero no un ladrón y, rememorando lo que había hecho los últimos minutos, pudo encontrar el recuerdo donde esa misma mujer aparecía.

Inesperadamente, el gigante había confundido a aquella chica con una de las muchachas que ofertaban comida gratis y había tomado su comida, ya que su vestimenta bastante sugerente y su rostro pudieran ser fácilmente confundibles con una de tantas.

- Acompáñame a buscar a un guardia, bribón. - Fue lo único que dijo mientras le sujetaba de la mano con poca fuerza, inconsciente de que si Aleskander quisiera, podría levantar todo su cuerpo con un ligero movimiento de brazo.