Partida Rol por web

Ahora los cinco apresados eran libres, pues había estado suficiente tiempo allí para ver que nadie más estaba en las celdas de los alrededores.

El primero en salir de las celdas fue un tipo alargado que enseguida se dirigió a los demás.

Me llamo Sobek. De allí de donde vengo, la gente como nosotros es tratada como basura, encerrados, reprimidos, por unas leyes injustas que no dictamos nosotros. Me eché a la mar buscando una vida mejor. - Hizo una pausa dramática y inconscientemente buscó su paquete de cigarrillos en los bolsillos del pantalón, pero no estaba, cosa que lo enfadó y hizo aumentar la agresividad del discurso. - No hay vida mejor ahí fuera, no hay nada mas que miseria y guerra. No existe una vida mejor para nosotros si no decidimos cambiar nosotros mismos, no hay lugar seguro en el mundo en esta época. Y me he cansado. Me he cansado de dar vueltas de aquí a allá, y que cualquiera con una placa de la marina o del gobierno pueda tratarnos como basura. NO SOMOS BASURA! SOMOS HUMANOS! SOMOS SERES VIVOS! Y si para hacer de este mundo un lugar seguro tengo que luchar contra viento o marea, y enfrentarme al orden establecido, lo haré. Prefiero morir de pie que seguir viviendo arrodillado. Voy a demostrarle al mundo entero que la vida puede ser algo mas que pena y sufrimiento, algo digno. QUIERO HACER DE ESTE MUNDO UN LUGAR MEJOR! VENID CONMIGO Y DESTROCEMOS JUNTOS LOS CIMIENTOS DEL MUNDO CORRUPTO QUE CONOCEMOS! LUCHEMOS CONTRA TODO LO QUE ESTÁ MAL EN ESTE MUNDO, Y HAGAMOS DE NOSOTROS LA LUZ QUE INICIARÁ EL CAMBIO!

Tras aquel discurso, el hombre trajeado de una de las celdas se unió al él, para más tarde hacerlo el gigante que habías visto en el carruaje, que ahora estaba libre de sus esposas, al contrario que el resto.

Desde mi posición pude ver como una persona ya salía fuera de su celda para largarse, aunque al menos tuvo la iniciativa de plantarse frente al resto de los presentes para decir unas palabras. En principio se presento pero en cuanto siguió hablando noté sus intenciones, nadie hablaría sobre su vida de esa manera sin que le preguntaran sin querer mover al resto.

Según fue explicando pude verme a mi mismo en su lugar, entendía en gran parte esa lucha interna, esa rabia en sus palabras, quería crear un mejor lugar donde pudiera vivir en paz sin que nadie le molestara o juzgara. Pero tenía la ambición equiparable a la mía por lo que no podíamos ir juntos, lo supe rápidamente, el camino de Sobek podía ser paralelo y muy parecido al mío pero era imposible que se juntaran... al menos ahora mismo. Cada uno debía viajar por el mundo creciendo a su ritmo y quizás algún día combatiéramos juntos contra el Gobierno entero.

- Veo que no soy el único con ese odio -dije sonriéndole mientras los otros dos hombres iban junto a él, ese pequeño detalle de que aún Xan no se hubiera movido junto a él me hizo sonreír aún más- Entonces te deseo suerte en tu viaje Sobek -le deseé de corazón- Quizás mi vida no ha sido ni siquiera de cerca tan dura como la tuya pero he sido tratado desde que nací como una amenaza contra el Gobierno sin haber hecho nada. Así que se perfectamente la injusticia contra la que quieres luchar... ¿Quién sabe quizás mañana seremos aliados? Porque pienso combatir al orden establecido con la misma ferocidad que tienes tu. Pero no podemos ser la luz del nuevo orden... -negué con la cabeza lentamente- ...no seremos dignos, para llegar a esa lucha habremos hecho muchas cosas y tendremos las manos muy manchadas de sangre. Así que en su lugar debemos dejar esa labor en aquellos que solo buscan vivir en paz sin querer problemas, como precisamente quienes nos han encerrado hoy en estas celdas -no esperaba que me entendiera, nadie lo hacía, ese era mi mayor obstáculo para crear una tripulación- Pero nos veremos en el camino hacia la libertad. Un placer Sobek, nos veremos en el futuro -y volví a tomar asiento cruzando las piernas en medio de la celda.

Xan se marchó con el grupo de tres, aunque insinuó que era para quitarse las esposas. Ash se quedó en su celda y, tras apenas unos minutos, escuchó ruidos de gente atravesando la puerta de aquella fortaleza, que revisaron las celdas.

Parecían ser guardias de la ciudad, semejante a los que les habían conducido hasta allí y los cinco se sorprendieron al ver que Ash aún seguía en su celda, pero aquella celda no tenía puerta.

Viendo el desastre en el que se había convertido aquel lugar, los soldados debatieron sobre qué hacer contigo, y uno se quedó contigo mientras los otros cuatro se adentraron en la fortaleza, buscando algún otro indicio de prisioneros.

Aquel soldado parecía más temeroso que los anteriores y, aunque no portaba ninguna llave, una cara nueva y compañía acompañaban a Ash, que pese a estar en aquella situación no fue preguntado sobre qué había pasado.

Para cuando otra tanda de pasos llego hasta mi celda ya me encontraba tumbado nuevamente, aunque esta vez me había recostado directamente desde mi posición anterior, con ambas piernas aún cruzadas y las manos tras la cabeza mirando al techo. Aunque eso último no sería por mucho tiempo ya que cuando las voces de los guardias que no sabían bien como actuar en esta situación, principalmente por no saber que deberían hacer conmigo que estaba en una celda sin puerta por lo que perfectamente podría haber caminado fuera como si nada.

Les vigile mientras decidían y no dije nada hasta que casi todos se marcharon quedándome tan solo con uno de ellos, el que menos confianza en si mismo presentaba... Hubo unos segundos de silencio en los que miraba fijamente al chico sin decir nada o moverme en absoluto, intentaba medir si realmente sabían lo que había pasado aquí. Entonces me levante lentamente mientras me rascaba la nuca- No sé que narices quería el tipo eso pero parecía cabreado, vino, arranco las puertas de todos y simplemente se largo -comenté en el tono más casual posible, como si estuviera hablando con un viejo amigo- Los demás se han largado en cuanto han visto la oportunidad... Bueno casi todos, entre los demás prisioneros había una chica que se fue solo a buscar la llave de las esposas, ahora volverá. Es buena gente y creo que hemos echo migas -le dije riendo un poco- Pero no pienses cosas raras ¿eh? Tan solo se va a unir a mi tripulación, al menos eso espero. En cuanto venga con las llaves la convenceré para quedarnos aquí esta noche y cumplir nuestra condena, mañana éramos libres así que no hay problema. Aunque el tipo de antes parecía peligroso ¿le ha pasado algo a la mujer a cargo de esto? ¿O necesitáis ayuda para lidiar con él? Podría ser útil ¿sabes?

Aquel ingenuo guardia se limitó a guardar silencio o a responder con negativas sobre las preguntas de Ash. Se mantenía en guardia, apuntando con su lanza hacia la apertura de la celda, pero parecía más asustado de lo que podía pasar que de lo que realmente había ocurrido.

Sin dejar de temblarle la voz, se limitó a decir que esperaría a sus compañeros, aunque tenías por seguro que ni él mismo sabía qué hacer o decir, principalmente para aguantar su nerviosismo ante todo lo que había sucedido.

Mire a la lanza con la que me apuntaba, realmente parecía aterrado y no tenía claro si era por el posible caos que pudiera crear ese tipo o de mi. Tenía muy claro cuál era la opinión popular de los piratas, sabía que era un problema para mucha gente el confiar en nosotros por culpa de aquellos que se hacían a la mar con la intención de enriquecerse a si mismo.

- Espera por ellos pues -dije con un tono algo más molesto- Solo espero que nadie salga herido por esa decisión tuya... y si va a apuntar un arma contra alguien no tiembles tanto. Solo deberías tener una de esas si estas seguro de porque lo haces, o acabaras por hacer daño a alguien sin querer -hacía gestos con las manos para que bajara el arma mientras retrocedía un poco

El soldado escuchaba atentamente tus palabras, pero no parecía que se calmase en lo más mínimo. Sin duda era alguien sin experiencia que vigilaba en una ciudad tranquila y sin altercados, por lo que aquella situación le venía grande.

Tras unos minutos, los demás presos volvieron sin cadenas escoltados por guardias y volvieron a meterse en sus celdas, que seguían estando sin puertas. 

Uno de los guardias se ofreció a liberarte de las esposas al intercambiar unas palabras con aquel que te custodiaba, que no pudiste escuchar.

Lo que no me esperaba es que junto al resto de guardias también lo hicieron el grupo de Sobek, por lo visto encontrar una salida antes de ser pillados no fue tan fácil, en el fondo agradecía que no montaran alboroto o se pelearon con estos pobres hombres que poco tenían que ver con nuestros problemas.

Por otro lado la amable propuesto de verme sin el apresamiento de aquellas esposas fue algo que recibí más que agradecí, si el peso de la piedra salada en torno a mis muñecas volvía a sentirme tan ligero como siempre, y recuperaba la capacidad de fugarme si quería en cualquier momento, sin puerta ni nada reprimiendo mis habilidades además de otros presos que muy probablemente se unirían podía perfectamente ocuparme de estos guardias en un momento y salir volando junto al viento... Pero eso estaba muy lejos de ser mis deseos.

Traté de sacar algo más de información sobre lo que había pasado, me parecía muy raro lo que había visto y quería respuestas, quizás precisamente porque tenía la curiosidad de un gato. Aún así no me movería de mi celda para averiguarlo, en su lugar hablaría hasta que se cansaran de responderme y entonces me echaría una siesta para pasar el tiempo, aunque justo antes de irme a dormir recordaría algo así que tras acercarme rápido a los barrotes por la esquina que me separaba de mi compañera llame su atención- Oye ¿recuerdas la pregunta que me hiciste? Te la respondo mañana cuando salgamos de aquí -si, tenía en mente la duda de Xan sobre que me motivaba a ser un capitán pirata y buscar viajar por los mares, creía necesario explicarlo antes de que accediera a venir conmigo.

Habían prometido liberarnos mañana y por tanto esperaría hasta entonces con paciencia, aún necesitaba conseguir un barco acorde para unos piratas, además una banda de dos personas era algo un poco cutre así que quizás buscaría en la plaza más gente "interesante" que reclutar o también valía encontrar algo de ocio que no me volviera a poner entre rejas.

La noche pasó más tranquila de lo que había sido habitual hasta ahora.

Bai Qu cumplió su palabra y todos los presos fueron liberados al día siguiente, en medio de la celebración que estaba aconteciendo en la isla en honor a los emperadores que había sido ejecutados la noche anterior a la vista de todos.

Ash pudo pasar tranquilamente el día, buscando un poco de diversión y financiación a partes iguales. Para su sorpresa, se encontró con Bai Qu por mera casualidad y, lejos de reprenderle su comportamiento, le felicitó.

Al parecer el capitán con el que se había enfrentado Ash había estado causando demasiados problemas entre los habitantes, pero no los suficientes para justificar una restricción de libertades. Sin embargo, tras la paliza recibida, abandonó rápidamente la isla, avergonzado por haber sido vencido por un casi desconocido capitán y entre algunos sectores de la población, sobre todo los aficionados a las tabernas, el nombre de Ash se alzaba como un capitán de mayor talla que Akama.

Debido a su valentía y a su popularidad, Bai Qu le regaló a Ash un pequeño barco con el que pudiera surcar los mares, alegando que ahora no lo necesitaba y lo daba en pago por solucionar el problema con Akama.

El barco en cuestión no era demasiado grande, podía albergar a 20 personas sin dificultad y poseía un calado profundo, propicio para llenar las bodegas con gran cantidad de suministros. Cuando ambos acudieron al astillero para chequearlo, la proa había sido arrancada y los artesanos le preguntaron a Ash sobre la forma que debieran darle a aquella parte del barco, así como la bandera que debían dibujar antes de mandarlo de nuevo al mar.

Dormir en una celda no era la mejor de las experiencias, eso estaba claro, pero cuando tus dos últimos descansos habían sido en un pequeño bote en medio de algún puerto no es difícil sentirte más cómodo al tener una superficie estable y un techo que te de cobijo... todo eso gratis además. Así que quizás por eso mismo veía con mejores ojos que el resto la perspectiva de dormir en aquellas celdas y precisamente eso me ayudo a conciliar el sueño.

La mañana siguiente fue una que recibí con mucho ánimo, algo más habitual en mi persona pero quizás molesto para el resto que se vio obligado a aguantarme. No tardamos en estar libres y en cuanto nos dejaron por fuera del edificio me estiré todo lo que pude al recibir los primeros rayos de sol, antes de irme a toda velocidad hacia la fiesta. Había perdido mucho tiempo de diversión encerrado así que tocaba recuperarlo, pero no me olvidaba de mis obligaciones y precisamente una de ellas la tenía bien cerca así que casi arrastre a Xan conmigo para seguir disfrutando y conociéndola mejor ahora que ninguna pared nos lo dificultaba.

El encuentro con Bai fue uno caído del cielo prácticamente ya que no solo pude disfrutar de las buenas noticias y agradecimientos relacionados con Akama, no sin antes hacérmelas de niño bueno con su reprimenda como tantas veces había pasado con mi abuelo, y de hecho cuando me fue contando como mi nombre se había esparcido por la isla desde ayer dejando claro a los habitantes que estaba por encima de capitanes del montón como él que huye a las primeras de cambio. Ya me encontraba bastante feliz, sonriente de oreja a oreja y la mejor noticia de todas aún se encontraba por llegar... el pago que Bai Qu ofreció sin miramientos por ocuparme de aquel tipo. Un barco de verdad perfectamente capaz de llevar a una tripulación decente en el algo que recibí con una felicidad extrema llegando incluso a abrazar forzosamente al soberano de Tortuga incluso si protestaba.

Fuimos los dos al puerto para verlo y precisamente en aquel momento estaban trabajando en el por lo que pude verlo en todo su esplendor, obviamente en cuando lo tuvimos a la vista le monté otro espectáculo a Bai para agradecérselo y subí de un salto imposible para cualquier humano normal a cubierta como si no fuera nada, alegando a los trabajadores en el preciso momento que preguntaron por que hacer con la bandera y el mascarón, guiado por el corazón les pedí al momento que para el primero dibujaran las clásicas calaveras piratas pero algo más estilizadas* como en los libros para niños en un juego de tres y con un par de alas detrás, que acompañaba al mascarón siendo este un águila con las alas semi extendidas. De hecho también asegure que de ahora en adelante se le conocería con el nombre de Arcadis al navío ignorando por completo si tenía nombre previamente o cualquier comentario al respecto.