Partida Rol por web

Tras los festejos acontecidos en la ciudad, Zidane reunió a todos los hombres que había podido reclutar en los pocos días que había estado en la ciudad.

Por una parte estaba él, el proclamado como capitán de todos ellos.
Sin una jerarquía establecida, por otro lado, estaban un hombre de piel azul y unos llamativos labios violetas del que apenas oirían una palabra o dos durante la siguiente travesía pero al que se le identificaba como Hyakki. Una mujer que vigorizaba a la tripulación siendo incapaz de cerrar la boca en algún momento, conocida como Valena. Un pequeño chico de pelo rubio que no sabía como había quedado engullido por aquella caótica tripulación que se hacía llamar Fukushu. Por último, una curiosa pareja de diferentes rangos en los que uno parecía la contraparte del otro, el pequeño, bien vestido y educado que solía tener un cigarrillo entre sus labios y se llamaba Sobek y su contrapartida, un gigantón musculado que andaba medio desnudo y era incapaz de emitir demasiadas palabras con el que Hyakki parecía encontrarse bastante a gusto, quizás por el hecho de que a ninguno de los dos les molestaba el silencio.

Por último, y no menos importante, aquel conjunto de marineros contaba con dos navíos de similares características y un objetivo que Zidane no cejaba en repetir, la cima de la piratería.

Ahí estaban reunidos todos, la verdad es que me sentía algo impresionado ante un gran comienzo que al principio distaba de nefasto pero ahí estaban, todos reunidos y un grupo variopinto sin duda alguna; contemplé durante unos segundo al grupo y finalmente  me incliné sobre la mesa en la que estábamos reunidos.

---Bueno, aquí estamos todos, este es un acontecimiento importante puesto que marca el comienzo de la tripulación que se convertirá en una de las más importantes de los mares- digo mirándoles a todos- Algunos me habéis pedido ciertas cosas y como vuestro capitán haré lo que esté en mi mano para ayudaros en conseguirlos pero hay otros asuntos que debemos atender, en primer lugar el nombre de nuestra tripulación y del barco- digo mirando en esto último al propietario del barco- Dado que es tu barco es tuyo creo que deberías tener potestad de ponerle un nombre sí no lo tiene aún, también hablaremos en privado acerca de tu….objetivo.

Luego vuelvo a centrar la vista en la tripulación.

---La otra cosa importante seria decidir cual será la isla por la que empecemos, no podemos zarpar sin un rumbo.

Sobek se encendió un cigarro y se echó para atrás observando la estampa que era su nueva tripulación. Los miró a todos unos segundos y para acabar miró a su Gigante, sonrió. Estaba convencido que Hyakki y él harían buenas migas ya parecían igual de habladores.

Valena y Fukushu ya eran arena de otro costal, gente viva y con ganas de juerga. Estaba convencido que Zidane era el mas confiable de todos, o al menos su instinto le susurraba eso, apuró otra calada al cigarro y echó el humo hacia arriba para no molestar a nadie. 

Al fin se reclinó hacia adelante para hablar ya que parecía que todos estaban igual de entusiasmados como para contestar a su capitán.- El barco se llama Sueño Sombrío, durante casi toda su vida se ha visto obligado a zarpar o atracar por la noche. Si no os gusta sois libres de aportarme vuestras sugerencias, pero a día de hoy no se me ha ocurrido un nombre mejor. -Miró a los demás con gesto amigable, aun que su rostro no ayudaba mucho a ello. - Por otro lado, el nombre de la tripulación debería ser algo con garra, gancho o que incite a la gente a dejarnos en paz... -Se acarició la barbilla pensando y posó sus ojos en los ojos de Zidane. Una pequeña idea brilló en su mente. -  He escuchado que tener los ojos de diferentes color es señal de buen augurio. No conoces ninguna historia o leyenda que involucre tan extraña característica? Quizás podamos sacar un nombre de ello.

Para acabar pegó un calada.- Me gustaría visitar alguna isla donde podamos hacernos mas fuertes, o donde podamos hacernos con algunos mapas o información... - Volvió a mirar a la tripulación.- Se me va da bastante bien negociar con información, rumores y otro tipo de cosas. Pelear... y alguna cosa mas, espero seros de ayuda!

Valena se antepuso a todos tras la propuesta de Sobek.

- Deberíamos ir a la isla del cruce, el lugar donde todos los mares colisionan y emprenden la ruta de los log pose hacia la última isla. - Decía con una mezcla de emoción y entusiasmo. - Allí se reúnen bucaneros de todos los mares y se dice que no hay lugar más peligroso que ese, genial para fortalecernos.

No hubo ningún comentario por parte del dúo del gigante y el hombre azul, pero éste último asintió con una siniestra sonrisa.

Allí conseguiríamos cualquier objeto necesario para nuestro viaje, así como información útil y suministros.

Asiento con la cabeza al escuchar el nombre.

---Sueño Sombrio suena bien para un barco- digo mientras luego me quedo pensativo ante lo otro- Hay una leyenda de un guerrero  que tenia los ojos dorados pero se dice que en una pelea contra un poderoso enemigo perdió un ojo pero que este fue sustituido por un sabio el cual usó un pedazo de luna y el guerrero tuvo desde entonces dos ojos distintos, uno dorado que representaba el sol y el otro plateado que representaba la luna- digo meditabundo-....sí no recuerdo mal el nombre de ese guerrero era Horus...

Tras la información de Valena me quedo callado unos instantes antes de concluir.

---Creo que es la mejor opción, podremos comprobar nuestros límites y capacidades y ademas podremos conseguir algún objetos esencial, como el log pose, necesitaremos uno para hacer dicha ruta..

Todos los tripulantes se embarcaron en el recién bautizado Sueño Sombrío, para darse cuenta de que Zidane no había asignado ningún puesto ni jerarquizado a aquellos tripulantes, pero pareció que daba igual cuando Valena tomó el timón de aquella nave y, siguiendo un mapa que había sacado de uno de sus bolsillos, partió de la isla de Tortuga en dirección Sur Oeste, para hacer disfrutar de las vistas de los mares de aquel lugar que nunca habían visto detenidamente.

Sin demasiadas complicaciones, con un poco de prueba y error y algo de suerte, aquella tropa de grumetes consiguieron hacer que el barco siguiera el rumbo fijado mientras Valena hablaba sobre la existencia de unas corrientes que se unían en una especie de cuello de botella y provocaban remolinos, corrientes confusas y fuertes oleajes que fácilmente podrían hacer golpear al barco en alguna de las rocas que sobresalían sobre el mar.

Poco a poco, aquella descripción se materializó ante sus ojos como una especie de mar encabritado por el que nadie en su sano juicio quisiera navegar pero, sin duda, aquella tripulación no estaba catalogada como sanos mentalmente.

Valena entonces solicitó al gigante que le ayudase con la fuerza del timón, a lo que éste accedió amablemente dado que parecía que aquel hombretón se había acostumbrado rápidamente a su nueva familia. Con forme se acercaban a una gran montaña de roca y corrientes ascendentes, el barco se movía mucho más de lo que cualquier tripulante hubiera deseado, haciendo que tras unos agoniosos minutos donde más de uno contuvo la respiración, Valena moviese el barco de forma errática y acabase siendo repelida por las corrientes hacia el camino por donde habían venido, incapaces de navegar en buenas condiciones aquellos mares pero salvando la dignidad del barco que acabo con algunas abolladuras pero sin ningún agujero por el que entrase agua.

Valena se disculpó con sus compañeros alegando que no poseía la suficiente habilidad para navegar aquellas corrientes y, antes de que cualquiera pudiera reprenderla por dárselas de autosuficiente arriesgando la integridad de la nave, todos los tripulantes pudieron ver un cementerio de barcos encallados entre las rocas que sobresalían en aquel mar, aquellos que habían fracasado al igual que ellos en escalar la montaña.

Cuando todo parecía inútil, una voz de auxilio salió de entre los escombros de aquel lugar para que al asomarse, pudieran descubrir tres náufragos en unas condiciones bastante precarias que llamaban su atención. Como si de una tira cómica se tratase, podían verse a las tres personas de distintas alturas y complexiones completamente distintas. El más grande y musculoso, estaba sentado junto a un gran arpón en un saliente de roca, mientras que el más pequeño y delgado parecía que estaba al borde de la muerte. El hombre que aún se mantenía en pie y clamaba por ayuda tenía una ropa actual hecha girones y un pelo largo y descuidado fruto de haber pasado allí demasiados días.

Entonces, los integrantes del Sueño Sombrío miraron a su capitán a la espera de órdenes y esa sería la primera de muchas otras decisiones difíciles que tendría que tomar Zidane en su aventura.

Tras una enorme y complicada travesía donde Sobek echó una mano allí donde pudo, una mirada de asombro y orgullo se posó sobre Valena. - Al menos no hemos salido volando, ni se nos ha caido nadie por la borda, no hay nada que no pueda arreglar un carpintero y unos cuantos martillazos. - Una idea rondó la cabeza de Sobek durante toda la tempestad. Horus... Sol... Luna... una buena historia... Un buen nombre... Parecía que de momento era su función en el grupo, poner nombre a las cosas. Se acercó a Zidane hasta que escuchó los gritos de auxilio.

Tras una tenso silencio observó a los tripulantes y mas tarde a su capitán, sabía las desaventuras que podía traer el mar y conocía el destino aciago que deparaba a aquellas personas, se encendió un cigarro y con toda la tranquilidad del mundo se pronunció. - Capitán, yo estoy a favor de ayudarlos. - Lo miró a los ojos. - Pero la última palabra es tuya, aceptaré tu decisión hagas lo que hagas.

Desde el primer momento  me dediqué a observar a la tripulación y como reaccionaban ante la falta de un subito liderazgo,  no era que se me hubiera pasado sino que habia sido intencionado en gran medida para comprobar cuales parecian más propensos y cuales no a ciertos puestos, buscaba una tripulación que en caso necesario fuese autónoma y funcional.

Sabia que a la primera no iba a salir las cosas pero pese a ello salió todo de manera decente y mientras tanto apuntaba cosas durante nuestro trayecto, aún así me mantenia alerta por sí tuviera que tomar las riendas de la situación en cualquier momento.

Ese momento llegó cuando llegamos a aquel cementerio de barcos y escuchaba las palabras de Valena.

---No te disculpes, lo has hecho bien hasta aqui- digo mientras avanzo hasta situarme junto al gigante que manejaba con facilidad el timón.- Me encargaré yo desde este punto.

Iba a comenzar a darle indicaciones de navegación para surcar esas aguas peligrosas cuando escuchamos  los gritos de auxilio, pronto vimos el origen y mis ojos se estrecharon  al ver al singular trio, escuché la voz de Sobek  proponer rescatarlos, algo que tras unos intantes de escuadriñar el entorno asentí.

---Nos acercaremos con cuidado- decido finalmente- Veremos sí con el barco es suficiente o con una barca es mejor,Hyakki, preparate para atender a los heridos cuando suban al barco...

Maniobrar en aquellas aguas se hacía difícil con tanto escombro pero haciendo uso de una pequeña barca pudieron acercar a los náufragos a bordo. De los tres integrantes, rápidamente el hombre mediano abogó por que ayudaran primero a su compañero.

- Necesita un médico. - Fue lo único que podía decir con una voz quebrada al ver que su compañero mostraba claros síntomas de hipotermia y Hyakki rápidamente le tapó con mantas y lo llevó al interior de la nave. - Wit, tira eso por la borda antes de que te tiren a ti.

Por otro lado, el hombre más grande se negaba a dejar su arpón, por lo que al ser rescatado, el gigante de la tripulación del sueño sombrío se colocó a su lado, haciéndole empequeñecer.

Entonces el que parecía más sensato de los dos restantes habló con Zidane, a la vista de todos, al notar que había sido su orden la de rescatarlos.

- Muchas gracias por salvarnos, mi nombre es Lino, él es Wit y el hombre herido se llama Koro. - Dijo con un tono bastante formal. - Somos humildes pescadores que faenan por los alrededores, pero hace tres días fuimos atacados por unos piratas y emprendimos la huida, acabando encallados y con el barco hecho pedazos en estas aguas.

Aquella historia parecía extraña por aquellos lares, pero no era inverosímil del todo dado que todos los tripulantes de aquella nave sabían que un gran cantidad de piratas habías partido desde la isla de Tortuga en aquella dirección.

- No tenemos nada con lo que agradeceros, pero si conseguimos llegar a nuestra isla os daré cualquier cosa que me pidáis. - En aquel momento y para sorpresa de su compañero, el denominado como Lino se acuclilló en el suelo e hizo una profunda reverencia a todos los que estaban en cubierta. - Salvad a Koro.

Aquel hombre permaneció en aquella postura suficiente tiempo para que se volviera una escena incómoda, sólo rota por el ruido del arpón de su compañero arrojado al mar.

Sobek se acercó con confianza a Lino, si su capitán estaba ocupado podría aprovechar para hacer lo que mejor se le daba. - Haremos todo lo que podamos Lino, yo soy Sobek y... - Miró al gigante por un segundo, no le había dicho su nombre y no parecía dispuesto a revelar uno.- Y ese es Biggie. - Se le ocurrió debido a su tamaño. - Bienvenidos al Sueño Sombrío, os daremos algo de comer y os dejaremos en algún lugar seguro. - Le comentó con tono reconfortante. 

No conocía las habilidades médicas de Hyakki, pero si su capitán confiaba en él, no había motivo para dudar. - Recordáis quien os atacó? De que isla venís?.- Aquellas preguntas quizás revelaban gente a tener en cuenta, o nuevos problemas. Mas valía estar prevenido.

Tras asegurarme de que el más grave estaba en manos de Hyakki volví a reunirme con los otros dos que parecian  enteros.

---Esta tratandolo nuestro medico- digo sin más  antes de dirigirme al grandullon que no habia soltado el arpón- Y tú, vas a dejar ese arpón ahí ahora mismo o te dejaré en el mismo lugar donde te encontré- digo señalando un rincón seguro para dejarlo, mi tono no habia sido autoritario más bien como diciendo un hecho que iba a ocurrir sí no fuera por la diferencia de tamaño y la situación quizas la cosa hubiera podido ser hasta cómica pero no le quité la mirada de encima hasta que lo hiciera dejando bien claro que sí queria seguir en aquel barco debia seguir unas normas de conducta; pese a ello dejé que Sobek siguiera hablando con Lino atendiendo a su conversación pero sin intervenir.

Lino se irguió nuevamente tras ver que sus palabras eran escuchadas y procedió a responder las preguntas de Sobek.

- Venimos de la isla de Denerim, en el Grand Line, pero lamento decir que ni siquiera sabemos quienes nos atacaron. - Dijo al tiempo que mostraba una curiosa brújula que marcaba una dirección específica, hacia donde se hubieran dirigido ellos de no ser por la aparatosa navegación. - Venían en un barco de guerra y nada podíamos hacer con nuestro pesquero, ni siquiera huir por velocidad, así que cuando nos atacaron navegamos cascada abajo sabiendo que nuestra única oportunidad era que no estuvieran tan locos para seguirnos por ese camino suicida.

Mientras rememoraba la historia, su voz se entrecortaba ligeramente y miraba hacía distintas direcciones, demostrando que no estaba muy cómodo revelando todo aquello.

- Nuestro timón quedó dañado en el descenso pero Koro se las apañó para manejar nuestro bote y minimizar daños, aunque no quedó muy bien parado cuando nos estrellamos. Los tres caímos al mar en esta especie de cementerio de barcos donde ahora también descansará el nuestro. - Dijo mientras sacaba una pistola de sus ropajes y la depositaba en el suelo tranquilamente. - La pólvora está mojada y supongo que el mecanismo estará inutilizado.

Al ver aquel gesto, la tripulación del Sueño Sombrío entendió que aquellos hombres no estaban armados y se sometían a la voluntad de sus salvadores.

- Quedamos a vuestra merced.

Contemplé la brújula  con cierto interés y con ojos brillantes.

---Un Long pose- digo reconociendo el artefacto y mirandolo- Sí veniis de Grand Line los que os han perseguido no deben ser meros piratas ordinarios- digo observando mi alrededor como esperando a que apareciera de pronto el barco que habia descrito- En fin, nos andaremos con cuidado, busca a los que tenga la mejor vista de águila quiero que haya un vigilante  las 24 horas del dia en el carajo durante los siguientes dias y que avise de cualquier avistamiento de barco, organiza  los turnos para que esten frescos durante la vigilia - le ordeno a Valena y luego vuelvo a ventrarme el el chico- Nosotros nos dirigimos ahora a la Isla del Cruce para fortalecernos antes de entrar en Grand Line, podemos llevaros hasta allí y ver sí conseguiís un barco que atraviese o esperar a que lo hagamos nosotros, vosotros decidiis...

Valena recibió las instrucciones enérgicamente y empezó a andar rápidamente en círculos alrededor del barco hasta que se detuvo y con una cara bastante infantil asumió su papel en aquella decisión.

- Hyakki debería atender al herido y descansar correctamente, por lo que pueda pasar, así que queda descartado de las guardias. - Tras lo dicho, miró a sus compañeros. - Creo que Biggy no será capaz de informarnos si ve algo, así que solo quedamos Sobek y yo misma.

El gigante pareció no darle importancia a aquel comentario algo irrespetuoso, pero Lino se ofreció a ayudar con las guardias en pago por lo de su amigo, no así su compañero.

- Entonces yo haré el turno de noche, Lino el de mañana y Sobek el de tarde. - Sentenció sonriente frente a Zidane a la espera de una muestra de aprobación. - Dormiré durante el día para estar fresca y poder aguantar toda la noche.

Valena sabía que el turno de noche era literalmente el doble de largo que el de los otros, pero había decidido cargar con la parte más pesada en aras de que no hubiera quejas por los turnos.

Por su parte, Lino asintió y se ofreció a manejar el barco hasta que llegaran al cruce, pues se autodenomino como capaz de navegar aquellas aguas con relativa facilidad o, al menos, mejor que cualquiera de los inexpertos piratas que tripulaban el Sueño Sombrío.