Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 1. Atemporal

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27/05/2021, 18:34
Director

Es obligatorio poner los siguientes datos en el inicio de cada post para poder ubicar la escena:

Título de la mini historia. Sitio donde sucede la acción

Día. Hora aproximada

Pjs y pnjs implicados

Ejemplo:

Mirando las estrellas. Exterior Sur del Domo

Día 9 (2.00 a.m)

Keira, Einar y la luna ♥

____________________________________________________________________________

En este panel solo se puede llevar un rol a la vez.

Estos roles son independientes de la organización y formación militar. Es decir, aprender legislación de Einar se trabajará en el capítulo 1, no en la zona atemporal que va más relacionado con ocio, investigación o fastidiar al compañero...XD

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27/05/2021, 20:11
+Mikhail Kurik+
Sólo para el director

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

 

El ruso no había tardado mucho en llegar al gimnasio, principalmente para continuar con su rutina diaria de entrenamiento, como usualmente solía hacer. Sin embargo, había otro motivo para su presencia en dicho lugar. Había invitado a la ex sargento a entrenar, y posiblemente comprobar su capacidad física en combate cuerpo a cuerpo. ¿Por qué? Por varias razones. Primero, porque quería saber si podía contar con ella en el futuro, cuando deberían de luchar contra las amenazas con las cuales deberían de combatir. Por otro lado, porque deseaba establecer una relación más estrecha con alguien como ella, ya que, a pesar de que había sido degradada, no dejaba de ser alguien que poseía cierto conocimiento respecto a los altos mandos, y ni hablar de que podía enseñarle cosas que él desconocía por completo. Nunca era una mala idea hacer amistades con alguien así. Además, tenía que admitirlo, la actitud dura y fría de la mujer le resultaba agradable, a diferencia del resto de los gusanos que se encontraban entre los reclutas.

Por esa razón, esperaba que la mujer se mostrara en el gimnasio, de acuerdo a la invitación que le había ofrecido con anterioridad… aunque también esperaba que dejara de fumar la mierda que fumaba. Sólo servía para arruinar el cuerpo, y este era un templo que no debía de ser mancillado con semejante basura. – El cuerpo es un templo. – Repitió aquel mantra en voz baja, a medida que comenzaba a realizar una serie de flexiones de brazo, tras haber entrado en calor los músculos de su cuerpo. Si iba a pelear contra la ex sargento, tenía que estar preparado, no sabía cuán buena podría ser peleando, aunque también era verdad que no se había defendido mucho contra el capitán, por lo que era posible que se le diera mejor el combate con armas de fuego, y no así el cuerpo a cuerpo. Sea lo que fuera, aquello le serviría para distraerse un poco de las malditas condiciones del teniente. No había manera alguna de que pudiera ganarse el apoyo de tantos reclutas. La mayoría le odiaba, o le miraban con desprecio, ¿y tras las acusaciones de Lizza? Estaba realmente jodido. ¿Eso significaba que se daría por vencido? No, pero tampoco sabía muy bien qué era lo que haría al respecto.

Cabreado por aquellos pensamientos, no dudó mucho en levantarse del suelo, no perdiendo tiempo en encaminarse hacia al saco de boxeo, para no tardar en comenzar a golpearla como si fuera su peor enemigo. Todo era culpa de esos cabrones de mierda que se habían metido en lo que no debían. – Gusanos… - Masculló de mal humor, mientras continuaba golpeando con violencia, aunque precisión, al saco de arena. Lo peor era el hecho de que Jim había decidido hablar por él en cuanto a la selección de un líder de su grupo. Stealer no le caía mal, pero eso no quería decir que le viera como su líder. Aún no había tenido una pelea en el ring con él, por lo que le costaba aceptar a alguien que no le había ganado en una pelea. No tenía sentido, y no pensaba aceptar a alguien inferior a él, sin lugar a dudas. Bastante con que debía de aceptar a varios de los oficiales, con excepción de Malbone, sin haber probado un desempeño en combate cuerpo a cuerpo o armado. Nada le aseguraba que no fueran unos incompetentes sin talento, y la mierda que había largado el teniente, sobre que aquello era una familia para él, no era más que basura propia de un idiota. – Esto no es un maldito concurso de talentos. – Continuó diciendo entre dientes, antes de propinarle un poderoso golpe al saco.

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27/05/2021, 21:28
Eylo Yilmaz

Charla después de la formación. Biblioteca.

Día 10. Tarde.

Einar y Eylo

Eylo había asistido a la formación de Einar. La actitud de Eylo no había sido la más participativa del mundo, pero parecía haber prestado atención. Las veces que lo hizo demostró que no tenía demasiado idea de reglamento militar, aunque no le costaba hacerse a ello. Parecía que, de fondo, conocía la idiosincrasia marcial, solo que no se interesaba en exceso.

Einar, ¿podemos hablar? —le interpeló cuando terminó la clase. Eylo miró como se marchaba el último de los asistentes, aunque no parecía que le molestara que hubiera nadie escuchando —. Quería pedirte un favor. Estar pendiente de Narel, es decir, echarle un ojo de más. Si es necesario.

La petición era algo peregrina, quizá, pero a continuación se explicó tras un breve suspiro.

Mira.. lo que pasó con Mikhail. Tenías razón. Tú y Jim —dijo con sencillez —. No voy a excusarme, aunque en primera instancia quería informar de ello. Pero bueno.. las circunstancias.. elegí el mal menor en ese momento, cedí y acepté lo que creí mejor en ese momento. Me equivoqué —hizo una pausa moviendo la cabeza —. Eso no quiere decir que no haya dejado de creer que lo que ha pasado sea cierto, o que la amenaza que soltó Mikhail sobre Lizza o Narel sea mentira. Tampoco pretendo convencerte de lo contrario, sé lo que vi y sé lo que interpreté, pero.. no quiero correr el riesgo con Narel. De hecho, con ningún compañero o compañera del Domo.

Respiró hondo, le costaba acabar de cuajar el asunto sin que pareciera que quería posicionarle. Su intención restaba lejos de esa idea.

Confío en tu criterio. Viví unos años en un orfanato-escuela de la Comandancia —dijo lentamente, aunque parecía que esto era un tema un tanto espinoso para él —. Estoy al tanto de los formalismos, métodos, protocolos.. aunque.. a decir verdad.. yo y la autoridad nunca nos llevamos bien —sonrió con un aura de nostalgia —. Quiero aprender, formarme correctamente. Y quiero contar conmigo para que, al margen de mi intuición, tener tu punto de vista cuando sea necesario.

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28/05/2021, 11:12
Sargento Dunne Grey

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

 

Había pasado su primera mañana en el Domo y ya estaba que se subía por las paredes. A estas alturas del día, la mujer ya se habría buscado un soldado que la transportase hacia uno u otro PEC, o hacia cualquier planeta donde tuviera que conseguir algún tipo de provisiones. Harry le había apartado de todo lo que conocía, castigándola a permanecer en un sitio extraño con reclutas no formados, y algunos debían ser de lo peor puesto que, según había comentado el teniente, había habido un intento de violación. Grey tenía muy claro por las palabras de Townhall y sus miradas a los cadetes que el acusado era Kurik y la víctima Lizza, dos piezas de un puzle que parecía no encajar.

Y encima me invita a entrenar...

Maldita fuera su suerte. Las habilidades combativas de Grey eran un desastre. Si se negaba a pelear perdería el respeto de los luchadores del Domo y si luchaba y perdía, no dudando de que así iba a ser, sería aún peor. 

Tengo que marearle lo suficiente como para plantear un plan alternativo y que lo acepte... Por su expediente, me temo que este tipo va a ser bastante cerrado, pero tenerlo de mi parte me beneficia. Cubre lo que no puedo hacer... Tengo que plantear la situación de alguna manera que le resulte atractiva...

Grey entró al gimnasio con un pitillo en la boca, justo cuando Kurik repitió su mantra "el cuerpo es un templo". Las dudas que pasaban por la cabeza de la joven quedaron apartadas, comenzaba el juego y debía meterse en el papel de quien era, la sargento Dunne Grey, una mujer fría, capaz y calculadora. Su propia personalidad desaparecía cuando portaba el uniforme, pocas personas le conocían tal y como era, al fin y al cabo las máscaras formaban parte del día a día y ella se había habituado a ser camaleónica, como si de un personaje de rol se tratase, nunca mejor dicho.

Ver a Mikhail golpeando el saco no era una visión muy tranquilizadora, aunque la mujer, ya concentrada en su papel, se apoyó en la pared mientras observaba con media sonrisa a su adversario.

- ¿Descargando adrenalina? - Tiró el cigarro al suelo y lo pisó, estaba muy acostumbrada a actuar como sargento, mantenía su actitud intocable - Estás cabreado... ¿Ha sido por la acusación de violación? ¿Es mentira quizás? - Se cruzó de brazos delante de él, todos los gestos de la fémina destilaban seguridad y frialdad, otra cosa era lo que por dentro sentía. Eso sí, no parecía juzgarle, como si no hubiera una respuesta errónea en aquella cuestión. De Kurik dependía ser o no sincero.

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28/05/2021, 14:53
Einar Andersen

Charla después de la formación. Biblioteca.

Día 10. Tarde.

Einar y Eylo

Durante aquellos encuentros de corte académico, Einar se mostraba concienzudo y algo puntilloso a la hora de exponer los temas. Tras leer y releer los artículos y reglamentos que les atañían, trataba de dar consejos acerca de como recordar las numeraciones de los artículos o incluso se aventuraba en explicar por qué este o aquel artículo eran tan importantes y merecían una especial atención. Parecía como si aquello fuese algo personal para él, pero por otro lado parecía que realmente se preocupaba de que el resto de sus compañeros lograsen comprender y memorizar aquella ingente cantidad de teoría.

Al acabar, el recluta Yilmaz quiso hablar con el piloto en privado.

-Claro, Eylo, tú dirás-respondió en tono amable.

En el tiempo pasado en el Domo, Einar se había formado una buena opinión del Celenita. Parecía alguien para nada problemático, bastante cabal y propenso al diálogo, cosas que el espigado muchacho valoraba positivamente.

Ante la primera petición, parca en detalles, fue a responder, si bien prefirió esperar puesto parecía que Eylo tenía más que añadir.

El rubio escuchó con atención y de forma asertiva a su compañero, y esperó a que este acabase antes de responder.

-Mira, todos nos equivocamos. Y hay veces que tomar la decisión correcta es difícil...-parecía hablar con conocimiento de causa, a juzgar por como apretó la mandíbula y apartó la mirada un intante.-Lo importante es no renegar de esos errores, si no aprender de ellos-Dió una palmada en el antebrazo de su compañero, mostrando que no había cuentas pendientes.

-Con respecto a lo de Mikhail, si te soy sincero a penas tengo idéa de qué ocurrio...-dijo con algo de disgusto en su voz.- Yo no estaba en el gimnasio cuando pasó lo de las acusaciones, el combate y todo eso... De haber estado habría ido corriendo a.. ya sabes, a buscar algún superior, ¿no?-se frotó la nuca al decir eso último. Él mismo era plénamente consciente de que a ojos de la mayoría de los reclutas era una especie de autómata prececible, si bien intentaba modular sus tendencias a pasarlo todo por el código de conducta, elyes y normas, con dispar resultado, a decir verdad.

-Pero si algo tengo claro es que Mikhail a día de hoy es una amenaza para el resto...-dijo bastante convencido

-Independientemente de si las acusaciones son ciertas o no. Si son ciertas es carne de consejo de guerra. Si resultase que no lo son, sería un recluta absolútamente indisciplinado, que no atiende a normas más allá de algún tipo de jerarquía primitiva basada en la fuerza del puñetazo de uno mismo...-se cruzó de brazos, negando con la cabeza.

-Si no cambia radicalmente su forma de ver al ejército dudo que dure mucho por aquí...

Al darse cuenta de que estaba empezando a divagar, se forzó a volver al tema.

-Más allá de todo eso, puedes contar conmigo. No pienso pasar por alto ninguna actitud que entrañe riesgo para Narel ni para ningún otro compañero.

El piloto extendió su mano en dirección a Eylo, ofreciéndosela.

-Cualquiera de este Domo con la intención de que las cosas funcionen puede contar conmigo como  amigo

 

 

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28/05/2021, 15:53
Eylo Yilmaz

Charla después de la formación. Biblioteca.

Día 10. Tarde.

Einar y Eylo

A medida que la conversación avanzaba, Eylo relajó los músculos sintiéndose un poco más cómodo con Einar. El eridiano escuchó al piloto con atención, si algo tenía Eylo es que quien conversara con él se sentía escuchado y nunca juzgado.

No te culpes —dijo sorpresivamente, como si hubiera sido capaz de dilucidar alguna de las atribulaciones que pesaban sobre Einar —. No creo que te lo tenga en cuenta, ni tampoco creo que lo hayas hecho por malicia. Ninguno de los dos acostumbramos a mentir, hasta nos cuesta, ¿verdad? —sonrió febrilmente, empatizando con el hombre. No sabía cómo habrían ido los acontecimientos, pero podía ver cierto paralelismo en cómo se sentía Einar a cómo se sentía él.

En lo tocante a Mikhail, Eylo demostró estar en la línea de pensamiento de Einar. Fue asintiendo según escuchaba, añadiendo algunas observaciones.

En Eridiani llamamos a la gente como Mikhail chupaoxígeno. Puedo entender que cada uno tiene un carácter fuerte, difícil.. pero lo suyo va más allá —convino Eylo mientras se cruzaba los brazos —. Aunque también hay otros compañeros que no acaban de comprender dónde se encuentran, o cómo funcionan ciertas cosas. A mi me cuesta, pero entiendo que estamos sujetos al régimen militar.. que esto no es un campamento de verano como dicen los terrestres.

Tras decir esto, suspiró un poco, no quería convertir la conversación en un asunto denso acerca de la situación del Domo 12. Trató de relajar el ritmo de la conversación, aceptó la mano de Einar estrechándola junto a un asentimiento.

Iremos haciendo que las cosas salgan bien. Todos, como un equipo —dijo mientras dibujaba una sonrisa u poco más pronunciada, agradecida —. Gracias, Einar.

Notas de juego

Me he tomado la libertad, y me la corriges si quieres, sin problema, de haber deducido un poco lo de Einar con Grey. Un poco basándome por el rumbo de la charla, tu intepretación y que Eylo es bastante empático.

Si no estás de acuerdo, me lo comentas y corrijo el post ^^

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29/05/2021, 01:10
William P. Thompson

Con un café de por medio. Gimnasio

Día 10. Media mañana

William y Sarah

William acudía al gimnasio cuando Sarah estuviera terminando el entrenamiento. Llevaba un café doble para la joven y una pieza de bollería de la máquina. Esperó pacientemente y le acercó una toalla con la que secarse el sudor al terminar de entrenar para después ofrecerle el aperitivo que le había traído - Lo prometido es deuda - Le comentó con una sonrisa ligeramente triste por los sucesos ocurridos. - Hay algo que te quería decir... No voy a entrar en el resultado del combate ya que es lo de menos, no sé lo suficiente como para saber si fue suerte o no y la verdad... No me importa - Le puso una mano en el hombro con un gesto fraternal - Lo que quiero que sepas, es qué, contigo cerca me siento seguro y para mi es todo cuanto importa - Posiblemente Sarah se sentiría mal por haber "perdido" la lucha, pero eso era lo de menos, había actuado, había defendido a sus compañeros y era, desde luego, más de lo que habían hecho la mayoría si no todos, incluyéndole a él, que en combate cuerpo a cuerpo era terrible. - Quiero darte las gracias por actuar y por demostrar que se puede confiar en ti... me enorgullece llamarte compañera y si puedo ayudarte en algo, en lo que sea, cuenta conmigo... de corazón - aprovechó para entregarle unas pocas monedas - No pretendo pagarte eh - afirmó con una sonrisa - Hay una máquina expendedora con buen café en telecomunicaciones, invito yo a las próximas rondas - Le agradaba mucho esa mujer. Había demostrado mucho a sus ojos y tenía un corazón que no le cabía en el pecho, desde luego Billy haría cuanto pudiera por ayudar a alguien como ella. 

Sólo con tu enemigo puedes firmar la paz. Dormitorios

Día 10. Media tarde

William y Anne

[Este lo acabo mañana que ya estoy muy cansado ]

Notas de juego

Como ahora mismo no tengo ningún atemporal con otros PJs ^^U Voy a poner un par de escenas que quería tener con PNJs. No son tanto conversaciones como actos que quería tener, osea, no requieren una conversación per se. Una breve descripción valdría quizás a lo mejor más con Anne. 

No pensé que Billy fuera tan asocial ^^U

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29/05/2021, 01:47
+Mikhail Kurik+
Sólo para el director

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

La voz de Grey llamó la atención del ruso, si bien este no se detuvo, prefiriendo continuar golpeando el saco de boxeo sin piedad alguna. Estaba cabreado, y era mejor desquitarse con esa cosa que con la ex sargento. Después de todo, no le interesaba matarla a golpes, no cuando sabía que la mujer tenía su utilidad, y que tampoco le caía mal. Sea lo que fuera, continuó golpeando el saco por unos buenos segundos, dejando en claro que, a quien sea que golpeara de esa forma, le habría dejado en la enfermería durante un buen tiempo. Sin embargo, tras un instante de golpes constantes, se detuvo, para luego desviar su atención a la mujer. Su mirada se concentró en el cigarro en el piso, antes de chasquear la lengua, ciertamente molesto por semejante visión, en especial en el gimnasio, un lugar que era un templo para otro templo como lo era el cuerpo. – No deberías fumar esa basura. – Aconsejó con frialdad, a medida que se encaminaba hacia Grey, manteniendo una expresión neutral en su rostro.

La pregunta le tomó por sorpresa, antes de fruncir el ceño, ciertamente molesto por el hecho de que le hubiera preguntado eso. No obstante, parecía que no le juzgaba, o al menos no lo demostraba. - ¿Te estoy violando? – Le preguntó a la mujer con aquel tono frío, no tardando mucho en chasquear la lengua. La cabrona de Lizza había roto su palabra, y no dudaría en darle su merecido por ello. Sin embargo, de momento, no podía hacer nada al respecto. Todas las miradas estaban concentradas en él, y aún no sabía si sería expulsado del Domo. Dudaba mucho que pudiera obtener los votos que necesitaba. No era bueno para hacer sociales, y no había duda de que muchos le odiaban o sentían cierto desagrado por él. Demasiados. – Estoy cabreado, sí. – Afirmó con frialdad, antes de levantar el mentón en dirección al ring. - ¿Quieres entrenar? – Le preguntó a la mujer, para luego dedicarle una mirada que parecía buscar analizarla.

– No se te da bien, ¿verdad? – Le hizo otra pregunta, sin aclarar demasiado a qué se refería. – Pelear. – Aclaró esta vez. – De lo contrario, le habrías dado una golpiza al capitán. No lo hiciste. – Dijo con confianza en sus palabras, manteniéndole la mirada. – Igual, tienes la actitud necesaria. En parte. – Se encogió de hombros. Mikhail no era un idiota, había observado cómo la mujer se había dejado intimidar por el borracho de porquería, cuando este había golpeado a su lado. Había llegado a la conclusión de que no era muy hábil cuando se trataba de pelear. Aún así, debía de tener algo para haber llegado al rango que alcanzó. Sea lo que fuera, no se demoró en darse la vuelta para caminar hacia el ring. – No te preocupes, no voy a matarte a golpes. – Le aseguró con algo más de calma. No había duda de que todo lo acontecido había tenido algo de efecto en él, ni hablar del hecho de que debía de juntar la aprobación de varias personas que le detestaban. Sabía muy bien que debía de buscar una alternativa para no ser expulsado.

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29/05/2021, 17:41
Einar Andersen

Notas de juego

¡Perfecto!

De hecho Einar da por hecho que mucha gente intuye que él está implicado de alguna manera, por lo que no le ha sorprendido

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31/05/2021, 01:07
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Domo.

Daya y Eylo

Después de una semana bastante movida con todos los cambios y adaptaciones, Eylo encontró hueco para compartir la prometida noche con Daya. Con todo el aparataje encima y buen abrigo, la noche no hacia distinciones, Eylo esperó la llegada de Daya cerca de la esclusa. Había pasado toda la semana de guardia por la noche, así que con el horario cambiado, para él casi era por la mañana.

Buenas noches, Daya —asintió con una sonrisa leve —. ¿Lista para acabar de echar una ojeada al cielo? Aunque ahora con las naves, la perspectiva cambia, seguramente.

Una vez que Daya estuvo con el traje, abrió la esclusa saliendo del Domo 12. No pretendía alejarse demasiado, pues nada más salir sintió el mordisco del frío al que se acostumbró gradualmente.

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31/05/2021, 10:28
Sargento Dunne Grey

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

 

Dunne observaba el impacto de potencia del ruso sobre el saco de boxeo. El joven Mikhail tenía una energía desbordante que canalizaba de manera metódica contra el objeto, una suerte que no fuera enfrentándose a ella misma. El hombre la miró y se fijó en el cigarro tras chasquear la lengua, supo Grey que no le gustaba aquello, a muchos no le agradaba el tabaco.

- No debería, tienes razón, pero me gusta trasgredir normas - Le miró a los ojos, los de ella eran espectacularmente verdes - Y por eso estoy aquí - Levantó los brazos en señal de rendición, aceptando de una buena vez haber tirado su carrera militar al cubo de la basura, o al menos, temporalmente según creía. Siempre habían más ases en la manga.

- No, no me estás violando. Físicamente al menos - Una sonrisa amplia, no le juzgaba y tampoco buscaba retar, tan solo mantener una charla calmada de tanteo - Tampoco lo permitiría, ya sabes que siempre voy armada - Asintió ante la afirmación de que estaba cabreado - Se nota mucho tu estado de ánimo y no te culpo, en tu situación tampoco yo estaría contenta. Puedes jugarte el puesto de recluta por algo así, es más, ahora mismo dudo que tengas muchos apoyos en el Domo. Pero esa situación puede cambiar, revertirse... ¿Sabrías cómo hacerlo?... - Aseguró la fémina, sentándose en el suelo del ring, tras acceder a este, justo en la escalerilla, impidiendo el acceso a Kurik, tomaba su tiempo en retrasar el supuesto combate.

- Se me da tan bien pelear como a ti hacer amigos - Admitió, apoyando los codos sobre sus piernas, echándose hacia adelante para mantener cierta proximidad y seguir hablando con un tono de voz bajo, cálido y muy seguro de sí misma - Ícaro y yo no nos habríamos molido a golpes nunca - Dijo ella con firmeza - Y no hay puño que sobrepase a un táser, tampoco voy a enfrentarme a un Skullrep con las manos vacías, esa no es mi función... En mi última misión tuve un ascenso, fueron mis palabras las que determinaron que más de cinco mil hombres no muriesen en Coltanium ante un ataque alienígena. Fue uno de los más duros y sanguinarios que he visto jamás... Yo siempre estoy protegida por gente como tú, combatientes de primera línea, tres suelen cubrirme en campo de batalla, ellos sacrificarían su vida para mantener la mía, porque de mi existencia depende la del resto de las tropas... - Explicó acariciando la lona del ring - Por eso no soy particularmente buena con los puños, podrías calificarme de mala incluso..

El joven estaba dispuesto a subir al ring para entrenar, algo que Grey deseaba evitar de alguna forma - No vas a matarme a golpes, ¿qué pretendes pues? ¿Darme unos azotes? - Sonrisa divertida - ¿No te sale mejor practicar tiro? Eso sí es algo más realista de lo que hacen a diario los soldados espaciales. Las peleas de boxeo u artes marciales no tiene demasiado sentido en el ejército más que para sentirte en forma, y tú eres un hombre práctico, ¿verdad?... Un soldado espacial no pegaría a un skullrep, le pegaría un tiro dejando que esa criatura se desangrase sobre el suelo y luego prendería fuego a su cadáver... Pelear con puños es algo meramente humano...

Y allí estaba Dunne, sentada en la escalerilla del ring tanteando la posibilidad de irse juntos a pegar tiros en alguna región externa del Domo, pero ella no elegía, le daba lo opción a que él lo hiciera.

- Quizás tengamos suerte y encontremos algún bicho asqueroso para eliminar. No me digas que la idea no es tentadora... - Mantuvo sin dejar de sonreír.

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31/05/2021, 20:55
Einar Andersen
Sólo para el director

Jefa! quedo a la cola para usar a la Ex-Sargento Grey por aquí 

( vale, ha sonado fatal, pero ya me entiendes xD)

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31/05/2021, 20:56
Daya Banerjee

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Domo.

Daya y Eylo

Se había hecho de rogar aquella salida al exterior, pero entre todas las novedades que habían sucedido en los últimos días, el ritmo en el domo se había vuelto de locos y todos habían necesitado unos días para poder organizarse.

Daya entró en la sala que daba acceso al exterior con el casco protector en las manos, completamente vestida ya salvo por aquella prenda, encontrándose allí con Eylo que había llegado primero. No pudo evitar alegrarse de verlo ya allí, nada le había impedido ir.

-Me alegra verte aquí y poder salir al exterior juntos. Ummm no te creas, no cambia tanto. Solamente hemos realizado vuelos en atmósfera y de día así que, por ahora, este es mi rato de estar bajo ellas. Además, no es lo mismo. Aquí puedo detenerme y observarlas el rato que quiera, no pensar o pensar mucho, depende de cómo lo mires, pero a los mandos de una nave es imposible muchas veces tener estos momentos de comunión con ellas. Cuando siento realmente lo pequeñita que soy es cuando siento el planeta bajo mis pies y veo toda esa inmensidad sobre mi cabeza-rio mientras se ponía el casco-Si sigo así te voy a espantar y al final saldré sola… Salgamos antes de que te arrepientas de gastar minutos de sueño con un bicho raro de Innum.

Se abrochó el casco, realizó las últimas comprobaciones de seguridad y le dio el ok a Eylo que procedió a abrir la puerta. Sintió el frio casi en el mismo instante, pero era fortalecedor sentirlo, la temperatura constante del domo había veces que la ponía nerviosa acostumbrada a los cambios de temperatura de su Innum natal. Sentir el frio era natural para ella, aunque sabía que eran frios diferentes. Aquel estaba cargado de muerte y, un pequeño fallo, podría ser mortal.

Esperó a que Eylo cerrase la puerta tras ella y la luz disminuyera. Dejó que sus ojos se hicieran a la oscuridad reinante antes de encender la pequeña linterna unida al caso que les daría luz hasta donde querían ir.

-Cuidado donde nos sentamos. No quiero sentarme encima de uno de los congéneres de las mascotas de Kalina ni en sueños. ¿Qué tal ha ido la semana? -levantó la vista para mirar al cielo oscuro y sonrió-¡Cómo necesitaba ver esto! Después de esta semana, esto es todo un regalo…

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31/05/2021, 21:02
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Eylo dejó escapar una risa leve mientras escuchaba a Daya, movió la cabeza mientras continuaba el proceso del cierre de la escuclasa, respondiendo a la joven.

Eh.. te arriesgas a que yo empiece a contarte batallitas de Eridani, y te recuerdo que también sé pilotar —repuso on humor cuando se disculpó por sus explicaciones —. Yo no lo llamaría gastar. Yo lo llamaría, disfrutar.

Como si lo tuviera ensayado o la casualidad se hubiera aliado con él, las luces se atenuaron justo cuando dijo esa última palabra dando lugar al hermoso firmamento de Protect. La nula contaminación lumínica permitía una visión privilegiada, Eylo caminó buscando un sitio para sentarse.

No te hubiera encontrar el sitio de donde los sacamos —le soltó con una risa breve. Cuando encontraron un sitio, no lejos de la esclusa, Eylo se sentó con pesadez. Aunque su cuerpo se había acostumbrado a la gravedad de Protect, aun le quedaba un largo camino para estar aclimatado del todo.

¿La semana? Bueno.. de guardia.. ayudando con las llamadas a casa.. reparando aparatos.. estudiando para el primer exámen —lo enumeró como si fuera rutina, sin entrar a fondo, contemplaba las estrellas del mismo modo en cómo lo hacia Daya —. Es complicado.. acostumbrarme a gente tan distinta a mi —admitió, pensativo —. Para mi hay cosas que son naturales, que nunca se discutirían en casa, pero aquí.. —suspiró con un deje de resignación.

Levantó la mirada una vez más, como todas las noches que tenia oportunidad, buscaba Eridani en el firmamento. Sabía que no la encontraría, pues la estrella se encontraba en el otro hemisferio, pero le gustaba creer que la encontraría algún día.

Sí, ha sido una semana.. —no terminó la frase, pero por el tono dejaba claro que coincidía cno Daya —.. ¿Y tú? ¿Cómo lo llevas?

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31/05/2021, 22:01
Sarah Castle

Con un café de por medio. Gimnasio

Día 10. Media mañana

William y Sarah

Sarah había decidido entrenar, iba a ritmo lento, aún le dolía todo el cuerpo por la paliza recibida. Lo único bueno es que estaba acostumbrada y el dolor no parecía ser impedimento para ella. La mujer, tras hacer una serie de abdominales y limpiarse el sudor con la toalla, se percató en la presencia de Thompson, acercándose a él.

- ¿Lo prometido es deuda?... Será verdad - Cogió el café con la ilusión de quien no bebe en días - Muchas gracias Billy, me acabas de hacer la mujer más feliz del mundo - Y su sonrisa subrayaba ese hecho - ¿De dónde lo has sacado? No vayas a meterte en líos... ¿Hay en la cocina?...

El joven comenzó la conversación que le había llevado al gimnasio, escuchando la gran mujer aquello que Thompson venía a decirle, denotando la nobleza interior que mostraba - Cuando se pelea nunca hay que subestimar a un enemigo, a veces se gana y otras se pierde. Kurik fue mejor, tuve fallos y él supo aprovecharlos. Esto solo me enseña a que debo mejorar - Suspiró - Agradezco tus palabras, no puedo negar que me taladra la cabeza el no haberlo hecho mejor, por Lizza, en especial por ella... Y por la fe que habíais puesto en mi persona... Mejoraré por todos vosotros, os debo eso... - Comentó Castle, la cual dio un golpe suave en el hombro del joven - Te abrazaría pero necesito una ducha... Y no me des las gracias, yo no soy muy lista, ni hábil con las máquinas, hay muchas cosas donde soy más un estorbo que ayuda. Pero en defender lo que creo con puños... Sí, en eso suelo ser buena...Si la causa es justa, me debo a vosotros... - Bebió parte del café y miró las monedas, negó con la cabeza.

- De acuerdo, no me estás pagando, pero el dinero es algo muy frío. Hagamos una cosa, si invitas a las rondas de café, lo tomamos juntos mientras echamos unos dardos en la sala recreativa, ¿te parece?... No me gusta obtener cosas porque sí, el café no es nada sin la compañía - Y esa era otra gran diferencia que la hacía especial, valoraba a las personas por encima de lo que podría obtener para sí.

- Por cierto, Billy. Espero que tú también estés bien. No volverá a pasar nada igual, todos estaremos atentos. Lizza no volverá a sufrir miedo aquí, en su casa - Aseguró poniendo la mejor de sus voluntades

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01/06/2021, 00:25
Daya Banerjee

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

 

-Me he arriesgado a salir aquí con todas las de la ley-​​​-contestó, siguiendo la amenaza a Eylo-​​ No me asustaré de nada de lo que pueda oír. 

Disfrutar. Le gustó escuchar la definición que le daba Eylo a la salida- Esa es la palabra exacta. Muchas veces me pregunto cómo es que hay personas que no saben valorar esto. Un cielo sin contaminación lumínica ni ambiental que permita ver las estrellas casi como si uno pudiera cogerlas y reorganizarlas a placer ahí arriba dando lugar a nuevas constelaciones...-​​

Había mirado un mapa estelar antes de salir y comenzó a intentar situarse mientras caminaba tras Eylo.

-Cierto, si no recuerdo mal... Rush Walker. Me pareció un nombre curioso cuando me lo dijiste. Es, no se, diferente. Y, sabiendo pilotar, ¿porque no has venido nunca al hangar? Hemos estado poniendo a punto las Eagles, hubieras sido de ayuda, estoy segura de eso. Pero estas más cómodo en la sala de comunicaciones... Me resulta curioso. Sabes que serías bienvenido, ¿verdad? Hay veces que creo que el resto nos veis un poco a la distancia... Los pilotos y los mecánicos no mordemos.

​​​​​​No le pasó desapercibido como Eylo de dejo caer para acomodarse. Ella casi lo hizo igual- La semana está siendo increíblemente agotadora. Odio las leyes. se que son importantes pero...soy más de hacer cosas que de hincar codos, más de practica. Estamos probando las naves y... Ummm ¡desconectemos de la semana...!- le guiñó un ojo, cómplice a través del visor del casco mientras se ponía cómoda en el duro suelo del planeta- ¿Por donde está Eridani? ¿Y por donde la Rush Walker? No es fácil dejar de lado ciertas cosas...y aprender a vivir con gente tan diferente a ti, tan diferente a mi, pero a la vez tan parecidos. Estamos todos aquí al fin y al cabo. Tenemos algo que nos une, aunque con algunos sea más fácil de ver el parecido que con otros. Venga, vaquero espacial, hablame de tu nave y ponme los dientes largos. ¿Por donde has estado con ella? Tienes tú más parecido con Einar que conmigo, los dos habéis pilotado ahí arriba, entre las estrellas... 

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01/06/2021, 01:11
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Quizá algunos están aburridos de verlas —aventuró, pero con un tono con el que no creía que alguien pudiera hacerlo. Escuchó cómo describía su forma de ver las estrellas, a Eylo le acompañó cierto halo de nostalgia. No dijo nada, pensó en casa, y asintió con una sonrisa sutil.

La Rust Walker, sí —corrigió amablemente a Daya, pero reconociéndole la memoria —. Tenia tareas en telecomunicaciones, ya sabes. Que no me hayas visto no quiere decir que no me haya pasado —bromeó  apoyando las manos en el suelo, inclinándose hacia atrás para contemplar el firmamento —. He crecido entre hangares, estaciones, talleres.. para mi esto.. —movió la cabeza refiriéndose al planeta —.. era lo extraño. Incluso en Celenis, el cielo era siempre rojo por la nube de polvo que cubre todo el sistema. Na —negó con naturalidad—, me pasaré más. Palabra. Y déjame debatirlo, eso de no morder.. no estaría tan seguro —soltó una carcajada breve, como si recordara algo, miró a Daya y sonrió misterioso guardándose un secreto para él.

Nadie lo diría. Se te da bastante bien organizar —comentó mientras salió el tema de las leyes —. Yo siempre tuve problemas con la autoridad, era el bala perdida, así que.. me toca adaptarme. Está bien, está bien.. nada de hablar de la semana.

Asintió de acuerdo sin perder el humor, escuchó a Daya preguntar por Eridani, por la Rust Walker, por su familia. Miró de soslayo a Daya, le gustaba la forma que tenía de expresarse y ver las cosas. Rindiéndose a su petición, asintió lentamente. La mirada volvió al cielo, pensativo.

Siento decepcionarte, pero Eridani no se ve desde este hemisferio —empezó un tanto jocoso —. No sé por dónde estarán, pero rara vez salíamos de ahí. Hay trabajo para aburrir. Es un sistema peligroso, traicionero si te confías, la nube de polvo está por todos lados y en su interior.. meteoritos, cometas, fragmentos de naves.. todos danzando alrededor de Eidolon —había un componente casi mágico en la forma en cómo narraba aquello Eylo, sobrenatural incluso, cuando hablaba del gigante gaseoso de Eridani —. Eidolon siempre está ahí. Si lo miras, sientes que él te mira a ti. Es.. bueno.. —volvió su mirada hacia Daya con una tenue sonrisa—.. único.

Eylo asintió según escuchaba a Daya, pensaba con calma cómo explicarle algo que era importante para su gente. Algo que muchos forasteros llamarían supersticiones, pero no le importaba, Eylo creía en ello y vivía sintiendo eso.

Mi gente cree en algo que se llama Teluria, un vínculo invisible e irrompible que nos une a todos —explicó lentamente, buscando cómo definir algo que, por definición, no la tenía —. Teluria es.. comunidad.. es familia. Es lo que nos recuerda que, a pesar de nuestras diferencias, todos compartimos un corazón, una alma, un propósito y nos une con el cosmos —durante unos instantes, Eylo se quedó en silencio, recordando. Cuando volvió a hablar, parecía que estuviera citando a alguien —. Somos la nota disonante del cosmos. Quienes desafiamos su armonía, quienes deben escribir su propia partitura y transformarla en una de nueva, maravillosa.

Aquellas palabras estaban tan impuestas en la psique de Eylo que, al pronunciarlas, lo hizo con la voz de alguien más. La mirada se volvió por unos momentos soñadora, idealista, y cuando bajó a la realidad y miró a Daya, sonrió un poco azorado. Carraspeó un poco, apartó la mirada unos instantes asintiendo.

No hay mucho que contar, la verdad. Viajábamos por todo el sistema recuperando naves varadas, pecios.. alguna vez viajamos fuera del sistema, pero poco más —tras el sonrojo, afloró una sonrisa melancólica —. La Rust era un desastre. Se caía a cachos. Era un viejo carguero de clase ET-44 —Daya podía pensar que llamar viejo a ese cacharro era generoso—, muy modificado. Pero el diseño era recio. Tenía problemas con las esclusas de babor, y la calefacción a menudo se jodía. Tenía.. —se recostó para encararse a Daya ahora, hablaba con entusiasmo—.. un sistema de calibración de deriva automático pésimo. Cuando tocaba atracar en una estación, debíamos hacerlo en manual. La Rust estaba llena de arañazos, de las veces que nos dábamos con los muelles de atraque. Cada rascada llevaba el nombre del que la había provocado.. la Carter, la Diana, la Eylo.. la Kimball.. —hablar de ello provocó que Eylo fuera consciente lo terriblemente de menos que echaba a su gente, a su familia. El entusiasmo menguó un poco, pero no había tristeza en su gesto —. Cada mes celebrábamos un cumpleaños. Los ciclos anuales en el espacio pierden un poco el sentido, ¿sabes? Así que fijamos una fecha para cada uno de nosotros y los celebrábamos, era nuestra forma de disfrutar, una excusa para liarla —rió recordando mil anécdotas, todas guardadas con sumo cariño. Bajó un poco la cabeza, quizá avergonzado por haberse echado a la carrera con la narración y volvió a encararse al firmamento.

¿Sabes? Muchas de las luces de las estrellas que nos llegan murieron hace tiempo —dijo con cierta serenidad—. Son como los recuerdos. Da igual que terminaran, siempre los recordaremos, siempre brillarán para nosotros y nos guiarán para no perdernos en la noche —volvió la mirada hacia Daya—. ¿Y qué hay de ti? ¿Cómo era la vida en Innum? ¿Qué era de la vida de Daya Banerji antes de Protect? —pronunció fatal su apellido, estaba claro que su acento y la rareza del mismo le suponían un problema a Eylo.

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01/06/2021, 06:52
+Mikhail Kurik+
Sólo para el director

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

El ruso miró a Grey, luego de que esta se expresara respecto al cigarro, para luego fruncir el ceño, nuevamente. - ¿Trasgredir normas? No. Destruir tu cuerpo. Tu arma. Eso es lo que haces. No sirve de nada poder disparar un rifle si ni siquiera puedes respirar. – Le explicó con total seriedad, no pudiendo creer que tuviera que hablar de algo tan básico. – Te ha ido mal, y aún así continúas “trasgrediendo normas”. – Esbozó una sonrisa salvaje, como si la estuviera llamando, indirectamente, tonta. ¿Quién demonios cometía un error dos veces? – No te estoy violando. Punto. Eres atractiva, pero no voy a violarte por eso. – Reconoció, cuando la mujer le dijo que no lo hacía físicamente. En ese momento, pensar en algo así, no estaba dentro de sus planes, en especial cuando tenía cosas en las que preocuparse. Estaba demasiado cabreado con todo lo que había acontecido, y ni siquiera sabía cómo resolvería mucho de esos problemas. Estaba jodido, y lo sabía, en especial respecto al maldito examen de Legislación. Daba igual lo que estudiara, jamás podría aprobarlo. Los exámenes teóricos de esa clase no era lo suyo. Un maldito guerrero no necesitaba conocimiento de legislación. Necesitaba poder matar a su enemigo. Esa era la esencia de un guerrero. Malditos idiotas.

Sea lo que fuera, ante la pregunta de la mujer, el ruso negó con la cabeza, aún cabreado. – No. No tengo idea. Ni siquiera sé cómo voy a aprobar ese examen de mierda. Soy un guerrero, no un maldito traga libros. – Afirmó con frialdad, a medida que veía cómo la ex sargento se sentaba sobre el ring, sin dejarle acceder al mismo. Mikhail no era idiota, sabía lo que estaba intentando hacer, pero prefirió escucharla en silencio por un instante, mostrándose interesado por comprender lo que pasaba por la mente de la fémina. – Básicamente, dejas que otros peleen por ti, mientras tú permaneces con el culo sentado, esperando los resultados, ¿no? – Declaró con simpleza y sequedad en su voz. Aquello era la norma entre algunos oficiales, algo que no le sorprendía demasiado. En efecto, Grey no parecía de la clase de persona que tuviera material como guerrera, pero sí que tenía el suficiente cerebro como para liderar a un grupo de combatientes, y obtener buenos resultados. Era una mujer que parecía tener el intelecto de un zorro… algunas veces. Hasta que la jodía por completo y la degradaban. – Aún así, cometiste un error. Bueno, dos. – Dijo al final, en referencia al cigarro. – Tal vez cometas tres, al pensar que no voy a subirme a ese ring. – Se expresó, ciertamente divertido.

La pregunta de los azotes hizo que el ruso esbozara una sonrisa leve. - ¿Eso es lo que quieres? ¿Unos azotes? – Le preguntó con cierta picardía, antes de asentir al resto de la explicación. Sin duda, nadie lucharía contra un Skullrep con las manos vacías. Sólo un idiota, y Mikhail no era tan idiota como para hacer algo así. – Disparar un arma es lo que mejor se me da. – Afirmó en respuesta a su pregunta. – Pero algo así no entrena tu cuerpo, ni tampoco tu cerebro, a menos que el objetivo esté vivo. No sirve de nada dispararle a algo que no se mueve o que tiene un cerebro muy pequeño. – Aclaró con tranquilidad, nuevamente explicando algo que suponía que era muy básico para un guerrero como él. – Cuando peleas, no sólo entrenas tu cuerpo, entrenas tus reflejos, y compites contra la inteligencia de tu adversario. Tu oponente no va a quedarse con el culo sentado a esperar tus golpes como un imbécil. Pelear con los puños no es sólo darse de golpes como un idiota. Es usar la puta cabeza. – Le explicó, antes de dedicarle una mirada seria, lo que dejaba en claro que no estaba bromeando, ni aceptaría una discusión al respecto. - ¿Quieres disparar? Bien, vamos a disparar algo, pero no intentes venderme un discurso barato. No servirá conmigo. – Le mantuvo la mirada, como si intentara analizar algo en ella. – Da igual. Lo que me importa es conocerte, y ver la clase de persona que eres. Ya tengo una idea. No eres fuerte físicamente, ni tampoco tienes el entrenamiento de un guerrero, pero tienes otra cosa que es necesario. – Dijo al final, a medida que comenzaba a caminar hacia la salida del ring. – Vamos. Ah… y… - Se detuvo un instante en sus pasos. – Te recomiendo que no te juntes con los mediocres. Te arrastrarán a la mediocridad. – Aseguró con confianza en sus palabras.

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01/06/2021, 12:34
Duncan "Duke" McCarthy

Paseando a Miss Daisy. Exteriores del domo, con contacto visual a la base

Dia 15. 11:00

Jim y Duke, marginalmente Yum, y un coche...

El cargamento de suministros médicos había llegado y tras desempaquetarlo comprobó que su pedido había llegado íntegro. No pudo evitar sonreírse con picardía, preguntándose si había sido capaz de vencer al sistema o si, al contrario, simplemente había sido un ingenuo y bastaba con que lo solicitara para que le enviaran lo que él quisiera. Ahí estaba, una caja entera de condones, y ahora le tocaba la tarea de repartir para que no hubiera un baby boom en la base. Las tensiones de los primeros días podían desembocar en encuentros apasionado, los encuentros apasionados en embarazos y el ejército no estaba dispuesto a renunciar a cadetes en los que se había dejado mucho dinero. Cogió una caja de 10 paquetes y se dirigió a hacer parte del reparto en el garaje. Allí esperaba encontrar a los mecánicos, y con suerte a Jim, aunque de esta última no sabía muy bien que pensar o a que atenerse.

Decir que era enérgica e impredecible era poco. Era un torrente de energía, y aunque estaba un poco descarriada eso era de las cosas que más le gustaban de ella. No habían hablado mucho desde lo del PICADER-0, y Duke lo había achacado a desinterés, o simplemente a haber sido abducida por las teorías de Vera, los hombres son basura, blablabla, y claro, Duke podía ser mudo, pero hombre seguía siendo. Su encuentro había sido excitante, aunque, desgraciadamente no le había sacado ninguna palabra. Le había tirado alguna coña sobre repetir el tratamiento pero o no le había escuchado, no le había prestado atención o simplemente no estaba interesada y por eso Duncan había decidido tomárselo como una de las ideas de Jim: Estimulación de músculos faciales y lingual. No había funcionado, pero por dios, esa mujer tenía dinamita en los labios. Sacudió esos pensamientos de la mente en cuanto entró al garaje, que no quería que la gente pensara que era un sátiro o algo peor, más cuando lo que llevaba en las manos podía dar la impresión de ello.

Se acercó a Yum, la mecánica del domo, y con una sonrisa de circunstancias le alargó una de las cajitas. Se encogió de hombros y escribió en su comunicador
- Nunca se sabe cuando puede surgir el amor, y si no, siempre puedes usarlo para comerciar, o para alguna reparación....He oído que son como las bridas o la cinta americana.

Le sonrió y se dirigió hacia Jim que estaba trabajando en uno de sus vehículos. Aquello iba a ser embarazoso, pero si podía comunicar la muerte de alguien querido a familiar desolados decirle a una diosa del morreo que allí tenía una caja de preservativos para lo que necesitara no sería tan difícil. Intentó carraspear, pero sus cuerdas vocales le dijeron que nanai, así que tecleó en su comunicador.

- Hola Jim, regalo del alto mando. Nada de niños, el ejército se toma muy en serio la natalidad en sus filas.... - Sonrió desvergonzado, porque era la única manera en que podía hacerse, era eso o enrojecer como una colegiala, y aunque pasara de él Duke tenía todo su orgullo escocés. Miró al vehículo y le dio un par de palmadas. Parecía sólido aunque no creía que fuera el PICADER-0, aunque todos se parecían, grandes y con ruedas. Se le ocurrió una cosa, así que empezó a teclear

- Oye, la idea que tuviste sobre hacer de uno de estos vehículos una ambulancia me pareció muy buena. Como seguramente no voy a poder disponer de ti siempre que te necesite.... Te importaría darme unas nociones de como conducir este cacharro? Seguro que no doy saltos en las dunas como tú, pero necesito saber lo suficiente para poder recoger un enfermo. Puedes?

Sabía lo que parecía, pero no pensaba en ello, bueno, sí, alguna vez había pensado en ello, pero no ahora, ahora solo pensaba en sus pacientes, en salvar vidas, claro, pensar en esa lengua no era profesional, no era propio de un médico. No, el necesitaba saber como funcionaba ese cacharro, Jim era la experta y él le preguntaba. Así de sencillo. Si no fuera porque no sabía como se lo tomaría, e igual le montaba una escena de rechazo, o se ofendía, o..... no sabía por donde iba a saltar Jim, porque era impredecible, y eso era de lo que más le gustaba de ella.

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01/06/2021, 14:57
Jim Foster

Estaba en el garaje con Yum trasteando las piezas que nos habían hecho llegar para construir el Mech. La mayoría eran de vehículos pesados en desuso - es increíble, hay hasta piezas de tanques, Yum - habían mandado varios contenedores y ahora mismo me encontraba como si estuviera en una feria, no me revolcaba entre las piezas porque la mayoría estaban sucias y eran pesadas; tampoco era mi intención cortarme.

Al principio, motivada por lo que veía empecé a separar las piezas interesantes de aquellas que ocupaban mucho bulto - nos han mandado muchas ruedas, igual creen que vamos a construir una caravana - aunque igual con tanto neumático hubieran sospechado que íbamos a construir un tanque oruga - habrá que avisar a Evan para que registre todas estas piezas - no manejaba la idea del ingeniero que no sale de la oficina, así que, supuse que Evan vendría a realizar un inventario con todo lo que nos habían mandado - Sí, tienes razón... Igual le sale barba antes de que acabe jajajaja - Yum era una mecánico con la que se podía pensar en voz alta, así qué, asumiendo que estábamos solas las dos, no me corté mucho a la hora de hablar - diosss, con estas ruedas le pasaríamos por encima a Mikhail varias veces - incluso manejaba la idea de colar una de estas ruedas gigantes y colocarla detrás de una puerta que fuera abrir, así le pasaría por encima.

En estas, llegó Duke. Me giré para ver qué nuevas traía y si venía con alguien más - ¿Qué le trae al médico más popular del domo 12 acercarse por aquí? ¿Perdiste algún tornillo? - igual me decía que estaba buscando ideas para alguna prótesis, quizás la pata-rueda podría ser un adelanto en la medicina transhumanista, pero ahora mismo con semejantes tamaños de ruedas por allí como que no me hacía a la imagen - a ver, cuenta, cuenta.

Me acerqué a por un trapo y me limpié las manos y la cara, igual de tocar los neumáticos me había ensuciado las manos y tampoco quería al hombre de la bata blanca ponerlo negro. 

Vi que le daba algo a Yum, una especie de caja - ¿Qué es eso, estás repartiendo bombones? - me acerco motivada por la curiosidad y me sale con aquello de los niños. Cerré un ojo y sonreí - ah genial ¿has probado que te entrasen? - Esperaba que no hubieran tomado como referencia al enanito. ¿Realmente el ejército había pensado en eso? O quizás Duke les habría pedido aquello para evitar embarazos no deseados y otras cosillas - ¿son todas las que son o tienes más? - lo veía demasiado contento con aquellas cajitas e igual no se había dado cuenta de una cosa - si quieres los reparto yo, conozco quien los pudiera necesitar - Kalina y René seguramente un par, a la chica se la veía muy necesitada y el otro con aquella cara de impúber necesitaría hasta un manual de instrucciones - y podrías tener un problema si lo das a quien no debes - por ejemplo a Evan, que estaba más salido que el tupé de René - ésto es como un arma, en las manos equivocadas puede resultar... Peligroso. Y tú no quieres acabar con las manos vendadas, verdad? - sería muy fuerte que el único médico del domo acabase vendado como una momia y mudo, bueno sin poder escribir vaya, porque hablar no hablaba aún - pues ya me encargo yo de repartir ésto, tranquilo - le cogí las cajitas y me las llevé.

Seguramente habría que esconder aquella mercancía hot, quizás lo mejor sería enterrarla fuera como si fuéramos piratas. Aunque seguro que alguien iría detrás para averiguar qué haría yo ahí fuera. Igual si metía aquella mercancía en una caja que pusiera mi nombre... Estoy segura que habría más seguridad así, y si además pusiera una trampa para ratones en la apertura, estaba segura de que a la comida sabría quién lo habría intentado.

Lo de la ambulancia me cogió desprevenida, es verdad que se lo había comentado en el último paseo pero... - la ambulancia la conduciría yo, tú tendrías que ir atendiendo al paciente ¿no crees? - si conducía Duncan habría que buscar otro médico para que lo atendiera, estaba segura que antes de frenar el vehículo lo estrellaba - pero oye, me parece perfecto darte unas lecciones básicas de conducir, por si acaso - había muchos vehículos allí y tampoco los iba a conducir yo todos, así que, no me pareció mala idea enseñarle - entonces voy a meter un par de cosas y salimos en 5 minutos, vale? - Le cogí una cajita, miré cuántos contenía y los llevé al vehículo - toda precaución es poca, hay que estar prevenidos - luego fui a buscar lo típico (un arma, el kit de pinchazos, el botiquín, el set de acampada, un par de trajes de exteriores y un par de farolillos por si nos retrasábamos - yo creo que ya está ¿Subes?