Partida Rol por web

Nos realizaron todo tipo de pruebas para descartar que formásemos del complot que se había organizado para matar a Noor Joyse. Por suerte, según iban apareciendo los resultados, el círculo se iba reduciendo, al final parecía que todo se iba a decidir entre Buck, Harold, Benedict y Zack. 

Buck estaba irreconocible, no sólo porque no callaba sino sobretodo por lo que decía, sus palabras estaban cargadas de odio y rencor - cantidad de prejuicios que llevas encima, en serio no sé si fue porque una terrícola te dio calabazas o que subestimas mucho a los tuyos - ya me había costado pronunciar su planeta de origen como para ahora elucubrar sobre quiénes eran los asterianos - ¿Eso no será un invento tuyo, no Zack? Asteriano suena a esteroides - igual se habían pasado tomando lo que fabricaba el chico rubio y se les había ido la olla.

Buck la había tomado conmigo, ahora no paraba de insultarme - lo que llevas mal es que yo te haya descubierto, cuanto más me descalifiques, mi gesta será aún mayor - mira que había insultos y va y me llama "payasa" como si yo me hubiera disfrazado, aunque es verdad que lo tenía en mente para cuando las actividades de relax en el domo.

Las pruebas iban saliendo y despejando las incógnitas del asesinato de Noor. Causó cierta sorpresa la imitación que había llevado a cabo Benedict, simulando ser un tartaja - qué fuerte, al final resulta que eras normal - miré a Duke, el único que tenía un problema auténtico.

Entre Zack, Benedict y Buck acabaron revelando que formaban parte de una especie de comando y que habían improvisado matar a Noor por un acto de venganza histórica - vamos que, no era el objetivo pero la utilizasteis para reivindicar vuestra lucha - eran unos paranoicos fundamentalistas, gente de esa que se ajusta cinturones de explosivos. Claro, habían usado el cinturón para matar a Noor, tendría que haber estado más avispada - mucha tecnología pero al final un cinturón... 

El trío BZB siguió dando muestras de su odio a los habitantes del planeta Tierra con todo tipo de justificaciones interplanetarias, pasadas e históricas. Para colmo formaban parte de una especie de flota imperial que se dirigía hasta el PEC. Demasiados aires de grandeza, estaban locos.

La nave tembló fue algo que tanto Buck como los otros dos tenían asimilado, al parecer habían saboteado la nave e iba a estallar. Volvió a temblar y por suerte se abrieron la verja. A partir de ahí el caos cobró protagonismo, el brigada ordenó a Quest que nos sacase de allí, Buck se lanzó contra el brigada y yo aprovechando que pasaba cerca de él para escapar de la prisión le lancé una patada-pisotón tratando de lesionarlo, que igual ni se inmutó porque iba de ser superior o igual le rompí un hueso, tampoco me corté mucho, esperaba que el brigada se deshiciera de él, en caso contrario que no pudiera correr y se acordara de mí el resto de su existencia - asterianos a mí...

Eso sí, cogí el libro ininteligible de Buck, formaba parte del botín, igual podría tener alguna utilidad más tarde - ¡Venga, vamos, hay que salir de aquí! - La nave temblaba y aquello era una muy mala señal, cuando las cosas se ponían serias siempre se desataba el caos - estamos en el nivel 9, aquí está la cárcel y todo lo de mantenimiento, los hangares están en el nivel 4 - habría que darse prisa para subir tantos niveles - el nivel 8 tiene la armería, no sabemos si hay más como ellos en el PEC, sería bueno abastecernos de algunas armas - los demás niveles hasta el 4, en principio no comportaban un peligro: gimnasio, cocina-comedores, camarotes y ya el siguiente los hangares - en el nivel 5 hay acceso al anillo exterior, vamos que, los pilotos podrían separar los anillos de la nave principal - podría ser una opción de escape aunque seguro que Daya y Einar preferían pilotar la Starliner, de la que aunque fuera escasa ya tenían experiencia, que enfrentarse a pilotar todo un anillo por primera vez - ¡Organización! Es importante decidir si vamos todos juntos o nos dividimos, tenemos los comunicadores de muñeca, nos podemos comunicar - éramos un grupo demasiado grande y eso nos daba escasa funcionalidad - lo mejor es que fijemos un punto de reunión y nos separemos - había que subir niveles y con aquellos temblores acudir a los ascensores sería muy temerario - las escaleras, las de emergencia, los túneles de ventilación, los corredores de aire... en este mismo nivel está el área de mantenimiento, raro sería que no hubiera un plano de los túneles - salida de emergencia, túneles de supervisión, vehículos de mantenimiento, daba igual, lo importante era hacer uso de los recursos necesarios para asegurar un escape del nivel y quién sabe de los siguientes. 

Eylo estaba organizando a varios, parecía que nos íbamos a llevar a Zack para interrogarlo y sacarle más información. Aquello apuntaba bien, a pesar de todos los problemas que teníamos entre nosotros, ahora sí que se veía al domo 12 trabajar en equipo - escuadrones, nos podemos dividir por escuadrones - había sido un comentario del todo inoportuno, el escuadrón 7 había sufrido todo tipo de bajas: Grey se había ido, Buck estaba loco y René estaba muerto, la única superviviente era yo - Daya, Einar entiendo que el lugar de reunión es el nivel 4 donde los hangares ¿Cuánto tiempo nos damos? - sincronizar y organizarse eran los retos que teníamos antes de precipitarnos a la huida - Vera ¿vas con tu escuadrón o vienes conmigo? - Me acerqué a ella y le di un beso, aunque hubiera prisa tampoco podía ignorarla. 

Conociendo a Billy ya estaba organizando su propio grupo, era un chico despierto y me pareció prudente seguirle - también podemos ir en grupo todos juntos, claro - no era la líder, así que, si decidían otra cosa, habría que respetarlo.

Quest tenía los códigos de acceso, así que no debería de comportar mucha dificultad seguirla para tratar de abandonar la nave, aunque desconocíamos lo que nos podría estar esperando fuera de las prisiones. Los temblores de la nave no favorecían un estado de calma y además Buck había mencionado que había más de los suyos a bordo del PEC, así que, seguramente estarían realizando actos terroristas y de sabotaje, quién sabe si disparando u obstaculizando cualquier intento de huída.

- Grupos mixtos, con algún combatiente, con algún piloto... todos tenemos que tener oportunidades para escapar en caso de que no nos volvamos a juntar - igual no llegábamos al hangar o teníamos que improvisar por el camino, la cosa era no quedar vendidos por haber organizado mal el grupo de escape - los que controlan de medicina, separados - el "equipo médico" tampoco debería de ir junto, cada grupo tendría que llevar a alguien que pudiera resolver cualquier incidencia - ¿Duke? - la situación de caos y de urgencia podría ser un gran inconveniente para el médico, al no hablar se iba a ver limitada la funcionalidad de tener que escribir con hacer otras cosas y ciertamente, aunque no fuera un jugador de cartas podía advertir lo que le ocurría con una simple mirada - tú vienes conmigo y punto.

Me gustaba la velocidad y sabía moverme, quizás estaba invadiendo competencias de Eylo y de otros muchos que sí que sabían cómo dirigir a los demás, pero caray, meterle velocidad a la vida era como volver a sentarme en un coche de carreras, me sentía en mi salsa. Los chakras estaban conmigo y Buck se equivocaba, no me conocía y se iba a tragar sus palabras.

Miré para ver si Billy o Eylo o cualquier otro tomaba la iniciativa y se dirigía/ nos dirigía hacia algún lugar (podría ser el área de mantenimiento para localizar un plano o atravesar los pasillos de mantenimiento) - vamos, el tiempo apremia!!

—Entonces serán tres tiros, señor —intervino Eylo en defensa de Narel, serio. No había medias tintas con ello, hasta allí le había llegado la obligada indolencia de su posición. Si así era dictaminado, el eridiano no iba a darle la espalda a su amiga, no de ese modo. Fue la primera vez que miró a Joe directamente, con dureza, el brigada imponía, y le imponía, pero no iba a llegar donde quería si no era capaz de apuntalarse junto a los suyos cuando era necesario. Pero esto quedaría en segundo plano muy pronto, todas las cosas iban a dar un giro de ciento ochenta grados.

Eylo asistió a las revelaciones del polígrafo con una amarga resignación, todas las sospechas se confirmaban y le mortificaba ver que personas de su grupo resultaran ser traidoras. Pero las sorpresas, malas sorpresas, no iban a quedarse ahí, cuando se vieron acorralados Buck y los demás revelaron su verdadera cara, una cara a la que Eylo le tomó absolutamente desprevenido. Los implicados se revelaron miembros de una.. ¿raza alienígena? Soldados alineados en una cruzada fanática contra la humanidad, clamando por una afrenta de quien sabía cuánto tiempo. Pero de entre todas las cosas, la que más afectó a Eylo fue la revelación acerca de la ¿naturaleza? ¿origen? de la Anomalía.

Una parte de él sintió euforia, otra parte de él sintió miedo. ¿Cómo definir una emoción así? Una que te hace sentir que algo que has estado persiguiendo toda la vida se te revela ante ti, pero a la par lo hace de una forma tan terrible que puede causar el final. Eylo movió la cabeza, sintiendo algo que trascendía su lugar, su percepción, apenas un chispazo. Quizá era algo real, quizá era la sugestión de lo que estaba viviendo en ese momento.

—Los fantasmas de Eidolón no solo observan.. sienten —murmuró lo que para él parecía un dicho eridiano, uno que se perdió pronto ante el maremagnum de acontecimientos que estaba por venir. La primera sacudida hizo que se tambaleara, y poco le faltó para caerse, pero logró apoyarse. Había que moverse, los asterianos habían revelado su plan, que se estaba llevando a cabo con precisión kilométrica. Eylo empezó a pensar con rapidez, más aun, el tiempo no estaba de su lado. Solo esperaba que todos respondieran.

—¡Grey! ¡Apoya al brigada para reducir a ese hijo de perra! —quizá estaba contraviniendo las órdenes de Joe, pero no era el momento de practicar heroicidades. Iban a necesitar al brigada —. ¡John, Anne, Vera! Reducid a Benedict, metedlo en una celda. No quiero que salga de este nivel. Ahora. ¡Lesly! ¡Reduce a Zack! Nos lo llevamos con nosotros —estaba convencido de que Harold también estaba implicado, pero fingiría un desliz para con él, aunque lo mantendría vigilado. Si iba con ellos aparentando ser uno más, quizá aun se la podían jugar. De lo contrario, pretendía reducir muy deprisa al otro tecnólogo. Y por esa razón se guardó a Donner al lado, por si intentaba algo.

Había dado órdenes a los combatientes, esperaba que reaccionaran acorde. No creía del todo que salir vivos de allí provocaría que les acusaran de traidores, pero si se llevaban alguno de los alienígenas con ellos.. bueno, quizá aun podrían obtener información relevante. No descartaba que hubiera más entre ellos, pero ahora no podía perder el tiempo fabulando. Jim había reaccionado con una centella, como era habitual, y si bien planteaba buenas ideas seguía bordeando la anarquía de la que era adicta.

—Todos juntos —sentenció en primera instancia. Pensó en juntarlos en escuadras, pero estaban tan deshilachadas que corría el riesgo de tener gente colgada o que, directamente, algunos ni siquiera se acordaran con quien debían ir. Fue salomónico en esto. Miró a Jean en ese momento —. Jean, te habrás pateado todo lo pateable del PEC —y si no se lo había pateado, se habría estudiado al dedillo todo mapa que le acabara en las manos, le encantaba esto, lo sabía —. Dirige a tus compañeros hasta los niveles superiores. La ruta más óptima y sus opciones. Confío en ti. El resto, que le siga. Llévalos al Nivel 5 —miró a Jim entonces —. Antes de decidir si usaremos un anillo de evacuación, veremos que nos encontramos al llegar. De nada sirve salir del PEC con un anillo si hay una puta flota de naves hostiles apuntando. Jim, piensa en opciones, pero no te precipites.

El cerebro de Eylo iba a mil por hora, quizá no eran las mejores opciones, pero tampoco había mucho margen. Y lo que no quería es que todos huyeran en desbandada. Estaba tratando de organizar a los suyos, a sus compañeros, quienes habían confiado en él para dirigirlos. Quizá se estaba excediendo, quizá estaba mordiendo más de lo que pudiera tragar, y quizá seria contradicho por algún mando de inmediato, pero ahí estaba, metido en el papel.

—El brigada ha dicho nada de armas, y todo el mundo obedecerá a la sargento Quest en la huida, ¿queda claro? —quizá era redundante decirlo, pues estaba organizando a los presentes como si él poseyera alguna capacidad de mando real, pero ahí estaba —. Si la sargento estima oportuno armarse, ella lo decidirá en el momento.

Entonces el corazón generó una especie de burbuja temporal, todo pudo frenarse para él, miró a Grey, miró a Daya, miró a Narel. Respiró hondo. Eran importantes, importantes para él, y sintió el eco del pánico tratando de hacerse hueco en su cabeza. Miró a un coterránea aun abatida por lo sucedido, sabía que debería exigirle mucho ahora, pero si él iba a quedarse en retaguardia para no dejar a nadie atrás, ella debía poner a relucir la eridiana que llevaba dentro.

—Narel. Narel. Escucha. Te necesito aquí. Necesito que ayudes a tus compañeros. Tú y yo sabemos cómo va esto, cómo funcionan las evacuaciones y los peligros de la g0 si la gravedad se va a la mierda. Te necesitan. Necesitan a alguien que sepa cómo desenvolverse —remarcó tratando de espabilarla —. Ve con ellos, por favor.

Dicho esto, miró a Daya le asintió, y puede que ella pudiera ver un chispazo del titánico miedo que sentía y el igualmente titánico esfuerzo que tenía por contenerlo.

—Daya. Confío en ti, salvo que Quest tome el mando, tú eres la que dirigirá a tus compañeros arriba. Yo estaré detrás con los rezagados. No paréis el ritmo ni por un instante, ¿queda claro? —ordenó de un modo y proyectando una expresión no verbal que no permitía réplica. No era el momento.

—Saldremos juntos. No importa una mierda lo que hayan pretendido estos hijos de puta, pero podemos ser mejores de lo que ellos creen que somos —arengó a sus compañeros —. Os pido mucho. Muchísimo. Pero id juntos, confiad entre vosotros, no os separéis, ayudaos. Ahora más que nunca uno solo no sobrevivirá sin la ayuda del resto. La suma de todos es la fuerza del conjunto.

Uno piensa en esa frase que, si la analiza, remarca una obviedad. Es una afirmación simple, carente de un poso filosófico profundo, salvo por la relevancia del hecho, del manido hecho, de que la unión hace la fuerza. Pero la humanidad, las personas, tendemos a olvidar que a veces lo más simple es lo más difícil, que lo que más reclamamos a nuestros semejantes es algo tan sencillo como su compañía, su confianza, su aceptación. Que nos perdemos en el laberinto de las presunciones, los prejuicios, los odios y las decepciones, y llegamos a pensar cínicamente que cada acto que el otro hace tiene el único fin de dañarnos.

Después de que Marte fuera prácticamente arrasado por las armas biológicas por los skullreps, cientos de oleadas de refugiados se adentraron en el espacio profundo buscando un nuevo hogar. Esos marcianos vagabundos, afinados por centenares en los reducidos espacios de las naves, tuvieron que aprender a convivir por el miedo a perecer en el viaje. Tuvieron que aceptar al distinto como su vecino, abrazar al huérfano como uno más y alimentar al débil cuando las raciones escaseaban. Dicen que la humanidad muestra su peor cara a menudo, pero a pesar de esa cínica afirmación, también es capaz de mostrar lo mejor, y en aquel viaje, de miles y miles sin hogar, mostró la mejor. Y uno no pretende idealizar, puesto que claro que hubo enfrentamientos y conflictos, disputas y venganzas, pero por encima de toda esa inquina quedó el incontestable espíritu de la humanidad por trascender sus límites. Cuando los visores de esas naves vislumbraron el rojo oxidado de un nuevo sol, ya no eran marcianos refugiados, eran una comunidad, fraguada en el fuego de la pérdida y la tragedia, pero también en la de la esperanza y la cooperación.

Quizá decir que la suma de muchos es la fuerza del conjunto es tópico, naif, pero nunca ha dejado de ser cierto. Los eridianos repiten este dicho porque es muy sencillo olvidar la relevancia de esta afirmación, porque a pesar de todo lo malo que a veces sucede, siempre hay quien decide permanecer al lado de lo que vale la pena, al lado de sus amigos, familiares, vecinos.. porque el individuo aporta sus ideas brillantes, pero es el conjunto quien tiene la potestad de hacerlas realidad.

Eylo se quedó en retaguardia, trató de apoyar a sus compañeros combatientes en las órdenes que había tratado de formular. No sabía si se iban a cumplir, pero Eylo se había comprometido con ese ideal y, en cuanto fuera propicio, conminaría a estos a seguir los pasos de estos con presteza, intentando mantenerse en contacto con los demás mediante el comunicador.

El Yin y el Yang eran dos fuerzas contrapuestas que unidas daban equilibrio al universo. Necesitaba albergar ese equilibrio en mí ahora que René estaba muerto. Sentía la fuerza de los chakras, éramos uno. Si lograra canalizar toda esa energía sería imparable, pero me centré en lo que me había pedido Eylo: "opciones y no precipitarse"

La situación era límite, necesitábamos salir de allí, ascender niveles y finalmente escapar en una nave - tenemos pilotos, la starliner se encuentra en el nivel 4, estamos en el nivel 9 y el PEC va a ser cada vez más inseguro - el plan parecía sencillo, tan sólo había que subir y hacerse con una nave. El problema eran los matices - en las actuales circunstancias no se pueden usar los ascensores - sería temerario acudir a unas plataformas que necesitan estabilidad para su funcionamiento, ahora que se producían temblores, turbulencias y quien sabe si explosiones, usar un ascensor era una idea suicida - si vamos por el pasillo principal podríamos tener conflicto con los guardias y quién sabe con qué más - Buck había mentado la posibilidad de que hubiera más infiltrados y de igual manera que habían saboteado el sistema podrían haber colocado trampas, bombas, así que, nada de utilizar vías de acceso pobladas - pasillos de mantenimiento, los hay en todos los niveles, por ahí pasaremos desapercibidos, no debería de haber problemas - ahora que, igual alguna explosión podría afectarlos y entonces tendríamos que atravesar el pasillo principal - Quest tiene los códigos de acceso, la necesitamos para salvar las puertas y los bloqueos - salir de allí era similar a un videojuego, así que, todas mis proyecciones se centraban en cómo haría para recorrer todos los laberintos, no gastar demasiado tiempo y evitar los accidentes - botiquín, el laboratorio está en el nivel 3 pero todas las plantas tienen equipamiento de emergencia - otra cosa sería dar con él, probablemente en las zonas de mantenimiento hubiera material de emergencia - mascarillas, trajes y oxígeno... necesitamos al menos un equipo por si se despresuriza algún pasillo - no era tanto ir equipados todos sino que alguien hiciera el trabajo cuando estuviéramos expuestos - comunicadores, supongo que se puede conectar con el ordenador base y conocer la situación del PEC - a la hora de escoger un camino podría sernos útil conocer su estado o los obstáculos que podríamos llegar a sufrir, así como la información que se estaba vertiendo, sobretodo la que nos incumbía - que alguien monitorice los accesos y vea qué ambiente hay en los pasillos - igual Harold si había formado parte del complot podía ser nuestro hacker para visionar todo lo que ocurría en el PEC y nos pudiera afectar, el chico necesitaba reintegrarse y quizás si se le ofrecían posibilidades pudiera volver a ser uno de los nuestros - ¿Qué más? - En otras circunstancias habría buscado los lugares para salvar el juego y seguir avanzando pero no estábamos en un videojuego, aunque las sensaciones eran parecidas - necesitamos a los oficiales, en caso contrario podríamos ser identificados como objetivo - básicamente era la tesis de Buck, lo había repetido varias veces, así que daba por supuesto que seríamos señalados como culpables - ah, y dado que en el nivel 5 - uno por debajo de los hangares - los anillos donde se encuentran los camarotes y las zonas de ocio de los diversos escuadrones se pueden desvincular del PEC, yo utilizaría el sistema de comunicaciones para dar un aviso de evacuación y que se utilicen - eso podría facilitar tanto la evacuación como reducir los daños que podría ocasionar el ataque de la flota enemiga, dado que a más objetivos a abatir sería más fácil sobrevivir gracias a la distracción causada - esa información que la comunique un oficial, más credibilidad - si íbamos a ser identificados como "culpables", cuantas menos exposiciones a los demás mejor, incluso podrían creer que enviarlos a los anillos fuera una trampa si creían que habíamos causado el sabotaje.

Dudaba de una de las opciones que había dicho - tal vez sería más creíble que escapásemos en un anillo - Buck era un ser arrogante, seguro que presumiría ante los oficiales de su ejército de haber escapado con una nave grande - hemos estado viviendo en uno, lo conocemos, nos lo enseñaron - aparte tenía todos los útiles para sobrevivir una buena temporada en caso de huída precipitada, por supuesto más opciones que salir en la starliner con lo puesto - se encuentran en el nivel 5, mientras que naves como la starliner están en el nivel 4 - además que el hangar estaría más transitado en los peores momentos - si nos dividimos y algún piloto no consigue contactar con el grupo de cabeza, recomendaría se dirigiera a uno de los anillos y se las ideara para desacoplarlo de la nave central - en la zona de pilotaje y control seguro que habría más pilotos, presuponía que los oficiales del PEC distribuirían a sus especialistas - también se me ocurren las cápsulas de emergencia - seguramente figurasen en los planos o en lugares marcados - y el uso de los trajes pero esas opciones son más remotas - era cuanto menos incierto que a esas alturas hubiera aún cápsulas de emergencia en el PEC, y en cuanto a los trajes era la forma más salvaje de abordar cualquier nave para escapar con todas las dificultades que salir al exterior podía traer.

Miré hacia Billy, Carl, Becky, Milena y Narel - ¿alguien tiene algo pendiente en el PEC? ¿Algo que hacer, recoger...? - si en los juegos siempre había misiones secundarias u objetivos que realizar antes de enfrentarse al enemigo del nivel, me sorprendería que aquí no hubiera algo también - Vamos, lo que sea, cuanto antes nos centremos en las opciones, antes lo organizamos - los miré a los ojos, lo último que esperaba era verlos y que en una curva desapareciesen por irse a buscar cualquier cosa.

Revisando mi plan, los niveles 6 y 7 no me llamaron especialmente la atención a la hora de superarlos, la cocina y el gimnasio, no parecían lugares especialmente diseñados para generar complicaciones - ah, hay que mantener con vida a Zack, seguramente tiene una contraseña o algo para que la flota enemiga no destruya la nave en la que pretendían escapar - igual era un código dicho en su idioma o escrito, daba igual. Lo necesitábamos vivo para el tramo final, así como para obtener la mayor información posible sobre aquella raza que nos había declarado la guerra.

Finalmente volví mi mirada hacia Eylo - Tú lo has dicho, nada de precipitarse. La velocidad sin control provoca accidentes - él era el jefe, el que tomaba las decisiones, así que, manejaba los tiempos y esperaba que fuera lo suficientemente hábil para ajustarse al crono - pero quien no se arriesga, no gana... jefe - primera vez que le reconocía en el cargo desde que estábamos en el PEC.

Después de que Billy hablara Jim se disculpó por su reacción. Eso si que tenía que reconocérselo al menos veía cuando se había pasado, al final harían una persona cabal de Foster. Luego Daya expuso algunas dudas, aunque William ya sospechaba que con suficiente habilidad e implicación nada era imposible. Los comentarios de Duncan ya no le causaban sorpresa, estaba claro que la relación entre ellos estaba rota por completo, quizás pudieran llegar a trabajar juntos si no había más remedio, pero no podría volver a confiar en él. El comentario sobre el la información aportada por el psicólogo sorprendió a Thompson, aunque poco, pues ya había poco que le sorprendiera del doctor - Sólo indico, el error que supone obcecarse demasiado con eso. Este crimen ha surgido de las emociones y ante eso, todos pueden matar con el empuje correspondiente - 

La intervención de Martín fue furibunda, últimamente Ruiz parecía bastante dominado por la ira... si conseguían unos momentos le preguntaría al respecto, porque todo lo que dijo anteriormente sobre Eris ya le había sorprendido, pero ahora se volvía a dejar llevar por unas emociones cargadas de ira. Billy también estaba enfadado, pero no podía dejar que eso le dominara pues así lo único que se consigue es cometer errores... Después de la defensa que hizo William de Narel, el brigada le hizo una pregunta muy seria y directa. La respuesta no se hizo esperar demasiado. Con mucha tranquilidad le respondió sin dudar - Si señor. Pondría mi vida en sus manos con total confianza - La mirada de Thompson era sería, no desafiante pero si imperturbable y agradeció tener el apoyo de Eylo en ese momento. 

Después del abrazo a Milena, cuando esta le rozó la mano, Billy cerró durante menos de un segundo los ojos, como si quisiera privarse durante breves momentos de todos los sentidos posibles para potenciar el sentir en ese roce. Ver a Narel deshacerse de esa manera dolía. A pesar de lo que varios pensaban después de lo ocurrido en la vista preliminar con la abogada, William siempre había pensado que Dotter era todo corazón. Costaba verla así y se acercó a darle ánimos, confortándose ligeramente al comprobar como la presencia de Eylo le ayudaban a salir de la crisis de ansiedad. 

Después de que Quest fuera a por los libros, Buck empezó a hablar y hubo algo en su primera frase que dejó a Thompson con la boca abierta y en posición de alerta "los humanos, todos sois patéticos y deplorables" ¿Había dicho humanos?. En ese momento empezó a hablar de algún tipo de afrenta proferida por la humanidad hacia... ¿Hacia quién?. Finalmente empezó a desvelar lo que hasta hace poco era una gran incógnita a la que no encontraba razón de ser. Lo más sorprendente sin duda, fue la frialdad en el tono de Dickens. Billy no daba crédito a lo que estaba ocurriendo delante de sus mismas narices, tuvo que mirar el cuerpo inerte de René para confirmar que no era un sueño, pues estaba convencido de que en caso de ser un sueño, el disparo a Caracci le hubiera despertado de golpe, por lo que no podía ser un sueño. ¿Quién coño son los asterianos?. A pesar de la situación, Billy hizo un gran esfuerzo por prestar gran atención a todo lo que se decía y recordar los nombres, lo que por desgracia le llevaba a una conclusión terrible... había más enemigos en el universo que los Skullreps, incluso puede que esa lucha fuera propiciada por estos asterianos. En ese momento se desató el caos, un movimiento inesperado en el PEC evitó la ejecución del tal Dekeverz, al menos momentáneamente y Lee Joe ordenó a Quest que sacara a todos los reclutas del PEC, pues parecía que quedaba poco para que se desmoronara. 

Llegaba el momento de actuar y había cuatro extraterrestres que habían demostrado claramente ser enemigos acérrimos de la humanidad. Jim fue la primera en reaccionar, se podía decir muchas cosas de la recluta, pero de seguro una es que era alguien de acción, en momentos como ese venía bien gente así, al igual que gente que les pusiera un poco los pies en la tierra. Sin embargo William no podía evitar pensar en otra cosa ante esta situación, algo que tenía que hacer... Observaba a Foster, pensando en que necesitaría ayuda y parecía alguien adecuado, aunque es verdad que no podía acompañarle más de una persona y sería conveniente que fuera un mando, para lo que pretendía hacer. Yilmaz había tomado el mando de la situación, empezaba a dársele bien eso de hacerse responsable del Domo. Por desgracia para él, Thompson tenía sus propias responsabilidades autoimpuestas. Mientras todo esto pasaba, Billy había estado escribiendo por el comunicador a toda prisa, enviando dos mensajes, aunque breves de suma importancia. Y se agachó para apretarse las botas ya que le iba a tocar correr como nunca... Estaba buscando por el suelo, una herramienta que le ayudara a quitar la tapa que necesitaba o algo que le sirviera de palanca... finalmente encontró algo que serviría. 

Foster con presteza hizo un breve resumen de la situación del PEC y en ese momento Billy se puso de pie y con gran convicción en la mirada comenzó a hablar - Me temo que yo seguiré otro camino... nos vemos en el hangar en media hora - Su mirada en ese momento se volvió hacia los mandos, no era la mirada de un temeroso recluta, era la mirada de alguien con un curso de acción definido, con un plan trazado y en ese momento hizo una pregunta directa a los mandos, que son quienes podían tener la respuesta que necesitaba - ¿Dónde están Eris y Maia? - Estaban claras sus intenciones. No abandonaría el PEC dejando a las dos pobres niñas a la muerte. Cualquiera con un mínimo de empatía comprendería que una orden no le iba a amedrentar - Conozco un atajo al hangar, pero sólo puede acompañarme una persona más... y no puede ser de constitución fuerte - En ese momento para sorpresa de casi nadie, Grey se ofreció para ir con él. Conocía a las pequeñas y le importaban mucho, aunque no fuera la única, la necesidad de que no fuera alguien corpulento, impedía que fueran algunos como Malbone, el cual informó que Maia estaba en la quinta planta haciendo un pastel con Gleason. - Si nos separamos, nos veremos en Protect, en el Domo 12 - Fue en ese momento cuando Milena se posicionó para ir con él, no estaba dispuesta a dejarlo ir a una posible muerte sin ella. Era algo que ya había esperado, como era habitual en él en situaciones como esas, ya había pensado en esa situación y en como evitarla - No... - Le dijo con gran ternura, le dolía pensar que podía morir y no verla más, pero debía hacerlo - Todos los PECs se construyen igual, tu lo conoces bien... necesito que saques con vida a todos los posibles - Afirmó señalando al resto del grupo de reclutas del Domo 12 - Lena... Elentari... llega con ellos al hangar y nos veremos allí - Dijo con más convicción de la que sentía, para a continuación darle un beso en los labios sin importarle nada, no le importaba quien estuviera allí ni nada... pero puede que fuera una despedida y al menos quería llevarse eso con él, el recuerdo de sus labios juntándose una última vez... 

Con lagrimas en los ojos se obligó a separarse de ella y se dirigió a Lesly y a Elon - Se que no hace falta que os lo pida, pero si conseguís que llegue con vida os deberé todo... - Dicho eso, se giró para no verla otra vez, pues entonces su convicción podría flaquear y es algo a lo que no estaba dispuesto, sin dejar de mirar fijamente la puerta, para no centrar su vista en nadie preguntó a Grey - ¿Vamos? - Antes de salir, giraría para ver por última vez el rostro de Kawalski... 

Mensajes enviados:

A su padre y a su hermano les manda el siguiente mensaje: 

PEC saboteado. Hay que huir ya. No hay más posibilidad que escapar.

A Eris:

Han saboteado el PEC. No hay tiempo. Voy a recogeros a tu hermana y a ti en la cocina del nivel 5, para sacaros de allí. Asegúrate de que está ahí 

A Gleason:

 PEC saboteado. Grey y yo vamos a por las hijas de Townhall para ponerlas a salvo. Manteneros en la cocina del nivel 5

Aún a pesar de todo, aún a pesar de que las horas parecían años y comenzaban a pesar sobre ella, ciertas respuestas y comportamientos mantenían en pie su confianza en el grupo. En lo que iba quedando de él. Porque se estaba resquebrajando hasta una profundidad imprevisible aún pero que iba a pasar una alta factura cuando todo aquello acabase. Si es que tenían un final del que fuera a ser testigo, aunque en ese momento la innumita no lo podía intuir siquiera.

Milena. Ella estaba consiguiendo lo que pocos podían hacer, calmar a Billy. Calmarlo con el conocimiento de lo que decía y con el sentimiento que los unía que se remontaba a mucho más atrás que al propio Domo. Notaba como cambiaba el muchacho cuando ella estaba cerca, un cambio muy sutil, pero ahí estaba. Verlos a ellos dos era una isla en la pesadilla que se estaba desarrollando ante sus ojos y que aumentó exponencialmente al recibir la respuesta de Quest que la miró con ojos aterrados al llegar al mismo punto al que ella había llegado antes, viéndolo ahora posible, certero, temible por lo que implicaba. Eso lo complicaba todo, no era algo planeado por meros reclutas, no era un simple ajuste de cuentas. Había algo más que desconocían, ramas importantes, poderosas.

Escuchó con atención las preguntas del polígrafo y el resultado que este iba dando a cada una. Conforme el aparato iba señalando las mentiras, una a una, dichas sin ningún tipo de tapujo, comenzó a ponerse nerviosa. Todo encajaba, pero no habían respondido ciertas preguntas claves. Eran ellos, sí, pero habían obviado contestar a ciertas preguntas, las que implicaban a más gente. No era solo ellos tres, le quedaba claro a la innumita pero, ¿quién podría estar aliado con ellos? Algún alto cargo capaz de dar acceso y ayudarles en Telecomunicaciones, eso estaba claro. Pero ¿y entre ellos? ¿Eran solo tres los infiltrados en el Domo? Daya intuía que no, lo llevaba intuyendo desde antes del polígrafo.

Pero entonces, Buck habló y Daya solamente pudo escucharle cada vez con mayor estupor. Palabra a palabra, gesto a gesto del que hasta hace escasos segundos consideraba su compañero, la fueron abriendo a una nueva realidad aún peor de lo que, estaba segura, nadie en aquella sala hubiera podido imaginar. Las palabras de Buck la llevaron a mirar discretamente a otras dos personas, sus sospechosas igualmente, Harold y Keira, hasta que Benedict primero y Zack después robaron su atención. No podía dejar de mirarlos, ¿estaban hablando en serio? ¿o eran algún tipo de grupo de extremistas que no querían a la Space Force? Preguntas que se planteó al principio pero que, según iban hablando los tres muchachos, se daba cuenta, con una frialdad pasmosa, que estaban diciendo la verdad aunque ella no podía dejar de ver a tres muchachos con los que había compartido muchas cosas desde que había llegado al Domo. Empezó a darse cuenta de las implicaciones de lo que estaban diciendo. ¿Podían haber gestado la destrucción del PEC? ¿Tanto poder tenían en sus manos?

Aquella pregunta fue formulada en su cerebro instantes antes de que el suelo perdiera consistencia bajo sus pies y un ruido que nunca había escuchado antes le indicaba, sin duda alguna, que algo malo le estaba pasando a la integridad de la nave. La cascara del huevo que los protegía, en cuyo interior vivían, gritaba de dolor. Se rompía. Miró a Buck, Zack y Benedict con incredulidad y fue consciente de lo que les rodeaba a todos por primera vez desde que había llegado allí. No había estrellas bonitas ni nebulosas brillantes que los salvaran de la nada más absoluta que había detrás del metal que los protegía. Una pequeña brecha y sería el final para todos. Sintió en cada poro de su piel la fragilidad de sus vidas, lo pequeños que eran dentro del universo, lo insignificantes, salvo para las personas que componían el pequeño universo personal de cada uno. Sintió a su familia en la lejanía, sintió un frio seco que la invadió inexorablemente y que la empujaba con fuerza a sobrevivir por ellos y por las personas que quería dentro de aquella sala y a años luz de distancia.

Escuchó el grito de Joe y el de Eylo dando órdenes cuando Buck se lanzó a por el Brigada tan rápido que casi no había tenido oportunidad de percibirlo perdida en la impresión de saber que las amenazas de aquellos tres que decían no ser humanos eran ciertas.

Atendió a las órdenes que Eylo iba dando y fue armando el esquema de lo que él pretendía en su cabeza. Cuando sus miradas se encontraron se hablaron del miedo mutuo que sentían, de saber lo difícil que tenían llegar a tiempo arriba estando en el nivel en el que estaban y teniendo que lidiar con los tres alienígenas. Eylo no admitía replica, ella no iba a darla-Queda claro. Pero no os separéis demasiado-Visualizó las escaleras, los niveles que tenían que subir y temió no estar a la altura de ese ejercicio físico que iba a tener que acometer. Pero confió en la adrenalina, no había otra opción. Su mirada, fija en Eylo, habló de que quería decir más cosas pero no se atrevía, quizás había esperado que él detuviera a alguien más pero no lo había hecho. Correría a su cargo el vigilar a las dos personas de las que ella sospechaba en aquellos momentos. Le asintió y se volvió al grupo-Sargento Quest, Jean, Milena, os seguimos-miró a Quest un instante, con la duda de qué haría ella. Podía obedecer al Brigada pero Daya sabía que quizás, habría algo que la hiciera romper aquella orden. Si quería al Teniente, debería de negarse, porque ella debería hacerse cargo de algo que, entendía, le correspondía por parte emocional.

Jim comenzó a hablar, echa un manojo de nervios, cosa totalmente entendible-Vamos a ir todos juntos, Jim. Primero al nivel 5. Evaluaremos la situación al llegar allí. Órdenes de Eylo. Recordar que no somos bienvenidos en el PEC, tenedlo presente, no nos asustemos si alguien nos apunta, llevamos a dos mandos con nosotros…¿Billy…?-acababa de escuchar las palabras del muchacho, estaba viendo su expresión y lo entendía. Una mitad de ella quería detenerlo pero la otra mitad sabía que no podía hacerlo y que él no lo consentiría. Y no serviría obligarlo pues no hacer lo que debía no lo dejaría vivir si conseguía salir vivo del PEC. Billy requirió un acompañante y fue Grey quien recogió la papeleta lanzada por Billy, no pudo evitar mirar a Eylo-Billy, si están con Gleason en el nivel 5, la avisaremos para que no se mueva del nivel y se quede con las niñas hasta que no lleguemos allí. Subimos ya todos, no os separéis. La Sargento Quest le puede decir a Gleason donde reunirnos-Pero algo le decía que Billy no iba a escuchar a nadie, él era así, pero ella veía el riesgo que iba a correr separándose del grupo-Inténtalo al menos antes de correr sin saber hacia donde.

Mientras que Milena se despedía de Billy y Jean se acercaba a la puerta para encabezar la marcha junto con los mandos, Daya miró a Yum y le susurró a su oído cuando esta estuvo a su lado-No pierdas de vista a Keira…-su mirada lo dijo todo, no se fiaba de ella en esos momentos y ahora mismo no podía confiar en nadie más para vigilar a Keira que en Yum. Muy mal tenía que haberlo hecho para que su amiga la hubiera engañado como Buck y el resto.

Se acercó a Donner, al que Eylo no había encargado nada en particular, y lo agarró del brazo cuando pasó a su lado cruzando una mirada con él-Harold…-le susurró igualmente al oído, poniéndole el dedo índice sobre su pecho, indicando que lo vigilara él aunque ella no lo perdería de vista tampoco, ni a Harold ni a Keira. Si ellos también estaban implicados llevaban una bomba de relojería con ellos a los niveles superiores y… cogió aire con fuerza al caer en la cuenta de otra cosa. ¿Tenían forma de causar una explosión? Si llegaban a un disco o a una Starliner tendrían que registrarlos antes de embarcarlos aunque eso no les diera la seguridad de que no pudieran hacer daño. Desconocían su biología, su poder, eran un peligro en potencia. Intentó pensar por partes, centrando a su mente en un problema a la vez. Ahora el importante era subir y encontrar una vía de escape del PEC. Después se plantearía el resto de preguntas.

Miró su comunicador. La señal de cobertura parpadeaba, iba y venía, convirtiendo las comunicaciones en algo poco estable. Pero debía intentarlo.

Activó mensaje de voz, seleccionó el destinatario del mensaje, Capitán Frank Kepborn PEC15 y, mientras iban saliendo de la sala los primeros y ella se disponía a seguirlos, comenzó a hablar, rogando a las estrellas que el mensaje consiguiera llegar a su destinatario-Tres reclutas en el Domo 12 son alienígenas infiltrados, Buck, Zack y Benedict. Dicen ser parte de las Fuerzas de la Resistencia Asteriana, proveniente de la Orbita de Tarvos. Buscan destruir a toda la especie humana por algo que pasó mucho tiempo atrás, buscan venganza. Han empezado por el PEC12. El PEC está perdiendo su integridad, se está escorando, estamos evacuando-en la grabación, por detrás de la voz de Daya, se podrían oír, si el mensaje salía y llegaba a su destinatario, las voces de la lucha entre Joe y Buck, las voces de Eylo organizando, quizás los sonidos de la estructura al doblarse forzando su resistencia-No dejéis a ningún recluta de ningún Domo subir a los PECs… Hay mandos a alto nivel implicados, son parte de los alienígenas, son iguales físicamente a los humanos, a simple vista es imposible reconocerlos…  Van a atacar todos los PECs… Han dicho que las FRA se dirigen hacia aquí para atacarnos, creo que skullreps también, de alguna forma ellos son capaces de atraerlos a donde quieran, los trajeron al Domo12… Cuídate…¡Vámonos, ya! ¡Rápido! ¡Todos detrás de la Sargento Quest, Jean y Milena! No os quedéis atrás ¡rápido!¡rápido! ¡vámonos de aquí!–pulsó enviar mensaje, estaban ya todos listos y saliendo y no podía entretenerse más en el mensaje sin perder tiempo-No se recoge nada, Jim. Nadie se separa, todo el mundo arriba.

Cruzó una última mirada con Eylo, temiendo separarse de su lado, y miró al Brigada Joe que mantenía su lucha con Buck antes de salir de la sala encabezando la subida a los niveles superiores. El Brigada Joe era el mando en el que más confiaba para salir de allí, maldijo que no hubiera decidido dispararle al alienígena cuando lo tuvo a tiro, pero sabía que él daría una oportunidad adicional a los rezagados conforme se librara de Buck.

Otro más a la colección que le miraba mal. Se quedó mirando a Martín sin mostrar ningún tipo de remordimiento. Al final la culpa iba a ser suya, en aquel domo se protegía a los asesinos y a los ladrones, pero solo a los que caían bien, los otros eran cabrones y malas personas. Le daba igual, estaba harto que el futuro del domo se jugara dependiendo de a quien le caías bien, alguien tenía que pensar en Noor, porque estaba seguro que si la muerta fuera Daya o Narel, todos los que le criticaban estarían haciendo lo mismo que él. Cuando preguntó quien sabía sobre química levantó la mano y explicó que una fórmula concreta era difícil, pero hacer algo aproximado no tanto, porque todos los productos de limpieza industrial funcionaban igual.

Entonces el pequeño recluta se fue a por Buck para hacerse un Harry el Sucio. Lo miró con desagrado, afortunadamente Eylo le puso en su lugar, pero seguro que porque no era del grupo de confianza, sino le había aplaudido o cualquier otra cosa, sí señor, no pegaremos a nadie, esperaremos a que el brigada Joe lo torture. Hubo cierto consenso en que los libros de Buck eran importantes y se fueron a recuperarlos mientras que Eylo ponía freno en los ataques de Buck a Dunne. Se sonrió. No lo hagas personal. Dunne si era una cuestión personal y estaba bien que amedrentara a otro cadete, William era personal y estaba bien encubrir su delito, pero Noor no lo era. Así que cuando se enfrentó a él hablando de interpretaciones paralelas simplemente le contestó.

- Noor sí es personal para mi, como para ti Dunne, y no sería la primera vez que miras hacia otro lado. - Blanco y en botella, le pedía confianza y que no diera por saco, después de lo que había hecho con Billy a espaldas de medio domo. Le costaría la carrera militar, o la vida, pero aquello no iba a caer en el olvido, no lo iba a permitir aunque se tuviera que enfrentar al mismísimo San Jorge.

El brigada ordenó la recogida de datos y pasar la prueba del polígrafo a los sospechosos, de quien parecía caerse Narel. El brigada ligaba la permanencia de Narel a una evaluación psicológica, siempre que se subieran las apuestas y la vida de William se pusiera sobre la mesa. El chico aceptó, y no solo él, también Eylo ponía la suya. Narel le despertaba sentimientos encontrados, en ella veía a la mujer capaz de hacer cualquier cosa por el domo, y eso incluía matar, por otro lado, veía como estaba sufriendo y una parte de él quería correr a consolarla. Suspiró, el daño estaba hecho, tal vez nunca conseguiría el perdón y esos momentos de su vida le perseguirían, pero se lo debía a Noor, por Noor tenía que ser fuerte y si no podía vengarla al menos hacerle justicia.

Narel había sido engañada o era una actriz de primera. Ya les había engañado antes, así que no sabía si sería cierto, o que era cierto, pero parecía desolada por la traición de Buck. Cuando preguntó sobre si eran compatibles sus síntomas con los efectos de la pastilla Duke asintió y escribió

- La conjunción del vino y la pastilla. El vino aumenta los efectos de los sedantes, y si no estás acostumbrada.... Los síntomas son compatibles. - Ella seguía intentando negarlo, parecía estarse agobiando mucho, tal vez decía la verdad, pero no cejaría en seguir moviendo el árbol hasta que el culpable apareciera. Miró a Milena en silencio ver defender a William, hablaba de matar a sangre fría, hasta ese momento le había parecido que así había sido, pero William parecía haber mostrado estar afectado por la muerte de Kurik, tal vez fuera cierto, aunque se conocían y se querían, y por amor se perdonan la mayor de las faltas.

La llegada del doctor Target desencadenó en la conclusión del caso. Buck la había drogado y matado, Benedict había saboteado el sistema y Zack se había encargado de tratar de cubrir las huellas, sin olvidar a Harold, que parecía estar implicado, al menos como proveedor de medicamentos. Lo más descorazonador fue escuchar que la muerte de Noor no tenía nada que ver con el juicio y que Buck, que parecía ser el que llevaba la voz cantante estaba bajo el mando de alguien. Ya estaba hecho, ya se había acabado, podría volver a casa con la conciencia tranquila, a una vida que entendía. Después de aquellos dos meses quedaba clara una cosa, ni Duncan entendía el ejército ni el ejército le entendía a él, así que los dos ganarían. Ese era el final esperado, pero las palabras de Buck lo rompieron en pedazos. Con las primeras palabras pensó que podía ser algún tipo de terrorista antiterrestres, pero no, ojalá fuera eso, pero no. La rabia hizo que se mordiera los nudillos hasta hacerse sangre, la habían matado a ella pero podría haber sido cualquier otra persona, y podían haber más como ellos, y no solo eso, alimentaban las dudas sobre cualquiera, su paranoia. Las palabras de Benedict le hicieron avanzar hacia él, pero alguien le cogió. Inútil, era una buena persona, no era inútil, si aportaba, a él le aportaba mucho, más que es jodido tartaja de pega. Le dolía el pecho, tenía el corazón roto de pena, pero cuando empezaron a hablar de asterianos, cuando empezaron a decir abiertamente que eran extraterrestres Duncan abrió mucho los ojos. Aguantó la respiración mientras el cerebro empezaba a trabajarle a toda velocidad, mientras su cuerpo se paralizaba.

No podían ser extraterrestres, si lo fueran, como es que tenían una fisiología tan parecida a la humana? Asterianos, no había oído nunca de ellos, ni de la princesa, ni de la afrenta, pero parecían aliados, aunque fuera casualmente con los skullreps. Los había visto en el baño, y no es que tuvieran tres huevos o escamas en la piel, les había hecho analíticas de sangre y todo había sido normal, no podían ser alienígenas, era imposible. Si eran extraterrestres, no podían ser, ninguna especie era tan idéntica una a la otra, no podía ser, ninguna diferencia? Compatible a nivel bioquímico con un humano?. Le habían engañado, pero no solo a él, Teller también los había inspeccionado y no había detectado engaño. Como podían haberlo hecho? Entonces todo le pareció extrañamente nítido y claro, habían manipulado los resultados o hackeado el ordenador, como lo había hecho Grey. No había cerrado la enfermería con llave, y mientras no habían heridos dormía con los demás en el barracón. Delante de sus narices, se le habían paseado extraterrestres por delante de sus narices, le habían robado para hacer contrabando, delante de sus narices. Las motivaciones de los aliens no le decían nada, era como si escuchara las palabras pero su cerebro no les diera sentido. Había estado jugando a un puzzle de 100 piezas, y de pronto, alguien había volcado 900 más. Todo cuadraba, el intento de envenenamiento de Milena, el enemigo peor que los skullreps que le había dicho el brigada Joe el día que arrancó el cable de su ordenador, la reacción de Harold ante lo que le ocurrió a Lizza, todo parecía que iba encaminado a sabotear a la space force desde dentro con agentes como aquellos. Ni siquiera la amenaza materializada de que iban a morir todos le sacó de su estupor aunque, ahora que sabía que iba a morir, se sentía confortado al saber que el futuro del hermano de Lizza estaba arreglado y que se había despedido de sus personas más queridas. La alarma zumbaba y la orden de evacuar desencadenó una pelea entre el capitán asteriano y el brigada terrestre. Grey reaccionó a la orden de reducir a Buck, Jim le pateó, pero él no conseguía moverse, parpadeaba estupefacto, sin acabar de darle sentido a todo lo que pasaba. Iba a morir, pero no pasaba nada, los asesinos de Noor también, volvía a casa, aunque en forma de polvo estelar, tal vez en unos cuantos millones de años caería en Escocia, tal vez... Escuchaba a Jim parlotear, siempre resuelta y decidida. Nunca se lo había dicho, pero sí la había reconocido de las carreras, no es que le gustaran mucho pero a Sam sí, era su corredora favorita, y claro, al principio no sabía si era era, pero le había bastado ver como conducía para convencerse. Decía cosas, estaba hablando sobre los niveles, se había metido a cartógrafa?, y también hablaba de túneles. No la entendía, pero sí de que iban a hacer algo a nivel de escuadrones, entonces a él no le tocaba porque no tenía. Entonces Billy dijo que se iba, y que los pilotos y los combatientes se mezclaran. Entonces le llamó, Jim le llamaba y la miró muy despacio, completamente en shock. Le estaba mirando y cuando dijo que se iría con ella no se resistió, lo mismo le daba morirse solo que con Jim, tal vez así tendrían tiempo de arreglar lo suyo y acabar en buenos términos.

Eylo empezó a repartir órdenes y Duncan empezó a despertar de su sopor. Quería que fueran todos juntos, podía hacer eso, aunque tenía que ir a la enfermería, seguro que allí se necesitaban manos para la evacuación. Se veía que el brigada había ordenado que nada de armas, que podía estar bien por si habían más traidores, o mal, si se encontraban traidores por el camino, pero eran órdenes, y Eylo siguió repartiéndolas a Daya, a Narel, gente que creía que podría aportar algo. No tenía mucho que aportar, no había protegido a Noor, no entendía al ejército y lo único que podía hacer era morirse en silencio y no molestar, pero entonces Jim empezó a hablar de lo que necesitaban y lo que no y Duncan escribió.

- En mi habitación hay un maletín con equipo médico para una intervención y mi comunicador. Es importante, en él guardo copias de seguridad del ordenador de la base, creo que fue hackeado por los asterianos para hacer que sus analíticas de sangre colaran como las de un humano. Si la información está ahí tendremos una forma de detectar quien es asteriano o no, eso puedo hacerlo, sino, necesito muestras de sangre, de tejido. Creo que es importante garantizar que nadie de los que queden es asteriano... Daya puede asistirme para hacerme las pruebas a mi...

Billy se despidió de Milena en busca de las niñas. No las había tratado pero quería que sobrevivieran, iría de cabeza, pero sabía que no sería bienvenido, Grey le sería de más ayuda, si en el PEC seguía siendo mando su tarjeta abriría puertas y mamparos. En aquel momento importaba todo tan poco, si era o no era sargento, si la culpa era de uno o de otro, iban a morir muchas personas porque un grupo de terroristas había aprovechado el crimen de Billy para volar un PEC completo, y el problema es que ya los miraban mal, iban a dispararles primero y preguntar después y no podía culparles.

Entonces Daya empezó a hablar con el comunicador y dijo algo que le hizo estremecer, algo que había intuido, pero aplicado al crimen de Noor, que los mandos estaban implicados, que aquello era demasiado grande para reclutas. No tenían acceso a los niveles necesarios para hacer ese destrozo, alguien les había ayudado. Daya dio la orden y él se quedó quieto, pero alguien le empujó por detrás, y sus piernas se movieron. Al final podía ser que Noor salvara su vida, igual se había entrenado precisamente para eso, correr, correr por su vida.

Eylo atendió a lo dicho por Jim, anotó raudo las cosas en su cabeza y dispensó cuatro guías de cómo funcionaban las cosas en una estación espacial que se estaba yendo a pique y que, para colmo, no tenían ni idea con lo que se estaban enfrentando ahí fuera. Había muchas cosas que, de recibo, los propios Soldados Espaciales ya estarían gestionando por si mismos, y probablemente mejor, que para eso estaban entrenados. Quiso centrarse en lo que a ellos, directamente, les afectaba.

—No sabemos cuánto tiempo tenemos. No sabemos qué secciones del casco están afectadas. Hay que moverse, rápido —sentención con aquel tono de quien sabe de lo que habla —. Vamos con la sargento Quest y el cabo Malbone, al final ellos toman las decisiones finales, y dudo que haya soldados esperando a dispararnos. Pararnos a recoger cosas es contraproducente, perdemos un tiempo que no sabemos cuánto nos queda, y.. si encontramos una sección despresurizada.. bueno.. —remarcó una sonrisa lúgubre, tañida de ironía —. Ni mascarillas, ni oxígeno, ni trajes. O no podremos pasar por allí porque se habrá sellado o ya flotando en el espacio. Avanzar, con ritmo, sin perder los nervios y no perder el grupo.

No vio necesidad de ampliar más el asunto, dejaba claro que pararse a recoger cosas consumía un tiempo precioso. Que ni botiquines, armas o trajes, estos demasiado aparatosos y probablemente escasos, eran opciones a pararse a recoger si el PEC estaba siendo atacado y, a tenor de la orden de evacuación, de forma catastrófica. Un trozo de metralla de una explosión en otro anillo del PEC podía salir despedido e impactar justo en la sección en la que se encontraban y se acabó, así de duro era, así de azaroso e inmisericorde era el espacio.

Fue entonces cuando William se impuso la obligación de salvar a las niñas de Townhall, secundado rápidamente por Grey. No le gustó, y menos escuchar cómo pretendían hacerlo. Era ese punto en el que el heroísmo y el sacrificio chocaban contra la evidencia de un peligro desconocido, Eylo entendía con el objeto, y no terminaba de ver porque nadie en el PEC iba a dejar tiradas a dos niñas que, para colmo, al menos una, parecía estar a solo un nivel del hangar y en compañía de una Soldado Espacial que sabría cómo actuar. No le gustó, era un error, y que Grey se aviniera a apoyarle le causó un nudo en el estómago que se anudó con más rabia cuando supo la clase de ruta que iban a tomar.

—No lo apruebo —sentenció, pero sin ningún afán de prohibir nada, en el fondo carecía de autoridad para ordenar lo contrario. Y esa aprobación no venía de porque no se preocupara de las niñas, y se la sudaba que cualquier interpretara lo contrario, pero no discutió ni debatió. Se centró en seguir aconsejando, ordenando, sugiriendo o lo que coño estuviera ya haciendo a esas alturas.

Se había decidido a ignorar el último comentario de Duncan, vencido a la evidencia de que el médico seguía aferrado a su tóxica interpretación de las cosas. Se centró en lo que dijo y repitió lo que ya había dicho previamente.

—Pararse no es una opción, si la ruta de huida pasa junto a tu camarote y la sargento Quest lo aprueba. Adelante —dijo con bastante frialdad, se le ocurrían varias razones para decir que esa idea de las muestras de sangre o de tejido presuntamente hackeadas era una empresa estéril. Si fuera tan fácil detectar a esos infiltrados ya habría sido destapada la trama hace tiempo, puesto que si alguno era herido y precisaba de intervención quirúrgica.. ¿cómo ocultas eso a los médicos humanos? ¿Por qué estos superespías habían fallado en la prueba del polígrafo? Había más hipótesis, pero no había tiempo para desarrollarlas. Lo que importaba ahora era sobrevivir y, con ello, se puso a apoyar a Joe de ser necesario.. ya que parecía que Grey no lo iba a hacer.

La alarma tronó a la par que el crujir del metal se hizo constante. Los quejidos de la nave chirriaban y llegaban a quebrar no solo la estructura de la estación, también los nervios de quienes estaban allí encerrados. Todos estaban en alerta, incluso el líder del grupo, el cual dedicó sus pensamientos a su propio sistema solar de nacimiento, pues la esencia de aquel lugar parecía seguirle, como una estela acompaña un cometa.

Lee Joe había ordenado a Dally Quest que sacase a los reclutas del PEC, un acto que denotaba la valentía del soldado espacial, el cual destinó su primera orden a proteger a los reclutas bajo su mando, cual era su obligación moral, enfrentándose él directamente con el capitán Dekeverz, algo que no debería costarle mucho trabajo si se comparaban los tamaños. Jim Foster lanzó un pisotón hacia Buck Smith que intentaba facilitar las cosas, metiéndole éste un empujón a la conductora como respuesta a su agresión.

Fue en ese instante cuando actuó Dunne Grey, la mujer reaccionó acercándose a Smith cuando Eylo le pidió que diese apoyo al brigada. Su presencia no fue particularmente necesaria, ya que Joe había propinado un par de fuertes golpes sobre el abdomen del recluta traidor, provocando que éste se arrodillase ante su presencia, siendo innecesario que la mujer hiciera acciones de mayor hostilidad.

Yilmaz dio órdenes de atrapar a Benedict, una labor que Stealer y Durrell desempeñaron de manera eficaz, tomándole cada uno por un brazo, mientras que Vera se posicionaba a la espalda, para evitar un inesperado escape. Dickens fue encarcelado en una de las celdas del nivel nueve, un sitio de donde no debería serle fácil huir

Lesly demostró ante sus compañeros que era una de las mejores combatientes del Domo. A diferencia de Anne, la tranquila y reflexiva Waist cogió de la muñeca a Zack, haciéndole una llave que le impedía su huida, y si presionaba le provocaba dolor. Ver a la mujer haciendo esos agarres, daba a pensar que la técnica para someter a su enemigo era sencilla, pues la joven no parecía haber invertido mucho esfuerzo en tan perfecto resultado. Tiró de él y Norris caminaba guiado de su mano como si de un cordero se tratase.

Los libros de Smith estaban en posesión de Quest, la cual no iba a cedérselos a nadie, al menos en ese preciso instante en que debían ponerse a salvo. Era buen momento para elegir un sitio seguro para escapar y las posibilidades radicaban en el nivel 5 o 4, como bien algunos de los reclutas hicieron constar.

Llegó el momento de la separación y Vera tenía muy claro que la única persona que realmente le importaba era Jim, por lo que la acompañaría dijera lo que dijesen los mandos, y es que si le pasaba algo a Foster, jamás se lo perdonaría. Saboreó sus labios y determinó con más claridad que nunca que la seguiría hasta la muerte si fuera necesario.

Y allí estaban los reclutas, Eylo y Daya actuando como siempre, a la par, proponiendo la unidad del grupo. William se hubiera alineado con la forma de pensar de los líderes del Domo, pero en su moral no podía abandonar a su suerte a las hijas de Townhall pues las juró defender, y aunque no lo hubiera hecho, su calidad humana le impedía anteponer su salud a la de ellas. Luego estaban Jim y Duncan, una pareja que había tenido sus buenos y malos momentos, y que en tiempos de adversidad parecía que podían llegar a comprenderse y apoyarse.

La orden del brigada había sido efectiva. Ella debía salir del nivel 9 cuanto antes para poner a salvo a los reclutas bajo su custodia, mientras que Joe intentaba eliminar al Asteriano. Jim tomó la palabra e hizo un rápido análisis de la situación.

- Maldita sea, quizás tenga razón, Foster, puede que haya enemigos dentro del PEC, y si es así desconocemos el número al que nos enfrentamos. No sería una mala opción ir a la armería - Comentó a modo de reflexión la mujer - Los anillos sí pueden desacoplarse y actuar como naves independientes. Son bastante resistentes y tiene el suficiente avituallamiento como para poder albergar vida durante meses. Suministros, armas, soporte vital... Parece un buen plan, siempre y cuando no hayan naves en el exterior asediando, puesto que pueden impactarnos. Los anillos se ven demasiado bien en el espacio... - Les explicó de forma extendida, mientras tomaba una de las rutas que conectaría con las escaleras que les llevaría al nivel superior.

Aunque Jim hacía referencia a los comunicadores de muñeca, lo cierto es que éstos estaban fallando, parpadeando las luces de control, por lo que quizás algunos mensajes pudieran ser mandados y otros no.

- Yo no suelo ir a la zona de mantenimiento. Quizás haya un plano o puede que no. No lo sé... Pero es una locura que nos desviemos o separemos. Si hay enemigos dentro, lo ideal es seguir todos juntos hacia el nivel cinco o hasta el hangar, de lo contrario podrían superarnos en número... - Razonó preocupándose por los cadetes. Todos debían acabar vivos o habría fracasado la misión.

La propuesta de Jim Foster implicaba que se separasen en escuadrones por especialidades, así maximizaban las posibilidades de supervivencia. Cada grupo debía contar con un piloto, médico y combatiente. La conductora señaló a Duke y le ordenó que fuese con ella, algo que no hizo dudar a Duncan que se situó a su lado, comentando algo que precisaba, pues en su habitación había un maletín médico que podría ayudarles a detectar Asterianos.

- ¿Podrías averiguarlo? - A Quest la propuesta de McCarthy le pareció muy interesante y de utilidad, pues en ese preciso momento no tenía ni la más mínima idea de en quien se podía o no confiar - Mierda, es muy arriesgado... ¡Malbone!.. ¡Acompañe a estos dos cadetes al nivel 5! ¡Sharmon ve con ellos! Necesitamos el maletín del doctor. ¡Nos vemos en el hangar o en el Domo 12!... - Y es que no estaba muy segura de si en la estación iba a ser fácil encontrarse de nuevo con ellos.

Como si de un resorte se tratara, Keira se separó del grupo principal y se dirigió rápidamente hacia donde estaba Duncan, siendo seguida por Sue. Así como Vera no se separó ni un ápice de Foster. Lo que nadie esperaba era que Yum caminase hacia el doctor y la conductora, pues Banerjee le había hecho una petición a la oriental, y ella siempre complaciente, se dirigió hacia el grupo que iba a ir hasta el camarote del doctor. Quest no dijo nada al respecto, era un grupo algo más numeroso pero quizás eso les abriese posibilidades en medio del PEC.

Otro camino. Las palabras de William resonaron en su cabeza y le hicieron entrar en pánico. ¿Ir solo? ¿Sin ella? ¡Ni hablar! El rostro de angustia de Kawalski era genuino, pues la joven siempre había mostrado un exceso de expresividad, y el optimismo del que solía gozar desapareció de un plumazo en el preciso instante en que el PEc se tambaleó, siendo aún más acusada su angustia en ese instante de incertidumbre. ¿Qué tenía Billy en mente?

Milena le miró, y cuando el joven preguntó por las niñas entonces comprendió la base de su preocupación. Las dos menores eran consideradas civiles y como tal, primer objetivo a cubrir en ese preciso instante. No habría mando que le impidiera a Thompson hacer lo que pretendía y ella, como su pareja, tan solo podía admirar su valentía, una que debía apoyar, no solo con palabras de ánimo, también con hechos.

- Yo voy contigo - No titubeó, estaba decidida. Las niñas le preocupaban y Billy más aún. Deber y devoción, dos palabras que se entrecruzaban en aquella misión auto designada. Milena sabía que salvar a las niñas era obligación de los soldados espaciales, justo en lo que se quería convertir, y no darle la espalda a su pareja, la mejor decisión que se fraguaba en su mente. Pero su interés no era personal, ni basado en reconocimiento o ego. La joven sentía que debía ayudar, era lo moralmente correcto - Soy ágil y mi constitución no es fuerte. Puedo seguirte sin estorbar.

Lo que no esperaba Milena era que Grey se ofreciera y que Billy le negase la posibilidad. Él quería que ella guiara a la gente por el PEC hasta la salida porque la muchacha, al haberse criado en uno, podía encontrar atajos que otros no considerarían posibles como vías de escape.

- Grey seguro es mejor guiando a la gente por el PEC que yo... - Dijo buscando una argumentación razonable que Dunne negó a modo de orden, indicando como sargento que iría ella y que Kawalski abriría el grupo de evacuación junto con Jean Harris. La joven era obediente y no discutiría esas órdenes.

- Sulimo... - Acabó la palabra con un suspiro - No puedo perderte por dos veces... - Susurró mientras el nudo en la garganta se hacía más marcado - Haz lo que tienes que hacer y regresa a mí. Yo estaré esperándote en Protect. Pase lo que pase, allí llegaré... - Él la besó y ella le devolvió el gesto, siendo apasionada e intensa en la despedida, quizás por el miedo de que fuera el fin y jamás volvieran a encontrarse - Te quiero... - Las dos palabras más sencillas e importantes del universo. Con ellas dichas, todo debía funcionar.

Se separaron, él se obligó a ello y Milena puso toda su fuerza de voluntad en no aferrarse de nuevo a su contacto. Lesly tenía sometido a Zack, y Elon estaba posicionado al lado de su amiga. Ambos le hicieron un gesto con la cabeza a William, mientras ellos estuvieran vivos, a Kawalski jamás le pasaría nada.

Grey miró a Eylo cuando sus caminos iban a divergir. No pudiendo evitar dirigirse a él y besarle a modo de despedida, sintiendo que una vez más, le estaba fallando. Luego caminó al lado de Thompson, señalando uno de los pasillos, mientras que el resto del grupo avanzaría por otro lado. La sargento corría con presteza, no debían perder ni un minuto de tiempo. La dirección que tomaban era la de las cocinas del nivel 5, el lugar donde Malbone comentó que Maia estaba con Gleason, ambas iban a elaborar unos dulces para el desayuno de la mañana. De Eris nada se sabía y sabiendo William lo que sabía de ella, eso era un verdadero problema.

Se escuchó una orden. Eylo sentenció que todos debían ir juntos, centrando su atención en Jean Harris, planteando una afirmación que hizo negar la cabeza del joven explorador, el cual miró al líder de manera apenada.

- Me habría gustado caminar por todo el PEC pero teníamos limitados los accesos a los niveles 5, 6 y 7. No me he saltado la orden de mis superiores. Lo siento - Se disculpó en un arrebato de culpabilidad, y es que Jean Harris nunca había sido alguien que transgrediera las normas. Era un buen chico que siempre haría todo lo que se le decía. - Yo puedo intentar guiarlos hasta el nivel 5, espero no perderme... - Inseguridad, aunque quizás de todos ellos, era el que mejor orientación tenía.

Fue así como el explorador comenzó a buscar una vía de acceso, pero no conocía bien por donde avanzar, esforzándose por agradar a Yilmaz. Fue una suerte que Milena y Quest se quedaran con el grueso del grupo, porque las dos mujeres, muy dispuestas, señalaron a la par la vía que debían recorrer, unas escaleras de emergencias lo suficientemente anchas como para que no tuvieran que cederse el paso entre unos y otros 

Narel estaba aún en shock por todo lo que acababa de vivir, y no ayudaba el hecho de que se moviera toda la nave, anunciando un desastre no muy lejano. Yilmaz le pedía colaboración, que fuera con el grupo y pusiera sus conocimientos en estaciones al servicio del Domo. Le costaba reaccionar. Fue necesaria la ayuda de Becky para tirar de ella y conseguir que se pusiera en marcha, siempre custodiadas ambas por Alvin, que las seguía de cerca.

Daya hizo un par de gestiones, una de ella fue pedirle a Yum que vigilase a Keira. La oriental, siempre seguida por Einar se cambió de grupo, abandonando la compañía de su amiga piloto. Por otra parte, le pidió a Donner que controlara a Harold, y el combatiente se situó al lado de quien pensaban, era Asteriano, posicionándose siempre detrás de él, por si debía reducirle en algún momento.

Eylo se quedó en retaguardia mientras observaba al grueso del grupo ascender, tras haber indicado, muy sabiamente, que no usaran los ascensores, como bien venía definido en cualquier plan básico de evacuación. Daya, su segunda, estaba mandando un mensaje que no sabía si llegaría o cuando lo haría, pero al menos se quedaba tranquila de haberlo grabado, mientras a su espalda sonaron dos disparos del arma láser, un zumbido que implicaba más muerte. Lee Joe había quedado atrás junto con los asterianos.

Thompson y Grey corrían por uno de los pasillos del nivel 9. Estaba claro que la mujer tenía en mente una proyección mental del PEC y que, gracias a eso, ahorrarían tiempo para llegar de un nivel a otro. Las vibraciones del suelo se intensificaban, así como los ruidos que indicaban daños en el exterior de la nave. El sonido de la sirena de emergencia bajó su volumen para dar paso a una voz masculina y autoritaria, la del comandante Boaventura.

- Todos los pilotos deben dirigirse a sus naves de combate - La primera orden era muy específica, citando en el hangar a los especialistas en vuelo, para atacar al enemigo si deseaban tener una oportunidad - Se requieren ingenieros y mecánicos con trajes protectores en el nivel diez. Es urgente - Y tanto que lo era, si los daños se centraban en ese lugar era por un motivo específico, era el sitio físico donde estaba el reactor nuclear, una zona que si se dañaba de forma acertada, podría destruir toda la estación desde los cimientos - Se requiere que los combatientes, designados por los planes de evacuación, organicen a la población civil en los hangares - Nuevas vibraciones, el suelo se inclina y varios soldados que se cruzan de camino caen al suelo tras perder el equilibrio - Los escuadrones ocupen sus discos. Domo 12 diríjanse al punto de evacuación más cercano... - Había un llamamiento específico para ellos, ya que no habían previsto un simulacro en el PEC, debido a que iban a pasar poco tiempo en la estación.

William había mandado varios mensajes a las personas que en ese preciso instante le importaban. De entrada, no recibía respuesta de ninguno de ellos, y era un sin vivir estar constantemente mirando el comunicador para comprobar si la luz verde dejaba de parpadear o se encendía el icono que indicaba la recepción de un mensaje nuevo.

- Corre más rápido - Le instó Grey al muchacho, abriendo con su tarjeta una puerta estrecha y secundaria que accedía a una zona poco iluminada, claramente una región donde sólo los mecánicos podían pasar. Ellos y Dunne, la cual podría contar una historia bastante interesante de cómo consiguió duplicar esa tarjeta - Hay que ascender por estas escaleras, nos llevarán a los comedores y cocinas del nivel seis. Es una vía bastante rápida... - Comenzó a decir la mujer cuando la voz de Boaventura volvió a tronar por el megáfono de comunicación.

- Bloqueados los sectores de mantenimiento. Bre...bre...cha....en la..es...fe...ra....to.........traj... esp.... - Las comunicaciones habían sido dañadas o intervenidas, perdiéndose la voz de quien dirigía las labores de ataque y evacuación. La situación podía dirigirse como insostenible.

- No me jodas... - Se lamentó Grey llegando hasta una puerta que descansaba en uno de los rellanos entre escalones - La tarjeta no funciona. Maldita sea, hay que quebrar la cerradura... Si no podemos abrirla tendremos que subir a otro nivel para intentar salir...- Miró incómoda a Thompson, era evidente que Grey no tenía muy claro de cuanto tiempo disponían y que aquella situación era la primera vez que la vivía. Un PEC atacado en el espacio era una sorpresa de las que te impide dormir.

Pero no todo iba a ser malo, puesto que Billy recibió un mensaje en ese preciso instante. Eris Townhall se puso en contacto con él.

Estoy de camino a la cocina del nivel 5. No necesito ayuda para salir de aquí. Voy por mi hermana.

El grupo que acompañaba a Quest era bastante numeroso. Abrían la ruta de ascenso la sargento y Milena, las cuáles parecían entenderse bastante bien en cuanto a orientaciones, no dudando ni un instante en hacia donde se dirigían. La orden de Quest había sido seguir la indicación de Foster, dirigirse hacia el nivel 8 para abastecerse en armas, pues no confiaba la mujer en encontrar enemigos armados que pudieran hacerles frente. Una duda bastante razonable.

Yilmaz quizás recordase las últimas palabras que le dirigió a Dunne antes de que se marchara por un camino que no era el que él había indicado. No lo aprobaba. Y Dally Quest parecía que no iba a impedirle a la sargento que hiciera lo que le viniese en gana, cual era su costumbre, quizás porque la labor que iba a realizar, de alguna manera, la aplaudiera

Las vibraciones del suelo se intensificaban, así como los ruidos que indicaban daños en el exterior de la nave. El sonido de la sirena de emergencia bajó su volumen para dar paso a una voz masculina y autoritaria, la del comandante Boaventura.

- Todos los pilotos deben dirigirse a sus naves de combate - La primera orden era muy específica, citando en el hangar a los especialistas en vuelo, para atacar al enemigo si deseaban tener una oportunidad - Se requieren ingenieros y mecánicos con trajes protectores en el nivel diez. Es urgente - Y tanto que lo era, si los daños se centraban en ese lugar era por un motivo específico, era el sitio físico donde estaba el reactor nuclear, una zona que si se dañaba de forma acertada, podría destruir toda la estación desde los cimientos - Se requiere que los combatientes, designados por los planes de evacuación, organicen a la población civil en los hangares - Nuevas vibraciones, el suelo se inclina y varios soldados que se cruzan de camino caen al suelo tras perder el equilibrio - Los escuadrones ocupen sus discos. Domo 12 diríjanse al punto de evacuación más cercano... - Había un llamamiento específico para ellos, ya que no habían previsto un simulacro en el PEC, debido a que iban a pasar poco tiempo en la estación.

- Corred más rápido - Jean Harris apremiaba a sus compañeros. El grupo era bastante numeroso, y en orden estaba constituido por: Quest, Milena, Elon, Becky, Narel, Alvin, Jean, Martin, Harold, Donner, Zack, Lesly, Mott, Carl, Daya y Eylo. Durrell y Stealer se habían quedado con el brigada. Grey y Thompson se marcharon juntos y el resto iban con Malbone y Sharmon. Varias vías de movimiento.

Cuando la sargento llegó al nivel 8, el sitio donde estaban las armas, hizo que todo el grupo de cadetes se parase en el ascenso, y recorrieran un pasillo donde las luces comenzaban a parpadear. La voz de Boaventura volvió a tronar por el megáfono de comunicación.

- Bloqueados los sectores de mantenimiento. Bre...bre...cha....en la..es...fe...ra....to.........traj... esp.... - Las comunicaciones habían sido dañadas o intervenidas, perdiéndose la voz de quien dirigía las labores de combate y evacuación. La situación podía considerarse como insostenible.

- No me jodas... - Se lamentó Quest llegando hasta una puerta entre abierta, estaba claro que el pensamiento de Jim había sido compartido por muchos de los soldados del PEC, los cuáles habían tomado armamento para hacer frente al enemigo común, aunque no sabían exactamente de qué o quiénes eran - Coged pistolas o subfusiles láser...

Quedaban 5 de cada una de ellas. No eran suficientes, pero al menos podrían hacer frente a los enemigos que surgieran, sin saber que el peor de todos era el propio PEC, pues una vez dentro de la armería, el sistema de comunicación electrónico cerró la compuerta de la armería, y no había forma de abrirla. Estaban atrapados.

Pero no todo iba a ser malo, puesto que Daya recibió un mensaje en ese preciso instante. Frank Kepborn se puso en contacto con ella

Dime que estás de broma... (Voz seria, preocupada)... Voy a ponerme en contacto con el PEC 15 para que pueda ir a apoyaros. Daya súbete a una nave y ven a Protect de inmediato, dirígete al Domo 15, no vayas al tuyo por seguridad. Si es un ataque medido, habrán previsto la destrucción también del Domo 12. Y por todo el universo, ten cuidado. Ante todo sobrevive. Te espero preciosa. Tú puedes con esto.

El grupo que acompañaba a Malbone era bastante numeroso, aunque no tanto como el que iba dirigido por Quest, de forma que el cabo eligió una ruta de ascenso distinta, con el fin de no crear un efecto embudo en las escaleras que conectaban entre los diversos niveles. El comentario de Duncan había sido del interés de Dally Quest. Tener posibilidad de distinguir a los Asterianos de los humanos sería una buena forma de saber en quién se podía o no confiar, pues en ese preciso instante, la suspicacia estaba en el aire.

Abría el camino el mismo cabo, seguido por Jim, Vera, Duncan, Keira, Sue, Yum, Einar y Raven. Tras Hacer el ascenso al primer nivel Sue y Keira necesitaron tomar aire, y es que desde que tuvieron lugar sus heridas, apenas habían entrenado, costándoles un mundo todo lo que era ejercicio físico. No obstante, Raven Sharmon cerraba la comitiva y no iba a dejar a nadie atrás, instándoles a seguir.

Las vibraciones del suelo se intensificaban, así como los ruidos que indicaban daños en el exterior de la nave. El sonido de la sirena de emergencia bajó su volumen para dar paso a una voz masculina y autoritaria, la del comandante Boaventura.

- Todos los pilotos deben dirigirse a sus naves de combate - La primera orden era muy específica, citando en el hangar a los especialistas en vuelo, para atacar al enemigo si deseaban tener una oportunidad - Se requieren ingenieros y mecánicos con trajes protectores en el nivel diez. Es urgente - Y tanto que lo era, si los daños se centraban en ese lugar era por un motivo específico, era el sitio físico donde estaba el reactor nuclear, una zona que si se dañaba de forma acertada, podría destruir toda la estación desde los cimientos - Se requiere que los combatientes, designados por los planes de evacuación, organicen a la población civil en los hangares - Nuevas vibraciones, el suelo se inclina y varios soldados que se cruzan de camino caen al suelo tras perder el equilibrio - Los escuadrones ocupen sus discos. Domo 12 diríjanse al punto de evacuación más cercano... - Había un llamamiento específico para ellos, ya que no habían previsto un simulacro en el PEC, debido a que iban a pasar poco tiempo en la estación.

- CORRED MÁS RÁPIDO - Ordenó Malbone con su carácter firme, serio y carente de empatía - MOVED EL PUTO CULO O ESTE JODIDO SITIO SERÁ NUESTRA TUMBA - Tenía los nervios crispados y no era para menos. Él no tenía miedo ante los enemigos reales, las personas o los monstruos, pero en esa situación, las paredes se doblaban, los metales chirriaban, y el hombre casi podía intuir una explosión que acabase con los propios cimientos de toda la estructura. No estaba preparado para eso, a pesar de que en cierta medida, no temía a la muerte.

Cuando el cabo llegó al nivel 7, la zona de entrenamiento, hizo que todo el grupo de cadetes se parase en el ascenso, y recorrieran un pasillo donde las luces comenzaban a parpadear. La voz de Boaventura volvió a tronar por el megáfono de comunicación.

- Bloqueados los sectores de mantenimiento. Bre...bre...cha....en la..es...fe...ra....to.........traj... esp.... - Las comunicaciones habían sido dañadas o intervenidas, perdiéndose la voz de quien dirigía las labores de combate y evacuación. La situación podía considerarse como insostenible.

- NO ME JODAS... - Rezongó el tipo cuando tuvo que pararse en seco porque había un agujero en el suelo lo suficientemente profundo que, de caer, acabarían en el nivel inferior y eso sin contar con que podrían matarse en el proceso.

- Este es el camino más directo hacia el nivel 5. Si retrocedemos, las escaleras nos llevarán al nivel 6 - Comentó Raven Sharmon preocupada. O saltaban o perdían tiempo en el proceso, y no es que tuvieran demasiado como para invertirlo en dar paseos por el PEC, pues no sabían cómo sería el estado del resto de los pasillos - Supongo que no es imposible dar este salto... ¿Cómo lo veis?...

Duncan se encogió de hombros ignorando la frialdad de las palabras que le dedicaba el líder de su domo. Su poder acababa en el momento en que habían mandos para hacerse cargo de la situación, y allí estaba lleno de mandos. El creía necesitarlo, no recordaba el historial médico de todos, y que pasaría si había algún tipo de percance? Que pasaría si herían a alguien? Sin equipo estaban muertos y el equipo de la starliner era muy deficiente, ya lo había probado en la ida a Protect cuando Billy y Sue enfermaron de gravedad. Aun así no pondría en riesgo a nadie, si veía posibilidades iría a por él y sino no iría, de todos modos su responsabilidad era con los heridos de la nave, y si había alguno su deber era ayudarle a escapar o simplemente quedarse. No saldría de allí casi con seguridad pero si podía darles una herramienta, una posibilidad, lo haría.... Necesitarían un médico, pero ese médico no tenía porque ser él y los puentes de unión con el domo estaban quemados y rotos.

La pregunta de Quest de si podía averiguarlo no admitía giros argumentales ni grandilocuencias así que con la mayor honestidad le escribió - Es una posibilidad, no una seguridad, pero sin esos resultados no podré hacerlo de ninguna de las maneras. Las diferencias no son evidentes, pero si las hay deben radicar en algún cambio en la composición química del cuerpo o en la presencia de marcador genéticos, de momento es lo mejor que tenemos... - Pero Quest no parecía tener muchas más ganas de explicaciones y envió a Malbone para que los escoltara al nivel cinco. El grupo iba a ser nutrido, sus amigas Sue y Keira lo seguirían, pero también Yum y Einar, y Jim y Vera.... No se podía negar que era un grupo cuando menos dispar, y en el que parecía que cada una de las partes implicadas en el domo quería tener a un hombre, como si nadie pudiera confiar en nadie, aunque igual, simplemente, es que querían tenerlo vigilado a él.

Cuando el cabo ordenó se puso en marcha y salió corriendo tras ellos, marcando el ritmo de forma incremental hasta llegar a su velocidad crucero, como le había enseñado Noor, la mejor manera para que a un viejo como él no se le subieran los gemelos.

El cabo era un hombre de acción, tal vez brutal, pero no dudaba y eso era justo lo que necesitaban, alguien resolutivo que les apretara para sacarlos de allí con vida. Todo parecía ir bien hasta que subieron el primer piso. Keira y Sue parecían estarlo pasando mal, falta de activida física, y estaba claro que el empotramiento no aumentaba la capacidad aeróbica de las personas. Sue parecía cansada, así que Duncan se descolgó del grupo para correr a su lado, como había hecho varias veces Noor cuando no aguantaba el ritmo y le dijo con su voz y una sonrisa

- Si e iías e eo e enoes (Si me pillas te dejo que me empotres) áos, áos, óe, óe (Vamos, vamos, corre, corre)

Las vibraciones del suelo, de las paredes, de la nave entera, no auguraban nada bueno. Así como el ligero sonido de ¿explosiones? que llegaba desde fuera. No parecía que hubiera algún tipo de avería, les estaban atacando, alguna nave más grande e increíble que el PEC les estaba borrando del mapa porque esos malditos asterianos habían revelado su posición en sus narices. Empujó suavemente a Keira que se estaba quedando atrasada cuando la voz del comandante Buenaventura comenzó a dar órdenes. Los pilotos debían dirigirse a sus cazas, los mecánicos debían ir al nivel diez... Eso quería decir, que el reactor estaba afectado, así que, la integridad de la nave estaba comprometida y eso hacía su misión más importante. Si morían los asterianos en aquella nave el contenido de su ordenador podía ser el único vestigio de la existencia de asterianos, la única prueba física, lo único con lo que trabajar. Siguió escuchando, corriendo, intentando encontrar que orden sería la aplicable a él, ir a la enfermería, ir a los hangares, evacuar en un disco, pero no, la población civil debía ir a los hangares y los escuadrones a los discos... Vio caer frente a él varios soldados, pero al menos no les estaban disparando, algo que pensó que se produciría con seguridad. No había heridos, así que podía seguir y siguió, hasta que la orden específica para su domo, el general había pensado en ellos, aunque no podía decidir si eso era positivo o no. Tenían que ir al punto de evacuación más cercano, aunque no tenía ni idea de donde estaba, cuestión que fue aclarada con la habitual amabilidad por el cabo Malbone.

Si no tuviera miedo se habría sonreído, sin poder evitarlo, porque la actitud del cabo lo decía a las claras, el punto de evacuación estaba donde a él le saliera de los cojones, y si no corrían más se lo iba a dibujar en sus traseros de una patada tal que les iba a salir hasta una zapatería en la frente. Duncan no estaba cansado, de hecho todavía no había roto a sudar, y no pudo menos que acordarse de Noor, de su sonrisa, de las bromas que compartían. Se sentía como si la tuviera al lado, gritándole, animándole, vamos pleistopota, mi abuela corre más y eso que está muerta, vamos, me vestiré de tal forma que no me reconocerás e iremos a un sitio tranquilo a cenar, sin que me tengas que perseguir, porque eso es lo que hacen los amigos.... No la volvería a ver, ni siquiera la podría enterrar, devolver el cuerpo a su familia, no era justo, solo había sido una victima que había estado en el lugar inadecuado en el momento menos preciso.

Apretó los dientes y corrió más rápido, remontando posiciones en el grupo. Mejor motivación para Sue y Keira que los gritos de Malbone no iban a tener, y si no corrían por eso lo harían por todo lo demás, los sonidos de metal rasgado, que a él se le asemejaban a los de un gato cuando le pisaban la cola, se sucedían, y en cualquier momento una brecha en el casco produciría que se escapara la atmósfera y murieran, no había más, correr, correr, ya tendrían tiempo de descansar una vez que estuvieran a salvo.

El comandante anunció que los sectores de mantenimiento estaban bloqueados y algo de una brecha. Aquello era malo, que tan malo no se podía saber, pero parecía que el PEC estaba irremediablemente perdido. Ya habían llegado al nivel 7, estaban a 3 niveles de escapar, 2 para llegar a los discos, pero si había naves espaciales fuera los discos serían como grandes patos a los que disparar mientras nadaban en un barril, la mejor via de escape era una nave más pequeña, aunque no iba a hacer feos, salvarse era salvarse.

Entonces el cabo se detuvo en seco e hizo una señal para que se detuvieran, con motivo. Había un buen agujero al suelo, suficiente para caer al nivel de abajo y en el proceso matarse, o romperse una pierna que para el caso era el mismo. Duncan empezó a mirar alrededor, buscando alternativas, mientras Raven decía que ese camino les llevaría al nivel 5 mientras que un desvio lo haría al 6. No era un salto imposible, pero tenía sus riesgos, y Sue y Keira estaban todavía renqueantes, no podrían hacerlo, y no podían dar un relevo, tenían que llegar a su habitación, tenían que llegar al starliner, no iban a dar un relevo. Arriba, arriba, no podían pararse, pero como? Como saltar un agujero de ese tamaño sin riesgo. Se acordó de su amigo Sam, feliz de haberse despedido de él y entonces recordó una de las cosas que decía, una cita de Julio Cesar. Sam era el señor citas, siempre le gustaba demostrar lo inteligente que era citando a tal y cual personaje famoso o histórico. Era competitivo, le gustaba que supieran que era el número 1 de la promoción, pero salvo eso era buen tío. Sam siempre decía: "Cuando lleguemos a ese río ya hablaremos de ese puente"

Un puente!! Eso era, con un puente podrían pasar sin tanto riesgo, todos podrían hacerlo, aunque tocaba convencer a los mandos. Duncan dijo

-No, no!! salá no, uene - Señaló con vehemencia hacia el gimnasio, concretamente una zona con espalderas y una escalera de esas que se colgaban en la pared para hacer dominadas y ejercicios de escalada. Empezó a escribir - Señor, Sue y Keira no están en condiciones de hacer ese salto. Hagamos un puente con la espaldera o la escalera, pongamos un par de colchonetas encima para que nadie pueda meter el pie entre los barrotes y crucemos todos. Las desmontaremos rápido, no hay que ser cuidadoso, disparando el láser a los anclajes la liberaremos. Agarraremos la escalera desde un extremo para que no se mueva, y así podremos pasar todo con mayor seguridad. Nos saltaremos el nivel 6 y ganaremos tiempo. Yo me ofrezco el primero a pasar si hace falta señor pero no podemos dejar a ningún compañero atrás, y es la manera de hacerlo sin perder tiempo.

Si nadie tenía nada mejor que hacer sería lo que haría, aunque si el cabo ordenada saltar saltaría. Tenían que llegar deprisa a por su comunicador, era lo único que tenían contra los asterianos en aquel momento. Era una aguja en un pajar, dependía de un golpe de suerte, pero así se descubrió la penicilina, con un golpe de suerte, y vivía dios que en aquel momento, a puntos de ser engullidos en el espacio, lo necesitaban.

Einar había entrado a la carrera en aquella estancia siguiendo a Quest, tal y como habían sido sus órdenes nada más abandonar la zona de atraque donde había dejado aquel transporte espacial con el que había querido empezar a expiar la culpa que seguía atenazándole el alma al acompañar los restos mortales de sus dos ex-compañeros hasta sus respectivos lugares de reposo eterno.

Había tenido mucho tiempo a solas para pensar en ello, y no estaba seguro de si eso había sido algo bueno o algo malo; simplemente no había tenido el valor de pararse a analizar sus sentimientos al respecto. Planeaba comentar aquello con el psicólogo que le asignasen tras reunirse con sus compañeros.

Pero cualquier esperanza de que el reencuentro con el resto de reclutas fuese a significar en cierto modo el encauzamiento de sus problemas hacia una solución pausada y racional se estrellaron de golpe con aquella situación que en primera instancia se le antojaba absolutamente surrealista y así habría seguido siendo de no ser por la expresión seria y preocupada que se dibujó de golpe en su superior. ¿Que cojones estaba pasando? Primero le informaban de que todo su  Domo se encontraba encarcelado y, instantes después, toda la estación empezaba a temblar y a crujir como si estuviese a punto de quebrarse. Nada de aquello tenía sentido.

Nada más cruzar las puertas, sus ojos se movieron con velocidad en la estancia, movidos más por una voluntad inconsciente que por una orden racional, en búsqueda de aquel otro par de ojos, oscuros y rasgados. Pasaron casi por alto el cuerpo de Carracci, pero en aquel momento y dadas las circunstancias, aquello no le pareció tan prioritario como asegurarse de que ella estuviese bien.

Encontrarla allí, entre todos los demás y pese a lo caótico de los acontecimientos que se estaban desarrollando en aquel instante supuso un increible bálsamo para el piloto quien, a partir de ese momento ya sí se permitió tratar de analizar con algo más de perspectiva lo que estaba sobreviniendo.

Por un lado, el grupo al completo parecía encontrarse al completo en la zona de calabozos recluido. No tenía más información al respecto y eso no quería decir que aquello realmente tuviese algo que ver con el segundo y aún más preocupante punto: Que la estación estuviese colapsando.

Yum parecía estar bien. Daya también. Eylo, Keira... Su mente quería pasar lista de los presentes, pero su instinto de supervivencia se lo desaconsejó. Ellas están bien. Sal de aquí de una pieza y tendrás tus respuestas.

Como el que entra al cine durante los 10 últimos minutos de película, fue espectador inoperante y bastante desconcertado de aquella conversación que mantuvieron los presentesy que incluía avisos por megafonía que advertían de complots alienígenas. No parecía el momento más adecuado de hacer preguntas así que se limitó a seguir el manual básico del soldado: "Si no sabes que está ocurriendo, haz lo que diga tu superior"

Y como a él no le fueron asignadas órdenes específicas, pero sí que se había trazado un plan bastante concreto dividido en grupos, se limitó a hacer lo que le rogaba su interior y que, por suerte, no contradecía ninguna orden. Se unió al grupo que se dirigía Malbone, no sin antes buscar a Daya entre el trasiego de personas.

-Nos veremos en la Starliner-se limitó a decirle, como una suerte de "hasta luego"

Eylo no replicó a los nuevos enfoques designados por Quest, ya que tenía muy claro que ella estaba al mando. El eridiano solo podía aportar su visión y experiencia en cuanto a situaciones como esa, y es que con tan poco conocimiento de lo que estaba sucediendo y ordenada la evacuación total, arriesgarse a pararse podía significar la diferencia entre la vida y la muerte.

—No te preocupes, Jean —le dijo al explorador comprendiendo su respuesta, pero quería confiar en él, teniendo esa vocación quizá tenía la capacidad de buscar opciones y rutas alternativas con mayor facilidad —. Mantén los ojos abiertos.

Claro que aquí le fallaba el contexto a Eylo. La superficie de un planeta no era lo mismo que el interior de una estación espacial, para el eridiano lo natural era el ambiente artificial de la estación, y quizá Jean aun debía familiarizarse con aquel entorno. Contempló la despedida entre Milena y William, y aunque mentiría si dijera que no le tomó por sorpresa esa incipiente relación, tampoco la encontró extraña. Quizá porque su atención fue captada por Grey, quien se acercó a besarle. Eylo correspondió al beso, y le costó decir palabras de aliento y confianza a la sargento. Finalmente asintió lentamente, con la acumulación de cansancio y presión sobre sus hombros.

—Ve con cuidado —no hizo valoración de cómo podía sentirse Grey. En realidad fue muy asertivo, puesto que abrir una grieta en su predisposición no le era una opción.

Ver marchar a Grey le causó conmoción, no le gustaba todo aquello. Verse separados de ese modo, y quizá con un pensamiento muy egoísta en el fondo, de que no era justo aquello. Se cuestionó esos pensamientos, recriminándose de que acaso no habrían otros Soldados Espaciales al cargo de las niñas en ese momento, o que quizá debía ser él quien fuera por el compromiso adquirido con el teniente Townhall. Daba igual, todo eso daba igual, lo enterró en la profundidad de su corazón y se centró en los problemas más inmediatos.

—Cuidad de ella, por favor —le dijo a Alvin y Becky con una febril sonrisa al ver que se volcaban en Narel, asumió que aun debía digerir lo sucedido. Sintió un odio visceral por Buck, Dekeverz o quien coño fuera, también, aunque este más pasajero, por Jim. Quizá no era el mejor combustible, pero en ese momento le sirvió para seguir adelante.

Las comunicaciones fallaban, cada vez habían más sacudidas que no auguraban un desenlace feliz, más cundo escuchó algo de brecha en mantenimiento. Los quejidos del PEC eran una cacofonía de condenados, familiares, demasiado familiares. El corazón se le iba acelerando mientras su cerebro practicaba paralelismos nocivos con Políxene. No, no y no, ahora no, se exigía Eylo. No es lo mismo, se repetía. En absoluto es lo mismo. Ya en la armería, esa parada obligatoria mandada por Quest, vio el arsenal y el riesgo de que armas de fuego se vieran repartidas y una cayera en las manos de Harold. Por lo que se anticipó un poco.

—Donner, Milena, Jean, Alvin, Elon.. coged un subfusil.. —señaló a sus compañeros quienes creyó, o sabía, más versados —. Martín, Daya, Carl, Lesly, pistolas.. —se adelantó sutilmente cogiendo él mismo una pistola, aunque se consideraba a si mismo un manco. En un momento en el que Harold les diera la espalda, buscó a Quest haciendo un gesto con las manos, con este dio a entender a la sargento que había que vigilar a Harold terminando este con un dedo en los labios aconsejando silencio por el momento. Si Quest sabía que pretendía, al menos podía actuar en consecuencia.

En ese momento las compuertas se cerraron de golpe, y uno de los temores de Eylo se hicieron realidad. Se resistió en soltar una desaprobación en voz alta, que venir a la armería había sido un error, y quizá acabaría siendo afortunado no hacerlo, ya que quizá el destino le daba con una patada en los huevos revelando que, al final, sí podían necesitar las armas. Fuere como fuere, Eylo avanzó con rapidez hacia la consola de control de las puertas.

—Creo que puedo puentear el control de seguridad —aseguró el eridiano mientras echaba cuenta de un diagnóstico rápido, si la base estaba sufriendo fallos generalizados, un posible ataque informático o, peor, una señal como la Anomalía, iba a tener que reiniciar los protocolos de la consola. En circunstancias normales aquello requeriría bastante cuidado, ya que saltaría alguna alarma, pero dado que esas circunstancias no eran normales, Eylo se permitió irrumpir en los sistemas del control de la puerta sin contención.

—Uno, dos.. tres.. Abierta —anunció mientras echaba cuenta del comunicador. Estaba presto a emprender la carrera hasta el punto de evacuación designado para el Domo 12, el más cercano, pero dejó la decisión final en manos de Quest. No habían quedado en nada concreto, fiel a la algarabía de voces que era aquel grupo y empezaba a hastiar a Eylo. ¿Al nivel 5 con el desprendimiento del disco? ¿Al nivel 4 con los hangares? Eylo miró a Quest —. Señora, ¿hacia dónde? Si nos ceñimos a las instrucciones del comandante, deberíamos acudir al punto de evacuación de este nivel, pero.. —miró hacia el camino que debería subir al siguiente nivel —. Quizá podamos llegar al nivel 5, con los demás.

El beso entre Billy y Milena no le sorprendió en sí mismo pues había intuido que entre ellos dos se fraguaba algo pero sí le sorprendió la urgencia, el sentimiento que desprendieron, las miradas. Era un beso de despedida, un beso de esos que podían ser el último, una de esas miradas que querían captar todo el detalle de quien tenían delante por si no podían volver a reencontrarse. El gesto de él, separándola con cariño pero firmemente, le hablaba de confianza fingida, de quien se hacía fuerte por no reconocer que sentía lo mismo y que, en parte, temía igualmente el final. Y vio lo mismo en Dunne y en Eylo. Sintió añoranza, envidia al verlos. Ellos habían tenido ese beso de despedida, esa posibilidad al menos de que sus almas descansaran en paz si no había reencuentro. Siguió a Billy y a Dunne con la mirada mientras se alejaban de ellos hasta que los perdió de vista, esperaba que no fuera la última visión que tuviera de ambos.

La voz de la sargento resonaba en su mente dando opciones de acción. A la armería. No sabía que pensar de aquella opción, no hubiera sido lo primero que ella hubiera decidido, pero quizás debía aprender a barajar otras prioridades fijándose en las decisiones de los mandos. Sea como fuera, no iba a rebatirle la orden a la sargento. Pero sí que iba a contestarle a lo demás ya que tenía dudas sobre aquella opción de escape.

-Sargento, si me permite… Si el plan de los Asterianos es que nadie salga con vida de este PEC, los discos pueden estar comprometidos, no tanto ya debido al ataque de lo que tengamos en el exterior atacándonos, sino que han podido ser saboteados desde dentro. Es una opción ya que es la vía de evacuación natural de la mayor parte de los habitantes del PEC. Con eso se asegurarían de no dejar ninguna posibilidad de supervivencia… Ellos tenían preparada una vía de escape y no era un disco sino una nave pequeña, una Starliner o una Eagle. No han podido hackear todas las naves del PEC, son independientes de los controles centrales, los discos no, son parte del PEC... accediendo al sistema principal se puede llegar a ellos... -sí, temía el poder de infiltración de los Asterianos. Sí habían llegado tan lejos ayudados por altos mandos en el PEC, habrían tenido acceso a lo que hubieran querido para asegurarse el éxito de su misión.

Pero cuando la sargento se detuvo y consideró la opción propuesta por Duncan la miró de forma inquisitiva. A ella primero y después a Malbone que no se negó a la orden ni objetó al respecto. Primero Billy y Grey, ahora Jim y Duncan también se separaban llevándose con ellos a Malbone y Sharmon. Estaba claro que lo de no dividirse y ser un grupo unido y fuerte frente a los posibles enemigos por el PEC había durado lo que había tardado en abrirse otra posibilidad de división. Keira, Sue, Vera se unieron al grupo. Y Yum se unió a ellos seguida de Einar. La innumita se quedó mirando a Yum intensamente, a Einar y finalmente a Keira. Y una mala sensación la invadió, no quería separarse de su amiga, pero ella seguía su orden y arrastraba a Einar con ella. Tuvo unos segundos de duda, quería decirle a Yum que no se separase de su lado pero, viendo al grupo que se dividía en conjunto, supo que estaba equilibrado, que quizás tuvieran una posibilidad al dividirse después de todo. Si algo sucedía al grupo principal en el que ella misma iba ellos podrían seguir alcanzando un nivel superior y Einar podría sacarlos de allí. Lo miró cuando se despidió de ella. No era un beso pero era un adiós encubierto lo que transmitían sus palabras, más por el tono que por lo que decía. Asintió-Tened cuidado, no os entretengáis más de lo necesario. Einar… cuida de Yum…-se despidió igualmente viendo cómo se perdían por el pasillo camino de los camarotes, dejando de plantearse posibilidades y retomando su camino siguiendo a la sargento aunque no podía sacarse del estómago aquella mala sensación que se acrecentó al escuchar dos disparos a su espalda. Se volvió temiendo ver a alguien corriendo hacia ellos con un arma en la mano y que no fuera el brigada, pero no se veía a nadie, por lo que siguió confiando en que el mando y los que se habían quedado con él, no tuvieran problemas en reducir a Buck y que aquellos dos disparos significaran la muerte del Asteriano.

Era increíble, acababa de pensar en aquello con total frialdad. Cuando estaba cambiando su percepción de las cosas. 

Mientras subían por las escaleras a toda carrera, la nave vibraba y se inclinaba más hacia un lado. Daya visualizaba el PEC desde el exterior, tenía en su retina grabada la grandiosa imagen de aquel coloso de la tecnología que había tenido el placer de ver desde la cabina la Starliner que había pilotado ella misma desde Protect hasta allí. La imaginaba escorándose hacia uno de sus lados, lenta pero inexorablemente, herida de muerte en su centro de gravedad, sus brillantes luces parpadeando, avisando del éxito del ataque a los que desde fueran estuvieran mirando ahora. ¿Cuánto tiempo tenían hasta que el grado de inclinación fuera demasiado para que las sujeciones de la Starliner la retuvieran en su posición sin dejarla caer contra algunas de las paredes del hangar? ¿O para que fuera seguro despegar sin problemas? Las naves de combate, los Eagles, si no contaban con esas sujeciones tardarían menos en desplazarse. ¿Cuánto tiempo después sería imposible realizar un despegue sin comprometer la nave y a sus tripulantes? Si el PEC se giraba pero seguía manteniendo la gravedad, la maniobra de despegue se iba a complicar de lo lindo. Sintió como su corazón latía más rápido al darse cuenta de que una vez que el ángulo fuera demasiado grande, no tendrían posibilidades. No sabía cómo funcionaban los discos, pero entendían que ellos no tendrían problema en desacoplarse del PEC. Tendrían que tener en cuenta aquello cuando estuvieran en el nivel cinco y tuvieran que elegir seguir a un disco o subir en busca de la Starliner porque al ritmo que iba sonando todo a su alrededor temía que no consiguieran llegar ni al piso superior. Nunca había escuchado algo así, nunca se había sentido tan vendida como en aquel momento.

En ese momento, los altavoces comenzaron a resonar con la voz firme de un hombre, el comandante del PEC. El primer mensaje hablaba claramente de ataque desde el exterior. La amenaza de Buck era cierta, tenían visita fuera para apoyar el ataque desde el interior. Por un momento sintió que la llamaban a ella y al instante siguiente se dio cuenta de que no, de que no podía ayudar en aquella ocasión de aquella forma, nadie la esperaba a ella en una nave de combate, nunca había pilotado una en aquella situación, sería más un estorbo que una ayuda. Deseó poder hacerlo un día, ojalá que el Universo le diera aquella oportunidad.

El segundo mensaje hizo que visualizara el nivel diez y no pudo sino soltar en voz alta una maldición. El reactor. Tenían problemas en el reactor, el corazón del PEC, una bomba en potencia. Y después sintió que los llamaban a ellos, no estaban olvidados de los mandos superiores, los tenían en cuenta pero ¿dónde estaba el punto de evacuación más cercano?

Llegaron a la armería cuando el último mensaje que escucharon resonó en su cabeza dejándola sin respiración, sintió la presión de la urgencia, de terminar allí rápido y obedecer esa última orden de megafonía. Cogió una pistola sin pensar, la primera que estuvo a su alcance, sabiendo que era raro que se atreviera a dispararla pero prefiriendo coger ella una a que terminara en manos de Harold o de cualquier otro de sus compañeros que resultara un asteriano encubierto.

-Sargento… el último aviso de megafonía indica una brecha en la esfera, que busquemos trajes espaciales... -se volvió hacia el mando, haciéndole notar aquel punto del que aún no había comentado nada ante la sorpresa de encontrar casi desvalijada la armería-¿Sabe si esa brecha en la esfera puede detenerse mediante cierre de compuertas en los niveles afectados dejándolos estancos o el aviso de trajes espaciales es para todos los del PEC? No tenemos trajes y aún nos quedan varios niveles que subir…. -una brecha en la esfera podía significar desde descompresión hasta la destrucción total del PEC, dependiendo de los recursos de la propia construcción de soportar aquella situación. Maldijo igualmente no haber estudiado más sobre el propio PEC porque, si lo hubiera hecho, ahora sabría más cosas sobre ella. Era una nave, debía haberlo hecho pero ¿como podía saber ella que sucedería eso en su primera visita a uno? Había centrado sus estudios en lo más inmediato para ella, las Eagles y las Starliners.

Un ruido amortiguado resonó sutilmente a sus espaldas. Se volvió a tiempo de ver cerrarse la puerta de la armería-No…. No…-corrió hacia la puerta pero fue incapaz de detener su cierre y tuvo que recular para no quedarse atrapada por ella. Dio un golpe de frustración a la puerta cerrada justo cuando su comunicador sonó, desviando hacia él su atención. Se permitió el mirarlo y activar el mensaje de voz, mensaje que le dio un soplo de aire fresco, que le infundió esperanza y fuerza para seguir y no derrumbarse ante aquella puerta cerrada. Era su particular beso, pero no uno de despedida sino uno que infundía ganas de seguir luchando, uno que hablaba de reencuentro. Era la particular forma de ser de Frank que, en ese mensaje, quedaba patente de nuevo para al innumita. Tenía que luchar por hacer que aquellas palabras se cumplieran.

Se acercó a Eylo que acababa de abrir la consola de control de la puerta y se puso a su lado observando como manipulaba los controles con seguridad. En un par de ocasiones pensó en hacer lo mismo que él pero en otras le sorprendió la decisión tomada-Sí, reinicia, rápido, no tenemos tiempo-afirmó la decisión de Eylo cuando esté señaló la opción y la miró-Cuando levante el sistema tendremos unos segundos antes de que vuelva a afectarle el ataque y se vuelva a cerrar, lo justo para salir.

Cuando Eylo tiró el sistema, un click y un zumbido precedió la apertura de la puerta, Daya avisó al resto de sus compañeros para que se apresurasen a salir antes de que la puerta volviera posiblemente a armarse y recibiera de nuevo la orden de cierre-¡Afuera! ¡Rápido! ¡Rápido! -gritó a sus compañeros animándolos a salir a la carrera de la habitación. Miró a Eylo, orgullosa de él y sabiéndose afortunada de que él hubiera estado allí en aquel momento. Ella sabía que sus conocimientos no hubieran sido suficientes para sacarlos a todos de allí y, de no ser por él, la destrucción del PEC les habría pillado allí dentro sin posibilidad alguna.

Una vez en el pasillo, miró a la sargento, esperando sus indicaciones con el corazón en un puño. Intentaba calibrar las opciones, pero le faltaba conocer las distancias a las posibles salidas. Miró a Eylo cuando habló, negando sutilmente. Nadie había comentado antes que en aquel nivel tuvieran salida. Si lo hubiera habido, alguno de los mandos lo hubiera dicho pero todos se habían remitido a los niveles cuatro y cinco, incluidos Billy y Milena que conocían la distribución de los PECs. En el nivel ocho no había salida, ellos no deberían estar allí, no estaban en un nivel en el que debieran estar y el comandante no lo sabía. Estaban casi en el fondo de la ratonera ahora mismo-Tenemos que seguir subiendo… aquí no hay punto de evacuación…-dijo intuyendo la respuesta de Quest-¿verdad?