Partida Rol por web

Mars lo vez cansado al guardia casi agotado frente a ti, pero igual parece resistis tus ultimos golpes sin mucho problema aunque lo vez mas dañado. Casi terminado y parece no resistir mucho mas.

El forcejeo comienza a terminar un último tirón con fuerza sobre el enemigo en su cuello rompiendolo. El ruido se escucha en el lugar.

Tomo su espada y decapitó al guardia tras lo que comienzo a clavar la espada en su pecho y sacó su corazón.

Con una mano levanto de los pelos la cabeza del guardia y con la otra el corazón después de darle un mordisco extasiado después de la lucha. Levantando ambas cosas en el aire.

-Sangre para el dios de las sangre, un sacrificio por la victoria. digo mientras dejó caer la cabeza del jefe de guardias a los pies del emperador como un trofeo para el 

Las peleas van terminando en su moemnto con Livia terminando con ese gladiador finalmente. Se lo ve sangrando por su herida y roceando a a Livia con su sangre barbara, hay una mirada en su rostro. Es una que solo ve Livia, no es una que llore o pida piedad sino que es un odio grande, una promesa de venganza que nunca mas ocurrira.

Pronto la romana se lo saca de ensima dejando que caiga al suelo ensuciando el piso junto a algunas parejas cercanas. Por fin ella volvia estar libre y armada. La estatua de marte seguia mirandolos no se sabe si con mas confianza o simplemente con enojo.

Mientras del otro lado muchos invitados pero mas en especial el emperador recibe una gran muestra de sangre y crueldad. Ven como mars decapita a un sujeto y le presenta la cabeza al emperador. Muechos salen manchados con la sangre del guardia pero no parece importarle festejando esa muestra de violencia.

El emperador aplaude "Tu sacrificio es aceptado...." dice este con una gran sonrisa. "Pero no es suficiente. Tu rival no supo pelear y fue solo un enemigo mediocre." dijo observandola cabeza y pateandola hacia donde estaba Faustus con Neitin asustando a ambos al instante. Si lo hizo aproposito o los dioses quisieron que pasara no importaba el emperador se veia que queria mas, animado por lo de Mars.

Entonces miro y miro hasta dar con el futuro enemigo de Mars. Acercandose a la pareja negra y blanca de Brinda y su leona les sonrio parado ahi con el miembro de este bien erecto y encima de ambas. "Brinda, mi gladiadora estrella. Ve muestrame que puede hacer una peleadora de buen nivel." ordeno mientras la sacaba de su sueño de placer. "Que uno de mis hombres te de una espada. Asi lo haremos interesante." comento esperando a que te levantes y vayas.

Devoro con lujuria la entrepierna de la esclava mientras permanece tumbada sobre su propia piel de león. Puedo sentir cada vez más el sabor que emana de ella como el mejor de los dulces. Entonces siento como aprieta más sus piernas y empiezo a percibir sus estremecimientos mientras tiene un orgasmo, el cual me apresuro en recibir y limpiar completamente su entrepierna con mi lengua.

Sin embargo, antes de poder pedir la versión inversa, el emperador pronuncia esas palabras que me hacen levantar la cara todavía nublada por el placer. Sin embargo consigo recuperarme pronto y me pongo de pie, desnuda como estoy, mirando a mi doctore.

Hum... ¿Está seguro, mi dios? Él es un ciudadano de Roma y yo solo una esclava, y él siempre ha permanecido fiel a los valores romanos al menos por lo que le conozco.

De todos modos me adelanto extendiendo mi mano para que me den una espada. Supongo que al menos le darán un arma también a él. Si no no sería justo. Permanezco completamente desnuda, dejando a la vista de todos un cuerpo perfecto con pechos medianos de pezón negro y sexo con el pelo más o menos cuidado, al menos lo que me dejan. Prefiero tenerlo afeitado, pero no es algo sencillo para una esclava.

"Que es un ciudadano y un esclavo frente a un dios querida?" pregunto siendo teatral en su tono. "Son lo mismo. Pero ambos tienen una habilidad de matar y pelear que me atrae. Por lo que les propongo un premio para quien gane. Él que gane se convertira en mi guardaspalda y entrenador personal. Lo llenare de dinero y todo lo que pida." expreso a ambos mirando a la sensual negra.

"Antes que lo preguntes...si, tu seras liberada y seras una ciudana mas de este gran imperio. Tendras incluso tu propia estatua en varias de nuestras plazas aunque no seran tan bellas como vos." comento a Brinda relamiendose los labios mientras la miraba entera, luego miro a mars. "Mientra vos sigue con la espada del guardia no la tires. Tendras si quieres un nuevo templo para el dios Marte. Sera el mas glorioso, luego del mio que se hara luego y pasaras a la historia junto a mi." les ofrecio ambos endulzando el trato para cada uno. "Oh y te señalare a un traidor que quiere tu vida sacerdote. Lo dejare que lo mates como hiciste con el guardia."

Mientras hablaba Brinda recibia la espada de uno de los centuriones.

Cojo la espada y miro a Mars. Un cúmulo de emociones se agolpan en mí ante la propuesta del emperador. Por una parte está la lealtad y el cariño que se ha ganado Mars, por otra parte está mi sueño.

Miro la espada y luego miro a Mars. Lo siento mucho, amigo. Sabes lo que la promesa del emperador supone para mí. Es todo lo que siempre he querido desde que aniquilaron a mi tribu. No puedo hacer otra cosa termino poniéndome en guardia y esperando a que Mars haga lo propio.

De nuevo empapada en sangre ajena. la calidez de ésta hace arder su piel y henchir su espíritu. Un espíritu embriagado y elevado por sus altas aspiraciones, sentía que la bendición de Marte estaba para ella en el rojo líquido que ahora goteaba de sus ropas y piel. 

Vagamente consciente de lo que pasaba, la romana se vuelve hacia la audiencia, todos parecen centrados en las nuevas blasfemias del emperador, Livia observa a su hermana Brinda y a su idolatrado sacerdote, siendo envenenados y cegados por falsa luz del dios impostor. La de ojos azules continua barriendo la sala hasta que sus ojos terminan en Calígula, quien está terminando de verter su ponzoña sobre las almas puras de los romanos y de aquellos que han abrazado el imperio, sembrando la duda y el miedo. Aquello había llegado demasiado lejos.

-Ave, César...-empieza a decir la romana, con los ojos centelleando de convicción e ira mientras se acerca paso a paso al emperador, parcía segura de que nadie estaba en disposición de detenerla, el tiempo era suyo, así lo había dictaminado los dioses.- ...los que van a morir te saludan.- culmina sus palabras con una sonrisa siniestra, sus dientes en lugar de ser blancos están cubiertos de sangre también dándole un aspecto aterrador, una auténtica furia vengadora cuya hora se ha postergado ya demasiado.

Y es entonces cuando se abalanza sobre su enemigo, sintiendo el empuje de los dioses en su brazo, instándole a hender bien firme su gladius en las tripas de Calígula, traspasando ropa, piel y vísceras con la facilidad con que un cuchillo temblado rebana la mantequilla.

-Roma no paga traidores.- añade en un susurro al oído del emperador, sintiendo crujir la carne bajo el filo desgastado y sucio de sangre innoble de su arma. Como buen cerdo, lo dejaría morir con las tripas abiertas, en lenta agonía, asergrándose de que la herida fuera intratable...aunque le costara la vida.

En ese momento todo el tiempo se detuvo en seco. Con cada uno haciendo sus cosas.

Elia continuo viendo lo que pasaba mientras era penetrada por el centurion que debia proteger al emperador pero no estaba ahi.

Brinda tras aceptar la propuesta del emperador se encontraba en guardia y lista esperando que Mars diga algo.

Mars se encontraba pensativo sin saber bien que hacer.

Asi estuvieron unos segundos suspendidos. Hasta que por fin el ruido volvio a la sala con el grito del emperador que se fue cortando por el movimiento de la gladius en sus tripas, lo siguiente que volvio fue moviento empezando con el emperador que observaba el arma que lo atraveza mientras su sangre se iba saliendo con fuerza manchando a Livia. Luego se movio Livia que fue bajando su espada por el emperador destripandolo como un cerdo mientras su interior se escapaba.

Su sangre salio a otros lados. Recien cuando choco con algunos patricios fue que salio un grito de alrededor. "Asesinaron al emperador!!!" grito un hombre dando por muerto al hombre. Se le unieron otros repitiendo lo mismo. "Centuriones defiendanlo!!!" grito otro.

Aunque viendo como habia quedado totalmente abierto el emperador se notaba que el primero habia acertado. Pronto el emperador cayo al suelo con su sangre marcando todo el salon. No era la muerte que se esperaba de un dios...o talvez si.

Los pretorianos rodearon a Livia y Servius se acerco tambien estaba desnudo pero armado.

"Sabes lo grave de lo que haz hecho esclava?" pregunto mirandola a ella pero tambien a los demas presentes. Algunos de los cuales esperaban que pasara algo mas, un nuevo sacrificio o talvez una nueva direccion sobre lo que pasaba o simplemente algunos solo querian justicia.

"Sabes cuantos que apreciaban al emperador saldran a ahora a pedir justicia?" pregunto el hombre mirando alrededor. La primera en salir fue la hermana de este que fue a su cabver con lagrimas en sus ojos y abrazandolo fuerte. Luego algunos patricios se levantaron, junto con ciertos esclavos que hasta el momento habian gozado de la fortuna de violar a un patricio. "Nuestra ley exige un castigo." exclama.

En ese momento me quedo sin saber qué hacer mientras aprieto la espada en la mano. Calígula estaba loco, eso no hay la menor duda, pero también era el gobernante y aquel que pretendía darme la libertad. Y ahora está muerto.

Toda esta situación es completamente extraña y nueva y realmente estoy bloqueada. Bajo la espada y hago lo único que se me ocurre, me acerco a Mars para que sepa que sigo estando al lado de la familia Domicus en general y de él en particular.

Igual que le comenté a Livia en su momento, el hecho de que en algún momento nos tuviéramos que enfrentar no significa que no seamos amigos, tan solo significa que no tenemos libertad de elección.

Esta mujer solo ha hecho que cumplir a voluntad de los dioses todos aqui presentes hemos sido testigos de como la lanza de marte cayo sobre su cabeza una señal de que los dioses no lo aceptaban.-digo remarcando este hecho.

Este hombre tenia gente que lo querían? Cuantos de vosotros patricios habeis sido hoy u otro dia violados,humillados,degradados,asesinados como Balbo o incluso esclavizados como su familia? Cuantos de vosotros habeis tenido que ver como vendia a vuestras esposas como prostitutas o violaba en sus orgias? -comente un hecho que se sabia por todo el imperio para sacar dinero segun el.. Que crueldades os ha hecho ver o hacer a vosotros su guardia pretoriana,sin poder hacer nada mas que cumplir su voluntad?

Marte me ha nombrado su comandante, quien sea su voz y haga que desperteis.

Levantaos  por Roma,por vuestras familias,por toda la sangre y sufrimiento que ha causado. El se autonombro dios y se condeno oso destruir las estatuas del dios neptuno, oso ponerse como un dios, por encima del resto, los dioses se han vengado hoy aqui.
Pero asi lo vemos atravesado y muerto como cualquiera de nosotros de carne y hueso, no es un dios solo un loco.

Que habia gente que lo apreciaban? Los templos de Marte, neptuno y me consta incluso mercurio estaban en pie de guerra por lo que hizo,los mercaderes,el dinero,los barcos y el ejercito, todos se pondrán en contra de cualquiera que ose apoyar su nombre. 
No podemos castigar a la persona que ha hecho la voluntad de los dioses porque estariamos castigandolos a ellos y creedme su ira seria terrible. digo haciendo hincapie en lo que podria pasar.

Pero si podemos darles algo a los partidarios del emperador alguien que pague, quien ha ayudado al emperador y ha propuesto esta orgia,el que por su culpa un patricio fue decapitado hoy aqui y ha apoyado toda esta locura.

Cualquiera de vosotros hoy podria haber sido balbo cualquiera podria ser uno de los que fue humillado y violado en esta orgia,responsabilidades? quien es el lider presente de esta casa,quien nos invito asegurandonos una fiesta y diversion,quien es el amo de la esclava? Muchos lo odiais y ya estabais pensando en hacerlo caer teneis ahora la ocasion perfecta,de vengaros de Faustus.

El ha llevado esta casa a la ruina,pero esta familia no tiene porque sufrir las consecuencias de los actos que el cometio,debe pagar solo el. En su lugar os presento a Elia de los Cornelios,gens de lideres romanos que derrotaron a los cartagineses que gobernaron roma y le dieron un mayor esplendor cuando tan solo era una peninsula. Ella tiene la sangre,tiene el favor de un dios y me consta mucho talento ella levantara esta casa desde las ruinas,merece ser la nueva domina Camilia lo hubiera querido asi.-termino mi discurso y susurro a Brinda

Como ya te dije Roma es el templo de marte no necesita grandes edificios solo verdaderos seguidores que le amen de verdad.Nunca hubiera luchado contra ti si no fuera por Marte.

-Servius, lo que ha pasado era inevitable y habrá castigo- recojo la túnica y vuelvo a vestirla, mientras me acerco al cadáver. -Ahora hay que mantener la calma. Envía guardias a buscar al sucesor, pon guardia en la puerta de esta casa para que nadie salga y propague la noticia. Mañana el senado y el pueblo serán informados que el dios Caligula nos ha abandonado para ascender al Olimpo y conocerán al nuevo emperador. Los senadores lo aclamaran incentivados por las espadas de la guardia. En unos días todo habrá vuelto a la calma.. Eso o sangre por las calles y una guerra civil-

La gente en general se queda escuchando lo que dice Mars, tomando en cuenta sus palabras mas por la demostracion de violencia de antes. Algunos se los ve asentir de acuerdo con este, mientras otros se mueven rapidamente para atrapar a Faustus. Otros simplemente callan mirando hacia otro lado e incluso vistiendose.

Servius se encuentra vistiendose rapido con una toga. Mientras escuchaban las palabras de Elia. "Ya veo que tienen un culpable al menos. Aunque hablare con la elegida de Marte cuando esto se calme." dijo mirando a Livia fijo.

Hizo una señal para que los demas pretorianos se junten con él cerca del cadaver al cual miraron por unos segundos antes de empujar a la hermana del ex emperador a un costado y robarle el anillo imperial al cadaver. El cual termino en manos de Servius. "Romanos y demas. Lo que paso aqui parece ser un acto de dios a todas luces. Se espera que hagan caso a Mars en sus palabras y tambien a Elia Cornelia que por el momento sera la regente de la casa. No deseo que haya una masacre de la familia Donicus." comento en un grito para todos una orden mejor dicho.

"Nadie se ira de aqui hasta que llegue el proximo emperador y se arrodillaran ante él cuando llegue. No habra guerra civil." dijo simplemente sin ofrecer ni siquiera un nombre para este nuevo lider de roma. Por lo que ahora quedaba en su mano quien seria. Tras eso se retiro con los suyos hasta la puerta donde dejo un par de guardias.

Fue tras que se fueran los pretorianos que empezo la violencia. Algunos gritaron "viva marte!!!", otros lloraron pero no saben quien fue el primer esclavo violador que con furia le rompio la cabeza a su dueño que habia violado, sabiendo claro que iba a pasar con él.

Tampoco supieron quien empezo pero al ver a la hermana del emperador la notaron siendo apuñalada por varios hombres del senado mientras su mano buscaba la de Caligula. Entre los hombres estaba Decius. "Muerte a Faustus!!" grito otra persona mientras lo arrastraban hacia afuera. Aunque no eran los unicos que se iban ya muchos se dispersabn de esa sala de muerte.

Eso si nadie parecia darles problema a los cuatro. Algunos incluso felicitaban tanto a Elia como a Mars en su trabajo, algunos cuantos con falsedad clara. Otros mientras miraban a Livia con curiosidad y respeto. Se acercaban a ella los gladiadores de los donicus, al menos lo que habian quedado. Gaia, Zared y Horatius. Pronto los siguieron los sirvientes Nessa, Neitin y Yaslen.

-Ahora hay que mantener la calma y tomar el timón de los acontecimientos. Mars Sila, eres el más capacitado para mantener el orden. Por mi parte, mi único interés es la seguridad de Manius. Aguardaré la llegada del nuevo emperador con Manius en mi habitación con un par de gladiadores y mis propios guardias y los criados de la casa. Ya ha habido suficiente derramamiento de sangre-

A pesar de todo y de que sé que podría intentar hacer algo, elijo quedarme junto a Mars y Elia, junto a la legalidad que suponen ellos, dándome cuenta de que, tras la muerte del emperador, vuelven a ser mi mejor opción para conseguir la libertad.

Intento mantener cerca de mí a Zared, y al mismo tiempo que los dos protejamos a Neittin y Yaslen. Mientras tanto espero órdenes de Mars, para comprobar cuál será nuestro siguiente paso. No el paso de la familia Donicus, ese está claro, sino el próximo paso de los gladiadores.

En cualquier caso sigo teniendo la espada en la mano pero, si Mars o Livia me la piden, la entregaré sin ningún problema. Y aunque al principio permanezco desnuda, pronto busco alguna toga o algún atuendo de esclavo para ponerme encima y taparme un poco. Que tampoco es que me sienta incómoda por estar desnuda, pero supongo que es más normal estar vestida que desnuda.

La romana permanece impasible mientras el caos se desata a su alrededor, aunque éste pronto es contenido por las rápidas y acertadas palabras de los sacerdotes. Por suerte ellos ponen calma antes de que alguna barbaridad salga por la boca de Livia, quién se limita a devolver la fija mirada que el político le dedica.

Viendo que los hombres atienden las cuestiones de los hombres, la romana, ya desprovista de su arma pues sigue hincada en el cadáver del emperador, dedica una mueca despectiva al cuerpo que ahora le acompaña. La hermana yace muerta también, aunque no haya sido por su mano, si que ha sido por su acción. Ahora todos se apresuraban a reconstituir los trozos de una historia que convenciera a todos, Faustus cargaría con el crimen de una esclava, que irónico. 

Barre la sala con la mirada y viendo que nadie se atrevía al menos por ahora, a reclamar su presencia, la esclava  se gira sobre sus talones esperando a que todos se aparten para dirigirse junto a la estatua de Marte y postrarse ante él.

-Todo está cumplido, mi señor... hágase tu voluntad.- musita como una letanía, no en un tono especialmente alto, pero sin que le importase demasiado si la oyeran.

Se mantuvo al margen de los asuntos de los hombres, ahora le parecían tan insignificantes como una hormiga lo es para un elefante. Ella había trascendido. Se sentía en paz.

La sala se llenó de gritos y violencia. Por un momento recordé mi primera batalla, el comienzo de mi historia en el ejército. Los compañeros que luchaban conmigo,las charlas alrededor de una hoguera en los campamentos y sus historias sobre sus familias y sobre sus seres queridos.
Muchos de ellos ya no estaban,habían caído honrosamente, pero siempre les recordaría. La vida estaba llena de historias que el tiempo iba llenando, con nuestras vivencias y nuestras experiencias.
Aquella aventura había empezado no hace mucho , pero se notaba como si hubiera sido una vida entera de emociones. Una historia digna de contar por la eternidad, de padres a hijos, de hermano a hermano. Una historia solo a la altura de Roma eterna.

Tome de la mano a Brinda acercándola conmigo a la estatua de Marte junto a Livia.
Allí los tres reunidos.
-Aquí tenéis mi señor un tributo a vuestra grandeza,sangre y lujuria. Hoy termina una historia, pero os juro que aunque pasen siglos incluso mil años, aunque caiga el imperio, en los libros de historia siempre se recordará esta nación que vos construiste.
Siempre se recordará Roma.
¡Por Marte Invictus, por Roma eterna, para siempre!