Partida Rol por web

Sirenas de leyenda

Capri-Calas

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28/03/2019, 22:36
Directora

Capri está salpicada de pequeñas y preciosas calas de de difícil acceso pero que merecen la pena visitar.Al igual que Marina Picola están protegidas por abruptos acantilados aunque hay estrechos caminos por los que los turistas pueden acceder a ellas

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28/03/2019, 22:45
Directora

Eressëa conoce aquel mar y Eneas no y aunque la sirena no es muy dada a acudir a la superficie algunas veces ha investigado por su cuenta y ha visto lugares a los que los humanos no suelen acudir y a uno de esos sitios es hacia donde la rubia y bella sirena conduce al recién llegado.Tal y como suponía en aquel pequeño trozo de tierra no hay nadie por lo que ambos se dirigen decididos hasta la orilla

Notas de juego

Haced un post si salís o no y ya os narro yo lo que pasa.No hay que hacer tirada :)

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28/03/2019, 23:53
Eressëa

 El pasado siempre deja una huella imborrable en la piel, como si se tratase de un recuerdo permanente, una herida que de tanto sangrar deja aquella cicatriz que aún con el paso del tiempo sigue perturbando el corazón. Y si bien, Eressëa se pierde por un instante en el brillo de esa sonrisa, que en consonancia con la profundidad de los ojos de Eneas, todo resulta ser más fidedigno, no le pasa desapercibido el cambio en sus gestos ante su pregunta. 

Deja escapar un suspiro que se transforma en delicadas burbujas, la sirena detiene sus pasos al llegar justo al límite donde aquella playa fue el resguardo de sus tiempos libres en plena soledad, sólo para pensar en aquellas palabras que al menos sean un bálsamo cuando las heridas del corazón continúan sangrando sin importar cuánto ha pasado. 

Ella tenía sus sombras, que escondidas estaban de todo aquel que intente acercarse y en parte no podía evitar sentirse identificada con el tritón, con su dolor y esa sensación de escapar, de irse tan lejos para olvidar. Admiraba aquello de él, siendo ese punto de inflexión uno que jamás se atrevió a hacer y por esa razón, allí donde la soledad los cobija en aquellas aguas, la rubia sirena de rostro tan bonito, volvió a acortar las distancias, sólo para abrazar a Eneas sin decir nada más. 

Muchas veces un gesto vale más que mil palabras, más aún cuando una acción engloba lo necesario para respirar, para ser uno dentro de la confianza. Y quizás en esas cuestiones, donde la dureza de la Sirena se derrite ante la empatía, allí emerge la mujer que no obvia detalles, que cuida más del otro de lo que se imagina y quién sin pedir nada cambio, ofrece lo único que puede dar... Su incondicionalidad. Durante el abrazo que fuerte, se cierne en torno al cuerpo de aquel Tritón, la rubia alza una mano para acariciar su rostro, suavemente. 

- Haz roto ese eslabón, tú mismo dijiste ya no más y justamente allí cuando creías que no existe luz, tú mismo la has ofrecido. Nada compensará lo vivido, doy fé de ello, pero sí puedo decirte con total seguridad que el pasado nos forja, pero no nos termina de hacer. Que ese canto, ilumine estas aguas mientras sanas las heridas de tu corazón. - susurra la sirena en la cercanía del oído, a modo de consejo, desde su propia sinceridad. Y ya tomando distancias luego de aquel gesto noble de la sirena, desvía la mirada hacia su cicatriz que tiene en torno a su cintura y en el brazo. 

- Esto es un recuerdo fiel de todo lo que he perdido, era apenas una niña cuando los humanos con sus arpones cazaron a mis padres y a mi en medio de la guerra entre ambos "mundos". Al ser pequeña logré escapar, pero pude ver con mis propios ojos también la muerte... Cómo masacran a mis padres aún con vida, como el agua se teñía de rojo carmín mientras en mi se apagó absolutamente todo. Es el día de hoy que me cuesta incluso dormir, no soy capaz de quitarme aquella imagen donde los rostros de horror terminan siendo la viva imagen de una realidad que no he podido ser ajena. - confiesa al bajar la mirada, siendo una de las pocas veces que habla de ello. 

- Crecí con ello, los padres de Xiomara me adoptaron y junto a Enna crecí. Pero ni esa infancia plagada de cariño, ni la tranquilidad que se profesa en los océanos, me han quitado esta sensación. Por eso soy así, un ser invisible en estas aguas que tiene voz, que ve todo tan diferente al punto de siquiera pensar en decir algo o no... No soy la hija de una Anciana, no tengo el océano a mis pies, sólo mi historia, mi mente y mi determinación. No hay más. - termina por decir ya abrazándose así misma, consciente de que están en aquella playa, donde tantos recuerdos bonitos tiene en medio de tanta soledad. Curiosamente, trajo a Eneas allí, sin darse cuenta de que comparten de alguna manera un dolor que latente sigue en el interior de los dos. 

Notas de juego

Vale, regreso a casa y posteo. Eneas ame tu post. 

Perdón la extensión, estaba inspirada. 

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29/03/2019, 23:36
Eneas

Aquel contacto físico de Eressëa pilló por sorpresa a Eneas. No esperaba que ella fuera capaz de dejar tan rápido su actitud fría y mostrar aquella empatía ante lo que él le estaba contando. Al tritón le agradaba especialmente aquella conexión con la sirena. Aceptó su acogida, su contacto y lo acompañó de las caricias de sus manos. Sus dedos acostumbrados a las cuerdas de sus instrumentos musicales, gráciles, fuertes y hábiles, recorrieron la suave piel y algunos de los cabellos de su compañera. Su mano se siguió deslizando suavemente, como un simple roce que provoca notas musicales, sobre el brazo que ella había extendido para tocar su rostro. 

Ante su pasado, su historia y su dolor, Eneas no pudo hacer otra cosa que extender sus manos sobre las suyas, a las que aferró con el tiento propio de aquel que quiere proteger y aliviar, a pesar de que sabía que nada en el mundo sería capaz de acabar con un sufrimiento como el que Eressëa había padecido. El tritón pensó en todo lo que la sirena había perdido, solo siendo una niña, y la dura infancia que habría tenido que pasar. Sin apenas reflexionarlo, aproximó su mano para tocar su pelo y su rostro. La confianza que ella le daba no la consideraba todavía justamente merecida, pero la agradecía infinitamente. Sus ojos se encontraron con las esmeraldas verdes que eran los de la sirena e inevitablemente una sensación de contemplar un tesoro maravilloso, reservado solo para algunos, le asaltó. Ante ello solo pudo devolver una de esas puras sonrisas que solo se regalaban en aquellos momentos.

Nuestros caminos en la vida se construyen y destruyen justamente con eso, Eressëa: inteligencia y determinación—le dijo Eneas—. Lo mismo da ser o no ser el hijo de una Anciana, solo en nuestra mano está conseguir lo que nos proponemos—. Durante unos instantes hasta la voz del tritón se transformó, que ahora parecía más decidida de lo que había sido anteriormente—. ¡Cuánto desearía poder aliviar tu dolor, Eressëa! ¡No sabes cuánto me gustaría!—. Al mismo tiempo que decía aquellas palabras, el joven iba desplazando a ambos hacia la orilla. Finalmente, las partes superiores de sus cuerpos fueron saliendo del agua. La arena ya estaba bajo sus aletas. Estaban en tierra. Y aquello era, como no podía ser de otra manera, algo al mismo tiempo fascinante y terrorífico—. Vamos, amiga— susurró Eneas empleando por primera vez aquella palabra para referirse a la sirena y sosteniéndola firmemente de la mano mientras pasaban del mar a la tierra, una señal del apoyo que quería darle—, pasemos juntos por ello y creemos nuestro destino, uno diferente al que nos han impuesto.

A pesar de la transformación que estaba llegar, Eneas no era capaz de apartar de sus pensamientos la idea de cómo sería besarla estando fuera del agua.

Notas de juego

Cuando es por post como ese, Eressëa, merece la pena que sea largo :)

La partida y los personajes lo merecen.

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30/03/2019, 14:10
Eressëa

La cercanía se hizo presente y en aquel lenguaje de miradas, donde las palabras sobran tanto, se deja llevar al entrecruzar sus dedos con los de Eneas mientras sonríe al ver en esa profundidad que emanan esos ojos, un par, un igual, como si fuera un tesoro por descubrir. 

El dolor de la sirena se torna manifiesto pero de alguna manera la misma calidez del Tritón le permite encontrar ese remanso de paz en el cual las corazas que protegen su vulnerabilidad caen al suelo para estar desarmada ante alguien que ha tenido un pasado funesto. Era necesario salir de aquella imagen, de aquel lugar donde ella se ha colocado para que nadie ingrese a su corazón, a su pena que en soledad es capaz de vivirla. 

Ahora en esa eterna sincronía donde dos almas se encuentran para conocerse, es justamente en Capri - Calas cuando todo puede pasar, dando un paso hacia delante sin tener que lidiar con esto sola. - Entonces que así sea, Eneas. - responde sincera, al mirarlo directamente a los ojos, reflejando una ternura que surge en ella de repente. - Todo a su tiempo... A mí también me gustaría iluminar esos recuerdos que tienes, transformarlos en algo bonito.- agrega sonriendo mientras acepta su mano hasta avanzar hacia la orilla, un tanto atemorizada. 

Lentamente Eressea fue avanzando con su cola de color verde, sintiendo ese apoyo que Eneas ahora mismo le ofrece. - Juntos, si. - responde mientras avanza sobre la arena con su largo cabello rubio dorado que adherido a su piel, remarca esas curvas que ostentan gracias a su belleza natural. No tiene idea de cómo incorporarse, le aterra las sensaciones que pueden devenir en el proceso, pero esa misma determinación que es el estandarte para solucionar cualquier problema, allí está para hacer frente junto al Tritón de esto. Ambos lo necesitan. 

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30/03/2019, 23:30
Directora

Durante los primeros segundos en los que os arrastráis por la arena para alejaros del agua no sucede nada pero de repente un dolor lacerante os atraviesa de arriba a abajo y por dentro parece que os rompéis mientras vuestro cuerpo entero,los músculos, los huesos y todo vuestro ser parece adaptarse al nuevo medio.Vuestras membranas empiezan a desaparecer mientras que las escamas comienzan a despegarse de vuestra piel y bajo la cola notáis cómo os partís en dos y sentís que algo nuevo está formándose mientras que vuestra cola simplemente se despega de vosotros y ante vuestros ojos aparecen dos hermosas piernas torneadas en el caso de la mujer y fuertes y más gruesas en el caso de él.Al miraros veis que entre las piernas no tenéis lo mismo pues Eerssëa ve que donde acaban las piernas y comienza el tronco hay algo rodeado de un corto y rizado pelo rubio que no ha visto nunca y no tiene la menor idea de para lo que sirve pero que al tocarlo con los dedos le produce un placer desconocido hasta el momento pero en el que no ahonda ya que el resto del cuerpo le duele aún.A excepción de las conchas de sus pechos está desnuda.Por su parte Eneas tiene también un rizado cabello rubio pero a él parece colgarle un nuevo miembro,más corto que las piernas pero cuyo roce con sus manos le provoca un pequeño espasmo de placer y con asombro ve que ese miembro crece un poco aunque el dolor del resto de su cuerpo contrarresta ese pequeño placer recién descubierto.El hombre está completamente desnudo y ambos se miran con cierto asombro ante su descubrimiento.Al rozar sus colas éstas simplemente desaparecen convertidas en polvo

Poco a poco notáis que el dolor remite y podéis moveros aunque aún no sabéis si podréis andar pues estáis ambos sentados en la arena

 

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31/03/2019, 21:14
Eneas

A pesar de que les habían advertido lo dolorosa que era la transformación, Eneas se dio cuenta que se trataba de algo que únicamente se podía valorar adecuadamente después de haberlo vivido. Tras el dolor intenso, llegó la sorpresa. Sin poder evitarlo, el tritón palpó con extrañeza en lo que se había convertido la parte inferior de su cuerpo. Era simplemente doloroso recordar cómo su preciada cola había desaparecido como espuma de mar. Ahora tenía dos extremidades que los humanos llamaban piernas, en las que no había ninguna escama. Todo en su cuerpo era por completo piel. Al final de sus piernas había, donde debía haber estado su aleta, lo que los hombres denominaban pies. Movió levemente sus nuevas extremidades, comenzando a desentumecerlas al mismo tiempo que aprendía a moverlas adecuadamente, y se dio cuenta de que las puntas en las que acababan sus pies también podían moverse levemente. Era como tener otros pequeños dedos, más pequeños que los de las manos, al final de las piernas. Eneas no entendía muy bien para qué podían usarse. 

Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, lo más inquietante era ese otro miembro que tenía entre la entrepierna. El tritón, que había visto muchas veces y observado a los humanos, sabía que se trataba del apéndice con el que contaban los hombres humanos para mantener relaciones. Lo miró detenidamente y lo tocó suavemente, dándose cuenta de que parecía que respondía fácilmente a los estímulos. "¡Eso explicaba muchas cosas de los humanos!", pensó mientras en su rostro aparecía una sonrisa. 

Seguidamente, Eneas se volvió hacia Eressëa. Pudo ver cómo ella todavía seguía explorando los cambios que se habían producido en su cuerpo, en el que se habían esculpido un par de esbeltas piernas. Comparado con él, el cuerpo de la joven le pareció grácil, hermoso y hasta en cierta forma delicado frente al suyo. Se aproximó de rodillas hacia ella, ya que todavía no sabía muy bien cómo era ponerse en pie, y puso sus manos sobre las piernas de su compañera. En su fuero interno tuvo que admitir cierta fascinación por tocar el cuerpo aparentemente humano de la sirena.

Eressëa— comenzó Eneas—, ¿te encuentras bien?— El asentimiento de la joven, que aún observaba la transformación que se había producido en ella, le tranquilizó. El tritón también pasó a mirar con curiosidad el cuerpo de su amiga, completamente desnuda, lo que provocaba que el miembro situado en su entrepierna aumentara de tamaño. Aquello dejó perplejo a Eneas al mismo tiempo que sentía cómo se empezaba a acumular un calor que a la vez le recorría la piel—. ¿Estás sintiendo...?— El tritón alzó la cara para mirar a la sirena a los ojos, fijamente, mientras aproximaba su rostro para posar sus labios sobre los de ella. Aquel beso que todavía sabía a mar, a pesar de que ya se encontraban en tierra.

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31/03/2019, 22:21
Eressëa

El dolor es dueño de una transformación que te roba absolutamente todo, donde despojada de su naturaleza lentamente intenta sobrevivir al martirio de una nueva condición, que no deja de ser tan fascinante como extraña. El proceso es tan lento, que la agonía parece instaurarse en cada rincón poco iluminado de su interior, pero lejos de quedar allí abrazada a la sensación que primigenia despierta tantos tormentos que sepultados en las profundidades del mar ya se encuentran, la curiosidad es lo que a medida que transcurren los minutos, va tomando forma en sus gestos. 

De repente su cola se disipa al igual que la espuma, sólo para dar forma a unas piernas que torneadas se muestran largas, sedosas al tacto, descubriendo con asombro que lejos de tener escamas, sólo hay piel. Abriendo los ojos de par en par, esas mismas manos que ya no tienen ventosas, por ser sus dedos ahora son largos, finos, recorren desde una mesura que sólo es despertada por el descubrimiento de este nuevo cuerpo, cada retazo de sí misma. Completamente impresionada. No es capaz de hablar, ya que al deslizar su mano hacia lo que se encuentra entre sus piernas, sus ojos se cerraron por un breve instante, descubriendo un cosquilleo demasiado delicioso, tan diferente a lo que ha sentido en su vida. 

Pero lejos de detenerse sólo en ella, un suspiro escapa cuando sentada allí descubre el físico de Eneas. - Es perfecto. - piensa sin ser capaz de decirlo abiertamente. No sólo porque él también cuenta con esas piernas más masculinas, gruesas y torneadas que rápidamente busca tocar, para comprobar si son iguales a las suyas. Hasta que ese detalle que cuelga entre sus piernas se va endureciendo de repente. Y en medio de sus dudas, de esas cavilaciones internas que genera lo nuevo, alza la mirada cuando el tritón se acerca mientras muerde su labio inferior ante el roce de su mano, como un gesto nuevo en la sirena que indefectiblemente se debe a las sensaciones que anida en su cuerpo. 

Nada más pudo asentir, quería explorar a Eneas, le interesaba conocer cada detalle nuevo de su cuerpo, hasta que esa mirada la somete a una profunda conexión que lejos de verse empañada por el mar, allí es real, donde sus ojos representan el mar que comparten, pero también el equilibrio perfecto con la tierra. Su boca se acerca a la de ella, ese aroma a sal le encanta porque en parte es lo que al fin de cuentas los une a su naturaleza y gracias a ese beso que surge, ella corresponde mientras aprecia la diferencia notable. 

Podía haber besado otros labios en su vida, pero aquello era totalmente diferente. Tanto que se deja llevar mientras la manos de la sirena acarician la piel del tritón, recorren completamente desde la mesura y esa misma suavidad que invita a soñar, cada detalle que delinea ese cuerpo. - Estoy bien, si... calor, ganas... No sé cómo explicarlo. - responde sincera manteniendo la cercanía, le resulta bonita. - Me besas y siento que me enciendo, es lindo y hace que quiera más. ¿Tú? - termina por preguntar curiosa. 

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02/04/2019, 21:53
Eressëa

Notas de juego

Compi! No te olvides de mi! :D

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02/04/2019, 22:31
Eneas

Eneas sintió el suave contacto, el agradable olor y el dulce sabor de Eressëa. Apenas escuchó las palabras que ella pronunciaba, solo podía sentir como aquel ardor que existía entre los dos aumentaba y ese cuerpo humano que ahora tenía lo expresaba de maneras desconocidas para él hasta entonces. Se perdió en la belleza de la sirena, en su blanca piel, en sus dorados cabellos y en sus profundos ojos. Su alma estaba perdida ante la presencia de aquel ser que únicamente podía apreciar con regocijo absoluto sobre la arena de la playa. El viento soplaba y las olas se mecían añadiendo una melodía al momento, casi como la de una canción, tan bella canción que a Eneas le hubiera gustado poder hacerla suya con una letra adecuada.

Recorrió y palpó casi con la desesperación que el sediento bebe el agua las curvas del cuerpo de Eressëa con sus manos. Y esos dedos suyos, habilidosos del trabajo con los instrumentos, mostraron sus capacidades con el tacto. Sus labios y barbilla se deslizaron por el cuello de la sirena, lo besaron en ciertos momentos y ascendieron buscando sus besos. El mundo entero pasó a desaparecer a su alrededor debido a aquel placer. 

Poco a poco fue deslizándose con ella sobre la arena. Notó su cuerpo junto al suyo y el calor siguió creciendo. Era un verdadero volcán en erupción, un Vesubio incontrolable a causa de las fuerzas de la naturaleza. Durante un segundo quiso decir algo, pero no creía que ninguna palabra fuera capaz de expresar lo que sentía en aquel momento. Y se dejó llevar por lo que su cuerpo le pedía, siempre que sentía que ella disfrutaba y daba su consentimiento. 

"¿Eso era ser humano?", pensó el tritón para sí. "Esta fuerza que arremete desde el interior parece que va a matarme y otorgarme el mayor placer del mundo al mismo tiempo. Pero qué muerte más placentera sería. La buscaría solo por besar estos labios una vez más".

Nunca antes había sentido Eneas una sensación semejante.

Notas de juego

¡Imposible olvidarlo! ¡Deseando estaba de tener un hueco para poder responder!

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02/04/2019, 22:57
Eressëa

Sí que había sido un día largo para Eressëa donde la confusión se plantaba como un estandarte y ya lejos de ser una sirena invisible en medio de un océano, ahora tenía voz, potestad y también un atractivo que ella hasta el momento desconocía. Quizás por negación o porque prefería pasar desapercibida mientras la vida misma en el mar ofrecía cálidos instantes plagados de risas que son necesarias para recordar cuando luego hacía sus escapadas a Capri- Calas con tal de encontrarse con esa soledad que siempre es y será su fiel compañera. 

Pero luego de la experiencia compartida cuando fue a buscar los tridentes, más ese enfrentamiento cuando la humana se lanzó al mar, la rubia sirena siente que al menos debe respirar. Ser al menos ella por un instante y tomar las decisiones en su vida que marcará un antes y un después, pero no desde el complacer, desde la conformidad misma de la situación, sino porque ella también lo anhela a la par de quién esté delante suyo. Y como es un corazón que no conoce de amor, que se aferra con fuerza a lo primero que le da un poco de cariño, ahora mismo tras haber experimentado, conocido y por sobre todas las cosas, vivido, encuentra en Eneas a un igual. 

No es su amigo, no es alguien que ha crecido a la par suya mientras su mundo interior estaba roto y ella lo silenció para no generar lástima. Con este tritón se había confesado y quizás pecaba de ilusa, pero sentía que podría existir una conexión más profunda que disfrutar un momento, sino algo que realmente haga la diferencia en esta vorágine de situaciones donde no es capaz de encontrarse así misma entre tanto espejismos. Anhelaba querer, amar, sentir algo en su corazón que le permita esa dosis de brillo, de luz. Y quizás podía ser un error, uno muy grande, pero estaba dispuesta a darlo todo allí mismo haciendo un gran paréntesis a lo que ha vivido hasta ahora. 

Por esa razón cuando esas caricias encienden aún más de lo que es previsible porque el cuerpo reacciona a lo que surge, ella le permitió al tritón ir más allá mientras se recrea a través de cada roce, a sabiendas de que esta experiencia será la primera y única en su vida, una que le gustaría guardar en su corazón para cicatrizar esas heridas que abiertas aún están. Ahora al cerrar los ojos buscó esos labios para continuar besando con fervor, apasionada y sin esas burbujas que siempre debajo del agua, dificulta la acción. Aquellos besos eran húmedos, pero cálidos, sensuales y de alguna manera le permitían sentir un poco más, al estremecerse completa como si brillara bajo la luz de este sol que es testigo de esta magia. 

No opuso resistencia cuando Eneas se recuesta sobre ella, apreciando al detalle como aquello que tiene entre sus piernas se encuentra muy tieso, mientras que su entrepierna se humedece cada vez más sin comprender qué función cumple cuando el cosquilleo es demasiado notable. Tampoco quiso hablar, simplemente se limitó a continuar en aquella sintonía mientras sus ojos que al abrirlos, se permitió abrir esa puerta que para todo el mundo estaban cerradas. Quería ir más allá de este instante, de esta experiencia, no sólo para vivirlo plenamente, sino para que ambos puedan tener un poco de felicidad entre tanta oscuridad. 

Y de esta forma, buscó a través de sus labios rozar el cuello de Eneas, deslizando su lengua para apreciar ese sabor mientras el aroma que emana esa piel jamás podrá olvidar. Estaba dispuesta, de eso no habría dudas, sólo que quería quedarse allí eternamente, para olvidar su pasado y construir un presente que jamás se atrevió a forjar, no cuando la soledad era su eterna compañía. - Juntos... Ya no más solos. - apenas susurró al buscar ese rostro que bello por su naturaleza, jamás olvidará mientras todo su cuerpo se predispone a lo que está por suceder. 

Notas de juego

¡Gracias! :)

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03/04/2019, 23:33
Eneas

Eneas percibía aquella conexión entre los dos como una fuerza inusual. No eran solo los besos, las caricias y el calor de sus cuerpos, sino algo que surgía desde lo más profundo del corazón. Cuando estaba con Eressëa se sentía extrañamente comprendido. Y aquella sensación se había extendido a lo carnal. Esto era lo que siempre le había faltado, ese igual en el que verse reflejado. El tritón nunca olvidaría las arenas de esa playa de la mágica isla.

Él trató de hacer lo que aquel cuerpo terrestre le pedía. Se dejó llevar por los instintos propios que tenía bajo esa piel. Inevitablemente notó cómo el miembro entre sus piernas seguía ardiente, aumentando, creciendo, y deseando llenar. Únicamente fueron los gestos y las palabras de la sirena lo que le hizo seguir, ya que apenas sabía qué estaba haciendo. Pero deseaba experimentar y, lo más importante, estar con ella de aquella manera. 

Eressëa— comenzó Eneas—, te deseo, te deseo junto a mí. Dime que pare si te hago algún daño— dijo con cara implorante y de placer al mismo tiempo. Tras ello, manejó como pudo su miembro viril, tan alzado, tan erguido, tan extraño, lo que aumentó todavía más el deseo sexual. Quiso poseer, llenar, amar, besar y, finalmente, entendió al sentir la humedad de ella lo que aquel cuerpo pedía. Así, se introdujo lentamente en la sirena, buscando un placer nunca pensado hasta entonces, y sus cuerpos se unieron como empleó su miembro para entrar seguir buscando y entrando en ella.

Como en las antiguas y famosas historias y romances, todo a su alrededor podría estarse desmoronando, pero ellos se encontraban allí, solos, y únicamente existían el uno para el otro. Eressëa, sin apenas ser consciente, estaba ofreciendo a Eneas romper unas cadenas que ataban y torturaban su alma. Le estaba dando una libertad que ni siquiera había pensado que necesitaba de ese modo. Solo pudo descubrirlo tras pisar, por primera vez en su vida, la arena bajo sus pies.

Aquel fuego, intenso, cálido y deseado, continuaba encendido en la comunión que habían establecido entre sus cuerpos. Eneas no sabía si existiría suficiente agua en el mar como para apagarlo. No le importaba. No quería ni deseaba que se extinguiera. Únicamente soñaba con seguir recostado con ella en esa cala para siempre.

Notas de juego

¡Me encantó tu mensaje anterior, por cierto! ¡Chulísimo! ;)

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04/04/2019, 13:22
Eressëa

Las sensaciones se esparcen por el cuerpo como si se tratase de una lluvia que jamás cesa y te empapa por completo, donde la calidez de esa cualidad es lo que te termina encontrando con todo un mundo sensorial que aprendes a conocer hasta el punto de disfrutarlo, como un paso más en esta vivencia que plagada de instantes plenos, te convierte en un ser único. Y allí se encuentra Eressëa perdida bajo el influjo de aquel llamado, donde su piel arde ante el trato ofrecido por Eneas, como si fuese una simple reacción ante ese feeling que es inevitable. Nadie es capaz de negar que el destino siempre ejerce su intención y cuando dos almas se juntan, los lazos se forjan para mantener esa unicidad que en este largo camino es necesario para no vivir en una eterna soledad. 

De alguna manera la joven sirena allí mismo, entre besos y caricias que dicen tanto, siente que un lazo se forja en torno a su corazón bordado con el nombre de aquel tritón. No es capaz de comprender lo que sucede, ni siquiera tiene la potestad de controlar un cuerpo que se estremece ante esas miradas, ante el roce que pérfido la sumerge en un placer desconocido, pero totalmente completo, donde el explorarse es un mundo a conocer, a compartir de a dos. Y bajo ese manto que transformado en una burbuja, allí Eneas y Eressëa son capaces de amarse, de entregar en el sinfín de movimientos algo más que un instante. Se entrega completamente a esa potestad, a esa unión que carnal, va más allá de todo. 

De esta forma al sentir como ese miembro viril se interna en lo más profundo de su ser, rompiendo barreras que le roban la inocencia de repente, sólo deja escapar un jadeo que perdido entre sus labios, habla de dolor y de placer, hasta que el mismo cuerpo en su bella naturaleza se adapta a merced de lo que Eneas ofrece. Ya danzando sobre la arena, cuando la melodía de esas agitadas respiraciones marcan el compás a seguir, descubriendo que no hay nada más bonito en esta tierra que esa experiencia donde dos personas se unen en completa libertad, con sus sombras, con ese interior que plagado de cicatrices, ofrece una oportunidad para sanar desde el amor, la empatía y la atracción. 

Buscando esa boca, compartiendo cada gota de su dulzor y mientras esos embistes marquen el ritmo necesario, Eressëa se estremece ante la sorpresa y el descubrimiento de ese placer que el tritón le ofrece, donde sus manos se aferran entusiastas sobre la espalda, recorriendo para no soltarse, con tal de eternizar un momento que anhela no acabar. - Tuya, Eneas... Tuya. - se atreve a responder, entre gemidos que descubre en el proceso, cuando sus mismos pechos reflejan en ese matiz rosado, lo bien que lo está pasando mientras la humedad cobija a Eneas, en su estrechez debido a la diferencia de tamaños. No hay nada más que decir, no cuando la influencia de este destino habla por sí solo, descubriendo que dos personas jamás se encuentran por casualidad, no cuando la arena de aquella playa guardará el secreto de un orgasmo que se silencia en la boca del tritón cuando ella se deshace por el placer, siendo el primero de tantos que experimentará allí mismo... Uno que llevará su nombre para siempre. 

El ritmo no cesa, los espasmos proliferan en torno a ese epicentro que se despierta gracias a esta unión, y mientras la piel de la sirena se eriza, allí cuando le entrega esa cuota de placer donde el calor abruma de repente. Todo está escrito, labrado en estas playas, donde las olas jamás borrarán los hechos, ni el sol negará lo visto. No es necesario, no cuando ahora los gemidos suenan a toda voz, cuando en medio de tanta vorágine, ese instante es perfecto. Único. 

Notas de juego

Gracias, estoy inspirada y como amor escribir, sale solo! 

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06/04/2019, 12:26
Eneas

Sus primeras pisadas en la tierra serían inolvidables para ambos. Aquel placer había sido intenso como una tormenta. Les había recorrido por completo sus nuevos cuerpos. Su contacto había sido como la unión entre la tierra y el mar, como las olas que rompen contra las rocas de manera repetida. La dicha del estar junto a ella difícilmente comparable con cualquier otro que pudiera venir después. El éxtasis llegó junto a las palabras de entrega de la sirena, como una fuerza que recorría el interior de su ser y le asombraba por la intensidad del deseo de estar con ella. Los manos, los labios, los brazos, las piernas que apenas todavía sabían utilizar y todo su ser se entrelazaron en aquel disfrute, que pasaba a plasmarse a través de la respiraciones y gemidos. Tras mantener durante un tiempo aquella intensidad, la humedad entre los dos aumentó de repente, lo que supuso un gozo desplegado por ambos cuerpos, uno sobre el del otro de manera repetida. 

Eneas sintió cómo poco a poco el calor que se había despertado en él se iba remitiendo de nuevo, apagado por el gozo de yacer junto a Eressëa. El contacto entre los dos se mantuvo un tiempo a pesar de ello, en el que sus besos y caricias todavía continuaron. Sus dedos se entrelazaron mientras sus ojos se contemplaron en un reconocimiento mutuo de lo mucho que significaba ese instante—. Me va a costar un infierno separarme de ti, Eressëa. Dejar esta playa va a ser como marcharse del mismo cielo— confesó él mientras volvía a besarla. 

Se quedaron tendidos junto a la arena, el uno junto a otro, todavía medio entrelazados, con la brisa marina y las olas moviéndose junto a sus pies. Miro la perfecta belleza de su amiga bajo el sol del mundo exterior, apenas recordando para lo que habían salido de las aguas. Ella era capaz de hacer que se olvidara de todo. 

Sin embargo, por alguna razón, aquel mundo de la superficie terrestre, tan diferente al suyo, le hacía ir volviendo a recordar las razones por las que habían llegado. El peligro que atenazaba en algún lugar, probablemente no muy lejos, y que estaba esperando a actuar de nuevo. Y luego también estaban esos humanos, aquel grupo que había llegado a Capri desde Barcelona, los compañeros de Ligeia, que buscaban lo que atacaba a los suyos. ¿Tal vez podrían hacerles daño? Mira a la sirena, tendida a su lado e iluminada por el sol. El solo hecho de imaginar que alguien pudiera hacer daño a Eressëa enfurecía y cegaba la razón del tritón.

Debían aprender a desenvolverse sobre tierra. Aquel era un nuevo mundo, extraño y con sus peligros, desconocidos en parte para ambos. Tendrían que protegerse mutuamente. Menos mal que sus primeras andanzas por él eran con ella.

Notas de juego

¡Estás insuperable con tus posts! Qué alucine. ¡Siento la tardanza!

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06/04/2019, 13:43
Eressëa

Y todo brilla de repente cuando ambos cuerpos en plena conexión, rebosan de un placer que refleja la calma luego de una tormenta que jamás hará daño, siendo un instante mágico en estas vidas que cegadas por el dolor, al fin descubren un atisbo de luz para aferrarse profundamente. Eressëa corresponde a todos los besos que desde sus labios recibe, permitiendo surcar los cielos de la mano hasta que el mismo tiempo cruel en su transitar, le diga que hay que caminar, seguir la senda que está destinada a transitar. Siente que no estará más sola luego de este encuentro, pensando en esas emociones que ahora surgen de repente cuando ese mar profundo que ostenta en la mirada Eneas, está presente en sus pensamientos. 

El corazón late furioso mientras su cuerpo halla la calma luego de aquel estado de plenitud, curiosa disyuntiva ahora se encuentra en su interior cuando su mente le advierte sobre una realidad que cae ante ellos y sus emociones, entusiastas, celebran una victoria, donde esa experiencia vivida no genera una nueva cicatriz para lucir, sino una sensación que añora preservar hasta que su luz se apague. Hasta el final de sus días cuando termine convirtiéndose espuma de mar. - Y a mi de ti. Pero sin importar lo que debamos enfrentar, hazlo de mi mano Eneas. - pide en un susurro que sobre esos labios, sella un sentimiento que no piensa apagarse, ni siquiera cuando la oscuridad se ciña sobre sus hombros. 

Y de esta forma donde ambos regresan a esta realidad que inevitable, es la que toca vivir, la rubia sirena aún sigue reconociendo las sensaciones de su cuerpo mientras un último beso le entrega al tritón. Ahora toca experimentar otra faceta, conocer más allá de las limitaciones que como criaturas de mar tienen y esta bendita posibilidad, no piensa desaprovecharla por nada del mundo, no cuando ahora tiene un motivo de peso para corregir esto, para descubrir la verdad que detrás de esa sangre derramada existe. 

- Tenemos que seguir, aunque debo confesar que me haces feliz. - agrega un tanto tímida, ya incorporándose como puede cuando su cuerpo aún huele al tritón. De pie sus piernas tiemblan un poco, le cuesta mantener el equilibrio, pero ya lentamente y con una sonrisa especial dibujada en sus labios, lo intenta. Tenía motivos de sobra para hacerlo, aunque el nombre de Eneas figura en ellos. - Ven, arriba. - incita al extender su mano, esperando contemplar al tritón de pie. - Nos toca aprender algo más de nosotros mismos. - termina por decir al querer ayudarlo, sin obviar cada detalle de ese cuerpo que sin pensarlo minutos atrás tuvo el placer de disfrutar. 

Notas de juego

Gracias, es que escribes impresionante! 

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06/04/2019, 22:36
Directora

Al incorporarse y separase el uno del otro ambos ven una pequeña mancha de sangre en la arena y en los muslos de la sirena así como en el pene de él.Eressëa sintió dolor cuando él entró en su interior y pareció encontrar cierta resistencia que en seguida fue vencida tras romper ese pequeño obstáculo que probablemente sea lo que hay provocado ese pequeño derrame rojo que sin embargo no parece que tenga mayores consecuencias por lo que tras la duda inicial ambos se miran con dulzura decididos a explorar ese nuevo mundo

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06/04/2019, 22:45
Directora

Azariel llega a la superficie con Ligeia en brazos y nada hacia la orilla viendo sorprendido que Eneas y Eressëa se encuentran allí,en la arena y ¡con piernas!Ambos están de pie,desnudos y mirándose con ojos que dejan al resto del mundo fuera.Sin embargo Azariel no tiene mucho tiempo para pensar pues Ligeia cada vez tiembla más entre sus brazos y sus labios han adquirido un feo color azul por lo que sin más Azariel la arrastra fuera del agua saliendo él con ella

Durante un momento Azariel no nota nada pero de repente un dolor lacerante le atraviesa de arriba a abajo y por dentro parece romperse mientras su cuerpo parece adaptarse al nuevo medio.Sus membranas empiezan a desaparecer mientras que las escamas comienzan a despegarse de su piel y bajo la cola nota cómo se parte en dos y siente que algo nuevo está formándose mientras que la cola simplemente se despega de él y ante sus ojos aparecen dos fuertes piernas cubiertas de vello y entre ellas un miembro mucho más corto similar al que los tritones usan para dejar embarazadas a las sirenas.El miembro está rodeado de un ensortijado y corto pelo negro y cuando Azariel roza con sus manos aquella zona experimenta un pequeño espasmo de placer y con asombro ve que ese miembro crece un poco aunque el dolor del resto de su cuerpo contrarresta ese pequeño placer recién descubierto.Al rozar su cola ésta simplemente desaparece convertida en polvo.Poco a poco el tritón nota que el dolor remite y puede moverse recordando que Ligeia no está bien

Por su parte Eressëa y Eneas han visto que su particular mundo aislado es roto por la llegada intempestiva de Azariel cargando a Ligeia y arrastrándola fuera del agua para dejarla tendida en el suelo.La chica está consciente pero no tiene buen aspecto pues tirita de manera ostensible y sus labios están azules así como su piel antes blanca está ahora también azulada

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07/04/2019, 10:03
Azariel

La desesperación pinta los rasgos del tritón mientras logra alcanzar la orilla. Puede ver a sus amigos en la orilla y la sorpresa que deberia sentir en ese momento es alivio, aunque dura poco cuando el dolor comienza a atravesar su cuerpo de forma rápida y brutal, obligandolo a apretar los dientes para no gritar y evitar llamar la atención. Aún así, un gemido animal brota entre sus labios quedándo en un leve jadeo mientras observa su nuevo cuerpo.

Recuerda a Ligeia y alza la mano buscando llamar a sus congeneres antes de arrimarse, aún tumbado sobre la arena, al cuerpo de la humana. - Ligeia - le susurra mientras acaricia su rostro asustado - Ya fuera del agua - la coge por los hombros y la sacude con suavidad - Mirar a mi. Ya bien ¿no? Decir que poder hacer. Porfavor - recorre con su mirada el cuerpo de la joven intentando averiguar si ese feo color azul va desapareciendo o no.

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07/04/2019, 10:47
Ligeia

El frío, sólo podía pensar en ello, en el frío. Lo primero que pensó al salir del agua fue en Poe, lo buscó por el cielo pero no lo encontró.

La arena estaba caliente pero se enfrió enseguida al contacto con su cuerpo. No se fijó en quien había en la playa, solamente se encogió sobre sí misma y se abrazó las piernas.

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07/04/2019, 11:02
Ligeia

Escucho la voz de Azariel, con los ojos cerrados con fuerza.

- Tengo mucho frío. ¿Me abrazas, porfa? – murmuro en un hilito de voz, tiritando.