Partida Rol por web

El salón está abierto a toda la casa y se divide en salón y comedor.Desde él se accede a la cocina,las escaleras que conducen a los dormitorios y dos puertas que dan al exterior,una a la zona de la piscina y la otra a la zona delantera donde un comedor exterior permite disfrutar de las vistas 

-Aguantame un rato- dijo Máximo levantándose y yendo a buscar algo a su cuarto, unos pocos minutos después volvió con un equipo de mate-. Necesito tomar unos verdes para pensar con claridad- realizó el preparado, que era meter una hierba molida y seca en un cuenco que parecía de madera, pero en realidad era una calabaza, luego calentó agua y se sirvió uno.

- No sé si alguna vez probaste esto… pero te puedo dar si queres experimentar algo nuevo- luego de tomarse el primero, segundo y tercero (los más amargos), pareció mucho más centrado-. Acá pasa algo y somos los únicos que no tenemos idea. En eso estamos de acuerdo. Tenemos que hablar con los locales, los más ancianos, que tengan más experiencia. Porque el viejo pescador, Luigi, me dijo que lo que se pierde en el mar, nunca regresa. Y no lo decía así nomas, era como que algo se lo llevaba.

-¿Está bueno? -pregunté, señalando al mate que Maximo se estaba tomando-. Si quieres, sírveme uno.

Escuché entonces las palabra del periodista y asentí.

-Es evidente que hay algo en las aguas de este lugar -indiqué, pensativo-. Los lugareños deben llevar toda la vida al tanto de lo que sucede. No creo que se trate de una criatura marina de otro hábitat que haya terminado aquí. Y sobre Ligeia... creo que vio algo. La tipa estaba como una cabra, pero no era tonta. Pienso que debió de ver una sirena, o lo que ella consideró que era una sirena, se lanzó al agua para comprobarlo y esa criatura la arrastró a su guarida.

-A mí me gusta, pero a los extranjeros… no tanto- le puso un poco de azúcar, pues sabía que el mate era raro, si encima era amargo se podría asegurar que Ronan jamás lo volvería a probar-. Dale despacio que está caliente.

Se pasó la mano por la boca, pensativo, dándole vueltas a todo el tema de Ligeia, los lugareños y las sirenas. Le agradaba ver que ambos pensaban lo mismo, que tenían un camino claro a seguir, al menos con respecto a la investigación. Con suerte los demás continuarían ese mismo camino sin mucho problema.

-Lady Ligeia- murmuró lanzando un suspiro molesto-. Poe va a estar muy triste- miró a Ronan antes de aclarar-. Ella tenía un águila, que se llamaba Poe. La vimos con Marc en la cubierta del barco… Si, tenía sus locuras. Y le gustaban las sirenas. Se gastó toda la plata en un huevo, pensando que era de sirena y resulto ser de un águila- no sabía quién podría tener un huevo de águila, pero aun así resultaba anecdótico-. Se habría tirado esa noche… estoy casi seguro. Lo que nos lleva a pensar en que, efectivamente, vio algo que se parecía a una sirena. Ella se tiró y fue arrastrada al fondo- en eso estaban de acuerdo-. Pero… ¿Para qué? Es lo que más me molesta de esto, no le encuentro un sentido a atacar a alguien y a otros no. Ustedes también bajaron. Marc y Bianca también estuvieron en el agua…- encharcó una ceja, se estaba dejando llevar-. A lo mejor le doy vueltas a lo que no debo, mejor nos centramos en lo que tenemos- miró por encima del hombro de su compañero-. Supongo que se entretuvieron en la ducha..

-Vimos a ese pajarraco, Poe, cuando terminamos de bucear -recordé, mientras bebía un poco de mate-. Estaba quieto, parado sobre las Faraglioni. Fue muy raro, era como si estuviese esperando a que su dueña volviese a salir... -Me rasqué, pensativo, dándole vueltas a lo ocurrido-. No sé si esos bichos se preocuparán por lo que les suceda a sus dueños, pero es raro que el águila estuviera tan tranquila.

Sonreí ante el último comentario de Maximo, divertido por la ocurrencia del argentino.

-Vaya grupito en el que nos hemos metido -comenté, con una risotada-. La doctora solo parece tener intención de llevarnos al catre a alguno. A Bianca le habré oído pronunciar dos frases como mucho desde la conocimos, se pasa todo el tiempo mirando al infinito en silencio... -Teniendo en cuenta que era modelo de profesión, no podía descartar que estuviera haciendo prácticas para posar-. Y Mike. Joder. ¿Sabes que decidió tirarse a bucear sin el traje ni nada? Los guardas costeros nos avisaron de que era mejor que uno de los tres se quedara arriba porque no había trajes para todos. Pero no. Decidió lanzarse a pecho descubierto. Es normal que se haya quedado tan callado, debe de estar helado. -Sonreí, pensando que formábamos un grupo de lo más peculiar-. Empiezo a echar de menos a Ligeia.

- Bueno creo que va siendo hora de tomar algo fuerte para empezar a analizar esta alocada situación.- digo dirigiéndome a donde estaban las bebidas y me sirvo un vaso con hielo y ron.- esto ya no parece un viaje de “placer-trabajo”, de hecho, creo que ha quedado un poco al margen todo eso y parece que se está convirtiendo en una novela de misterio- digo intentando bromear un poco sobre el asunto. -Que opináis? - digo quedándome de pie al un lado del comedor cerca de la entrada a este esperando a que bajen Valeria y Marc.

-Los animales tienen buenos instintos, que no te extrañe que sepa algo que nosotros no- se encogió de hombros. El águila… No, Poe podría fácilmente estar ahí solo esperándola un rato, para luego volver a los cielos y buscar su libertad. Aunque la idea de que en verdad supiera que ella iba a volver le traía cierto consuelo-. No me esperaba esto cuando llegué acá, pero bueno…- vio llegar justo a Bianca, quien no tardó en servirse algo fuerte. Máximo retomó la ronda de mates en cuanto Ronan se lo devolvió, no sabía si le había gustado o no, pero le serviría uno más. ¿Sabría que decir “gracias” era la forma sutil de decir que no quería más?-. Sentate con nosotros Bianca. Estaba cebando unos mates, esto me relaja más que un trago- le apartó una silla para que ella se sentara-. Decíamos con Ronan de ir a hablar con los lugareños. Seguro que saben bien que pasa acá, solamente tenemos que separar la fantasía de la realidad.

En medio de la conversación con Maximo, Bianca irrumpe en el comedor, decidida a servirse un vaso de hielo y ron. Su comentario acerca de la función de nuestro viaje me deja un tanto perplejo.

-Ah, ¿pero esto ha sido alguna vez un viaje de "placer-trabajo"? -pregunté, extrañado por lo que había dicho la estudiante de Biología-. Primera noticia que tengo. -Volviéndome hacia Maximo, asentí-. Deberíamos intentar hablar con el barquero que llevaba a Ligeia y con ese viejo pescador de antes. Los lugareños tienen que saber algo. -Bebiendo un poco más de mate, añado, divertido-: Tenemos sirenas, desapariciones... Solo faltan un par de zombies y ya estaría el pack completo. ¿No crees, Bianca?

Casi como si hubiera estado siguiendo a Bianca el profesor de Biología entra en el comedor un minuto después de que lo haga la rubia estudiante y se encuentra con ella,Maximo y Ronan

Una sonrisa se refleja en mi rostro cuando Ronan alude a mi comentario de “viaje de placer-trabajo- si viajas por trabajo y a su vez disfrutas, claro que es un viaje de placer ! . A estas alturas ya me espero hasta zoombies jajaja. Creo que antes de que salgáis a hablar con los lugareños deberíamos de esperar a la doctora y Marc. 

Veo como mientras hablo Mike entra en el comedor. Me enciendo un cigarrillo cuando me siento en la silla que me ha ofrecido Maximo. 

- habéis pensado que todo esto forme parte de algún tipo de reality o sea una mala broma?.- pregunto algo divertida para intentar animar el ambiente y despejarnos mentalmente aunque sabía que era del todo improbable que se tratase de una broma. 

Mike entra detrás de Bianca y se coloca lo más cerca de ella que puede, desde hace rato estaba buscando el tiempo para poder hablarle pero le había sido imposible debido a los fatídicos acontecimientos recientes. Antes de dirgirse abiertamente al grupo, toca a su estudiante en el hombro y acerca la cabeza- necesito verte después- le dice en voz baja.

-¿Tenemos noticias de la inmersión de los buzos, habrán encontrado algo?- Pregunta, como para no ahogar del todo las pocas esperanzas que le quedaban en cuanto a Ligeia. -Debemos reunir toda la información que tengamos para decidir como actuar ahora, Máximo-encara al periodista- ¿haz averiguado algo en la playa?, yo creo que debemos ir de nuevo a las rocas, más calmados, quizás hay algo que pasamos por alto.- les comenta a sus compañeros.

-Siento placer trabajando así que…- se encogió de hombros mirando a Bianca con una sonrisa. Podría parecer una tontería, pero ese simple cruce de palabras le relajó bastante… o quizás eran los mates surtiendo efecto. Justo cuando Bianca tomó asiento, Mike apareció-. No tenemos novedad… aunque no hace mucho que están trabajando- le ofreció un mate a Bianca olvidando que no a todos les gustaba esa bebida de Sudamérica-. Esta caliente- dijo a la estudiante-. Tomalo despacio- pasándose la mano por la boca añadió-. Con Ronan decíamos de ir a hablar con los lugareños. Sobre todo el pescador con el que me encontré y el que llevaba a Ligeia. Todos parecían saber algo… aunque mezclado con leyenda y realidad. Es una buena punta de donde ir tirando.

-Supongo que a los buzos puede llevarles horas encontrar algo en las Rocas -comenté, uniéndome a lo ya dicho por Máximo-. Déjalos trabajar, Mike. Además, son ya las cuatro y media. En pleno invierno, entre que nos ponemos, vamos y nos metemos en el agua, pueden pasar horas. Se nos hará de noche y no encontraremos nada. Y puede ser peligroso.

Continué bebiendo el mate que me había preparado el periodista argentino, con expresión un tanto sorprendida de que Mike quisiera regresar de nuevo a los alrededores de las Faraglioni.

-Por cierto, ¿todos firmasteis los contratos que nos dio Francesca? -pregunté, intrigado. Era posible que Ligeia ni siquiera hubiera llegado a firmarlo.

Mire un momento a Mike y asentí a su susurro de hablar junto con una sonrisa amable. 

-Gracias Maximo pero de momento me terminaré la copa, aunque no digo que no algo más tarde. Estoy de acuerdo con Roman, ahora se nos hará tarde para ir a investigar de nuevo a las rocas entre que cogemos una barca, los trajes ... Estoy de acuerdo en que debemos de actuar pero también creo que nos merecemos una tarde de relajarnos algo. No han parado de pasarnos cosas desde que subimos al barco, y si los buzos averiguan algo estoy segura de que nos avisarán. Y la verdad es que aún no he mirado el contrato, en un rato lo miraré.-hago una pequeña pausa y antes de que alguien empiece a hablar y de que lleguen al comedor Val y Marc, me levanto y me dirijo hacia el porche-ahora entro, voy a terminar de fumar fuera y así no os molesto con el humo-le hago una seña a Mike para que salga conmigo a hablar de lo que quería