Partida Rol por web

-Okey…- murmuró al ver lo que pasó con la botella, tan concentrado estaba en ello que no vio entrar a Marc. Solo cuando Ronan le dijo lo de Ligeia fue que se giró y vio al buzo-. Hola- dijo distraídamente al compañero recién llegado-. Dale tranquilo, yo… lo cuido un rato- le alegraba terriblemente que Ligeia estuviera a salvo, pero también le generaba mil preguntas más que se agregaban a todas las anteriores-. Sentate- le señaló la silla, luego fue a la heladera por segunda vez, para sacar dos botellas de agua. Abrió ambas, bebió de ella, lentamente, para que el desconocido lo viera. Y le volvió a tender la otra abierta y lista para beber-. Un intento más. Hay muchas en la heladera- miró de reojo a Marc-. Que conste que nosotros no lo trajimos.  

Negó mientras sonreía a Maximo. - No te preocupes, vino con Liegia.  Ronan pasaba por su lado ignorando su presencia, giró un poco para hablarle mientras este subía por las escaleras. - Se estaba duchando, dijo que ahora nos contaría. y sin esperar la respuesta se acercó a Maximo. - Siento no poderos haber avisado antes, también acaban de llegar. Miró a Azariel. - Me llamo Marc, encantado, le dijo golpeando el hombro del hombre. - Quieres algo de abrigo?, hace frío para estar así en bañador., hizo gestos a Azariel frotándose los brazos e indicando si quería una camiseta o jersey mientras señalaba el suyo.

Se acercó hasta su móvil el cual había dejado junto al de Valeria cuando entró Ligeia y todo fue un desconcierto, y tras desbloquearlo se lo entregó a Maximo, -Apunta tu número si no te importa así nos podremos comunicar si ocurre algo ,aunque esperemos que no pasen más cosas raras. Sonrió al ver que no estaba el de Valeria.  Ha sido rápida, una chica no moja sus zapatos pero tampoco pierde su móvil de vista. Su sonrisa se amplio y miró a ambos mientras se sentaba en el sofa y bebía por fin de su copa.

Entro al salón llevando en la mano izquierda un plato con galletas y en el otro un tarro que pone café. Dejo ambas cosas en la mesa. Al tener las manos libres por fin, me arreglo un poco el pelo, lo peino con mis manos y me apaño un moño algo despeinado. Me doy cuenta de que ha vuelto Maximo y que también están Marc y el nuevo invitado.

- Hola Máximo, vino hace un rato Francesca y bueno, imagino que Marc ya te habrá dicho que Ligeia a llegado hace un rato junto con ...  te llamabas?- digo esto último mirando al nuevo invitado. 

Mike entra al comedor con una jarra de leche recién hervida en una mano y en la otra una bandeja con varios vasos limpios, un recipiente con azúcar y unas cucharas pequeñas. Al llegar pone todo sobre la mesa y se sienta en algún sitio disponible. -Aquí tienes Li, sírvete a gusto- le dice la muchacha.

Cuando se sienta busca a Bianca con la mirada, y al encontrarla no pudo evitar sonreirle, todavía podía sentir vívidamente todo el tumulto de sensaciones producidas unos minutos atrás. De hecho, tanta era su embriaguez, que no lograba pensar en nada más. La deseaba, la deseaba tanto que explotaría si pasaba otro segundo sin ella cerca. Esperó a estar seguro de que Bianca le mirase y clavó sus ojos en los de ella para captar su atención. Articuló sus labios de forma suave, de forma tal que estos se pudieran leer sin necesidad de hablar, dejándose entender unas palabras: *te espero arriba*. Seguidamente suelta un guiño bastante coqueto y mueve su vista hacia el resto.

- Bueno chicos, yo estoy algo agotado, ha sido un día muy largo y necesito descansar un poco- dice disimulando, con tono suave en su voz-.

Antes de pararse dirige momentáneamente su mirada a la recién aparecida. -Ligeia, mañana quisiera hablar contigo un momento- le dice a la chica y le sonríe. Finalmente se levanta y se dispone a salir del comedor, en dirección a los dormitorios.

Los que están en el salón finalmente quedan dormidos mientras esperan a los otros que al bajar y ver el panorama deciden irse a dormir también y descansar pues ha sido un día ajetreado

Máximo se sentó en una de las sillas, apoyando su codo en la mesa y dejando descansar su cabeza en la palma de su mano. Tenía mucho que pensar y el que a nadie pareciera sorprenderle que Ligeia estuviera otra vez con ello le preocupaba un poco. ¿Es que nadie sentía un poco de curiosidad? No veía la hora de poder charla con la joven y descubrir de una buena vez que le pasó. Sin duda ese raro joven tenía algo que ver. Sacudió la cabeza, pues una loca idea empezaba a rondarle y no quería sacar otra vez conclusiones apresuradas.

La mañana le sorprendió ahí donde estaba, con su cabeza descansando en un mala posición en la mesa y la sensación de que su espalda se había soldado hueso con hueso. Soltó un fuerte bostezo, estirándose aparatosamente mientras su cuerpo sonaba con cada movimiento, como si estuviera desarmándose o armándose de forma correcta.

-Fisuradisimo- murmuró mirando a su alrededor, dándose cuenta que se había quedado dormido ahí mismo y que el cansancio acumulado durante el día anterior fue mucho mayor de lo que creyó. No era el único ahí, varios otros cayeron bajo el yugo del cansancio. Puso agua a calentar, para poder tomar unos mates antes que todos se reunieran allí y comenzar verdaderamente con la investigación y saber que le ocurrió a Ligeia.

Se removió sintiendo el tibio cuerpo de Ligeia contra él y sonrió, pero.... algo pasaba con su boca. Espera... ¡¡ahí abajo también pasaba algo!! ¿¿¡¡Alguien le había echado un hechizo??!! ¿Porque la sentía de aquella manera?¿Habría sido aquello que le dieron? Desde luego no sabia al agua que el conocía por mucho que ellos se empeñaran.

Alzó la cabeza con cautela y vió removerse a Maximo. Con rapidez volvió a retomar la misma posición de antes intentando pensar. Un palabra llegó a sus oidos

"Fi.su.r... uff." demasiado complicada para él. Acarició despacio el brazo de su humana para llamar su atención. Ella sabria que hacer

Nota que Azariel se mueve a su lado y poco a poco Li va despertando, con una pierna sobre la de él, abrazada a su brazo derecho, abre los ojos despacio y sonríe con cariño al verlo. Al mover el muslo lo nota, y entonces comprende el gesto de extrañeza que tiene. Abre mucho los ojos, moridiendo su labio inferior y tira de él hacía la habitación. Haciendo un gesto a Máximo para que no despierte a nadie, y alzando el dedo índice, gesticulando, volvemos el un momentito.

No podía dormir demasiado.

Si, en el fondo estaba cansada, sobre todo por la tensión del día anterior, buscar a Ligeia... y esas cosas. Pero me preguntaba muchas cosas, en silencio. Com por ejemplo ¿ Quien era ese colega de Ligeia? Según Ronan no hablaba demasiado. Bien. Esa es tarea para Super-Val traductora.

Me levanté pronto, como siempre solía hacer. El ambiente y la humedad del ambiente me recordaban a mi lugar natal. Ummm olas, surf y arena de playa. Odiaba los granitos de arena entre los dedos de los pies pero era un mal menos. Lo malo que allí hacía un frio de cojones, el aire olía a pescado del puerto de Capri y encima estaba nublado. Un día triste.

Bajé al comedor, con un jersey de lana grueso y un pañuelo al cuello. Y allí me los encontré. Durmiendo a pierna suelta en los sofás. Míralos que monos! Ligeia estaba con su colega y el resto desperdigados por el salón. Creí oportuno pedir en la barra café para todos y, con una bandeja en la mano y un poco de torpeza, dejé cada café frente a ello, en la mesita que tuvieran delante. No se quejarán de como les cuido.

A Marc le dejé un croassan haciendo equilibrio en la frente. Con tal de que no me robara el mio... y cuando pase cerca de Ronan ladee la cabeza. Que mono, le falta el arpón. Ah, no, que ya lo tiene! Metí la mano en mi bolso, saqué el pintalabios mas rojo que tuviera, me pinte los morros de forma exagerada y me agaché para darle un beso, marcando todo el carmín en lo suyos. Con rapidez me quité el pintalabios con el dorso de la mano, sabiendo que se despertaría como la bella durmiente.

- Buenos Dias!- Dije en alto para despertarlos. No podía evitar esa risa de pícara, por al broma, aun con restos de pintalabios, intentando taparlos con el vaso de café, y el dorso igualmente manchado.

Azariel fue arrastrado sintiendo la tela del bañador muy tirante. - buenos días - Sonrió a modo de disculpa a la rubia que los saludaba tan jovial antes de desaparecer tras la puerta

Se despertó con un pequeño brinco y algo rodó por su cara y quedó sobre su pecho, un Croassant, sonrió al verlo y lo cogió, buscó a la doctora con la mirada, vaya, o quiere llamar mi atención o no quiere que le quite más la comida.

Se levantó, cogió el móvil de la mesa y se acercó a donde estaba el café dejando el croassant cerca de la doctora. - Buenos días, ¿Ligeia no ha bajado aún?, cogió una taza y la llenó de café  o preparó café solo si no había. 

Mientras este se preparaba se apoyó en la mesa de la cocina y se estiró un poco. - Joder ni me di cuenta de que me dormía. 

Ya con el café y su croassant, se colocó al lado de esta, y zarandeó este. - Es para llamar mi atención o para que no te robe otro?, sonrió pícaramente y luego le dio un mordisco al croassant.

Se había puesto un café solo corto, lo bebió de un trago y se puso otro pero en un vaso más largo, para tomarlo con más calma.

Desperté, sorprendido de encontrarme tendido en el sofá del salón. Había tenido un sueño rarísimo en el que yo era estudiante al cargo de Mike y, por algún motivo, tenía que huir por toda una villa escapando de él mientras me seguía a todas partes. En algún momento del sueño, sentí que alguien me daba un beso, pero suponía que serían imaginaciones mías. Aunque lo más raro del sueño era que en él aparecía Maluma, el cantante, riéndose mientras observaba su reflejo en un televisor.

-¡Buenos días! -saludé a los otros que se encontraban en el salón, con un ligero bostezo.

Luego de calentar agua y verterla en un termo, Máximo se sentó en la mesa para prepararse unos mates. Así que pudo ver como Ligeia se llevaba al desconocido, le hacía unas señales y partía rauda hacia algún lugar. Viendo el “estado” del desconocido, el argentino se encogió de hombros. Tampoco le sorprendía mucho. Al menos le alegraba que la joven estuviera viva, pues incluso habían brindado en su memoria la noche anterior.

Pudo ver la rara maniobra de Valeria, lo que le volvió a darle esa sensación de estar en un viaje de estudiantes y en que todo está permitido. Uno a uno comienzan a despertarse.

-Buen día- tomó un mate antes de responder a Marc-. Ligeia estaba durmiendo en el sillón con el tipo, se fue a… buscarle ropa decente- esperaba que todos volvieran al comedor y comenzaran a explicar algo de lo que aconteció-. Estuvimos averiguando unas cosas con Ronan- su compañero de investigaciones parecía algo turbado, como si no hubiera dormido muy bien-. ¿Un mate?- le dijo antes de continuar-. Cuando estemos todos lo vemos, que ahora hay más cosas interesantes que atender.