Partida Rol por web

The Elder Scrolls - Helgen

[Prólogo] ¿Cerramos el trato? -Finalizado-

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07/08/2016, 17:31
Narrador

3 de Última Semilla. Medianoche. Cerca de Ventalia

La noche se había portado bien con vosotros, un pequeño grupo de adeptos del desenfreno y el pecado agrupados junto a unas viejas ruinas cerca de la frontera de Morrowind con Skyrim. Todos convenientemente encapuchados, ocultando vuestras identidades y arrodillados ante un improvisado altar de piedra sobre el cual había una joven nórdica desnuda que era tomada por un elfo del bosque, la muchacha rubia chillaba de placer, sujeta con firmeza de la cintura mientras el mer la sodomizaba embestida tras embestida.

Vosotros, entonando cánticos graves, mantras daédricos prohibidos por la mayoría, invocando el poder del Príncipe del Pecado y el Desenfreno. Vuestras voces se unían a los gemidos desquiciantes de la joven, y en las frases finales hasta vuestro canto parecían gemidos de placer ansiosos por ser atendidos por Sanguine. Y el príncipe daedra os escuchó. Un vórtice de tonos morados se abrió detrás del altar donde tenía lugar la cópula, y del interior de ese portal salía una animada música festiva.

Nadie se movió hasta que el acto se consumó, el elfo descargó su simiente dentro de la nórdica que se derrumbó de placer sobre el altar temblorosa de placer, su cuerpo aun juvenil brillaba de sudor a pesar dela brisa fría y su rostro de satisfacción lo volvía hacia su amante. Pronto los asistentes empezaron a levantarse y a dirigirse ordenadamente hacia el portal, y uno tras otro lo atravesaron..

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07/08/2016, 18:36
Seretide

Los cánticos de los adoradores de Sanguine resonaban, junto a la propia voz de Seretide, atravesando su cuerpo, sumiéndolo en una mística y desbocada exaltación en la que su respiración se agitaba y su corazón latía, aprisa, bajo su pecho, y entre sus piernas, al mismo ritmo que los gemidos de los amantes rituales que se profesaban placer descarnado sobre el altar. 

La piel de la joven nórdica relucía brillante, perlada en sudor, bajo la luz apagada de los astros, mientras los ojos de la elfa oscura se fijaban en su rostro, en su expresión extática, en conjunción con la del elfo de los bosques, que horadaba en ella mientras la algarabía redoblaba, elevándose hasta el clímax al aparecer el vórtice, con una emoción conjunta que la elfa casi era capaz de paladear, mientras su estómago se encogía, de pura anticipación, y la emoción y el miedo hacia lo desconocido la inavían, haciéndola sentir viva de una manera cruda y diametral. 

La música festiva, y el olor de la simiente, preñaron pronto el ambiente. La amante satisfecha volvía el rostro hacia su cómplice. La brisa acarició sus cuerpos desnudos, y agitó las túnicas que ocultaban la identidad de aquellos que habían acudido al círculo. 

Seretide sintió un poderoso escalofrío, y esperó. No quería ser ni la primera, ni la última, en traspasar el vórtice. Notó el peso ominoso del destino sobre sus espaldas, y miró durante un breve instante hacia lo alto. Hacia las estrellas. Cerró los ojos, despacio, y emitió un largo y hondo suspiro, por lo bajo, antes de ponerse en pie, y seguir la estela de la túnica que acababa de desvanecerse tras el resplandor morado del portal. 

Con paso ceremonioso, y notando la cara interna de los muslos humedecida, y el roce de la tela de la túnica oscura directamente sobre su piel desnuda, se aventuró hacia la incógnita. Hacia lo anhelado y desconocido. Hacia el siguiente paso de su búsqueda. 

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07/08/2016, 20:14
Narrador

El portal te generó una momentánea sensación de mareo, pero dejabas atrás el ambiente frío de la tierra de los nórdicos por el interior de un palacio ubicado en alguna parte ignota. Un salón espacioso, sembrado de cojines y mesas con diversas viandas, un hilo musical festivo que venía de todos lados y la luces intensas que parecían querer participar de todo aquello. Los que cruzaron contigo se retiraron las túnicas descubriendo sus cuerpos desnudos, algunos ataviados con prendas que dejaban por a la imaginación.

Había de todas las razas y edades, algunos festejando entre alcohol y comida, otros compartiendo sexo desenfrenado, aquel festival de sensaciones y deseos desatados obnubilaba tus sentidos. Apenas pudiste apreciar que entre los celebrantes había seres de piel oscura y rasgos demoníacos, daedra servidores de Sanguine, y sobre una tarima de roca un trono vacío decorado con rosas. La bacanal del príncipe daedra del exceso y el pecado había empezado, quedaba ver hacia dónde te dirigías..

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07/08/2016, 20:30
Seretide

Seretide se quedó quieta, tratando de recobrar la compostura tras cruzar el umbral, y admirando, con ojos bien abiertos, el espectáculo de carne y desenfreno que se extendía allá donde su vista alcanzaba. 

Observó a sus compañeros, despojándose de sus túnicas, e hizo lo propio, dejando al descubierto su piel oscura y tersa, y los pequeños adornos que la cubrían, como la fina cadena plateada que pendía de sus pechos, sujeta a los pequeños aros que perforaban sus pezones. La refulgente piedra ambarina que adornaba el hoyuelo de su ombligo, y los pendientes de diminutas turmalinas que, entrelazados también por finas cadenas plateadas, adornaban sus puntiagudas orejas. 

Agitó levemente la cabeza, recolocando su abundante melena grisácea, dando un primer paso, y luego otro, y otro, hasta entremezclarse por entero en el escenario de la bacanal, tomando entre sus dedos una copa de vino dulce y afrutado, notando cómo las miradas se posaban sobre su cuerpo a la vez que sus propios ojos se posaban sobre las figuras que derrochaban pasión.

Admiró el trono vacío con anhelo y sonrió. Su mirada carmesí se cruzó con la de uno de esos seres extraños de piel oscura y rasgos demoniácos, y tomando un nuevo sorbo de vino se acercó a su efigie, depositando un beso, y un trago alcohólico en su boca, dándole de beber de sus propios labios y acariciando su pecho antes de proseguir su camino, dedicando tan sólo una breve mirada de soslayo a su evidente virilidad.

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07/08/2016, 20:54
Dremora

Aquella celebración orgiástica era un laberinto de pasión y lujuria, más de uno, y una, tocó o rozó tu cuerpo con la ansiedad de que te entregaras a ellos. Eras hermosa, de las más hermosas de la bacanal, y lo sabías.. y dejabas detrás de ti un sendero de ansiosos hombres por poseerte. El vino bajando por tu garganta generó en ti un efecto de euforia, magnificando tu excitación que ya de por si se desbocaba. Su roce y beso sobre el dremora no pasó inadvertido, y el mismo daedra al que provocaste te agarró de la cintura con firmeza sobrenatural.

Allí mismo casi te obligó a ponerte de rodillas delante de él, ofreciendo esa virilidad que habías ansiado de soslayo. Un pene enorme, firme, que desprendía un aroma difícil de eludir. La voz grave y seductora de la criatura brotó de su garganta, por encima de la algarabia de desenfreno.

Chúpala.. celebrante.. demuestra tu devoción..

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07/08/2016, 21:14
Seretide

La elfa oscura emitió un respingo, quizá sorprendida al notar cómo el dremora la aferraba por la cintura, o quizá sobrecogida por el tacto de sus dedos sobre su cuerpo ardiente, que palpitaba bajo el influjo del poderoso afrodisíaco, que potenciaba las sensaciones que ya de por si la invadían. 

Jadeó, arrodillándose, quedando inmóvil sobre el suelo, durante un instante, anclada mientras contemplaba desde aquel ángulo el perfil del daedra, con complaciencia, con la deleitosidad de quien vislumbra una obra de arte sobrecogedora. Y sobrecogedor sin duda era, notar su olor masculino y dulzón frente a ella, llamando a sus labios sedientos, así como fijar la mirada, inevitablemente, sobre aquellas dimensiones poco usuales, que la hacían pensar en dolor y en goce extremo. 

Seretide entreabrió finalmente los labios, con un suspiro, estremeciéndose al mismo tiempo que su lengua comenzaba a acariciar y a complacer a aquel ser ultra terreno, deleitándose al percibir su tacto y su sabor, notando que su cuerpo se sobrecogía y se humedecía al pensar que de seguro, estaba siendo observada mientras se entregaba a uno de los servidores de Sanguine. Observada, y deseada mientras su cuerpo bullía, sintiéndose vivo. Mientras gemía, incapaz de contenerse, intentando abarcar aquella virilidad enorme entre sus labios, ingiriéndola, sin ser capaz de engullirla por completo, como si de hecho quisiese saciar con ella un hambre hasta entonces desconocida. Un hambre que la abrumaba y la hacía temblar.

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10/08/2016, 01:31
Dremora

La felación que le practicabas al daedra atrajo la atención de otros, pero ninguno se atrevió a interrumpir su entregada dedicación al pene del daedra. La criatura te sujetó con fuerza la cabeza, obligándote a tragar cuanto tu boca pudiera abarcar, penetrándote la boca como lo haría con tu vagina. Los gemidos antinaturales del dremora eran fácilmente identificables con los del placer, casi notabas sus uñas clavarse en tu cuero cabelludo.

El aroma que desprendía esa criatura te excitaba cada vez más, con autoridad te sometía a su gobierno, y marcaba el ritmo con el que debías chupar el miembro. Una intensidad con la que pronto llegaría la vigorosa exaltación de la simiente del daedra.

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10/08/2016, 01:37
Seretide

La elfa oscura se apretó contra las piernas del sirviente de Sanguine, notando que la respiración se le entrecortaba al sentir cómo el dremora le llenaba la garganta casi a la fuerza. 

La excitación y la desinhibición que el vino y el olor de aquel ser habían obrado en ella provocó que a pesar de que se revolviese al percibir la falta de aire, notase cómo todo su ser se estremecía, y lejos de apartarse, se afanase en poder tragarlo, hasta el punto de notar cómo finalmente la carne se tensaba entre sus labios y dejaba derramar una abundante simiente que bajó, caliente, por su esófago, llenando su estómago y derramándose de entre sus labios, produciéndole un estremecimiento que restalló entre sus piernas y recorrió su espalda, provocando que se encogiese sobre si misma y jadease, notándose la piel ardiendo. 

Tomó una profunda bocanada de aire, en cuanto le fue posible, y fuera de si, se acarició los labios, relamiéndoselos, mientras sus propias manos, inquietas, acariciaban su cuerpo, que bullía y expelía deseo de una manera que a Seretide se le antojaba abrumadora. 

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11/08/2016, 18:36
Dremora

Mientras el semen del dremora bajaba por tu garganta, sentiste el bramido de la criatura y de su éxtasis sobre ti. Aquello pareció atraer a dos más de ellos, que atravesaron el mar de extasiados celebrantes hasta ti. El daedra que se había corrido en tu boca te cogió en volandas llevándote a la tarima donde presidía el trono vacío de Sanguine, allí con el miembro permanente erecto se tumbó colocándote sobre él para que notaras su pene entrando dentro de tu vagina con una voracidad animal. 

Otro de los dremoras se inclinó detrás de ti y empezó a estimular tu ano con sus gruesos dedos, sodomizándote con ellos mientras sentías la verga del primero disfrutar de tu interior. El tercero se puso delante de ti, dirigiendo su portento sexual delante de ti al que ahora llegabas por la inclinación que te obligaba a tomar el segundo dremora. Obnubilada por el éxtasis, te descubriste pronto siendo penetrada por los tres daedra convirtiéndote en el máximo exponente de la lujuria de aquella celebración para mayor gloria del Príncipe Daedra de los Excesos. 

Notabas la verga del primer dremora untar tu vagina de su semen derramado antes, el segundo preparando la suya para adentrarse en tu trasero una vez que dilataste lo suficiente y el tercero, el tercero no tenía ninguna piedad con tu boca la cual llenaba de su pene tanto o más grande que el que habías consumido momentos antes.

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11/08/2016, 20:38
Seretide

La elfa oscura gimió, o más bien gritó de puro éxtasis al notar cómo de pronto su húmeda oquedad era invadida sin piedad, al tiempo que se convertía en el centro de la algarabía de placer que eran aquellas estancias del Príncipe Daedra, siendo situada frente al trono, y asaltada por otros dos sirvientes de Sanguine, que decidían derramar su lascivia sobre ella. 

Notó cómo el segundo drémora intruía con sus dedos, en el orificio que restaba libre entre sus piernas, y se arqueó, jadeante, viéndose pronto obligada a doblarse hacia adelante por el tercero, que pronto encontró en su boca su divertimento que usar a su antojo mientras la tomaba del pelo.

Los gruesos dedos del drémora acabaron por dilatarla lo suficiente. O al menos lo que él podía considerar suficiente. Seretide notó cómo su miembro resbalaba, penetrándola, llenándola por completo, provocando que se revolviese, en un primer instante, ante el ramalazo de dolor inicial que le sobrevino al alojar algo que no estaba diseñado para yacer en aquel estrecho pasadizo trasero, y sin embargo, pronto, en cuanto el demonio comenzó a moverse a la misma vez que su compañero, la sensación se volvió agridulce y sublime. 

Seretide se sentía incapaz de moverse, de resistirse... Tan llena, de carne y de instintos desaforados. Tan extasiada, tan ansiosa.... El cuerpo le temblaba, y el corazón le latía en el pecho y en cada uno de sus orificios. Se sentía estremecer, mientras los ojos se le llenaban de lágrimas de puro gozo. 

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17/08/2016, 12:57
Dremora

Los tres dremoras te tomaron una y otra vez, envueltos en aquella lujuriosa y demencial toma de tu cuerpo. Notabas sus vergas llenarte con intensidad, los daedra no hacían concesiones con tu cuerpo, era como si las criaturas usaran el tuyo para su propio beneficio sin importar el tuyo. Pero lo cierto es que el placer te llenaba de una forma indescriptible y única, como nunca antes hubieras notado aquella sensación. Ellos reían, gozando de su dominio sobre tu cuerpo mientras el resto de celebrantes casi sentían envidia de que te tomaran de ese modo.

Aquella sensación pudo prolongarse durante minutos, horas, días.. casi perdiste la noción del tiempo, pero sí notaste cuando los tres dremora estallaron dentro de ti llenándote de su simiente ante la jubilosa bacanal. Las tres criaturas salieron dentro de ti a la vez, dejándote temblorosa en el suelo ante el trono de Sanguine, un trono que ya no veías vacío, sino que podías contemplar los pies de alguien sentado en él. 

Las voces de los presentes se alzaron, entusiasmadas, algunos señalaron. Las voces decían: ¡Mirad! ¡Ahí está Lord Sanguine! ¡Nos honra con su presencia!

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17/08/2016, 12:57
Sanguine

La figura que tenías ante ti, sentada sobre un trono rodeado de rosas rojas, no defería en exceso de los dremoras que habían copulado contigo hacia unos instantes. Sanguine tenía la piel oscura, salpicada por numerosos tatuajes rojos y una cornamenta prominente retorcida hacia atrás. Te contemplaba complacido, al mismo tiempo que dirigía su mirada hacia el resto de celebrantes.

¡Queridos mortales! ¡Que mi presencia no interrumpa vuestros vicios! proclamó desde su trono con tono risueño. ¡No hay mejor forma de adorarme que dejando rienda suelta a vuestros pecados! ¡Follad! ¡Comed! ¡Bebed! ¡Lo que sea que vuestros turbulentos corazones deseen! la respuesta de los presentes fue un entusiasta loor al príncipe daedra, y pronto siguieron con sus quehaceres. El príncipe volvió a ti con una sonrisa complacida, puede que hasta traviesa.

Tu entrega me ha complacido, mortal. asintió mientras admiraba tu cuerpo desnudo, temblequante de un placer que se resistía a desaparecer de tu interior. Resistir la intensidad de tres dremoras no es una hazaña cualquiera.. especialmente cuando uno de ellos ha sido tan brusco.. miró al dremora que te penetró la boca y negó con la cabeza en una suerte de reprimenda. Pero lord Sanguine sabe apreciar las buenas diversiones, ven a mi.. permite que te vea.. con un gesto de la mano, apareció una copa llena de alguna clase de líquido, que olía a vino, y te ofreció. Bebé, el mejor brandy cyrodíilyco para la mejor celebrante de esta fiesta.

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17/08/2016, 16:41
Seretide

Un grito ahogado, un espasmo incontrolado, la respiración agitada, el corazón desbocado. Las decenas de ojos que se posaban sobre ella, prendiéndola aún más. La simiente caliente llenando su garganta otra vez, y sus adentros. Y de repente, el vacío. 

Seretide se estremeció, sobre el suelo, temblorosa, tomando aire, arqueándose al sentir aquel fuego interno que parecía no querer abandonarla, mirando hacia un lado y descubriendo finalmente, que el príncipe de los excesos había decidido hacer acto de presencia en aquella celebración de lujuria, alzándose como una magnífica figura cornamentada, observando a sus celebrantes. Observándola a ella. 

La elfa sintió el peso de su mirada sobre su cuerpo desnudo, mientras ella misma contemplaba al daedra con fascinación, levantándose, despacio y sin perder la gracia, inclinándose con respeto al encontrarse en su proximidad, suspirando, halagada, al escuchar sus palabras, con un fervor que jamás habría dedicado a cualquier dios. ¿Qué era un dios al lado de un ser que podía proporcionarle a un mortal las mayores lujurias y los mayores placeres? Un dios cualquiera no podía hacerte sentir tan vivo, tan lleno y tan satisfecho, pensó, mientras tomaba la copa entre sus manos, con gesto ceremonioso.

- Gracias, Lord Sanguine.-dijo, alzando el rostro para mirarlo, notando cómo la simiente de los drémora que habían tomado su cuerpo comenzaba a resbalarse entre sus muslos, aún cálida, y acercando el recipiente a sus labios, para ingerir su contenido, lentamente. 

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17/08/2016, 17:30
Sanguine

El príncipe daedra te miró complacido mientras ingerías el vino, te daba la sensación de que era el mejor que hubieras probado jamás, pues recorría tu garganta como si el propio orgasmo tuviera que prolongarse hasta tu agotamiento. Tras la cata te dejó una feliz sensación en el cuerpo, algo que Sanguine contempló con una sonrisa traviesa.

Celebrante, ¿cual es tu nombre? preguntó mirándote a los ojos, estos brillaban astutos, puede que hasta chispeantes como los de un borracho, pero parece controlar perfectamente su estado. 

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17/08/2016, 17:38
Seretide

Seretide apuró la copa, embriagada por el increíble sabor del licor, que provocaba que una sonrisa satisfecha y totalmente involuntaria adornase su rostro y afianzaba las sensaciones placenteras y exaltadas que ya la recorrían anteriormente.

Seretide, mi señor. -respondió, con un hondo suspiro complacido.

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17/08/2016, 17:54
Sanguine

Seretide. repitió tu nombre como si ahora lo recordara con un asentimiento. Me has complacido con tu entrega, tu vicio y tu pecado estimulan a este daedra generoso con los que no se dejan atar por las cadenas del autocontrol y la contención. dijo mientras la bacanal seguía su curso a vuestro alrededor.

Háblame de ti, mortal. dijo con un tono jovial, distendido, mientras se recostaba sobre su trono floral. Podría saberlo todo sobre ti, pero me agradan las buenas conversaciones. hizo un gesto y ante ti se materializaron una pequeña mesa y una silla, en la mesa había una botella llena del mismo líquido que te había ofrecido, el daedra tomó una copa y se sirvió. Y el buen vino.

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17/08/2016, 18:03
Seretide

Seretide tomó asiento, contemplando de nuevo al daedra, con complacencia y con arrobo- Provengo de Luz Oscura, mi señor.-dijo, comenzando a hablar mientras se tomaba la libertad de servirse otra copa, tomándola de nuevo con cuidado entre las manos para degustar aquel vino que sentía, podría libar durante horas, e incluso días- Mis padres fallecieron en la Catástrofe, y durante el Año Rojo, mis abuelos y bisabuelos me llevaron a la ciudad, en busca de refugio.- un nuevo trago la animó a proseguir, tras relamerse los labios y colocarse la melena oscura, desordenada por las intensas muestras de lujuria de los dremora-  Pasé muchos años observando... El cáncer. La enfermedad de mi pueblo...-añadió, notando el escalofrío que sentía siempre al pensar en aquello, aunque éste se encontrase soterrado y atenuado por las satisfacciones de la bacanal- El hastío. Vos debéis saber de lo que hablo, seguro... El hastío que le quita a quien vive demasiado tiempo las ganas de vivir y de explorar el mundo.-explicó, con cierto tono funesto, reprimiendo voluntariamente fragmentos de sus propios recuerdos, por no amargar aquel momento tan pletórico, terminando de apurar otra vez su copa, notando cómo un agradable calor se extendía por sus mejillas, sonrosándolas- Así que me he ido. Me fui hace un tiempo. Quería vivir intensamente y sin mirar atrás, y no pensar en que pudiera llegar el día en que me aburriese de mi propia existencia.- explicó, inclinándose hacia adelante- Buscaba emociones, sensaciones nuevas. Buscaba conocerme en profundidad y en muchos sentidos, y alcanzar altas cotas de conocimiento y poder personal para mi propio disfrute. Y encontré a quienes os adoraban en Ventalia. Y supe que entre ellos podría huir con mayor seguridad del hastío por siempre.-concluyó, con una sonrisa maliciosa. 

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17/08/2016, 18:23
Sanguine

Sanguine reía levemente a veces cuando te escuchaba, no sabías del todo si te prestaba atención o si su mente se dispersaba com la de un borracho, bebía a grandes tragos su copa y enseguida te percataste de que el contenido de la botella jamás se vaciaba.

Escuché sobre la explosión de vuestra Montaña Roja.. los falsos dioses de los dunmer resultaron ser al final su perdición. comentó como si fuera un mal chiste. Azura, Mephala y Boethiah seguro que se frotaron las manos cuando sucedió aquello.. 

Siguió escuchándote, y empezabas a preguntarte dónde iba todo ese alcohol que ingería.

Hiciste una buena elección. sonrió complacido. La mayoría de los tuyos se vuelcan en tediosas búsquedas de iluminación al servicio de Azura.. o aburridas investigaciones para Hermaeus Mora, tú hiciste la mejor elección de todas, doy fe. comentó burlón mientras hacia un nuevo repaso a tu cuerpo. Dime, mortal.. háblame con franqueza y sinceridad, pues no soy un truhán como Clavicus Vile, ¿qué es lo que más deseas?

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17/08/2016, 18:39
Seretide

Oh, lo sé... Esas búsquedas... Y tantos de los de mi raza que se embarcaron en ellas inútilmente, acabando literalmente con la soga al cuello.-negó, volviendo a llenar su copa, percatándose entonces de que la botella no bajaba su nivel, observándola con curiosidad, antes de volver a mirar a Sanguine, admirada, y ligeramente suspicaz, - Esa es una pregunta difícil. -confesó- Deseo muchas cosas en estos instantes. -dijo, dedicándole ella ahora a él un vistazo apreciativo- Pero si hago un pequeño esfuerzo, diría que puedo resumirlas en tres términos: placer intenso, descubrimientos y poder. Todo ello unido y entremezclado, mi señor. -suspiró- Y por supuesto, poder disfrutar de más noches como esta, pues jamás me había sentido tan crudamente viva como lo hago en el día de hoy, si es que en efecto el tiempo se comprende de igual manera en esta, vuestra morada.

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18/08/2016, 16:54
Sanguine

El daedra no perdía detalle de ti o de tu cuerpo, desviando la mirada hacia tu busto, vientre.. sentías su deseo casi quemándote la piel, pero allí permanecía bebiendo junto a ti sin hacer ningún ademán más allá que el de conversar.

Todos los mortales deseáis muchas cosas. corroboró con una sonrisa ladina. Pero al final son los instintos más primitivos los que os empujan.. hacia mi. sonrió burlón mientras acariciaba tu rostro.

Veo tu ambición, tu deseo, tu entrega.. y me complace. asintió convencido, se volvió hacia su trono y tomó una rosa de las muchas que habían. Tus inhibiciones son cadenas de moralidad y ética, mascaradas que contienen la verdadera naturaleza del ser.. solo con los pétalos, empezó a pasear la rosa por tu cuello, descendió hasta tus senos rozando sinuoso, erizando el vello de tu piel de forma anormal. Tu lujuria me alimenta.. la rosa pasó por tu vientre, hasta sobrevolar apenas rozando la entrada a tu éxtasis. ..tu deseo me satisface.. y notaste como en aquella entrada cada pétalo de la rosa parecía un dedo que te penetraba hasta el fondo, solo una sensación sin realizarse, pero una sensación tan real como para estremecerte. ..tu excitación es una oración a mi gloria.. movió la rosa entre tus muslos, igual de lenta y sugerente. Mi pregunta para ti.. ¿qué harás tú por mi ahora..? la miró a los ojos, sentiste todo el poder del Príncipe del Exceso y el Pecado en tu cuerpo.

¿Con qué perversión me deleitarás.. para asegurarme de que elijo bien a quien he de otorgar mi favor..? se preguntó con aire travieso mientras dejaba la copa sobre la mesa.