Partida Rol por web

Las palabras fueron dichas, aquellos sueños que me atormentaban se convirtieron en realidad entre esas cuatro paredes, pero probablemente no eran los secretos que queria Michael, claro que no, eran secretos mios o al menos, yo los consideraba asi, pero no formaban parte de ninguna carpeta negra, ni definian quien era realmente. Quizas podrian hacerme daño, pero no destruirme, mientras que lo escrito alli, dicho por mi, aunque fuera al amparo de este santuario como Michael queria verlo sin duda podria poner fin a mi busqueda de forma absoluta y ese seria un error que no cometeria.

Michael no dijo ni una palabra cuando termine de hablar, simplemente se dedico a mover su copa, de forma casi hipnotica. Bebi de mi copa, sonrei de nuevo al degustar el vino y no dude en dejar la copa sobre la mesa, al terminarla. - Muchas gracias por el trago amio mio, pero hay cosas que por el momento, es mejor que permanezcan solo en papel. - El trato por el escudo habia sido firmado. Recuperar una estatuilla y estar atento a las palabras "Eclipse Total", ese seria el trato y la informacion... bueno, ya veriamos si al final, realmente estaba dispuesto a pagar ese precio. - Dijiste que necesitaria un contenedor especial. - Era obvio que la negociacion en si habia terminado, tomaria lo que necesitaba para cumplir mi parte del trato y al menos por hoy, se terminaria de negociar.

Escuché atentamente a Doe, mientras volvía a darle otro trago al café. - De momento, con poder contar con ese bisturí de aire entre mi instrumental será más que suficiente. Si le soy sincero ya consideraba ese instrumento como imposible, así que imagine mi dificultad para pedirle ahora algo más complicado.  - Le conteste.- De todas formas, dejaré volar mi imaginación de cara a la mi visita a su tienda.

En cuanto al pago.... supongo que debido a la "relativa sencillez" de mi encargo con un comentario casual a mi supervisor sobre lo bien que he sido tratado en mi primera visita a la trastienda bastará. ¿No?
 

Había estado conteniendo el aliento mientras esperaba la respuesta, temiendo no poder hacer frente al pago que pudiera exigirle aquel hombre. Así que la mujer dejó escapar un suspiro de alivio al escuchar su petición. Su cuerpo adoptó una postura más relajada.

- Lo comprendo perfectamente. Tanto lo uno como lo otro. - algo de pesar y resignación se filtraba - Cuando él esté aquí ya lidiaré con eso - extendió la mano para poder cerrar el trato

-¿Irregular? -riéndose ligeramente para luego asentir- Todo este proyecto, toda TITAN podría definirse por ser algo irregular. Se desarrolla tecnología basada en descubrimientos sobre saltos de fase a dimensiones donde jamás nadie a puesto un pie. Nadie recibirá nunca una mención o una medalla, ya que como bien sabes nuestra misión, los saltos y todo lo demás tiene cláusulas de confidencialidad y alto secreto. Pero para su tranquilidad cuento con más que autorización para hacerle la oferta de esta misión pero no por tener yo esta signifique que no operemos en secreto y se pueda revelar nada a nadie. Recuérdelo, cuento con un nivel de autorización mayor que el suyo y en el hipotético caso de que tuviera problemas solo tendría que contactar conmigo. Dicho lo anterior, piénselo, ¿cómo voy a facilitarle equipo de contención sin usar los canales adecuados? Nadie cuela nada en la sala de salto sin previa autorización, y nada entra si no ha pasado por un riguroso escrutinio por parte de los Supervisores -una vez le suelta toda la perorata parece que suspira ligeramente.

-No debería de indicar peligro alguno, ni ser tóxico ni nada similar. Si algún indicador parece dar a entender toxicidad haga un análisis con otro equipo diferente, solo en caso de estar completamente segura actúe bajo su criterio pero si lo destruye puede que destruya nuestras posibilidades de remediar enfermedades incurables que aquejan a nuestro mundo o, sin ir más lejos, a gente que vive aquí en TITAN. Por lo demás el dispositivo que le entregaremos permite contener especímenes vivos dimensionales hostiles, así que un moho en estado letárgico y bastante inofensivo salvo que decida tragárselo como si fuera una gominola no debería de entrañar ninguna amenaza ni problema. ¿Alguna pregunta o duda más Elle? Prefiero tomarme el tiempo necesario para que entienda la importancia de recuperar la estatuilla que contiene el moho antes de cerrar el trato y tengamos algún malentendido.

Michael se movía con cierta gracia entre el caos del habitáculo, apartando un par de cajas hasta llegar a la cafetera, donde sirvió generosamente un par de vasos, pasando uno de ellos a Samuel con el oscuro líquido, lo bastante caliente como para llenar de vaho el cristal.

-Una petición bastante sencilla, puedo conseguirle el lugar perfecto para montaje con descontaminación, así como las piezas, tanto típicas como exóticas y el terminal de entrada para las actualizaciones o modificaciones del firmware. Como lo prefiera, si la armadura completa o por piezas, ya será a su gusto, y barato no saldrá de todas maneras sea uno u lo otro, pero el problema, o el quid de la cuestión... -haciendo una leve pausa para dar un sorbo al café- El quid de la cuestión es que creo que no cuenta con autorización o acceso para esos planos amigo mío, pero se con quién puede hablar y pedirle esa autorización, la doctora Williams McNamara, sección 32. Dígale que va de mi parte. ¿Alguna cosilla más con la que pueda ayudarte mientras tanto?

Su respuesta era predecible, pero no por ello evitaba sentirse ligeramente decepcionado, pocas veces ofrecía tanto por un precio tan bajo y, cuando eso pasaba, siempre sentía un ligero mal sabor de boca por ello. Aun así, asintió ante el trato y habló con suavidad.

-Gracias a ti, y ya sabes, de donde ha salido este puede salir más -refiriéndose claramente al licor- Con respecto al contenedor especial dispondrás de él en la sala de salto de fase siempre que lo solicites a los de Control de Misión bajo el nombre de Caja de Kubrik, ya te he autorizado para que puedas tenerlo siempre que te resulte necesario. Con respecto a su manejo incorpora instrucciones y es realmente sencillo, bastante compacto. ¿Alguna duda más?

Michael se quedó por un instante con rostro muy serio, mirándolo fíjamente, como si le fuera a estallar una venilla para luego soltar una fuerte y espontanea carcajada mientras se tapaba la boca con la mano.

-Vaya, tiene arrestos doc, pero que sea sencillo para mi no implica que sea barato, así que piénselo algo mejor -dice sonriendo ahora un poco más relajado- Y sin menospreciar su comentario a su supervisor sobre lo bien que le he tratado... ya tengo mi propia fama y dispongo de mi propio rango que me da cierta comodidad y libertad de movimientos sin supervisores sobre mi coronilla. Dicho eso, ¿qué se le ocurre? Y esta vez espero que sea algo más serio.

El joven cogió el vaso con la diestra y le dio un pequeño sorbo al café, despacio, como si lo tantease de primeras y luego lo saborease para finalmente beberlo lentamente antes de responder a las palabras de Michael.

 - Solo saber cuanto me costará el favor de permitirme una posible autorización para obtener dichos componentes y planos, sobre lo de la descontaminacion era una metáfora para indicar que la quería "Limpia" de cualquier cambio que no fuese lo establecido de fábrica. - Sonrió levemente y volvió a darle otro trago al vaso de café - El dinero no es problema así que creo que optare por comprarla a piezas así pueda pagarlo con lo que me gane durante las misiones.

Samuel sopesó la siguiente pregunta, le causaba curiosidad saber de donde había oído el apodo que le había mentado el señor Doe, tras esbozar un gesto algo mas serio pero con un deje claramente taimado y confidente, echandose adelante para mirarle mas de cerca le preguntó:

 - ¿De donde ha sacado eso de "Paladín"? - Finalmente mostro una media sonrisa, rompiendo con el gesto serio para mostrar que era curiosidad sana.

En cierta manera las palabras del Sr. Doe eran verdad. Todo lo que había investigado en Titan había sido muy extraño, todo cuanto había visto en los saltos... en fin, auténticas pesadillas.

Me ruboricé un poco cuando comenzó a explicarme los permisos que tenía, me pasé la mano por el pelo colocándome un mechón detrás de la oreja, me mordí una de las uña de mi mano derecha y cuando suspiró como exasperado yo contesté —lo lamento yo... —miré alrededor, —el aspecto de todo esto junto con los rumores... pensé que... —sacudí la cabeza, —has quedado como una idiota Ella —resoplé y terminé por apuntar —lo lamento de nuevo —.

Cuando acabó me puse de pie para estrecharle su mano con mi mano derecha, como si nunca más lo pudiera volver a hacer —creo que es un buen trato y ambos saldremos beneficiados —.

Me ha pillado señor Doe.- Puse mi mejor sonrisa de buen chico.- No puedo pagarle.

Separé mi espalda del respaldo del sofá donde estaba cómodamente sentado- Es evidente que no quiere dinero y en el caso que quisiera no tengo el dinero que vale el instrumental que le he pedido.- Entrelacé las manos para seguir hablando.- Llevo poco tiempo en Titán, así que tampoco dispongo de ningún objeto material que poder ofrecerle más allá de aquellos a los que seguro ya tiene acceso. Y, si le soy completamente sincero, creo que mis superiores todavía no saben ni mi nombre, así que supongo que ayudarme tampoco le hará ganar ningún punto ante mis superiores.

Lo único que podría ofrecerle es deberle una, ya sabe, usted me hace este favor a mí y yo le deberé un favor a usted. Pero no soy de la clase de gente que siente cómoda debiendo favores.- En ese momento me levante del asiento y le ofrecí mi mano al encargado de la trastienda.- Ha sido un placer visitar su tienda y siento haberle hecho perder su valioso tiempo señor Doe.

-Espero que sepa manejarse con ello -estrechándole la mano dando por finalizado el trato- Recibirá noticias sobre su marido en cualquier momento y... vaya pensando que quiere hacer con los que le llevaron hasta aquí. Por lo demás, si necesita algo, ya sabe donde me puede encontrar -haciendo una invitación con la mano hacia la puerta para indicarle la salida.

Michael giraba lentamente su cafe mientras escuchaba hablar a Samuel, para luego, tras dar un suave y ligeramente sonoro sorbo, alzó los ojos hacia él.

-¿Se equivocan con su mote? Casi diría que le pega... pero en fin, si quiere saber de donde he sacado eso espero recibir algo a cambio, nunca doy nada a cambio de nada, todo requiere cierto esfuerzo en ambos sentidos... y por ello siento desilusionarle, pero aquí el dinero no tiene valor alguno. La trastienda solo opera con dos cosas, puntos adquiridos en misión u ofreciéndome algo que me resulte de interés, por lo que puede guardar su cartera, no acabará siendo más pobre. Dicho eso... ¿qué puede ofrecerme en pago para obtener esa autorización? -dejando la taza a un lado tras hacer la pregunta, entrecruzando luego los dedos en el regazo como si estuviera disponiéndose para un rezo.

-Conozco los rumores Ella, los conozco muy bien, y algunos de ellos son ciertos, otros no, pero no se confunda al evaluar este lugar por su apariencia, si no por su contenido. Como verá el orden no es precisamente mi fuerte, y su ubicación no es tampoco la más idónea, pero piense como llego a conseguir todo lo que me piden si no tuviera un nivel de autorización bastante decente -tras un leve suspiro agita ligeramente la mano como si espantara una mosca- Y deje de lamentarse, no es que me haya ofendido precisamente... Por cierto, ¿qué rumor en concreto escucho de este lugar?

-Oh, se equivoca, no me ha hecho perder nada de tiempo, pero es una lástima que no quiera hacer ningún trato que nos beneficie a ambos y, porque no decirlo, a sus pacientes. Si cambia de opinión o se le ocurre algo ya sabe donde está mi puerta -estrechándole la mano para luego acompañarlo hasta la salida mientras hablaba- Y recuerde, si necesita cualquier cosa, por muy descabellada que sea, puedo encontrar la forma de conseguirla, así que si ocurre algo en sus misiones por lo que le hubiera venido de perlas tenerlo... -encogiéndose de hombros para luego hacer un gesto hacia la puerta- Espero que pase un buen día.

Me rasqué ligeramente la cabeza y me encogí de hombros —los rumores que había oído es que aquí suceden cosas que Titan no sabe, y parece ser que me dejé llevar por las supercherias, está claro que aquí está todo en regla y eso es crucial para mi —no era muy buena haciendo charla por hacer, ni siquiera estaba muy claro si esto lo había oído o me lo había imaginado yo, más bien lo segundo, pero ya no era momento de decir otra cosa. Tampoco podía leerme la mente.

Sabia que probablemente Michael no se sintiera del todo de acuerdo con mis palabras, al menos su lado de comerciante, quizas ese lado de amigo del que habimos hablado fuera distinto, pero habia secretos que no debian conocerse, que nadie en los ultimos diez años habia sabido, y asi debia seguir.

Me dijo que volviera, lo hizo de una manera sutil y yo asenti levemente. - Me parece bien, pero entre amigos es justo que al menos, invite uno cada vez, asi que la proxima vez que nos veamos, traere yo una bebida tambien. Momento que espero no sea muy lejano. - No volveria al dia siguiente, pero aunque solo fuera para compartir un trago y quizas alguna historia, quizas podria hasta acostumbrarme a ello, aunque no sabia que pensaria él. Ademas la trastienda era mas segura que muchos sitios donde ir a beber de este lugar. Me dio instrucciones de como poder pedir el cubo, donde tenia que hacerlo y bajo que sobrenombre, uno que me hizo sonreir levemente, pues sabia que era un juego de palabras. - Suena bien. - Entonces dijo lo de si tenia alguna duda mas y lo pense antes de preguntar, pues no tenia claro si la habia obviado a proposito o simplemente se le habia olvidado, aunque lo dudaba. - El templo con este simbolo. - Señale la tarjeta que me habia dado. - ¿Que camino debo tomar? No es que sea el mayor fan de ese lugar.

No sabía muy bien porque lo hizo. Quizás fue por la creciente sensación de esperanza que había empezado a gestarse en su pecho, porque por fin parecía que podría ver cumplido su sueño de recuperar a su marido, aunque no fuese en las condiciones que ella hubiese querido. El caso es que se abrazó a su interlocutor. Fue un abrazo fugaz, pero sentido. El hombre pudo percibir los latidos desbocados en el pecho de la mujer y también los ojos húmedos de ésta al separarse.

Se notaba que a pesar de ser una soldado, era también una mujer. Una mujer agradecida. Una mujer que no olvidaría lo que le había prometido. SIn decir nada más, salió por la puerta.