Partida Rol por web

Os separasteis cada uno hacia un lado pero con una ruta que llevaba a lo principal, salir de ese nivel lo más rápido posible mientras la zona alrededor de la papelera era aplastada incluyendo la misma. Unos diez centímetros de profundidad para ser exactos. Se acababa de dibujar la silueta de lo que parecía ser una cola o alguna cosa similar mas o menos de un par de metros de largo y como un roble de ancho en la tierra. 

Un instante después la papelera se alzaba en el aire y desaparecía de vuestra vista, escuchandose el horrible sonido del metal siendo rallado o masticado. Lo que sea ahora estaba pendiente de aquello y no de vosotros. 

Bendiciendo su suerte con su sentido inoportuno de la oportunidad, Samuel decidió seguir su camino, echando pequeñas miradas hacia atrás para mantener vigilado el lugar donde estaba la papelera, buscaba cubrirse con cualquier edificio u esquina mientras caminaba, haciendo gestos con las manos para indicar a su compañero por donde se dirigía, quería llegar al ascensor y largarse de ahí lo antes posible, aquel truco no duraría mucho así que debía darse prisa.

Aprovechó ese momento en que aquel extraño monstruo se tomaba su aperitivo para imprimir más velocidad a sus piernas, llevándolas quizás al limite de la extenuación, para así poder ir reorientandose para aproximarse de nuevo a Sam, cuya ruta era más recta hasta la "meta". Sus ojos buscaban con frenesí nuevas zonas donde poder ocultarse si acaso el bicho terminaba antes de que llegasen

Paso a paso, lo primero era poner distancia, y preferiblemente algo sólido, ente él y lo que fuera que se estaba comiendo la papelera. Corrió hacia el edificio más cercano en la dirección general en la que corrían los otros, con suerte llegaría a una cobertura antes de que los dientes lo atraparan, y si no al menos esperaba que la muerte llegara rápido e indolora.

Una gran detonación se escuchó del otro lado de la planta. El crujido del techo al desgajarse como si fuera un espejo resonó, antes de empezar a caerse desde el lado justamente del que veníais. De la zona cristiana. Poco tardó la onda expansiva en tiraros al suelo, pese a que estabais lejos. 

La alarma del piso se activó y el cielo o lo que quedaba de las pantallas que iban hacia la zona de salida se volvieron rojas, indicando la dirección del ascensor con una flecha amarilla. 

Atención, Atención, se ha producido un gran daño en la estructura, por favor, vayan a paso moderado hacia el ascensor mas cercano. Las señales del cielo, o del suelo podrán ayudarlo. Se han activado los ascensores secundarios y se han abierto las escaleras de mantenimiento. 

Rick gritó- ¿Secundarios o principal?- Se había golpeado contra uno de los árboles y estaba con la rodilla hincada en el suelo, intentando levantarse. Las flechas negras que iban hacia el ascensor principal pero a la izquierda marcaban una ascensor secundario. 

Liam pudo ver las tenues flechas moradas de las escaleras de mantenimiento, que marcaban a la izquierda, hacia un lado de la planta que atravesaba el césped. Quizás esa era la más cercana. 

Tras la enorme explosión y la onda expansiva Samuel se levantó del suelo tosiendo violentamente y palpandose el cuerpo, el pitido atroz de sus oídos no permitiría que se comunicara bien con sus compañeros y estaba algo aturdido, sin embargo tras ese pequeño momento su cabeza se puso a trabajar, la situación estaba empeorando y se habían activado mas protocolos de seguridad en ese piso, debían largarse de la forma mas segura posible así que empezo a hacer señas a sus compañeros para que le siguieran por las flechas moradas, eligió ese camino casi por reflejo, sabiendo que el estado de la estación era inestable y que la mejor forma de avanzar con seguridad era usar las escaleras de mantenimiento.

Tras rodar poco graciosamente por el suelo y golpearse contra cada piedra del camino, Liam se levantó trabajosamente y se acercó a Rick para ayudarlo a levantarse. - Mantenimiento, - susurró - si pasa otra de estas en el ascensor caeremos a pique o quedaremos encerrados. - vio que Sam ya se dirigía hacia alli y comenzó a seguirlo. - Sólo espero que eso haya distraido lo suficiente a nuestro invisible amigo.

Con la ayuda de Liam se logró poner en pie. Mirando hacia atrás con los ojos entrecerrados controlaba un poco el perímetro pero aquello era un infierno e iba a ser mucho peor si no iban a marcar ya la cremación allí. Si eso sucedía, no iba a salir vivo nadie. 

Apenas seis segundos después al trote, Samuel vio la compuerta que estaba oculta hasta hace poco en la pared falsa con el holograma de un pequeño cerezo. La luz rojiza de su interior no era nada halagüeña, pero menos lo era el ruido de fondo que se escuchaba con el crujir de los árboles al romperse, por ahora, separado de vosotros. 

Tenemos que entrar y cerrar- Dijo. Estabais ya los cuatro en la entrada, cuando Kara escuchó la voz de Mike. 

¿Mike?- Gritó dándose la vuelta. Lo había escuchado, estaba segura. Le pareció verlo correr hacia otra de las salidas- !Mike!- Se separó de vosotros unos metros. Os miré con pánico- tengo que ir, nos vemos en la planta de arriba- Sin pensarselo más, me dirigí corriendo pero dando una pequeña revuelta para no estar tan visible. 

Liam vió como Kara salía corriendo en dirección a la otra puerta en el momento en el que él entraba en el pasillo de mantenimiento. Mentalmente le deseó suerte a la chica y entró un poco más para dar espacio al resto, ellos por su parte no podían retrasarse más. 

Samuel bufó con fuerza y miró a sus compañeros, dejandoles paso, luego suspiró pesadamente y habló con pesadez.

 - Id tirando, iré a cubrirle las espaldas, no voy a dejarla sola aquí -  Renegado de la situación, Samuel dejo su arma en el suelo, para que la recogiera y se dispuso a seguir a Kara, sabiendo que las posiblidades de sobrevivir a esto eran minimas. - Quedaros el arma, vais a necesitarla.

Cogió a Samuel y lo metió a la fuerza en el pasillo, le dio a un pulsador cuando estabais ya dentro y la puerta se cerró. 

Iba a echarle una bronca del quince al chico cuando miró lo mismo que Liam estaba viendo, pestañeó un par de veces, confuso. 

Era un pasillo adornado con guirnaldas, si, guirnaldas, de flores blancas, frescas, que estaban iluminadas por el color morado claro de las luces de mantenimiento. 

Qué demonios...- Musitó bajito, volviendo a colocar el arma lista para disparar esta vez hacia delante. 

Veinte metros más allá, estaba un giro a la derecha. 

Liam se quedó  estupefacto mirando las guirnaldas de flores en el interior de la escalera, y no pudo resistir el impulso de analizarlas. Se acercó a una distancia prudencial, en principio su idea era sólo mirar para determinar si eran reales o de plástico, si eran rales no podía arriesgarse a olerlas, no fuera que el polen tuviera algún tipo de sustancia tóxica. Sonrió irónicamente al pensar que TITAN había logrado que desconfiara hasta de  una simple planta.

Samuel se quedó estupefacto ante como fue agarrado y lanzado dentro, sin embargo cuando fue a responderle furioso a Ricky se quedó mirando en su dirección, durante unos segundos aturdido y luego soltó un bufido.

 - ¿Vamos a dejar atrás a Kara? - Buscó por el suelo mientras miraba alrededor pero no quitaba ojo de encima a Ricky con gesto agriado - Bastardo en su estado podría acabar muerta.

No estaba gritando sino mas bien susurrando pero claramente irradiaba ira contenida, la vena de su sien estaba abultada y el cuelo parecía apunto de estallarle  mientras hacia fuerza física y mental para no pegar cuatro voces. Sabía que no debía armar un escándalo y tambíen sabía que Kara se había separado del grupo pudiendo causar la muerte de todos si no hubieran actuado rápido, pero no podía dejar de pensar que su camarada había sido dejada atrás sin que él pudiera haber hecho algo a tiempo.

Es su decisión...- Fue lo único que dijo mientras miraba a Liam con gesto confundido y algo temeroso.

¿Te suenan de algo? Porque no tiene ningún sentido, ninguno, el hecho de que esto esté lleno de- Su voz se cortó al empezar a escucharse el sonido de una risilla de fondo, como la de un niño, más allá del pasillo. Subió al arma y activo la mira calorífica para intentar ver mas allá de las paredes. 

Los tres sabían que seguramente estaban reforzadas, pero, si el calor era suficiente como el de una persona, a medio metro aun dejaría un rastro. 

Esas flores las has visto antes. Más de una vez te has cruzado con una chica con una cesta de flores y vestidos vaporosos de colores claros por algunas plantas. Era una visión diferente de la gente que había por allí.