Partida Rol por web

Asintió con la cabeza y comenzó a avanzar despacio, mirando de tanto en tanto hacia atrás intentando mantener un paso constante, lento y lo menos ruidoso posible, conteniendo la respiración todo lo que podía para luego soltar el aire lentamente en cada pisada, no era alguien diestro en moverse sigilosamente pero al menos lo intentaba el chaval.

Podíais masticar el miedo de Liam en cada toma de aire, miraba hacia atrás a veces con un pánico absurdamente tangible. Era como esos niños soldados que acababan de recibir un arma en mitad de la carnicería, solo que estaba totalmente desprotegido, cubierto por vosotros tres. Eso para un no combatiente le daba tanta seguridad como ir solo en mitad de la zona de leones cubierto de carne. 

El siguiente templo estaba hecho de oro puro, o al menos, lo parecía, brillando con cada rayo de sol, haciendo de faro para que aquellas personas que quisieran se acercasen. Un hombre de piel oscura, ya algo mayor, estaba en la entrada salvo que ahora no saludaba, solo estaba con los ojos cerrados en quietud completa. Seguíais sin saber como podía tener tanta tela en la cabeza, formando una especie de sombrero enrollado sobre si mismo con tantas capas, que casi le doblaba el tamaño de la testa original. Vestía de un color amarillo pollo, llamativo, pero las telas no era nuevas, parecían ya algo usadas, gastadas. Estaba rodeado de una especie de río que regaba la zona, como si estuviese obligado a levantarse justo en ese terreno. El estaba a unos diez metros de vuestro recorrido, y al acercaros un poco más, visteis que la clara agua, ahora era casi transparente, dejando ver el fondo con total claridad. Estaba limpia, todo parecía estar limpio, salvo el propio hombre y sus ropajes. 

El científico pensó tres veces la idea mientras retrocedía, y cada vez que la pensaba un pero le impedía verbalizarla. La primera vez fue la cercanía de los zombies, la segunda el pensar en la dificultad de la tarea y la viabilidad de la misma, y la tercera el seguro rechazo que recibiría de parte de Rick y de sus nuevos compañeros.

Por tanto siguió alejándose, cada paso lejos del templo calmaba su rimo cardíaco, para cuando llegaron al templo dorado Liam era consciente de la adrenalina corriendo por sus venas y del sudor frío que había bañado su cuerpo. Había estado apretando los dientes ante el pánico y ahora le dolía la mandíbula, pero estaba vivo. 

La visión del Siij aún en la puerta de su templo parecía irreal, allí lo había visto cuando llegó por la mañana y allí estaba ahora, como si nada de lo que sucedía a su alrededor lo afectara... No, no era lo mismo, por la mañana había sido un hombre sonriente que saludaba a quien se acercaba, ahora miraba hacia adentro y parecía esperar a la muerte, o al menos eso le pareció a Liam. El joven investigador siguió caminando, tenían una meta y un horario acotado para cumplirla, estaba seguro de que si se acercaba a decirle que los siguiera se negaría... o peor aún se convertiría en el enemigo.

El primer impulso de Sam fue apuntar a la figura con el arma, avanzando con el mismo paso, soltando levemente la respiración, no quería que su cuerpo se descontrolase y por ello intentaba acompasar su respiración con cada paso que daba.

"¿Quien demonios es ese?" Esa pregunta se formó inmediatamente en su cabeza, luego miró a sus compañeros, buscando una reacción por parte de ellos, en su rostro se podía ver la contrariedad y la aprehensión por ese civil. "¿Es un civil o uno de esos entes?"

Samuel miró a la persona que ahora parecía tener el mando, la situación era crítica pero no podía dejar a alguien detrás y causar un alboroto solo atraería problemas, sin embargo algo en su mente todavía parecía bullir con aun mas fuerza y eso hacía que sus ojos saltasen del individuo desconocido a las aguas, por un momento se estremeció nuevamente y aferro con fuerza su arma pero no dijo ninguna palabra, solo avanzó hasta Rick y le dijo con un susurro:

 - No podemos dejar a esa persona ahí si es que no es  una alucinación o una de esas cosas. - 

"¿Por que todo aquí parece estar....en su sitio?¿Que fuerza ha mantenido esto así?" Su vista volvió  a mirar a su alrededor, buscando irregularidades y luego al agua de dichos ríos si, como si despues de ver cosas tan extrañas algo pudiera servir de clave para entender lo que sucedía alrededor del hombre, siempre con el arma apuntandole pero el dedo reposando fuera del gatillo del arma para evitar disparos accidentales.

Siguió avanzando, alerta, ligeramente agachada, intentando hacer el menor ruido posible. El dorado de aquel templo pareció cegarla por un momento, pero solo fue eso, un momento. Recibió la mirada de Sam y le devolvió otra de duda y preocupación.

Se mordió un lado del labio pensando si acercarse al tipo o no, pero sería retrasarse y no había tiempo. Su postura era extraña, de pie pero con los ojos cerrados ¿porque? ¿¿porque?? No, ya había tenido demasiadas sorpresas desagradables. Ella solo quería encontrar la salida, encontrar a Mike y largarse de allí. Si. Eso es lo que quería.

Siguió avanzando....

Ralentizó un poco el paso, casi lo detuvo cuando Samuel se le acercó y le habló. Chistó de forma seca, hacia Liam, para que le mirase porque el estaba mas cerca del hombre en estos momentos. Le hizo un gesto para que mirase un poco mas de cerca, que se acercara un poco más al susodicho. 

Liam giró la cabeza cuando Rick lo llamó, y siguió la dirección de la señal, suspiró resignado y comenzó a moverse hacia el hombre en la isla en medio del río artificial. Atento al entorno ya a los movimientos y reacciones del místico, preparado para correr a la menor señal de peligro. 

Kara había adelantado a Ricky, apenas un par de pasos, y vio que era porque se habia parado. Se giró lo mínimo para ver si Liam le hacia caso o no y afianzó mejor su arma en las manos pero apuntando al suelo.

Al parecer si iban a detener a ver que pasaba con el hombre del templo. 

Miró a Sam para ver si el vigilaba los alrededores y, de ser asi, estaria alerta por si el hombre hacia algún movimiento sospechoso.

Sam respondió a los movimientos de sus compañeros, ya estaba de por sí en guardia pero una vez cambiaron el curso de acción buscó adaptarse y ponerse a vigilar su entorno a su vez que echaba miradas al hombre, curiosamente no paraba de echar vistazos a los ríos, nerviosismo, miedo y preocupación eran emociones que ahora debía empujar hasta lo mas profundo de su ser para que no entorpecieran la vigilancia del entorno, sus compañeros y la persona extraña.

No, el hombre parecía simplemente ahí. Quieto. 

Parecía que respiraba, muy muy levemente, pero lo hacía. No vistes heridas, ni sangre, ni ningún rastro de violencia. 

Si, no tenías ni idea de como con todo lo que había pasado, seguía ahí. Muy normal no era. 

Una nueva falla del cielo falso de TITAN, está vez de apenas una parte de segundo, hizo que el hombre mirara al techo apenas sin mover la cabeza. 

Si os quedábais allí a oscuras...iba a ser un infierno. 

Liam se giró hacia Rick y se encogió de hombros, negó con la cabeza en señal de que no había nada extraño y en ese momento el cielo parpadeó y amenazó con caer sobre sus cabezas, o al menos eso le pareció al asustado científico.

Sin perder tiempo volvió a dirigir sus pasos en la dirección en la que Rick les había dicho que se encontraba el ascensor, algo le decía que el hombre del turbante no se movería de su isla.

Pendiente de aquel hombre como estaba, solo pudo percatarse de refilón del fallo del techo. El tiempo se agotaba pero que se le iba a hacer. De repente....

La cara de Kara era un poema. ¿Porque volvía Liam? ¿Porque no terminaba de acercarse? Ya que habían gastado minutos en hacerlo... pero bueno, solo quedaba seguir adelante. Se cercioró de que el tipo del turbante seguía en su sitio, incluso le hizo un par de aspavientos a ver si por casualidad abría los ojos, y si todo seguía igual, seguiría avanzando.

Samuel miro a sus compañeros y luego comenzo a moverse con ellos, con el rostro resignado, intentó echarle la mirada una vez mas a aquel tipo para ver si les acompañaba o no, pero al no ver movimiento y tras el último suceso su sentido de la precaución prevaleció aunque le dejo un sabor amargo.

El templo y el hombre, fue ignorado por el grupo. Por qué, si quería morir era cosa suya ¿No? Samuel notó como el corazón se le encogía. Había hecho caso omiso de lo que su valor como soldado le dictaba. Igual es que ya no era uno de ellos, si no otra cosa, otra cosa que poco a poco iba perdiendo la humanidad. 

El alto edificio con sus cúpulas verdes desteñidas por el tiempo dejando un verdoso azulado era si no el mas elevado en esa planta, uno de los que más, su gran cúpula que se alzaba temperamental en el aire. El siguiente edificio ya estaba ahí, y cada vez os quedaba menos, menos para llegar al ascensor principal y rezar porque funcionase. 

Un rápido vistazo, mostraba como tras las cristaleras había algo. No se veía bien el que, por la distancia y la oscuridad que parecía reinar dentro. ¿Era normal que estuviese tan oscuro por dentro? El hecho de desconocer tanto del complejo, pese a llevar años, o meses, era extraño. ¿cuantas cosas, personas, lugares no volveríais a ver? 

Fuera reinaba el silencio, nada parecía pasar, todo estaba en calma. 

Siguieron adelante, mismo orden, mismo método, pero la espalda de Kara se iba resintiendo ligeramente por la postura algo forzada para mantener bajo su centro de gravedad y no destacar mucho en la extraña comitiva que formaban. Su mente solo podia centrarse en que en cualquier momento podían ser atacados por ese ser invisible, y por eso buscaba puntos donde el contraste de colores fuera diferente, o donde la luz del ficticio sol incidiera de forma que se veía las motas de polvo suspendidos en el aire.

No pudo evitar fijarse también en lo alto de la cúpula de aquel edificio, pero ya sabían donde se encontraba el ascensor principal, ¿no? ¿Para que perder tiempo?