En la entrada del barrio sur de Toledo, se encuentra esta posada. Como su nombre indica, principalmente ocupada por peregrinos, sus modestas instalaciones se reducen a 2 habitaciones comunales separadas por sexos en la planta superior y 4 habitaciones individuales con pocas comodidades en la planta baja, donde también hay una sala común que hace las veces de comedor y sala de esparcimiento. Es habitual encontrarse en ella algún mendigo que ha conseguido arañar los suficientes maravedíes para poder pagarse una cama y una cena caliente.
Está atendida por monjes franciscanos.
tras examinar el sitio, me dirijo a la Arena y la Uva.