Este edificio antes era un pequeño oratorio ligado a una puerta de acceso a la ciudad (Bab al-Mardum) para uso de los recién llegados a Toledo o para la preparación a la salida. Sin embargo, en 1183 fue donada a los caballeros de la Orden de San Juan, quienes la convirtieron en ermita, pasando a llamarse el templo "Cristo de la Luz" y realizarse actualmente en ella el culto cristiano.
En la fachada principal tiene tres puertas: la central, algo desfigurada, la izquierda de cinco lóbulos y la derecha, de herradura. Su planta es cuadrada y pequeña y el interior es un espacio abierto, ya que tres de sus costados están sin cerrar al exterior. En el interior tiene cuatro columnas, que dan lugar a nueve espacios abovedados, el central, más elevado que los otros. Una sencilla reja rodea todo el edificio.
Vista desde fuera
Bóveda central
Gracias a la acometida efectuada para solucionar el problema de infiltraciones que sufren los cimientos de la mezquita, se ha descubierto en el subsuelo del jardín y a más de cinco metros de profundidad una necrópolis, posiblemente de época de dominación musulmana y una calzada de época romana en un estado de conservación perfecto.