Partida Rol por web

Llegamos al comedor en seguida, porque por los pasillos hace bastante fresco al contrario que en la habitación. Acelerar el paso hace que el frío se sienta menos, y darnos la mano y cruzar miradas cómplices de vez en cuando también ayuda.

Al entrar en el comedor, veo inmediatamente que están todos presentes. Bueno, todos no, faltan las hermanas, aunque su ausencia no me incomoda en absoluto. Está también el director, y parece que estén esperando.

Al menos no somos los últimos...

¡Buenos días a todos! -Saludo al entrar, y me acerco con Liz a la barra por algo para desayunar. Yo cojo café con leche, un bollo y algo de zumo. Tomamos asiento y esperamos a que el director tome la palabra, aunque casi seguro que esperará a las que faltan.

El director tenía un café cuando todos llegaron, el hombre se había colocado en una mesa y tenía a su lado a Andrea que estaba medio dormida y a la bibliotecaria que estaba sentada tomando té, el hombre se puso de pie y comenzó a hablar:

- Chicos, buenos días a todos, supongo que la experiencia de ayer fue extraña para todos, pero me alegra que estéis todos aquí bien y supongo que habréis averiguado algo más de vuestra naturaleza.

El hombre espera unos segundos para continuar:

- Lo cierto es que desearía que habláramos de lo que ha sucedido, cualquier duda que tengáis con respecto a Beni Suzaku, lo que os ha mostrado si podemos lo solucionaremos, pero lo más importante me gustaría que pensarais en lo que os ha dicho, es una mujer muy sabia que nos ha ayudado a todos los aquí presentes mucho en el pasado y sabemos que seguirá haciéndolo en el futuro.

El hombre mira a todos uno por uno y se queda un poco sorprendido al ver a Lia, entonces dice:

- He de daros otra noticia, el helicóptero esta noche estara listo y mañana por la mañana podrá salir si lo deseáis, si deseáis marcharos solo os pediré una única cosa y es que mantengáis en secreto todo lo que habéis vivido aquí

Sus compañeros fueron entrando poco a poco mientras daba buena cuenta del té gracias al que su cuerpo se iba atemperando despacio. Estaba hablando con Rina mientras el resto iba cogiendo algo para desayunar y tomando asiento. Fue saludando a cuantos entraban, aunque tuvo que hacer un alto especial cuando vio acceder a Giulia, quien parecía haber sido objeto de alguna travesura de Himiko, probablemente. No pudo evitar reír, especialmente con su bigote. - Buenos días Señor d'Altrui - dijo con una graciosa reverencia - echábamos de menos su presencia... y su bigote! Fue llegando más gente y con todos ya en su sitio el Director inició su discurso. Curiosamente, él no había compartido la experiencia con Beni Suzaku. ¿Qué clase de problema tendrán las Kitsune conmigo? ¿Acaso soy el único que no habló con ella? Se removió incómodo en su asiento mientras pensaba en esa posibilidad. ¿Irnos? ¿A dónde íbamos a ir? Recordó lo sucedido en Kyoto y pensó en lo vulnerables que eran por sí solos ante quienes podían querer atacarles.

Estoy echando el azúcar al café, cuando veo llegar a Giulia con el rostro todo pintarrajeado. Me quedo mirándola, divertido, dando un par de suaves codazos a Liz para que la vea. Lo cierto es que está graciosísima, y me temo que más lo va a estar en cuanto se entere, cosa que no se hará de rogar mucho ya que Makoto le hace la gracia a propósito. Sin embargo, el momento divertido termina cuando el director toma la palabra. Le doy un sorbo al café y empiezo a comer el bollo mientras nos habla de Beni, aunque sin aportar gran cosa nueva. Lo que sí me quita el hambre es que, ya al final, nos habla del helicóptero y el regreso a casa. ¿Ya? Joder, parece que fue ayer cuando llegamos. No puede estar acabándose tan pronto todo esto. Aún tengo mucho que aprender, y muchos temas que solucionar... Y está Liz. No tengo ni idea de cómo hacerlo para seguir juntos. Miro alrededor. De todos modos no es un asunto para tratar delante de todos. Será algo que deba pensar luego, ahora hay otro asunto que sí deberíamos abordar... Señor Smith... -Digo levantando la mano, como si fuera una clase de instituto, para llamar la atención- Hay otro asunto... Tanto Liz como yo hemos tenido sueños esta noche que parecen estar relacionados. -Miro alrededor, observando las reacciones de los demás- No se si alguien más ha soñado algo así, una mujer joven en la nieve, sola, llorando, desesperada, hablando del fin del mundo... ¿Alguien más ha soñado algo así?

Kyara entró junto con su hermana bostezando ampliamente y frotandose un ojo con una mano mientras saluda con la otra en lo que ya era sus "buenos días" habituales, pues de todas las cosas que habían pasado, esa era la única que se mantenía fija mañana tras mañana, durante los cuatro días que llevaban allí.

Escuchó lo que decía el dire-dire y no pudo evitar una sonrisa divertida- más que dar respuestas dió más preguntas -comentó mientras se servía un café cuando el dire mencionó a Beni.

Escuchó lo que dijo del helicóptero y miró a su hermana, como si dudara el irse o no, o si esperaba alguna duda por parte de su hermana. Luego escuchó lo que decía Ben y no pudo evitar asentir- Yo también he soñado lo mismo, pero en mi caso no murmuraba nada -comentó sin más.

Quería hacer otras preguntas privadas al dire-dire antes.

Ante las caras y en especial el comentario de Makoto, Lia de pronto se giró hacia Kurt y lo miró amenazante.
-Non sarà possibile...-murmuró. Se acercó a una bandeja donde se vio reflejada, soltando un respingo. Dejó la bandeja sonoramente en la mesa y se giró, caminando amenazante hacia Kurt mientras se frotaba la cara-Tú... pienso vengarme por ésto y no te salvarás, te lo aseguro...-empezó a amenazarle con una media sonrisa de lado mientras terminaba de limpiarse.

En ése instante el director pareció decir algo importante, así que decidió ir con el resto y dejar los homicidios para más tarde. La noticia del helicóptero le sorprendió visiblemente. ¿Volver a casa? ¿Pero irse para siempre?

-Si nos vamos, ¿podremos volver?- Lia tenía una vida en Venecia, y gente que seguramente se preguntaba dónde había ido. Sí había tranquilizado a su familia y compañeros diciéndoles que era inevitable, pero no podía desaparecer sin más. 

Parecía además que el resto había soñado algo. Lia negó con la cabeza.
-Yo no soñé nada...-no se extrañó, en el castillo cada cual tenía sus experiencias.

La broma que habían gastado a Giulia, así como el comentario de Makoto y la posterior reacción de esta al darse cuenta de lo sucedido, me sacaron una sonrisa; pero esta duró poco.

¿Ya han pasado cinco días?

Al llegar me parecía demasiado tiempo, pensaba que se me iba a hacer interminable, y ahora… Ahora ni siquiera me había percatado de que la hora de volver a casa había llegado.

Me agarraba las rodillas con fuerza, intentando mantener la compostura frente a todos, escuchando en silencio cómo Ben exponía el tema de los sueños; pero por muy egoísta que supusiera, sólo podía pensar en ese helicóptero de mañana.

Por fin alguien hizo mención al tema. Giulia se pronunció al respecto, preguntando si podríamos volver de irnos. Miré a Ben y bajé la mirada, quedándome pensativa.

-E-eso… ¿Podremos volver? – intervine de repente, mirando al director. – Y-y… Si decidimos quedarnos… ¿Qué pasa con nuestras familias? S-se supone que todo esto es secreto, y… A-algunos somos menores de edad…

Volví a agachar la cabeza, nerviosa y apesadumbrada.

No había sido la mejor noche del mundo pero sin duda había sido relativamente tranquila. Cruzó una morada con su hermana y, mientras las miradas esmeralda se escrutaban, levantó los hombros con desgana. La situación había cambiado en lo que a ambas se refería pero no sentía la obligación de quedarse. Quizá lo hiciese solo por fastidiar, quizá se fuese a ver por qué nadie de su familia parecía recordar que ellas no estaban... aunque sabiendo lo que sabían no dudaba que de alguna forma también las hubiesen olvidado a ellas, borrado toda huella de su existencia como ya hicieron en su momento.

Miró hacia una de las ventanas desviando parte de su atención hacia el exterior mientras se ponían a hablar de sueños como si la última moda en aquel castillo fuese dar por hecho que hasta soñar con cachorritos era algo fuera de lo común. Esbozó media sonrisa para sí, no podía compartir ese chiste con su hermana,no con su implicación en revelaciones oníricas... pero estaba por apostar que el resto cada vez que recordaba un sueño escribía a una revista esotérica o de consejos para marujas.

Suspiró y basculó su estatura de un pie a otro mientras aquella reunión finalizaba. Lejos de esclarecer nada las hermanas tenían más incógnitas por resolver que antes... y a no ser que les diesen un panfleto con todas las preguntas respondidas así no iban a solucionar nada.

Pillando croissants me hallo cuando el director comienza a hablar. Y no dice nada nuevo. Que si Beni tal cual, bla bla bla. Lo de siempre. Que decepción. La única novedad es que hoy podemos largarnos. Joer, no es una idea que me seduzca. Quiero decir, en casa tengo a mi padre, amigos...pero más allá de eso no dejo nada importante, dos ex-novias psicóticas que están a buena distancia de mí ahora mismo, y un futuro un poco aburrido buscando currele. Creo que eso no puede competir contra ser un mago que puede invocar un zoo ambulante. Aún así creo que debería dedicarle aunque sea un rato para pensarlo, no sé, no es una mierda que se deba tomar a la ligera, a saber por cuanto tiempo me quedaré la próxima.

Mientras los demás hablan de sus trastornos oníricos yo me como mis croissants, pensativo. Si le cuento toda esta movida a mi padre, llama a los loqueros. Creo que es mejor que siga con alguna mentirijilla piadosa. Eso si me quedo. En el fondo estoy dando demasiadas vueltas a algo que tengo bastante decidido, y eso es porque una pequeña parte de mí aún tiene dudas.

Caminaba un poco por detrás de Lia, por si de vez en cuando se me escapaba una sonrisa por el crimen cometido. Pero Makoto hizo la gracia y Lia se dio cuenta.

Al venir hacia mi tras mirarse, amenazante, no pude evitar echarme a reír haciendo un amago de cubrirme con los brazos por si le daba por lanzarme algo de nuevo.

Pero luego, con todo el tema del helicóptero y el volver, me recordó a la conversación con Lia de anoche y ella no tardó en intervenir para preguntar si podríamos volver. La miré, claramente querría irse y pasar una temporada en su casa, y mentiría si yo no quisiese volver por un tiempo, pero...el estar aquí, era un descubrimiento del mundo betado para muchos, ¿Iba a rechazar eso?

El director escucha lo que dice Ben bastante atento, parecía que analizaba lo que contaba y lo que decían los demás, entonces empezó a hablar.

Primero respondió las preguntas "mas fáciles":

- Si podéis coger el helicóptero y podéis iros, también si lo queréis os daremos una forma de contactar con nosotros, claro pero solo si lo queréis. Si os quedáis como dije, cada cinco días el helicóptero sale por lo que podréis tomarlo

A continuación responde las cosas que se habían dicho sobre el sueño extraño de algunos

- Por lo que estáis diciendo no todos lo habéis soñado y es un sueño que parece que ninguno lo habéis tenido completo, por lo que veo una chica vestida con pieles en un lugar muy frio arrastra una canoa de madera y la chica estaba desesperada y hablaba del fin del mundo

- Ni siquiera recuerdo lo que soñé anoche pero, por lo que dice... - levantó una mano y se señaló la cabeza - ¿podría llegar a darse el caso de que tuvieran un sueño lineal y de forma inconsciente lo fueran construyendo entre ellos?

Su cara era de estupefacción, pero pronto sintió lo absurdo que era creer que aquello no pudiera suceder con todo lo vivido en los últimos días.

- Y de ser así... ¿que sentido tiene?

Se levantó y se acercó a la ventana, pensativo. Debido al frío que hacía fuera aún se intuía en el vaho de la ventana el Palacio de las Nieves que hacía apenas unos días había dibujado con Nyara. Aquello le arrancó una sonrisa y, a su vez, le hizo reflexionar.

- Vestida con pieles en un páramo nevado y arrastrando una canoa... - se dio la vuelta y miró al director - quizá sea una locura Sr. Smith pero... ¿cabe la posibilidad de que haya algún río navegable en esta zona?

Comió un poco de pan, y el café realmente le supo a dioses, y en eso se distrajo mientras hablaban, todos habían comentado de la joven en la nieve, y por cómo lo contaban, parecían ser fragmentos de un mismo sueño, Rina  infló un poco sus mofletes, y ladeo su rostro, un poco, todos tenían parte del sueño, incluso parecían tener la misma parte que ella soñó, así que no agregó nada a aquello, aunque la pregunta era si aquello que habían visto era una premonición o algo que estaba pasando.

Makoto se separó de ella,  la joven levantó su almendrada vista al director, podían volver, ella levantó una ceja, como si tuviera la opción de irse, aunque podría irse a otro lado, si veía que no podía con sus habilidades. Rina tomó un poco más de café, soplándolo.

- quizás busca algo, o quiere llegar algún lugar, es la impresión que me dio... - murmura, moviendo sus pies - ¿Suzaku-sensei siempre es la que guía a los que vienen aquí?, yo le he pedido que sea mi maestra, pero imagino que es algo distante, no?... -  se encoge de hombros, y coge una de las frutas para darle una mascada.