Partida Rol por web

Draupner, Oin, Bolgo y Gelion
RESOLUCION TURNO 718
Asalto 16

Todo se precipitaba en una espiral de golpes, dolor y sangre. El arquero (#6) tenia en la mano una nueva flecha y mientras se movia lo suficiente para quedar resguardado tras un árbol, tensaba su arco, el próximo que saliese de su escondite no lo pillaría por sorpresa. Bolgo agazapado se incorporo durante unos instantes, giro su honda con grandes y potentes vueltas y solto, en dirección a ese arquero, el proyectil. Habia cogido buena fuerza y salió despedida como empujada por el mismismo aliento de Manwë, pero el oriental estaba en movimiento, bien parapetado tras un grueso tronco de pino. La piedra golpeo con fuerza ese tronco para después impactar en un costado del enemigo, desprovisto de escudo. Su armadura de cuero absorvio el golpe sin mayores problemas, consiguiendo tan solo un mayor enfado, si cabe, del sagath. Bolgo se maldecía, no estaba teniendo mucha suerte. Aun sin esa suerte parecían poder contenerlos. Bolgo volvió a agacharse de inmediato, la oscuridad lo protegía, pero era mejor no estar a tiro.

Mientras, por detrás del arquero, venia otro de los sagath (#3), el que gracias al potente chorro de agua lanzado por Gelion, y del que asombrosamente nadie pareció sorprenderse, habia sido golpeado hasta llegar de nuevo al centro del claro. Ahora, espada en mano, corria hacia Gelion. El mago se habia escondido, y no estaba a la vista, pero el aquero, que ahora esgrima su espada tras perder el arco, se dirigía hacia la posición donde habia sido atacado por Gelion, sin duda lo descubriría.

Gelion habia logrado casi mimetizarse entre los arbustos, estaba quieto, esperando no ser descubierto, pero el oriental llego hasta allí sin importarle quien o que hubiese allí escondido. Quedo junto a Gelion, buscando en la oscuridad, cuando lo descubrió, allí a su lado, semiescondido. Levanto la espada para asestar el golpe cuando Gelion, con su varita y mientras acariciaba el colgante que llevaba al cuello, volvió a hacer de las suyas. Un fuerte chasquido se escucho,un chisporroteo, una fugaz luz creada a partir de un fino hilo de luz que toco la espada del sagath. De inmediato este cerro los dientes y convulsiono. Su pelo erizado emanaba humo y la mano que sostenía el arma estaba agarrotada. Pero no perdió el conocimiento. Mas enfadado, si eso era posible, recompuso su posición algo confundido, mirando al mago lo odio y se prometió una muerte lenta para aquel despreciable conjurador.

Mas hacia el flanco izquierdo Dwalin intentaba rematar la arquero al que habia partido la rodilla (#4), mientras este, casi desde el suelo desviaba la maza del enano una y otra vez ayudado por su arco. Finalmente este se partió bajo el peso del arma del herrero. Entonces con serenidad y precisión, lanzo su maza hacia la cabeza del sagath, clavándole dos de sus puas en el hueso frontal, rasgando el cerebro y aplastando el cráneo. Con tres fuertes convulsiones el arquero murió.

En el flanco izquierdo Draupner, que veía como Oin se acercaba mientras sus enemigos luchaban con el ajenos a lo que se les venia encima, se centro en el recién llegado (#8). El golpe anterior asestado al primero de sus oponentes (#11) parcia haberle dejado por segundos sin respiración, razón por la cual no llego a atacar al enano para recobrar el aliento. Se limito a parapetarse tras el escudo, mantniendo su arma en alto en un intento de detener posibles golpes. Draupner intercambio varios golpes con el guerrero recién llegado. De nuevo los escudos chocaron, las armas se golpearon. Tres veces alcanzo el naugrim a su enemigo, otras dos el sagath al enano. Todos los golpes que los escudos no detenían, eran asimilados por las armaduras, si bien seguro que bajo estas buenos hematomas comenzaban a formarse. La cota de malla de Draupner paro uno de los lanzazos del sagath que, sin llegar a roper la camisola de anillas, golpeo con ganas el hombro sin mas daño que un fuerte dolor muscular. El cuero lleno de escamas de otro cuero mas rigido que portaba el oriental como armadura, detuvo el martillo de Draupner en uno de los lances, lo hizo en el antebrazo, propinando un fuerte golpe que obligo a retraer la defensa del salvaje. Habia sido un buen golpe que lo entretendría por puro dolor unos instantes.

Por detrás llego Oin, mientras su compañero luchaba mano a mano con su oponente, alzo su martillo y lo lanzo con fuerza hacia la descubierta espalda del despistado sagath que tenia delante. No era muy honorable atacar por la espalda, pero poco honor habia en esa lucha desigual. Un fuerte golpe en el costado hizo girar al oriental hasta encararse a Oin, pero al ir a interponer su escudo frente al enano, este aprovecho para reventar el otro costado. Esta vez tras un crujido de las costillas el sagath caia dolorido. En su caída escupía sangre en un deseperado intento de coger un aire que habia sido sustituido por sangre. Con el pulmon perforado, entre esputos sanguinolentos, perdió la vida a los pies de los enanos.

Vieron entonces como el sagath (#1) que habia quedado arrodillado, con el codo destrozado, junto a uno de sus compinches muertos, se levanto como pudo para huir a todo correr. Se dirigía primero hacia el claro, en un intento de que sus compañeros le protegiesen en su huida. Alli solo quedaba uno de ellos, el que Bolgo habia golpeado en el hombro con la piedra (#10). El oriental se estaba recobrando de la pedrada y aferrando su lanza, escudo en alto, corria ya hacia la posición donde Bolgo y Gelion estaban escondidos. Vio al mago causar daño a un compañero con esa magia suya, pero también vio a Bolgo al lanzar. Lleno de ira fue directo hacia allí, habia localizado a los malditos enemigos que cobardemente atacaban desde las sombras. Pero entonces vio al enano, acababa de matar a uno de sus arqueros y no dudo en ir a vengarlo, all fin y al cabo los enanos eran mas peligrosos que las piedras. Dwalin no lo tendría tan fácil esta vez.

No habían pasado mas que unos minutos desde que todo aquello habia comenzado, y lo que en principio parecía ser una situación mas que desfavorable, se estaba convirtiendo poco a poco en una batalla ganada, o al menos eso parecía por momentos, no habia que cantar victoria aun. Bolgo y Gelion estaban en serios problemas.

El viento ganaba fuerza por momentos, transportando los gritos de dolor y muerte por el bosque. El ulular del aire entre las hojas, el ensordecedor murmullo del arroyo cercano, el brotar de la sangre por las heridas abiertas. Todo creaba un escenario fantasmagórico donde los muertos suplicaban por una vida que ya se les habia escapado mientras los vivos, ignorantes, continuaban en su empeño de proporcionarles compañeros de viaje, un viaje que los llevaría hasta los salones de Mandos, donde recibirían el juicio por la vida llevada.

RESOLUCION TURNO 718
Asalto 16

Alli estaban, indefensos, de espaldas, pidiendo a gritos que los ensartaran. Ilidan estaba cerca, preguntándose por que Freagulf y Temudyin no los atacaban. Poco sabia de las penurias que ambos habían pasado días atrás, o de los que esa misma noche habían podido pasar. Con el convencimineto de que dando el primer paso seria seguido por los hombres se encamino, con su arma preparada, hacia uno de los sagaths. Ilidan estaba malherido, tenia su brazo derecho vendado al cuerpo, se habia roto un hueso y sin embargo, aguantando los dolores que eso suponía, continuaba acechando y acosando al enemigo. Con el primer paso, Freagulf lo siguió imitándolo. Ambos hombres caminaban lentamente, muy despacio, procurando no hacer ruido alguno.

Ilidan estaba mas cerca, pero retardo su avance mientras daba un pequeño rodeo, para que ambos atacaran a la vez y por sorpresa. Estaban ya cerca, los dos juntos, apenas a unos metros. Ilidan extremadamente silencioso era como si no estuviese allí, Freagulf mas ruidoso intentaba sin logarlo no hacer ningún ruido. Ya estaban cerca. Pero los sagath se movieron, con el mismo cuidado que sus atacantes, pero ignorantes de que los dos hombres los seguían, comenzaron a caminar sumamente despacio, como si fuesen a pillar a alguien por sorpresa, hacia el lugar donde habían oído el grito de Draupner.

El numenoreano levanto con cuidado el filo de su espada, era su mano mala y por ello ponía todo el cuidado en mantener el pulso. Freagulf levantaba su espada sobre la cabeza, estaban a apenas un metro.

Entonces Freagulf partió una rama y todo fue al traste, o casi. Ilidan de un sencillo y limpio tajo sesgo la cariotida de su oponente (#5) a la vez que este se giraba, ayudando al corte sin quererlo. Continuo girando mientras de su cuello salian un potente chorro de sangre que impregno a su compañero,a Ildian y a Freagulf.

El ailgratha ya bajaba su espada cuando, instintivamente, el sagath (#2) que tenia delante interponia su escudo haciendo fallar al explorador. Asi intercambiaron varios golpes en los que Freagulf estuvo apunto de ser alcanzado por la lanza enemiga. Una y otra vez golpeaban escudos para tener espacio, pues la lanza era mas mortífera si habia espacio de por medio. Luchando quedaron los dos mientras Ilidan se cercioraba de que el desgraciado salvaje muriese, cosa que sin duda sucedería en breves segundos. De momento gritos ahogados escapaban de su garganta.

El viento ganaba fuerza por momentos, transportando los gritos de dolor y muerte por el bosque. El ulular del aire entre las hojas, el ensordecedor murmullo del arroyo cercano, el brotar de la sangre por las heridas abiertas. Todo creaba un escenario fantasmagórico donde los muertos suplicaban por una vida que ya se les habia escapado mientras los vivos, ignorantes, continuaban en su empeño de proporcionarles compañeros de viaje, un viaje que los llevaría hasta los salones de Mandos, donde recibirían el juicio por la vida llevada.

Turno 719 - Asalto 17

Los lanzamientos de Bolgo se volvían imprecisos. Maldijo al agacharse tras el arbusto y se tomó un momento para calmarse antes de coger una nueva piedra. La colocó con mimo sobre el cuero de la honda y una vez más comenzó a agitarla mientras se desplazaba agachado alejándose de sus enemigos. Ignoró al arquero que apuntaba hacia su posición cuando vio a un enemigo llegar hasta la posición de Gelion, y decidió que sería el siguiente objetivo de su disparo.

No estaban muy lejos de la victoria y no podía permitir que un nuevo compañero cayera. Tampoco sabía si su pedrada llegaría a tiempo, pero si lo hacía, debía ser certera.

Turno 719 - Asalto 17

¡ Me rindo ! ¡ Me rindo !

Gritó el mago en común casi a la espada del guerrero. Veía la muerte acercándose rápidamente. No era un cobarde pero no tenía nada que hacer ante una espada, sin tiempo para nada más. Hizo lo que las ranas, saltó.

Neoiery

La última palabra la dijo en Nahaiduk y le llevó volando hasta algún lugar más seguro.

Turno 719 - Asalto 17

La situación había cambiado, y donde antes estaban 1 a 2, el bendito Oín lo había transformado en un 2 a 1. - От дясно! -  le dijo Draupner a Oin mientras él se acercaba por el otro flanco a su oponente para actuar junto con su amigo como yunque y martillo.

No obstante, parecía que los enemigos restantes empezaban a acosar a los "pequeños", había que darse prisa, si no querían tener más bajas.

Traducción

- Por la derecha -

Turno 719

Fréagulf estaba agotado, exhausto por tanta batalla durante los últimos días, y el poco descanso. Había estado al borde de la muerte en dos ocasiones, y pese a los milagrosos cuidados recibidos que le habían hecho volver a encontrarse bien y poder empuñar una espada, su cuerpo y, sobretodo, su mente necesitaban descanso.

Mientras avanzaban de forma sigilosa hacía los enemigos, Ilidan y él, cruzando una mirada de complicidad en la que incluso sobró entendimiento para asignarse los objetivos, no pudo evitar pensar en lo curiosos, caprichosos y tornadizos que eran los designios del campo de batalla, hacía no mucho rato que Temüdyin y él peleaban a vida o muerte contra ese mismo hombre y ahora se aliaban para dar caza a un enemigo común.

Pero el explorador, tal vez victima del cansancio, casi dio al traste con el sigilo al pisar una rama que alertó a los dos sagath. Ilidan no dudó, y en cuestión de segundos la sangre gorgoteaba en la garganta de su enemigo mientras trataba de gritar desesperadamente. Fréagulf sin embargo no tuvo tanta suerte, su cansado brazo apenas pudo lanzar un par de estocadas lentas y con poca fuerza hacía el escudo de su rival que supo prevenirse y contraatacó con dureza.

Su mente cansada y su brazo dolorido volvieron a planear y ejecutar respectivamente un nuevo ataque, esta vez con un revés bajo de izquierda a derecha para que le fuera más difícil colocar su escudo y tuviera que hacer un movimiento poco natural. Con suerte así dejaría expuesto el costado izquierdo y Ilidan podría atacar a placer.

Turno 719 -Asalto 7

Oin asiente a las palabras de Oin y con un hábil movimiento de piernas se abre lo suficiente para ponerse a 180º de Draupner y dificultar la defensa del Sagath. 

- Быстро!

Una vez flanqueado el enemigo usa el escudo para defenderse y se lanza con todo lo que puede contra el oriental.

- Deprisa!!

Turno 719

El sagath no lo dudo un instante. Tras el ataque sufrido, salto hacia atras con su lanza fuertemente agarrada e impulso su punta de acero hacia el pecho del ailgratha. Mientras su escudo lo protegia, embrazado se elevaba sobre sus piernas deteniendo el filo del enemigo.

Turno 719

Por poco su ataque sorpresa se había ido al traste por aquel rohir, pero con gran agilidez mental reaccionó rápidamente para darle muerte a su segunda presa con un golpe certero que además no le permitía alertar al resto de compañeros, ya que se estaba ahogando en su propia sangre.

Tras comprobar que aquel sagath no iba a causar más problemas pasó a por el siguiente. Ahora ya sí, con la ventaja de superar a su rival en número, y con la parcial certeza de que su lanza se centraría en el rohir, lo que le daba una mayor libertad de movimientos para apoyarle, como él había echó instantes antes al leer el plan en su mente, como si hubieran combatido en infinidad de ocasiones juntos.

Dio dos pasos rápidos, mientras los otros dos involucrados en el combate intercambiaban golpes, y cuando vio un hueco en la defensa del sagath ante el bloqueo de uno de los ataques de Freagulf, Ilidan volvió a actuar presto con un golpe descendente cuyo objetivo era la testa.

RESOLUCION TURNO 719

Pocos minutos hacia que el resto de compañeros se habia marchado para enfrentarse al grupo de sagath que avanzaba hacia alli. Habian decidido esperarlos en el claro, enfrentarse a ellos directamente en lugar de haberlos esperado escondidos, emboscandolos y acabando con ellos rapidamente.

 El viento ganaba fuerza por momentos, transportando los gritos de dolor y muerte por el bosque. El ulular del aire entre las hojas, el ensordecedor murmullo del arroyo cercano, el brotar de la sangre por las heridas abiertas. Todo creaba un escenario fantasmagórico donde los muertos suplicaban por una vida que ya se les habia escapado mientras los vivos, ignorantes, continuaban en su empeño de proporcionarles compañeros de viaje, un viaje que los llevaría hasta los salones de Mandos, donde recibirían el juicio por la vida llevada.

Ni Marga la curandera; ni Groal el beornida;, Ni Agranil, alcalde y mandatario de Esgaroth; tampoco Dorhand, ni Egorant, ambos ilustres comerciantes de la ciudad Lago; ni Briniel, mal herida, esposa de Agranil. Ninguno comprendia de quien eran todos esos gritos de dolor, sufrimiento. Las espadas chocando, los escudos golpeados, gritos en idiomas extraños, pero tambien en el idioma comun, proferidos por el enemigo, pero tambien por los aliados.

Alli atras en la retaguardia, ninguno sabia lo que ocurria, tal vez una masacre estubiera terminando con la vida de los enanos y demas miembros de la escolta. Tal vez fuese al reves y todos aparecerian victoriosos. 

Sin mucho que poder hacer, Groal y Marga se ocupaban de Briniel. La dama habia tenido un pequeño ataque que casi le cuesta la vida. Groal se vio obligado a usar su don, impuso sus manos sobre la señora, deteniendo el ataque. Marga se estaba quedando sin recursos, pocas hierbas la quedaban ya, y las que pudo conseguir del cuerpo sin vida de Valdir, que vinieron de Burh Ailgra, no eran todo lo poderosas que  Briniel necesitaba. Llevaba fuera de peligro poco mas de un minuto, estaba sudorosa e ida, febril y temblorosa. Su marido, Agranil la sostenia de la mano bajo la atenta mirada de los dos comerciantes. Sin duda toda la huida no habia beneficiado para nada a Briniel.

Entonces se quedo dormida, tan dormida que su respiracion no tardo en detenerse, su pulso desaparecio, tambien los temblores. Briniel estaba muerta. Muchos fueron los intentos de Marga por reanimarla, muchas las lagrimas de su esposo, con la mando de Briniel aun apretada entre sus dedos. Maldiciones de los comerciantes que consternados suplicaban ayuda a la enana y a Groal, poco podian hacer, su vida se habia extinguido.

Turno 719

Los sagath no dudaron en lanzanse a la ofensiva. El que parecia el jefe (#10), con su arma preparada, corrio hacia Dwalin hasta que este estuvo al alcance de su lanza. No dudo un momento en adelantar esta hacia el pecho del enano.

Por otra parte, el sagath (#3) al que Gelion habia golpeado con el agua momentos antes, ya se encontraba junto al mago y descargo su arma, una espada.

Mas atras, cubierto entre los arboles el arquero enemigo (#6) apuntaba en la direccion del mago, esperando que este saliese.

Draupner y Oin estaban con otro de los enemigos (#8). Este al verse superado se giro para encarar al enano recien llegado, Oin. De ese modo su escudo cubriria los golpes de Draupner mientras atacaba a Oin.

Turno 719

Dwalin no dudo un instante. No tenia escudo, pero aun asi, corrio contra el lancero con su maza en alto. Si lograba esquivarlo, tal vez consiguiese una baja mas entre las filas enemigas. Quizas un guerrero mas experimentado hubiese optado por defenderse primero, pero el herrero hacia lo que podia.

RESOLUCION TURNO 719
Asalto 17

Las cosas se habían puesto bien. Un solo sagath se habia quedado enfrentado a Ilidna y Freagulf. Sin dudarlo ambos hombres se lanzaron a darle muerte, a la vez. Pero el oriental, un buen guerrero, lograba interponer su escudo entre su cuerpo y las espadas de sus oponentes mientras realizaba rapidos movimientos.

Freagulf lanzaba timidas estocadas que una y otra vez eran esquivadas por el salvaje. Ilidan, malherido hacia lo que podía y eso significaba que sus ataques eran bastante pobres de intención. Una tras otras los ataques eran repelidos, es hábil sagath estaba cumpliendo. Incluso se pudo permitir el lanzar la punta de su arma varias veces hacia Freagulf, en busca de su cabeza. El ailgratha tampoco tuvo muchos problemas para esquivar los lentos envites del enemigo, que bastante tenia con luchar en inferioridad.

Lance tras lance el oriental iba poco a poco retrasando su posición, buscando siempre abrir el hueco necesario para que su arma pudiera moverse. Un paso adelante en los ataques, un par de zancadas para esquivar, saltando de aquí allí.

Fue entonces cuando vieron lo que ocurria, el malnacido sagath iba poco a poco reculando, buscando la protección de sus compañeros, o al menos, del que fugazmente habia visto luchando no muy lejos.

Un rápido vistazo entre las penumbra os dejo intuir todo lo que allí delante ocurria, al parecer vuestros compañeros se le pasaban bastante bien. Gritos y armas entrechocando os indicaba el lugar al que mirar, varios frentes abiertos. Justo a vuestro lado veis como Dwalin, el maestro herrero, luchaba con uno de los sagath justo cuando el enano tropezaba y se hacia daño en el pie, quedando a merced de su enemigo en una situación peligrosa.

RESOLUCION TURNO 719

Gelion dio un salto, un fuerte impulso hacia arriba lo elevo varios metros justo cuando la espada del sagath (#3) surcaba el aire vacio en el lugar donde antes estaba el mago. A tres metros quedo el bosquimano, bien aferrrado a las ramas del pino, fuera del alcance del oriental que aun lanzo dos sablazos mas un imposible intento de alcanzalo. Entre dientes maldecía a ese hombre, que parecía estar burlándose de el. En tres ocasiones lo habia tendio cerca y en dos fue repelido, con agua, calambres y en la tercera sencillamente se habia esfumado para encaramarse cual gato a las alturas.

Bolgo agachado, retrocedía entre la maleza intentando no se visto. Cargaba su honda con una nueva piedra, aun le quedaban bastantes pero poco a poco su bolsa iba perdiendo peso. Sopeso la piedra, redonda, alisada por el paso del agua y la coloco en la cesta de su honda. Lo suficientemente lejos preparaba su próximo tiro, no debía fallar, no podía fallar.

Dwalin por su parte, y una vez hubo terminado con la vida del arquero (#4) vio como uno de los soldados, ese que debía ser el jefe ya que habia dado ordenes, se dirigía a por el. El enano cargo su maza hacia atrás y no dudo en dar un paso adelante para encargarse del nuevo enemigo (#10). El enemigo alzo su lanza para después impulsarla hacia el enano. Este logro esquivar el primer envite y fue entonces cuando perdió el equilibrio. No llego a caer, pero se habia hecho daño en un pie. El oriental ahora, viendo el fallo de Dwalin, giro su lanza de nuevo. Varias veces logro esquivar el arma antes de que el soldado impactara contra uno de los costados. El enano carecia de escudo y recibió el golpe de lleno. Por suerte la armadura que portaba bajo las vestimentas desvio el filo de la lanza haciendo que esta tan solo lo golpeara, podía haber sido peor.. De no llevarla tendría una lanza clavada en el absomen.

Un poco mas lejos, en el flanco izqueirdo, Oin y Draupner luchaban contra un único oponente. Este habia ido colocándose poc a poco, intentando siempre dejar espacio para que su lanza pudiese atacar. Su técnica era avanzar y retroceder, moverse a los lados, dejar espacios. Draupner elevo su martillo para bajarlo de inmediato, con fuerza, sobre el soldado. Este se parapeto tras su escudo y detuvo el ataque del enano. Y no una, si no varias veces.

Oin estaba en el lado opuesto a su compañero, acosando también al oriental. Su martillo iba y venia dando grandes giros, mientras el escudo aguantaba los débiles lanzazos del sagath, que chocaban sin apenas fuerza una y otra vez en la madera. El arma enana era desviada por la lanza, que hábilmente encontraba la trayectoria para, con esfuerzo, desviar el pesado hierro. Uno de arrebatos de Draupner, cansado de la situación, logro impactar durante un descuido en el hombro, pero fue un golpe flojo que tan solo desequilibro un poco al oriental. Pero abrió la defensa para Oin que sin dudarlo hizo una finta y logro impactar la pierna del soldado. Un profundo crack y una mueca de intenso dolor, hizo caer de culo al sagath, incapaz de sostenerse.

Lejos de soltar el arma, alzo esta en un intento por seguir protegiéndose. Ya lo tenían, ese infeliz no iria mucho mas lejos.

Temudyin
RESOLUCION TURNO 719

Chaka insistia en la preparación de su mejunje. Necesitaba demasiada preparación, su pierna le dolia con frenesí y su culo comenzaba a humedecerse por el terreno. No quitaba ojo de lo que ocurria cerca, y veía como el ailgratha y el numenoreano avanzaban en su acoso del sagath. Temudyin no se sentía con fuerzas de seguir esa contienda, por el contrario estaba deseando poder aplicarse el emplaste para poder ir a recibir los cuidados de Marga. Los necesitaba.

Su pierna estaba destrozada, la habían perforado con las lanzas en varios sitios y le dolia horrores. Temudyin no era un hombre que exteriorizase el dolor, no, realmente habia aguantado suficientes vejaciones como para poder esconder esos sentimientos, incluso estando solo.

Asi pues agarro la piedra y con mas esmero continuo golpeando la hoja, que ya comenzaba a formar una pasta, con mas fuerza

Turno 720 - Asalto 18

Draupner tras ver el efecto del golpe de Oín, abandonó a aquél desgraciado a su suerte y se fue a la carrera a por el siguiente blanco, aquél Sagath no iría muy lejos.

- Oín, Dwalin está en peligro - dijo para llamar la atención a su amigo para que fuera también a por otro enemigo. Ambos sabían de la importancia de mantener a aquél enano con vida, pues en definitiva era él el que portaba el cargamento que debían proteger y un mal lanzazo podría dañar la preciosa carga. 

Mientras, su cabeza seguía dando vueltas del porqué no tenía todavía noticias del resto y porqué no habían aparecido en el combate aún. 

Turno 720 - Asalto 18

Bolgo se concentró. El anterior disparo apenas había molestado al oriental rozándole un costado. Debía ser más preciso y dotar al lanzamiento de más fuerza si quería ayudar a sus compañeros. Agitó su honda nuevamente y fijó su atención en la parte del sagath que asomaba tras el tronco en el que se escondía. Se tomó su tiempo para no errar y aquellos instantes de concentración sirvieron para sus propósitos. La piedra salió de la honda a toda velocidad, precisa y letal.

No necesitaba recular más. Estaba lo suficientemente lejos de las espadas enemigos y desde allí podría seguir atacando con su honda. No se movió, solo se escondió agachado tras el lanzamiento.