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RESOLUCION TURNO 724
Asalto 22

A tan solo tres metros de altura, bien agarrado, estaba Gelion. Sus pies buscaban el apoyo necesario para bajar del árbol, ahora que parecía que el peligro habia cesado. Con cuidado alternaba manos y pies en un movimiento fuido. Habia logrado bajar casi todo cuando resbalo de una de las ramas, cayendo hacia atrás. Por suerte se quedo sentado en el suelo con un potente golpe en su trasero. Una pequeña caída de apenas metro y medio, en la que el mayor daño que sufrió fue el de la vergüenza en caso de que alguien lo hubiese visto. Con el culo dolorido se levanto mirando alrededor. Vio como Ilidan se acercaba, el numenoreano habia agradecido a Oin su esfuerzo por atraer la atención del oso, y se disponía a ayudar al mago. Llego cuando ya se estaba levantando, pero vio la caída, habia sido afortunado el bosquimano, de haber caído desde mas alto, quien sabe lo que podría haberse hecho. Despues de comprobar que el mago estaba bien, Ilidan le indico que irira a comprobar el estado de Marga y los demas.

Oin se dirigía a cumplir las ordenes de Draupner, que le habia mandado llevar al que parecía el único superviviente sagath (#8) ya que con la distracción de Freagulf habia logrado acabar con el que perseguía (#2). Oin se acerco hasta el oriental, amenazándolo mientras este se arrastraba. Lo hacia en dirección a un compañero muerto, o mas bien al arco que habia junto a el. Tenia la pierna rota y poco podía hacer contra Oin, ceso en su intento de agarrar el arco, alzando las manos en señal de rendición.

Bolgo de inmeidato se puso a buscar algunas de sus piedras, piedras que habían sido hábilmente seleccionadas para su “tratamiento”, consistente en un pulido y rebajado para dejarlas bien equilibradas. Eran sus piedras, e intentaría recuperarlas. Lo tenia bien difícil, pues aunque sabia mas o menos hacia donde podían haber caído, la oscuridad y la vegetación hacían de esa tarea algo verdaderamente difícil. Aun asi, el mediano caminaba apartando arbustos, ramas y recogiendo algunas piedras que se parecían a las suyas.

Draupner daba ordenes. Tras comprobar que Gallindum estaba realmente muerto, tomo en parte la voz cantante. Dio indicaciones a Oin para traer al sagath al centro del claro y poder interrogarlo allí. A Freagulf lo aviso de que el sagath (#2) al que seguía ya habia muerto bajo el peso de su martillo, cosa que alegro al ailgratha. Freagulf sin dilación indico su deseo de marchar en busca de Temudyin, al que habia dejado malherido, escondido intentando curarse. El enano habia tomado las riendas, e instaba a todos a reagruparse. No parece que le hiciesen demasiado caso al principio, pues Ilidan fue en ayuda de Gelion, Freagulf en busca de Temudyin y Bolgo buscaba sus piedras. El único que acato la orden sin pensarlo fue Oin.

Al poco rato casi todos, se encontraban en el claro. Estaban Draupner, Oin, Bolgo y Gelion. El numenoreano, como habia dicho, se alejo en dirección a Marga y los demas, para comprobar que estaban bien. El ailgratha habia ido en busca de Temudyin, el único allí capaz de entender al oriental.

El oso, continuaba apaciblemente dormido, apenas a unos metros de ellos, que permanecían como si no estuviese allí. Si le daba por despertarse estarían en problemas. Alrededor todo estaba sembrado de cadáveres, incluidos los de sus amigos. Estaban solos ellos, el maldito rufian, que con la pierna rota no iria muy lejos, y el oso. No parecía haber nadie mas en los alrededores. Una vez reagrupados en el claro esperaron a Temudyin, ninguno apartaba la mirada del bosque o del plantígrado.

RESOLUCION TURNO 724
Asalto 22

Poco a poco el sueño le habia hecho caer en las redes del descanso. El oso yacia dormitando sobre el frio suelo mientra en su cabeza, una lucha interna se desataba. Una lucha del hombre contra el animal, una ancestral lucha que habían mantenido sus ancestros, una lucha que no siempre se ganaba. En aquella ocasión el oso le habia ganado la mano, y el sosiego de Groal dio paso a la ferocidad del oso. En ese momento Groal dejo de ser el, lo salvaje lo poseía y era dueño de sus movimientos, Groal no sabia lo que hacia, no podía, no tenia control alguno sobre aquel ser. Era su primera vez, y ya se lo adviritio su abuelo, fue doloroso.

Retazos. Era todo lo que Groal recordaría. Fragmetnos confusos de lo ocurrido. Briniel muerta, su mano peluda haciéndose enorme, un zarpazo, un mordisco… ¿Qué habia hecho?.

Terriblemente confunido el beornida apareció entre los arbustos, desnudo, helado de frio, temblando de dolor, pues fue dolor lo que sintió en su transformación, dolor y fuerza primero, mas dolor y debilidad después.

Ahora estaba allí tirado, contemplando la oscuridad que lo envolvía, preguntándose donde estaría. Podia haber recorrido todo el bosque, salido de el, asesinado… No tenia ni idea de donde se encontraba. Poco a poco se recupero, se sento y mientras recobraba las fuerzas y su mente volvia en si, observaba alrededor, en busca de algo que le indicase donde estaba. Solo veía oscuridad y arboles, frio y arbustos, barro y humedad.

RESOLUCION TURNO 724
Asalto 22

Freagulf se dirigió en busca de Temudyin, mientras veía como el resto se reunia poco a poco en el centro del claro. Oin amenazaba aloriental para que se arrastrara hacia el lugar donde el resto esperaba. Bogo buscaba por el suelo mientras se acercaba, Ilidan parecía marcharse en busca de los esgarothianos y Gelion y Dwalin acudían a la llamada de Draupner, que parecía ser el jefe ahora, epse a que nii habían tenido tiempo de decidir nada al respecto.

El ailgratha continuo su camino entre los arboles, buscando a Chaka. Lo habia dejado bien escondido entre los arbustos, preparando un emplaste, que debería de tener ya mas que preparado. Al principio le costo un poco dar con el lugar exacto, sin saberlo habia pasado ya por el. Volvio sobre sus pasos hasta darse cuenta de que el hombre no estaba y en el lugar donde lo habia dejado estaban tan solo las dos piedras que habia usado para machacar las hojas.

No podía ser, si ese hombre habia huido perdería una gran oportunidad. Le habia contado cosas sobre el ejercito que venia, pero sabia que podría contarles mucho mas una vez llegases a Burh Ailgra. Consternado examino el suelo que impregnado en sangre marcaba bien el lugar donde habia estado sentado Temudyin. Las piedras aun tenían restos del emplaste y también vio algunos hilos de la manta que usaba como chaqueta el tuerto, debía haberla rasgado para usar los pedazos para mantener la plasta en su sitio. Ahora no estaba allí donde lo habia dejado.

Freagulf sabia que no podía dejar que la valiosa información que poseía ese hombre se perdiera, debía encontrarlo. Entonces cayo en la cuenta de algo que dijo Temudyin, dijo que encuanto terminara iria a pedir ayuda a la enana. Freagulf rezo por que asi fuera. Si no era asi, quien sabe si lograría dar con el.

RESOLUCION TURNO 724
Asalto 22

Ilidan dejo el grupo en el claro y se fue en busca de los esgarothianos, para ver como se encontraban y si estaba todo bien. El brazo le dolia, los últimos movimientos, la lucha y los enemigos, no habían dejado reposar su extremidad herida, tardaría en curarse, mas tiempo cuanto menos descansara, necesitaba reposar.

Poco tiempo tardo en encontrar lo que buscaba, allí estaban, Marga y los demas, y también Temudyin, que parecía malherido en una pierna, Marga la estaba examinando. A su lado Dorhand y Egorant estaban en pie junto a Agranil, que lloraba junto a su mujer. Fue cuando se dio cuenta de lo que pasaba, Briniel habia muerto.

Costernado por la noticia Ilidan no supo reaccionar, y se quedo allí plantado mientras veía como uno de los objetivos del viaje se desvanecía en el fracaso. Poco podía hacer el ante la estampa que tenia delante. Briniel, mas palida aun que los días anteriores, descansaba con los ojos cerrados bajo una manta. Su marido no le soltaba la mano, entristecido, lloroso y destrozado por la perdida. Los comerciantes no eran capaces de consolarle, lo dejaban con su amada mientras esperaban las peores noticias, que los sagath hubiesen acabado con todos.

Marga no poseía las hierbas necesarias para hacer algo con la pierna de Temudyin, que sin embargo tenia la herida emplastada y vendada. Quizas el mismo se lo habia hecho.

Turno 725

Bolgo estaba muy cansado. El fragor de la batalla había hecho que su mente se abstrayese hasta tal punto que no había notado esa fatiga, pero en cuanto terminó, ésta llegó como una inmensa ola que nubló su mente y atenazó sus músculos.

Esto hizo que desistiese en su intento de recuperar las piedras antes de lo que le hubiera gustado. Había recuperado unas cuantas, pero muchas de ellas seguían por allí tiradas, pulidas, perfectas y perdidas.

Se acercó al claro donde los demás rodeaban al sagath que sobrevivió. Junto a ellos, el inmenso oso dormía plácidamente ignorándolos. Por un momento, el mediano se imaginó lo que ocurriría si se despertaba y dio un respingo, pero enseguida se tranquilizó.

La magia de Galion debió haberlo dormido. Si hubiese riesgo de que se despertara nos avisaría.

No muy convencido de sus propios pensamientos se acercó al mago y se colocó a su lado sin dejar de mirar al enorme animal.

- No es que tenga miedo. Nada de eso, pero... No se despertará, ¿no? -preguntó susurrando.

Turno 725

-¿Dónde estoy? Pensó Groal. Su cabeza aún daba vueltas -¿Estoy en el bosque aún? ¿Es de noche? ¿O acaso estoy en una especie de cueva?- Groal comenzó a tratar de levantarse, cuando se dio cuenta del frío que sentía. El aire helado congelaba su cuerpo -¿Estoy desnudo? ¿Por qué? ¿Dónde están todos?- Groal comenzó a examinar su cuerpo por heridas o cualquier anomalía. Esto era probablemente lo más extraño que le había pasado nunca.

Después de recomponerse un poco, Groal se levantó y empezó a buscar su ropa y sus cosas. Temía por su bastón y por su capa principalmente, y por su amigo Wyd. Después de examinar sus alrededores, hizo silencio. Escuchó atentamente. Tal vez sus compañeros no estuvieran lejos. Tenía que tratar de encontrarlos. Pero todo era muy extraño. Tal vez sea lo que sea que le haya sucedido pueda haberle sucedido a sus compañeros también. Groal no se atrevía a buscar a sus amigos así como así. De modo que se concentró un minuto, invocando al espíritu del Oso y al Gran Jinete, Señor de los Bosques, a Aldaron Oromë.

-Paso firme, paso ligero
Oh Gran Jinete, protege a tu siervo
Y permite que transite veloz por tu reino

Groal siente como el Oso y el Gran Jinete le entregan su poder y su beneplácito. Groal se siente más liviano y en conexión profunda con el bosque circundante. Ahora nada podría derribarlo, mientras se encuentre en el reino del Gran Jinete y bajo su protección.

Se acercó al árbol más cercano y trepó. Buscaría a sus amigos desapercibido, desde las alturas.

Turno 725

Fréagulf había decidido seguir a lo suyo, poco sabía de las costumbres de aquel grupo y de quien era o había sido su jefe y poco quería saber. En vista del modo de proceder que tenía ese grupo le daba pocos minutos de vida al oriental que habían capturado. Él tenía que buscar a Chaka y regresar a su pueblo. Era su comodín, ya que él apenas había descubierto nada.

Regresó al lugar donde le había dejado esperando encontrarlo allí, pero para su sorpresa eso no fue así. Consternado miraba de un lado a otro por aquel lugar y encontró sangre y restos del proceso de curación y saneamiento de la herida que se había hecho Temüdyin a sí mismo. Aquel hombre era tremendamente cuidadoso con todos los detalles, bien lo sabía. Aunque si había sido tan cuidadoso para ocultar sus huellas como para curarse tendría difícil dar con él.

No podía creerse que la mejor baza para su pueblo se le hubiera esfumado de ese modo. Trató de mantener la calma, estaba herido, habría dejado huellas. Buscó en las hierbas de alrededor examinó cada palmo de terreno en busca de la más mínima sospecha de que Temüdyin hubiera pasado por allí. Empezó por el lugar donde había estado tumbado machacando hierbajos y descartó las que iban hacía ese lugar, probablemente con más sangre, ya que serían las del momento en que se dirigió hasta allí junto a él mismo. Sus propias huellas debían estar también por ahí. Aquella sería la manera de centrarse en las huellas más recientes. Y deseó con todo su corazón que aquellas huellas más recientes fueran hacía la enana del grupo donde había dicho que iría a sanarse. Recordaba eso, pero también recordaba lo que le había dicho él a Chaka de que se fuera sin esperarle si pasaba algo.

Si conseguía dar con el rastro de Temüdyin no tendría problema para dar también con él, todo dependía de su habilidad.

Turno 725

Gelion se caía de sueño y cansancio. Literalmente no se tenía en pie. Hasta el punto que se apoyó sobre Oin y los ojos se le cerraban. La tensión que le había mantenido en pie hasta aquel momento se había marchado pero la extenuación le atacaba con fuerza.

No sólo era cansancio físico. Había agotado todas sus reservas mágicas, sus trucos, como el los llamaba, su fuerza interior era ahora una chispa, brasas, rescoldos humeantes que antes habían sido una hoguera. El bosquimano simplemente no podía más.

Escuchó al mediano preguntar sobre el oso. Gelion suspiró e intentó despertarse para responder. Tenía sus sospechas y lo cierto es que tenía que haberlo visto venir. Su pueblo tenía a veces tratos con los hijos de Beorn y el temple de Groal, su contención y su obsesión con la mesura y el control de la rabia.

Creo ... que el oso es Groal

dijo el bosquimano arrastrando las palabras.

De los hijos de Beorn, los de más noble cuna, pueden cambiar en osos en momentos de tensión y furia. Mi pueblo a veces trata con ellos. Cambiapieles les llaman, pero no le llaméis así delante suyo. Y mostradle respeto pues ha luchado a nuestro lado contrariando sus creencias. Pero no ha sido capaz de controlarse, todos debemos ayudarle. Ha peleado a nuestro lado, no seré yo quien le culpe.

El mago volvió a callarse, apoyándose otra vez en Oin.
Yo... yo necesito descansar.

Turno 725

Oin se mantiene tras el sagath con el martillo junto a su muslo con un ojo en el sagath y otro en el oso. Espera pacientemente las órdenes de Draupner. Ahora empezaba sentir el cansancio pero aún no era el momento de descansar y menos mientras hubiese amigos caídos en el suelo, enemigos vivos y un oso roncando a escasos metros. 

De repente el conjurador se apoya en él. Oin abre los ojos con sorpresa antes de pegarle un ligero empujón al humano y murmura por lo bajo respecto a lo delicados de los humanos y lo "nenazas" y varias lindezas más... 

Luego dice nosequé tontería sobre Groal y el Oso antes de volver a apoyarse en él. Oin le vuelve a empujar para ponerlo derecho.

- Sandeces... Es un oso... matarlo debiésemos ahora que duerme... 

Turno 724

- ¡En nombre de Burh Ailgra! - Se escucho un grito sin lelgar a identificarse - ¡Bajen las armas, estan rodeados, en este momento nuestros arcos os apuntan!

Turno 725

No tardo mucho en encontrar a los esgathorianos. La alegría le invadió por no ver señales de lucha ni en los alrededores ni donde ellos se encontraban. Sin embargo, fue una felicidad fugaz, que se desvaneció rápidamente y se transformo en profunda tristeza cuando descubrió que un sollozante e inconsolable Agranil mantenía entre sus brazos el cuerpo pálido e inerte de Briniel.

Ilidan avanzó un poco más para que le vieran, y al no poder seguir soportando la estampa, agachó la cabeza y fue a apoyar su espalda contra el primer árbol que encontró. Allí entre la tristeza y el cansancio se fue escurriendo lentamente hasta acabar sentado.

Como el resto estaba callado. Cualquier cosa que pudierá decir sobre la suerte de sus compañeros no iba a consolar a Agranil, el cúal además desconocía la muerte de su hijo. Como iba a darle la pésima noticia, era incapaz, se sentía sin fuerzas.

Entonces un grito les avisó de que dejaran toda resistencia. Se había identificado como gente de Buhr Ailgra, supuestos aliados. Pero al montaraz poco le importaba ya casi que fueran aliados que enemigos, estaba desesperanzado, el cansancio empezaba a hacer mella en él, y el brazo le había empezado a doler de nuevo como si le quisiera obligar a cumplir lo orden.

Estuvieran de verdad rodeados o no, poco iba a poder hacer en su estado. Para cualquier posibilidad  la idea de soltar el arma y jugársela, si era necesario, mejor al factor sorpresa con la daga que portaba era preferible, así que sin dudarlo dejó caer su espada corta al suelo.

Turno 725

Poco a poco sus compañeros iban apareciendo en el claro. Empezó a ver las caras de cansancio y agotamiento de alguno de ellos. Sin lugar a dudas aquél estaba siendo un día muy largo, empero no tenían demasiado tiempo, debían registrar los cuerpos en busca de algún tipo de información, interrogar al sagath vivo y darle una muerte digna si cooperaba, conseguir que Groal, si eran ciertas las palabras de Gelión, recuperase su forma normal, antes de que alguno más saliera herido, juntar los cuerpos de los amigos caídos para llevarlos con ellos si era posible, y por último continuar camino para poner tierra de por medio entre ellos y el ejercito enemigo. La ausencia de aquella partida sin duda sería notada por la mañana y cuanto más lejos estuvieran de allí mejor.

- Oín, - dijo Draupner al ver que el eorlinga iba en busca del Temüdyin - vigila al prisionero. -

- Dwalin, Gelion y Bolgo, sé que el día ha sido agotador, sin embargo todavía no ha terminado. Debemos inspeccionar los cadáveres en busca de alguna carta o algo por el estilo. Con un poco de suerte a lo mejor encontramos algo interesante, que pueda salvarnos la vida más adelante. Si encontráis yerbas o cosas por el estilo cogedlas también, no andamos boyantes de medicamentos y hay heridos que tratar. Marga se encargará de ver qué es cada cosa. -

- Venga, andando todos, no hay tiempo que perder. - dijo el enano tratando de infundir con sus palabras un poco de vigor.

Turno 725

Oin asiente con la cabeza a las palabras de Draupner mientras menea el martillo adelante y atrás, esperando que el sagath le de una sola señal para partirle la cabeza. La muerte de Gallindum todavía está reciente en su mente y su cuerpo aún yace en el campo de batalla. Se mantiene a un par de metros del prisionero y a su espalda.

Turno 725

El bosquimano se movio como pudo rebuscando entre los cuerpos de los enemigos. Tuvo un escalofrío al pasar al lado del de Gallindum. Pero no tenían tiempo para llorar a los caídos.

Turno 725 II

Bolgo asintió a las órdenes de Draupner. Se dirigió al primer cuerpo sin vida que encontró y lo examinó con detenimiento. Luego pasó al siguiente. Repitió el proceso varias veces buscando mientras tanto alguna piedra más que se pudiese haber olvidado.

RESOLUCION TURNO 725
 

Ilidan no se lo pensó, ante las indicaciones de la voz de deponer las armas, amenazando de estar rodeados, dejo caer su espada al suelo. Con una suave caída la espada quedo tendida junto al numenoreano, mientras este intentaba por todos los medios ver al que habia hablado. Y lo consiguió. Estaban cerca de los Esgarothianos, a no mas de un par de metros por detrás. Y si, ciertamente estaban rodeados. Ahora lograba ver un total de seis arcos apuntándole, pero no solo eso, si no que además cuatro lanzas lo acompañaban, y luego estaba el de la voz, que esgrimía una espada. Un total de once soldados estaban prestos a ensartar a Ilidan, solo le faltaba eso. Abatido sucumbió, tenia una mala noticia que dar a Agranil, su hijo habia muerto, y no veía que fuese precisamente el momento, Briniel habia fallecido y para colmo ese pequeño ejercito de arcos y lanzas, al menos decina ser de Burh Ailgra, cosa que de ser verdad, era casi una bendición.

Cabizbajo Ilidan esperaba el siguiente paso. El paso en que esos merodeadores se adelantaran y se mostraran. En su cabeza estaba la daga, esa daga que lelvaba al cinto y que no dudaría en usar llegado el momento.

En ese momento llego Freagulf, armado y buscando con su mirada algo, que pareció encontrar al ver a Temudyin tirado junto a Marga. Parecia no haberse dado cuenta de la presencia de los soldados, que decían ser de su misma aldea. Freagulf se adelanto para interesarse por el herido, mas que por la mujer, cuando la voz volvió a sonar - Que Araw me lleve!! - dijo entre las sombras, algunos metros tras la escena. Entonces se adelanto, era un hombre de gran porte, con armadura de cuero y una capa roja- ¿Son amigos tuyos? -, le pregunto, a lo que Freagulf asintió.

Entonces el recién aparecido hizo una seña con su mano en alto y de entre los arboles salieron algunos exploradores y soldados a los que Freagulf pareció reconocer. Un total de cinco arqueros y cuatro soldados aparecieron tras Gindorel, todos ellos ailgrathas al parecer y al juzgar por las libreas que vestian. Pero también un sexto arquero, vestido de otra manera, con ropas civiles. Algo llamo la atención de Ilidan. Hubiera confundido al hombre con Temudyin de no haber estado este allí mismo tirado. Su cara, su aspecto, sus rasgos en general, eran clavados a Chaka, todo excepto el pelo rapado, el ojo tuerto y los tatuajes. Era como ver una replica de Temudyin, que desde el suelo parecía no haberle visto aun.

RESOLUCION TURNO 725
 

Freagulf estaba cansado, habia sido una noche movida, y junto a las que habia pasado antes, hizo que su cuerpo pidiera un buen y tranquilo descanso, lejos de la lucha y la tensión. Pero antes debía encontrar a Temudyin, levarlo hasta su aldea y que allí contara cuanto sabia del ejercito que se aproximaba. Un ejercito de aisdrags que se uniria a los sagaths, algo muy peligroso para su pueblo

Freagulf encontró, no sin problemas, el rastro de Temudyin. Gracias a que creía que se habría dirigido hasta el lugar donde esperaban los esgarothianos, la enana y el beornida, logro dar con algunas huellas que le indicaron que en efecto Temudyin estaría allí. Se encamino hacia la retaguardia.

Cuando llego hasta allí vio a Temudyin en el suelo, tendido junto a Marga esa enana que al parecer era una especie de curandera o herborista. Chaka tenia el emplaste en la pierna, y se lo habia sujetado con un pedazo de tela. Ahora la enana lo examinaba. Junto a ellos estaban los dos comerciantes, en pie junto a Agranil, el que era regente de Esgaroth. Con un escalofiante abrazo sostenía el cuerpo sin vida de su esposa, Briniel, que palida yacia con los ojos cerrados. No habia signos de violencia, no parecía que ninguna lucha se hubiese desatado allia tras.

A unos metros de ellos estaba Ilidan, el hombre de tez oscura que habia luchado junto a el instantes antes. Habia dejado caer el arma a su lado, abatido al contemplar la escena. Agranil, llorando a su mujer bajo la atenta mirada de los ancianos, mientras la enana trataba a Temudyin, el que fuera una pieza importante para la supervivencia de Burh Ailgra. No habia rastro de Groal, el giganton peludo que los habia ayudado antes de la pelea.

Freagulf se adelanto para interesarse por Chaka, cuando una voz, una voz conocida lo alerto. - Que Araw me lleve!! - dijo la voz entre las sombras, algunos metros tras la escena. Entonces se adelanto el que habia reconocido como Gindorel, su capitán. - ¿Son amigos tuyos? -, le pregunto, a lo que Freagulf asintióno por que lo fueran en si por que mas bien no eran enemigos.

Entonces el capitán hizo una seña con su mano en alto y de entre los arboles salieron algunos exploradores y soldados de Burh Ailgra, a la mayoría los conocía Freagulf, si bien no habia tratado a fonco con muchos de ellos. Un total de cinco arqueros y cuatro soldados aparecieron tras Gindorel, todos ellos ailgrathas. Pero también un sexto arquero, vestido de otra manera, con ropas civiles. No sabia quien era pero algo si que le llamo la atención. Lo hubiera confundido con Temudyin de no haber estado este allí mismo tirado. Su cara, su aspecto, sus rasgos en general, eran clavados a Chaka, todo excepto el pelo rapado, el ojo tuerto y los tatuajes. Era como ver una replica de Temudyin, que desde el suelo parecía no haberle visto aun.

RESOLUCION TURNO 725
 

Estaban cansados, algunos mas que otros, de hecho alguno de los presentes comenzaba a mostrar síntomas de autentica debilidad. Gelion era uno de ellos, las piernas le flaqueaban, Bolgo estaba algo menos cansado, pero también se le veía en la cara el agotamiento. Los enanos sin embargo no presentaban signos de cansancio, pese a haber tenido una gran carga sobre sus hombros en la pelea. Mientras unos recobraban el resuello, apoyándose incluso en alguno de los enanos, miraban al sagath herido, tendido en el suelo su mirada mostraba el miedo a lo que podría sucederle.

Draupner, ante la muerte de Gallindum, habia asumido el mando. Pidio a Oin vigilar al “invitado”, mientras el resto esperaba que el enano les encomendase algo, aunque algunos realmente pensaban en descansar. Gelion entonces declaro abiertamente algo que lo rondaba por la cabeza. Hablo al grupo de una sospecha que mantenía. Pensaba que el osos podía ser Groal, hablo de la capacidad de algunos miembros del pueblo al que el beornida pertenecía de “transformarse”, de convertirse en oso. Cosa que por supuesto fue tomada en general con bastatne incredulidad. Todos tornaron la vista hacia el animal, pero este ya no estaba, en un pequeño descuido en el que todos miraron a Gelion, el úrsido habia desaparecido de la vista. Esto los alarmo. Ya habia preguntado Bolgo la posibilidad de que despertase, pero eso no ocurrió, o al menos no de la manera que todos pensaban. Si, despertó, pero no como un oso, si no como Groal. Por supuesto no habían visto como ocurria, pero de entre los arbustos un Groal desnudo emergió. No tenia ropaje alguno y desapareció a todo correr entre los arboles, no parecía haberlos visto, o al menos fingió ser asi. Gelion tenia razón, todos se convencieron al momento. Nunca habia oído hablar de algo asi, magia, hechicería o un don. Pero fuera lo que fuera, no lo olvidarían nunca.

Recobrados del fascinante descubrimiento, Groal era ese oso, se recomponieron y mientras Oin cuidaba del soldado, el resto, a petición de Draupner, fueron a registrar todos los cuerpos. En busca de algo fuera de lo común, pero también de cosas que podrían resultar utiles.

Al poco rato todos se juntaron de nuevo en el centro. Draupner, Bolgo, Gelion y Dwalin, habían registrado un total de trece cadáveres, juntando dagas, algunas monedas, algunas provisiones y ciertas hierbas.

Ahora, ya sabiendo que no quedaba nadie en los alrededores y habiendo recolectado algunas cosas de los cuerpos estaban de nuevo en mitad del claro. El sagath los observaba horrorizado.

RESOLUCION TURNO 725
 

Groal se revolvió, comenzaba a sentir frio. Se incorporo ya consdiente, le dolia todo el cuerpo, estaba mojado y con su pelo erizado por el frio. No recordaba demasiado de lo que le habia pasado, solo que el Gran Oso, lo habia poseído, su deidad lo inundo, la bestia gano al hombre.

Rapidamente se incorporo aun desorientado, necesitaba saber donde se encontraba. Tal vez estaba a decenas de kilómetros de sus compañeros, no lo sabia con exactitud. Ya en pie miro alrededor mientras se abrazaba para intentar protegerse del frio. Vio cerca, en el claro, a los enanos, a Gelion y al hobbit. Respiro con tranquilidad, no los habia perdido. Entocnes, ya sabiéndose a salvo, corrió para buscar sus ropajes. No lo tuvo difícil, tan solo debía seguir las profundas pisadas de oso que habia por todas partes hasta lograr seguir el rastro. Donde acababa estaba su ropa, o lo que quedaba de ella. Ahora entendía por que las ropas que le confecciono su madre, eran tan básicas. Dos pedazos de tela gruesacosidos por un fino hilo. Ese hilo habia desaparecido, tendría que repararlo. Cogio sus cosas bajo el brazo, se coloco la capa tapándose bien y una vez entro en calor fue en busca de sus compañeros.

Cuando regreso, se vio como el grupo habia acumulado algunos objetos, pertenecientes a los sagath muertos, en el centro del claro, en mitad de un charco de agua. Junto a ellos estaba el grupo, que se acaba de reunir, pero también habia lo que parecía un prisionero, un sagath que malherido esperaba su suerte tirado en el suelo, desprovisto de sus armas. No parecían haber visto al beornida en su regreso, pero ¿tal vez habían visto el secreto de Groal?, no podía saberlo.

RESOLUCION TURNO 725
 

Si, sin duda, era su hermano, tuerto, tatuado, con el pelo rapado, pero era el, aquel que llevaba buscando un tiempo y que de repente hallo allí, en mitad de un bosque, perdido en mitad de aquel inospito territorio..

En el suelo, tendido junto a esa enana que al parecer era una especie de curandera o herborista. Su hermano tenia el emplaste en la pierna, y se lo habia sujetado con un pedazo de tela. Ahora la enana lo examinaba. Junto a ellos estaban dos ancianos, en pie junto a otro viejo que, con un escalofiante abrazo, sostenía el cuerpo sin vida de una mujer de igual edad, palida yacia con los ojos cerrados. No habia signos de violencia, no parecía que ninguna lucha se hubiese desatado alli.

A unos metros de ellos estaba el hombre de tez oscura que, obediente, habia dejado caer el arma a su lado, tras las palabras de Gindorel. Entonces entro en escena otro hombre, vestia con la librea de Burh Ailgra, como los exploradores que Ives acompañaba. Ese hombre se adelanto para interesarse por el gemelo de Ashe, cuando una el capitán de los exploradores volvió a hablar - Que Araw me lleve!! - dijo entre las sombras. Entonces se adelanto - ¿Son amigos tuyos? - pregunto al ailgratah recién llegado, a lo que este asintió.

Entonces el capitán hizo una seña con su mano en alto y de entre los arboles salieron todos los exploradores y soldados que habíais llegado hasta alli, la mayoría parecían conocer a su compañero, el que estaba junto al hemano de Fresno.

Un total de cinco arqueros y cuatro soldados aparecieron tras Gindorel, admeas del propio Ashe, que cuando menos dejo absortos a algunos de los presentes al descubrir el parecido que tenia con el herido que estaba en el suelo. Este no parecía haberse percatado aun de la presencia de Yves.