El cuerpo sostuvo entre sus brazos a Anyria para que no cayera hacia atrás por el choque y la miró a los ojos con cierta extrañeza, estaba claro que no esperaba encontrar a nadie ahí y menos a la esposa de Han.
-Mi lady Tully, ¿estáis bien?
Los brazos de Jeoffrey seguían sosteniendo a la mujer pero ya no la miraba, sino que miraba a la puerta de la princesa disimuladamente.
-El señor de la Moneda solicita vuestra presencia. Al parecer es un tema de la cena de esta noche.
Jeoffrey no se caracterizaba por ser un hombre que hablara demasiado, solía ser muy compinche del rey y era el único al que le dedicaba más de una frase pero era tarde estaba especialmente comunicativo.
-¿Venís de ver a la princesa? ¿Se encuentra sola?
De todos era sabido que aquellas dos eran más que compinches. Aguardó por la respuesta y aún sostenía con cierta fuerza a la joven madre.
-¿Quién dice que sería un matrimonio no deseado?- le retrucó con una sonrisa de lado, queriendo también quitarle hierro al asunto -Pero por supuesto que te agradezco la oportunidad- le acarició el pelo. Era una bella mujer.
Su tío era nefasto, y harían bien en sacarlo del medio si podían hacerlo.
-De acuerdo, hablaré con el Señor de la Moneda y no diré lo que no tenga que decir...-
El beso lo sorprendió más de lo que hubiera admitido, porque hasta lo deseaba. Bien podrían haber continuado la situación, en otro contexto...
-Estaré donde sea necesario- le dijo mirándola a los ojos.
¿Supongo que entonces pasamos a hablar con el Señor de la Moneda? Tengo que admitir que todavía ando confundido con el contexto jajaj Mala mía eh, ando con muchas cosas...
Los pasos de Anyria eran lo único que resonaba en su cabeza mientras se alejaba de los aposentos de la princesa con el corazón tribulado sobre cómo encararía la conversación cuando le estuviera por decir sobre la visita a aquella bruja. “Debo decir la verdad, las mentiras tienden a apilarse y pueden caerse todas encima de golpe, como una torre mal construida. Está bien saber mentir en el mundo en el que moro, mas no con ella.”
En ese momento se tropezó y fueron los fuertes brazos de Ser Jeoffrey los que le ahorraron el impacto de caer.
–Estoy bien… mis disculpas, no estaba prestando la debida atención.
-El señor de la Moneda solicita vuestra presencia. Al parecer es un tema de la cena de esta noche.
La joven asintió, dando a entender que se dirigía de todas formas a ver a su señor esposo. Entonces le llamó la atención que el hombre preguntase si la princesa estaba sola.
–Ella siempre está custodiada, Sir. ¿Dejaría sola a la futura reina? –Anyria se había vuelto tan protectora de Cessaelys como si tratase de una hija más, y no le gustó la mención a la soledad de la joven.
–Con su permiso…–comentó, retirándose solo en apariencia pues se escondió donde pudo para espiar al joven Arryn y ver qué hacía.
“Creo que me estoy volviendo un poco paranoica…”
Cesaelyss sabía que su primo estaba bromeado y ella estaba tan agobiada que por un momento pensó que estaba hablando en serio. Cuando se dio cuenta que Raegon bromeaba, ella también sonrió. Lo abrazó con fuerza y luego retomaron el camino hacia el castillo, no iba a ser fácil pero si estaban unidos todos los Targaryen, podrían con lo que fuera.
El castillo estaba lleno de sirvientes que iban y venían, apenas les dedicaban alguna mirada con su respectiva reverencia y seguían con sus actividades. Ella lo acompañó un rato hasta que se desvió hacia sus aposentos.
-Tengo que prepararme para la cena. Os veré más tarde.
La puerta se abrió y se cerró tras su prima y él pudo por fin ir en busca de Han Tully.
Ok, no contestes acá.
No te preocupes. Ya se viene la cena y supongo que entenderás. Si hay algún detalle, pregúntame y listo.
Ser Arryn liberó a la joven Anyria.
-No, mi lady. Nunca debería estar sola, por eso quería asegurarme. Sé que la princesa cuando está con amigas o gente cercana, sueñe despedir a la guardia...
Eso no era mentira y Anyria lo sabía perfectamente. El hombre hizo una reverencia, estaba tenso, se podía notar eso en su cara pero ella no podía saber por qué. Rápidamente se alejó de ella en dirección a la puerta de Cesaelyss y la noble pretendió irse, eso creyó él en un principio pero luego, cuando estaba por llamar a la puerta de la princesa, sintió la mirada de lady Tully.
-No es el momento- pensó Arryn.
Volvió a girar hacia el pasillo por dónde había venido y pasó a un lado de Anyria como si no la hubiera visto, totalmente tranquilo se alejó de la alcoba de la princesa. Lady Tully respiró profundo y finalmente pudo salir de su escondite para ir a encontrarse con su esposo.
Motivo: Perspicacia
Tirada: 1d100
Dificultad: 50+
Resultado: 96 (Exito) [96]
Post chiquito aquí si quieres
Anyria observó la tensión en el hombre a pesar de que intentaba mantener su compostura al responderle.
-No, mi lady. Nunca debería estar sola, por eso quería asegurarme. Sé que la princesa cuando está con amigas o gente cercana, sueñe despedir a la guardia...
“¿Qué está escondiendo?”, se preguntó la muchacha pero no le fue posible averiguarlo. A pesar de que se ocultó no vio al hombre hacer nada extraño. Se había acercado a la puerta de la princesa para luego, habiendo pensado los dioses saben qué, volvió a retirarse pasando cerca de la joven como si nada. Luego de aquello, la joven salió de su escondite llena de dudas sobre las intenciones de Jeoffrey.
“Ni siquiera llamó a su puerta; te tendré entre ojos, Lord.”
La joven se dirigió a ver a su esposo sin olvidarse de aquel hombre. De hecho le diría luego a Cessaelys sobre el breve encuentro.
“Cuanto más poder tienes, más enemigos haces…”
Terminamos acá, mañana seguramente te pase a la siguiente escena :)