Partida Rol por web

El gran salón estaba en silencio, Zunthar había llegado tarde pero su hermana y su tío tampoco habían llegado aún, había guardias apostados en las dos puerta de aquel despacho. Por suerte, uno de los sirvientes había traído vino para Zunthar en lo que esperaba a su tío y a su hermana.

¿Qué podía querer su tío con ellos dos si esa misma noche tenían todos una cena. Le daba un poco lo mismo dado el carcacter de Zunthar pero no podía negar que algo de curiosidad le daba. Se podía haber ido de putas con Raegon pero no, allí estaba esperando a su tío y su hermanita mayor. Unos minutos después, varios en realidad, apareció Aegon con el rostro cansado, estaba claramente molesto pero saludó a su sobrino con cierta amabilidad. Era el que más se parecía a su hermano y era el más pequeño, aunque todo un hombre ya.

-Tu hermana es siempre tan Targaryen, debí citarla para ayer o hacer que tú la trajeras.

El rey lo miró con una sonrisa displicente, pocas veces se le veía sonreír y era casi diabólico. Ladeó la cabeza y se encogió de hombros mientras el pelmazo del vino llenaba su copa.

-Nos hará esperar y la esperaremos como dos buenos hombres Targaryen. ¿Os hace esperar mucho a vos?

¿El rey sabía algo? Por lo pronto, Alys no se veía venir por ningún lado.

Al ver entrar a su tío le sonríe con cariño y levanta la copa en su honor.

-Es demasiado Targaryen, a mi me haces esperar a veces, pero que haga esperar al rey también, me hace sentirlo menos personal

Rie con un suspiro entre dientes

-Que tal has estado tío? El palacio hierve de cuchicheos con respecto a la fiesta

Aegon sonrió, sus sobrinos, aunque no fueran sus hijos, eran no sólo tratados como tal, sino que los quería como tal. 

-Al menos tu hermana es menos caprichosa que tú prima... Poco pero lo es.

Bebió de su copa y asintió con la cabeza 

-Es verdad, hay demasiados cuchicheos en este lugar y creo que la cena de hoy, no hará más que levantar más, muchos más.

El rey se inclinó un poco hacia su sobrino y fue directo.

-¿Sabes si vuestra hermana está interesada en alguien? No voy a andaros con rodeos, voy a empezar a hacer alianzas y  voy a tener que deshacer otras. Hasta ahora he mantenido Desembarco del Rey a salvo pero no sé hasta cuándo... Vamos a necesitar todas las espadas posibles.

Era toda una confesión por parte de Aegon que parecía bastante pensativo. Otras veces era menos formal, más risueño tal vez pero parecía ser que le aquejaban cosas que no le contaba a nadie.

Escucha con atención y el semblante algo mas serio

-Alys? interesada en alguien?

Se queda pensando en sus palabras un momento.

-Creo que no, o al menos no me lo ha contado a mi. Mi opnion personal, si la vas a casar, que sea con un tonto, es muy lista y orgullosa, y eso no es un problema, pero su necesidad de tener el control y que la gente haga lo que ella quiere, la hace mas propensa a ser feliz.

Hace una pausa y vuelve a pensar un momento mas

-Y tener en el puño a algún señor de cualquier lugar bajo el control familiar, siempre nos viene bien.
Pero no has llegado a tan viejo sin saber lo que te estoy contando tio.
¿Se puede saber en quien esta pensando para unirla?

El rey escuchó al menor de sus sobrinos con una media sonrisa, se parecía mucho más a su madre que a su padre.

-¿Un tonto? No sé, tú hermana podría sentirse ofendida según a quién le ponga enfrente.

Tampoco era que le preocupara mucho  a Aegon ese tema, tenía que hacer lo que tenía que hacer.

-Escucha, Zunthar. El príncipe de Dorne y su familia están aquí. Hoy hablé con él, parece un tipo interesante y tiene cosas que nosotros necesitamos. También están sus hermanas. Voy a ofrecerle al príncipe una alianza con tu hermana y pediré la mano de una de sus hermanas para ti.

Claramente no era una petición, más bien era una información y una que necesitaba decirle porque sabía que Zunthar podría ayudar con su hermana, con Raegon ya sería otra cosa.

-Con Raegon hablaré llegado el momento, pretendo otra cosa de él.

-En eso no puedes ganar tio, Alys se puede sentir ofendida por cualquiera

Dice con una media sonrisa recordando la broma de entre hermanos, se habla mal del que no esta presente.

Cuando escucha que lo quiere casar, trastabilla un poco en su ruta mental de que decir a continuation y se vuelve serio.

-Ya me quieres casar? No prefieres que disfrute un poco mas de mi soltería y adquiera experiencia del mundo que nos rodea...

Hace una pausa, midiendo a su tio, a sabiendas que lo que diga no va a cambiar su decision.

-Si tiene mas de una, al menos puedo intentar elegirla o ya me la has elegido tu?

Todo era muy complicado, sabía que la guerra estaba cercana y que tenía que tener todos los cabos atados o de lo contrario, su reino y sus descendientes no iban a poder resistir al ataque del norte.

-Ayer hablé con el príncipe de Dorne. Aún no se lo dije pero le ofreceré la mano de tu hermana.

Aegon sabía que el príncipe apuntaba alto, que posiblemente pensó que le ofrecería la mano de su hija pero no, el reino debía quedar en manos de fuego, manos Targaryen. Su hija no podía tener los hijos de Lewyn bajo ningún punto de vista. Miró entonces a Zunthar.

-¿Deseáis ser soltero un año más, sobrino? Puedo concederos eso pero de cualquier manera, os pediría que elijas a una de las hermanas durante la cena, así pediré su mano. Ya estáis en edad de tener hijos... Y necesito a alguien de confianza en la alianza con Dorne.

El rey aguardó por la respuesta de su sobrino mientras a lo lejos, del otro lado de aquel salón, veía las puertas abrirse para que su sobrina Alyss entrara.

Había tenido una mala noche, había tenido pesadillas y no había dormido bien. Necesitaba meterse en la cama de vuelta, con su hermano abrazándola a ser posible y dormir como un bebé pero antes tenía que cumplir con su tío, lo amaba entrañablemente. Alys por lo general no tenía respeto por casi nadie, cariño sí pero respeto por pocas personas y Aegon era uno de ellos, aunque no lo demostrara en puntualidad. Se acercó a su tío y le dio dos besos, uno en cada mejilla y le sonrió. Hasta ese momento había ignorado a su hermano.

-¡Vaya, os veis muy bien, su Majestad!

Sonrió, a pesar de tener ojeras y ojos cansados, era una belleza real; una Targaryen de pies a cabeza. Después del saludo de su tío, se volvió a su hermano y le revolvió el cabello, lo besó en la mejilla y se sentó a su lado. 

-Escuché algo de Dorne y confianza, dos palabras que no deberían estar en la misma frase. ¿Cuál es el plan?

Cuidadosamente puso la mano en el muslo de su hermano acercándola peligrosamente a su entrepierna. Le gustaba ponerlo nervioso delante de su tio.

Cuando se dispone a contestar a su tio entra Alys y se calla, la mira a los ojos y le sonríe con expectativas de ver su reación a todo esto.

-Comprendido tío, tendrás mi decision luego de la cena, gracias.

Se mueve en la habitación para hacerle espacio a Alys y formar un triangulo.

-El plan te va a encantar, vas a tener que soportar a un Dornita por el resto de tu vida o hasta que lo empujes por la ventana

Dice mientras gesticula un poco con su manos.

-No te preocupes, que yo tambien estoy entre la espada y la pared al igual que tu, solo que al menos me dieron la posibilitad de elegir la serpiente que va a morderme.

Alys miró a su hermano con cierto fastidio, tanto que retiró su mano rápidamente y se cruzó de brazos. 

-¿Tío, por qué él puede elegir y yo no... ? No me parece justo, yo soy mayor.

Clavó sus azules y fríos ojos en Aegon, estaba realmente fastidiosa al respecto. No le gustaba la gente morena de Dorne y menos si ni siquiera podía elegirlo. Era una puta locura, pero su hermano no quería huir con ella, de hecho parecía bastante contento de tener que casarse con una de ellas. 

-Eres un idiota, Zunthar.

Estaba furiosa, incómoda, casi podría mandar al diablo al rey.

Aegon miró a sus sobrinos. Quería a esos muchacho como si fueran sus propios hijos y tenía que ser tan duro con ellos como si lo fueran.

-No estéis tan enojada, querida. Yo creo que el muchacho te va a gustar... El príncipe Lewyn es un hombre extraordinario. Tiene más años que tú y es buen mozo... Tiene hijos creo y algunas amantes pero estoy seguro que podrás encargarte de eso.

El rey no estaba dispuesto a ceder, todos tendrían que obedecer, incluidos su hija y Raegon.

-Es hora de que todos ustedes cumplan con esta casa y su destino. Zunthar, las hermanas de Lewyn se encuentran en el palacete de su tía, cerca del río. Podríais ir mañana y darles la bienvenida. 

Claramente no era sólo una sugerencia. Aegon se levantó, ya había dicho lo que tenía para decir y sabía que iban a obedecer. Se despidió deseándoles buenas noches y los dejó solos.

Se despide de su tío en silencio y con una gesto de cabeza.
Mira a Alys algo mas serio

-No era todo esto parte de tu plan calculado? Lo vimos venir, pero al menos que yo pueda elegir nos beneficia.
Para poder crear una red de influencia alrededor de Lewyn.

Se siente en una de las sillas de invitados y estira sus largas piernas.

-Que hacemos a partir de aquí?

Los ojos de Zuntar tienen un brillo... como el de un dragon viendo oro. En todas las posibilidades que se abren frente a el.

Alys se despidió de su tío, no estaba de buen humor y su hermano debía saberlo pero también ella sabía que a él le importaba más bien poco su humor.

-Pareces muy ansioso por conocer a tu futura esposa...

La rubia se levantó y se sentó en la mesa frente a él sin dejar de mirarlo a los ojos con vehemencia, esos ojos pero podían quemar como el mismo fuego aunque parecieran de hielo. Lo quería pero a veces, su hermano se olvidaba que ella no era cualquiera.

-¿Qué hacemos a partir de aquí? ¿Lo preguntas en serio? Déjame pensar, yo no pienso renunciar al amor de mis hermanos y menos al tuyo...

La pelirroja sonrió agachándose un poco para acercarse al rostro de su hermano y rozar sus labios apenas como había hecho otras tantas veces. Estiró una mano y la fue bajando por su pecho, claramente sabía a dónde quería llegar.

-Te organizaré la boda más hermosa de todas, tu mujercita piel canela no podrá quejarse y antes que le hagas el amor, te dejaré listo para ella... A menos qué, querido hermano...

Se deslizó sobre la mesa un poco más y acarició con sus uñas la entrepierna de Zunthar.

-A menos que desees serle fiel a la mujercita que te dio mi tío...

Mientras lo acariciaba sin reparos, le hablaba al oído. Alys se detuvo de pronto y se alejó de Zunthar.

-Bah, creo que es lo que quieres... Espero que disfrutes tu noche de bodas.

Y volvió a sentarse bien sobre la mesa mientras sonreía.

Le roba un poco el respiro al tocarlo antes de que pueda contestar, la mira con una seriedad meticulosa

-Tu me organizaras la boda? Y medio nobleza de Westeros morirán envenenados, yo seguramente también.

Intenta ocultar una sonrisa ante de volverla a ver.

Aly, te estas preocupando en cosas que no van a cambiar, aunque estemos casados.

Se pone de pie lentamente y se acerca a la mesa para quedar frente a Alys, pone su enorme mano sobre la cabeza de ella y enreda un poco sus cabellos entre sus dedos.
Se agacha hasta su oido mientras cierra el puño con sus cabellos gradualmente.

-Nadie te va a robar tu juguete, solo vas a tener que compartirlo, de niña no as podido aprender a compartir, ahora tendrás que hacerlo como mujer.

La suelta y da unos pasos hacia atrás, antes de volver a sentarse

Su hermoso hermanito la hacía sentir un deseo irrefrenable pero se controló porque habían conseguido mantener en secreto su relación por más de dos años, no iban a cagarla ahora. 

-Ya deberías saber que no, no me encanta compartir pero si eso es lo que quieres... Esta bien. 

Ella ya tenía otros planes y no iba a permitir que nadie se interpusiera en ellos. Desearía ser la princesa y poder asesinar a quién quisiera pero podía ser más que la princesa. Sonrió de manera lasciva mirando a su hermano desde su silla.

-Ve a mis aposentos está noche... Voy a darte una noche para recordar. 

Se levantó y se acercó a él que permanecía de pie. Acercó su pecho y luego sus caderas, al final sus labios se unieron a los de él con fuerza y pasión.

-Pero si no vienes, entenderé que tú camino se separó del mío. Buenas noches, hermano menor.

Entonces Alys si se alejó de su hermano con paso suave pero firme.

Dejo que se fuer sin decirle nada, cuando cerro la puerta detrás de ella, se quedo un minuto meditando en silencio

-Porque tengo que ser yo el pragmático?, con la fácil que parece ser la malcriada.

Contuvo su frustración y se volvió a serenar, su plan también la necesita a ella, no iba a tener la misma perspectiva de existo sin alguien en que confiar casi ciegamente.