Partida Rol por web

Valar Morghulis (+18)

Destinos torcidos

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03/06/2025, 09:22
Anyria

Cuando el lobo se puso de rodillas delante de Anyria, luego de haber observado un rato a la espesura, para asegurarse de que esa mujer no se ocultaba entre el verde follaje, la joven sintió ese amor inconmensurable de nuevo. Claro que nunca se había ido: ella se había quedado prendada de él desde el principio. 

-¿Así que me quieres? 

Jamás podría esconder sus sentimientos, no ante él al menos. 

-Lo hago -admitió, llena de dolor y amor a partes iguales. Su sonrisa le trajo calidez, una maravillosa sensación que alejaba el frío del bosque. La caricia sobre su rostro era un gesto tan gentil y a la vez íntimo. 

-Pero ella ha de usar eso en mi contra. 

El temor se reflejaba en sus almendrados ojos de ciervo. Temía que lo lastimaran.

-Mientras yo viva, nadie va a tocar a vuestros hijos, aunque sean de él también. Mi espada los cuidará de hombres y magia, Anyria.

Una sonrisa ahora también adornaba su cara. Le tomó ambas manos y besó su dorso, con infinito cariño. 

-Eres lo más noble, mi adorado lobo del Norte. Cada momento contigo me llena de alegría... incluso los que me asustan, como éste. 

Anyria apenas reparó en la pelirroja a la cual Aenys había besado. En cambio, toda su perspectiva se centró en los labios de Myrte, que se unieron a los propios. Lo besó activamente en esta oportunidad, dejando de reprimir sus sentimientos por él. No podía hacerlo más. Cuán duro era entender que su corazón había anidado en dos almas, y no sentirse ruin por permitirse aquellos sentimientos. 

-No temas más, amor mío, cuidaré de ti y de tu familia y eso incluye a tu esposo.

Anyria asintió, toda ruborizada, confundida y feliz. Entonces reparó de verdad en la llegada del dragón. El hombre le tendió un objeto, era un collar. 

 -Anyria poneos ésto, os protegerá

La joven dama hizo lo pedido. También agradeció el gesto, pues no era poca cosa.

-Os agradezco mucho esto; lo hago en verdad.

Escuchó con mucha atención lo que Aenys explicaba.

-Aviva las llamas, que no se apaguen, dormiremos tres o cuatro horas y luego deberemos movernos antes del amanecer, no es seguro estar aquí. Una vieja amiga me ha advertido del peligro que corremos y es mayor y más inminente de lo que creíamos-

Se ofreció para ayudar a avivar un poco el fuego, era una de las tareas que gustaba hacer en su propio hogar. Además quería ayudar, aunque fuese en lo mínimo. No se animó a preguntarle a Aenys sobre la mujer. "¿Qué tal si es la bruja? No... deja de pensar en ella. Debes dejar de darle lugar en tu cabeza."

-Ayudaré con el fuego y me iré a descansar. Sin embargo, puedo hacer una tercera guardia si os apetece. Solo pensadlo. 

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04/06/2025, 15:30
Director

Una cosa era ser una maga roja y otra ser una bruja milenaria sin adorar a nadie. Además, estás últimas, por más que quisieran no podían estar en dos lugares a la vez, así que cuando Aenys apareció y ella se puso el colgante, se sintió algo de paz. Myrte ya no pudo contestar, aunque le habría gustado, lo único que si dijo fue que no permitiría que ella hiciera la guardia.

-Sólo son cuatro horas y los dos podemos... Ahora descansemos.

Aenys se encaminó hacia el frente, pero no muy lejos porque aún le daba el fuego de la fogata en la espalda. Dejó que los amantes se acurrucaran pues hacia frío. Mientras su mente de permitió pensar en la mujer que se había marcado recientemente. El silencio era roto por la lluvia y por algún relincho de los caballos pero en general estuvo todo tranquilo.

Myrte estaba al lado de Anyria sin pegar el ojo, solo cuidando el sueño de la joven mujer. Al cabo de un rato sintió a Aenys acercarse y se levantó cuál resorte nuevo e inició su guardia, los movimientos despertaron a Anyria que vio a Aenys ahora cerca de la fogata y a Myrte haciendo la última guardia. El dragón estaba pensativo o tal vez sólo cansado.

 

Notas de juego

Un post más de cada uno y los saco de acá.

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06/06/2025, 05:05
Anyria

-Sólo son cuatro horas y los dos podemos... Ahora descansemos.

El colgante le dio paz, por lo cual descartó que se tratara de algo dado por esa horrorosa mujer. El lobo del Norte no quiso que la dama montara guardia, así que Anyria aceptó el irse a acostar.

-Cualquier cosa… me dais aviso.

 La lluvia golpeaba el suelo del bosque filtrándose entre las hojas y provocando un sonido que le ayudaba a dejarse ir por el sueño. La proximidad de Myrte le hacía acelerar el corazón, pero sabía que cualquier cosa sería arriesgada. Además, su mente fue hasta el hijo que había dejado al cuidado del aya y de su propio esposo.

“Pequeño… ¿estarás preocupado? Siempre te canto una nana a estas horas. Y mi esposo; sé que lo estará. No sabe dónde estoy, confía en mí para mantenerme a salvo. De todas maneras, demasiadas cosas han pasado. Nuestros caminos parecen encontrar una gran cantidad de bifurcaciones.”

No tenía sentido seguir con eso en la cabeza. Trató de cerrar los ojos y dejar que la lluvia le cantara sonetos de buenas noches. A último momento, antes de dormirse, recordó lo que había dicho el dragón.

El peligro era mayor de lo que había creído.

A las pocas horas unos sonidos la despertaron. Vio a Aenys cerca del fuego y a Myrte haciendo guardia. Sin ánimo de incomodar al Targaryen, le preguntó, sentándose junto a él.

-El peligro que habéis visto... ¿es demasiado impertinente preguntaros un poco más sobre aquello? 

Debía saber: ¿tenía que ver con algo de lo que ella había soñado? ¿Acaso su princesa estaba al filo de un "dragón negro"? ¿La bruja aquella estaba conjurando contra sus seres queridos? Migajas, las migajas de información que el hombre pudiera otorgar, serían agradecidas.

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11/06/2025, 00:14
Aenys Targaryen

-No os preocupéis, vosotros necesitáis descansar más que nosotros, así que dormid, mañana será una jornada muy dura y debéis estás lo más recuperada posible-la miré fijamente y aunque no mostraba sonrisa, mis ojos mostraban bondad aunque siempre intentaba que pareciera rudo, arisco y frío.

Entonces escuché su pregunta sobre lo que nos perseguía-No os puedo decir gran cosa, pero si sé que es un peligro inminente y muy peligroso que puede herirnos tanto a vuestra relación como a la mía y sé que ningunos de nosotros desea eso-comenté seguro.

-Lo más importante es que ése collas que ahora portáis es de una muy buena amiga y os protegerá, no temáis, ahora mismo sois la que se debe sentir más segura-murmuré acercándome a ella levemente-Descansar, ha sido un día lleno de emociones y necesitáis descansar-murmuré para que mis palabras solo llegaran a ella.

-Debemos conseguir descansar, como comenté prefiero hacer yo la primera guardia, si hiciera falta ya la harías tu-pero no te preocupes, podréis descansar-dije con plena seguridad.

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12/06/2025, 15:31
Director

Realmente nadie debía preocuparse o al menos, no debían preocuparse por una bruja malvada que sólo quería robar al hijo del hombre que un día había amado o que seguía amando, eso ya no lo sabía nadie. El silencio se hizo después de la charla de aquellos dos, tan diferentes y tan distantes pero en algún punto tan iguales, con el corazón en dos pedazos que pertenecían a personas distintas. ¿No había más allá de Ponienti culturas en las que los esposos tenían dos mujeres o las esposas dos hombres que calentaban su lecho? Había pero en la suya, aunque no era algo que no sucediera, las personas tendían a esconderlo, se avergonzaban de amar a dos a la vez. ¡Qué putada, con lo lindo que es el amor! Aenys no pegó un ojo pensando en su dragona y en Geneth, ¿sería que aún amaba a la rubia con locura o debía entregarse sólo al amor de Geneth que adoraba el sueño que él pisaba? Pero..., ¿no lo hacía Cesaelyss también? Anyria durmió tal vez un poco más mientras pensaba en su esposo y en Myrte, también en su pequeño heredero. Myrte pensaba en Anyria, ella era todo lo que él quería y aún si nunca pudiera tenerla, él la cuidaría con alma y vida. 

-Es hora de partir...

Myrte se dirigió a Aenys, los dragones solían necesitar poco sueño y estaba claro que este dragón sabía de dónde obtener su energía. Mientras un poco de infusión burbujea a en la pequeña olla para que lo tomaran antes de partir, Myrte despertaba a Anyria y Aenys se acercaba para tomar un poco. Ella también bebió y luego levantaron el campamento, pusieron todo en los caballos e iniciaron la partida. Llovía apenas, era como el lamento del bosque pero ellos debían partir sí o sí, era el momento. Más adelante se toparon con un puente que apenas pudo sostener un caballo y su jinete a la vez, cuando Aenys lo cruzó, crujió y parecía que se iba a ir abajo pero pronto estuvo del otro lado con los demás. Hacía un frío que calaba los huesos pero faltaba poco para la sierra rocosa donde debían encontrar a Cesaelyss y en algún punto, antes que anocheciera, vieron el vuelo del dragón de la princesa. 

-Deberíamos buscar un buen lugar para acampar, comer algo y descansar. Los caballos también lo necesitan.

Pero Aenys podía sentir que aún tenía fuerzas, podían acercarse un poco más. ¿Qué hacer? Al menos ya no llovía.

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15/06/2025, 04:40
Anyria

 -No os preocupéis, vosotros necesitáis descansar más que nosotros, así que dormid, mañana será una jornada muy dura y debéis estás lo más recuperada posible.

Las palabras del dragón aquietaron un poco su espíritu. Como fuese, estaba cansada y el consejo era bueno.

sé que es un peligro inminente y muy peligroso que puede herirnos tanto a vuestra relación como a la mía y sé que ningunos de nosotros desea eso

-No ninguno de los dos lo desea –sentenció la joven dama. Aunque pareciera de locos, ella amaba a su esposo. También tenía sentimientos de amor para con el lobo del Norte. Los dos eran realmente buenas personas, preocupados por su bienestar más que por sí mismos. No era loco suponer que Aenys tenía ese tipo de sentimientos por su princesa. De esos que no te dejan dormir por la noche.

-Lo más importante es que ése collas que ahora portáis es de una muy buena amiga

Instintivamente, ella se llevó la mano al cuello, tocando el collar. Escuchó el resto de cosas que le dijo Aenys y finalmente se decidió a dormir.

-Creo que eres bueno para Cessaelyss, aunque al principio pensase lo contrario. Buenas noches.

Tuvo sueños confusos, llenos de enredos. En algunos caminaba por la casa junto a su hijo y al Lord de la Moneda, pero el pequeño ya no era un niñito sino un muchacho de unos quince años. En otros, corría por un bosque frondoso de la mano de Myrte, mientras la nieve pintaba los árboles de invierno.

-Es hora de partir...

Abrió los ojos y las dos irrealidades se desvanecieron para volverla a Poniente, donde las cosas eran tan complicadas.

-Buenos días –dijo, ahogando un bostezo. Agradeció el té que el lobo le tenía y, cuando tomó la taza, por error tocó sus manos y sus mejillas enrojecieron. Sin embargo, volvió a enfocarse en otra cosa. En otro mundo, bajo otra cultura, se podría haber imaginado con ambos. En esta vida sentía que no era merecedora de ninguno.

Dejó de lamentarse, se acomodó el collar que se le había movido algo durante la noche y terminó su bebida. Luego ayudó a que levantaran el campamento y partió junto a ellos. De nuevo volvía a caer una fina llovizna, más molesta que otra cosa.

-Deberíamos buscar un buen lugar para acampar, comer algo y descansar. Los caballos también lo necesitan.

El camino se inició con tranquilidad y las horas fueron pasando lentamente.

Luego de haber pasado por un puente vieron pasar al vuelo el dragón de su princesa. Anyria quería continuar, pero ella no era buena en saber sobre esas cuestiones. Nunca había vivido entre la espesura, debido a su linaje que la había tenido morando en casonas o castillos.

Así que no dijo cosa alguna al respecto.

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19/06/2025, 23:29
Aenys Targaryen

Las pocas horas de sueño, fueron lo suficientemente reparadoras para retomar energía, el camino era largo y los tres cruzamos algunas frases, pero dejé tranquilos a la pareja, ellos se tenían una al otro y se consolaban mutuamente. Yo estaba solo y mi única preocupación en ese momento era dar con Cesaelyss.

La jornada fue larga y pesada, el cansancio se hacía notar, sobre todo en ellos, las pocas horas de sueño habían hecho más mella en la pareja, yo había pasado años en viajes así y portaba más resistencia, no les culpaba, les comprendía aunque mi rostro siempre apenas mostraba variaciones o sentimientos llamativos, la voz nunca mentía.

Recordaba las palabras de la joven Anyria, hablaba poco pero eran verdades. Si, era bueno para la dragona aunque nadie lo creyese, estábamos unidos aunque miles de kilómetros nos separasen, pasaron años y seguíamos unidos como le primer día, no podía dejar de pensar de Cesaelyss. Estaba próximo el anochecer pero había bastante luz y entonces vi al dragón sobrevolarnos, me detuve en seco y lo miré fijamente.

-Aquí hay buenos escondites, refugiaros lejos del camino, yo....avanzaré unos pocos metros más arriba, no quiero que nos llevemos ninguna sorpresa. Joven lobo, cuida de Anyria, aunque sé que no hace falta que te lo diga... Mantén el fuego vivo y pégate bien a ella, no tardaré mucho en volver, os lo prometo. ha sido una jornada agotadora y necesitamos dar con ella lo antes posible pero con buena energía-fue lo último que dije, les ayudé a encontrar un lugar perfecto para montar el campamento y subí un poco más, quedaría como máximo una hora de luz así que me daría prisa para luego volver con la pareja de amantes.

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20/06/2025, 14:47
Director

A la joven esposa no le encantó la idea de esperar, ella quería ir y ver a la princesa pero lo cierto era que Aenys tenía mucha más experiencia en andar esos caminos, además, era tarde y habían avanzado bastante. A la sombra de una enorme roca y en un recodo del camino, la pareja se acomodó después que el propio Aenys ayudara un poco con la fogata. El dragón no era muy efusivo pero Myrte era otro tipo de persona así que se acercó a él y le tendió la mano.

 -Ten cuidado... Esperaremos a que vuelvan los dos.

Se acomodó cerca de Anyria pero preparando todo para que comieran algo. Simplemente vieron a Aenys marchar en busca de su mujer. Había una especie de sensación de abandono que los tres sentían pero un dragón tenía que hacer lo que debía. La obscuridad avanzaba junto a Aenys.

Al principio avanzar no fue tan difícil, siguiendo la vera del río, evitando las zonas más profundas de aquel bosque pero el camino subía, serpenteaba y subía más, lo podía sentir en su pecho, en sus piernas, se hacía pesado subir. Llegó a escuchar ruidos que lo pusieron en alerta pero sabía que había muchos animales salvajes en aquella zona. Antes de la media noche, se detuvo a tiempo en una pendiente y cuando miró hacia abajo el vacío casi lo absorbe.

Si no hubiera sido un dragón, quizás habría reenidonmiedo pero era él y él no se detenía por pequeñeces. Encontró una especie de bajada, apenas, muy precaria y la usó, podía sentir en su pecho la cercanía del dragón de su mujer, el calor de ella, su olor casi... ¿O era su imaginación? Una vez más trastabilló porque había empezado a llover y se hacía difícil aquella empresa. Cuando finalmente llegó abajo, tenía algunos rasguños en la cara y un golpe en uno de los muslos pero estaba entero. Había caminado unas tres horas, estaba lejos del campamento de Myrte y no sabía que tan cerca Cesaelyss pero sentía el calor. Se giró lentamente y se encontró con la cola del dragón, cualquiera la habría confundido con una roca pero él no era cualquiera. El bicho estaba con la cabeza dentro de una cueva y dormía, lo sabía. Había una especie de camino a un costado del animal y podía escuchar murmullos de dentro de la cueva. ¿Estaba su amada ahí o era una maldita trampa? ¿Qué hacer? 

Notas de juego

A partir de acá nos hemos quedado solos... Quieres seguir?

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20/06/2025, 18:06
Aenys Targaryen

Estaba seguro de que el fuego, el joven lobo y el colgante de Geneth serían una buena defensa, además el mantenerse en aquel hueco escarpado, haría extremadamente difícil localizarlos en mi ausencia.

Me despedí y les pedí que se cuidaran mutuamente pues era lo que realmente importaba y comencé a ascender sin mirar atrás.

La oscuridad se aproximaba inexorable hasta que me engulló, pero la brillante luna y las estrellas era una ayuda excelente sobre todo en el tramo final, donde las rocas eran traicioneras, las cuales me hicieron resbalar y caer un par de veces, pero me importaba más encontrar a mi amada dragona, sentía ese calor familiar que tan bien recordaba, mi cuerpo estaba cansado pero mi alma me impulsaba, seguí ese pequeño camino casi invisible y entonces lo vi.

Aquella cola de dragón, su cuerpo enterrado en la oscuridad de aquella cueva y Cesaelyss, el calor que irradiaba, SU calor que tanto extrañé durante años lo percibía en aquella cueva.

Sabía que si el dragón despertaba no haría nada pues se había criado también conmigo, me reconocería y como mucho pegaría su cabeza a mi cuerpo buscando un saludo como siempre hacía.

Vi aquel estrecho camino, escuché el murmullo, ¿sería Ces? Solo había una forma de saberlo. Utilizando una habilidad casi felina, caminé sin hacer ningún ruido, dejando que aquel calor me invadiese y guiase hasta mi amada dragona.

Notas de juego

Pues claro que quiero seguir!! ;p

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21/06/2025, 16:03
Director

El calor dentro de aquella cueva sólo era soportable para los dragones y sus dueños. Era una especie de escudo protector contra cualquiera que quisiera hacerles daño. Conforme Aenys se adentraba en la cueva escuchaba más claramente aquellas voces, bueno, en realidad por momentos quién más hablaba era el masculino. De alguna manera aquella voz le resultaba familiar.

-Mi gente siempre estará a vuestra disposición... Los Siete y R'hllor no tienen porque ser opuestos, sólo distintos.

Esa voz. ¡Esa voz! 

Pero Aenys aún no podía verlos. Estaban a la vuelta de la cabeza del dragón y él aún estaba por la panza aproximadamente.

-Podéis enviar a vuestro primogénito con mi gente para ser instruido...

-¡No! Mis hijos serán míos, vuestro Dios tendrá que...

El dragón se movió suavemente, la cabeza hacia el rubio intruso. Aenys si reconocía aquella voz, acarició al dragón que volvió a cerrar los ojos, aunque no dormía. Cuando él Targaryen finalmente se apareció ante las personas que hablaban pudo ver la escena completa. Había una pequeña fogata, Cesaelyss estaba de espaldas a él y estaba tan concentrada en su conversación que confundió su llegada con el fuego de su dragón pero frente a ella estaba Mecua. ¿Cuánto hacia que no lo veía? Tal vez un año o un poco más, no estaba seguro. El hechicero sonrió. Cesaelyss se giró, sabía que no le estaba sonriendo a su dragón o bueno, sí, pero al otro.

-¡Aenys!

Corrió a él y lo abrazó con fuerza, con lágrimas en los ojos. Estar lejos le había servido para darse cuenta lo estúpida que había sido creyendo, primero que estaba muerto y segundo, que sería feliz con el Martell. Estaba arrepentida de no haberse escapado con él cuando descubrió que estaba vivo en el prostíbulo. La fuerza con que ella lo estrujó, le dejaba claro que ella seguía amándolo como siempre.

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24/06/2025, 22:57
Aenys Targaryen

-¡CESS!-casi grité cuando vi a mi amada venir corriendo hacía mí, yo fui hacia ella y la recibí en mis brazos con el abrazo más fuerte que pude reunir después de aquella subida, la energía de la esperanza y el amor eran casi inagotables pero ahora que la había encontrado, al fin, sentí el cansancio en mi cuerpo.

-¡Amor mío por fin!-la besé la besé con fuerza con esperanza encontrada, con amor reavivado, con vida, con alegría y gozo-Dioses ¿cómo estás amada mía? te echado tantísimo de menos, pensaba en ti cada de día de cada año, con quién estarías, quien...-apreté la mandíbula un instante con malos pensamientos pero agité la cabeza y me centré ella, el gozo que sentía para estar por fin de nuevo con ella.

Miré un segundo a Mecua, hacía un año que no le veía, tan viejo y sonriente como siempre. pero Cess, ella era mi objetivo, ella era mi destino. la apreté todo su cuerpo contra el mío, sintiendo su calor tan especial, sentí como nuestras mentes reconectaban de forma tan cercana de nuevo y una lágrima cayó por mi mejilla.

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25/06/2025, 17:15
Director

Mecua miró a Aenys un instante apenas, hizo un gesto de reproche pero el viejo sabía que ese no era el esposo de su hija, ni en el futuro... Era el esposo de Cesaelyss, la fruta reina de los Siete Reinos. Bajó la mirada dándoles un poco de privacidad, aunque ahí no la tendrían del todo. Aenys podía ver al fondo de aquella cueva a la sacerdotisa, sentada en la obscuridad, observando la reunión de los amantes. No estaba escondida, sólo estaba sentada allí y Cesaelyss debía saber que estaba ahí. Igual no había nada que temer, si alguien era leal al dragón, esa era Geneth.

La princesa mantuvo el abrazo fuerte en su amante, su amado, su prometido. La reunión en el prostíbulo, con su primo y Anyria, no había sido tan efusivo como aquel encuentro, ni siquiera en ese momento. Los brazos de ella lo sujetaban sin dejarlo ir, lamentaba mucho lo que había sucedido en su ausencia y ahora, gracias a Mecua, entendía su destino. Él la miró de pies a cabeza y ella hizo lo mismo, no estaban heridos.

Notas de juego

1 de 2

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25/06/2025, 17:25
Cesaelyss Targaryen

Ella lo revisó de pies a cabeza, no sabía nada de lo que había sucedido en la justa, así que él tendría que decírselo pero primero lo primero.

-Lamento haberme entregado a Lewyn... Pensé que habías muerto y necesitaba un aliado. Geneth me contó cómo te salvó la vida, debemos tenerla cerca.

Lo tomó de la mano y lo hizo sentarse en una piedra frente al fuego. Se sentó en sus rodillas y le dio besos por todo el rostro, los dragones solían ser fríos con los demás pero entre ellos dos el fuego era palpable. 

-Tuve que salir de casa porque Alyss me amenazó para tomar mi lugar en la justa. Yo quería darle una lección a padre y a todos ellos... Incluso al que me violó* pero nadie lo encontró aún. Lo haré cuando volvamos y se va a arrepentir de esto.

Lo abrazó, sollozó, Cesaelyss podía ser muy fuerte pero la violación la había cambiado de alguna manera.  Se apartó y se secó las lágrimas, tenía que seguir explicándole por qué estaba con Mecua y Geneth.

-Encontré a Mecua cuando estaba cansada y sin aliento, él y su hija han sido muy generosos conmigo... Nos dieron cobijo y alimento pero Mecua debe volver a su aldea y nosotros debemos volver a casa. 

Mecua los interrumpió al tiempo que Geneth se acercaba en silencio a la pareja, clavó sus hermosos ojos en aquel hombre que amaba y al que deseaba mucho volver a tener. 

-Mis señores, si me lo permitís... No podéis volver juntos como esposos porque aún no os habéis casado pero además, no olvidéis que vuestro padre hará lo que sea para separarlos. Os conviene mantener en secreto la vuelta del dragón. Además, han pasado cosas en vuestra ausencia. ¿Dónde están vuestros acompañantes, milord?

El hombre los aconsejaba con cariño, como un padre o un suegro, para el caso era lo mismo. Cesaelyss miró a los ojos a Aenys y asintió.

-Necesitamos un refugio, mi amor...

El calor de Cesaelyss sobre él era embriagante. No tenía dudas de que ella era capaz de hacerle el amor allí sin importar qué no estaban solos pero la rubia se contenía.

Notas de juego

No recuerdo si Aenys sabe esto pero lo podemos actuar.

2 de 2

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25/06/2025, 23:49
Aenys Targaryen

Mientras Ces me abrazaba con extreman fuerza enterrando su cara en mi cuello pude ver a Geneth, en la oscuridad, en silencio, mirándome fijamente y por un segundo la miré, clavé mis ojos en los suyos, recordando cada noche, cada abrazo, cada beso. Sentí como si el tiempo se parase, como si un túnel entre nosotros se hubiera abierto que sólo nosotros dos conocíamos.

-Te amo-susurré al oído de Ces, pero en aquella ocasión realmente iba dirigido a Geneth, ella lo sabía, mi vista hablaba por si misma y la sonreí con una mezcla de esperanza y pena, pero aquel momento pasó y volví al presente abrazando y besando a Ces nuevamente.

-Lewin...es algo que te viste obligada a hacer...-no pude negar que sentí como un puño me daba un directo en la boca del estómago, pero había sido engañada, los dos habíamos sido separados y ambos habíamos sufrido lo indecible-Tienes toda la razón, Geneth me salvó la vida, si sigo vivo, si estoy aquí ahora contigo, es gracias a ella..-le dediqué una amable sonrisa a la pelirroja.

Pero cuando escuché la palabra violación un volcán repentino de odio y ansia por destripar a ese cerdo aparecieron con todo su poder-¿VIOLACIÓN? DESTRIPARÉ A ESE DESGRACIADO HIJO DE MIL HIENAS-dije con una furia difícilmente contenida. Una cosa era que ella hubiera tenido que yacer con otro hombre a la fuerza, pero la violación....lo despellejaría vivo con mis propias manos.

-Lo encontraremos Ces, se removerá cielo y tierra por encontrarlo y encontrarás tu venganza, lo juro por nuestra sangre dragona...-contesté intentando relajarme un poco, era un momento de cierto júbilo pero..dolía. Miré brevemente a Geneth y luego a Mecua.

-Quedaron a buen resguardo en un terreno rocoso más abajo, alejados del camino, una formación natural en forma de pequeña cueva con grandes rocas en su entrada, difícil es de encontrar a simple vista y hay que saber que existe para verla. El joven lobo quedo con Anyria, deberían de estar perfectamente, me aseguré de que no fueran vistos desde ningún lugar-dije con seguridad y templanza.

Escuché las palabras de Ces-Si querida, todos necesitamos descansar...-y era cierto, estábamos agotados-Seguiremos vuestros consejos en cuanto a volver a nuestra tierra Macua, contadnos que ha ocurrido en nuestra ausencia..-

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26/06/2025, 17:09
Cesaelyss Targaryen

Ella no quería llenar a su dragón de odio pero había cosas que resolver y lo harían. No tenía mucho sentido arrepentirse de las cosas que en ausencia del otro habían hecho. 

-Yo también te amo, mi dragón.

¿Era cierto? ¿Seguía siendo su dragón? ¿No habían pasado ambos por tantas cosas que los habían cambiado de una u otra manera? Cesaelyss lo miró a los ojos, aquellos ojos azules que amaba y los suyos, húmedos y rojos de llorar. Se clavó en su mirada, ¿la amaba aún? Sintió un poco de desasosiego pero luego se evaporó cuando él se convirtió de nuevo en su dragón salvaje.

-Puede ser que Lewyn me haya mentido y aún así debemos agradecerle que mi padre no me casó con Raegon gracias a él.

Ambos sabían que un matrimonio entre dragones no podía romperse por más amor que tuvieran por otra persona. Ella lo besó suavemente, con todo el amor que sentía por él. Lo de Geneth estaba totalmente decidido por la rubia, así que no agregó más nada a eso pero cuando habló de su violador, ella intentó tranquilizarlo.

-No vamos a volvernos locos con esto, Raegon lo debe estar buscando y lo va a encon...

-Milady, no creo que milord Raegon esté buscando a nadie. Acaba de perder a sus dos hermanos. Milady Alys murió en combate, un desafortunado combate durante el torneo del rey y milord Zuntar se quitó la vida al enterarse. Me alegro que vuestros compañeros estén bien.

Cesaelyss se quedó muda, no era cercana a ellos porque nunca se lo habían permitido pero quería mucho a Raegon y sabía lo que él debía estar sufriendo. Las cosas se estaban complicando pero Mecua no había ido allí a callarse.

-Con todo esto, vuestro padre el rey, tratará de casaros con Raegon de nuevo pero él no desea eso... Ahí es donde milord Aenys podrá volver y reclamar su lugar junto a vos.

El viejo hizo silencio para que ellos terminaran de asimilar lo que les acababa de decir. 

Notas de juego

1 de 2

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26/06/2025, 17:22
Geneth

-Yo también te amo...

Sólo movió los labios pero él sabía bien lo que había dicho. La pelirroja no podía evitar sentir que aquel lugar que la rubia había tomado, le pertenecía. Aunque en principio siempre se mostró comprensiva y sabiendo cuál era su lugar pero conforme pasaban los años y acontecían cosas, sentía más y más posesión de él y sin embargo no decía nada. Cuando su padre terminó de hablar, la pelirroja se acercó al trío.

-Antes de que milord Aenys reclame su lugar a vuestro lado, primero deberéis romper el lazo que os unió con Lewyn... 

La pelirroja rodeó a los amantes, los miraba a ambos pero más intensamente a Aenys. 

-Mi Dios puede guiarme para hacer el ritual pero sólo puede hacerse en dos noches, bajo la luna nueva.

Se detuvo delante de ellos, pensaba en quitar del medio a la rubia y montarse en su dragón y hacerle el amor ahí mismo. Si, delante de su mujer y de su padre. Aenys casi podía sentir el deseo de Geneth desbordándose y aún permanecía estoica frente a ellos.

-Por eso creo, si padre está de acuerdo, que debéis venir a la aldea. Al menos por un par de noches, allí nadie va a buscarlos. Enviaremos a alguien por los que quedaron atrás y luego, la princesa y su amiga podrán volver para el sepelio de sus primos y milord Aenys esperará un par de días más.

Llevar a Aenys a su aldea no sería nada nuevo, él era uno más de ellos. Llevar a Cesaelyss era una cosa distinta, la magia de ambos dragones podría ser algo muy bueno o algo muy malo. Geneth tomó la mano de Aenys sorprendiendo a casi todos, se tomó unos segundos y luego tomó los de la princesa.

-Ella estará más segura en nuestra aldea.

Sólo lo miraba a él.

Notas de juego

Ays, arderá Troya? 

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