Partida Rol por web

Valar Morghulis (+18)

Los aposentos sagrados...

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30/12/2023, 15:54
Alys Targaryen

Su hermano menor tenía un cierto sadismo que a ella le gustaba demasiado. Lo dejó hacer, tocarla, humedecida estaba por su causa y claro que él lo sabía. Los gemidos de la rubia no se hicieron esperar y los movimientos de ambos los acercaban cada vez más. El calor que había en esa cama se iba acrecentando, los deseos de Alys se ponían en  primer lugar aquella noche.

-¡Por todos los dioses, Zuntar!

Sentir su miembro pero sin que la penetrara la ponía en un nivel de ansiedad que tras el tirón de él a sus cabellos ya no quiso y ya no pudo controlar. Así que sus caderas cedieron, sus piernas empujaron con fuerza, sabía lo que iba a recibir. Esa carne caliente de Zuntar que la hacía tan feliz. Aquella noche tendrían la cena pero entretanto, iba a disfrutar de él.

-¡SI!

No dijo más, se empujó contra él hasta sentirlo todo. Sus jadeos fueron reemplazados por la falta de aliento y sonrió, pronto comenzó a mover sus caderas para provocarlo a él. No era un ir y venir, no, era una especie de círculo, provocándolo a moverse dentro de ella y notando como se mojaba más y más. 

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30/12/2023, 16:01
Lord Han Tully

Han durmió un rato, necesitaba estar listo para la cena con los Targaryen y sus invitados. Cuando despertó, llamó a su mujer.

-¡Anyria!

Suponía que estaba con el bebé, ellos debían comenzar a alistarse pero antes debían tener una conversación y terminar lo que no habían hecho antes.

-Venid a aquí, amor mío... Ya casi es hora.

Se puso los pantalones solamente y se sentó en la cama, el fuego crepitaba en la chimenea.

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01/01/2024, 10:18
Anyria

Fue consciente del llamado de su esposo y se acercó a él cuando se terminó de sentar sobre la cama. Anyria había dejado al bebé en la cuna la noche anterior, luego de estar con el niño en brazos bastante más tiempo del que acostumbraba, y eso que era una madre afectuosa. Es que sus pensamientos no la dejaban serenarse: sentía este devenir de las cosas que parecían escapársele de las manos y eso no era algo bueno. 

Venid a aquí, amor mío... Ya casi es hora.

La llamó con esa dulzura que lo caracterizaba, como dándole a entender que aunque sus opiniones estuvieran orientadas en distintas direcciones,  seguirían juntos y verían cuál era la manera mejor de proceder. Siempre la joven había sido alguien con mente analítica y que no se dejaba influenciar por las emociones; pese a ello le costaba mucho abandonar a Cessaelys y eso que entendía en el peligro que los ponía a todos. La cuestión es que, desde que había ido a ver a esa bruja, las cosas habían acelerado sus decaimiento o eso era lo que sentía.

-Aquí estoy mi amado, siempre a tu lado a pesar de que a veces parezca demasiado en las nubes, casi como un dragón. -Aquellas palabras fueron dichas con una sonrisa, pues tenía sangre de dragones y no sería raro volar cuando tienes que pensar en demasiadas cosas al mismo tiempo. No obstante, Anyria era una chica sensata, con los pies sobre la tierra... solamente que ahora su corazón estaba lleno de confusión (tal vez hablar nuevamente con su esposo la orientaría un poco más, ahora que la cena estaba tan cerca).

 

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03/01/2024, 15:07
Lord Han Tully

Han tomó ambas manos de Anyria, la miró a los ojos y sonrió con dulzura, con mucha calidez y también un atisbo de pasión que sólo ellos dos podían ver en cualquier momento.

-Amada mía, sé que tenemos muchas cosas que enfrentar aún... No os preocupéis por mis desvaríos porque no han sido más que eso.

Besó las manos de su mujer con cariño, tenían un par de horas antes de tener que presentarse a la cena.

-No podemos irnos, no aún... Soy leal y honesto, juré servir al rey hasta el último día de su reinado y así lo pienso hacer. Sólo soñaba un poco con una vida alejada de todo esto. Esta noche, nuestro hijo tendrá dos guardias en la puerta... Habrá mucha gente y no lo vamos a exponer, aquí estará a salvo. Vos y yo no nos perderemos de vista en ninguno momento... Necesito que os quedéis a mi lado y seguramente os estaréis preguntando por qué os digo todo esto y ya va, amor mío...

La fue recostando junto a él, la besó suavemente Ene los labios mientras jugaba con los lazos de su ropa, oteando el horizonte de las ganas de su mujer de yacer con él pero sin presionar. Mientras la besaba, iba hablando.

-No lo sé de cierto pero alto está distinto, algo en el aire, algo en el castillo, no lo sé pero siento que debemos estar muy atentos, ¿estáis de acuerdo?

Detuvo sus movimientos pero estaba claro que en aquellas horas previas a la cena, Han Tully deseaba hacerle el amor a su mujer.

Notas de juego

Ya sabes que puedes responder y si no quieres rolear lo otro, pasamos a lo que sigue dando por hecho que sucedió.

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05/01/2024, 09:44
Anyria

Saberse querida así, deseada como la primera vez; conocer que realmente su esposo no tenía ojos para nadie más, era una bendición que no muchas mujeres compartían. Anyria, por su parte, lo amaba con absoluta devoción. Eso hacía más difícil la faena de quedarse, cuando una enorme parte de su ser quería escapar con su hijo y él, hacia lares más amables, en donde los dragones no largaran su estrepitoso fuego de guerra.

-Amada mía, sé que tenemos muchas cosas que enfrentar aún... No os preocupéis por mis desvaríos porque no han sido más que eso.

Y él la entendía y no la presionaba ni estaba enfadado por su decisión. Eso no tenía precio, era parte de la belleza de Lord Tully.

Si hablamos de desvaríos, los míos son peores. Reconozco que suena ridículo hacer todo esto basándome en un sueño y te agradezco infinitamente que tu amor sea tan extenso que puedas omitir a una esposa un poco paranoica.

El beso sobre sus manos avivó el anhelo que ella siempre tenía por su contacto. Lo quería como alma y como cuerpo: por ende lo quería en forma completa.

Necesito que os quedéis a mi lado y seguramente os estaréis preguntando por qué os digo todo esto y ya va, amor mío...

Le hizo entender que también tenía razones para permanecer al lado del Rey. Por lo tanto, no solo era por su visión que se quedaban aquí, al menos por un tiempo más. El comentario sobre los guardias custodiando a su bebé la tranquilizó mucho, dicen que no hay peor dolor que el de perder a un hijo y la muchacha definitivamente no quería conocer ese tipo de desgarro.

-No lo sé de cierto pero alto está distinto, algo en el aire, algo en el castillo, no lo sé pero siento que debemos estar muy atentos, ¿estáis de acuerdo?

-Vientos de cambio se yerguen sobre el castillo, mi amor. No me atrevería a vaticinar su naturaleza, pero también me ha llegado su brisa. Debemos tener precaución en quién confiar, pues podríamos estar jugando todo lo que tenemos... y no me refiero a lo material. No obstante, tú me das fuerzas. Tu amor me da fuerzas y seguiré a tu lado haciendo lo mismo por ti.

En ese momento, después de aquella frase, ambas miradas se cruzaron y la conexión mágica que había entre los dos, volvió a reverdecer. Reconocía en los ojos de su esposo, el deseo que llameaba y quería complacerlo, pues Anyria también deseaba olvidarse de todo, entre sus brazos. Así que no esperó que él iniciara el cortejo. Fue la joven quien buscó la calidez de su boca, mientras acariciaba sus mejillas con las manos. Luego, con una risa desafiante, lo empujó sobre la cama. La sorpresa de Hans se vería en su rostro, ella solía dejarlo dirigir. Mas el casi haberlo perdido en manos de otra mujer que lo deseaba, avivó a la parte de dragón de su linaje, dejando dormir un rato a la tranquila cierva.

 

Notas de juego

No tengo problema en rodearlo *.* es romántico. Como tú desees Dire.

^.- ta re buena la historia, amo a mi familia ficticia jijij.

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05/01/2024, 16:45
Lord Han Tully

No, no podía ponerse a discutir cuál de todos los desvaríos era peor pero si sabía que seguramente el del rey les ganaba a ambos. Tenía la certeza de que el viejo haría lo que fuera para casar a Cesaelyss con su primo y no con el recién llegado, además de mayor para la princesa, Lewyn. Pero los reyes y su estirpe se manejan de maneras que ellos desconocían pero que además, ellos nunca contemplarían. 

-Amo tus desvaríos...

Se dejó llevar, sorprendido por la fuerza de su esposa en esos menesteres. La otra fortaleza era algo que le tenía sabido y conocido. La besó apasionadamente, recorrió su cuerpo por sobre sus ropas pero teniéndola encima, sintiendo su peso, la pasión y el calor comenzaban a crecer. Suavemente retiró la parte de arriba del vestido de su hermosa mujer, deshizo los lazos y se quedó mirando sundesnudez embobado. 

-Sois la más hermosa de los Siete Reinos...

Se sentó y comenzó a acariciar los pechos de su mujer, los trató con amabilidad, no era un bruto como otros. Se dedicó con sus besos y su lengua hasta que sintió la dureza de su excitación, relamió un poco más y después de recostó mirándola divertido.

-Veamos qué cambios me trae a mí...

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06/01/2024, 09:19
Anyria

Los ojos de Lord Tully se abrieron, tanto con sorpresa como con deseo, al ser consciente del fuego de su dragona de cabellos de ébano. Ella, a su vez, enfocó sus orbes castaños, poblados de largas pestañas, sobre los pozos más claros de su esposo. Él la elogió, recorriendo con sus manos por encima de la ropa, la figura de la madre de su hijo. No había perdido nada de su belleza o encanto. Los lazos que anudaban su corsé se deshicieron bajo el arte de sus manos y él la admiró tontamente, como solo lo hace un enamorado. 

-Sois la más hermosa de los Siete Reinos...

-Shhh, calla. Solo soy la más hermosa para ti 

Pasó las manos sobre el pecho de su esposo, como si quisiera recordarlo de memoria, hacerse una imagen mental de su anatomía (por si en los días futuros debía separarse de él) Retiró la idea de inmediato porque no quería admitir que la asustaba demasiado. En cambio quiso fijar su atención en el momento que estaban viviendo, en el amor que crecía como las olas del mar. Se seguían deseando así como la primera vez que se habían visto. Luego él se irguió apenas y probó el sabor y la suavidad de sus pechos. Anyria jadeó, rebosante de placer por los caminos de su boca. Lo mantuvo pegado, enredando sus delicados dedos sobre los largos cabellos de su esposo. 

Él, dejando la piel de la muchacha como el fuego, se divirtió al pensar qué tendría planeado esta nueva versión de su esposa, que le gustaba mucho. 

-Veamos qué cambios me trae a mí...

-Solo olvídate de todo, de todos. Somos nosotros dos -le indicó, sujetando el borde de su pantalón con su boca y gateando hacia atrás hasta dejarlo desnudo. La dragona tenía un apetito voraz y cuando Lord Tully entendió hasta qué punto, su sexo fue envuelto por la dulce lengua de su amada, no antes de decir -solo enfócate en nosotros dos. Tal cual aquella tarde en el granero, escondidos de nuestros padres. Alejados del mundo por el tiempo que los dioses nos regalaron.

En dicha ocasión,  ya se había decidido que contrajeran matrimonio, por lo que Anyria no se había preocupado de quedar embarazada, pero no había querido esperar al día próximo. En realidad, ninguno de ellos había podido contener el anhelo que tenían por el otro. Aquella había sido su primera vez, y habían conectado, encajado perfectamente, como las piezas de un rompecabezas armadas por el destino. Esa tarde fue él quien la dirigió en los caminos del placer mezclados con el cariño. Esta vez era su esposa la que le daba vuelta a la moneda, mostrando hasta qué punto estaba totalmente perdida. Lo quería, lo deseaba, lo amaba con todo el cuerpo y el corazón. Por eso el vínculo entre los dos era más fuerte que cualquier cosa que les pusieran en el camino. Lo sabía y seguramente Hans también: solamente la muerte podría separarlos.

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06/01/2024, 18:45
Lord Han Tully

La vida era más que generosa con él, más allá de los líos de la realeza, lo cierto era que desde que aquella mujer, su mujer, entró en su vida, todo había cambiado. Él había dejado su vida anterior en el pasado y sólo sentía devoción por ella. Su padrino, el hijo Tim Tyler una vez le había dicho que ese amor sólo lo sentiría un tiempo y que después buscaría putas pero eso jamás pasó, él jamás deseó a otra mujer una vez que la tuvo a ella. Las palabras de Anyria sobre pensar en ellos solamente y sobre la noche en qué la hizo suya por primera vez, provocaron que volviera a aquella noche donde por primera vez sintió que tocaba el cielo. 

-¡Cómo podría olvidar aquella no... Ah, por los Dioses!

Al momento de sentir la suave boca de su amada Anyria haciendo aquello, su sorpresa no se hizo esperar pero su placer tampoco. Claro, era esa parte de su mujer que nadie conocía, esa parte Dragón que provocaba fuegos en su interior y fuera de él también, dejando notar su dureza y su gran tesón de Tully. Bajó las manos hasta acariciar el cabello de su esposa y cerró los ojos. Poco a poco iba sintiendo los movimientos de ella que lo hacían viajar por las nubes. No quiso decir nada porque sería burdo y soez, no se trataba de eso con ella, no, al contrario así que la dejó moverse a su entera comodidad, notando cómo subía y bajaba por la espada enhiesta de su ser arrancándole gemidos que no tenía interés en disimular. La dejó seguir haciendo, notando como el fuego crecía dentro de él pero quería que fuera sólo ella la dueña del tiempo en sus movimientos.

-Por favor, mi amor, no pares...

Abrió los ojos y bajó la mirada, necesitaba estar seguro de que aquello estaba pasando y que no estaba soñando. Disfrutaba de aquella imagen de su mujer adueñándose de él y de su masculinidad de una manera tal que sólo una Diosa podría hacerlo.

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07/01/2024, 10:56
Anyria

La mención del recuerdo de aquella noche, en la que por primera vez se habían unido, no se había extinguido en las memorias de su esposo. Mas su comentario sobre aquella vez, se vio dulcemente interrumpido por el enorme placer que Anyria, de una forma inusual, le estaba propiciando. Era para ella como un trofeo el saber que podía conseguir encender los fuegos de su esposo, como un herrero lo hace para forjar una espada.

-¡Cómo podría olvidar aquella no... Ah, por los Dioses!

Siempre había sido una amante solícita, lo mismo que él con ella, pues parecían no saciarse nunca uno del otro. Sin embargo, esta era la primera vez que a Anyria probaba llegar más lejos que antes. Estas formas no eran las de una noble, lo sabía y no le importaba. Los títulos de nobleza, la descendencia, el linaje o el mismo el color de su estandarte, nada representaban comparado con este vínculo. Ninguna cosa era más importante que la familia,  ni más auténtica que el amor que sentía por Lord Tully y por su hijo.

Le encantaba ver, en sus gestos, en la forma en que cerraba los ojos o le acariciaba el cabello, lo mucho que lo estaba disfrutando. Le apasionaba saber que ella era la artífice de su placer, haciéndole olvidar (al menos por un instante) todos los problemas que pendían encima de sus cabezas. Que la sombra de la incertidumbre quedara atrás... pues en ese momento solo existía el calor y la luz que emanaba su pasión.

-Por favor, mi amor, no pares...

Su hombre (le gustaba pensar en él de esa manera, como si así pudiera mantenerlo unido a ella y quitar los caprichos de los dioses, cuando de un tirón, te sacan lo más preciado) estaba rogándole que no se detuviera. No hacía falta, la dulce boca de la joven aumentó la succión, mientras la lengua recorrió la sensible carne haciendo que cada vez fuese más difícil el control para su marido. No tenía intenciones de detenerse: quería hacerlo explotar como un volcán de las Montañas Rojas y, que con su simiente, también se fueran todos sus miedos, sus dudas, su bronca.

El amor que la llenaba, que le daba vida, hacía que esto fuese más que sexo. Se trataba de la complicidad entre dos personas que se conocían de verdad y se aceptaban tal cual eran: total y sin reparos. Dentro de sí, oró porque la princesa Cessaelys fuese algún día tan afortunada como ella, o incluso solo la mitad.

"Casarse por amor... mayor fortuna no hay ni en las arcas de los Lannister."

 

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14/01/2024, 15:40
Lord Han Tully

No estaba muy seguro de poder controlar su placer, su éxtasis y todo lo que conllevaba el hecho de tener a su amada Anyria haciéndole aquello, volviéndolo loco de excitación pero se fue controlando, pensando un poco en la cena que tendrían más tarde, pensando en que su mujer era una dama y no podía simplemente mancillarla de aquella manera. Con movimientos rápidos tiró de ella y puso a tiro de su boca para besarla apasionadamente como si fuera el primer beso en años, sus lenguas danzaron juntas, notando los sabores del otro y luego la dio vuelta sobre la cama. 

-Lo siento, amor mio pero necesito esto...

Separó las piernas de su mujer encontrándose con ese tesoro que tantas ansías tenía de penetrar pero aún así se tomó el tiempo para acariciar las largas piernas de Anyria, pasó sus dedos cariñosamente por su sexo y con la otra mano preparó el suyo y lo encaminó a la cueva tibia de la carne de su mujer. Tibia en principio, pronto pudo hundirse del todo en ella y el calor era agobiante, una hoguera que lo hacía querer arrebatarse y poseerla con rapidez pero no, se tomó su tiempo. Puso los talones de Anyria en sus hombros y desde ahí comenzó a moverse lento, si se apuraba, acabaría allí mismo. comenzó a pensar en hacerle otro heredero a su mujer mientras empujaba sus caderas y la hacía sentir todo su sexo.

-¡Eres tan hermosa, Anyria!

Se había dejado el protocolo para más tarde en la noche.

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16/01/2024, 09:38
Anyria

La diversión de Anyria fue creciendo en cuanto su esposo tiró de ella hacia sí, a fin de besar sus labios, retirándolos de la parte de su anatomía que parecía de mármol. Y su esposa lo besó, de nuevo con una pasión desorbitada. Él tocaba su boca con la dulzura de la primera vez; ella devoraba aquellos labios, como si fuese la última.

Es que todo se estaba complicando muy de a poco en sus vidas. Ella se encontraba preocupada por la boda secreta de Cessaelys con ese hombre de Dorne. Temía, que si bien pudieran haber muchas veces más para ellos dos: una gran cantidad de lunas en el horizonte de sus vidas; también era posible lo opuesto. Tal vez a partir de la cena próxima, todo empezaría a ir en declive, por lo que Anyria se había propuesto aprovechar este momento íntimo con su esposo. Era mejor tener algo que recordar que quedarse con la pregunta del quizás. En verdad, ella estaba actuando de forma tan diferente a las otras veces, tal vez buscando al unirse a él tan intensamente, quedarse casi con una parte de su alma.

-Lo siento, amor mio pero necesito esto...

Las palabras de Hans eran la miel de sus oídos. 

-Yo siempre te necesito, eres la calidez de mi corazón de dragón. Eres todo. 

Esperó que él no se diera cuenta del tinte de tristeza con el que le hacía esta declaración. En cambio, se entregó al acto amatorio en cuerpo y alma. La unión de ambos fue vivida como algo sagrado, sintiendo de nuevo lo bien que encajaban en uno con el otro. Pronto enredó sus piernas en la cintura baja de su esposo, y lo besó con fuerza, antes de moverse al ritmo de sus caderas. Este instante era perfecto, y nada ni nadie podría quitarle la pura felicidad que contenía. Era como una pintura o un tapiz, que guardan un momento en manos de la eternidad. La dragona de cabello oscuro se apropiaba de cada segundo junto a Lord Tully para pintar el cuadro de su memoria.

Su esposo subió los talones de su compañera sobre sus hombros y la llevó al terreno del placer y del amor mientras le hablaba de su belleza. Tomando aire entre sus jadeos, ella le declaró.

-Eres la razón de mi belleza, porque eres mis ganas de sonreír. -E iluminó, con una sonrisa plena, aquella frase. Un poco después ya le fue difícil coordinar cualquier otro vocablo. Había apagado su mente en pos de encender su cuerpo y empezaba a perder la posibilidad de una respuesta digna a cualquier cosa que su esposo le dijera. De todos modos estaban en un momento en el que las palabras no eran necesarias,  en el que el entendimiento pasaba por las almas y los cuerpos. Ellos dos no necesitaban hablarse para entenderse, menos  bajo las sábanas. Ese era el privilegio de casarse por amor (del que lamentablemente, Cessaelys parecía no poder disfrutar, cosa que a Anyria le producía dolor. La quería como una hija por más de que no tuviera la edad para ser su madre).

Ello la llevó a pensar en los otros hijos que había vaticinado la bruja, mas dejó que las imágenes se murieran, así como las preguntas, al son de su orgasmo. 

 

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16/01/2024, 16:28
Lord Han Tully

Esa era la vida misma, ser uno con su mujer. Su bella mujer sabía hacerlo sentir como seguramente se sentían los reyes. El cuerpo de su amada era su templo, su fortaleza y su hogar por eso, se hundía en ella con pasión, con placer, con la vida misma y no paró hasta sentir el intenso orgasmo de ella para luego acompañarlo del suyo. Claro que no olvidaba las palabras que le ella le había proferido pero no podía hablar, sólo jadear de placer mientras el mismo llenaba a su mujer de vida. Después de un momento super íntimo e intenso, la abrazó separándose lentamente de ella pero quedándose pegado a ella para poder abrazarla.

-Te amo, Anyria Tully...

Tenían unos minutos antes de la cena y pensaba disfrutarlos junto a ella. Después un baño, ponerse presentables, su mujer estaría hermosa y sería la más hermosa de esa bendita cena. 

-Willen cuidará esta noche a nuestro hijo y a su septa, así estarán seguros. Y tratemos de no separarnos en ningún momento de la noche, ¿puede ser eso, amor mío?

Conocía la impetuosidad de su mujer y no quería perderla de vista en ningún momento así que necesitaba que ella se lo prometiera.

-¿Me lo prometéis?

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18/01/2024, 09:56
Anyria

Estaban abrazados cuando él le reafirmó cuánto la quería. La joven suspiró, con una mezcla de profundo amor y nostalgia. Era tan ridículo el sentir la necesidad de visitar un lugar que todavía no conoces, que tuvo que decírselo a su esposo.

-Extraño la cabaña en el prado, una que no hemos tenido nunca, mas en la que me veo contigo, viviendo días de paz.

Fue después de hacerlo, que también le declaró.

-Te amo, Lord Han Tully... y algún día hallaremos ese lugar. 

Compartieron unos minutos más en el lecho puesto que pronto deberían levantarse, darse un baño y engalanarse para una ocasión que era realmente muy importante. En tanto, su esposo le hizo una pregunta. 

-Willen cuidará esta noche a nuestro hijo y a su septa, así estarán seguros. Y tratemos de no separarnos en ningún momento de la noche, ¿puede ser eso, amor mío?

Una mirada imperativa restalló en sus ojos, Anyria entendió lo importante que era para él no perderla de vista. 

-Excepto que sea una orden del rey el separarme de ti, no tienes de qué preocuparte. No lo haré. 

Una parte de la muchacha sabía que los dioses eran caprichosos y, aunque pusieses todo tu empeño en algo, si ellos elegían otra cosa... no podías controlarlo. No obstante tenía una intención clara en seguir la petición de Hans y quedarse junto a él el mayor tiempo posible. Tampoco tenía tantos deseos de ir a dicho evento; le hubiera gustado, mucho más en este momento, hallarse en medio del campo, dentro de esa cabaña en la que reinara la paz y la tranquilidad, sin compromisos reales, ni visitantes dormienses, ni nada parecido.

-Al mal paso darle prisa, ven cariño. Tenemos que prepararnos. 

 

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19/01/2024, 20:24
Director

Notas de juego

¿Quieres hacer algo antes de la fiesta?

Es que los otros dos andan en algo y no sé cuánto me tomará:(

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20/01/2024, 11:08
Anyria

Notas de juego

No hay problema, en todo caso antes de la fiesta (cuando ya estemos por empezar) te escribo lo que se pone en Anyria y todo eso. Pero no tengo problema en esperar de verdad.

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23/01/2024, 13:32
Zuntar Targaryen
Sólo para el director

Escuchar a su hermana tan feliz sacaba una sonrisa inocente en el rostro de Zuntar, dejaba que su hermana marque el ritmo y el solo ponía la resistencia necesaria para no llevar sus caderas hacia atrás en cada embestida de ella, suelta sus cabellos que se desparraman sobre su espalda.

Lleva su mano derecha hacia el rostro de ella y busca con sus dedos su boca, los humedece con su lengua y luego los quita para ir hasta su clitoris y acariciarlo el circulo y al mismo ritmo que Alys hace círculos con sus caderas. Luego du un rato disfrutando de todas las sensaciones, enreda un brazo sobre la parte inferior de sus caderas y con la otra mano la topa por uno de sus codos, saca su miembro de ella y con un golpe de fuerza la da vuelta y la pone boca arriaba.

Aun atada Zuntar la mira a los ojos por un momento antes de apoyarse sobre ella y buscar su boca para comérsela con desesperada excitation. Pone las piernas de Alys sobre sus hombros y la penetra sin dejar de mirarla a los ojos con una profundidad absoluta.
Esta vez es el, el que la embiste con cierto control, después de todo es un hombre enorme y mucha diferencia de peso.
Le sonríe con cierta malicia juguetona

-No lo disfrutes tanto, que los sirvientes te van a escuchar.