Raegon siguió las indicaciones de Tyra pero no consiguió encontrar la entrada al pueblo de Mork por lo que tuvo que volver al castillo y ver cómo estaban las cosas allí, ya volvería a buscar Mork pero tenía que encontrar a alguien que supiera entrar. No estaba contento pero más tiempo no podía perder.
Cuando Tyra le preguntó de esa manera tan sensual si necesitaba algo más, Raegon no pudo reprimir el deseo de poseerla en ese preciso momento y lugar. La pelirroja era bellísima, y ella lo sabía y usaba. Hacía bien su trabajo. Y Raegon siempre había sido un mujeriego. Tal vez siempre lo sería. Verla allí sentada, le hizo recordar las palabras de Lena.
La tenía en una altura que más daba para ocuparle la boca de otras maneras, pero no era la intención del Targaryen (al menos por ahroa), por lo que acercó una silla y la puso frente a ella.
-¿Por qué corre peligro? ¿Por qué te buscan?- le preguntó, mirándola a los ojos -Y mejor que seas sincera, porque cuando algo o alguien me interesa, no cejaré en mi empeño por conseguirlo...-
Además, tenía que resolver el misterio de la bolsita que había obtenido como única pista. Y Tyra podía ayudarlo.
-Estoy buscando a alguien que llevaba esto entre sus cosas- agregó, mostrándole la bolsita -¿Sabes de quién se puede tratar? Recuerda que mientras mejor respondas a mis preguntas... mejor será la recompensa-
Él suponía que no serían muchas las opciones, pero quería escucharlo de su boca. Esa boca sensual que prometía delicias...
¿Te parece bien si retrotraemos un poco la narración? Un par de posteos, como para rolear por si surgen algunas preguntas más y mi intento de generar que sea un contacto para mí. El segundo posteo de Tyra creo que no correspondería con lo que va a suceder... creo XD Si te parece que no, entonces edito, o avanzamos igual.
Tyra suspiró.
-Mi vida corre peligro porque mi señora está protegida por vuestro tío.
Calló unos instantes porque se sorprendió al ver el pequeño bolso, que de alguna manera le pertenecía. Observó los movimientos de Raegon, tenía más miedo que otra cosa pero aquel era el sobrino del rey, un Targaryen de pies a cabeza.
-No tengo muchos clientes que se lleven uno de esos... Solo dos. Frink Baratheon y Derrick Stark. Pero este último hace más de un año que no viene por aquí.
La pelirroja se acercó a él, como para confiarle algo.
-Hace un par de días, Baratheon estuvo aquí... Lo atendí y luego se encerró por horas con mi señora.
La mano de la joven prostituta se posó sobre el muslo de aquel rubio acariciándolo sutilmente. No parecía querer esconder nada, se arrodilló ante él porque si podía obtener su gracia, Lena sería historia y ella tendría a los dos mejores Targaryen. Lo acarició más cerca de su sexo pero sin ser intrusiva, él debía querer y ella seguiría hablando.
-¿Me dareis una buena recompensa si os conduzco hasta él?
En ese momento él no podía saber si ella decía la verdad sobre poder llevarlo con el Baratheon pero a veces había que confiar.
-Quiero salir de aquí...
Motivo: Ganar el favor pedido
Tirada: 1d100
Dificultad: 45+
Resultado: 67 (Exito) [67]
Vamos con este, ignora el segundo post de Tyra por el momento.
Raegon la tomó de la barbilla para que lo mirara a los ojos. Su rostro aún se mantenía serio.
-Que corras peligro porque tu señora está protegida por mi tío no responde a mi pregunta...- le dijo acariciando su pelo con la otra mano -¿Por qué correría peligro tu vida? Más allá de que ahora me estés ayudando...-
Podía percibir el miedo en los ojos de Tyra, pero era buena ocultándolo. Era un activo interesante esa muchacha. No le atraía como Lena, quien demostraba una inteligencia superior, pero la pelirroja era prometedora. Además de hermosa y sensual, combinación peligrosa para cualquier hombre... y especialmente para el Targaryen.
-Ya esto está ayudando mucho más- le dijo sonriendo levemente, y llevando la mano que le había acariciado el pelo hacia el cuello, para tomar la de la nuca y guiarle el movimiento para que se levantara. La mano que le había sostenido la fina barbilla, bajó hasta la cintura, atrayéndola hacia sí, y sentándola sobre sus piernas.
-Y... ¿adónde quieres ir?- le dijo hablándole cerca del oído, hacia el cuello, donde ella podía sentir su aliento, y él llenarse de su perfume y suavidad de la blanca piel -¿Para qué crees que estás a la altura?- le besó el cuello mordiendo levemente, y la tomó levemente del pelo echándole la cabeza hacia atrás apenas lo suficiente como para nuevamente mirarla a los ojos -Porque tendrás que demostrármelo si quieres que confíe en ti... no me gusta que me traicionen...-
Tenía un nombre, y no cualquier nombre, pero aún faltaba. Las negociaciones le gustaban a Raegon, pero ninguna lo había excitado tanto como la que estaba llevando a cabo. Incluso había logrado olvidar fugazmente a Lena, confiando en que sus hombres se encargarían de que estuviera bien. Le tenían la suficiente y equilibrada combinación de respeto y miedo como para saber que tenían que hacerlo bien y rápido.
Raegon quería toda la información y ella, aunque en principio tenía miedo, luego decidió que quizás lo mejor era decirle la verdad.
-Mi señora me compró hace poco, el secreto que ella guarda es demasiado importante para el reino y si sabe que yo os lo revelé, a vos o a cualquiera, no tendrá consideración conmigo. Sólo soy una puta más en esta casa...
Sentía cómo él sostenía su barbilla y era, quizás, más como una caricia pero firme que ella no podía ignorar. Él la tomó, no era como la toma de un cliente, se parecía mucho más a la de un amante y ella no era tonta, sabía que él haría lo que fuera por conseguir información pero también, estaba convencida de que ella podría verse favorecida. Se sentó en sus piernas porque él así la guió, lo miró a los ojos mientras ponía sus manos sobre el pecho del Targaryen.
-A Bravoos quiero ir... Con las monedas suficientes podría tener mi propia casa y olvidarme de este lugar en el que soy una más y dónde mi vida le pertenece a alguien sin escrúpulos.
Tyra metió una mano por entre la tela fina de su camisa y acarició la piel que imaginaba tan blanca como la de su cara, su cabeza se estiró un poco buscando el cobijo de su cuello, él podía sentir su respiración pero luego la apartó para mirarla a los ojos. Se removió encima de él, buscando una reacción que sabía que obtendría de él por la fama que el joven sobrino del rey tenía en el prostíbulo.
-Aunque os voy a ser honesta, también podría quedarme si seré la favorita del sobrino del rey...
Los ojos que se le habían clavado a los suyos mientras la pelirroja hablaba se cerraron y se acercó a sus labios sin reparo alguno pero no lo besó, no quería besarlo, quería que él la besara a ella.
-Milady, los Stark y los Baratheon, planean algo... Protegerán al bastardo y yo, si me das lo que deseo y me tratas como merezco, podría llevaros hasta el bastardo.
Y ahí fue donde él podía ver qué había mucho más de lo que sabía. Qué realmente su prima estaba en peligro de muerte y que su tío quizás no era la persona que él creía. Había más, ella no había dicho todo. No aún y estaba bien porque me que esas eran sus cartas pasaporte a un mejor destino.
Motivo: Confesar
Tirada: 1d100
Dificultad: 40+
Resultado: 78 (Exito) [78]
Quizá aquella había sido una decisión arriesgada. No sabía donde estaba Aenys y el niño. Quizá estuvieran durmiendo en el lupanar, o quizá hubieran ido cerca del rey para el torneo. Pero ciertamente, lo que Wylla le había dicho le había dejado muy inquieto. El plan para asesinar al rey y a Cesaelyss, para colocar al niño y a su misterioso tutor como sucesores al trono.
No dijo su nombre ni daría el real. También había tenido el tino de entrar con sigilo en aquel lugar, por la famosa puerta trasera de la calleja que le habían enseñado. Sin embargo, había urdido un pequeño plan. Un plan que le tenía dando vueltas sobre si lo que podía hacer era moral o no. Uno de los suyos aguardaba para bloquear la salida con un carro.
-Sin duda podéis...
Sonrió a la chica. No era fea. Las mujeres del norte con su piel blanca y su cabello lacio y claro, sin duda tenían para ella un tipo de belleza que podía considerar como exótica. Sin embargo, no estaba allí para fornicar con una desconocida y agotarse justo antes del torneo.
Así que recondujo la conversación con el tintineo de una bolsa. La información valía dinero. Y más en desembarco del rey.
-Busco a Aenys. El otro día y ella y yo tuvimos una prometedora conversación. Asuntos importantes. Como sabrás... estamos preparando... cambios.
Se incluyó inmodestamente en esa conspiración o cambios, pero sin ir más allá en qué tipo de conspiración se refería. Bien podía ser una que ella no conociera.
-¿Está aquí? Me gustaría hablar con ella.
Tyra dejó de acariciar aquel muslo en el cual pudo sentir más que músculos y eso estaba bien pero aquel hombre parecía estar un poco perdido. Eso o la estaba poniendo a prueba y a la pelirroja no le gustaba eso y sin embargo decidió ayudarle porque había varios que le llevaban ventaja y le dio un poco de pena.
-No necesito vuestro dinero.
Se encogió de hombros, algo orgullosa y negó con la cabeza.
-Lord Aenys Targaryen murió y tenía, creo recordar, un enorme pene... Al menos eso dicen por aquí.
Tyra no sabía si ese hombre conocía la historia del Targaryen o era una mera casualidad que lo confundiera con su señora.
-Ahora, si buscáis a mi señora, lady Matthon... Si, ya sé que no es una lady pero si es a ella a quién buscáis, debe estar camino al torneo. Tengo entendido que su buen amigo el rey ha dispuesto una carpa especial para ella y para algunas de nosotras.
Sonrió con sensualidad, parecía que su señora tenía más enemigos que amigos y eso podía ser beneficioso para algunas de ellas.
-Cuando terminen las competencias, tal vez deseéis acompañarnos. ¿Hay algo más que necesitéis de mí? Tengo que ocuparme de el lugar mientras mi señora no está.
Lo cierto era que Tyra debía elegir bando porque quien jugaba a dos puntas generalmente terminaba muerto antes.
Motivo: Ayudar al dorniense
Tirada: 1d100
Dificultad: 45+
Resultado: 100 (Exito) [100]
Fuaaaaa jajajajjaa
-Cuando termine con ella, no te preocupes que será el menor de tus problemas... más bien, no será un problema para tí- dijo con seguridad, sabiendo que la venganza que pondría en juego sería suficiente para calmar la ira que sentía por lo que le había hecho a su prima.
Él le hablaba en voz firme, dejándole que ella tocara y que también sintiera sus reacciones, ya que no tenía intención alguna de ocultarla o reprimirla. Él ya había tomado la decisión de qué sucedería allí, porque Lena se lo había adelantado.
-Por lo tanto, y lo ha demostrado tu accionar, no eres una puta cualquiera... y tu ambición lo demuestra- le dijo con una sonrisa sincera, mientras le miraba la boca, a poca distancia de la suya. Ella podía sentir su aliento con cada palabra que decía.
Le gustaban las mujeres ambiciosas, pero debían ser leales. De Tyra no estaba seguro, de Lena sí. Con una mano todavía la sostenía del pelo, levemente, y él le recorrió el cuello sin tocarlo, pero sí pasando tan cerca que ambos lo podían notar. Podía sentir la agitación en ella, y él sentía el corazón palpitando.
-Entonces, mejor que hables todo lo que tengas para decir, desde lo que ella tiene sobre vos, como lo que puedan traer entre manos... y obviamente serás recompensada... porque valoro mucho la sinceridad hacia mía, la lealtad y la utilidad. Y en una mujer, además la belleza y... su experiencia, podríamos decir- era una forma sutil de decirlo...
Ni le confirmaba que sería la favorita, ni lo negaba. Ya tenía una favorita, pero podía tener más de una. Que ella completara con su imaginario, mientras sentía cómo el príncipe tomaba con fuerza un glúteo y la apretaba contra sí.
-¿Demostrarás tu experiencia, tu lealtad y tu sinceridad?- le preguntó al oído, presionándola aún más fuerte hacia él, para sentir sus pechos en el suyo, y su sexo contra el suyo, firme y deseoso de más.
¿Sé de qué bastardo habla? Para saber si tengo que preguntar más sobre eso o no.
Ella quería creer, muchas veces había tenido promesas de ese tipo, de hombres poderosos aunque no tanto como el propio Raegon. Aenys no le había prometido nada, pero lo de él era otra cosa, sabía que su amor y favor le pertenecían a una mujer que aún no conocía. Respiró profundo, podía sentir las caricias del Targaryen y se estremecía pero no sólo porque ese era su trabajo, no, él la hacía sentir algo que ella no estaba muy segura de como interpretarlo. Tampoco tenía muchas ganas de contenerse a pesar de que sabía que él lo hacía para conseguir algo pero estaba bien, ella también quería conseguir algo.
-Nunca seré una puta cualquiera, mi lord. Fui criada como una lady en más de un aspecto pero en otros, fui educada como una meretriz de alto nivel.
Removió las caderas suavemente sintiendo la ya notable erección de su acompañante y ella estaba sintiendo el fuego Targaryen que se avecinaba.
-Lo que tengo que decir, mi lord, incluye reyes, bastardos, a la regente de un prostíbulo, a la puta que tuvo al bastardo del rey y a los Baratheon y Stark más lejanos a Desembarco del Rey... ¿No lo habéis captado aún? Ese bastardo es aún un crío, casi un bebé pero lo están cuidando y piensan derrocar a Aegon y a vuestra prima... Aunque no sé cuándo lo harán. Sé dónde mantienen oculta a la madre prostituta pero también sé que no va a estar mucho rato allí, hay un torneo y muchas oportunidades.
Ella se levantó, se arrodilló ante él y desató la calza del rubio hombre con una suavidad y maestría sin igual. Liberó su sexo y le dio un beso suave mientras lo miraba a los ojos.
-Ya demostré mi sinceridad, ahora os demostraré mi experiencia. Para mí lealtad tendréis que ponerme a prueba...
No bajó la mirada y comenzó a hacerle sexo oral, suave, sin prisa, recorriendo el miembro y avisando el deseo. A veces ganando poca distancia en su enhiesto ser, otras casi llevando al fondo de su garganta, sus ojos grises clavados en los de él, como si no tuviera la boca llena de su espada. Sólo se detendría si él se lo pedía, si no, llegaría hasta el final, hasta obtener un grito de placer y un latigazo de fuego Targaryen dentro de su boca.
Motivo: Entregarse
Tirada: 1d100
Dificultad: 35+
Resultado: 95 (Exito) [95]
Mi amigo perdido!!! Jajajaja.
El bastardo del rey. Tu primo bastardo.
Raegon se sorprendió de que los Stark y los Baratheon estuvieran planeando algo así, pero no le sorprendió que su tío tuviera un bastardo. Pero eso significaba que su prima estaba en peligro, él estaba en peligro... que su tío se pudriera en los 7 infiernos.
Tyra sabía muy bien hacer su trabajo. Extremadamente bien, aprovechando saber hacer, con talento y belleza natural. Era una combinación peligrosísima. Especialmente para el joven príncipe. Ella podía percibir su placer, tanto en la boca como a través de los ojos.
Raegon la levantó con una mezcla de delicadeza y autoridad, la miró un momento a los ojos, y la besó mientras desanudaba los lazos que mantenían en su lugar el vestido de la joven. Si haría eso, lo haría bien, y él ya estaba encendido como la llamarada del dragón de su escudo. La dio vuelta, apretando sus firmes pechos con sus manos, sólo para bajar una de ellas hacia la cueva que prometía placeres aún mayores, mientras continuaba besando y mordiendo por momentos el cuello.
-Me dirás dónde está esa madre... y su bastardo- le dijo al oído con la respiración agitada, mientras comenzaba a penetrarla sintiendo sus glúteos contra su cuerpo -También cuánto tiempo estará allí... y con quién...- le besó la oreja -¿A qué estás dispuesta para ganarte mi... confianza?-
Acompañaba las penetraciones con el juego de su mano por el frente, y el disfrute de la otra con su garganta, boca y pechos. Estaba realmente disfrutando el príncipe, como sabía hacerlo desde que había tenido edad suficiente para escaparse del castillo. Y no lo ocultaba, mejor que ella lo supiera.
El bastardo del rey. Tu primo bastardo.
Me parece que le va a suceder un accidente... XD
Me dio gracia la tirada XD Se re entregó con ese 95 jajjaja
El niño seguramente no estaría allí. Era lógico, si el rey iba a ir al torneo y ambos se iban a encontrar. La orgullosa madre querría enseñar su nuevo vástago al dueño de los Siete Reinos. Ahora, él tenía que disimular un poco su interés. Pero le quedaba claro cual era el lugar al que debía ir.
-Disculpad. Soy un extranjero y los nombres se me dan mal. Precisamente, quería hacerle una pequeña propuesta de cara al torneo, a vuestra señora.
Asintió, despacio. No quería tener intimidad con aquella mujer en aquel momento, por bella que fuera. No obstante, ahora tenía bastante prisa. Estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
-Acompañaros sería un placer, sin duda. Excusad mi torpeza, y espero volver a veros en otras circunstancias.
Se llevó una mano al pecho, galante. Se despidió con una sonrisa, pensando en que a veces uno hacía tonterías. Que las hacían los reyes y los príncipes tanto como los plebeyos. Se encaminó al hombre que esperaba para prender el lugar en llamas, y le dijo que el asunto debía esperar. Que encerrara el carro y aguardara instrucciones. Y que por supuesto, no dijera nada a nadie. Según su tío, era una persona de fiar. Pero cada vez se fiaba menos de las personas de fiar.
Sin más, encaminó sus pasos hacia donde debía. Iría al torneo y plantaría orgullosamente la tienda de los Martell.
Tyra sabía que ya se jugaba con la vida con todo aquello pero había en Raegon un magnetismo tal que no podía negarse. Fue sintiendo sus manos liberarla de la ropa, entrar en ella arrancándole un gemido ronco y largo que la sorprendió porque casi siempre tenía que fingir y está vez no había sido así. Comenzó a mover las caderas mientras mantenían aquella importante charla.
-Milord... Lo que vos me pidáis, podéis considerarlo un hecho.
Sus movimientos eran firmes, sus caderas sabían cómo encontrar el punto exacto donde él se hundía más en ella. Tyra sabía dónde mantenían a la mujer pero creía que no iban a estar allí, así que así se lo dijo mientras seguía follando con él.
-No estarán en el pueblo, mi señora va a llevarla al torneo... Creo que llevarán al niño para que el rey lo conozca pero el resto del plan lo desconozco, ahí es donde entran los Baratheon y los Stark.
Ella comenzó a moverse más rápido, estaba saltando sobre él, disfrutando de aquel Targaryen en toda la extensión de la palabra. Jadeó con fuerza antes de decir lo último.
-Buscad la tienda de lady Brown... Creo que es el nombre que usan para ... ¡Por todos los dioses, mi dragón!
No disimulaba el placer que él le causaba.
Raegon no necesitaba intentar tapar sus emociones o impulsos. No en ese lugar, en ese momento. Realmente estaba disfrutando mucho, gozando de ese cuerpo, de esas sensaciones, de esa voz que le hablaba por momentos en susurros al oído, mientras sus senos danzaban frente a él y sólo sus manos y su boca podían detenerlos en su vaivén hipnótico.
No dudaba de que aquella mujer diría cosas parecidas a muchos hombres, aún no le creía y ya había demostrado tener más experiencia que la que había aparentado antes. ¿Cómo podía saber si realmente estaba disfrutándolo o era sólo una puesta en escena? Raegon era bueno leyendo rostros y actitudes, y siempre se había jactado de ello, pero cuando de sexo se trataba, no podía estar cien por ciento seguro. Era su debilidad...
Él ya sentía la virulencia propia del momento de erupción acercarse con ese movimiento de fuego que tenía sobre él. La tomó con mucha fuerza de la nuca, echándole la cabeza hacia atrás y besándole el cuello, mientras que con la otra mano la hacía detenerse apretándola contra él. Quería seguir disfrutando, no quería que acabara tan rápido.
-Lo usan... ¿para qué...?- le preguntó con la respiración agitada, para luego guiarla para que se levantara y se pusiera de espalda a él.
No es que prefiriera eso, incluso prefería verle el bello rostro que tenía Tyra, pero quería alargar el momento, y esa pequeña pero significativa pausa le ayudaría en su cometido.
-¿Tiene... protección?- le preguntó una vez se sintió dentro de su cuerpo, viendo esa nívea espalda que aún no comenzaba su movimiento.
Tyra había pasado por muchas cosas, su madre la había vendido para poder casarse con un hombre que no quería al hijo de otro y fue violada en más de una ocasión antes de ser propiamente una mujer. Nunca nadie se interesó en ella como para ser una amante fija, querida y cuidada, sólo era una puta y había aprendido bien lo que los hombres querían, necesitaban y deseaban oír pero en este caso, hizo lo que ella no hacía nunca: se permitió sentir y disfrutar de Raegon.
-Es el nombre falso de la puta del rey...
Entre jadeos y gemidos, la pelirroja se movía, notando la fuerza de su penetración, el deseo, el calor que le provocaba, no estaba muy segura de que a él le importara pero antes de darse vuelta, lo miró a los ojos fijamente.
-Me hacéis perder la cabeza, seguramente terminaré muerta, milord.
No aguardó a que él le dijera nada, sabía que una puta y un príncipe no podían ni siquiera pensar en iniciar algo que no fuera exactamente lo que estaban haciendo y después de eso nada. Se giró rápidamente, se sentó sobre él, sobre su deseo, sus ganas y su fuerza, su calor la inundó de inmediato y comenzó a mover las caderas lentamente porque ella también estaba disfrutando y quería alargarlo.
-Tened cuidado con un hombre de cabellos negros como la noche, es un sacedorte o algo así... He visto como pone cosas en las copas de los enemigos de mi señora o como hace que sus caballos enloquezcan con su amo o...
La pelirroja comenzó a moverse más rápido y más profundo, no había mucho más que decir pero si él tenía dudas, las respondería todos. Su cuerpo se preparaba para un orgasmo brutal, no uno inventado, guionado como se los daba a todos, no, uno de verdad y que atesoraría para el resto de su vida.
Motivo: Sincerarse
Tirada: 1d100
Dificultad: 25+
Resultado: 42 (Exito) [42]
-...sólo si me traicionas...- le dijo tomándola del cuello levemente y atrayéndola a él -...pero sé que no lo harás...- y comenzó a sentir con su otra mano el sexo de la joven mientras le daba placer como una puta myriense le había enseñado hacía muchos años.
Cuando Tyra aceleró el ritmo, ya no había preguntas que pudiera realizar de manera lógica. Su mente se nubló con el placer y el disfrute de un sexo grandioso con aquella pelirroja. Sólo le extrañó imaginar la escena con Lena a su lado. Había vivido la experiencia de más de una mujer, no una sino varias veces, pero nunca le había sucedido desear que otra mujer estuviera allí presente. Generalmente, estaban presentes y eran las que estaban.
Pero no hubo tiempo para más pensamientos, porque sentía emerger de sí todo, con una fuerza digna de la Casa que le daba su nombre, y mientras la tomaba de los pechos con ambas manos, no reprimió sus jadeos al soltar todo control sobre su cuerpo y dejarse llevar por la marea de placer. Estaba siendo un momento sublime que no hubiera esperado alcanzar en ese lugar, con esa mujer, en esas circunstancias. Y sólo un resquicio de racionalidad que afloraría mucho después, le diría que había sido más que necesario y útil.
Te dejo la conclusión a vos ;)
Tyra sabía de miedos, de amenazas y de sensaciones pero también sabía de verdades y lealtades, y en aquel momento no la movía el miedo a la muerte sino el deseo de algo que sabía perfectamente que jamás sería suyo. Ignoró la amenaza velada de el amante poderoso sobre el cual montaba y dejó que su cuerpo se encargara del resto, del placer, del éxtasis que llegó en espasmos intranquilos, fuertes, jadeantes como una avalancha que amenazaba con destruir todo para volverlo a ordenar. Si de algo sabía Tyra era de servicio y ni bien los dos estuvieron listos se separó de él, se arrodilló y lo limpio rápidamente con un trapo, le arregló las ropas y se acomodó ella, aunque su cabello había quedado desordenado, no era algo que le importara a nadie.
-Milord..., me encantaría quedarme con vos pero estoy al frente de la casa hasta que vuelva mi señora.
Hizo una breve reverencia y sonrió antes de disponerse a marcharse.
-Estaré aquí si me necesitáis.
La pelirroja lo habría besado pero sabía que precisamente ese no era su lugar, se marchó cerrando la puerta tras ella. Era hora de volver al castillo, la justa estaba por comenzar.
Listo, por ahora lo dejamos aquí. Vamos a la otra escena.
En el clímax, Raegon abrazó a la joven. Era cierto que era un poco por sostenerla a ella y sostenerse él. Pero también era cierto que ese momento, y no lo admitiría, necesitaba el cariño. Sentirse amado y sentirse temido eran dos caras de la misma moneda para el joven príncipe, y no tenía claro qué cara de la moneda quería que cayera en el lado de Tyra. ¿Podía caer de canto?
Lo cierto es que la joven sabía moverse en todo sentido, y lo sirvió impecablemente. Ella quiso irse así sin más, pero él la tomó del brazo y la atrajo.
-Volveré...- le acarició el pelo en más un gesto de peinarla que en un hecho en sí, y la besó con el calor del fuego que aún sentía en sus venas luego de tan brillante encuentro.
Le soltó el agarre, y él mismo se retiró. Tenía que atender a muchas cuestiones antes de que sucediera algo de lo que no estaba seguro de si tenía la preparación necesaria.
En sus pasos el enojo pronto comenzaba a aflorar. ¿Cómo es que su tío había logrado operar más en las sombras que sus espías? ¿Cómo es que se le habían escapado tantas cosas? Ahora no podía remediar esa falta de efectividad, pero tenía que hacerlo. Habría que reclutar más hombres, más monedas emergerían del tesoro real.
Una maestra Tyra ;)
Resumen de datos, a ver si entendí todo bien, antes de hablar con los demás:
1) Quien atacó a Lena tenía una especie de cadena con un dije pequeño, una especie de moneda que de un lado tenía una flor y del otro un oso o algo así.
2) La madama está protegida por mi tío y tiene un refugio al norte del bosque, cerca del lago.
3) Frink Baratheon es el cliente de Tyra, que muy probablemente haya sido quien violó a mi prima, y que confabula con la madama.
4) Hay un bastardo de Aegon, que todavía es un bebé, y los Baratheon y los Stark parece que están confabulando para derrocar al Rey y a mi prima. Lo van a llevar al torneo, no en el pueblo, para que lo conozca el Rey.
5) Tengo que buscar la tienda de Lady Brown, que es el nombre falso de la puta del rey (¿la madama?)
6) Tengo que tener cuidado con un hombre de cabellos negros como la noche, es un sacerdote o algo así... Envenena y ¿quién sabe?, tal vez magia también.
Jajaja tu resumen es genial. Sólo una cosa, lady Brown es la puta de Aegon pero no es la madame, esta sirve a los Baratheon y los Stark, bueno, en realidad sirve al mejor postor.
Si, el sacerdote tiene algo de magia.
Claro, veo que se me confundieron algunos papeles jeje Pensé que era la misma persona XD
Me alegra que te parezca genial mi resumen, tengo que actuar una persona con memoria fotográfica, y que entonces su memoria en general seguramente sea muy buena. Así que dame una mano si se me pasa algo jajaj
Todo así como lo tienes. Sólo un último consejo, cuidado con los seres de la noche como ese sacerdote, uno nunca sabe de verdad que esperar de ellos xD