Partida Rol por web

-.Sentir como el metal perfora tu cuerpo es una sensación que, en lo personal, no me gustaría experimentar nuevamente ¿cierto mi querido camarada?-. Manifiesto mientras estoy acostado en el suelo disfrutando como aquel brebaje de color carmesí brota de mis heridas.

-. Tienes razón bastardo… hoy no ha sido un buen día para la lucha-. Me responde mi otro yo con un tono cansado, resignado y aburrido de toda esta situación…

-.Pero ve el lado positivo, mi querido amigo, al menos podremos descansar hasta, que al menos, estas heridas dejen de sangrar… así que tómalo como un pequeño receso de las obligaciones… ya deseo que Valentina me trate las heridas-.  Muevo lentamente mi cola al con una sonrisa forzada.

-…..-. El silencio se apodera de Kunai, de alguna forma sé que él aprueba esta idea-.esperemos que nuestro jaleo haya ayudado a nuestro pelirrojo favorito-. Pienso, mientras lentamente me acomodo en mi escondite, para reposar de esta patética obra del cual fui protagonista.

Geno, en silencio absoluto que le daba la oscuridad y en lugar en que estaba, además de su asombrosa visión nocturna, bajó entre los primeros containers, hasta que finalmente, se acercó a uno de estos. Usando su fuerza sobrenatural, inspeccionó uno de estos, el cual tenía un gran candado. Solo con un movimiento de su mano lo hizo trizas, y dejándolo con cuidado, abrió las puertas. Al revisar lo que había adentro, se dio cuenta de que el container estaba lleno de armas y municiones. Desde rifles de asalto, hasta lanzagranadas. Había tenido mucha suerte.

Ahmar por su parte, recoge una de las metralletas, y cargando todas las balas, se dispone a buscar a Nagi. Los guardias del barco se mantienen en posición, y actualmente Geno, quién está más cerca, puede escuchar como estos están preguntándose si envían otro grupo, o concentrarse en aquél que había subido por arriba del barco.

Estaba de suerte, había elegido un contenedor al azar y había encontrado un arsenal.  En su cara se dibujó una sonrisa y la palabra CAOS se formó en su mente, allí había de todo, pero de momento le interesaban los lanza granadas.  Tomó dos y rebuscó por la munición.  Incendiarias, explosivas, de gas lacrimógeno, había de todo.  Acomodó algunas de distintos tipos, comenzaría con las explosivas.  Cargó dos de aquellas armas, se protegió entre los contenedores y comenzó a disparar hacia la popa y la proa del barco.  No lo hacía a ningún punto específico, disparaba una granada hacia un lado, luego hacia el otro, variaba un poco el ángulo vertical y horizontal y continuaba.  Le haría varios agujeros a aquella cosa y provocaría tanto caos como fuera posible, luego, se ocuparía de continuar con la misión

Y aquí sigo yo, acostado, disfrutando del frio de la noche, solo, ya que mi querido Kunai se fue a dormir…

-. ¿Qué puedo hacer?-. Suspiro, aburrido de toda esta mierda, aunque debo aceptar que el dolor de las heridas hacia que esta experiencia no fuese del todo mala… de hecho le da una toque bien pervertido a todo esto…

Mientras seguía pensando que acciones tomar y evitar que el pelirrojo altruista se gane todo el crédito de todo esto, algo se me vino a la mente-.Verdad que tengo aquellas bolitas luminosas-. Susurro despacio a la vez que me paro, con cuidado y manteniendo mi escondite, y saco una granada de uno de mis bolsillos de mí uniforme-. Menos mal que no explotaron por las balas-. Dije con un tono animado…

Luego de verificar que todas mis granadas estaban bien, una enorme sonrisa maliciosa nace de mis labios cuando poso mi mirada al barco, sabía que, con estas bellezas, tendría un poco mas de diversión-. Jejejeje-. Una pequeña y sutil risa es invocada-.bien, bien, bien-. Miro nuevamente al barco y sin previo aviso saco el seguro de la granada y la lanzo con todas mis fuerzas, apuntando a un sector aleatorio del barco, con la esperanza que las probabilidades me ayudasen y acertara en un lugar vulnerable de la cubierta para causar el mayor daño posible… 

Geno, observando con ojos de locura todo el armamento que había en el lugar, decidió tomar un lanzagranadas en cada brazo, y, partiendo por el primer lugar, apunto al otro lado del barco, y disparó, pero jamás se esperó lo que iba a pasar ahora. El arma, por un problema propio explotó de tal forma sobre el pecho de Geno, que lo lanzó a causa de la explosión al final del contenedor. La explosión fue tanta que movió a todo el contenedor, sacándolo de su área, y provocando que el resto de los contenedores callera en una especie de escalera de domino. Los contenedores salieron volando, y uno calló directamente en el grupo de los tres que estaban en la esquina izquierda del bote. Otro contenedor salió disparado y calló justo por el frente, donde se encontraba la pasada para el barco, aplastando a los tres que estaban mirando para afuera. El contenedor de Geno cayó directamente al duro suelo del bote, dándole varias vueltas en este, y caer bastante golpeado (pero vivo) al piso.

Ahmar y Nagi no se esperaron ver lo que ocurrió. Una explosión en el barco, seguida de la caía de un montón de contenedores, gente gritando, y llamas por diversos lugares. Probablemente había sido Geno. Nagi, aumentando este sentimiento, decidió tomar una granada y lanzarla al barco. La granada calló justamente en los guardias que quedaban a la vista, y cayendo sobre ellos, sin percatarse por el caos, los dos murieron en una horrible explosión. Ahmar observó la trayectoria de la granada y así logro dar con Nagi, al verlo dijo;

-Vaya, vaya, parece que te han tratado con los hoyos que querías, ¿No? Parece que has armado un buen jaleo con Geno. Deberíamos avanzar hasta la entrada y cubrirlo, por ahora es nuestra mejor opción. –

Dijo mirándolo, mientras le picaban las manos por ir a meterse a dentro del combate del barco.

Todo salió mal, no esperaba que el lanza granadas explotase como lo hizo.  El fogonazo lo cegó por unos momentos, el estruendo de la explosión lo ensordeció y así, en una especie de nebulosa cayó girando en su contenedor.  Agradeció haber llevado aquel chaleco puesto que absorbió gran parte de la metralla que había surgido del arma destrozada, aún así estaba herido de gravedad.  Luchó contra la inconsciencia que amenazaba con apoderarse de él, luchó y se sobrepuso a ella.  Jadeante se puso en pie.

-.ohhhhhhhh-. Dijo el joven albino mientras miraba con admiración la cantidad de explosivos, fuego, gritos  y metal destrozado que se escuchaba y se contemplaba a plena vista-. Los chupa sangre realmente tienen una gran habilidad de crear estas cosas-. Nagi saca otra granada para contemplarla con fascinación…

-.Debo decir que ha sido una gran jugada-. Dije yo, Kunai, al despertar de mi placido letargo-. Pero debo decir  que dudo mucho que todo ese jaleo fuese hecho por una insignificante granada-. Expreso, aun estando medio dormido…

-.Bueno días querido-. Me responde el homosexual de mi otro yo-. Si… lamentablemente yo también pienso lo mismo… en fin yo creo que es hora de esconderse nuevamente y rezar que aquel pelirrojo este haciendo su trabajo-….

 Observo como mi compañero se posiciona para sentar de nuevo, mientras siento como Ahmar se acerca a nosotros…

-Vaya, vaya, parece que te han tratado con los hoyos que querías, ¿No? Parece que has armado un buen jaleo con Geno. Deberíamos avanzar hasta la entrada y cubrirlo, por ahora es nuestra mejor opción. –

-. ¿Qué propuesta tan estúpidas dices Ahmar?-. Lo miro directamente a los ojos-. Dado nuestra condición actual, dudo que seamos útiles…-. Toco una de mis heridas para luego probar un poco de mi sangre-. Si quieres te podemos apoyar desde las sombras utilizando estas bellezas-. Le muestro por un segundo las granadas restantes-.Además dudo que ese hijo de puta de Geno haya muerto con eso…-…

Después de que los compañeros armaran aquel jaleo era la hora de entrar al barco y ver que les esperaba allí dentro para acabar con todos los que se encontraban allí.

Aunque el combate directo no era la especialidad de Ahmar, a veces o estaba de más el mancharse las manos de sangre, es más, había momentos en que disfrutaba de hacerlo, en caso de que hubiera algo mas peligroso ya estaban los compañeros para hacerse cargo de él, por los visto anteriormente se ve que les gustaba ser llamativos y montar un gran espectáculo para hacerse notar.

Geno logró sobrevivir a la subconsciencia. De hecho, se sorprendió justo para cubrirse con los restos de contenedores para ver como una última granada explotaba cerca de los únicos dos tipos que vio que aún quedaban vivos en la cubierta del barco. El maldito lugar estaba en llamas. Saliendo del lugar, se dio cuenta que estaba solo en cubierta. Podía buscar entre las cosas a ver si encontraba algún arma, o quedarse realmente como estaba. Por ahora, todo se veía tranquilo para él.

Por otro lado Ahmar, escuchó como Nagi le respondía a sus palabras, pero finalmente lo ignoró, y sintiendo una sed insaciable de sangre, avanzó directamente a través del oscuro puerto. Al llegar a través del barco, se dio cuenta de que quedaba un lugar, el que probablemente sería la cabina del capitán, y no se encontraba en mal estado. Probablemente ahí debían estar los documentos…y también debían de quedar quienes estaban vivos.

Nagi, al ver que Ahmar se iba, procedió a ocultarse en la oscuridad, preparándose para observar con mucho interés lo que pasaba en todo aquél lugar.

-. Sera un hijo de puta-. Suspira Kunai mientras observaba como ese idiota se adentra al barco.

-. Al menos veremos un buen espectáculo mientras descansamos ¿no crees querido?-. Expreso al mismo tiempo que me fundo en las sombras para luego sentarme y sacar una granada para dejarla en mi mano, solo por si algo sorpresivo sucede.

-. Tienes razón… actualmente seriamos un estorbo… además no pienso arriesgar mi vida por esos sacos de carne-. Al decir eso Kunai vuelve a lo más oscuro de la mente de Nagi-. Seguiré descansando-. Es lo que sentencia antes de desvanecerse en la penumbra mental.

-. Sueña lindo, por mi parte seguiré disfrutando la refrescante frisa marina y el rojo fuego que quema esa enorme chatarra jejeje-. El nekomata se queda sentado, expectante a lo que sus compañeros harán…  

Se había puesto de pie, sus enemigos ya no estaban allí, o eso parecía al menos por lo que decidió bajarse del contenedor.  Mientras pensaba que sería de Ahmar y su otro compañero.

Con ganas de salir de aquel barco que seguramente poco le faltaba para hundirse en las profundidades y por que no decirlo con unas ansias homicidas bastante grandes, se dirigió hacia el único lugar que parecía entero y donde posiblemente estuviera lo que buscaban.

Al parecer todavía quedaba alguien con vida aparte de ellos, aunque en poco tiempo eso seguramente cambiaría, así que Ahmar abrió ligeramente la puerta y desde una posición a cubierto disparó a los que se encontraban dentro de la habitación del capitán, Ahmar solo dijo- Espero que esos dos hagan algo útil y acaben con alguno de ellos.

Nagi se queda escondido en la oscuridad que presenta el puerto, mientras la acción realmente continua dentro de lo que es ya el barco en llamas. Geno bajo del contenedor, observando su camino hasta lo que debería ser donde estarían los archivos que habían ido a buscar. Geno observó a lo lejos como Ahmar, con una metralleta iba camino a la cabina, y allí, una vez en la puerta, la abrió disparando una gran ráfaga de balazos. Ahmar, en silencio, abrió la puerta, y dio una gran ráfaga de balazos al único objetivo que encontró, hiriéndolo, pero no matándolo, pues este inmediatamente después de eso se cubrió bajo una de las mesas de comando.

Ahmar observó desde allí como había allí otros cuatro individuos. Dos parecían ser mercenarios como a los cuales les había disparado con anterioridad…pero los otros realmente no parecían eso. Uno era un hombre extremadamente feo. Decir feo era poco, simplemente, era horrible, probablemente estaría solo toda su vida. Se veía armado simplemente con varios cuchillos, e iba observando cada uno de los detalles. Cuando disparaste este se había ocultado sin problemas en la oscuridad que daba la habitación a oscuras.

El otro tipo que estaba allí también llamó su atención. No porque era horrible como el otro, (aunque no era mucho mejor, más bien, era alguien normal), si no que sus ojos brillaban en un gran color carmesí, y prácticamente pareciera que la sombra lo estuviera haciendo protegerse…aunque a primera vista no estabas seguro de eso.

Geno observó lo que sucedía en el puente, al parecer el combate había llegado hasta aquel lugar, sin embargo estaba cansado y prefirió evitar la carrera por lo que prefirió caminar hasta el lugar, además cabía la posibilidad de que las cosas se pusieran feas y herido como estaba prefería evaluar un poco más la situación antes que lanzarse de lleno al combate.

-.mmmmmmmm….-.

Nagi se queda pensando tranquilamente mientras mueve su cola de un lado a otro y disfruta la suave brisa de la noche.

-. Parece que las cosas se están poniendo buena por allí ¿eh?-.

Expresó el nekomata con una voz llena de pereza

-. Que se jodan, en el peor de los casos esperamos un poco y desde las sombras nos hacemos con los documentos-. Una sonrisa coqueta es enmarcada en su blanca cara. Él sabía que la vida de sus aliados les valía mierda tanto para él como para su otro yo, en el peor de los casos, si sus camaradas caen, simplemente los contabilizaran como costos de inversión…

Al parecer los compañeros no tenían la intención de echarle un cable, además la aparición de aquellos dos tipos no auguraba nada bueno para Ahmar.

Solo le quedaba estar a cubierto y disparar a los que estaban dentro de la habitación, aunque  los allí presentes no se lo pondrían nada fácil. 

Desde el lugar donde se encontraba, asomo el arma y disparó sin mirar al lugar, si asomaba la cabeza lo mas probable era que se quedara sin ella, y había que decir que le tenía mucho cariño a su cabeza por muy mal que estuviera.

El tipo más feo de todos, se notaba que era bastante rápido. Aun cuando estabas mirando hacia lo que pasaba adentro, observaste sorprendido como, de la nada, dio un salto hacia atrás. Y en solamente ese salto, el tipo pareció desvanecerse. No lo podías ver ni encontrar, incluso, quizás, si estuviera todo el lugar iluminado, tampoco podrías encontrarlo. El soldado que heriste, se levantó, y disparó una ráfaga de balas que iba directamente a chocar con las paredes tras las cuales estabas cubierto.

Uno de los soldados se prepara, apuntando directamente a la zona de Ahmar, esperando el momento para disparar. En cambio, el otro tipo ríe divertido, y antes de que Ahmar viera, asustado lo que sucedía, un zarcillo de oscuridad aparecía frente a él, y parecía abalanzarse para golpearlo. Geno llegó a la escena justo para ver lo que sucedía, y como el zarcillo se abalanzaba contra Ahmar.

Mientras estaba en plena oscuridad, Nagi notó algo muy interesante. Alguien lo estaba buscando. Pudo ver desde un muy buen escondite como un tipo de traje lo estaba buscando por el lugar. Había visto dos personas más pasar dirigiéndose hacia el barco, pero solo una persona parecía haberlo visto, pero cuando lo siguió, las expertas habilidades de Nagi en la ocultación simplemente lo hicieron perderse, simplemente no pudo encontrarlo. Luego de eso el tipo salió de la zona y fue a reunirse cerca de su grupo en el barco.

Al ver el extraño poder del enemigo Geno decidió mantener la distancia y atacar al que había disparado los zarcillos de obscuridad con su rayo de energía negativa.