Partida Rol por web

Llegaron a la habitación, vieron dos camas sencillas muy juntas para su gusto, pero bastante cómodas al parecer, cada uno se sentó en una y respiraron profundamente en un silencio incómodo, ahora serían compañeros de cuarto, esperaban llevarse bien, Clement no era muy bueno correlacionándose...

Alvar le sonrió al chico de cabello rojo, y éste tímido le devolvió la sonrisa, pero algo le provocó a Alvar un extraño pensamiento, por qué había una vinajera de plata con agua?...esto comenzaba a ser extraño, Clement sólo lo observaba mientras hacía gestos extraños, pensando en su interior.

Comenzaron a desempacar sus maletas que estaban dispuestas en la habitación, revisaron el baño, todo parecía estar bien...parecía.

Tras rezagarse en el camino, separándose del grupo para mantener una conversación con Laurence, que ha cambiado su animo a mejor, Alvar llegó, con su silencioso e introvertido compañero, al cuarto. Hay esperanza de perdón, pues se sonríen.
 

Clement sólo lo observaba mientras hacía gestos extraños, pensando en su interior.

El muchacho pelirrojo hace algún amago de hablarle que interrumpe por timidez antes de decir palabra, o al menos esa explicación da Alvar a esos gestos extraños. No le parece oportuno forzar las cosas, no después de su ultima “conversación” en la cena. Desmontaron las maletas en silencio.

Pero hay un objeto metálico que, cada vez que se distrae, le cuela un destello por el rabillo del ojo: una vinajera. Un objeto de culto en el que los sacerdotes transportaban el agua y el vino para las ceremonias. Sin dudarlo, arrastra una mesa del escritorio y se sienta frente a ella. Agua y vino para un rito. Tenían agua pero no vino... Aunque el vino es una representación de la sangre, sangre sagrada...¿Sangre de la XXV generación? Se va al baño y vuelve con el baso de cepillarse los dientes y una cuchilla de afeitar. Con solemnidad vierte agua de la jara ritual en el vaso y se hace un pequeño corte en la palma de la mano para dejar caer unas gotas de su sangre en el vaso. Contempla las ondas extenderse y toma un trago. Agua y sangre, para completar el ritual.

Evidentemente no ocurrió nada, al menos que notara en ese momento. Alvar, eres un bobo supersticioso (pensó en voz alta)

Llegó ala habitación con mucho desgano, parecía que no tenía voluntad ni ganas de mucho. Pero al quedarse a solas con Alvar, sentía que debían hablar... pero al final ninguna palabra salió, no tenían mucho en común.

Desmontando las maletas, Clement mira con curiosidad como Alvar se va al baño y, luego, con susto nota que traía una cuchilla de afeitar; su mente iba pensando lo peor... pero Alvar se cortó a si mismo y no a él. Clement no esperó mucho y se apresuró en tomar la copa y ponerla en el suelo, sentado de rodillas frente a Alvar, quien a su vez, estaba sentado en su cama (asumo). -¡¿qué haces!?- Luego toma la mano cortada de Alvar y viendo como goteaba, y sin miedo de que su uniforme se manchara. Comienza a hacer presión en los alrededores de la herida, de una manera que la molestia y el dolor que Alvar sentía, pero que podía ignorar; va desapareciendo del todo. Su herida se cierra, por una coagularción pronta de sangre y Alvar siente una sensación agradable, además del alivio del dolor.

Toma su trago iniciático... pero nada ocurre. Aquella no era la vinajera perdida,... aunque era igual a las ilustraciones de los libros. ¿Qué clase de broma era aquella? ¿Qué juego mental se traían en esa academia? Se lleva la mano a los labios para lamer el pequeño corte, pero antes de que le dé tiempo, su compañero la ha cogido. Eh, no te preocupes no es nada, espero no haberte asust... la sensación de bienestar y relajación le inunda y le hace olvidar lo que iba a decir. ¿Así se siente tu don en acción?

La posición del joven, de rodillas delante de él, que se encuentra sentado en la cama, no se le pasa por alto y le produce unos pensamientos subidos de tono. Pero rápidamente se disipan cuando recuerda al actual dueño de su corazón, nadie puede competir con él.

-Menuda imagen debes tener de mi. simplemente  (en referencia a su mano) he sido víctima de una superchería local de mi tierra. Desde que inicie el viaje hacia aquí, he recuperado bastante de mi fe infantil en cuentos de brujas y hadas.  (Hace un gesto con la mano como desechando todos los mitos e historias como paparruchas) Al menos veo que no me guardas rencor, temí que ahora ya no pudieses soportar tenerme cerca.

-¿don?...- ladee la cabeza, mientras mis cabellos se iban a un lado, sobre mi hombro "hace mucho que no escuchaba esa palabra ... desde que estaba fuera del imperio..." - ... n-no... solo hice presión, donde tu cuerpo lo necesitaba...- Tenía que haber usado mi saliva para que se sintiera mejor y quizá ya pudiera usar su mano de inmediato... pero, por instinto, no lo hice... no parecía alguien saludable.

Sonrío mientras le "devuelvo" su mano, pegándosela a su pecho - la ciencia, como es ahora; no puede explicarlo todo. Somos como niños para el universo que nos rodea...- luego de responder me pongo de pie. -no, entiendo que seas algo temperamental...- "mucha gente que me rodeaba era así... o simplemente abusiva..." mi mirada se entristece un poco recordando aquello, pero doy media vuelta y vuelvo a mi maleta.

Guardo silencio mientras sigo desempacando. -no uses mucho tu mano, hasta que termine de sanar... si quieres te vendaré en cuanto encuentre mis vendas...-

Responde a sus palabras justo en el orden opuesto al que él las plantea, empezando con lo trivial y acercándose a lo importante.

 -no uses mucho tu mano, hasta que termine de sanar... si quieres te vendaré en cuanto encuentre mis vendas...-

- Es solo un cortecito sin importancia. Mientras no meta la mano en ningún sitio especialmente infecto, no pasa nada. En virtud a tu preocupación, me pondré unas tirita con un poco de desinfectante.

-no, entiendo que seas algo temperamental...

-La verdad es que pedirle a alguien que se exprese más claro gritándole no ayuda a  que coja confianza, soy un bestia. Pero es como me han educado. En mi familia, la instrucción miliar es obligatoria en la adolescencia. Y no recibimos trato de favor alguno. Estoy acostumbrado a explicaciones directas, argumentaciones claras. El mensaje que quería darte es "Si algún día tienes algo que decirme, dímelo claramente". Reconozco que mi tono estuvo fuera de lugar. Pero es que es verdad, si vas titubeando te van a pisar. Y, si te pisan a ti, nos pisan a todos. Algún día, los que estamos aquí formaremos parte de eso que se llama "las altas esferas" y trabajaremos por un objetivo común, el emperador y el imperio.  Si trabajamos en equipo, podemos hacer avanzar nuestra sociedad. Si no podemos comunicarnos por timidez o intereses personales, esta academia habrá sido para nada. Además, algún día, tendrás que dar órdenes y la seguridad en ti mismo será vital, si esperas que se cumplan.

 la ciencia, como es ahora; no puede explicarlo todo. Somos como niños para el universo que nos rodea...

Mientras el muchacho continua ordenando sus cosas, Alvar se tumba en la cama pensando. -Si, como niños, rodeados de maravillas que no entendemos. Es sobrecogedor y a la vez hermoso, esa difuminación en torno a las cosas para que no sean una verdad absoluta, sino que carguen con matices y significados.

 n-no... solo hice presión, donde tu cuerpo lo necesitaba..

Se incorpora para mirarle sonriente, con aire pícaro. -Vaya, yo esperaba que tu también tuvieras uno. No entiendo porque se esconde tanto el tema, como si fueran ilegales. Cuando, en realidad, son uno de los pilares de nuestra historia.  Yo tengo dos hermanos telequineticos, imagínate sus novatadas, y un hermano muy empático que me tenía como protegido, soy el menor. Hacia piña con el otro "normal" sin poderes... Hasta que empecé a ver y hablar con el fantasma de un hombre que se había ahorcado en mi cuarto un siglo atrás. (le guiña el ojo)

-entiendo tu punto, Alvar, lo entendí poco después de escucharte gritar...- sonrío levemente -solo que hay circunstancias atenuantes; no creas que me comporto así siempre... estaba preocupado por algui- detengo mi oración y luego sigo -algo... en ese momento. Pero tienes la razón, pertenezco a la élite del imperio y debo comportarme más centrado a pesar que no me sienta bien...- no había descanso para ello.

Tomaba mi ropa y la acomodaba en los cajones - jeje... pues el universo es hermoso, pero no tan cercano como nuestro pequeño universo-

Luego de eso le escucho hablar de su familia, sonrío muy animado y alegre por escucharle hablar de ellos, parecía que a pesar de ser estrictos se querían; pero cuando terminó de hablar me quedé en silencio, mis ojos se perdieron en un punto de la habitación... -yo...- "¿tenía hermanos?..." Levando la mirada a ver a Alvar de nuevo, como algo perdido en mis pensamientos - ... yo no tengo hermanos; solo mis padres... aunque no son tan cariñosos...- "no cuando está el otro al menos" - ... me dan lo que necesito... y ahora una buena educación.-

Luego de un rato más estando callado -¿puedes hablar con los muertos?...o ¿son ellos los que te hablan?- 

Alvar  le responde mirando al techo, no por ignorarle, sino concentrado en buscar palabras que expresen lo que siente. Solo a veces puedo verlos, es como ver y oír a una persona normal y corriente. De normal suelen estar reviviendo traumas o vigilando a sus familiares vivos. Y solo cuando se dan cuenta de que les veo me dirigen la palabra. No es un don tan espectacular como la telequinesis, pero a mí me gusta. Aunque se dé poco, es el poder que ha definido a los más famosos y nobles miembros de mi estirpe.

Se tumba de costado para hablarle:

Ya te he contado mucho sobre mí, dime algo sobre ti

-¿no tenias miedo?... muchos deben haber estado enojados...- bajo la mirada algo cabizbajo. Peor luego la alzo al escuchar tu pregunta, sonrío amablemente -no soy nada interesante... pero tampoco guardo secretos.- no que yo supiera al menos...

Fui al baño a lavarme las manos y el rostro pero alcé un poco la voz -preguntame lo que quieras...-

Al principio sí, pero porque pensaba que estaba volviéndome loco. Pero como este poder ha estado en algunos miembros de mi familia desde su origen, es una de las marcas del apellido, en seguida supieron  de qué se trataba y pudieron… orientarme. Es más triste que aterrador, créeme. Al menos el 99% de las veces, así que técnicamente no estoy mintiendo, piensa Alvar reprimiendo un escalofrío relacionado con ese 1%.

Pero bueno, me anima a vivir la vida, sin dejar asuntos pendientes (Eso sí que era verdad).

Duda un poco sobre cómo construir la frase para que no suene a meter el dedo en el ojo o rememorar la bronca de hace dos cenas. ¿Desde cuándo te gusta bailar? ¿Planeas retomarlo ahora que estas a cientos de kilómetros de lo que sea que te lo impidiese?

Escuchó con atención lo que le contaba Alvar - pobres... ¿y puedes ayudarlos a descansar?...¿ lo has logrado en algún momento? .- no soportaba ver a la gente sufrir... ese don, sería una maldición para mi.

Luego de echarme agua al rostro y limpiarme; vuelvo, pasándome la toalla por el rostro, con cuidado. Me alegra que muestre interés en mi baile, así que sonrío alegre - je... pues supongo que depende de cuanto tiempo libre disponga.- sonreía, aunque estar lejos de la Señora, era simplemente extraño para mi. -pero sí, supongo que lo haré... gracias por el interés- vuelvo y dejo la toalla con cuidado. - deben tener un estudio de baile, dentro del edificio, no?.-

La verdad que no, no suelo dedicarme a psicoanalizarlos ni hacer recados para ellos. Lo dice sin especial odio, simplemente con convicción. Que se busquen ellos la forma de encontrar la paz. Pero posiblemente cuando vuelva a Starda le dé un recado una viuda. Su marido me lo pidió hace meses, lo ignore, pero hoy me he acordado. Espero no matarla del susto.

Cambiando de tema, sí, yo creo que habrá alguna, no estará muy lejos de la sala de música.

-A mi me parecería sumamente interesante lo que tengan que decir...- le miro de reojo -...pero supongo que para ti es común.- Luego pienso en el mensaje que le tuviera que dar Alvar... me preocupó que probablemente el choque sea más grande por que él no tiene mucho tacto... pero dependía mucho del tipo de información que le entregase.

-hmm quizá también tengan un gimnasio o este cerca también...- comente, ya sintiendo ganas de también hacer algo de ejercicio... claro que no se trataba de levantar pesas.

No mucho más ni mucho menos que una persona normal, aunque un poco más depresivos y obsesionados. Si, es bastante común, estoy acostumbrado.

Se estira en la cama, es realmente cómoda, tensándose al máximo y rindiéndose a la relajación. La copiosa comida, la charla en las escaleras y la falta de sueño empiezan a caerle encima.

Había un profesor de gimnasia, así que debería haber algún gimnasio o alguna pista para algún deporte, al menos. ¿Qué vas a hacer estos días antes de las clases?

-¿y has sabido de alguno que encontrara la paz?... ¿por qué se quedan entre ambos mundos?...- pregunté quizá con demasiado interés, me apené por ello y desvié la mirada.

-Creo que nunca había sentido tanta libertad... bueno hace mucho que no...- respondo con algo de melancolía. Me vuelvo al baño, con algunas cosas. -me tomaré una ducha, tu lo harás; pregunto para saber si me apuro o me tomo mi tiempo.- sonrío, asomando la cabeza fuera del baño.

No, ninguno... Solo tengo ideas mías, no he encontrado ninguna respuesta aún. Espero que en esta academia sepan algo más.

Si pero más tarde, creo que me voy echar una siesta mientras, asi que tomate todo el tiempo que necesites, gracias por preguntar. El viaje me ha agotado bastante.